Beijing, 18 de abril de 2002 - El papel de la
acuicultura en la lucha contra el hambre y la pobreza,
así como en la promoción del desarrollo rural, es el
tema central de una reunión internacional inaugurada hoy
en Beijing por la Organización de las Naciones Unidas
para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La acuicultura puede dar una aportación de primer
orden a la mitigación de la pobreza, a la seguridad alimentaria
y al bienestar social, como de hecho sucede ya en muchos países,
dice la FAO. Sin embargo, en otras naciones, este potencial no
se ha explotado aún completamente. El
porcentaje del crecimiento de la acuicultura desde 1984,
incluyendo la producción pesquera de piscicultura, ha sido del
11 por ciento anual, el más rápido entre los sectores de
producción de alimentos de todo el mundo durante casi 20 años.
En 1994, se produjeron 42.770 millones de toneladas métricas de
productos acuáticos (plantas incluidas), valoradas en 53.500
millones de dólares, mientras que en la actualidad se crían en
todo el mundo más de 330 especies de organismos acuáticos.
Alrededor del 90 por ciento del total de la
producción derivada de la acuicultura tiene origen en los países
de desarrollo y una vasta proporción corre a cargo de
productores en pequeña escala, sobre todo en los países de bajos
ingresos y con déficit de alimentos (PBIDA).
Las prácticas de acuicultura industrial y comercial,
orientada a la exportación, aportan ingresos, empleo y divisas
extranjeras a los países productores. Además, las formas más
extensivas y diversificadas de acuicultura no sólo mejoran
significativamente los medios de subsistencia de los sectores
más pobres de la sociedad sino que también fomentan el uso
eficaz de los recursos y la conservación del ambiente, según un
documento elaborado por la FAO para la Primera Sesión del
Subcomité sobre Acuicultura. Representantes
de gobiernos, organizaciones intergubernamentales, organismos de
las Naciones Unidas y organizaciones no gubernamentales
internacionales participarán en el encuentro que tendrá lugar en
el Beijing International Convention Centre, en Beijing, China,
del 18 al 22 de abril. "El reto de
la acuicultura es reforzar los medios de subsistencia con que
cuentan las familias campesinas", afirma Rohana
Subasinghe, Secretario del Subcomité sobre Acuicultura y punto
focal de la FAO para la reunión de Beijing. "La
acuicultura aporta alimentos de elevado valor nutritivo a los
hogares y cuando los campesinos en pequeña escala combinan
agricultura y acuicultura mejoran también su alimentación,
aumentan sus ingresos y son más capaces de resistir a los
imprevistos. Los peligros para la producción disminuyen, la
sostenibilidad de la agricultura crece y en general se potencia
el desarrollo agrícola". La
acuicultura representa casi un tercio de la producción pesquera
mundial. Los últimos estudios de la FAO sobre la futura demanda
y el abastecimiento de pescado y productos pesqueros muestran un
considerable incremento de la demanda, debido en gran parte a un
previsible desarrollo económico, al aumento de la población y a
los cambios de las costumbres alimentarias. Se prevé que en la
mayor parte de los países las existencias de pescado procedentes
de la pesca marina permanecerán constantes o incluso
disminuirán, ya que las capturas han alcanzado o están por
hacerlo el tope del rendimiento sostenible. Por tanto, la
acuicultura y la pesca en aguas continentales jugarán un papel
central en el abastecimiento futuro tanto de pescado como de
productos pesqueros. Según las previsiones, la acuicultura
seguirá aumentando en todo el mundo.
Durante la reunión de Beijing, los participantes
discutirán sobre el desarrollo sostenible de la acuicultura y de
la implementación de las disposiciones relativas a la
acuicultura que figuran en el Código de Conducta para la Pesca
Responsable. En lo que se refiere a las
posibles repercusiones ambientales y sociales negativas de la
acuicultura, Ichiro Nomura, Subdirector General de la FAO para
el Departamento de Pesca, afirmó durante la apertura de la
reunión que "a lo largo de la historia, la mayor parte
de las prácticas de acuicultura en todo el mundo se han
traducido en significativos beneficios sociales, económicos y
nutricionales y han tenido muy pocas repercusiones ambientales
negativas. Sin embargo, en algunas partes del mundo y en
diversos sectores de la acuicultura se han registrado algunos
episodios de planificación inadecuada o de gestión inapropiada
que han desembocado en graves problemas ambientales y sociales.
Normalmente, esas repercusiones se deben a marcos reguladores
débiles y un desarrollo demasiado rápido de las actividades, que
vienen a sumarse al gran potencial comercial de algunas especies
de gran valor. Es responsabilidad nuestra tomar medidas
colectivas para mejorar la comprensión de las repercusiones y
causas reales para lograr que el sector sea cada vez más
sostenible, desde el punto de vista ambiental y más aceptable
socialmente". Subasinghe agregó:
"Hay un potencial enorme para la acuicultura y si hasta
ahora los objetivos eran producir más alimentos, conseguir
ingresos superiores y mejorar la economía, en la actualidad,
tanto dentro del sector como entre los gobiernos, se es cada vez
más conscientes de que la acuicultura puede garantizar la
seguridad alimentaria, mitigar la pobreza y fomentar sociedades
más igualitarias y prósperas". Subasinghe subrayó, sin
embargo, que por desgracia, la ayuda de los donantes al
desarrollo de la acuicultura había descendido en los últimos
diez años. Promover un desarrollo de la
acuicultura digno de confianza y sostenible, desde el punto de
vista ambiental, requiere que se creen "ambientes
favorables" que garanticen el desarrollo de los
recursos humanos, el refuerzo de las instituciones y la
construcción de capacidad a todos los niveles. También es
necesario mejorar la cooperación entre las partes interesadas a
nivel local, nacional, regional e inter-regional. El
establecimiento de un Subcomité de Acuicultura representa un
paso significativo en esa dirección. El
Subcomité de Acuicultura se fundó durante la XXIV reunión del
Comité de Pesca de la FAO en el 2001. Constituye un foro para la
consulta y la discusión sobre la acuicultura y asesora al Comité
de Pesca sobre cuestiones técnicas y políticas ligadas con la
acuicultura y sobre la misión de la FAO en este
ámbito.
|