ADELBODEN/SUIZA, 16 de
junio de 2002 -- Un número desproporcionadamente elevado del
total de personas afectadas por el hambre y la malnutrición
crónica reside en las regiones montañosas, afirmó hoy Jacques
Diouf, Director General de la Organización de las Naciones
Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
En un discurso pronunciado en su nombre por el
Subdirector general de la FAO para el departamento de Desarrollo
Sostenible de la FAO, Jacques Eckebil, en la conferencia
internacional sobre Agricultura y Desarrollo Rural Sostenible,
celebrada en Adelboden, (Suiza), el director general de la FAO
dijo que la malnutrición y la inseguridad alimentaria en las
regiones montañosas contribuían a aumentar las enfermedades y
las discapacidades así como el desplazamiento de cientos de
miles de personas que huyen de la sequía y de la hambruna.
Las montañas constituyen un elemento
decisivo para la vida. Además de tener una biodiversidad más
abundante que cualquier otra ecorregión de la tierra, las
montañas proporcionan la mayor parte del agua dulce que hay en
el mundo. Más de 3 mil millones de personas dependen de las
montañas para obtener el agua necesaria para producir alimentos,
generar electricidad y sostener industrias. Sin embargo las
decisiones y las políticas relativas a la gestión de estos
recursos a menudo se toman lejos de estos ambientes, dejando al
margen de cualquier tipo de poder o influencia a los habitantes
de las comunidades de montaña.
Según la
FAO, hay 815 millones de personas afectadas de malnutrición
crónica en el mundo. Aunque la gente de montaña representa
alrededor del 12 por ciento de la población mundial, sus
comunidades probablemente soportan una mayor proporción de este
porcentaje.
Millones de personas en los
Andes, el Himalaya y las zonas montañosas de China sufren de
bocio y de cretinismo, debido a la lixiviación que el
derretimiento de los glaciares, la nieve fundida y las intensas
precipitaciones producen periódicamente en los suelos frágiles
de las montañas eliminan su contenido de yodo. Al mismo tiempo,
en muchas comunidades montañosas la falta de vitamina A es la
causa principal de la ceguera infantil prevenible, a la vez que
aumenta los riesgos de enfermedades y muertes causadas por
infecciones graves.
Según la FAO, los altos
niveles de malnutrición y de hambre tienen mucho que ver con la
inaccesibilidad, complejidad y fragilidad de los entornos
montañosos y con el grado de marginación al que muchas veces se
ve reducida la gente de montaña.
En las
altas montañas etíopes, así como en la cuenca hidrográfica del
Rwaba Alto de Burundi, por ejemplo, las desigualdades en la
distribución de las tierras sumadas al crecimiento demográfico
han incrementado la pobreza y la inseguridad alimentaria. En los
Andes peruanos, dos de cada tres familias no poseen suficientes
tierras de labrantío que les permitan producir los alimentos
necesarios para satisfacer sus necesidades nutricionales.
La gente de montaña se enfrenta diariamente con
obstáculos materiales enormes, como terrenos accidentados,
sistemas de comunicaciones deficientes y caminos en mal estado.
Jefes de Estado y de Gobierno participantes
en la Cumbre Mundial sobre la Alimentación: cinco años
después, que ha tenido lugar en Roma durante los días
10 y 13 de junio de este año, renovaron su compromiso global de
reducir a la mitad el número de personas hambrientas en el mundo
no más tarde del 2015. La Declaración de la Cumbre reconoció en
particular la dimensión de la pobreza en las zonas de montaña y
enfatizó la vital contribución y la potencialidad de las zonas
de montañas en el desarrollo rural y la agricultura sostenible
para conseguir la seguridad alimentaria en el planeta. Se
enfatizó también la necesidad de construir alianzas entre países
en desarrollo con este fin.
Las Naciones
Unidas declararon el año 2002 como el Año Internacional de las
Montañas para crear una conciencia mayor sobre la
importanciadelos ecosistemas montañosos y sobre los problemas a
los que hace frente la gente de montaña. La conferencia de
Adelboden es uno de los acontecimientos mundiales principales
programados para el Año.
Las oportunidades
para tratar las cuestiones relacionadas con las montañas fueron
aumentando a partir de la Conferencia de las Naciones Unidas
sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo celebrada en Río de
Janeiro en 1992, en la que las montañas constituyeron el foco
central del Capítulo 13 del Programa 21, el proyecto básico del
desarrollo sostenible.
Se prevé que los
participantes de la conferencia de Adelboden formularán una
declaración que permitirá crear las condiciones para que se
aprueben políticas y leyes destinadas a proteger los ecosistemas
montañosos y a brindar a los pobladores las posibilidades de
prosperar. Esta declaración será presentada en la Cumbre Mundial
sobre el Desarrollo Sostenible en Johannesburgo en agosto, así
como en la Cumbre Mundial de Bishkek que tendrá lugar en
Kirguistán en octubre.
La FAO es el
organismo principal para el Año Internacional de las Montañas.
Entre los asociados de la FAO figuran otros organismos de las
Naciones Unidas, organizaciones no gubernamentales, el Foro
sobre las Montañas, organizaciones de la gente de montaña y más
de 67 comités nacionales que representan a países de todo el
mundo, y en los que muchos otros países se están preparando para
ingresar. La prioridad de la FAO consiste en estimular acciones
sobre el terreno a largo plazo mediante el apoyo a la creación
de comités nacionales dedicados al Año Internacional de las
Montañas y a las iniciativas en curso al respecto.