Alimentación y agricultura sostenibles

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TAPE: medir el rendimiento multidimensional de la agroecología

30 March 2020

La senda hacia unos sistemas agrícolas y alimentarios más sostenibles

Cuando los Estados miembros de las Naciones Unidas aprobaron por unanimidad los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, se comprometieron a lograr un futuro pacífico, próspero y sostenible para las personas y el planeta.

La alimentación y la agricultura desempeñan un papel esencial en ese compromiso. Para mejorar la productividad y sostenibilidad de nuestros sistemas agrícolas y alimentarios, debemos adoptar enfoques integrados que promuevan soluciones eficaces y sostenibles. La agroecología es un enfoque de este tipo.

Un enfoque agroecológico de los sistemas agrícolas y alimentarios sostenibles se define como aquel que favorece el uso de procesos naturales, limita la utilización de insumos externos, promueve ciclos cerrados con externalidades negativas mínimas y subraya la importancia del conocimiento local y de procesos participativos que generan conocimientos y prácticas a través de la experiencia, así como de los métodos científicos, y la necesidad de hacer frente a las desigualdades sociales.

Un enfoque integrado

En vez de tener en cuenta únicamente indicadores basados en el rendimiento por hectárea, la producción de leche por vaca o los ingresos por explotación para evaluar la eficiencia agrícola, la agroecología adopta una perspectiva más amplia para mantener y potenciar los procesos biológicos y ecológicos relacionados con la producción agrícola.

Cada vez hay más pruebas de los efectos positivos de los enfoques agroecológicos sobre el medio ambiente, la biodiversidad y los ingresos de los hogares en particular. Dichas pruebas, sin embargo, provienen de resultados a menudo fragmentados entre estudios de casos, experiencias de las comunidades u observaciones sobre el terreno y normalmente obtenidos con metodologías para la recolección y la medición de los datos dispares.

A fin de aprovechar al máximo el potencial transformador de la agroecología, es fundamental que encontremos un método para hacer un seguimiento fiable de su rendimiento.

Un instrumento innovador para la agroecología

La FAO, junto con asociados del mundo académico, institutos de investigación y la sociedad civil, ha elaborado el Instrumento para la evaluación del desempeño agroecológico (TAPE), cuya finalidad es favorecer las transiciones agroecológicas a distintas escalas y en diferentes lugares, por medio de procesos de formulación de políticas fundamentadas.

El TAPE reúne información sobre los efectos de los enfoques agroecológicos y brinda un marco de orientación para examinar las opciones de políticas en materia de agroecología que puede ayudar a los encargados de la formulación de políticas a evaluar las repercusiones multidimensionales de los sistemas de producción agroecológica.

El TAPE incorpora una serie de elementos innovadores, que incluyen:

  • Procesos de toma de decisiones participativos e iterativos.
  • Un marco analítico por etapas, que comprende una etapa de validación por parte de la comunidad de carácter participativo.
  • La capacidad para medir el rendimiento de la agroecología en escalas, lugares y momentos diferentes.
  • Una vinculación con el contexto más amplio y con elementos relativos a las políticas, para permitir asociar datos granulares (procedentes de las explotaciones) con datos más generales (a escala territorial).
  • El uso de programas informáticos de código abierto para recolectar datos (KoBo Toolbox).

La finalidad del TAPE es ayudar a realizar diagnósticos de los sistemas de producción en relación con distintas dimensiones (medioambiental, social y cultural, económica, sanitaria y nutricional, y de gobernanza) y en una variedad de contextos (sistemas de producción, comunidades, territorios, zonas agroecológicas, etc.).

Ello puede contribuir a la elaboración de proyectos encaminados a mejorar los conocimientos y recolectar datos sobre la agricultura sostenible y el papel específico que desempeñan los enfoques agroecológicos. También puede servir para analizar cómo los esfuerzos actuales encaminados a "cuantificar" la agroecología pueden contribuir a generar datos empíricos armonizados y pertinentes a nivel mundial.

Asimismo, el TAPE puede utilizarse para evaluar todos los tipos de sistemas de producción y subsectores agrícolas: cultivos, ganadería, acuicultura y pesca y silvicultura. También puede adaptarse plenamente a los contextos y lenguas locales.

Funcionamiento del TAPE

El TAPE se basa en un proceso claro y accesible por etapas para reunir y analizar información multidimensional, sirviéndose de un instrumento público de recolección de datos en línea, KoBo Toolbox. Esta plataforma es gratuita y de código abierto, puede accederse a ella con cualquier navegador o dispositivo y puede usarse tanto en línea como sin estar conectado.

PASO 0: El proceso comienza con la recolección de toda la información pertinente sobre el contexto (siendo las explotaciones agrícolas o los hogares la unidad de medida mínima), incluidas descripciones de los sistemas de producción y agroecosistemas, así como del entorno más amplio y del grado en que este es, o no, favorable.

PASO 1: Los 10 elementos de la agroecología, un elemento central del TAPE, se utilizan para hacer un diagnóstico de la situación agroecológica. Este diagnóstico puede ayudar a determinar las fortalezas del sistema (por ejemplo, una gran diversidad de flora y fauna, o lazos fuertes con los mercados locales), así como las debilidades (tales como sinergias limitadas entre las distintas producciones, falta de plataformas de intercambio de conocimientos, etc.).

PASO 2: Este paso tiene como objetivo cuantificar el rendimiento del sistema en función de 10 criterios básicos relativos a las dimensiones de la sostenibilidad. Dichos criterios son: tenencia segura de la tierra (o movilidad segura, en el caso de los pastores), productividad (por área y por persona), ingresos, valor añadido, exposición a plaguicidas, diversidad de la dieta, empoderamiento de la mujer, empleo juvenil, biodiversidad agrícola y salud del suelo.

El último paso consiste en un análisis participativo de los resultados, en el que los rendimientos multidimensionales considerados en el paso 2 se revisan a la luz del diagnóstico realizado en el paso 1 y del entorno más o menos favorable, evaluado en el paso 0.

Mediante el análisis de los datos resultantes de este proceso por etapas, las partes interesadas y la comunidad pueden trazar un camino sostenible a seguir.

Intercambio de conocimientos y fomento del progreso sostenible

El TAPE se elaboró en el marco del objetivo estratégico de la FAO consistente en mejorar la productividad y sostenibilidad de la agricultura, la actividad forestal y la pesca y actualmente se está ensayando en muchas regiones de la FAO.

La información reunida por medio del TAPE estará disponible en una base de datos central y una gran variedad de partes interesadas tendrá acceso a ella. La base de datos permitirá analizar contextos agroecológicos específicos y brindará instantáneas de su desempeño en múltiples planos, teniendo en cuenta una variedad de sistemas de producción agrícola y ubicaciones geográficas en diferentes momentos, por ejemplo, antes y después de la ejecución de un proyecto.

Tras su validación, uno de los principales retos consistirá en lograr que se adopte y promueva el instrumento de forma general mediante políticas sólidas y entornos favorables en todos los sistemas de producción.

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