Conjunto de Herramientas para la Gestión Forestal Sostenible (GFS)

Plagas forestales

El módulo sobre Plagas forestales se dirige a los gestores y los propietarios forestales que se muestran preocupados por la sanidad de sus bosques o árboles, e interesados en el modo de gestionar las plagas. El módulo brinda información básica y más detallada sobre buenas prácticas para minimizar la incidencia y la difusión de plagas en las zonas y productos forestales. El módulo ofrece también enlaces a herramientas sobre sanidad forestal y estudios de casos de gestión eficaz de las plagas.

Plagas forestales contribuye a los ODS:

¿Qué es una plaga forestal?

Una plaga forestal es cualquier organismo vivo que puede causar daños a las plantas, los árboles o los bosques o a los productos forestales. Tales organismos pueden ser insectos, arañas, nematodos, hongos, bacterias, virus, malas hierbas (incluso malas hierbas leñosas), mamíferos y otro tipo de vida silvestre, así como plantas parásitas como el muérdago.

Graves infestaciones de plagas pueden frustrar muchos años de esfuerzos de ordenación y dificultar enormemente el logro de los objetivos de gestión forestal. Las plagas pueden incidir negativamente en el crecimiento, el vigor y la supervivencia de los árboles y disminuir el rendimiento y la calidad de los productos madereros y no madereros. Los daños causados por las plagas pueden degradar el hábitat silvestre, reduciendo así la biodiversidad local, y pueden tener además efectos negativos importantes en valores recreativos, estéticos y socioculturales. La presencia de determinadas plagas puede dar lugar a la reducción de programas de reforestación o requerir que se cambien las especies de árboles utilizados, e incluso la tala de grandes zonas de bosques dominadas por árboles infestados.

Las medidas para proteger los bosques de las plagas forman parte integral de la ordenación forestal sostenible. La gestión eficaz de las plagas forestales (normalmente denominada “gestión integrada de plagas” – véase Información detallada) comporta lo siguiente:

  1. el mantenimiento de la sanidad de los bosques;
  2. la gestión de las alteraciones causadas por plagas nativas que amenazan a los bosques, y
  3. la prevención de la entrada y la propagación de especies no nativas en nuevas zonas.