FAO en Uruguay

Lanzamiento del proyecto sobre el tratamiento de plaguicidas

27/07/2016

Las autoridades concuerdan que es un tema primordial para el país, que abarca a los trabajadores, las comunidades circundantes donde se aplican las sustancias y el público general, en las áreas de salud, alimentación y medio ambiente.

El Ministerio de Salud Pública (MSP), el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), el Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF, por su siglas en inglés), desarrollaron un taller de lanzamiento del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades para la gestión ambientalmente adecuada de plaguicidas incluyendo COPS” (Contaminantes Orgánicos Persistentes).

Las autoridades de las diferentes instituciones expusieron su visión del tema y el público estuvo conformado por otros organismos interesados en la temática, así como también la academia, el sector privado, las gremiales y los sindicatos.

El proyecto tiene como objetivo fortalecer la política ambiental nacional con medidas e instrumentos de prevención y control para reducir los riesgos para la salud y el ambiente derivados de los COPs y también buscar acciones cuyos impactos alcancen a otras sustancias más allá de los COPs; fortalecer y desarrollar las capacidades nacionales con una visión sistémica; generar mecanismos de coordinación e integración para una gestión sustentable de las sustancias; concientizar a la población y los trabajadores sobre los efectos nocivos y los riesgos asociados al uso de sustancias peligrosas.

Estos objetivos están previstos desarrollarlos a lo largo del ciclo de vida de los plaguicidas que va desde la fabricación, importación; almacenamiento; procesamiento; transporte; uso y eliminación.

Se prevé que el proyecto tenga una duración de 3 años y medio, con una inversión de 1 millón 900 mil dólares provenientes del GEF y el MVOTMA aporta 400 mil dólares en efectivo.

La Ministra del MVOTMA, Eneida de León, expresó que “nuestro país ha tenido un aumento de su producción agropecuaria en los últimos diez años y el 60% de nuestras exportaciones dependen del agro. A su vez, estamos intentando que la grifa de “Uruguay Natural” no sea solamente un sello y eso implica tener la seguridad de nuestra producción y control sobre el uso de los agroquímicos y de ciertos agroquímicos que son perjudiciales para la salud”.

De León hizo hincapié en la necesidad de coordinarse con los otros Ministerios para llevar a cabo estos objetivos y sobre la necesidad de realizar acciones específicas, definir una legislación, organizarse y controlar todas las etapas desde que ingresan los agroquímicos al país. “Un mal uso puede generar problemas serios para las exportaciones del país y la imagen que tenemos que cuidar. Por ello este tipo de actividades son fundamentales para el país y cuenten también con el apoyo de nuestros técnicos”.

Carmen Ciganda, Directora de Salud Ocupacional (MSP) manifestó que es una temática que los convoca y enfatizó su adhesión. Reafirmó lo expresado por la Ministra sobre la necesidad de abarcar a los plaguicidas en todas sus etapas y “varios de esos ciclos de vida se relacionan directa o indirectamente con la salud”. Agregó, “el medio ambiente es un determinante mayor en la salud, un 25% de la morbilidad se origina desde allí, por tanto somos socios naturales en estos temas”.

Sobre los grupos de población a quienes alcanzan los plaguicidas, el MSP los clasifica en tres: trabajadores, “un grupo especialmente vulnerable porque son los que manipulan, aplican, transportan y desechan”; las comunidades circundantes de los lugares donde se aplican plaguicidas, “quienes se han ido empoderando en la participación de estos temas y así debe ser”; y el resto de la población, “donde es relevante trabajar la inocuidad alimentaria y allí tenemos mucho para hacer con FAO y MGAP para evaluar la forma en la cual nos estamos alimentando y sobre los sistemas productivos”.

La jerarca destacó la necesidad de trabajar intersectorialmente ya que se debe abordar desde la química, asistencia social, abogacía, ingeniería, comunicación social. “Tenemos grandes esperanzas porque este proyecto trata de fortalecer las capacidades y tenemos muchas debilidades desde los laboratorios, a nivel ambiental, alimentario y necesitamos información de las matrices ambientales”.

Federico Montes, Sub-Director de la Dirección General de Servicios Agrícolas (MGAP) se refirió a que esta propuesta de fortalecimiento en las capacidades “habla de un camino ya iniciado, o sea que lo que estamos haciendo con este proyecto es fortalecer las capacidades que ya tenemos”. Agregó que el país es capaz de producir grandes cantidades de alimentos y se debe demostrar también que debe lograrse con un concepto de respeto del medio ambiente y la salud de la sociedad en su conjunto.

“Bienvenido sea este proyecto y el involucramiento de FAO, porque creo que debe culminar con el diseño de políticas públicas. El MGAP ha dado varios pasos, por ejemplo en el control de productos fitosanitarios y sobre todo incorporando un elemento clave en el país que son los agentes biológicos, algo muy reciente y que constituyen alternativas no químicas eficaces”. Montes dijo que hay varios cultivos que se encuentran aplicándolos como la horticultura, en el sistema de invernáculo.

Por su parte Kai Bethke, Representante de FAO a.i. en Uruguay, manifestó que “la FAO tiene una misión primordial que es eliminar el hambre en el mundo y Uruguay es muy diferente en relación a otros países de América Latina como también a otros continentes”. Expresó que Graziano da Silva, Director General de la FAO, propuso un marco estratégico para poder abarcar así todos los temas en diferentes países y sistematizar el trabajo que se está realizando: Contribuir a la eliminación del hambre; una agricultura que sea más productiva y sostenible, reduciendo la pobreza rural; fomentar sistemas agrícolas y alimentos que sean incluyentes y eficientes; tratar de incrementar la resiliencia, es decir, prevenir los desastres naturales.

“El proyecto aborda la relación de la producción y el impacto que tiene en el medio ambiente, el cual es cada vez mayor por la injerencia que tiene en la salud. Ese impacto es el que nos preocupa y debemos buscar mejore soluciones. La FAO tiene como responsabilidad central buscar formas de eliminar o sustituir los plaguicidas y a su vez aumentar la rentabilidad del producción”, enfatizó Bethke.

Por último, Alejandro Nario, Director de la Dirección Nacional de Medio Ambiente (MVOTMA) expresó que “queda bastante claro que esto es un enfoque de Estado y del nivel de prioridad que se le da al trabajo en esta área. El proyecto, con el apoyo de FAO, plantea desafíos muy altos como ser la mejora legislativa, apoyar las transformaciones para que los productores pasen a sistemas de producción que sean más amigables, qué hacer con los stocks obsoletos de plaguicidas, entre otros”. Reafirmó el compromiso de las autoridades del país en llevar adelante el proyecto con expectativas esperables.