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La agricultura se está transformando a gran velocidad y esto puede afectar su capacidad de responder a los desafíos mundiales. El cambio climático, la degradación ambiental y de las tierras, la inseguridad alimentaria, la escasez de agua y la pobreza persistente amenazan la productividad agrícola. Por lo tanto, los sistemas agrícolas deben adaptarse. Las explotaciones agrícolas familiares ya han demostrado ser competitivas y sostenibles cuando las condiciones son adecuadas, pero precisan políticas y soluciones de inversión a la medida para poder prosperar. El Observatorio de las agriculturas del mundo trabaja con asociados nacionales a fin de salvar las carencias de conocimientos con miras a fundamentar mejor el diseño de políticas, en particular, en relación con los agricultores familiares.