Nueva enfermedad por coronavirus (COVID-19)

Reforzar los sistemas de producción y distribución de alimentos es fundamental para luchar contra el hambre y supone ayudar a combatir las enfermedades dondequiera que surjan en los seres humanos, los animales, las plantas o el medio ambiente. La enfermedad por coronavirus de 2019 (COVID-19) es una crisis sanitaria mundial, y la FAO está desempeñando un rol en la evaluación y la respuesta a sus posibles repercusiones en la vida y los medios de subsistencia de la población, en el comercio mundial de alimentos, los mercados, las cadenas de suministro alimentario y la ganadería. 

La FAO considera que esto permitirá a los países prever y mitigar las posibles perturbaciones que la pandemia pueda provocar en la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las personas, evitando las reacciones de pánico que pueden agravar estas repercusiones y deteriorar la seguridad alimentaria y nutricional de los más vulnerables.

La FAO colabora estrechamente con la OMS, el PMA, el FIDA y la OIE y otros socios, aprovechando sus amplias redes para impulsar nuevos estudios, apoyar las investigaciones en curso y compartir información fundamental.

Programa de Respuesta y Recuperación COVID-19 de la FAO

La finalidad del Programa de la FAO de respuesta y recuperación de la COVID-19, de carácter exhaustivo e integral, es afrontar de manera proactiva y sostenible las repercusiones socioeconómicas de la pandemia. De conformidad con el enfoque de las Naciones Unidas para “reconstruir mejor” y con vistas al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el programa tiene por objeto mitigar los efectos inmediatos de la pandemia y fortalecer al mismo tiempo la resiliencia a largo plazo de los sistemas alimentarios y los medios de vida.

El Programa de respuesta y recuperación de la COVID-19 permite a los donantes aprovechar el poder de convocatoria, los datos en tiempo real, los sistemas de alerta temprana y las competencias técnicas de la Organización para dirigir el apoyo donde y cuando sea más necesario. Juntos podemos ayudar a la población más vulnerable del mundo, prevenir crisis futuras, aumentar la resiliencia ante las perturbaciones y acelerar la reconstrucción y la transformación sostenible de los sistemas alimentarios.

Mediante análisis exhaustivos, consultas constantes con nuestras oficinas descentralizadas y conversaciones bilaterales con los asociados que aportan recursos, la FAO determinó siete ámbitos de actuación fundamentales, necesarios para garantizar un apoyo rápido y continuo a las personas más vulnerables y anticipar a un tiempo las repercusiones secundarias del virus.

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Transformación de los sistemas alimentarios
2020

Reconstruir para transformar durante el periodo de respuesta y recuperación.

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Proteger a los más vulnerables, promover la recuperación económica y mejorar las capacidades de gestión de riesgos
2020

Fomento de la resiliencia de los pequeños agricultores para la recuperación.

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Comercio y normas de inocuidad de alimentos
2020

Facilitar y acelerar el comercio alimentario y agrícola durante la pandemia COVID-19 y más allá.

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Programa de la FAO de respuesta y recuperación de la COVID-19
2020

La pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) está poniendo en peligro la salud humana y desestabilizando los sistemas alimentarios que conforman...

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Prevenir la próxima pandemia zoonótica
2020

Reforzar y ampliar el enfoque Una Salud para evitar pandemias de origen animal.

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Plan global de respuesta humanitaria
2020

Abordar los impactos de la COVID-19 y salvaguardar los medios de vida en contextos de crisis alimentaria.

Publication
Datos para la toma de decisiones
2020

Garantizar la calidad de los datos y el análisis para brindar un apoyo de políticas eficaz a los sistemas alimentarios y el Hambre Cero.

Publication
Inclusión económica y protección social para aliviar la pobreza
2020

Respuestas en favor de las personas pobres para una recuperación económica inclusiva tras la pandemia.

¿Cuál es el papel de la FAO?

Con el objetivo de proporcionar a los responsables de la toma de decisiones en todo el mundo información fidedigna sobre las medidas de políticas para mantener en funcionamiento los sistemas alimentarios, la FAO está:

  • Analizando cómo la pandemia de COVID-19 afecta al sector de la alimentación y la agricultura. El análisis ayudará a delinear, por regiones geográficas, el grado de exposición de los países a la conmoción que ha causado la pandemia. Sobre la base de los resultados de este análisis, se elaborará y actualizará constantemente una clasificación nacional de esta exposición.
  • Producir una serie de informes técnicos y de políticas que presenten una evaluación cuantitativa y cualitativa de las repercusiones de la pandemia en los medios de vida, la alimentación y la agricultura, los mercados, así como en la pobreza y la nutrición.
  • Realización -mediante su laboratorio de datos y el uso de una gran base de datos (Big Data), de la extracción de información y la inteligencia artificial- de una evaluación mundial que identifique y haga un seguimiento de las respuestas de políticas que los países adoptaron durante las crisis pasadas. Las prácticas y las respuestas normativas se recogen y actualizan constantemente en la plataforma de políticas de la FAO, que las clasifica en seis esferas temáticas principales: Emergencias, Nutrición, Comercio, Protección Social, Desarrollo y transformación, e Incentivos y desincentivos.
  • Utilizando su base de datos de análisis de decisiones de políticas alimentarias y agrícolas (FAPDA, por sus siglas en inglés) para ofrecer una visión general de las decisiones de políticas actuales que los Estados Miembros están adoptando para mitigar los efectos de la pandemia por COVID-19 en los sistemas alimentarios y agrícolas.

La FAO está reorganizando su programación humanitaria y de resiliencia para garantizar la prestación continua de ayuda en los lugares donde ya hay un alto nivel de necesidad, al tiempo que se atienden las nuevas necesidades que surgen de los efectos directos e indirectos del COVID-19.

Estamos ampliando nuestro programa de campo para:

  • Proporcionar a los pequeños agricultores y ganaderos semillas, aperos, piensos y otros insumos agrícolas, junto con apoyo en materia de sanidad animal, para que puedan seguir generando ingresos y produciendo alimentos para sus familias y comunidades;
  • En las comunidades donde prevalecen la desnutrición y la pobreza, distribuir semillas y equipos de horticultura doméstica, sistemas de almacenamiento de alimentos y aves de corral y otros animales pequeños para mejorar la nutrición de los hogares y diversificar los ingresos. Se realizarán actividades similares en los campamentos de refugiados y desplazados;
  • En todos los lugares donde trabajamos se estabilizará el acceso a los alimentos apoyando el poder adquisitivo de la población mediante transferencias de dinero en efectivo (no condicionadas, o dinero por trabajo cuando sea factible y apropiado), de modo que las familias afectadas puedan atender las necesidades básicas del hogar sin tener que vender los bienes fundamentales. Estamos colaborando con los gobiernos para ampliar los sistemas de protección social, en especial en las zonas rurales de difícil acceso.

Comprender cómo surgió y cómo se propaga el nuevo coronavirus (SARS-CoV-2) constituye una parte importante de la capacidad de la FAO para contribuir a los esfuerzos por prevenir, contener y mitigar la pandemia. Se ha descubierto que otros brotes de coronavirus, incluidos el SARS-CoV-1 y el MERS-CoV, tuvieron su origen en animales. Si bien se han encontrado presuntos virus ancestrales en murciélagos, hasta la fecha no se ha confirmado la fuente directa del virus SARS-CoV-2. El Centro Conjunto de la FAO y el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de Técnicas Nucleares en la Alimentación y la Agricultura está trabajando, a través de su red de laboratorios veterinarios en 69 países, para apoyar el posible diagnóstico del SARS-CoV-2 en los animales y la vigilancia de la contaminación del medio ambiente por el virus. En el marco del Programa de respuesta y recuperación COVID-19 de la FAO, hay ya varios proyectos en marcha como parte de la campaña para prevenir la próxima pandemia zoonótica que ayudan a los países a prevenir mejor y mitigar los riesgos relacionados con el SARS-CoV-2 en la interacción entre animales y seres humanos y a fortalecer las capacidades nacionales de preparación frente a pandemias.

Al coordinar las medidas y facilitar el intercambio de información, la FAO ayuda a los países en sus actividades de preparación y respuesta, de prevención de perturbaciones de los sistemas alimentarios y de mitigación apropiada de riesgos por medio del enfoque “Una salud”. La FAO proporciona equipo de diagnóstico y formación a los laboratorios, brinda orientación a los agricultores y los trabajadores de la sanidad animal y lleva a cabo evaluaciones, por ejemplo sobre el riesgo de exposición de los animales, con el apoyo de redes de especialistas.

Datos recientes sugieren que los visones de cría pueden contribuir a la evolución genética y la propagación de la COVID-19 en los sistemas de producción de pieles. Mientras continúan realizándose evaluaciones de la transmisión del SARS-CoV-2 entre animales y seres humanos, el consejo general sigue siendo aplicar las mejores prácticas de higiene al interactuar con animales domesticados para reducir al mínimo el riesgo de posible propagación del nuevo coronavirus y otras amenazas zoonóticas.

El enfoque de “Una Salud” significa reconocer la interconexión entre los seres humanos, los animales, las plantas y sus entornos compartidos en un esfuerzo integrado por reducir las amenazas de enfermedades y plagas y garantizar un suministro de alimentos inocuos. Es bien sabido que las enfermedades circulan en los animales y el medio ambiente, algunas de las cuales pueden dar el salto y afectar a la salud humana. La FAO trabaja sin descanso para apoyar a los países a prevenir, detectar y controlar las enfermedades y las amenazas conexas para la salud dondequiera que surjan. Aquí se incluye la vigilancia de la aparición de resistencia a los antimicrobianos, así como programas activos para combatir y erradicar enfermedades animales como la peste de los pequeños rumiantes y la peste porcina africana, así como enfermedades que pasan de los animales a los seres humanos, como la gripe aviar y la rabia.

La interrelación entre los seres humanos, los animales y el medio ambiente es relevante en la lucha contra cualquier amenaza a los sistemas alimentarios, la producción agrícola y los medios de vida. Este enfoque es particularmente importante en las comunidades agrícolas rurales donde los animales proporcionan transporte, combustible y vestimenta, así como alimentos. Para hacer frente a este desafío, la FAO trabaja con muchos asociados, entre ellos la OMS y la OIE, para aplicar el enfoque de la iniciativa "Una Salud" a nivel local y mundial, con especial hincapié en el fortalecimiento de la capacidad cuando sea necesario y la protección de las comunidades más vulnerables.