Notas de orientación
La pandemia de COVID-19 está afectando no solo al comercio de alimentos, a las cadenas de suministro de alimentos y a los mercados, sino también la vida, los medios de vida y la nutrición de las personas.
Esta colección de notas de orientación sobre políticas presenta una evaluación cualitativa y cuantitativa de los impactos de la pandemia en estas áreas.
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El coronavirus y la potencial suspensión de las estadísticas nacionales: Reorganizar los sistemas nacionales de estadística en el contexto de la COVID-19
En el contexto de la pandemia de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), los servicios nacionales de estadística siguen tratando de proporcionar a los encargados de la formulación de políticas, las economías y las sociedades de sus países la información que necesitan. En muchos países se están estableciendo planes de mitigación y de emergencia a medida que evoluciona la situación.
No obstante, a medida que la situación continúa deteriorándose en los países de ingresos bajos, existe el riesgo de que provoque un “apagón” parcial o total de los sistemas nacionales de estadísticas, dejando a los países y sus comunidades internacionales desprovistos de los datos necesarios para la formulación de políticas y el seguimiento de las agendas nacionales e internacionales en materia de desarrollo.
La recesión económica mundial causada por la COVID-19: evitar el hambre debe ser un objetivo central del estímulo económico
En enero, el Fondo Monetario Internacional (FMI) previó que la economía mundial crecería el 3,3 % en 2020; no obstante, en sus últimas previsiones, en abril, pronostica una contracción del 3,0 %, sin perspectivas de crecimiento y con numerosos riesgos.
Los escenarios que se analizan en esta nota permiten predecir que si la recesión mundial prevista debido a los efectos de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) diera lugar a una reducción de la tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) entre el 2 y 10 puntos porcentuales en todos los países en 2020, el número de personas subalimentadas en los países importadores netos de alimentos aumentaría entre 14,4 millones y 80,3 millones; la mayor parte del incremento se produciría en países de ingresos bajos.
El estímulo económico en todos los países debe centrarse en mantener el funcionamiento de las cadenas de suministro de alimentos, al tiempo que protege el acceso a los alimentos producidos a escala local, regional y mundial. Las medidas de estímulo que abordan la actual amenaza para el acceso a los alimentos deberían hacer hincapié en los esfuerzos por fomentar la resiliencia en los sistemas alimentarios a fin de protegerlos ante futuros episodios de desaceleración y recesión económica.
Persona de contacto: Marco Sánchez, Director Adjunto, División de Economía del Desarrollo Agrícola de la FAO
Repercusiones de la enfermedad por coronavirus (COVID-19) en los trabajadores informales
La pandemia de la COVID-19 constituye una importante perturbación económica y del mercado laboral que tiene repercusiones significativas en términos de desempleo y subempleo para los trabajadores informales. En las zonas rurales, los medios de vida de los trabajadores autónomos y asalariados están especialmente en riesgo debido a que los mercados y las cadenas de suministro agroalimentario se están viendo afectados por el confinamiento y las restricciones de circulación. Las familias pueden recurrir a estrategias de supervivencia negativas tal como la venta de activos en condiciones desfavorables, la obtención de préstamos de prestamistas informales o el trabajo infantil. Grupos específicos de trabajadores, en particular mujeres, jóvenes, niños, pueblos indígenas y trabajadores migrantes, quienes están sobrerrepresentados en la economía informal, experimentarán una mayor exacerbación de su vulnerabilidad. Las medidas de respuesta deberían impulsar la ampliación de la cobertura de la protección social a los trabajadores informales en la agricultura y los sectores rurales, en particular mediante transferencias de efectivo de manera oportuna y la distribución en especie, particularmente alimentos. Deberían aplicarse medidas específicas adaptadas a las mujeres trabajadoras con responsabilidades de cuidado en el hogar, a las familias que puedan recurrir al trabajo infantil como estrategia de supervivencia, así como a otros subgrupos vulnerables. Se deberían realizar esfuerzos para mantener las cadenas de suministro agrícola y fortalecer los vínculos de mercado para los productores locales, promoviendo al mismo tiempo el trabajo decente.
Persona de contacto: Ileana Grandelis, Oficial de programas, y Hitomi Ho, Oficial de empleo rural juvenil
Respuestas ante la COVID-19 y el riesgo para las cadenas de suministro de alimentos
A medida que la pandemia de COVID-19 se convierte en una crisis global, los países están tomando medidas para contener la pandemia.
Los estantes de los supermercados permanecen abastecidos por ahora. Pero una crisis pandémica prolongada podría poner presión rápidamente en las cadenas de suministro de alimentos, que es una red compleja de interacciones que involucra a agricultores, insumos agrícolas, plantas de procesamiento, transporte marítimo, minoristas y más. La industria naviera ya está informando una desaceleración debido al cierre de puertos, y los obstáculos logísticos podrían interrumpir las cadenas de suministro en las próximas semanas.
Este resumen de políticas ofrece recomendaciones sobre las medidas a considerar para mantener viva la cadena de suministro en estos tiempos de crisis.
Persona de contacto: Máximo Torero Cullen, Economista de la FAO
La resiliencia de los medios de vida agrícolas y del sistema alimentario frente al COVID-19
Este boletín aborda la resiliencia de los medios de vida agrícolas y del sistema alimentario frente al COVID-19. Las lecciones aprendidas por quienes han tenido que gestionar desastres, indican que es fundamental comprender, monitorear y anticipar los impactos de las crisis en la agricultura y los medios de vida agrícolas de manera temprana. El monitoreo oportuno y preciso permite tomar decisiones de políticas sobre la base de evidencia; actuar con anticipación permite evitar impactos indeseados en la seguridad alimentaria y la nutrición. La gestión de esta crisis exige un enfoque dirigido y concreto —y a la vez holístico—, centrado en garantizar la disponibilidad y estabilizar el acceso a los alimentos.