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EL GÉNERO PROSOPIS “ALGARROBOS” EN AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE. DISTRIBUCIÓN, BIOECOLOGÍA, USOS Y MANEJO. (continuar)

1.2.32 UBICACIÓN TAXONÓMICA

Nombre científico: Prosopis strombulífera (Lam.) Bentham.

Nombre común: “Mastuerzo”, “Sacatrapo”, “Seca-trapo”, “Pata de loro”, “Espinilla” “Algarrobilla”, “Retortuño”, “Retorton”.

Familia: Mimosaceae (Leguminosae, Mimosoideae)

DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

P.strombulifera var.strombulífera:

Es un arbusto de 0,15 a 1,5 m de alto gemífero, raíces horizontales; la corteza es cenicienta, larga, delgada; las ramas caídas; las espinas estipulares decurrentes delgadas, 0,5–3 cm de largo, blanco-ceniciento; las hojas glaucas, con un par de pinnas cada una y 3–6 pares de cabezas pequeñas. Las flores se presentan en inflorescencias globosas con cáliz purpúreo y corola amarillenta.

Su fruto es una legumbre subcoriácea, cilíndrica, recta o algo arqueada y formada por 5–12 anillos regulares firmes, como un tornillo, solitario o más frecuentemente 8–9 que radian de un pedúnculo de 1,5–4 cm de longitud. Cada fruto es de 2–5 cm largo y 0,6–1 cm ancho, amarillo limón, brillante, o castaño-ceniciento; el anillo 2,5–5 mm de espesor y apenas fundido. Epicarpo 0,4 mm de espesor; el mesocarpo castaño carnoso, oscuro a rojizo, cuando madura, ambos son delgados, oscuros y el fruto es ovalado y fácil de abrir. Con 5–12 semillas. Las semillas son amarillo-verdosas, aplanadas, ovoides, comprimidas; 3,2–5,4 mm en la longitud, 2,3–2,8 mm ancho y 1,4–1,6 mm de espesor. La fisura lineal bien marcada en el centro de las caras, algo más oscuro que la testa y con los brazos de longitud desigual. La chalaza acaba embotada, simétrica; los hilos apuntados con una hendidura notable bajo el rafe, claro y prominente; el hilo subapical, redondo, los funículos cilíndricos. Las semillas con la sección biconvexa y de bordes redondos; el tegmen algo más oscuro que la testa; el endosperma abundante en grano. Los cotiledones se ponen amarillos, y no cubren la parte superior de la radícula; Burkart (1976).

BIOECOLOGÍA

Crece normalmente en suelos salinos, como los de las Salinas Grandes de Córdoba, Argentina. Estos tipos de suelos están desprovistos de otro tipo de vegetación o acompañados de vegetación halófita típica; Capitanelli (1979).

Puede crecer en cultivos hidropónicos con concentraciones de hasta IM de ClNa, lo cual permite definir a esta especie como halófita (ya que tolera concentraciones mayores a 0,5M de ClNa)

Luego de encontrarse una estructura genética diferente en poblaciones ubicadas en suelos con diferentes concentraciones de sal, a los efectos de probar si esas poblaciones estaban adaptadas a esas situaciones, fueron cultivadas en hidroponia y agregándoles CINa en concentraciones crecientes. López Villagra y Galera (1992), encontraron que en una situación normal la germinación estuvo entre 63,81 y 87,2% cuando no se le adicionaba CINa a la adición de 0,2 mol-1 y 1,02 mol-1;ésto afectó fuertemente la germinación que estuvo entre 4,2 y 11% y ninguna población germinó con una concentración 1,02 mol-1. Esto podría mostrar que no hay una adaptación para germinar en suelos con elevadas concentraciones a campo, quizá ocurra en momentos especiales esporádicos en que las concentraciones bajan debido a las lluvias. La reproducción por vía vegetativa que ha sido observada, es la que probablemente mantiene a las poblaciones.

La sobrevivencia ha mostrado que los plantines que provienen de lugares menos salinossódicos, cuando crecen en cultivos hidropónicos, se desarollan mejor en situaciones de cultivo sin adición de CINa; los plantines provenientes de áreas con altas concentraciones mostraron muy baja supervivencia

Para tratar de conocer cómo responde P.strombulífera al estrés salino, se cuantificaron las actividades enzimáticas de peroxidasa y NADPH oxidasa en extractos de hojas y raíces. Los resultados obtenidos indican que:

Estas enzimas forman parte de los mecanismos fisiológicos responsables de la adaptación de P.strombulífera al estrés salino y la respuesta fisiológica es diferente en hojas y raíces.

Así en extractos obtenidos de raíces, se incrementó la actividad de estas enzimas, al aumentarse las concentraciones de CINa. En extractos foliares, concentraciones de ClNa hasta 0,25 M produjeron una disminución de la actividad peroxidasa, mientras que una estimulación de la actividad comenzó a partir de concentraciones mayores de 0,25 M de CINa (hasta 1M de ClNa).

Prosopis strombulífera presenta dos características importantes: es capaz de adaptarse a condiciones salinas extremas, carácter que podría ser utilizado para el mejoramiento en plantas; y es capaz de colonizar nuevas áreas salinas gracias a un sistema radicular gemífero, hecho que permitiría su utilización como especie fijadora de suelos; Vega Socha (1996).

P.strombulifera, presenta un endocarpo muy delgado que puede ser la causa de la sensibilidad al ataque de bruchidos, por esto guardar las semillas en las vainas no es conveniente.

EspecieNúmero de frutos% atacados
P.strombulífera3431.04

La semilla de P.strombulífera cosechada en abril mostró la tasa de germinación más alta que aquellos cosechados en el mes de febrero, tal vez como resultado de que sus tegumentos no son todavía suficientemente duros. Las semillas del mes de abril tienen menor peso seco; Killian (1988).

Saidman (1985), propuso que los bajos niveles de heterocigosis encontrados en P.strombulífera podrían deberse a que la especie fuera autocompatible. Sanzol (1966) en P.strombulífera ha demostrado, que el grado de alogamia que presenta esta especie es de tm =0,43, valor que permitiría sugerir que la misma (en las condiciones estudiadas) se comportaría como una autógama parcial con un alto nivel de heterocigosis. Existen evidencias que permiten afirmar que plantas con propagación vegetativa, como lo es P.strombulífera Burkart (1976) presentan valores de heterocigosis mayores que los esperados, si la especie se reprodujese sólo por algunas de las formas de reproducción sexual; Lacadena (1970). Para P.strombulífera el mantener altos los niveles de variabilidad genética quizás tenga significación adaptativa, ya que esta variabilidad posiblemente le sea necesaria para responder a los ambientes extremos en los que se desarrolla, colonizando nuevas áreas gracias a las raíces gemíferas que presenta; Vega Socha (1996).

ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN

El rango de esta especie cubre la parte occidental de Argentina y el norte de Chile. En el último país occurre de Tarapaca al Aconcagua, asociado en su frontera norteña con P.tamarugo, P.alba y P.burckartii.

USOS - CALIDAD DE FRUTOS

Sus frutos son utilizados como astringentes y diuréticos, para la fiebre, e inflamaciones de garganta. Han sido reunidos y vendidos en mercados como remedio para varios tipos de enfermedades de hígado, vejiga, incluyendo enfermedades venéreas. En Chile es usada como remedio para dolores de muelas, y se ha sugerido que su forma curiosa se preste a las curas imaginarias. Las raíces contienen un tinte castaño, principios tánicos y se usan para curtiembres; Ffolliot P. And Thames J. (1983). En Argentina es común en herboristerías y se los vende envasados con diferentes marcas

Es apetecido por el ganado caprino; Galera (1989).

SILVICULTURA Y MANEJO

Puede propagarse asexualmente mediante “raíces gemíferas”; Burkart (1976). Ha sido cultivado en Chile con fines farmacológicos.

BIBLIOGRAFÍA

Burkart, A. 1976. “A Monograph of the Genus Prosopis”. J. Arn. Arb. 57(3/4): 219–249; 450–525

Capitanelli, J.B. 1979. “Geomorfología de la Provincia de Córdoba” En: Geografía Física de la Pcia de Córdoba. Vázquez, J.B.; R.A. Miatello y M.E. Roqué(Eds)

Curt V. 1952. Flora Cordobesa. Plantas medicinales y tintóreas de la provincia de Córdoba. Pág. 213. Ed. Flor del Inca.

De La Vega Socha, A. 1996. “Variabilidad Genética y Estructuración Poblacional en Especies del género Prosopis: Recurso Biótico para reforestar zonas áridas”. Tesis Doctoral.

Dias Celis, A. 1995. “Los Algarrobos”. CONCYTEC

Ffolliott, P.F; J.Thames. 1983. “Manual sobre taxonomía de Prosopis en México, Perú y Chile”. Rome, FAO, 35p.

Killian, S. 1988. “A Study on the Germinative Behavior of the seeds of some Prospis Species”. The Current State of Knowledge on Prosopis juliflora; FAO (pág 277–294)

Lacadena, J.R. 1970. “Genética Vegetal”. Fundamentos de su Aplicación. 2° ed. A.G.E.S.A.

López Villagra, G.M.; F.M. Galera. 1992. “Soil Salinity-Sodicity Effects on Germination, Survival and Development in Four Populations of Prosopis Strombulifera (Lam) Benth. Prosopis Species Aspects of their Value, Research and Development” CORD (Pág 219–232)-

Saidman, B.O. 1985. “Estudio de la Variación Alozímica en el Género Prosopis”. Tesis Doctoral. Facultad de Cs Exactas y Naturales. Universidad de Bs.As. Argentina.

Sanzol 1996- COMUNICACIÓN PERSONAL.

Foto 91

Foto 91: Inflorescencia de P. strombulífera. Camino a las salinas. Córdoba. 1992. F.M.Galera.

Foto 92

Foto 92: Ejemplar de P. strombulífera. Camino a La Rioja. 1992. F.M. Galera.

1.2.33 UBICACIÓN TAXONÓMICA

Nombre Científico: Prosopis tamarugo F. Philippi.

Nombre común: “Tamarugo” (Chile)

Familia: Mimosaceae (Leguminosae, Mimosoideae)

DECRIPCIÓN BOTÁNICA

Es un árbol de 15 m de alto, ocasionalmente llega a 18 m, colgante o con la corona como globo con forma irregular; la corteza hendida, gris oscuro; las ramas arqueadas y nudosas, ramitas flexuosas, castaño-rojizo, espinas en pares, axilares de 0,5–3,8 cm de largo, estípulas en el origen castaño rojizo; las hojas a menudo bipinadas, con 6–15 pares de folíolos, las flores en manojos cilíndricos, amarillo-dorados. Sésiles, cáliz de 1,5 mm corola de 4–5 mm de largo. Pétalos unidos, con el extremo velloso hacia adentro. Ovario velloso.

El fruto coriáceo, carnoso, con forma de anillo, muy curvo, a menudo solitario, falcado castaño-rojizo, verde-amarillento o paja amarillo; entre 2,5 y 4 cm y 0,7–1 cm de espesor; las suturas impresas, particularmente en el lado cóncavo; el ápice subapical es corto y con una base redonda de 1 mm en longitud.

De sección subcilíndrica; epicarpo 0,5–1,5 mm de espesor; mesocarpo espeso, castaño-rojizo, que seca cuando maduro; 5–22 segmentaciones, transverso en dos filas irregulares y separado por el mesocarpo, conteniendo 7–18 semillas en su interior sumergidas en una pulpa café.

Las semillas son de color castaño ligero a castaño oscuro, lisas y más o menos comprimidas, de 3,8–5,2 mm de largo por 2,6–3,2 mm ancho y 1,1–1,4 mm de espesor. La línea de fisura formó como una herradura abierta, y asimétrica en las caras de la semilla.

La chalaza acaba externamente y oblicua, localizada hacia la sutura dorsal de la semilla; el hilo subapical termina en una depresión ligera y el rafe umbonado es grisáceo. Tiene sección elíptica, triangular con los bordes embotados y delgados. La testa es muy espesa, con el tegmen algo más grueso y de color más claro que la testa; el endosperma es abundante, duro y asimétrico en ambos lados de los cotiledones, que son ligeramente amarillos, llano y sagitado a la base pero no rodeando totalmente la parte superior de la radícula.

Según Briner (1985), podrían incluirse dentro de tres categorías los Tamarugos de la Pampa del Tamarugal. La altura media de 10,9 m con un mínimo de 4 m y un máximo de 17. La varianza fue de 10,53 y la desviación standard de 1,88. Para el diámetro de copa la media establecida fue de 14,4 m, el mínimo de 5,4 m y máximo de 23,3 m; la varianza de 7,51 m y la desviación estándar de 7,64.

En otros sectores alcanza un promedio de 15 m a 18 m de altura, 0,50 a 0,80 m de diámetro de tronco y un diámetro de copa de 15 a 20 m. Sus ramas nuevas son delgadas, glandulosas y poseen espinas de base ancha y de unos 3 a 4 cm de largo. Las hojas bipinnadas compuestas, son cortas, glabras y caedizas, con 10 a 15 pares de folíolos de 5 mm. Inflorescencia en espiga; flores afectadas, actinomorfas y hermafroditas; de cáliz gamosépalo y corola gamopétala bien diferenciados; cinco sépalos fusionados formando un capuchón, pubescente en la base sólo en la parte media y con vellosidades largas en la cara interna; androceo con 10 filamentos estaminales cortos o largos de colores vivos con antena versátil; gineceo con pistilo de estilo largo o corto; ovario unicarpelar que se encuentra rodeado y protegido por varias vellosidades blancas.

La altura de los estambres puede sobrepasar la altura del pistilo, igualarla o alcanzar tan sólo hasta la parte de éste. (2n=28); Habit (1981).

El crecimiento del árbol ocurre durante todo el año, siendo máximo en los meses de agosto a noviembre; o sea, en la época de floración plena y mínimo crecimiento entre marzo y julio, otoño - invierno en el Hemisferio Sur. El tamarugo posee un doble sistema radicular: uno pivotante o de anclaje, formado por 3–4 raíces gruesas, no ramificadas, que alcanzan una profundidad máxima en suelos francos de 7 a 8 m y un conjunto de raíces absorbentes que se desarrolla y penetra a una profundidad no mayor de 1,50 m. Las raíces absorbentes presentan en toda la proyección de su volumen una humedad que alcanza fácilmente a 40% según medidas efectuadas en el sector de Refresco, en setiembre de 1966 y enero de 1976 en árboles de 30 años de edad, prosperando en un suelo cuya napa freática estaba a 13 m de profundidad.

Son tolerantes a la sequía, pH altos, a la sal y a suelos arenosos; Habit (1981).

BIOECOLOGÍA

Tamarugo crece en lugares donde la napa freática se localiza entre 20 y 40 m de profundidad. Vegeta en suelos con gruesa costra salina superficial de 0,10 a 0,60 de espesor. También se adapta a suelos sin cubierta salina, tanto arenosos como arcillosos. Es una especie que tolera altos grados de salinidad una vez iniciada la etapa de anclaje radicular.

En plantaciones desarrolla un pivote o raíz principal que alcanza una longitud de 80 a 120 cm de largo, mientras el vástago sólo presenta 8–12 cm de altura. La elongación del pivote se detiene y comienza a desarrollar abundantes raíces laterales, a partir de los 3–5 cm del cuello. Cuando el vástago ha alcanzado unos 30–40 cm de altura y se ha formado una densa masa de raíces laterales superficiales, el pivote reanuda su crecimiento, ramificándose en número de 3 a 5 ejes.

Sudzuki 1985, estudió el sistema de raíz del tamarugo en 16 árboles de distintas edades creciendo en distintos sitios y con distintas profundidades de la napa freática (2 a 60 m), y encontró que durante el desarrollo temprano de la planta, crece una raíz principal escasamente ramificada que rápidamente alcanza una longitud de 80 a 120 cm. Cuando la planta tiene una altura de 6 a 8 cm, el crecimiento de la raíz pivotante se detiene y empieza a desarrollar raíces secundarias aproximadamente de 3–5 cm del cuello. Cuando alcanza una altura de 30 a 40 cm y se ha formado una masa de raíces superficiales densas, la raíz pivotante continúa creciendo, pero ahora horizontalmente y ramificándose en 3 a 5 ejes. Las raíces de la masa superficial guardan su corteza y no forman peridermo en la estela, las células de la corteza están muertas y contienen un citoplasma aparentemente desordenado; curiosamente esta estructura es similar a la del rizoma de las plantas epífitas.

El crecimiento es bastante rápido, alcanzando una altura de 2 a 2,5 m en 3 a 5 años. Botti, Sudzuki (1973).

La relación edad-altura del tamarugo es asintótica, pues en los primeros 24 años tiene un crecimiento positivo que alcanza a 10 m de altura en promedio; este crecimiento no se incrementa significativamente a los 40 años de edad.

En cuanto a la relación diámetro de copa, distanciamiento y edad de plantación, se observa que las distancias más amplias, 13 × 13 m, a la edad de 36 años presentan árboles con una copa mayor, alcanzando en promedio un diámetro de 12 m. Las plantaciones de 6 × 6 m a la misma edad, presentan un diámetro de 6,50 m.

El análisis de la variación en altura en función de la profundidad de la napa freática y de la salinidad de la misma, no ha mostrado un efecto en este caso, sin embargo se conoce que en casi todas las especies forestales, se establece que la altura es uno de los parámetros que más estrechamente está relacionado con el factor edáfico.

Numerosos experimentos de laboratorio empleando cultivos en soluciones han demostrado la estrecha relación entre crecimiento y presión osmótica de la solución nutritiva. Esta relación indicaría que las soluciones salinas, debido a la concentración de las partículas del soluto en la solución, actúan como inhibidores del crecimiento.

Además, existe el factor adicional, la tensión de humedad del suelo, que puede causar una disminución en la absorción de agua por las raíces, disminuyendo o regulando el crecimiento.

El crecimiento de la copa del tamarugo, base de rendimiento de hojas y frutos, está en relación directa con el distanciamiento inicial de la plantaciones de 6 × 6 m; 7 × 7 m; 10 × 10 y 13 × 13m. Por lo tanto, con el conocimiento del ritmo de crecimiento de la copa en función de las variables analizadas, es posible determinar la velocidad con que se cubre una superficie plantada, dependiendo de la densidad inicial de plantación. Presenta capacidad de rebrote desarrollándose como monte bajo. Además responde bien a podas o desmoches que incentivan la producción de frutos.

El tamarugo es un vegetal que ha demostrado poseer una elasticidad fisiológica especial que le permite desarrollarse en condiciones que para otros vegetales resultarían letales.

Aunque se conoce la existencia de un fenómeno de absorción, varios investigadores enfatizan que ésta no sería vital para el vegetal y que su función sería más bien la de provocar una menor transpiración de los tejidos al constituir una capa protectora húmeda sobre la superficie foliar; Slatyer (1967).

Observaciones sobre riego foliar en plántulas de tamarugo realizadas por Sudzuki en condiciones de laboratorio, demostraron que las plántulas de tamarugo presentan una elevada resistencia al déficit hídrico. Si se examinan los resultados, se puede observar que la menor pérdida diaria de peso la presentan las plántulas que recibieron riego foliar, lo que sugiere que las hojas del tamarugo tienen la capacidad de aprovechar el agua de la humedad atmosférica, con la cual contrapesan, en parte, posiblemente, la pérdida producida por la evaporación y transpiración.

Sudzuki (1985) concluyó que esta especie es capaz de absorber la humedad atmosférica por las hojas, cuando ésta alcanza 95% o más, trasladarla hasta sus raíces y éstas exudarlas al suelo que las rodea mediante un proceso similar a la gutación; además la cantidad de agua absorbida por vía foliar, está relacionada con la hora durante la cual fue aplicada la humedad de saturación alcanzando el máximo durante la noche. La cantidad y/o rapidez con que el agua marcada alcanzó el suelo es inversamente proporcional al tamaño del árbol.

Pastene (1972) indica que la capacidad de absorción foliar no es constante, dependiendo en gran parte de la mayor o menor humedad del suelo, humedad del aire, temperature y de otros factores que interactúan.

Al parecer, las plántulas de tamarugo que no recibieron riego durante un tiempo más o menos prolongado, aceleran su proceso de absorción foliar tratando de captar en los días de alta humedad la máxima cantidad de agua, con el objeto de acumularla en el suelo como reserva para los períodos de baja humedad; más aún la exudación o paso de agua al suelo es, a veces, de tal magnitud que la humedad de este último sobrepasa la capacidad de campo.

Esta característica explica la razón por la cual prosperan Tamarugos en áreas donde la napa freática se encuentra a 40 o más metros de profundidad, no existiendo entre ésta y el árbol, un contacto radicular.

El crecimiento y transpiración fueron estudiados bajo condiciones controladas y usando diferentes termoperíodos. Se comprobó que valores de baja radiación solar y combinaciones de días frescos con noches frías (20°C durante el día y 5°C durante la noche) detienen el crecimiento casi por completo pero, de cualquier modo, el incremento del crecimiento es sustancialmente aumentado por una mayor radiación solar. Una alta radiación solar produce un efecto positivo posterior en el crecimiento del tamarugo, además este efecto posterior es influenciado por el termoperíodo.

La interacción entre el termoperíodo y la radiación solar afecta las hojas del tamarugo, produciendo la duplicación de las pinnas, cuatro pinnas por folíolo, siendo lo normal dos pinnas por folíolo, sólo a una variaciación de temperaturas de 30°C durante el día y 20°C durante la noche. La alternancia de temperaturas entre el día y la noche son las causantes de la producción de cuatro pinnas producidas por hoja; Habit (1981).

Debido a la variabilidad, la propagación vegetativa sería muy importante. A tal fin secciones nodales desarrolladas in vitro, provenientes de semillas de plantas seleccionadas desarrolladas en condiciones óptimas serían buenos explantos. Por esa razón, se ha intentado con varias concentraciones hormonales. En este caso se utilizaron 30 nodos por tratamiento, cultivados en tubos de vidrio, con medio de Guatman No1, y colocados en cámaras. Sin embargo esta especie tiene dificultad para enraizar.

Los resultados muestran una buena formación de callos a los 10 días. La formación de raíces comienza del extremo distal de los nodos luego de las tres semanas a la luz. Los experimentos en la oscuridad no mostraron formación de raíces. P. tamarugo fácilmente forma rizogénesis a las 3 ó 4 semanas y confirma la necesidad de iluminación para obtener raíces, esto puede estar relacionado por el alto nivel de auxinas proporcionadas por las hojas expuestas a la luz. Ninguna respuesta fue proporcionada con NAA a la oscuridad, esta hormona es requerida solamente para la iniciación de las raíces. La oxidación observada tanto en callos como en tejidos puede ocurrir por una menor respuesta organoléptica observada en tamarugo. Respuestas de árboles adultos fueron frecuentemente enmascaradas por severas contaminaciones con hongos a pesar de intensos tratamientos de desinfección. En aquellos casos en que no hubo formación inicial de raíces, ésta se logra a los 60 días mediante un subcultivo con 1 mg/l de AIB. Ápices caulinares de P.tamarugo no desarrollaron raíces en ninguna de las condiciones ensayadas ni en subcultivo, aunque algunos brotes múltiples pudieron enraizarse ocasionalmente usando 5 ó 10 mg/l de AIB. El uso de concentraciones elevadas provocó un empardecimiento en la porción distal de los explantes que no pudo ser revertido. La inducción de brotes adventicios se favorece incorporando al medio nitrógeno en forma de nitrato; Jordan, M. I. Cortes, and A. Goreux (1987).

Sudzuki (1985) estudió los cambios morfológicos de las hojas de los P.tamarugo ante distintas condiciones climáticas. Tamarugo no puede ser clasificado como un árbol de hojas deciduas, ya que sus hojas son continuamente renovadas. Observando las hojas, se llegó a la respuesta de que la morfología cambia con las situaciones climáticas, especialmente en la aridez, no todas las modificaciones xeromórficas son beneficiosas para las plantas, y no todas las modificaciones están dirigidas hacia los ambientes xéricos.

Las flores de tamarugo son polinizadas por insectos himenópteros, como Centrix mixta y la abeja común Apis melífera, que son sus principales agentes, con un período de actividad máxima entre comienzos de setiembre y noviembre.

Presenta variaciones en la floración y fructificación de un año a otro, y durante un mismo año. Una floración típica de primavera y otra invernal, que ocurre entre abril y julio, a veces aún más abundante que la anterior. La polinización es esencialmente entomófila. Un bajo porcentaje de las flores produce frutos y sólo unos pocos pueden producir semillas viables. Entre los factores que afectan negativamente la fructificación, una polinización inadecuada es preponderante. Los frutos requieren alrededor de tres meses para su maduración.

ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN

Originaria del norte de Chile, P. tamarugo puede ser plantado en áreas con capa de sal entre los 10–60 cm, puede crecer en suelos calcáreos o arenosos, tiene una fisiología particular. Bajo condiciones de humedad atmosférica elevada por encima del 80%, las plantas absorben agua a través del sitema foliar, la transportan a lo largo del sistema radical y la depositan en la microrizósfera, donde puede ser absorbida como agua, Sudjuka (1985). Esto explica su adaptación a lugares donde el agua está a 40 m de profundidad. Es la especie más importante en el norte de Chile, en la provincia de Tarapaca, la única especie de las mesetas áridas, sin lluvias, en el desierto de Atacama, que cubren alrededor de 15.000 Km2 también en la franja central de Tarapaca, norte de Chuquicamata y sur de Africa, en rodales dispersos. Crece bien en suelos salinos, ondulados de 750 a 1.100 msnm.

El área más extensa con tamarugo se encuentra en la Reserva Nacional Pampa del Tamarugal, con una superficie de cerca de 100.000 ha, de las cuales alrededor de 20.550 ha son plantaciones realizadas en los últimos 30 años.

Forma bosques ralos, con densidades de 1 a 20 árboles por hectárea, o en pequeños rodales más o menos densos. A menudo está acompañado de árboles y arbustos tales como: Prosopis alba, Atriplex atacamensis, P.strombulífera, P.burkartii y Tessaria absinthioides.

Para un desarrollo adecuado requiere de una radiación solar muy alta y la presencia de napas freáticas superficiales y de media profundidad (2–15m), que constituyen su principal fuente de abastecimiento hídrico.

Las siguientes características ambientales son las correspondientes a su lugar de origen: el clima bajo en el que crece corresponde a Desértico del Interior, que se destaca por condiciones muy severas. Hay una carencia casi absoluta de precipitaciones (0,2–1mm/año) y está presente una gran oscilación térmica diaria, que alcanza hasta 35°C. La especie tolera temperaturas extremas y soporta fuertes vientos. A menudo se presentan neblinas nocturnas, la humedad relativa del aire muestra grandes variaciones diarias, en especial entre setiembre y marzo, cuando alcanza un promedio de 3–10% en el día para llegar a 80–100% durante la noche. La nubosidad diurna es casi nula y hay una alta radiación solar (550cal/cm2/día).

En el altiplano, las lluvias pueden producirse durante los dos meses más cálidos (diciembre y enero) y durante el período invernal más frío (junio-agosto). Estas precipitaciones suelen ser esporádicas, ocurriendo en forma torrencial con 130–300 mm cada 5–6 años. Estas lluvias de verano de origen tropical marginal son efectos del invierno altiplánico, del extremo norte de Chile y Bolivia. Favorecen la recarga de las aguas subterráneas de la Pampa del Tamarugal ubicada más abajo y facilitan la regeneración natural por semillas.

Bajo condiciones desérticas las lluvias pueden transformarse en perjudiciales, ya que pueden filtrar las costras salinas superficiales y llevar la salinidad a la zona de las raíces, aumentando la dificultad de la extracción de las aguas subterráneas..

Los suelos de 100–106 cm de profundidad, con pedregosidad superficial escasa, están constituidos por materiales de relleno de origen fluvial, provenientes de la Cordillera de las Andes. Pueden ser arenosos, salinos o franco arcillosos, con buen drenaje, a menudo con incrustaciones salinas superficiales de sulfato cálcico y cloruro sódico, de 10 a 60 cm de espesor. El pH oscila entre 8,0 a 8,4.

El agua subterránea puede encontrarse desde 1 a 15 m de profundidad y aún hasta 60 m o más. La salinidad del agua oscila entre 5–30 g/l.

USOS - CALIDAD DE LOS FRUTOS

Se ha comprobado que el Tamarugo protege las reservas de agua subterráneas, disminuye los efectos del viento sobre el desierto, modera las temperaturas locales, ofrece sombra para los animales, acumula biomasa para energía y ofrece oportunidades de recreación para las poblaciones locales. Las plantaciones realizadas con Tamarugo, así como los bosques naturales, han significado la transformación del ecosistema desértico absoluto en un agro-ecosistema y la apertura al desarrollo social y económico de la zona.

La productividad del tamarugo está relacionada con la edad, distancia de plantación, profundidad y calidad del agua de la napa freática; asimismo el manejo incial que se observa en las plantaciones, tiene incidencia en la productividad. Las plagas y sus tratamientos también tienen marcada incidencia.

La fructificación se presenta uniformemente en la copa del árbol; los frutos al caer se distribuyen en el suelo, existiendo mayor densidad en la proyección del árbol.

Aparentemente, el rendimiento no varía considerablemente. Oyarzún (1967) informa de un control realizado en el año 1957 a 19 árboles, en éste se obtuvo un peso medio de 2,10 Kg de frutos por m2 en la proyección de la copa de los árboles; asimismo, en árboles de 30 años de edad, el promedio de frutos y hojarasca por metro cuadrado en la proyección de la copa de los árboles; observó un rendimiento de 3,40 Kg/m2 de materia seca. En árboles de 18 años el promedio fue de 1.8 Kg/m2 de materia seca.

Producción Anual Proyectada de P.tamarugo Frutos por Edad y Área de Suelo cubierta; producción estimada por Árbol y por Ha.

Edad en añosSuperficie cubierta
(m2)
Frutos y hojas
(Prod. × árbol Kg)
Frutos y hojas *
(Producción por ha Kg)
512  
103379.24.4
1550120.06.6
2067160.88.8
2584201.611.1
30100240.013.2
35113271.214.9
40125300.016.5

* Basado en 55 árboles por ha
Fuente : Lanino (1966).

Valor Nutritivo de Muestras de P.tamarugo y Hojas Secas

ComponentesHojas Frutos 
 Composición(%)Nutr. digest. (%)Composición(%)Nutr. digest. (%)
Materia seca90.53 96.66 
Prot.cruda (N×6,25)9.981.2711.146.07
Fibras crudas10.722.7031.4516.22
Extractos de éter1.900.901.620.81
Extractos de N libre45.9117.4548.1835.72
Cenizas22.02 4.27 
Calcio2.82 0.28 
Fósforo0.91 1.44 

Fuente : Lanino (1966).

Composición promedio de varios componentes de P.tamarugo para alimentos de cabras.

Componente de la plantaMat. seca
(%)
Prot. crudas
(%)
Extract. en eter
(%)
Fibras crudas
(%)
NFE
(%)
Cenizas
(%)
Fruto completo*94.413.31.434.244.86.4
Fruto sin semilla*87.313.31.031.744.89.3
Semilla*90.827.35.310.850.56.1
Hoja secas sin raquis*91.713.61.79.952.622.2
Hojas secas*91.49.01.822.355.411.5
Raquis de hojas secas*88.211.31.816.050.720.3
Hojas verdes43.735.73.031.61.428.4
Hojas secas con raquis*90.511.071.111.850.724.3
Fruto**96.711.51.732.549.94.4

Fuente: Lamagdelaine (1972).
* Datos no publicados de Gonzáles y Haardt. Univ. de Chile, Escuela de veterinaria y medicina (1966).
** Lanino (1966).

Este árbol produce abundante forraje apetecido por el ganado ovino, bovino y caprino, con 12% de proteína cruda, 30% de fibra y 1,9% de extracto etéreo, siendo la digestibilidad del fruto para proteína, 13,98%; extracto etéreo 1,16%; extracto libre nitrogenado, 28% y total de nutrientes digestibles, 50,58%.

Composición Química del P.tamarugo

ComponentesFrutosHojas
Materia Seca, %91.690.3
Materia orgánica, %87.880.5
Proteínas totales, %10.510.9
Fibra Cruda, %29.715.2
Extracto Etéreo, %0.461.46
Cenizas, %3.809.8
Extracto de N libre, %47.152.9
Energía, Kcal /Kg de MS.4,4104,390
Pared Celular, %54.431.2
Fibra de detergente ácido, %46.824.8
Hemicelulosa, %7.66.4
Celulosa, %27.914.07
Fósforo, %0.050.03
Calcio, %0.181.39
Magnesio, %2.15.8
Sodio, %0.080.27
Potasio, %1.982.31
Cobre, %3070
Hierro, %150600
Cobalto, %5050
Manganeso, %50300

Fuente: CORFO (1958)

En cuanto al valor nutritivo, el Tamarugo es un buen alimento, ya que contiene aproximadamente un 5% de proteína cruda digestible y el total de nutrientes digestibles alcanza a 55%. El relativamente bajo valor del fruto del tamarugo en cuanto al total de nutrientes digestibles, no debe ser interpretado como índice de bajo valor nutritivo, ya que estos valores son relativamente comparables a los valores de un alimento concentrado. Los hidratos de carbono y la proporción de fibra son adecuadas y entran en su composición, grasas suficientes para que los ovinos y caprinos no sufran deficiencias; Habit (1981).

En CORFO (Corporación para el Desarallo y la Producción de Chile) (1985) se realizaron análisis químicos de las muestras de alimento en el laboratorio de nutrición animal de la Universidad Austral. Con ellos se establece que los forrajes estudiados pueden ser clasificados como material tosco, cuyo volumen de fibra es alto, particularmente del fruto, sugiere que se complementen con otro forraje para constituir una dieta equilibrada para la oveja y la cabra durante los períodos más exigentes (final de preñez y comienzos de la lactancia).

El desequilibrio mineral junto con un déficit de fósforo, calcio y sodio es notable. En comparación con el P. alba, el Tamarugo es nutritivamente y energéticamente menor, la contribución de energía del Tamarugo es similar al rastrojo de cereal, aparejando un consumo bajo, y la contribución de proteína es muy similar al heno de trébol, grano de avena y salvado de trigo. El calcio y el fósforo no satisfacen las necesidades de estos animales. En este ensayo en que se utilizaron cabras y ovejas, se descubre un diferente grado de utilización de fruto del Tamarugo. Las cabras digieren bien los forrajes más groseros; mientras que la oveja sólo los de buena calidad. El grado de utilización de esta última aumenta con la calidad el alimento; esto, comparando P.alba con P.tamarugo, el Tamarugo puede llegar a ser un alimento para las cabras, pero no para las ovejas.

El consumo de las hojas es notoriamente más bajo, a pesar de su valor nutritivo mayor comparado con la fruta. En cuanto a la palatabilidad, favorece al fruto claramente, con respecto a las hojas, esta palatabilidad es como un mecanismo de regulación del consumo.

Las evidencias de los datos anteriores muestran que ninguno de los forrajes (hoja y/o fruto) son adecuados como el único alimento para las ovejas y cabras, haciendo necesario así considerar un suplemento vacilante. El estudio muestra, en general, digestibilidad baja, y es interesante resaltar que el grado de utilización de forraje es diferente entre las ovejas y cabras.

Es pertinente establecer que la composición de raciones animales, particularmente en el caso de la Pampa del Tamarugal, depende de la disponibilidad solamente del Tamarugo y algarrobo. El ganado selecciona fruta, la brosa y ramitas secas, y ramonea los retoños tiernos para cubrir sus demandas nutritivas. La proporción de cada componente consumida por los animales indicará si sus necesidades se satisfacerán con este propósito.

Una vez determinadas las digestibilidades correspondientes, se realizó un ensayo a los fines de establecer selectividad de forraje por las cabras.

Durante el ensayo se dio a los animales, confinados a los comederos individuales, una ración de frutos de Tamarugo, las hojas secas y verdes, aislando los animales 12 horas antes de darles el alimento. El mayor consumo corresponde a los frutos de Tamarugo, con valores que van de 52,4% a 68,7% del consumo, considerando la base de la materia verde y seca, respectivamente. Si se agregan las hojas verdes como un indicador de hojas, la estimación es por encima de 95% cuando en la dieta de las cabras en un bosque del tamarugo la base es la fruta. Además, debe tenerse presente que la digestibilidad de la hoja seca está determinada por la diferencia con respecto a los otros componentes de la ración.

En general es necesario complementar las raciones durante los períodos más exigentes en la fisiología animal, sobre todo en el último tercio de embarazo y durante la lactación.

El alimento de la cabra consiste exclusivamente en fruta del Tamarugo y hojas; aunque puede hacer uso completo de este recurso y puede ingerirlo en las cantidades adecuadas, se sugiere un suplemento de 400g de heno de alfalfa diario por animal durante los últimos 45 días de embarazo y los primeros 45 días de lactación, para mejorar la condición de las cabras y su descendencia. Y por sus proporciones de fertilidad, deben complementarse las dietas de las cabras masculinas; Habit (1981).

Las especies animales que han tenido mejor comportamiento han sido caprinos de la raza Angora y los ovinos de las razas Karakul y Suffolk Down. En cuanto a bovinos de carne, la raza Hereford y sus híbridos. El consumo diario de forraje, incluyendo el fruto, estudiado en su balance de nitrógeno ha demostrado que los animales presentan balance positivo, estimándose que el total de nutrientes digestivos es comparable a un forraje de buena calidad, como el heno de alfalfa; Habit (1981).

La carga animal que puede soportar una hectárea de Tamarugo en plena producción, lo que se logra a los 15 años de plantación, supera normalmente la carga animal de una pradera natural.

ASPECTOS QUÍMICOS

Por 100 gs de frutos contiene: 3,34g de agua, 11,14 g de proteína, 1,26 de grasas, 79,63 de carbohidratos totales, 31,45 de fibra, 4,27 de cenizas, 280mg de Ca, 1,440mg de P.

* Composición química en 100g de peso seco y contenido calórico sobre frutos, semillas y hojas de Tamarugo (P.tamarugo)

 CenizasProteína crudaExtracto etéreoFibra crudaCarbohidratos solublesContenido calórico
Fruto maduro4.579.21.429.955.0408
Fruto verde4.5412.91.330.450.9Nd*
Semillas3.3427.13.79.555.4446
Hoja seca13.9511.31.313.460.6351
Hoja verde9.8015.93.314.756.5420

(* No determinado)

* Concentraciones en 100 gs de peso seco de: Calcio, Fósforo, Magnesio, Potasio, Sodio y Ca/P. K/Na en Tamarugo.

 CalcioFósforoMagnesioPotasioSodioCa/PK/Na
Fruto maduro0.220.270.102.090.050.841.8
Fruto verde0.240.260.132.200.080.927.5
Semillas0.190.210.261.110.030.937.0
Hoja seca3.550.190.461.620.1118.714.7
Hoja verde1.440.250.391.860.035.862.0

* Concentraciones de Hierro, Cobre, Molibdeno, Zinc, Cobalto, Manganeso y Cu/Mo

 HierroCobreMolibdenoZincCobaltoManganesoCu/Mo
Fruto maduro90124.5210.06302.7
Fruto verde11012nd*27nd*32--
Semillas160205.2720.10513.9
Hoja seca460172.5240.033696.8
Hoja verde2302413.4420.121361.8

(* nd : no determinado)

SILVICULTURA Y MANEJO

El tamarugo se reproduce por semillas que conservan la viabilidad hasta 15 años o más. El número de semillas por kg oscila entre 79.000–110.000. Un kg de frutos o vainas proporciona entre 70–156 g de semillas puras.

- Recoleccion de semillas: Se marcan los árboles productores según sus características fenotípicas; se recolectan los frutos desde octubre hasta enero, procediendo a limpiarlos mecánicamente y luego molerlos en un molino de piedra con 4mm de separación; después, por cribado y flotación, se obtiene la semilla limpia. La semilla se trata con ácido sulfúrico por siete minutos con el objeto de producir un desgaste de la cutícula y facilitar el intercambio de gases y la penetración del agua por la única abertura-micrópilo que tiene la semilla. Esto produce la rehidratación de los coloides y se inicia el proceso de germinación.

- Vivero: Se prepara una mezcla de suelo y guano de oveja en proporción de 2:1. Se llenan bolsas plásticas, sin agujeros, de 12 cm de diámetro por 30 de longitud, las que actúan como macetas. La siembra se hace con 3 a 5 semillas por bolsa a una profundidad de 1,5 cm. En cuanto a riego, es lo más importante mantener húmeda la parte superficial donde están ubicadas las semillas, sin producir acumulación de agua, para evitar la infestación con hongos. Previo a la siembra, es conveniente tratar el suelo con fungicidas específicos o fumigantes como el bromuro de metilo, a fin de evitar cualquier patógeno en los inicios del proceso de germinación y primeros estados de desarrollo de las plántulas.

Una vez germinada la semilla y emergida la plántula, se riega con mayor cantidad de agua pero con intervalos de tiempo más largos, asegurando el suministro de humedad a la raíz que va creciendo en profundidad. Es indispensable inocular cuando no in-situ. La plántula permanece en vivero de 3 a 5 meses, hasta que alcance una estatura de 8 a 10 cm. Como el desarrollo radicular es rápido y vigoroso, hay que evitar que las raíces pasen o rompan la bolsa de plástico.

- Plantación: Se utilizan los siguientes sistemas de plantación: 10 × 10m y 15 × 15m en cuadrado y triangulación. El hoyo de plantación es de unos 30 cm de diámetro por 40 ó 50 cm de profundidad, puede hacerse en forma manual o mecánica. En el primer caso, pueden tener un diámetro mayor debido al proceso de remoción de las costras salinas superficiales; en el segundo caso, se ejecuta la operación con un tractor oruga con pala frontal de diseño especial, que deja una especie de trinchera de 80 cm de ancho por un metro de longitud en su base. Al efectuar esta operación se llega al suelo “agrícola” o “dulce”, como también se lo denomina. La profundidad de la taza depende del terreno; generalmente es de 80 cm de diámetro en relación a la profundidad de la costra salina, la cual hay que sobrepasar antes de hacer el hoyo de plantación. Descubierto el suelo, se hace el hoyo que tiene 30 cm de profundidad por 20 cm de diámetro, haciéndose manualmente o por medio de un barreno hoyador accionado mecánicamente. Antes de plantar se da un riego de saturación al hoyo de plantación, a fin de humedecerlo lo más profundamente que se pueda.

- Riego: para que las plantas se establezcan normalmente, la cantidad de agua de riego debe ser suficiente como para que penetre hasta el sector de las raíces manteniendo húmeda esa zona. El número de riegos de establecimiento según las condiciones del nivel freático y profundidad de la humedad, va a variar considerablemente. En promedio se puede calcular que durante el período de establecimiento se aplican 11 riegos. El establecimiento de la planta se caracteriza por la emisión de brotes nuevos, y cuando esto sucede, los riegos pueden distanciarse a 20 días uno de otro; Lanino (1972).

Lo más importante es evitar un exceso de agua, lo que se refleja en la primera etapa de la plántula con una “caída” por hongo, y cuando está más crecida, por un color amarillo de las hojas. En los costos de plantación uno de los rubros más importantes corresponde al valor de los riegos. Una de las formas de disminuir el número de riegos es reducir la evaporación del agua de riego mediante la utilización de plástico en el hoyo de plantación, y otro por medio de un suministro más lento del agua (goteo), que permite un mejor aprovechamiento.

- Manejo del bosque: las actividades de formación del bosque no terminan cuando las plántulas han arraigado y se suspenden los riegos. Debido al crecimiento abundante de las ramas basales y la presencia de espinas en aquellas, se hace necesario efectuar poda de éstas cuando el árbol cumple entre 4 y 6 años, pues las ramas dificultan el acceso de los animales al forraje. La poda se hace manualmente, usando un rozón. Las ramas se eliminan o se cortan tomando en cuenta la altura conveniente para que puedan penetrar los animales; luego se amontonan y pueden ser utilizadas para construir las cercas divisorias de los potreros, también para combustible casero o industrial.

En un esquema de manejo, considerando un período de rotación de 50 años, recomiendan las siguientes acciones: raleo: tres, a los 15, 30 y 40 años. Poda frutal: anual desde los 20 años. Corta final: al año 50. Pastoreo: anual desde el año 10. Control de plagas: anual.

- Producción de frutos: La característica general que se observa en este árbol es la gran variabilidad individual en cuanto a producción de forraje que existe entre árboles vecinos de la misma edad. Este aspecto es común para aquellas especies propagadas por semillas y más aún, si se considera que la variabilidad aumenta por ser la Pampa del Tamarugal el más probable centro de origen de esta especie.

Es importante destacar que, a pesar de que no se observa una relación directa entre el peso del fruto y el ataque de insectos, las plagas que afectan al fruto producen una pérdida fuerte en los primeros estados de desarrollo del fruto.

- Plagas: insectos y ácaros que dañan el follaje y las ramitas: Leptotes trigemmatus, lepidoptera (palomilla violeta); Tephrinopsis memor, lepidoptera (gusano medidor), “Pegador” de hojas, microlepidoptero; Hemiberlesia rapax, homoptera; Heteropysylla texana, homoptera; Aphis sp, homoptera (pulgón del Tamarugo); Cecidómido, diptera. Insectos que destruyen la inflorescencia: Ithome sp. lepidoptera (polilla de la flor); Leptotes trigemmatus; Tephrinopsis memeor, lepidoptera; Franhiella rodeos, thysanoptera (trips del Tamarugo); que dañan el fruto y la semilla: Crytophlebia carpophagoides, lepidoptera (polilla del fruto); Leptotes trigemmatus, lepidoptera; Scutobruchus gastoi, coleoptera (bruco del Tamarugo).

Las tres especies consideradas de mayor importancia son la polilla de la flor, la palomilla violeta y la polilla del fruto. Las dos primeras presentan varias generaciones en la época crítica, en cambio, se cree que la tercera sólo tiene una generación, ya que se observa que sus larvas, después del último estado larvario, pasan a un estado de diapausa que dura hasta el inicio de la próxima temporada. El daño causado por la polilla de la flor y la palomilla violeta es muy importante y puede alcanzar hasta sobre un 52% según, León (1974).

Insectos polinizadores, polinizadores autóctonos o nativos: Centrix mixta. Polinizadores introducidos: Apis melífera.

Para más información sobre plagas ver: “Estudio FAO: Producción y Protección vegetal No25” - Prosopis tamarugo: arbusto forrajero para zonas áridas”, por Mario A. HABIT, David CONTRERAS y Roberto H. GONZALEZ.-

Es prácticamente imposible estimar la vida productiva del árbol. Se conoce cuándo se inicia la vida productiva que ocurre entre el séptimo y octavo año después de su plantación, pero se ignora el período productivo en años, aunque por los ejemplares que existen en la Pampa puede considerarse que la producción es muy longeva. Se piensa que los antecedentes que se tienen bastan para estimar que la vida productiva del Tamarugo es lo suficientemente larga como para amortizar un programa de inversión.

Su leña arde bien, aunque el uso como combustible es considerado de valor medio. El poder calorífico superior en madera anhidra: 5.065 kcal/kg.

La madera es amarillento-rojiza en la albura, rojo intenso en el durámen, es compacta y pesada. Se presta para la manufactura de objetos artesanales y tablillas para parquet. Recién cortada, su humedad la hace dúctil; al secarse adquiere dureza y resistencia a la humedad ambiental. La madera no es vulnerable a plagas y es muy resistente al desgaste. Soporta hasta 910 kg/cm2. El duramen y la corteza de Tamarugos adultos presentan alrededor de 15% de taninos.

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Foto 93

Foto 93: Ejemplar de P.tamarugo. Pampa del Tamarugal, Chile. 1987. F.M. Galera.

Foto 94

Foto 94: Frutos de P.tamarugo. Pampa del Tamarugal, Chile. 1987. F.M.Galera.

1.2.34 UBICACIÓN TAXONÓMICA

Nombre científico: Prosopis torquata (Cavanilles ex Lagasca) D.C.

Nombre común: “Tintitaco”, “Quenti”, “Schinqui”, “Tusca”, “Lata”.

Familia: Mimosaceae (Leguminosae, Mimosoideae)

DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

Es un arbusto de 1,5 a 5 m de altura, de estípulas espinosas, amarillentas a castaño a rojizas con hojas de 1 a 2 yugas, folíolos oblongos, ápice agudo, base asimétrica articulada, con 1–4 hojas por braquiblasto. Inflorescencias ovoides o cortamente cilíndricas, espiraladas, las flores son amarillas y vistosas. El fruto es laxamente espiralado (2–3 vueltas), marrón a marrón rojizo, articulado (submoniliforme), endocarpo septado, muy duro, mesocarpo carnoso, pulpa ácida.

Eje principal tempranamente muy ramificado y casi totalmente lignificado, no tiene espinas; Burkart (1976). (ver foto)

Descriptores seleccionados con sus valores cuantitativos y cualitativos a los 7 meses de vida.

DescripciónP.torquata
Distancia entre nudos (cm)10.85
Longitud de Hojas (cm)35.92 ± 4.57
Número de hojas por braquiblastos1 – 4
Núm. De folíolos por hojas2
No de foliolulos por folíolo40 – 50
Largo y ancho de foliólulos2.6mm × 0.80mm
Número de espinas por nudo2
Longitud de espinas (cm)4.23 ± 1.86
Tipo de espinasEstípulas espinescentes
Grado de ramificación de eje princ.Muy ramificado
Lignificación del eje principalCasi total

Fuente: Galera-Bruno (1992).

BIOECOLOGÍA

Florece entre noviembre y diciembre, y fructifica entre diciembre y marzo.

Los frutos de P.torquata tienen una media de 2,34 cm de largo y 1,77 cm de ancho, variando en la apertura de su espiral. Existen dificultades para la extracción de las semillas de esta especie, tiene el 76,52% de las semillas puras.

Características de los frutos de P.torquata

EspecieLargo de vainaAncho de vaina
P.torquata2.34±0.631.77±0.149

Fuente:Galera- Bruno (1992).

Número de semillas por fruto.

 Número De semillas por fruto
EspecieNúmero de semillas puras por fruto.%Número de semillas impuras por fruto.%Número total de semillas por fruto.Número de contriccion es por fruto.
P.torquata9.84 ± 1.3776.523.02 ± 1.7723.4812.8613.55

Fuente: Galera-Bruno (1992).

Número de semillas por c/100gr de semillas.

EspecieMediaDesvíoCoef.de Variación
P.torquata53845500.01

Fuente: Galera-Bruno (1992).

Velocidad de germinación, y el grado de pureza obtenido.

Especie Altura 
 24 hs48 hs72 hs
P.torquata3%68%72%

Fuente: Galera-Bruno (1992).

Este valor de 72% para P.torquata se debe probablemente a que las características de semilla pura e impura no son tan claras como en las otras especies. Cabe resaltar que las muestras germinaron en su totalidad dentro de las 72 horas, lo que demuestra que la escarificación es conveniente.

Características morfológicas de cada especie

EspecieColorFormaLargo(cm)Ancho (cm)
P.torquataCastaño claroSubtriangulares, con sobresalencia central0.48±0.0320.32 ± 0.024

Fuente: Galera- Bruno (1992).

ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN

Probablemente endémico del NO Argentino, se halla distribuido por el norte de San Luis, San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, Jujuy, Santiago del Estero y NO de Córdoba; Galera-Bruno (1992).

Es un elemento del Bosque chaqueño xérico en donde acompaña con mucha frecuencia al quebracho blanco. Otras veces penetra en las sierras, a veces muy áridas, viviendo entonces a las orillas de los ríos temporarios, sin embargo no se comportaría como freatófito; Simpson (1977).

Ruiz Leal documentó ejemplares arbustivos de esta especie en Payogasta, Salta a 2.400 msnm.

USOS - CALIDAD DE FRUTOS

Los frutos son secos y la dispersión es por el agua y los animales. La madera es muy fuerte, la llaman tintitaco y es muy requerida. Se usa para varillas o rodrigones, también es considerada como buena leña.

SILVICULTURA Y MANEJO

El crecimiento a campo es muy lento los primeros seis años, luego crece más rápidamente, fructifica a los 7 años. No tolera heladas de más de 6 °C, una helada de -7°C durante dos días provocó la mortalidad del 95% de los árboles plantados. No tolera la poda.

A los 10 años de edad alcanza un tamaño adecuado para corte en plantaciones del Norte de Córdoba. La plantación se realiza de la misma manera que las otras especies.

BIBLIOGRAFÍA

Burkart, A. 1976. “A Monograph of the Genus Prosopis”. Journal Arn. Arb. 57 (3–4) Galera, M.F.; S.A. Bruno. 1992. “Prosopis in Argentina: Initial results on Cultivation in Greenhouses and Orchards, and Pod Quality for Food or Feed of Native Prosopis Species of Córdoba Province”. Prosopis Species Aspects of their Value, Research And Development-CORD (Pág 145–156)

Roig, F.A. 1993. “Informe Nacional Para la Selección de Germoplasma en Especies de Prosopis en la República Argentina” IADIZA- CRICYT.

Simpson, B.B. 1977 “Mesquite, its biology in two desert scrub ecosystems”. Dowden, Hutchinson & Ross, Inc. Stroudsbourg, PA.

Foto 95

Foto 95: Ejemplar de P.torquata, de 4 años. Villa Quilino, Córdoba. 1995. F.M.Galera.

Foto 96

Foto 96: Inflorescencia de P. torquata. Villa Quilino, Córdoba. 1998. F.M.Galera.

Foto 97

Foto 97: Frutos de P. torquata. Chuña, Córdoba. 1985. F.M.Galera.

Foto 98

Foto 98: Inflorescencia de P. torquata. Villa Quilino, Códoba. 1998. F.M.Galera.

1.2.35 UBICACIÓN TAXONÓMICA

Nombre científico: Prosopis vinalillo Stuckert.

Nombre común: “Vinalillo”, “Algarrobo santiagueño”, “Algarrobo blanco”, “Quilin”.

Familia: Mimosaceae (Leguminosae, Mimosoideae)

DESCRIPCIÓN BOTÁNICA

Es un árbol de 4–10 m de alto, con troncos de hasta 40–50 cm de diámetro, con espinas fuertes.

El follaje es glabro, espinas axilares, robustas, solitarias y geminadas, 0,5–12 cm de largo, similar a P.ruscifolia, pero más pequeñas. Las hojas uniyugas, grandes, glabras, inconstante acerca del número de hojas impresas, éstas lanceoladas u oblongo-lineales, en 4–12 pares por pinna, más distante en el raquis, coriáceo, 10–30 mm de largo por 2–12 mm de ancho. Las flores están dispuestas en racimos 6–8 cm de largo, son pequeñas; el pedicelo 0,6–1,5 mm de largo. La legumbre es delgada, subfalcada y multiarticulada, 6–24 cm de largo, 6–12 mm de ancho y 3–8 mm de espesor, exocarpo violeta, endocarpo dificilmente segmentado, comprimido, con las septas transversas oblicuamente; el mesocarpo es carnoso y dulce; Burkart (1976).

BIOECOLOGÍA

En Argentina crece recibiendo una temperatura mínima de 8–10 °C y una máxima de 30°C; Roig (1993).

Florece en setiembre y noviembre, y fructifica de noviembre a febrero; Digilio y Legname (1966).

ORIGEN Y DISTRIBUCIÓN

En Argentina se lo encuentra en la región del Gran Chaco: Santiago el Estero, Tucumán, Salta, Chaco, Formosa y norte de Santa Fe. También se distribuye en Paraguay; Burkart (1976).

Es elemento del Bosque Chaqueño Xérico donde convive con P.ruscifolia. Se supone que es un híbrido entre éste y P.alba; Roig (1993).

BIBLIOGRAFÍA

Burkart A. 1976. “A Monograph of the Genus Prosopis”. Journal Arn. Arb. 57 (3–4)

Digilio, A.; P. Legname - 1966- “Los Arboles Indígenas de la provincia de Tucumán”. Opera Lilloana XV. Tucumán.

Roig, F.A. 1993. “Informe Nacional Para la Selección de Germoplasma en Especies de Prosopis en la República Argentina” IADIZA- CRICYT.

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