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II. ESTADO ACTUAL DE LA INFORMACION SOBRE ARBOLES FUERA DEL BOSQUE (SUSANA BENEDETTI, CLAUDIA LOPEZ, CONSULTORAS FAO)

Resumen

Debido a lo novedoso que resulta el tema de Arboles Fuera del Bosque en Chile no existen experiencias y definiciones exclusivas para ellos. El presente documento realiza una revisión de las definiciones internacionales y nacionales de bosques y Arboles Fuera del Bosque (AFB) y propone una definición nacional de AFB la que implica una componente legal y otra de tipo de uso. En la valorización del recurso revisa las experiencias nacionales y su relación con los Arboles Fuera del Bosque y dentro del contexto nacional expone la legislación referente a los AFB. Se realiza una descripción de las modalidades de se presentan en Chile de Arboles Fuera del Bosque, haciendo una exposición por zona geográfica. Se analizan los aspectos económicos, socioculturales y ambientales que implica la existencia de Arboles Fuera del Bosque tanto en las zonas rurales como urbanas y se expone el nivel técnico y experiencias de investigativas que implican directa o indirectamente AFB.

Introducción

Chile es un país con reconocida trayectoria y competencia en el ámbito forestal, su desarrollo y éxito económico se basa en una amplia superficie de plantaciones industriales, presentando una fuerte concentración de la propiedad tanto del recurso como de la tecnología.

Sin embargo este éxito no ha sido suficiente para permear en la conciencia nacional la valorización del árbol como tal, relegando una visión de individuo con valor en si mismo, capaz de generar múltiples beneficios económicos, sociales y ambientales, a una visión de una masa productora de volumen, objetivo principal del modelo de desarrollo forestal chileno.

De esta forma el país cuenta con instrumentos legales que resguardan el patrimonio forestal, con programas y tecnologías para monitorear su crecimiento e impacto económico, este último con una clara expresión en el Producto Interno Bruto (PIB) Nacional, siempre y cuando este recurso adquiera conceptualmente la definición legal de bosque. Por otra parte, junto al crecimiento de este sector el país ha experimentado un avance cultural donde el ciudadano aspira a una mejor calidad de vida, esto es crecimiento económico junto con la satisfacción de necesidades básicas. Entre estas necesidades se considera el contar con un ambiente limpio y amigable, entendiendo en ello el derecho a un paisaje equilibrado y el acceso a áreas verdes y vegetación. Es así como el habitante urbano ha ido valorando y demandando la presencia de árboles en la ciudad, de igual forma, y quizás desde siempre, el habitante rural le otorga al árbol como individuo o grupo de árboles, no necesariamente bajo el concepto de bosque o plantaciones forestales, un sitial importante en sus vidas, no sólo por hacer el paisaje más agradable, sino porque reconoce en él una fuente de abastecimiento de una serie de productos tales como leña, medicinas, frutos y madera así como beneficios sobre la agricultura y la ganadería.

Es por estas razones que el siguiente documento recopila y analiza desde la perspectiva legal, ambiental, cultural y económica como en Chile se consideran y valoran los “Arboles Fuera del Bosque” y como ello se traduce en la práctica.

1. Contexto general de los recursos naturales

En Chile, el 32,37% de la superficie nacional corresponde a áreas urbanas, terrenos agrícolas, praderas y matorrales que es donde normalmente se encuentran los Arboles Fuera del Bosque. En el Cuadro 1 se desglosa la superficie por tipo de uso.

Cuadro 1

Superficie Nacional por Tipo de Uso (miles de ha)

Tipo de Uso

Superficie

   

Total País (1)

75.662,6

   

Areas urbanas e industriales

182,7

Terrenos Agrícolas

3.794,0

Praderas y Matorrales

20.516,9

Bosques

15.676,8

Humedales

4.495,6

Areas desprovistas de Vegetación

24.729,7

Otros (2)

6.266,9

Fuente: INFOR, 2000

(1): Incorpora cambios detectados por monitoreo y actualización de catastro de la vegetación chilena en la VIII Región y X Región Norte, 1998.
(2): Aguas continentales, nieve, glaciales y áreas no reconocidas.

En cuanto a la superficie de bosque nativo y plantaciones el desglose se presenta en el Cuadro 2.

Cuadro 2

Bosques Productivos del País (a diciembre de 1999)

Recurso Forestal

Superficie (ha)

Superficie Bosque Nativo

13.403.561 (1)

Bosque Nativo Productivo

7.123.100 (2)

   

Plantación Forestal

1.952.288 (3)

Pino radiata

1.458.320 (3)

Otras especies

493.968 (3)

Fuente: INFOR, 2000

(1): CONAF-CONAMA-BIRF “Catastro y Evaluación de los Recursos Vegetacionales Nativos de Chile”, 1994-1997. Incorpora cambios detectados por monitoreo y actualización de catastro de vegetación chilena en la VIII Región y X Región Norte, 1998.
(2): Estimación INFOR a 1981, actualizado a 1995, incluye bosque adulto y renoval y se excluyen otras formaciones, tales como bosques achaparrados.
(3): INFOR. “Programa Actualización de Plantaciones Forestales” superficie efectivamente plantada al momento del inventario y “Disponibilidad de Madera de Plantaciones de Pino radiata en Chile, 1998-2027”

El sector forestal en Chile, basado en el uso intensivo de plantaciones de Pinus radiata y especies de Eucalyptus, ha sido uno de los sectores más dinámicos de la economía desde 1974. Durante este período, la política forestal ha permitido un incremento significativo del área cubierta por plantaciones, aumentando las exportaciones forestales e incentivando las inversiones del sector. Debido a estos logros, Chile ha sido considerado un modelo de política forestal exitosa en Latinoamérica (Armesto, Villagrán y Arroyo, 1996).

En contraste con el éxito económico de la política forestal, se observa en todo Chile una creciente destrucción y deterioro del bosque nativo, se ha estimado que anualmente se destruyen o deterioran sobre 120.000 ha de bosque nativo. En contraste sólo se manejan con técnicas adecuadas entre 2.700 y 5.000 ha (Armesto et al., 1996).

La destrucción del bosque comenzó con la colonización española del siglo XVI. El roce a fuego y eliminación de los bosques de la Depresión Intermedia y sectores bajos de las cordilleras de la Costa y de los Andes de las regiones IX y X, se aceleró fuertemente a mediados del siglo XIX, con la llegada de los colonos alemanes. Este período de colonización es uno de los procesos de deforestación más masiva y rápidos registrados en Latinoamérica antes de la década de 1980 (Armesto et al., 1996).

A partir de 1974, debido a la dictación del Decreto Ley 701 que otorga subsidios a la forestación, extensas superficies cubiertas por bosques nativos fueron sustituidas por plantaciones, transformándose esta actividad en una de las principales causas de destrucción del bosque nativo. Además de esta sustitución, los bosques han sido destruidos para habilitar terrenos de uso agropecuario, principalmente en la X Región (Armesto et al., 1996).

La sustitución del bosque nativo ha causado graves daños a la conservación de la biodiversidad en Chile. La conversión de bosques nativos a plantaciones ha implicado una drástica reducción de los hábitats de muchas especies de fauna silvestre, una reducción del número de especies leñosas, reducción de la diversidad del paisaje y en los bienes y servicios que el bosque provee, pérdida de nutrientes y erosión del suelo (Armesto et al., 1996).

Junto a los impactos ambientales, la sustitución del bosque nativo está asociada a una serie de impactos sociales negativos. La compra de tierras por parte de las grandes empresas forestales para el establecimiento de las plantaciones ha significado la expulsión masiva de población rural. Los pequeños propietarios no fueron beneficiados por los subsidios de la Ley 701 debido a la falta de capital, créditos y asistencia técnica. Frente a esta situación, a partir de 1990, el Estado estableció programas especiales para apoyar a los campesinos y pequeños propietarios en el manejo de bosque nativo y el establecimiento de plantaciones (Armesto et al., 1996).

Por otra parte un gran volumen de madera extraída de los bosques nativos durante las últimas décadas ha sido destinado a la producción de leña y carbón la que provendría del “floreo” (corta selectiva). Algunos estudios han documentado el deterioro de bosques y matorrales nativos debido a la producción de leña en áreas donde actualmente existen serios problemas de abastecimiento de este producto (Armesto et al., 1996).

Por otro lado la producción de astillas ha ejercido una fuerte presión sobre el recurso forestal nativo desde 1986, de acuerdo a Armesto et al. (1996) el volumen total de trozas de bosque nativo cortadas para fines industriales se triplicó entre 1988 y 1990, llegando a 3,4 millones de metros cúbicos en 1992, esto se traduce en un aumento de las cortas ilegales.

Otro impacto importante en el bosque nativo son los incendios forestales, los cuales casi en su totalidad son de origen antrópico.

En la zona norte de Chile se ha observado un fuerte avance del proceso de desertificación lo que conlleva la destrucción del suelo y de la vegetación asociada, esto ha producido una merma en la biodiversidad de los ecosistemas semiáridos de Chile.

2. Conceptos nacionales relativos a los arboles fuera del bosque (AFB)

2.1. Definiciones de Bosques y Arboles Fuera del Bosque

2.1.1. Definiciones Internacionales de Bosques y Arboles Fuera del Bosque

• La FAO (2001) define bosques como “tierras de más de 0.5 ha, con una cubierta de copa de más del 10 por ciento, que no son utilizadas como tierra para fines agrícolas o urbanos. Los bosques se determinan tanto por la presencia de árboles como por la ausencia de otras formas de utilización de la tierra. Los árboles deberían poder alcanzar una altura mínima de 5 metros a su madurez in situ. Se incluyen las áreas en vías de reforestación que aún deben alcanzar una densidad de copa del 10 por ciento o una altura de 5 m, al igual que las áreas que están temporalmente desarboladas, a consecuencia de la intervención humana, o por causas naturales, pero que volverán a convertirse en bosque. El término incluye específicamente: viveros forestales y huertos semilleros que forman parte integral del bosque; caminos forestales; senderos talados; cortafuegos; y otras pequeñas áreas abiertas que integran parques nacionales, reservas de la naturaleza y otras áreas protegidas que sean de interés científico, histórico, cultural o espiritual; cortavientos y cinturones de protección formados con árboles, con una superficie superior a 0,5 ha y un ancho mayor a 20 m; plantaciones utilizadas principalmente para fines forestales, incluidas las plantaciones de caucho y rodales de alcornoque. Este término excluye de manera específica los árboles sembrados principalmente para la producción agrícola, como la siembra de frutales y de sistemas agroforestales.

Así mismo es interesante tener en cuenta la definición que la FAO (2001) hace para otras tierras boscosas: “corresponden a las tierras con una cubierta de copa que tienen entre 5 y 10 por ciento de árboles capaces de alcanzar una altura de 5 m a su madurez in situ; o una cubierta de copa superior al 10 por ciento cuando se incluyen los árboles pequeños y arbustos”.

Por otra parte, la definición de FAO de Arboles Fuera del Bosque dice que son “árboles y ambientes arbolados en tierras que no han sido definidas como bosque u otras tierras boscosas. Los árboles fuera del bosque (ToF = por sus siglas en inglés) incluyen: (a) grupos de árboles que cubren una superficie inferior a 0.5 ha, incluyendo hileras y cinturones de protección a lo largo de construcciones y campos agrícolas; (b) árboles dispersos en tierras agrícolas; (c) plantaciones de árboles para fines que no sean la producción de madera, tales como huertos frutales y plantaciones de coco; y (d) árboles en parques y jardines y alrededor de edificios. A los ToF no se les asigna una superficie en la clasificación general del uso de la tierra, pero crecen en otras tierras. Aunque la definición de ToF se basa en los árboles, el concepto también incluye el sitio y otra vegetación presente en el lugar” (FAO, 2001).

• El proyecto Tree Resources Outside the Forest (TROF) de la Unión Europea en conjunto con Costa Rica, Guatemala y Honduras define Arboles Fuera del Bosque como árbol o grupo de árboles que no cumplen con las condiciones de bosque, las que para este proyecto son: área mínima de 2 ha, ancho mínimo de 20 m, 20% de cobertura mínima de copa, sin uso primario agrícola. En cuanto a las funciones de los Arboles Fuera del Bosque o Recurso Arbóreo Fuera del Bosque mencionan madera para la población local, cortinas cortaviento, protección del suelo, cercos, sombra para plantaciones de café, protección de especies y fijación de CO2 (Tree Resources Outside the Forest, 2000).

• Uno de los resultados de la Consulta de Expertos sobre Productos Forestales No Madereros celebrada en Tanzania, 17-22 de octubre de 1993, son las Definiciones y Clasificaciones (documento "Toward a Common Framework for World Forest Resources Assessment"), entre las cuales se encuentra (FAO, 1995):

Bosque y otras tierras forestadas: Tierra que contiene árboles naturales o pantanos, ya sea productiva o no, y que excede las 0,5 ha en extensión. Incluye áreas ocupadas por caminos, pequeños claros y otras áreas abiertas dentro del bosque que constituyen una parte integral del mismo.

Arboles Fuera del Bosque: Incluye árboles en:

- Tierra cultivable: Arboles en sistemas agroforestales en setos vivos y cercos limítrofes

- Pastizales y pasturas permanentes: Arboles esparcidos, pequeñas áreas reservadas para bosques de menos de 0,5 ha.

- Cultivos permanentes: Cultivos de árboles tales como caucho y coco, huertos de árboles frutales, árboles de sombra y árboles para cercos.

- Otras tierras: Arboles en parques de la ciudad, calles, jardines, alrededor de edificios, árboles en setos vivos y en hileras, a lo largo de caminos, canales, vías férreas, ríos y arroyos, pequeñas áreas reservadas para bosques de menos de 0,5 ha.

2.1.2. Definiciones Locales de Bosques y Arboles Fuera del Bosque

En Chile, de acuerdo a la ley 19.561 (publicada el 16 de mayo de 1998) que modifica el Decreto Ley 701 sobre Fomento Forestal , se define bosque como “sitio poblado con formaciones vegetales en las que predominan árboles y que ocupa una superficie de por lo menos 5.000 m2, con un ancho mínimo de 40 metros, con cobertura de copa arbórea que supere el 10% de dicha superficie total en condiciones áridas y semiáridas y el 25% en circunstancias más favorables”.

Otra definición utilizada en el país es la discutida en el taller sobre Políticas Públicas llevado a cabo el año 1999 (organizado por la Corporación Nacional Forestal, CONAF), en el cual se generó a modo de material de apoyo una compilación de términos que comúnmente se utilizan cuando se tratan los temas de desarrollo sustentable, manejo forestal sustentable y aspectos ambientales. De acuerdo a esto, el Grupo de trabajo, “Búsqueda de Consenso Respecto de Manejo Forestal Sustentable”3, del mencionado taller asumió el concepto bosque como:

“ecosistema compuesto predominantemente por árboles y otra vegetación leñosa que crecen juntos de manera más o menos densa y como paisaje dominado por árboles y otra vegetación leñosa, y cuya cubierta representa por lo menos el 20% de la superficie total “(Aird, 1994 citado por CONAF, 1999).

2.1.3 Elementos de Análisis

Desde un punto de vista ecológico no existe una clara diferenciación para lo que se define como bosque, es decir no se puede indicar un límite exacto para un bosque ni para ningún ecosistema, los límites dependen de los procesos que se están analizando (Estades4, comunicación personal, marzo 2001), además bosque se define en términos ecológicos como “un ecosistema que consiste en una comunidad donde los árboles son los organismos dominantes” esto implica todo el conjunto de interrelaciones entre esos árboles y otros organismos como hierbas, arbustos, animales e insectos (Donoso, 1981a) y las relaciones con los componentes inertes del medio.

Cabe distinguir entre bosque y plantaciones de esta manera: un bosque es un conjunto de árboles y una gran cantidad de otros organismos vivos que incluyen plantas, animales, hongos, insectos y bacterias que interactúan entre si y a la vez con el suelo y el clima en un equilibrio dinámico que le permite mantenerse y evolucionar sin la intervención humana. A diferencia de los bosques, las plantaciones forestales son cultivos de árboles, generalmente, en Chile, de una sola especie, donde la intervención humana es fundamental y donde las relaciones entre especies y los ciclos biogeoquímicos se minimizan. Esta diferencia es fundamental en Chile donde la principal causa de destrucción del bosque nativo, en la actualidad, es la sustitución por plantaciones forestales (Catalán5, comunicación personal, marzo 2001).

De esta forma nos encontramos con que una definición de Arboles Fuera del Bosque no pasa por una restricción ecológica ya que un ecosistema puede ser definido en cualquier superficie y número de individuos basándose en las interrelaciones existentes entre los individuos que componen dicha superficie.

Sin embargo, aquellas formaciones boscosas que se encuentren insertas en un medio urbano aún cuando por sus dimensiones pueda ser clasificado como bosque deberían ser consideradas como Arboles Fuera del Bosque, ya que por su condición de aislamiento del medio natural constituyen situaciones especiales.

También es necesario en la discusión la consideración o no de las plantaciones forestales como bosques, al respecto varios investigadores las prefieren considerar como cultivos con distintos grados de tecnología.

Un punto claro en la identificación de los Arboles Fuera del Bosque es que normalmente se encuentran en paisajes antropogénicos (de génesis antrópica) los que presentan este recurso ya sea como remanente de situaciones naturales o por introducción directa del hombre (Castillo6, comunicación personal, marzo 2001).

Así, para elaborar una definición nacional de Arboles Fuera del Bosque se considera necesario identificar los criterios que permiten establecer y calificar las áreas en las que se encuentran los AFB, puesto que una definición en este sentido no tiene sólo una connotación en términos de superficie y densidad abarcada por el recurso, sino que tiene también una relación con el uso de la tierra, con la importancia relativa de la especie arbórea y, con la función o servicio que otorgue el árbol. De esta forma consideramos como Arboles Fuera del Bosque a las formaciones de árboles o árboles individuales que se presentan en terrenos destinados básicamente a la producción agrícola o ganadera, a aquellos que por la distribución e interés botánico que poseen son relevantes (ej.: Araucaria, Alerce, Palma Chilena) y han sido deprimidos por la presión antrópica y, aquellos que a pesar de presentarse en una masa posible de reconocer según definiciones de bosques o plantaciones forestales se encuentren en una situación aislada, como por ejemplo formaciones arbóreas en espacios urbanos.

2.1.4. Propuesta de Definición de Arboles Fuera del Bosque para Chile

Sobre la base de los antecedentes entregados en los puntos anteriores y el análisis de los elementos y criterios considerados anteriormente, en conjunto con la discusión con profesionales del área, y haciendo la salvedad que se considerará dentro de la palabra bosque las formaciones naturales y plantaciones forestales artificiales, se propone la siguiente definición para Chile:

Arboles Fuera del Bosque son todos aquellos individuos leñosos o formaciones arbóreas que en su estado de madurez alcancen un mínimo de 3 m de altura, cuya superficie sea inferior a 0,5 ha y 40 m de ancho (ley 19.561 de Fomento Forestal de 1998); o que se encuentren presentes en superficies de cualquier tamaño pero cuya cobertura de copa sea menor al 25%; y que en cualquiera de estos casos, no se encuentren en terrenos destinados a la creación activa de plantaciones. Se incluyen los situados en tierras utilizadas primordialmente para prácticas agrícolas, ganaderas y asentamientos humanos urbanos o rurales.

De esta forma se incluyen formaciones de árboles para la protección de cursos de agua (ríos, canales) y de cultivos; sistemas silvopastorales y frutoforestales; formaciones destinados a la obtención de productos forestales no maderables como medicinas, apicultura, artesanía y extraíbles; formaciones destinadas a la obtención de productos forestales menores como leña y cercos; pequeñas plantaciones forestales; árboles en huertos caseros; árboles utilizados con fines ornamentales, de recreación y protección acústica en calles, parques y jardines; y árboles dispersos en prados y pastizales permanentes que cumplan con las condiciones anteriores.

2.2 Legislación, Política y Servicios Relativos a los Arboles Fuera del Bosque

En la recopilación y análisis de los cuerpos legales existentes en Chile, que dicen relación con el recurso arbóreo, se presentan aquellos que en alguna medida implican una normativa factible de considerar en el caso de los Árboles Fuera del Bosque.

2.2.1 Decreto ley Nº701

El Decreto Ley Nº701 de 1974, actualizado y modificado en 1998 por la ley Nº19.561 de Fomento Forestal, en su artículo 1º indica que:

“esta ley tiene por objeto regular la actividad forestal en suelos de aptitud preferentemente forestal y en suelos degradados e incentivar la forestación, en especial, por parte de los pequeños propietarios forestales y aquella necesaria para la prevención de la degradación, protección y recuperación de los suelos del territorio nacional7”.

La definición que utiliza esta Ley para bosque es:

“sitio poblado con formaciones vegetales en las que predominan árboles y que ocupa una superficie de por lo menos 5.000 m2, con un ancho mínimo de 40 metros, con cobertura de copa arbórea que supere el 10% de dicha superficie total en condiciones áridas y semiáridas y el 25% en circunstancias más favorables8”. Esta definición no estaba contemplada en la ley original del año 1974 y fue introducida el año 1998.

En su Título III De los incentivos a la actividad forestal, indica en el Artículo 12º que:

“El Estado, en el período de 15 años, contados desde el 1º de enero de 1996, bonificará, por una sola vez por cada superficie, un porcentaje de los costos de las actividades” dentro de las cuales se señala e incluyen ciertos tipos de forestación que pueden ser catalogados como Árboles Fuera del Bosque, como por ejemplo, en la letra “c) El establecimiento de cortinas cortavientos, en suelos de cualquier clase, que se encuentren degradados o con serio peligro de erosión por efecto de la acción eólica”. Y en la letra “d) La forestación que efectúen los pequeños propietarios forestales en suelos de aptitud preferentemente forestal o en suelos degradados de cualquier clase, incluidas aquellas plantaciones con baja densidad para fines de uso silvopastoral”.

En el artículo 13º de la mencionada ley se indica que estarán exentos del impuesto los terrenos cubiertos con bosques de protección, entendiéndose por tales los ubicados en suelos frágiles con pendientes iguales o superiores a 45% y los próximos a fuentes, cursos o masas de agua destinados al resguardo de tales recursos hídricos. Estos últimos, podrán cubrir una franja equivalente al ancho máximo del cauce natural, la que no podrá exceder de 400 metros medidos desde el borde del mismo”.

2.2.2 Ley de Bosques

Por otra parte la Ley de Bosques del año 1931, D.S. Nº43639, indica en su artículo 5º que: “Se prohibe:

1) La corta de árboles y arbustos nativos situados a menos de 400 metros sobre los manantiales que nazcan en los cerros y los situados a menos de 200 metros de sus orillas desde el punto en que la vertiente tenga origen hasta aquel en que llegue al plan;

2) La corta o destrucción del arbolado situado a menos de 200 metros de radio de los manantiales que nazcan en terrenos planos no regados;

3) La corta o explotación de árboles y arbustos nativos situados en pendientes superiores a 45%10.

No obstante, se podrá cortar en dichos sectores sólo por causas justificadas y previa aprobación de plan de manejo en conformidad al decreto ley Nº701 de 197411”.

El artículo 12º de la Ley de Bosques indica que:

“Por razones de higienización y hermoseamiento, las Municipalidades deberán establecer plantaciones lineales y grupos arbolados, dentro o colindantes con los centros urbanos. El Gobierno premiará en forma que determine el Reglamento, a aquellas Municipalidades que hayan contribuido más eficazmente al fomento de esta clase de plantaciones”.

En su artículo 19º señala que:

“Se autoriza al Presidente de la República para reglamentar la explotación de las cortezas que contengan sustancias tánicas, saponinas y la recolección de los frutos de árboles y arbustos nativos”.

La ley de Bosques impone además penas a la destrucción del recurso arbóreo:

Artículo 21º.- “La corta o destrucción de árboles y arbustos, en contravención a lo establecido en el artículo 5º, será sancionado con la pena de presidio menor en su grado mínimo a medio y multa de diez a veinte sueldos vitales mensuales12”.

2.2.3 Ley de Bases Generales del Medio Ambiente

La Ley Nº19.300 sobre Bases Generales del Medio Ambiente del año 1994 indica en el artículo 42:

“El organismo público encargado por la ley de regular el uso o aprovechamiento de los recursos naturales en un área determinada, exigirá, de acuerdo con la normativa vigente, la presentación y cumplimiento de planes de manejo de los mismos, a fin de asegurar su conservación”.

Estos incluirán, entre otras, las siguientes consideraciones ambientales:

a) Mantención de caudales aguas y conservación de suelos;

b) Mantención del valor paisajístico, y

c) Protección de especies en peligro de extinción, vulnerable, raras o insuficientemente conocidas”.

2.2.4 Menciones Especiales

En Chile existen 3 especies forestales que pueden ser consideradas en varias situaciones como Arboles Fuera del Bosque y que tienen un tratamiento legal especial debido a su grado de conservación a saber:

Palma chilena (Jubaea chilensis)

La Palma chilena es reconocida dentro de la clasificación del bosque nativo chileno como un Tipo Forestal, éste actualmente se encuentra reducido a algunos valles y piedmonts de la Cordillera de la Costa, entre Petorca (V Región) y la latitud 34º30’S (sur de Colchagua, VI Región). La distribución original lo ubicaba entre los ríos Limarí (IV Región) y Maule (VII Región). En este tipo la especie más importante es la Palma chilena, asociándose comúnmente con Litre, Peumo, Quillay, Boldo, Espino y Maitén13, la densidad de los palmares es de 8 a 60 Palmas por hectárea (Donoso, 1981b)

El 3 de julio de 1941 el Ministerio de Tierras y Colonización a través del Decreto Nº908 declara terrenos forestales las zonas de vegetación de Palma chilena. Este en su artículo 3º indica que queda prohibida la corta de Palma chilena sin permiso previo del Servicio Agrícola y Ganadero, otorgado a petición del interesado. Los favorecidos con este permiso estarán obligados a replantar anualmente el número de árboles que fije el Servicio Agrícola Ganadero, y a atender su cuidado y conservación.

Alerce (Fitzroya cupressoides)

En la clasificación del bosque nativo chileno aparece Alerce como un Tipo Forestal, el que se presenta en forma discontinua entre los paralelos 39º50’ y los 43º30’ S. Los bosques del tipo Alerce varían desde aquellos en que aparece 1 individuo por hectárea, acompañado de vegetación arbórea y arbustiva nativa, hasta bosques puros (Donoso, 1981b).

El Decreto Supremo Nº490 del 1º de octubre de 1976 declara Monumento Natural a la especie forestal Alerce. El mencionado decreto indica entre otros que:

“Primero.- Declárase Monumento Natural de acuerdo a la definición y espíritu de la Convención para la protección de la Flora, Fauna y Bellezas Escénicas Naturales de América a la especie vegetal , de carácter forestal denominado Alerce o Lahuén y cuyo nombre científico corresponde al de Fitzroya cupressoides (Mol) Johnston.

Esta declaración afectará a cada uno de los pies o individuos de la citada especie, cualquiera sea su edad o estado que habitan dentro del territorio nacional.

Segundo.- Declárase inviolable y prohíbese la corta y destrucción del Alerce, salvo autorización expresa, calificada y fundamentada de la Corporación Nacional Forestal, la que procederá solamente cuando estas operaciones tengan por objeto llevar a cabo investigaciones científicas debidamente autorizadas, habilitación de terrenos para la construcción de obras públicas de defensa nacional o la consecución de planes de manejo forestal, por parte de organismos forestales del Estado, o de aquellos en los cuales éste tenga interés directo o indirectamente”.

En su artículo quinto declara: ”Cuando se trate de árboles o bosques muertos de Alerce, encontrándose éstos ya sea en pié, derribados o enterrados y no obstante lo estipulado en el artículo segundo, podrá permitirse su aprovechamiento comercial mediante autorización expresa de la Corporación Nacional Forestal sin necesidad que el interesado cumpla con los requisitos establecidos en el Decreto Ley 701, de 1974, y su Reglamento. Sin embargo, para ser autorizado deberá previamente presentar ante la Corporación Nacional Forestal un Plan de Trabajo especial que abarque todo el área a explotar. De todas maneras las faenas sólo las podría iniciar una vez que haya aprobado el mencionado Plan de Trabajo especial.

Además, y con el fin de ordenar los aprovechamientos de maderas muertas y evitar futuras depredaciones en los bosques de Alerce la Corporación Nacional Forestal determinará los sectores, dentro de la X Región donde se podrá llevar a cabo estas explotaciones o faenas”.

Este último artículo ha abierto un debate en razón que la Corporación Nacional Forestal ha autorizado la explotación de Alerce muerto en incendios forestales posteriores a la dictación del Decreto Nº490. De acuerdo a Aravena y Lobos (1999) la interpretación dada por la Corporación Nacional Forestal se ha alejado del espíritu del Decreto Supremo, puesto que ha procedido a aprobar los planes de extracción sin la determinación sectorial que debió hacer al dictarse el Decreto.

Araucaria (Araucaria araucana(Mol.) K. Koch)

Araucaria representa un Tipo Forestal en la clasificación del bosque nativo chileno, éste se desarrolla en dos áreas discontinuas: en la Cordillera de Nahuelbuta y la Cordillera de Los Andes entre los 37º27’ S y los 40º48’S entre los 900 y 1.700 m.s.n.m., normalmente Arucaria se asocia con Lenga (Nothofagus pumilio) y con Coigüe (Nothofagus dombeyi) (Donoso, 1981b).

El decreto Nº43 del 19 de marzo de 1990 en su artículo 1º declara Monumento Natural a la especie vegetal de carácter forestal, denominada Pehuén o Pino Chileno, y cuyo nombre científico corresponde al de Araucaria araucana (Mol.) K. Koch. En su artículo 2º indica que “ la Corporación Nacional Forestal sólo podrá autorizar la corta o explotación de Araucarias vivas, cuando ésta tenga por objeto llevar a cabo investigaciones científicas debidamente autorizadas, la habilitación de terrenos para la construcción de obras públicas, obras de defensa nacional o cuando sean consecuencia de Planes de Manejo Forestal, por parte de organismos oficiales del Estado y cuyo exclusivo objeto sea el conservar y mejorar la especie”.

En el artículo 3º dice que “El aprovechamiento de árboles muertos de Araucaria, sólo podrá efectuarse previo plan de manejo aprobado por la Corporación Nacional Forestal….La Corporación Nacional Forestal no aprobará planes de manejo de aprovechamiento de Araucaria muerta por efectos del fuego u otra acción del hombre, cuando sea presumible que el propietario o agentes suyos han tenido responsabilidad en ello.” Esto último viene a suplir la deficiencia que se observa en el Decreto Nº490 que declara Monumento Natural a la especie forestal Alerce.

2.2.5 Normativas Municipales

En Chile existen cerca de 322 municipios, cada una de ellos tiene su propia ordenanza municipal con respecto al tratamiento de los árboles y áreas verdes localizadas en la comuna. En la mayoría de ellos es de responsabilidad de los vecinos el cuidado permanente de los árboles y plantas de ornamentación plantados por la Municipalidad en las veredas que correspondan al frontis de sus propiedades, requiriéndose un permiso especial para la poda y corte de los mismos. Y es la Municipalidad quien se encarga de la mantención de los parques y plazas de la comuna.

Se destaca la existencia de multas en caso de destrucción de árboles en calles y plazas.

2.2.6 Otras Leyes

Otras leyes y normativas que involucran Arboles Fuera del Bosque en Chile se encuentran insertas en distintas disposiciones de varios Ministerios:

En el Ministerio de Vivienda y Urbanismo en lo referente a plazas, parques y aceras de uso público y la obligatoriedad de las municipalidades y propietarios a mantenerlos y promoverlos; en el Ministerio de Obras Públicas fijando competencias para reglamentar la plantación de árboles en caminos, dispone que la reforestación y plantación de árboles en hoyas hidrográficas será realizada por dicho Ministerio, en el Ministerio de Minería en lo concerniente a la poda y corta de árboles exigida por tendidos aéreos eléctricos (CONAMA, 1992).

2.3 Tipologías de los Diferente Arboles Fuera del Bosque

De acuerdo a la información recopilada en Chile que tienen relación con los Árboles Fuera del Bosque, y de acuerdo a la definición en el país, es posible identificar las tipologías de AFB que a continuación se indican:

2.3.1 Sistema Silvoagrícola

De acuerdo a Benedetti y Espinoza (1992) corresponde a un manejo de la vegetación arbórea o arbustiva integrada al ciclo agrícola, de modo que en su conjunto brinden mayores beneficios y/o se cumpla con algún objetivo específico de conservación del suelo o del agua:

• Arboles productores de madera comercial en los cultivos: en Chile este sistema ha sido utilizado en zonas de cultivo de trigo como la IX Región, en donde la especie arbórea utilizada corresponde a Roble (Nothofagus obliqua) con una densidad de 25 a 50 árboles por hectárea.

• Cercos vivos para delimitar propiedades o sectores: esta es una práctica bastante difundida en Chile, la cual cumple varios objetivos, entre ellos se puede destacar la protección de cultivos, a través de la creación de condiciones microclimáticas, obteniéndose además productos como leña, varillas y postes de diámetros pequeños que pueden utilizarse en construcción de techos, tabiques divisorios o cercos, cestería, mangos de herramientas, además de abastecer de estacas para la propagación de los mismos árboles.

• Cortinas cortaviento: consisten en hileras de especies arbóreas o arbustivas de tamaño medio–alto, dispuestas en sentido perpendicular a la dirección del viento dominante, disminuyendo de esta forma su velocidad y efectos no deseados como disminución de humedad del terreno, evapotranspiración de cultivos menores, pérdidas de flores en árboles frutales, etc. En Chile son bastante utilizadas y a partir de 1998 por la ley Nª19.561 son bonificadas.

• Barreras vivas para formación lenta de terrazas para uso agrícola: esta práctica es casi desconocida en Chile, pero existen algunas experiencias impulsadas por un organismo no gubernamental (JUNDEP) en la zona de Canela, IV Región. Se trata de hileras densas y continuas de vegetación arbórea siguiendo curvas de nivel, que cumplen una función de barrera de detención de la tierra arrastrada por efecto de la escorrentía y producen la formación natural de terrazas estables para la producción agrícola.

2.3.2 Sistema Silvopastoral

Corresponde a un manejo de praderas integrando árboles o arbustos al ciclo pecuario, con un mayor beneficio total en términos productivos y/o ambientales:

• Arboles de sombra y mejoradores de suelo en pastizales: existe un conjunto de especies arbóreas que, por la asociación de sus raíces con bacterias, tienen la capacidad de fijar nutrientes en el suelo, característica que unida a la sombra que los árboles entregan, permiten aumentar el estrato herbáceo, tanto en cantidad como en calidad, debido al aumento de la fertilidad del suelo y la menor evapotranspiración de las hierbas. La sombra entregada por el estrato arbóreo juega un rol importante en la producción pecuaria, ya que esta permite a los animales tener un lugar de resguardo de las temperaturas elevadas durante el día, evitando la pérdida de peso por transpiración. Los dos factores anteriores se ven reflejados en un aumento de peso por parte del ganado, respecto a sistemas de praderas abiertas. En Chile se ha experimentado la recuperación y utilización de la estepa de Espino (Acacia caven) para manejo silvopastoral y en la IV Región el manejo de Acacia saligna (Benedetti y Espinoza, 1992).

2.3.3 Formaciones con destino Medicinal

En Chile existe una tradición de uso de hierbas, arbustos y árboles con fines medicinales. Numerosos estudios locales señalan el acabado conocimiento de la población sobre su flora y el reconocimiento específico sobre su utilidad (Hoffman, Farga, Lastra y Veghazi, 1992). Por esta razón, abundantes son los árboles dejados en pie en grupos o aislados debido a su valor medicinal, se trata de especies valiosas desde el punto de vista popular y no conforman un arreglo espacial determinado. Hoffman et. al (1989) cita algunas de las especies arbóreas más utilizadas:

Arrayán (Luma apiculata), árbol nativo, utilizado entre Colchagua y Chiloé (VI a X Región)

Boldo (Peumus boldus), árbol nativo, crece desde Aconcagua hasta Osorno pero es especialmente abundante desde Curicó hasta Bío-Bío (VII a VIII Región)

Canelo (Drymis winteri), árbol nativo, presente en Chile desde el río Limarí hasta Tierra del Fuego (IV a XIII Región). Este es el árbol sagrado de la etnia mapuche.

Eucalipto (Eucalyptus globulus), especie exótica, se utiliza especialmente en la Región Metropolitana.

Maitén (Maytenus boaria), especie nativa, crece entre Coquimbo y Chiloé (IV a X Región).

Peumo (Cryptocarya alba), especie nativa, de amplia distribución (IV a X Región) es utilizada especialmente en la VIII Región.

Quillay (Quillaja saponaria), especie nativa, crece entre Coquimbo y Malleco (IV a IX Región), utilizada especialmente en la VIII y IX Región.

Radal (Lomatia hirsurta), especie nativa, crece principalmente desde la VIII a la X Región.

Sauce llorón (Salix babylonica), especie exótica de amplia distribución.

Tilo (Tilia sp.), árbol exótico común en plazas y parques.

2.3.4 Sitios de Valor Cultural

En los sectores donde habita la etnia mapuche, IX y X regiones principalmente, es posible encontrar sitios con árboles individuales o grupales que corresponden a sitios con un especial valor cultural, ritual, medicinal o simbólico, y/o histórico tales como restos de ocupación indígena, antiguos senderos, árboles testigos de reuniones históricas, etc. Estos AFB son altamente valorizados por los habitantes de estas zonas y son conservados a través del tiempo.

2.3.5 Vida Silvestre

Muchos árboles aislados o grupo de árboles son de gran importancia como “estaciones de parada” para aves, especialmente las que tienen frutos, para animales menores como refugio y fuente de agua. Y disminuyen los efectos de la fragmentación de los ecosistemas.

2.3.6 Parques, plazas y aceras

En las ciudades y sitios poblados es común observar parques, plazas y aceras con vegetación arbórea que corresponde a Arboles Fuera del Bosque. En estos sitios se aprecia tanto vegetación exótica como nativa, la utilidad de estos lugares es estética, recreación, identificación con la comunidad y protección. En este sentido se ha incorporado el concepto de “árbol patrimonial” que es aquel que se destaca por su carácter monumental, es decir es asimilado a un monumento más de la ciudad enfatizándose su carácter histórico, y más precisamente su conexión con hechos de la historia (Gajardo, 1993).

El árbol urbano es a menudo utilizado como fuente para recolección de semillas (Gajardo, 1993). Los árboles en las zonas urbanas facilitan la infiltración de agua en el suelo, reducen la escorrentía superficial en los distritos urbanos centrales edificados y también en las zonas más distanciadas y, representan un factor de mediación importante en el ciclo hidrológico urbano (Loucks, 1993 citado por Chile Forestal, 1997).

2.3.7 Algunas Prácticas que Incorporan el Uso de Arboles Fuera del Bosque en Chile

De acuerdo a Benedetti y Valdés (1996), se pueden apreciar distintas prácticas e intensidades de uso de los AFB a lo largo del país de este modo para las regiones I a VII se puede encontrar:

Altiplano

En las comunidades altiplánicas de la I y II Región de Chile tienen sistemas productivos que corresponden a explotaciones individuales con una superficie promedio de 2,7 ha, los cultivos principales son alfalfa y algo de horticultura, los cultivos arbóreos son mínimos existiendo árboles y arbustos leñosos utilizados para la delimitación de propiedades, linderos o cercos vivos, pero también jugando otros roles como estructura de apoyo y sostenimiento de taludes de tierra, sombra y protección contra heladas de los cultivos agrícolas, producción de forraje o frutos para el consumo humano.

Valles y desierto del Norte Grande de Chile (I, II y III Región)

En los valles es común la asociación de árboles con cultivos agrícolas como forrajeros. En el valle de Lluta la asociación principal es praderas de Alfalfa (Medicago sativa) y Algarrobo (Prosopis chilensis) en linderos o cercos vivos, actuando a la vez como cortinas cortaviento. Esta situación se repite en otros valles como Quebrada de Camarones, Quebrada de Tarapacá, Quebrada de Retamilla y otras, así como sectores del Valle de Copiapó.

De los árboles, especialmente Algarrobo, se obtiene leña para la confección de carbón, se recogen los frutos para la alimentación del ganado, otra función del árbol es la protección del viento y heladas. La plantación de estos árboles es una tradición, por cada árbol que se saca o muere se plantan 2 ó 3.

El cultivo mixto de árboles y cultivos agrícolas se observa en valles y oasis de la II y III Región, las especies forestales están representadas por Algarrobo, Pimiento (Shinus molle), Eucaliptus sp. y Alamo (Populus sp.), empleados para la protección del viento y delimitación de la propiedad.

Comunidades agrícolas de la IV Región

Principalmente en las comunidades agrícolas14 de la IV Región pero también en otros sectores de la II y IV Región se utilizan Arboles Fuera del Bosque en cercos vivos para la delimitación de zonas de cultivo o de la propiedad se utiliza Alamo, Sauce (Salix sp.) y Ecualipto. De los árboles se obtiene leña y vigas para la construcción.

También son utilizados bosquetes para el cobijo de ganado en el campo común, los árboles y arbustos se distribuyen en forma natural o artificialmente en el espacio dentro de encierras creadas para el pastoreo, dejándose grupos de árboles o arbustos en los rincones del perímetro o en los fondos de quebradas con el objetivo de proporcionar un lugar de cobijo a los animales durante el período de talaje. Las especies más frecuentes son Quillay y en los últimos años Acacia saligna.

Otro uso de los Arboles Fuera del Bosque es la protección de fuentes de agua, esto es común observarlo en quebradas cuando se ha construido un pozo en partes medias de cerros donde se ubican nacimientos de fuentes naturales, en estos casos la función de los árboles es la proporción de sombra para evitar una excesiva evaporación. Estos bosquetes están formados por Quillay, Maitén, Eucalipto y Alamo acompañados de diversos arbustos.

Una práctica similar a la anterior es el uso de árboles para la estabilización de riberas las especies arbóreas utilizadas son Eucalipto, Alamo y Sauce (Salix sp.).

Zona central V, VI, VII y Región Metropolitana

En la zona central debido a que el clima es más benigno hay una mayor presencia de árboles aunque las formas de utilización no difiere en gran medida de las ya expuestas.

El pastoreo en formaciones naturales es una práctica difundida que consiste en la introducción de ganado para el pastoreo directo de la pradera natural, el caso más característico es el pastoreo en la estepa de Espino, esta especie provee de forraje en forma secundaria, ejerce una influencia favorable sobre la pradera que crece bajo su copa, leña y carbón.

La utilización de bosquetes para protección del ganado es también una costumbre común en esta zona dejándose grupos de árboles en las áreas destinadas a pastoreo, obteniéndose además leña o carbón (Figura 1). Las especies utilizadas corresponden a las presentes en los espinales y bosque esclerófilo, aunque también se utilizan especies exóticas como Pino (Pinus radiata) y Eucalipto.

En la zona central de Chile se asocia frecuentemente especies forestales con frutales y agricultura buscando la protección de los últimos. Ejemplos de esto es la asociación de tunas (Opuntia ficus) con Espino, pequeñas plantaciones de Alamo intercaladas con cultivos agrícolas, asociaciones de Peumo con trigo (Trigum sp.) y Espino con trigo (Figura 2).

En los huertos familiares se utilizan Arboles Fuera del Bosque como cercos vivos y cortinas cortavientos, las especies más utilizadas son Acacio (Robinia pseudocacacia), Eucalipto y Casuarina (Casuarina sp.).

Otro uso que se le otorga a los Arboles Fuera del Bosque en esta zona es la delimitación de caminos y vías de acceso, utilizándolos además para la obtención de leña, postes y varas, las especies más utilizadas son Alamo y Acacio.

Igualmente se utilizan especies arbóreas para cercos vivos y cortinas cortavientos las que además son aprovechadas para la obtención de combustible, madera, postes y varas. Las especies más difundidas son Acacio, Eucalipto, Alamo y Acacia capensis (Figura 3).

En cuanto al uso de especies arbóreas para la estabilización de riberas las más empleadas corresponden a Sauce chileno (Salix humboldtiana), Sauce mimbre (Salix viminalis), y en menor escala Eucalipto y Alamo.

Zona Sur (VIII a X Región)

En la zona sur las modalidades de uso de los Arboles Fuera del Bosque son similares a las de la zona central, aquí nos encontramos con cercos vivos, cortinas cortaviento y protección de cursos de agua con especies como Alamo, Acacio, Eucalipto (Figura 4). Así mismo se utilizan arreglos silvopastorales y bosquetes para abastecimiento de energía.

Asentamientos Humanos Urbanos y Rurales

En Chile ha habido una fuerte influencia en el paisajismo urbano de escuelas europeas, siendo especialmente importante la influencia francesa. Es así como en las ciudades más importantes del país se pueden hoy encontrar grandes parques y avenidas con alta presencia de árboles. Entre las especies más utilizadas figuran Quercus sp., Plátano oriental (Platanus orientalis), Olmo (Ulmus americana.) y Castaño de india. En el caso de los cementerios, los de mayor data estructurados en forma de ciudades rectangulares, presentan calles y avenidas flanqueadas por cipreses a la costumbre italiana. Los cementerios actuales, tipo prados y dehesas poseen zonas arboladas y árboles individuales de todo tipo.

Un tipo destacable de AFB en zonas urbanas y semiurbanas, lo constituyen las áreas de recreación y pic-nic, cada día más comunes, las que consisten en amplias zonas de prados y sitios arbolados. En este caso se utiliza una variada gama de especies, entre ellas Alamo, Acacio, Catalpa (Catalpa bignonioides), Grevillea (Grevillea robusta) y algunas nativas como Espino, Quillay, Maitén (Figura 5).

La misma situación se reproduce en los poblados rurales.

Figura 1


Ganado utilizando AFB como protección

Figura 2

Cultivos con árboles mejoradores

Figura 3

Cortina cortaviento

Figura 4

Alamos en protección de cursos de agua

Figura 5

Plaza en Longaví (VII Región)

2.4 Evaluación y Planificación de los Arboles Fuera del Bosque

2.4.1 Valorización de los Arboles Fuera del Bosque a Nivel Internacional

De acuerdo a FAO (2001) los árboles fuera del bosque son árboles y hábitats arbóreos en tierras no definidas como bosques u otras tierras boscosas. Los árboles fuera del bosque no han sido tomados en cuenta de manera sistemática en las evaluaciones de los recursos forestales y a menudo no se les concede importancia en los procesos de elaboración de políticas y de toma de decisiones relacionadas con el ordenamiento sostenible de los recursos naturales. Sin embargo, el papel que estos recursos tienen de proporcionar bienes y servicios en ambientes rurales y urbanos, reviste importancia.

En los países que cuentan con escasa cubierta forestal, los árboles fuera del bosque constituyen la principal fuente de productos madereros y no madereros. Por ejemplo, en Marruecos, en donde los bosques corresponden a menos del 5 por ciento de la superficie de la tierra y en donde las otras tierras boscosas son sólo el 7 por ciento, cerca del 20 por ciento de la tierra puede estar ocupada por árboles fuera del bosque, más precisamente en forma de pastos forestales (el 84 por ciento de la tierra está ocupada por árboles fuera del bosque) y plantaciones de árboles frutales (12 por ciento). Sin embargo, en muchas áreas el uso de los árboles junto con otras formas de uso de la tierra a menudo se encuentra restringido por la falta de acceso seguro a los árboles y a la tierra, por políticas poco favorables y contradictorias, por escasas ganancias económicas en productos poco competitivos y por una transferencia de tecnología poco adecuada.

En tierras agrícolas de áreas densamente pobladas, las plantaciones de árboles frutales, los huertos caseros y los setos pueden cubrir a menudo una proporción alta de tierra. Las comunidades, los agricultores y los pastores que no tienen acceso a los bosques diversifican su producción y protegen su tierra a través de varios sistemas silvícolas en sus granjas. En Kerala, uno de los estados más densamente poblados de la India, un estudio de 1998 estimó que cerca del 83 por ciento de la madera provenía de las granjas, el 10 por ciento provenía de las plantaciones y sólo el 7 por ciento de las áreas forestales, al tiempo que el 26.6 por ciento de la superficie del estado cuenta con cubierta forestal. Los árboles fuera del bosque satisfacen cerca del 90 por ciento de las necesidades de leña por parte del estado.

Existe mucha información sobre los árboles fuera del bosque, pero ésta se concentra en ciertos lugares y se encuentra dispersa en distintas instituciones y sectores, además de haber sido recopilada a fin de satisfacer una vasta gama de propósitos. El método de recopilación de datos raramente figura, haciendo más complicada la interpretación de los resultados. Mucha de la información disponible no pone en relación los productos y los recursos. Dado que una parte importante de los árboles fuera del bosque pertenecen al sector informal, estos no se incluyen a menudo en las estadísticas de los recursos forestales. A menudo se subestima el valor económico de sus productos y los beneficios ambientales que estos aportan no son tomados en cuenta. La información relacionada con los árboles en los asentamientos y ciudades es casi inexistente.

Aunque no existen estadísticas sobre los árboles fuera del bosque en la mayoría de los países, algunos de ellos están tratando el tema en sus encuestas más recientes. Por ejemplo, en Francia, dos programas complementarios proporcionan información precisa sobre los árboles fuera del bosque. El Inventario Forestal Nacional de 1996 incluía inventarios especiales para los setos, las plantaciones en línea y para los árboles aislados. En el curso de los últimos treinta años, las metodologías y el alcance de los inventarios destinados a evaluar los árboles fuera del bosque han sido objeto de perfeccionamiento y actualmente forman parte del mandato de los inventarios forestales nacionales. Desde 1981, la encuesta Teruti realizada por el “Servicio central de encuestas y estudios estadísticos” (SCEES) del Ministerio de Agricultura vigila los cambios que se verifican en el uso de la tierra e incluye los árboles fuera del bosque. Los resultados de estos estudios contribuyeron al reconocimiento del papel importante que cumplen los setos en la regulación anual de la escorrentía y en la disminución de la velocidad pico del flujo. Actualmente varias políticas y programas nacionales y de la Comunidad Europea apoyan la rehabilitación del paisaje a través de árboles fuera del bosque.

Existen muchos ejemplos en los cuales se están desarrollando medios para tratar la evaluación de los árboles fuera del bosque. Por ejemplo el Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE) en Costa Rica, está desarrollando una metodología regional para América Central a fin de evaluar los recursos forestales fuera del bosque, en colaboración con la Universidad de Friburgo, Alemania. Una mezcla de teledetección vía satélite, de fotografías aéreas y de muestras en el terreno son utilizadas para evaluar y vigilar este recurso complejo, tanto a nivel nacional, como regional. Los parámetros supervisados incluyen la cantidad de especies, su distribución y estructura. Un conocimiento mayor y el mejoramiento de los instrumentos necesarios para la evaluación de este importante tema emergente permitirán un uso sostenible del recurso.

2.4.2 Valorización de los Arboles Fuera del Bosque a Nivel Nacional

En Chile no existe actualmente o bien explícitamente, el concepto de Árboles Fuera del Bosque y por ende en el país no se cuenta con una política definida al respecto, que implique la valorización de este tipo de recurso y por tanto de su evaluación y cuantificación. Sin embargo, es posible encontrar información cuantitativa de lo que según la definición propuesta para Chile, podría entenderse como AFB.

A partir de la revisión de distintas iniciativas de cuantificación del recurso vegetacional en Chile, se identifican al menos dos instancias en las cuales se consideran o se han considerado en algún momento, inventarios que entregan información cuantitativa de individuos arbóreos que pueden ser identificados como AFB, según la definición propuesta en este análisis.

Se citan además dos métodos utilizados en Chile para la cuantificación y descripción del recurso vegetacional, que si bien actualmente no reconoce y evalúa a los Árboles Fuera del Bosque, podrían a futuro, en la medida que este recurso adquiera la importancia que debe tener, adaptar sus metodologías de trabajo para incluir este recurso.

A) Censo Nacional Agropecuario

El VI Censo Nacional Agropecuario llevado a cabo el año 1997 en Chile, incorporó información sobre plantaciones forestales en las explotaciones agropecuarias.

Para entender la información que entrega hay que manejar algunos conceptos:

• Los predios o unidades agrícolas debían de reunir un mínimo de actividad agropecuaria o forestal para ser empadronados como una explotación. En este Censo se empadronaron, en la parte forestal, aquellas explotaciones que reunían a lo menos los siguientes mínimos de actividad:

-Disponer a lo menos de 1,0 hectárea con plantaciones forestales15.
-Disponer a lo menos de 5,0 hectáreas con bosques naturales y montes o con arbustos que pueden ser destinados a la producción de madera, carbón o leña.

• El marco censal estuvo compuesto por la lista de predios rurales por comuna del Servicio de Impuestos Internos (SII) complementado con investigaciones en regiones.

Así, a modo de conclusión a partir de la información entregada por este censo se pueden asumir como Arboles Fuera del Bosque todos aquellos terrenos con una superficie de hasta 0,5 ha ocupada con árboles, lo que indicaría que al año 1997 existían 303,5 ha de Arboles Fuera del Bosque desglosado en 7 clases **(Alamo, Aromo (Acacia melanoxylon), Eucaliptus, Pino radiata, Pino oregón (Pseudotsuga menziesii), Raulí y otras especies), en el Cuadro 3 se entrega la información desglosada por región y en el Cuadro 1 desglosada por especie y región.

Cuadro 3

Superficie (ha) de Arboles Fuera del Bosque de Acuerdo al Censo

Región1

Alamo

Aromo

Eucalipto

Pino radiata

Pino oregón

Raulí

Otras especies

Total

II

0,4

0,2

0,2

0

0

0

5,6

6,4

III

1,4

2,8

50,6

0

0

0

0

54,8

IV

23,3

0,6

45,0

2,4

0

0

1,5

72,2

V

10,9

4

0

3,8

1,9

0,2

7,5

28,3

VI

25,6

4,7

0

2,9

0,1

0

11,4

44,7

VII

2,5

 

0

0

0

0

1,6

4,1

VIII

9,3

7,2

0

0

5,0

2,1

0,9

7,2

IX

110,7

55,7

609,1

0

5,2

1,7

4,6

787,6

X

23,5

5,4

107,4

27,2

46,5

7,5

5,5

223,0

Metropolitana

1,8

2,2

0,4

1,3

0

0,2

0,8

6,7

Total

209,4

82,8

812,7

37,6

58,7

11,7

39,4

1235,0

1: No se incluyó en el estudio las regiones I, XI y XII.

Esta información no representa el total de Arboles Fuera del Bosque sino que sólo las censadas por el estudio y se limita a las plantaciones informadas por los propietarios para las especies mencionadas.

B) Acciones Municipales

En Chile los municipios tanto a nivel urbano como rural, mantienen una masa de Arboles Fuera del Bosque, con fines principalmente de hermoseamiento del ambiente y recreación, ya sea en parques, plazas y aceras. Este recurso es objeto de censo por parte de cada municipio con cierta periodicidad, dependiendo básicamente de los recursos disponibles. Esta información es colectada con el objetivo de conocer la magnitud del recurso, su estado y elaborar pautas de mantención. Los resultados de los censos no son públicos y para conocerlos se debe establecer una comunicación con el departamento respectivo en cada municipalidad.

Sin embargo estos censos no son realizados por todos los municipios ni tienen una periocidad determinada.

En el estudio del patrimonio forestal urbano, han sido utilizado con éxito índices ponderados que emplean diferentes variables calificatorias del árbol. Entre ellas se hace referencia a edad, estado sanitario, tipo de intervenciones sufridas, forma de la copa, desarrollo del fuste, ramificaciones secundarias, origen geográfico, etc. (Gajardo, 1993).

C) Catastro y Evaluación de Recursos Vegetacionales Nativos de Chile

Entre los años 1994 y 1997, con financiamiento del Banco Mundial, se realizó en el territorio de Chile el proyecto "Catastro y Evaluación del Recurso Vegetacional Nativo del País", mediante el cual se cuantificó, dimensionó y categorizó los diferentes usos del suelo en el territorio nacional, tanto del punto de vista de ocupación natural del suelo como desde el punto de vista antrópico, trabajo por el cual fue posible generar la información contemplada a nivel de cada región, provincia y comuna del país. Esta tarea estuvo a cargo de la Corporación Nacional Forestal.

Para la realización del Catastro se utilizó la metodología de descripción de la vegetación desde el punto de vista fisionómico, vale decir, presentación de la vegetación con base a su estructura y composición botánica, desarrollada por la escuela fitoecológica L. Emberger del Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) de Montpellier, Francia. El método se denomina "Cartografía de Ocupación de Tierras" (COT), modificada en el caso del "Catastro" para la situación forestal. La metodología proporciona una representación objetiva de la vegetación nativa en su estado actual.

La mayor parte del territorio se cartografió a escala 1:50.000 con una superficie mínima cartografiable de 6,25 ha, el territorio restante se cartografió a escalas 1:100.000, en este caso con una superficie mínima cartografiable de 25,0 ha y, 1:250.000 con una superficie mínima cartografiable de 156,25 ha.

En este Catastro el concepto utilizado para Bosque nativo fue: “ecosistema en el cual el estrato arbóreo, está constituido por especies nativas, tiene una altura superior a 2 metros y una cobertura de copas mayor al 25%”.

De esta forma el "Catastro y Evaluación del Recurso Vegetacional Nativo del País" no entrega información sobre los Arboles Fuera del Bosque, principalmente debido a la escala con la cual se trabajó unido a la cobertura mínima definida.

A partir de esta información, se realiza en el país un monitoreo permanente a fin de actualizar anualmente para cierta área geográfica la información del catastro, generalmente por región, en forma cíclica de manera de lograr la actualización a nivel de país. A medida que este proceso ha ido operando se han considerado mejoramientos metodológicos de manera de lograr una información de mayor calidad.

En este contexto, y logrando situar el tema de los AFB como un tópico relevante, sería recomendable lograr algunos ajustes metodológicos que permitieran la incorporación y evaluación de este recurso.

D) Actualización de Plantaciones Forestales

El Instituto Forestal (INFOR), centro nacional de investigación forestal en el país, contempla dentro de su misión la evaluación permanente de los recursos forestales en Chile. Esta actividad viene siendo realizada por INFOR desde la década del 60’, en un principio los inventarios forestales estaban orientados a cuantificar y describir el recurso forestal nativo y artificial. En la década de los 70’, se priorizaron los inventarios de plantaciones forestales a objeto de contar con antecedentes para el establecimiento de núcleos de desarrollo forestal industrial. Estos inventarios se vienen haciendo en forma regular desde 1980.

La escala de trabajo es regional utilizando una base cartográfica semidetallada, escala 1:50.000, con una unidad mínima de trabajo de 5 ha, en base a imágenes satelitales, fotografías áreas y campaña de terreno. Sin embargo, los requerimientos de mayor especificidad de la información tanto a nivel cuantitativo como cualitativo han determinado una innovación permanente de la metodología y tecnología utilizada.

Al igual que en el caso anterior del catastro, podrían implementarse algunos cambios metodológicos que permitieran la valoración de los AFB.

3. Importancia de los arboles fuera del bosque

3.1 Importancia de los AFB

Como se aprecia en el desarrollo de este documento, en Chile no existe el reconocimiento de los Árboles Fuera del Bosque como un recurso propiamente tal, por lo cual el país no posee información cuantitativa sobre él. Sin embargo, se puede inferir acerca de su importancia económica, cultural y ambiental, dependiendo de su participación en la economía de los distintos actores del sector rural y de la calidad de vida de los habitantes urbanos.

3.1.1 Importancia Económica

La importancia económica de los AFB es de más fácil constatación y medición en el caso de los sistemas productivos del área rural, en donde éstos cobran una importancia relevante desde el punto de vista económico no evaluado, el que se traduce en el ahorro en la obtención de diversos productos maderables y no maderables generados por los AFB. Un ejemplo concreto es el caso de maderas redondas, como postes, polines, vigas y otros, que al ser generados por los AFB en el predio, implican el no gasto de inversión en su compra.

Otra forma de medir la importancia económica de los AFB en el predio no valorada pero que representa también un ahorro, se refiere al incremento en la productividad agrícola y ganadera al mejorar la productividad de los suelos y cultivos utilizando árboles fijadores de nitrógeno, evitando así la compra de fertilizantes, u optimizando el rendimiento del recurso hídrico y por ende el gasto en agua a través de la maximización de condiciones de humedad favorables. En esta consideración se pueden citar además la obtención de miel y medicinas a partir de este recurso.

Los AFB contribuyen también en forma concreta a la economía local mediante la producción y comercialización de forraje y energía ( leña), actividades que pueden alcanzar una participación porcentual significativa en la estructura de ingresos del productor rural.

La forma de comercialización de los productos en el ámbito rural está asociada a un alto nivel de informalidad tanto en las transacciones como en la oferta - demanda.

En el ámbito urbano la importancia económica pasa principalmente por las externalidades posibles de evaluar, de los AFB las que tienen expresión en su rol ambiental destacándose la participación que tienen en elevar la calidad de vida de los habitantes.

Dada la no valoración de la importancia económica de los Árboles Fuera del Bosque y la informalidad de su comercialización, Chile no incorpora en sus cuentas nacionales ni sectoriales el aporte y peso económico de este tipo de recurso.

3.1.2 Importancia socio cultural

En Chile se destacan dos situaciones socioculturales en donde los árboles como individuos son altamente valorados:

- El primer caso se refiere a la etnia mapuche, asentada en la zona sur del país. La cultura mapuche, posee una cosmovisión en la que la Naturaleza juega un rol preponderante reconociendo deidades en varios de sus componentes, el árbol en particular es respetado a tal nivel que la especie Canelo, Drimys winteri, es considerado su árbol sagrado y además con propiedades curativas.

- El segundo caso lo conforman las comunidades agrícolas, las que corresponden a comunidades históricas originadas en la época de la Colonia, cuando los españoles repartieron tierras entre sus soldados. Éstas se encuentran en la zona semiárida del país en los terrenos más marginales desde el punto de vista productivo, siendo por tanto muy escasa la vegetación, especialmente los árboles. De este recurso se han abastecido de energía a través de los años y, como una forma de asegurar su fuente de abastecimiento poseen un reglamento donde se prohibe la corta de individuos vivos.

En general la importancia sociocultural de los AFB se relaciona en Chile con calidad de vida, siendo un elemento utilizado y valorado como embellecedor del paisaje.

Así en el ámbito urbano los AFB, representados por árboles en plazas, parques jardines y calles son un símbolo de mayor bienestar socioeconómico, llegando a influir en el entorno poblacional. En este caso los AFB son plantados por el gobierno local, el municipio, siendo su mantención una responsabilidad compartida entre éste y los vecinos. En este sentido existe un programa que lleva a cabo la Corporación Nacional Forestal desde el año 1993 para arborización urbana en la Región Metropolitana, el que a través de proyectos presentados por la comunidad y/o municipios asigna recursos e insumos para la creación de espacios verdes los que son responsabilidad de la comunidad. En el período 1993-1998 se habían entregado 256.751 árboles para 27 comunas con indicadores de pobreza importantes y con mayor carencia de áreas verdes (Lagos, 1998).

En el ámbito rural, si bien los AFB son también un elemento valorado por hacer más agradable el paisaje, juegan además un rol productivo ya sea en forma directa proporcionando energía, frutos, madera y medicinas naturales ó, en forma indirecta proporcionando sombra y cobijo al ganado y a las personas, protegiendo el suelo de la erosión, los cursos de agua, delimitando la propiedad y mejorando la productividad de cultivos agrícolas o praderas a través de la protección del viento y el asoleamiento excesivo. En este caso, los árboles fuera del bosque son plantados y cuidados o mantenidos si existían como vegetación nativa, por los propietarios de la tierra.

3.1.3 Rol Ambiental

Los bosques poseen diversas funciones, que tienen relación con la estructura, organización y ubicación de los mismos, las que son importantes para el bienestar de las personas. Algunas de las funciones que son inherentes a los bosques lo son también para los Arboles Fuera del Bosque.

De esta forma los Arboles Fuera del Bosque tienen una función reguladora del ciclo hidrológico, especialmente en la IV, IX y X Región en las que son usados en la protección de afluentes, y a lo largo de todo el país estabilizando las riveras.

Los AFB también tienen un rol en la protección y conservación de suelos, esto se visualiza en la IV Región donde se utilizan para la creación de barreras vivas para formación lenta de terrazas y a lo largo del país en la mejora de la fertilidad suelos de pastura, y de cultivos.

En el intercambio gaseoso, purificación de aire y fijación de carbono, el proceso más conocido es el de liberación de oxígeno y fijación de bióxido de carbono al que indudablemente los AFB contribuyen, en Chile no existen estudios al respecto pero sí se tiene conciencia a nivel de administradores, de lo beneficioso que son los “pulmones verdes” especialmente en las ciudades.

En cuanto a la conservación de la biodiversidad los Arboles Fuera del Bosque en algunos casos forman parte de especies delicadas desde el punto de vista de su conservación. En cuanto a la biodiversidad de los AFB en los campos agrícolas ésta es variada e incluye árboles nativos y exóticos, entre ellos se pueden mencionar los para uso maderero, mejorador y protector del suelo, apícola etc.

En cuanto a la función de recreación y belleza escénica, los Arboles Fuera del Bosque cumplen un papel estelar en las áreas urbanas formando parte de parques, plazas y aceras, en este contexto los AFB cumplen con elevar la calidad de vida de los habitantes de las ciudades.

3.2 Evolución y Dinámica Temporal y Espacial de los Arboles Fuera del Bosque.

En Chile los Arboles Fuera del Bosque han estado asociados históricamente a la agricultura y centros poblados. Sus usos no han variado en forma importante con el devenir del tiempo, sin embargo la intensidad de uso sí ha sufrido variaciones. Es así como en el pasado existía un mayor reconocimiento a la presencia de los AFB asociada tal vez a su mayor disponibilidad, especialmente el uso de frutos y medicinas era ampliamente difundido. Actualmente existe un redescubrimiento de este recurso, así se tienen experiencias de barreras vivas en la IX Región, en la provincia de Malleco, en donde el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), organismo estatal, ha implementado cientos de hectáreas con este tipo de recurso. En la IX Región en Yumbel y Temuco el CET (Centro de Educación y Tecnología, organismo no gubernamental) ha realizado también esta técnica en superficies totales superiores a 100 ha.

Unido a esto está el hecho de que cada vez más proyectos de investigación abordan directa o indirectamente los AFB, aportando de esta forma conocimientos especializados.

4. Aspectos institucionales de los Arboles Fuera del Bosque

4.1 Conocimientos Locales Relativos a los Arboles Fuera del Bosque

En Chile, existen varios proyectos de investigación que de alguna u otra forma han abordado los Arboles Fuera del Bosque, aunque en ellos no se reconoce esto en forma explícita, contribuyendo de esta forma al conocimiento y valorización de ellos. A continuación se describen una parte de estos proyectos.

• Proyecto “Protege”: Es una Asociación de 7 Municipalidades de la zona oriente de la ciudad de Santiago de Chile. Su objetivo es valorar, conservar y recuperar 648.900 hectáreas de la precordillera y cordillera andina central a través de la creación en la precordillera de Santiago de una gran Reserva Ecológica y un gran Parque Natural.

• “Acacia saligna, una Especie Multipropósito como Alternativa Silvopastoral para la Optimización de la Aplicación del D.L. 701 en la IV Región”. Proyecto desarrollado por el Instituto Forestal de Chile (INFOR) con una duración de 3 años Julio 1998 a Junio 2001. El objetivo principal del proyecto es el “desarrollo y promoción de nuevos modelos de producción silvopastoral basados en la especie Acacia saligna, a objeto de optimizar la aplicación de instrumentos de fomento forestal y rentabilizar la explotación productiva de los suelos de la IV Región”. Para esto se generarán las bases para el escalamiento tecnológico del modelo silvopastoral con Acacia saligna en la IV Región y se promoverá la masificación de los nuevos modelos productivos y potenciarán instrumentos de fomento que permitan incrementar la base alimentaria del sector ganadero de la región.

• “Ensayo de Introducción de Especies Forestales para el Manejo Agroforestal y Dendroenergético en Zonas Rurales de la Precordillera Región de Antofagasta”. Proyecto desarrollado por la Corporación Nacional Forestal (CONAF). Su objetivo principal es “mejorar las condiciones de vida de las poblaciones de la Precordillera de la Cuenca del Río Loa, mediante la diversificación de la producción agroforestal”.

• “Análisis y Validación de Propuestas Forestales y Agroforestales para el Desarrollo del Secano de las Regiones VI, VII y VIII”. Proyecto desarrollado por el Instituto Forestal, sus objetivos son: identificar, evaluar y priorizar sistemas de producción forestal y agroforestal factibles de implementar en las comunas en estudio, para determinar su rentabilidad y factibilidad en comparación con la producción agrícola y ganadera pura; y generar un paquete tecnológico materializado en un instrumento técnico y económico de apoyo a la toma de decisiones respecto del uso y manejo de los recursos naturales en áreas de secano de las regiones VI, VII y VIII.

• “Forestación con Plantaciones Fruto-Forestal de Alto Valor, X Región”. Este proyecto está siendo llevado a cabo por el Instituto Forestal, su objetivo principal es establecer unidades demostrativas de castaño, nogal y cerezo, con el fin de evaluar su desarrollo local y hacer transferencia y capacitación inmediata con el fin de fomentar su uso como alternativa productiva para la X Región de Los Lagos.

• “Plantaciones Mixtas: Diversidad, Productividad y Sustentabilidad para el Desarrollo Forestal”. El objetivo principal de este proyecto es desarrollar, implementar y difundir modelos de producción en base a plantaciones mixtas generados a partir de criterios ecológicos y económicos, aplicables para potenciar el negocio agrícola y forestal entre las regiones VII a X. La ejecución está a cargo del Instituto Forestal.

• “Programa de Transferencia Tecnológica para un Desarrollo Forestal Sustentable de Pequeños y Medianos Propietarios”. Proyecto desarrollado por INFOR cuyo principal objetivo es diseñar e implementar un Programa de Transferencia Tecnológica Forestal para la promoción, generación y manejo del recurso forestal, a nivel de pequeños y medianos productores, entre las Regiones IV y XI.

• “Robinia: Nueva Alternativa de Producción Forestal para la Zona Central”. El objetivo principal de este proyecto es desarrollar modelos productivos que permitan formalizar y promover el cultivo de Robinia como una alternativa productiva para el sector privado en suelos de baja fertilidad de las regiones VI y VII. El desarrollo de este proyecto está a cargo del INFOR.

• “Diversificación de Plantaciones Forestales con Especies de Interés Económico”. Este proyecto está terminado y fue ejecutado por INFOR, su objetivo principal era fomentar la diversificación de especies en plantaciones forestales entre las regiones VII y X, mediante la forestación de terrenos que actualmente presentan baja rentabilidad, con el fin de mejorar las condiciones de sustentabilidad biológica y ecológica del sector.

• “Investigación para Aplicar Manejo Forestal en Propiedades de Pequeños Productores, Décima Región” e “Investigación para la Elaboración de un Programa de Forestación con Pequeños Propietarios Forestales” Ambos proyectos están terminados y fueron ejecutados por el Instituto Forestal (INFOR).

• “Técnicas Agroforestales para el Control de la Erosión en una Subcuenca de la Provincia del Choapa, IV Región” el objetivo principal de este proyecto era determinar las técnicas de cultivo y asociación de especies que minimicen las pérdidas de suelo y optimicen el aprovechamiento del agua, poniendo a disposición de los agricultores Sistemas Integrados de Producción para la recuperación de suelos en proceso de acelerado deterioro. Fue ejecutado por INFOR.

Algunas prácticas que involucran AFB son manejadas como por ejemplo algunos sistemas silvopastorales, silvoagrícolas y experiencias urbanas.

De esta manera, existen árboles productores de madera comercial entre cultivos de la IX Región, cercos vivos y cortinas cortaviento a través de todo le país los que además son utilizados para obtener diversos productos como leña, postes, cestería, mangos de herramientas, etc., en las áreas urbanas los árboles de parques tiene un programa de manejo que incluye riegos, poda y fertilización.

4.2 Programas e Iniciativas Relativos a los Arboles Fuera del Bosque

Actualmente la Corporación Nacional Forestal (CONAF) mantiene programas que involucran los AFB, así mismo los fondos estatales para investigación (FIA, FDI y FONDEF) conceden financiamiento para cuestiones que tienen relación con los AFB aunque no se ha visto el caso de financiamiento en forma explícita. El Instituto Forestal (INFOR) ha realizado investigación que concierne a los AFB en diversos proyectos.

4.3 Instituciones Relativas a los Arboles Fuera del Bosque

Debido a que en Chile los Arboles Fuera del Bosque no han sido identificados y valorados en forma explícita las instituciones involucradas en su manejo, evaluación, planificación, comercialización y control son básicamente las que tienen que ver con los recursos naturales y específicamente los recursos forestales. En este contexto se pueden nombrar en evaluación la Corporación Nacional Forestal, el Instituto Forestal y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE); y en manejo y planificación el Instituto Forestal y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA).

5. Evaluación de los Arboles Fuera del Bosque y planificación del uso de la tierra

En Chile los AFB no han sido considerados lo suficiente como para ser objeto de inventarios especiales o ser incluídos en algún censo forestal o agropecuario, debido a esto no han existido métodos de evaluación de este recurso ni entidades o actores dedicados a su planificación. Sin embargo, en el punto 2.4 se indican los estudios realizados a nivel país en los que los AFB han sido de alguna manera abarcados.

6. Experiencias de evaluación

Tal como se mencionó en el punto anterior no existen en el país experiencias de evaluación de los AFB propiamente tal, por esta razón en el punto 2.4 se mencionan las experiencias que de alguna forma incorporan los Arboles Fuera del Bosque.

7. Conclusiones y recomendaciones

7.1 Límites

El presente estudio está limitado al ámbito chileno en las dimensiones que se han dado a conocer en el transcurso del texto, no se descarta que exista información que no se ha incluido por problemas de tiempo o disponibilidad, teniendo en cuenta que el tema de los Arboles Fuera del Bosque en Chile no se ha tratado de manera directa por lo que es probable que algunas experiencias no se encuentren cubiertas.

7.2 Problemas

El problema principal es que en Chile no se maneja el concepto de Arboles Fuera del Bosque por lo que no es reconocido en forma explícita por los silvicultores, agricultores, directivos de organismos encargados de generar la información silvoagropecuaria y en general por los actores del sector silvoagropecuario tanto públicos como privados. Por esto no se ha reconocido la importancia ni el potencial que este recurso representa tanto a escala local como nacional.

7.3 Recomendaciones

Dado el potencial que se vislumbra en el tema de los AFB en Chile se recomienda difundir el tema en el sector silvoagropecuario privado y estatal y desarrollar metodologías y acciones tendientes a su valorización y uso. Como se aprecia en el documento, los AFB son desde hace mucho tiempo utilizados y valorados en diferentes proporciones por la población rural y urbana sin embargo, no existe una planificación ni cuantificación del recurso en forma sistemática, también hay una carencia en cuanto a estudios que investiguen sus potencialidades, factores positivos y negativos, contribución a la economía local y nacional, etc.

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3 En este Grupo participaron la Corporación Nacional Forestal (CONAF), la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), el Instituto Forestal (INFOR), el Ministerio de Relaciones Exteriores, la Corporación Chilena de la Madera (CORMA), el Movimiento Unitario de Comunidades y Etnias de Chile (MUCECH), el Colegio de Ingenieros Forestales, la Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo, la Comité Pro Defensa de la Flora y Fauna (CODEFF), la Red Nacional de Acción Ecológica (RENACE), la Universidad de Chile y la Universidad Católica.
4 Cristián Estades F. (MSc., Phd (c)). Universidad de Chile, Facultad de Ciencias Forestales, Departamento de Manejo Forestal.
5 Rodrigo Catalán L. Ingeniero Forestal. Especialista en productos forestales no madereros y comunidades indígenas.
6 Enrique Castillo B. Ingeniero Forestal. FAO. Experto en evaluación y ordenamiento del uso de la tierra.
7 Reemplazado por artículo primero Nº1), de la ley Nº19.561, D. Of. de 16.05.98
8 Agregada por el artículo primero Nº2, letra C), de la ley Nº19.561, D. Of. de 16.05.98
9 Publicado en el Diario Oficial del 31 de julio de 1931.
10 Modificado por Art. 3º letra a) Ley 18.959 (D. Of. 24.02.90)
11 Modificado por Art. 3º letra b) Ley 18.959 (d. Of. 24.02.90)
12 Introducido por Art. 2º letra b)D.L. 400 de 1974 (D. Of. 08.04.74)
13 Nombres científicos: Litre: Lithraea caustica; Peumo: Cryptocaria alba; Quillay: Quillaja saponaria; Boldo: Peumus boldus; Espino: Acacia caven; Maitén: Maytenus boaria.
14 Forma de propiedad sucesorial comunitaria, conformando una organización social de pequeños agricultores unidos por lazos de parentesco o amistad. En torno a una propiedad común de una extensión territorial indivisa, donde el número de habitantes es manifiestamente superior a las potencialidades del medio.
15 Suelos con plantaciones forestales, bosques y monte. Comprende a los suelos utilizados con plantaciones de especies forestales, con bosques y/o arbustos de especies naturales, explotados o no para la producción de madera, leña, carbón u otros productos forestales.

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