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LOS GRUPOS DE INSECTOS

Cuatro grupos de insectos se alimentan con las semillas de los árboles de la familia de las Leguminosas en las zonas áridas y semiáridas. Ellos son los Coleoptera (escarabajos), los Hemiptera (piojos, pulgones), los Lepidoptera (falena, polilla y mariposa) y los Himenoptera (avispas fitófagas). De los cuatro, los Coleoptera son significativamente más importantes, comprendiendo el grupo de los Bruchidae (gorgojos de la semilla). El estado larval de este grupo tiene lugar, en la mayor parte de su período de desarrollo, dentro de una semilla individual. Las larvas de los Lepidoptera e Himenoptera se desarrollan sobre las semillas en forma bastante menos indiscriminada, atacando frecuentemente varias semillas, pero sin destruirlas completamente. Se tiene muy poca información biológica sobre estos dos grupos. Es limitado el conocimiento también sobre la relación planta-huésped para el otro grupo principal de los Hemiptera o sobre la amplitud de su área de alimentación y sobre los consecuentes daños a las vainas y semillas. Los Hemiptera, en el campo de la agricultura, pueden provocar pérdidas considerables a cosechas como de Vigna unquicularis (“cowpea”). Las pérdidas de campo sobre Vigna sp. en Uganda atribuibles a Hemiptera fueron estimadas por Nyiira (1978) de hasta el 40%.

La fase larval de los Coleoptera, Lepidoptera y Hemiptera produce daños por la perforación en la semilla como consecuencia de la deposición de un huevo sobre la vaina o en el tejido de la vaina. Los Hemiptera se alimentan externamente en las fases larval y de adulta al insertar partes chupadoras de la boca en el tejido de la vaina. Cualquier daño producido durante el crecimiento de formación de las vainas o de las semillas como consecuencia directa del ataque del insecto deberá afectar la producción total de semilla por parte del árbol.

Las presiones provocadas por los insectos que se alimentan de la semilla provocan tensiones indebidas sobre las funciones de la planta. La planta a su vez reacciona produciendo mayor cantidad de semilla. Por lo tanto, como primera prioridad es necesario el estudio inicial sobre la ecología local de los árboles, especialmente si las especies interesadas han evidenciado ya una histórica asociación con insectos, a los fines de formular algún tipo de estrategia de control.


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