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Codex Alimentarius: Una normativa dinámica


Historia del Codex
Estructura del Codex
Trabajos futuros
Conclusion

E.R. Méndez

Eduardo R. Méndez es asesor y consultor de la FAO, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las Secretarías de Comercio y Salud del Gobierno de México. Fue Presidente de la Comisión del Codex Alimentarius y asesor científico en las negociaciones del Tratado de Libre Comercio entre Canadá, Estados Unidos de América y México.

Recientemente se han desarrollado una serie de acontecimientos en los campos de comercio y normalización a nivel mundial que impactan entre otros, al de los alimentos y su comercio, e impulsan a una actualización de los conocimientos de la forma como opera el Programa Conjunto de Normas Alimentarias FAO/OMS (Codex Alimentarius). Ello permitirá posteriormente analizar los diferentes aspectos de esos acontecimientos así como el efecto que seguramente tendrán en la seguridad y el comercio, tanto a nivel interno de los países como a nivel internacional, en el ámbito alimentario.

A raíz de la conclusión de la Ronda Uruguay del GATT con la firma del documento final en Marrakech a mediados de 1994, y al haber iniciado sus trabajos la Organización Mundial de Comercio a principios de 1995, el Programa Conjunto FAO/OMS de Normas Alimentarias cobra una vida diferente de la que había tenido desde el momento de su formación, Dentro de ese marco dos tratados se refieren a temas sobre la seguridad, el comercio y la normalización de alimentos: el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias (SFS); y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio (OTC).

Historia del Codex

Desde hace muchos años existe la idea del establecimiento de un sistema internacional de normalización de alimentos, de hecho durante la reunión en 1943 de 44 naciones para una conferencia de Naciones Unidas en Alimentación y Agricultura se plantea la formación de una organización que diera asistencia a los gobiernos para elaborar y revisar normas existentes a fin de mejorar el contenido nutricional de todos aquellos alimentos que tuvieran importancia en el mercado interno de los países o en el comercio internacional, así como establecer sistemas que facilitaran ese comercio y protegieran adecuadamente la salud del consumidor.

De hecho este movimiento fue el inicio de la Organización para la Alimentación y la Agricultura conocida como FAO, provocando además el desarrollo de un Código Europeo de Alimentos (Codex Alimentarius Europaeus) predecesor del actual Codex Alimentarius.

El inicio del programa Codex Alimentarius o simplemente Codex, como comúnmente se le llama, fue como consecuencia de una Conferencia Conjunta FAO/OMS sobre Normas Alimentarias que se llevó a cabo en 1962, y en la cual se decidió la formación de una Comisión del Codex Alimentarius para elaborar normas alimentarias de carácter mundial, con objetivos básicos de proteger la salud del consumidor y facilitar el comercio internacional de los alimentos.

En 1963 tuvo lugar la primera reunión de la Comisión que hasta el presente ha llevado a cabo 21 reuniones, la última en julio de 1995, que ha sido el detonador de una nueva vida del programa resultado de las decisiones tomadas en el curso de la misma después de discusiones sobre el sistema, su efecto y futuro, y lo ocurrido en el campo del comercio internacional de los alimentos.

Conviene recordar como está organizado el programa; actualmente 151 países participan en él, ello representa más del 97 por ciento de la población del mundo, lo cual da una idea de la importancia y el impacto de las decisiones que allí se tomen y es un hecho que muchos países se han beneficiado con las recomendaciones emanadas por el concienzudo trabajo de los comités.

Importante es hacer notar que actualmente el 70 por ciento de los países que forman parte de la Comisión del Codex Alimentarius son países en vías de desarrollo, Es en ellos en los que el impacto se aprecia más pues son los de alta producción y exportación de materia prima por lo cual uno de los puntos que resaltan es el reforzamiento de la participación de esos países, reconociendo que es necesario obtener el mejor provecho de los recursos disponibles.

Estructura del Codex

Existen, como se puede observar en el organigrama, 5 cuerpos subsidiarios en la Comisión que trabajan tanto en sentido «horizontal» como en sentido «vertical». Los Comités que trabajan horizontalmente, son aquellos que desarrollan normas aplicables a los productos en general o establecen una política global, procesos, o sistemas de vigilancia; son los llamados Comités de Asuntos Generales, y los Comités Regionales de Coordinación.

En los Comités de Asuntos Generales se encuentran los comités que desarrollan su trabajo en las áreas de aditivos y contaminantes, etiquetado, muestreo y análisis, residuos de plaguicidas, etc. Los Comités Coordinadores Regionales, como su nombre indica, atienden aquellos asuntos que afecten a cada una de las cinco regiones del mundo que el programa ha establecido y que serán enviados a la Comisión para su estudio.

Organos subsidiarios de la Comisión del Codex Alimentarius - Subsidiary bodies of the Codex Alimentarius - Commission Organes subsidiares de la Commission du Codex Alimentarius

Los Comités Mundiales del Codex sobre Productos elaboran normas de carácter vertical, es decir trabajan directamente con los productos alimenticios, cacao, cereales, aceites y grasas, azúcares y demás. Actualmente 11 de estos comités han terminado el trabajo asignado por lo cual se encuentran en estado latente (sine die) hasta que sea necesario su reactivación.

La Comisión es administrada por un Secretariado conjunto de la FAO y la OMS. Por conveniencia en el trabajo, la sede se ubica en Roma, Italia.

El presupuesto para el desarrollo del programa, está cubierto en un 82 por ciento por la FAO y un 18 por ciento por la OMS, y es del orden de aproximadamente 5,17 millones de dólares EE.UU. por bienio, Los gobiernos de los países que hospedan a los diferentes comités de trabajo cubren los gastos inherentes a las reuniones.

Existe un Comité Ejecutivo que tiene como objetivo actuar como órgano ejecutivo entre los períodos de sesiones de la Comisión, orientar las actividades, desarrollar un programa de trabajo, estudiar y ayudar a la realización del programa que la Comisión hubiese aprobado. Está formado por un Presidente, tres Vicepresidentes, un Secretariado, representantes de las zonas geográficas y los Coordinadores de las regiones o cualquier grupo de países que sean específicamente enumerados por la Comisión, Durante la última reunión de la Comisión fueron elegidos por un mandato de dos años, como Presidente el Dr. Pakdee Pothisiri (Tailandia) y como Vicepresidentes los señores J.A, Abalaka (Nigeria), D. Gascoine (Australia) y S. Van Hoogstraten (Países Bajos). Los países que fueron elegidos para representar las áreas geográficas fueron: Túnez (Africa), Malasia (Asia), Uruguay (América Latina y el Caribe), Estados Unidos de América (América del Norte) y Nueva Zelandia (Pacífico Sudoccidental).

Trabajos futuros

El programa ha tenido etapas de reajuste desde su inicio ya que como cualquier órgano de esta naturaleza tiene que ir actualizando y mejorando sus métodos y procedimientos a las necesidades y acontecimientos del entorno donde tiene efecto. Ello motivó que a principios de 1993 se convocara una conferencia en Roma para analizar el trabajo que en sus 30 años había desarrollado la Comisión del Codex Alimentarius, sus avances y logros, así como sus deficiencias para que éstas sean corregidas, y poder actualizar los diferentes sistemas de trabajo.

Esta conferencia dio resultados en extremo positivos sobre todo en lo referente a la influencia dentro del trabajo que realizaba el Acuerdo General de Comercio y Tarifas (GATT), ya que durante la reunión del Comité Ejecutivo, realizada en Ginebra en 1987, se invitaba oficialmente a ese organismo a un diálogo para lograr un trabajo armónico entre la Comisión del Codex y el GATT, pues la relación entre ambos organismos era distante.

Los acuerdos sobre OTC y SFS

La Comisión del CODEX Alimentarius es entonces reconocida como el único organismo internacional de nivel intergubernamental para el desarrollo de normas que tengan efecto en el campo de los alimentos. Más aún, entre las diferentes medidas relacionadas con el acuerdo OTC se contempla que las mismas deben demostrar tener una finalidad legítima, así como guardar una adecuada proporción y estar basadas en normas internacionales.

En el acuerdo SFS se establece también que se convoque a los países a participar plenamente y dentro del límite de sus recursos en la labor de armonización de las medidas sanitarias y fitosanitarias sobre las bases de las normas internacionales disponibles, expresamente las de la Comisión del Codex Alimentarius, la Oficina Internacional de Epizootias y la Secretaría de la Convención Internacional de Protección Sanitaria, Se establece, como premisa básica, que en el caso de que un país miembro no aplique una norma deberá dar las razones por las cuales no lo hace.

Para el SFS las Normas del Codex son los puntos de referencia tanto en la resolución de disputas en el comercio, como en la armonización de las normas de inocuidad de los alimentos.

Estas normas contemplan diferentes elementos tales como: ámbito de aplicación y descripción del producto, composición esencial y factores de calidad, aditivos alimentarios y contaminantes de los alimentos, substancias químicas utilizadas en la agricultura, residuos de medicamentos veterinarios, radioactividad, requisitos higiénicos, microorganismos y sus toxinas, requisitos en materia de etiquetado así como métodos de análisis y muestreo.

Algunas premisas básicas

Para lograr estos requerimientos es necesario que el Codex Alimentarius esté basado en aspectos puramente científicos, y fue precisamente uno de los puntos de gran interés durante la reunión de la Comisión en julio pasado que se discutió ampliamente a este propósito, y se llegó a un acuerdo que contiene cuatro premisas básicas:

· Las normas, códigos de procedimiento, directrices y otras recomendaciones de la Comisión del Codex Alimentarius deberán estar basadas en una revisión meticulosa de evidencia y análisis científicos, a fin de asegurar la calidad e inocuidad de los alimentos.

· Al elaborar y decidir acerca de las normas alimentarias, la Comisión deberá tener en consideración, cuando así sea necesario, factores válidos en lo referente a la protección de la salud de los consumidores así como la promoción de prácticas equitativas en el comercio de los alimentos.

· En este contexto se hace mención especial a la importancia que tiene el etiquetado de productos para darle un soporte adecuado a los dos puntos anteriores.

· Existiendo un acuerdo por parte de los miembros de la Comisión en lo referente a la protección adecuada de la salud pública en una norma, pero teniendo diferente opinión acerca de otras consideraciones, los miembros pueden abstenerse de la aceptación de la norma en cuestión, sin que ello impida al Codex adoptar su decisión.

Otras decisiones

Otro acuerdo importante que fue ampliamente discutido y aprobado, afectando favorablemente a los países en desarrollo exportadores de frutas y hortalizas frescas, se refiere a la eliminación de la palabra «tropicales» en el Comité del Codex de Frutas y Hortalizas Tropicales. En la Comisión Económica para Europa de las Naciones Unidas (CEPE) existe un Grupo de Trabajo que ha desarrollado normas de frutas y hortalizas frescas a nivel regional Europeo, ahora, con el cambio aprobado, será el Comité del Codex de Frutas y Hortalizas Frescas el que tenga a su cargo el trabajo de normalización en este campo, que será ya de carácter mundial e intergubernamental; ello permitirá una participación más activa en la elaboración de las normas de los países exportadores de estos productos representando un beneficio en sus economías.

Con esta decisión se logra la ampliación del ámbito de aplicación a la normalización de los productos vegetales alimenticios que no estaban considerados en los trabajos del Codex, cubriéndose prácticamente la totalidad de productos para la alimentación humana y materias conexas en el campo alimentario dentro del organismo FAO/OMS.

Un punto que también fue ampliamente discutido y en el cual ya se logró un principio de acuerdo, es el referente a hormonas para uso veterinario, al haberse iniciado un proceso de aceptación de los límites máximos de residuos (LMR) para algunos productos. Ello impacta favorablemente a los países en desarrollo que no cuentan ya con sistemas sofisticados de detección y control, Los límites aceptados son alcanzados a través de la aplicación de principios y directrices que está desarrollando el Comité de Certificación de Importaciones y Exportaciones del Codex, organismo de reciente creación, La aplicación de dichos sistemas garantiza que los alimentos comercializados cumplan con parámetros establecidos, sobre todo en lo referente a los requisitos básicos relativos a la salud humana. Al mismo tiempo, sistemas para controlar la calidad necesitan ser desarrollados en todos los países, tan pronto como sea posible, para mejorar la protección de la inocuidad y calidad de los alimentos en el mercado doméstico, para controlar los alimentos importados, y para promover la exportación de alimentos mejorando la armonización y la economía en los mercados regionales.

Conclusion

Hasta la fecha, la Comisión del Codex Alimentarius ha elaborado más de 240 normas de productos, 41 códigos de prácticas de manufactura o manejo de los productos alimentarios, ha estudiado 3270 plaguicidas para darles un límite máximo de seguridad permitido de residuo en el alimento, en cuanto a los aditivos alimentarios se han evaluado 760 así como 25 contaminantes de alimentos, a fin de establecer las normas para su uso y control adecuado. Lo mismo ocurre con los medicamentos veterinarios y sus residuos, métodos de muestreo y análisis, etc. Todo este trabajo ha sido apoyado por los esfuerzos de los países miembros de la Comisión, orientados a la protección del consumidor y a la facilitación del comercio internacional de sus productos.

La normativa del Codex es dinámica, En la última década, especialmente, la velocidad con la cual se suceden los hechos ha provocado una reactivación y adaptación en los tiempos del Programa. La FAO a través de la Dirección de Alimentación y Nutrición y su Servicio de Calidad de los Alimentos y Normas Alimentarias apoya plenamente esta labor.


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