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Capítulo 42. Zonas ecológicas de América del Sur


Figura 42-1. Zonas ecológicas de América del Sur

La Figura 42-1 muestra la distribución de las zonas ecológicas en América del sur. La Tabla 42-1 contiene estadísticas sobre el área de las zonas, por subregión, y la Tabla 42-2 indica la proporción de bosques en cada zona, por subregión.

BOSQUE PLUVIAL TROPICAL

Los bosques pluviales tropicales de América del sur se extienden en toda la cuenca del Amazonas, la costa del Pacífico de Colombia y de Ecuador y la costa del Atlántico, Iguaçu y los valles del río Paraná del Brasil. Grandes cantidades de lluvia se precipitan en el corazón de la cuenca del Amazonas y a lo largo de la costa occidental (más de 3 000 mm, hasta 8 000 mm). En otras partes, las precipitaciones se sitúan entre 1 000 y 3 000 mm, a menudo con un período seco breve durante el invierno. Las temperaturas son altas, especialmente en la región de Amazonía, en donde la temperatura media durante el mes más frío es siempre superior al 20°C. En la costa Atlántica, las temperaturas medias disminuyen a medida que aumenta la latitud (entre 15° y 20°C).

La cuenca del Amazonas contiene el área de bosque pluvial tropical más vasto del mundo. En esta vasta extensión se pueden distinguir entre 10 y 20 diferentes tipos de vegetación. El tipo más húmedo se encuentra en la parte alta de la cuenca del río Amazonas, el estado de Amapá en Brasil y la costa occidental de Colombia. La vegetación es exuberante, tiene un bosque siempreverde con diferentes pisos de vegetación que llegan hasta 50 m de altura, con árboles emergentes. Las familias más importantes son las anonáceas, bombáceas, burseráceas, clusiáceas, euforbiáceas, leguminosas, moráceas y esterculiáceas.

El bosque pluvial más extenso es, en cierto modo, más seco y crece en la cuenca del Amazonas y al pie de los Andes centrales. Se trata de un bosque de varios pisos de vegetación que alcanzan hasta 40 m de altura, con o sin árboles emergentes, principalmente siempreverdes pero con una fuerte reducción durante la corta estación seca. Las familias principales son bignoniáceas, bombácaceas, euforbiáceas, moráceas y esterculiáceas. En Brasil, las leguminosas (Parkia spp., Tachiglia spp., Hymenolobium spp. y Swartzia spp. así como otras más) son particularmente importantes. En Perú, las especies más comunes comprenden Bombax munguba, Calycophyllum spruceanum, Castilla ulei y Cedrela odorata mientras que en Venezuela Calophyllum brasiliense, Carapa guianensis, Cedrela fissilis y la Ceiba pentandra son las especies predominantes.

Tabla 42-1. América del Sur: extensión de las zonas ecológicas

Subregión

Área total de las zonas ecológicas (millones de ha)

Tropical

Subtropical

Templada

Boreal

Polar

Bosque pluvial

Húmeda

Seca

Arbustos

Desierto

Montaña

Húmeda

Seca

Estepa

Desierto

Montaña

Oceánica

Continental

Estepa

Desierto

Montaña

Coníferas

Tundra

Montaña

América del Surno tropical

3

36

36

1

9

32

74

10

64


24

26


50


8





América del Sur tropical

665

397

133

9

5

158

46














Total América del Sur

668

433

169

10

14

190

120

10

64


24

26


50


8





TOTAL MUNDO

1 468

1 117

755

839

1 192

459

471

156

491

674

490

182

726

593

552

729

865

407

632

564

Nota: Datos obtenidos de una superposición de los mapas mundiales de la cubierta forestal y de las zonas ecológicas de FRA 2000.

Tabla 42-2. América del Sur: proporción de bosques por zona ecológica

Subregión

Proporción del área de bosque en el área de la zona ecológica (porcentaje)

Tropical

Subtropical

Templada

Boreal

Polar

Bosque pluvial

Húmeda

Seca

Arbustos

Desierto

Montaña

Húmeda

Seca

Estepa

Desierto

Montaña

Oceánica

Continental

Estepa

Desierto

Montaña

Coníferas

Tundra

Montaña

América del Sur no tropical

72

27

75



7

2

89

1


4

29


1


20





América del Sur tropical

82

27

89

15


26

19














Total América del Sur

82

27

86

13


23

9

89

1


4

29


1


20





TOTAL MUNDO

69

31

64

7

0

26

31

45

9

2

20

25

34

4

1

26

66

26

50

2

Nota: Datos obtenidos de una superposición de los mapas mundiales de la cubierta forestal y de las zonas ecológicas de FRA 2000.

Los bosques siempreverdes de pantano abarcan vastas áreas en la región del Amazonas, particularmente en el delta. Entre las especies características figuran Bombax aquaticum, Calophyllum brasiliense, Macrolobium acaciaefolium, Triplaris surinamensis y muchas palmas, incluyendo la Euterpe oleracea, Manicaria saccifera, Mauritiella pacifica y la Raphia taedigera.

Los bosques de manglares crecen en los estuarios más grandes a lo largo de la costa Atlántica y, en menor medida,en las costas del Pacífico. Los manglares más grandes se sitúan en Brasil. En la parte interna de la costa se sitúa una franja de Rhizophora mangle, luego Avicennia tomentosa y A. nitida, finalmente, en un piso de vegetación superior dominado por la Laguncularia racemosa, a menudo la orilla del borde interior del terreno se encuentra flanqueado de una hilera de palmas. Otros árboles comunes y arbustos incluyen Ardisia granatensis, Avicennia tomentosa, Conocarpus erectus, Conostegia polyandra, Rhizophora brevistyla y Rustia occidentalis.

BOSQUE DECIDUO HÚMEDO TROPICAL

Esta zona corresponde aproximadamente a los escudos de Brasil y Guyana, en la parte oriental de América del sur. Una vasta área con una un nivel bastante alto de precipitaciones, pero con una estación seca muy pronunciada que se extiende alrededor del la húmeda cuenca del Amazonas.

Esta vasta zona se encuentra recubierta principalmente de cerrado, que en Brasil, define a un mosaico de pastizales, sabanas con árboles y tierras boscosas con porciones de bosque semideciduo. La flora es rica, contiene leguminosas y mirtáceas que prevalecen en la cubierta de copa de árboles y arbustos. Las especies más comunes son la Caryocar brasiliense, Curatella americana, Kielmeyera coriacea y la Qualea spp. En algunas áreas crece un verdadero bosque, el cerradao - un bosque no muy alto semideciduo, de 10 a 15 m de altura, de densidad media. La flora comprende especies forestales como Bowdichia, Hymenaea, Piptadenia inaequalis y Machaerium y también especies que crecen en el cerrado. En Argentina septentrional, cerca de Salta, un bosque similar crece al pie de los Andes. Los árboles más altos son de Aspidosperma peroba, Astronium spp., Cedrela fissilis y Gallesia gorazema (guararema).

Un bosque semideciduo siempreverde estacional crece en las orillas de la cuenca del Amazonas al pie de los Andes. En Argentina y Paraguay, este bosque bastante denso contiene tres cubiertas de copa distintas, la más alta de las cuales alcanza 30 m. Los árboles característicos comprenden Apuleia leiocarpa, Aspidosperma polyneuron, Balfourodendron riedlianum, Cabralea spp. y Cedrela spp. En Bolivia los árboles de, Astronium urundeuva, Ateleia guaraya, Ficus spp. y Hura crepitans constituyen las especies predominantes.

En Venezuela, la flora y la fisionomía de los llanos tiene cierta similaridad con los cerrados de Brasil. Se trata de pastizales altos con árboles de latifoliadas siempreverdes, entre ellos Acacia caven, Celtis spinosa, Prosopis alba y P. nigra. Un bosque espinoso deciduo crece en algunos lugares y contiene Caesalpinia coriaria, Capparis coccolobifolia, Cercidium praecox, Mimosa spp., Piptadenia flava y otras especies además de las especies principales de los llanos.

La zona también incluye los pastizales de Pantanal, aquellos que se encuentran en la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná en Argentina y el bosque restante en la llanura baja del río Cauca en Colombia.

BOSQUE SECO TROPICAL

En áreas que se encuentran al abrigo de los vientos alisios húmedos, el clima es más seco. Estas regiones pueden estar cercanas al mar, como en el nordeste de Brasil y la costa del Caribe, o en el interior, como en el Chaco argentino. Las precipitaciones oscilan entre 500 y 1 000 mm o menos y cuentan con una estación seca que dura entre cinco y ocho meses. Las temperaturas son siempre mayores en las inmediaciones de la línea del Ecuador (temperatura media del mes más frío superiores a 20°C) pero más bajas en el Chaco, que se extiende a 34°C.

En Brasil, la vegetación típica es la caatinga, tipos de vegetación xerofítica que oscilan entre densa y muy abierta. Los árboles son más o menos deciduos, de troncos delgados y con copas bajas (de 5 a 10 m). La flora es rica, con bastantes leguminosas, especialmente especies de Amburana, Caesalpinia y Mimosa y a menudo comprende Cactáceas. Las palmas Cocos comosa y Copernicia cerifera (carnauba) asumen una importancia considerable en los terrenos inundables.

En Argentina, el chaco es una región boscosa relativamente homogénea desde el punto de vista ecológico situada entre las zonas tropical y subtropical. La vegetación predominante es un bosque seco deciduo con muchas variaciones climáticas, y sobre todo edáficas. Todos estos tipos se caracterizan por "quebrachos" (Schinopsis spp. y Aspidosperma spp.). Los bosques más húmedos crecen en la parte este, un bosque seco en el occidente y un bosque xerófilo en la parte más baja del pie de los Andes.

En la región de la costa del Caribe, los bosques son deciduos y las tierras boscosas ricas en leguminosas que una vez ocupaban buena parte de la llanura. La agricultura y los matorrales han remplazado ampliamente a estos bosques. Tierras boscosas similares con cactáceas crecen a lo largo del golfo de Guayaquil en Perú y Ecuador.

ARBUSTOS TROPICALES

Además de las partes más secas de la costa del Caribe, esta zona se extiende a lo largo de la costa del Pacífico de América del sur desde el sur del golfo de Guayaquil hasta el Trópico de Capricornio, formando un cinturón estrecho entre las laderas más bajas de los Andes y el desierto del litoral. Las precipitaciones son inferiores a 500 mm, y tienen una larga estación seca que dura de ocho a nueve meses y altas temperaturas (siempre superiores a 20°C). Al sur, en Perú, las precipitaciones son aún inferiores a 100 mm, pero una llovizna ligera mantiene un alto grado de humedad y permite que algunas plantas sobrevivan.

Las tierras boscosas xeromórficas contienen algarrobos, que se encuentran en la costa sur del golfo de Guayaquil, una tierra boscosa de hojas perennes dominadas por Prosopis chilensis. En Venezuela occidental, se extiende tierras boscosas con vegetación espinosa decidua bajo las mismas condiciones. Se trata de una tierra boscosa de varios pisos de vegetación de una altura que oscila entre 8 y 15 m de altura con una cubierta de copa en donde predominan árboles de Bulnesia arborea, Capparis spp., Pithecellobium unguiscati, P. saman, Prosopis spp. y Pterocarpus spp.

SISTEMAS MONTAÑOSOS TROPICALES

Las montañas tropicales se sitúan principalmente en la cordillera de los Andes, que se extiende a partir del norte de Colombia y Venezuela entre 28° a 29°S. Sin embargo, algunas áreas de Venezuela y Brasil comparten condiciones climáticas similares. Las regiones montañosas experimentan temperaturas más bajas, que conllevan el crecimiento de tipos de vegetación específicos por encima de los 1 000 a 1 500 m. Las precipitaciones varían enormemente pero las región es tropical por doquier, contando con un rango de temperatura anual bajo. Las zonas ecoflorísticas pueden diferenciarse generalmente por la altitud.

En los Andes septentrionales (Colombia y Venezuela), en ambos costados este y oeste de las montañas las precipitaciones son abundantes. Los rangos de precipitaciones oscilan entre 1 500 y 5 000 mm. La temperatura media del mes más frío a menudo se acerca a 15°C, pero esta precipita hasta alcanzar 10°C o menos, a medida que aumenta la altitud. En general no existe una estación seca, o esta es muy corta. En algunos lugares existe una densa cubierta de nubes y la niebla es muy frecuente. La escarcha aparece por encima de los 2 000 m.

Al sur del Ecuador existe un contraste entre la vertiente este, extremadamente húmeda de los Andes, y la vertiente occidental de los valles andinos más secos. En el costado oriental, el clima es similar al de los Andes septentrionales. En los valles interandinos, aún en Colombia y Venezuela, las precipitaciones oscilan entre 1 000 y 1 500 mm (a veces menos) y la estación seca dura entre dos y cinco meses. En la vertiente occidental, en Perú, las precipitaciones son más bajas (menos de 500 mm) y el clima es muy seco o semiárido. En Venezuela, la parte sur del escudo de Guyana alcanza entre 1 000 a 3 000 m y cuenta con una distribución de precipitaciones anuales bastante homogénea.

Entre 1 000 y 1 800 a 2 400 m en los Andes septentrionales buena parte de los grupos taxonómicos de las tierras bajas siguen persistiendo, tales como las especies de Licania y Eschweilera, pero una cantidad de elementos que distinguen a las tierras altas también crecen en el bosque montano bajo. Por ejemplo, en los Andes colombianos crecen la Alchornea bogotensis, Brunellia comocladifolia y la Cinchona cuatrecasasii. Los bosques montanos o bosques montanos superiores situados entre 1 800 y 2 400 m, pueden extenderse en lugares que alcanzan hasta 3 400 m. Una cifra cada vez mayor de especies montanas típicas figuran entre la flora, por ejemplo, Brunellia occidentalis, Symplocos pichindensis y Weinmannia balbisiana. En las partes más secas, los bosques montanos son siempreverdes estacionales. Por encima de esta zona, los bosques subalpinos pueden extenderse hasta 3 800 m en algunos lugares. La flora característica de las tierras altas comprende muchas especies de Befaria, Brunellia, Clusia, Gynoxys, Miconia, Rhamnus y Weinmannia. En los altos bordes expuestos a los vientos húmedos crece un bosque nuboso montano con árboles retorcidos y bajos que abundan en musgos y líquenes.

La única formación submontana está constituida por bosques de Podocarpus spp., y existe principalmente en la región montana baja del norte del Perú. La conífera Podocarpus oleifolius domina estos bosques, en donde Drimys winteri, Ocotea architectorum y Weinmannia spp. también son comunes.

En Perú y Bolivia, la vertiente este húmeda de los Andes contienen bosques submontanos montanos similares a aquellos del norte de los Andes. En los valles interandinos más secos, el bosque a menudo se vuelve deciduo, y aún xerófilo, pero a menudo este se degrada profundamente, transformándose en matorral. En las laderas occidentales de los Andes, en un clima extremadamente seco, los matorrales reemplazan a los bosques.

En las tierras altas no andinas, el nivel submontano es bastante similar a los bosques de las tierras bajas pero es de menor altura y contiene una flora ligeramente diferente.

BOSQUE HÚMEDO SUBTROPICAL

Esta zona incluye las mesetas y las tierras bajas del lado del Atlántico del continente en el sur del Brasil, Uruguay y Argentina. Las dos principales características son temperaturas bajas en invierno (temperatura media del mes más frío inferior a 15°C) y precipitaciones distribuidas de manera uniforme durante todo el año. Sin embargo, las precipitaciones disminuyen pasando de (1 000 a 2 500 mm) en el norte, a (600 a 1 000 mm), en el sur.

La vegetación natural de las partes más húmedas de la zona son bosques de coníferas siempreverdes dominados por Araucaria angustifolia. Los bosques de Araucaria, de cerca de 25 m de altura, pueden ser casi puros, pero más a menudo esta especie predomina en un bosque denso con Cedrela fissilis, Phoebe porosa, Tabebuia spp., Parapiptadenia spp. y el arbusto Ilex paraguariensis. Actualmente, sólo quedan áreas residuas, dado que este bosque ha sido muy explotado para la producción de madera.

Los pastizales constituyen la principal vegetación en Rio Grande do Sul así como en las tierras bajas de Uruguay y del este de Argentina. Los bosques riparios costean los ríos principales.

BOSQUE SECO SUBTROPICAL

Esta zona de tierras bajas, de menos de 200 km. de ancho, se sitúa entre las zonas aledañas al pie de los Andes y al océano Pacífico. El régimen de precipitaciones es de tipo mediterráneo, y se caracteriza por sequía durante el verano (de dos a siete meses) y las lluvias invernales. Las precipitaciones anuales varían entre 500 mm en la región costera del norte a 2 000 mm en las regiones al pie de los Andes. Las temperaturas invernales son frescas (entre 10° y 15°C).

La vegetación clímax es el bosque siempreverde esclerófilo o tierra boscosa con especies xerofíticas tales como Lithraea caustica, Quillaja saponaria, Peumus boldus y especies de los géneros Cryptocarya y Beilschmiedia. La palma endémica Jubaea chilensis crece en un área estrecha situada al nordeste de Valparaíso. Buena parte del bosque se ha degradado y ha sido reemplazado por matorral espinoso secundario el matorral de Acacia caven, o ha sido reemplazado por la agricultura.

Hacia el sur o en las inmediaciones al pie de los Andes, en donde las precipitaciones son superiores, el bosque esclerófilo cede el paso al bosque abierto mesofítico deciduo dominado por varias especies de Nothofagus (N. obliqua, N. dombeyi, N. procera) asociadas a Aextoxicon punctatum, Araucaria araucana, Drimys winteri, Laurelia serrata y otros.

ESTEPA SUBTROPICAL

Dos regiones pertenecen a esta zona ecológica. Una de ellas se sitúa en la parte occidental de los Andes, y abarca la mayor parte del Norte Chico de Chile y forma un área de transición entre la zona previa y el desierto de Atacama. La otra se sitúa en el este de los Andes, una región extensa in la parte central de Argentina que sirve de transición entre el chaco tropical, la pampa subtropical y las estepas templadas situadas en el sur. Las precipitaciones oscilan entre 100 y 800 mm y el período seco es muy largo, alcanzando hasta nueve meses. La temperatura media del mes más frío puede ser inferior a 10°C. En Chile, las precipitaciones son aún inferiores, de menos de 100 a 400 mm. Las temperaturas son más cálidas que en Argentina, y la temperatura media del mes más frío se sitúa entre 13° y 15°C.

En esta zona el tipo de vegetación más densa es un matorral deciduo que contiene varias especies de Prosopis, que se convierten en vastas áreas de tierra boscosas espinosas. En la planicie interior más seca crece una vegetación arbustiva subdesértica con Bougainvillea spp., Cercidium spp. y varias rhamnaceas. En Chile, Acacia caven y Puya spp. dominan los arbustos espinosos subdesérticos del Norte Chico.

SISTEMAS MONTAÑOSOS SUBTROPICALES

Los Andes subtropicales se sitúan aproximadamente entre 26° y 40°S. Entre 1 000 m y casi 7 000 m de altitud, el clima es frío en todas partes. El área está flanqueada a occidente por los picos más altos, formando una barrera contra los vientos que soplan desde el Océano Pacífico. Como consecuencia, las precipitaciones son bajas, generalmente inferiores a los 300 mm. La estación seca se verifica principalmente desde la primavera hasta el verano (octubre-diciembre). Los fuertes vientos hacen que los efectos de la aridez y del frío sean más pronunciados.

En las partes más bajas de los Andes, situadas entre 1 000 m y 1 800 a 2 400 m, se encuentran bosques submontanos de haya en las laderas más húmedas. Se trata de un bosque bajo deciduo o tierra boscosa que contiene especies tales como Nothofagus dombeyi, N. obliqua, N. procera, Aetoxicon punctatum, Araucaria araucana, Drimys winteri, Laurelia serrata y Persea lingue. Las laderas más secas están recubiertas de matorrales esclerófilos siempreverdes o tierras boscosas deciduas xerofíticas. A mayor altitud, la vegetación cambia gradualmente hasta convertirse en estepa.

BOSQUE OCEÁNICO TEMPLADO

Al sur, a 38°S, la vertiente occidental de los Andes recibe precipitaciones abundantes debido a las influencias oceánicas. Las condiciones secas disminuyen en dirección norte a sur, al igual que descienden las temperaturas. Las precipitaciones oscilan entre 1 000 y 3 500 mm, las cuales se encuentran distribuidas de manera homogénea durante el año. La temperatura media del mes más frío es inferior a 10°C en el norte y disminuye a cerca de 0°C en el sur. En la Patagonia oriental, las precipitaciones son inferiores a 1 000 mm, contando con temperaturas mensuales medias siempre inferiores a 10°C.

La parte norte de la región alberga un bosque siempreverde muy denso de latifoliadas que alcanza entre 40 y 45 m de altura, contando con un subpiso igualmente denso. Las especies de Nothofagus dominan la cubierta de copa, comprendiendo Nothofagus obliqua, N. dombeyi y N. procera asociadas con Aextoxicon punctatum, Drimys winteri y Eucryphia cordifolia. Una ligera disminución de temperatura a una altitud o latitud superior dan lugar a un bosque mixto de coníferas y latifoliadas menos rico en especies que cuenta con Nothofagus antarctica, N. dombeyi, N. nitida, Fitzroya cupressoides, Pilgerodendron uvifera y Podocarpus nubigena.

SISTEMAS MONTAÑOSOS TEMPLADOS

La parte central de los Andes de la Patagonia, situada hasta 52°S, alcanza una altitud que oscila entre 2 000 y 3 000 m. Las laderas superiores occidentales son húmedas, mientras que la vertiente oriental es más seca. Las características climáticas más sorprendentes son frío, nieve y viento.

Los bosques subalpinos de haya, dominados por Nothofagus betuloides, se sitúan por debajo del límite altitudinal de la vegetación arbórea en las laderas más húmedas. Este tipo de vegetación tiene árboles bajos con troncos múltiples, bastante deformados por el peso de la nieve. Estos bosques cumplen un papel de transición de matorral a pastizales en altitudes superiores. En las laderas más secas y hacia la zona oriental más seca, crece un bosque de haya de Nothofagus betuloides y de N. pumilio. Se trata de una vegetación de transición entre los bosques de las tierras bajas puramente siempreverdes y los bosques deciduos de N. pumilio que se sitúan por debajo del límite altitudinal de la vegetación arbórea en los sitios más secos.

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