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4. RECOGIDA, PROCESADO Y CONSERVACION DE QUISTES

4.1. Lugares de recogida - barreras para quistes - útiles de recogida

En la mayoría de las poblaciones de Artemia los quistes producidos flotan en la superficie de las aguas y son arrastrados por el viento y las olas. En lugares donde la dirección del viento es cambiante, los quistes pueden ser transportados durante un largo período de tiempo antes de ser depositados en las orillas. En ese lapso de tiempo los quistes pueden eclosionar cuando se producen estratificaciones de salinidad (ej. tras un período de lluvia los quistes pueden desarrollarse en la capa de agua dulce o de baja salinidad que se forma sobre la columna de agua hipersalina).

Cuando los antecedentes (ej. momento de la deposición) de los quistes acumulados en las márgenes son desconocidos, una rápida comprobación sobre el terreno nos mostrará si la cantidad de quistes rotos o vacíos no es excesivamente alta, para ello se pueden aplicar diferentes métodos, asi por ej.:

Los quistes serán recogidos tan pronto como sea posible tras su deposición (acumulación) de manera a asegurar una calidad de eclosión máxima, ya que:

Figura 8

Figura 8. Instalación de barreras para mantener los quistes en el agua.

Una garantía máxima de buena calidad de eclosión y al mismo tiempo una reducción en la contaminación por impurezas están aseguradas, cuando los quistes son recogidos de la superficie del agua en lugar de en las orillas. Con esta idea es aconsejable hacer abrupta la pendiente de los muros o diques; o bien instalar barreras para quistes en el agua cerca de la orilla (ver Figura 8).

La recogida de los quistes flotantes, libres de adultos de Artemia, es mejor hacerla con una red sumergida de doble malla (ver Figura 9).

Cuando las aguas están muy agitadas y se produce abundante espuma, los quistes son atrapados y se pierden con la espuma que se lleva el viento. En estos casos se instalarán rompeolas paralelos a la barrera para quistes en dos ó más filas (con una distancia aproximada entre ellas de 1 m). Palos flotantes de bambú (o de otro material) pueden ser usados con esta finalidad (ver Foto 15).

Los quistes recogidos se almacenarán en recipientes cerrados llenos de salmuera saturada (preparada con sal de salina); es aconsejable agitar regularmente (por ej. una vez al día) los quistes flotantes para lograr una deshidratación adecuada de todos ellos; comprobar que tras la adición de nuevos lotes de quistes recolectados la salmuera mantiene su nivel de saturación (= presencia de sal en el fondo del recipiente) para asegurar una deshidratación de los quistes. Este tratamiento con salmuera reducirá el contenido en agua de los quistes hasta aproximadamente el 20% y al mismo tiempo, limpiará los quistes de los desechos e impurezas de mayor tamaño (por ej. arena que precipitará con la salmuera).

Los quistes serán procesados (es decir, limpiados, secados y envasados), preferentemente, tras un período de tiempo no superior a un mes desde su conservación en salmuera.

Figura 9

Figura 9. Red sumergible de doble malla

Fotografía 15

Fotografía 15. Postes flotantes de bambu usados como rompeolas para la cosecha de quistes de Artemia

Figura 10

1 LIMPIEZA CON SALMUERA

Figura 10

2 LIMPIEZA CON AGUA DULCE Y SECADO

Figura 10
ENVASADO

(eventualmente tamizado y/o eliminación de desechos ligeros por clasificación con aire)

Figura 10. Diagrama esquemático de las distintas etapas relacionadas con el procesado de los quistes.

4.2. Procesado (ver esquema en la figura 10)

Un procesado adecuado de los quistes es un factor de importancia crucial para garantizar una calidad de eclosión máxima del producto. Los quistes no solo deben ser hidratados a un nivel lo suficientemente bajo (para la desactivación de la diapausa, como se verá más adelante), sino que la calidad del producto vendrá tambien determinada por la tasa con la que el agua es eliminada y por una limpieza eficiente de materiales extraños (por ej. quistes rotos, sal, suciedad).

La mejor forma de hacer el procesado de los quistes, para la mayoría de las cepas de Artemia deberá seguir los siguientes pasos:

4.2.1. Separación de tamaños con salmuera

En este capítulo, se engloba la eliminación de desechos (mayores y menores que los quistes, por ej. plumas, arena, trozos de madera) por tamizado, del producto recogido sobre tamices de mallas diferentes (ej. 1 mm, 0.5 mm, y 0.15 mm). Este sistema de procesado se puede efectuar en el mismo lugar de la recogida, empleando el agua del mismo estanque. Para cantidades grandes, es mejor hacer el tratamiento en un centro general de lavado situado cerca del área de cristalización, con el fín de facilitar el uso de salmueras saturadas (ej. por medio de bombas). Los quistes (tanto aquellos intactos como las cáscaras rotas) más las partículas con un tamaño similar al de los quistes, quedan retenidas en el último tamiz de la serie. Un lavado extra (rociando a presión) de los tamices superiores, permitirá asegurar la recuperación de los quistes que pudiesen haber quedado adheridos a desechos de mayor tamaño. La salmuera es eliminada de estos quistes parcialmente limpios, exprimiendolos manualmente. Los quistes húmedos escurridos pueden ser almacenados en sacos dentro de recipientes cerrados, llenos de salmuera, o pueden ser mezclados con sal bruta para lograr una deshidratación adecuada. Cuando este producto escurrido vaya a ser eclosionado en el plazo de unas pocas semanas se le puede considerar como una fuente comercial válida de quistes de Artemia (ej. mercado local en Tailandia).

4.2.2. Separación por densidad en salmuera

Para una eliminación más refinada de las partículas de desechos de un tamaño similar al de los quistes, se transferirá el producto húmedo, recogido del último tamiz de la serie de lavado, a un recipiente (preferentemente de base cónica o piramidal) lleno de salmuera saturada y con una ligera aireación por debajo de la superficie líquida (con ello se desharán los grumos de quistes y desechos). Los quistes llenos y vacíos, y los desechos más ligeros flotarán, mientras que las partículas más pesadas precipitarán. Cuando todas estas partículas pesadas han sedimentado se retira la aireación y los quistes son recogidos de la superficie del agua.

4.2.3. Lavado con agua dulce

Para continuar con el procesado de los quistes, estos deberán ser lavados minuciosamente con agua dulce para eliminar los restos de sal. Utilizar un filtro de saco (eventualmente un saco de arroz) con una luz de malla no superior a 150 micras. Esta fase de lavado no deberá durar más de 5 a 10 minutos.

4.2.4. Separación por densidad en aqua dulce

Transferir los quistes a un contenedor con base cónica o piramidal y lleno de agua dulce; no utilizar agua fría ya que su densidad es mayor. Agitar la superficie (ej. por aireación) para deshacer los grumos de quistes. Los quistes llenos sedimentarán mientras que los quistes vacíos y los desechos ligeros flotarán. Esta separación con agua dulce no deberá durar más de 15 minutos, ya que si no los quistes alcanzaran el nivel de hidratación que pone en marcha su metabolismo. Recoger los quistes llenos sobre una malla (150 micras). Eliminar el exceso de agua escurriendo con fuerza la malla y rodearla repetidas veces con una tela o papel absorbente. El exceso de agua se puede eliminar de una manera más efectiva colocando la malla en una centrifuga (por ej. una centrifuga de lavandería).

4.2.5. Secado

Tras el tratamiento con agua dulce, el contenido hidrico de los quistes deberá ser reducido, lo antes posible por debajo del nivel crítico del 10% a fin de detener la actividad metabólica.

Aunque los efectos metabólicos no son todavía completamente conocidos, hemos aprendido de varios experimentos sobre este tema que la calidad de los quistes depende de la técnica de secado; por ej. pueden verse afectadas las eficiencias de eclosión, la tasa de eclosión y el contenido energético (ver resultados en la Tabla III y Figura 11).

En resumen, unos resultados óptimos se obtienen asegurando un secado rápido y homogeneo de todos los quistes a temperaturas por debajo de 40°C.

Dependiendo del equipamiento disponible, se pueden aplicar varias técnicas:

4.2.5.1. Secado en capa al aire libre

Esparcir los quistes en capas finas de espesor uniforme (no superior a unos pocos milimetros) sobre la superficie de secado, consistente en una mesa o bandejas hechas de un enrejado metálico cubierto con una muselina de algodón (manteniendo el tejido bien estirado). El mejor esparcimiento de los quistes se logra usando un tamiz de 3–5 mm a través del cual son granulados los quistes escurridos (eventualmente se puede forzar el paso de los quistes a través de la malla del tamiz de forma manual). Colocar los bastidores de secado, bajo techo, al aire libre. Asegurar una buena renovación de aire para lograr un secado efectivo. No exponer los quistes directamente a la luz solar, ya que esto podria resultar en un aumento critico de la temperatura en el interior de los quistes (por absorción del calor en la cáscara oscura) o en una lesión del embrión por radiaciones ultravioletas (especialmente cuando se trata de quistes de color pálido).

TABLA III

Efecto de las condiciones de secado sobre la eficiencia de eclosión de los quistes de la Lavalduc, Francia

Condiciones de secadoEficiencia de eclosión
(nauplios/g de quistes)
MétodoTemperatura
(°C)
Espesor de la capa del quiste (cm)xsx
Estufa    
 301.560 1209 760
 300.5149 60010 240
   (154 120)1(7 600)
 381.5150 8807 600
 380.5181 3609 600
   (179 200)(10 100)
Secador de lecho fluidizado35 182 4006 400
   (181 960)(6 920)
Control (quistes no procesados)  178 640(8 840)

1 Entre paréntesis se recogen los datos de los mismos quistes después de haber sido almacenadosal vacio durante 1 mes

Figura 11

Figura 11. Efecto de las condiciones de secado sobre la tasa de eclosión de quistes de Artemia: (A) quistes indubados inmediatamente después de haber sido secados, (B) los mismos quistes incubados después de haber sido conservados al vacio durante un mes (el cálculo de las curvas de eclosión se realiza como en la Figura 7) (según Vanhaecke y Sorgeloos, 1982).

Redistribuir la capa de quistes sobre la tabla de secado tras removerla a intervalos regulares (inicialmente cada hora) como medio para garantizar un secado homogeneo del material (los quistes situados en la superficie estarán mejor expuestos al aire que aquellos que se encuentran cubiertos).

El secado se prolongará hasta conseguir un peso constante, es decir hasta que el contenido en agua sea inferior al 10% (preferiblemente entre el 2 y el 5%). Esto se verificará por un análisis de contenido hídrico (ver Apéndice 2). Los quistes están suficientemente secos cuando forman un polvo fluido.

El secado al aire se iniciará siempre por la mañana. Si al llegar la puesta del sol los quistes no están suficientemente secos, se recogerán y'almacenarán en un recipiente estanco hasta la mañana siguiente en que se continuará el secado (dada la higroscopicidad de los quistes, estos pueden captar agua durante la noche, cuando las temperaturas caen y se forma el rocio).

4.2.5.2. Secado en capa en estufa

Situar las bandejas de secado (ver en la sección anterior para la elección del material e incluso para la distribución de los quistes) en una habitación a temperatura controlada o en una estufa a 35–38°C; asegurar un buen intercambio de aire y/o la presencia de un material higroscópico (ej. silicagel, CaCl2). Realizar igualmente una redistribución regular de los quistes.

4.2.5.3. Lecho fluidizado y secado rotatorio

El secado más rápido y en consecuencia el más homogeneo, se logra cuando los quistes son mantenidos en continuo movimiento con un aire seco, de esta forma todos los quistes son secados individualmente y al mismo tiempo.

En un secador de lecho fluidizado (ver esquema en la Figura 12), los quistes son secados en una corriente continua de aire que los mantiene en suspensión en la cámara de secado.

Figura 12

Figura 12. Esquema de un secador de lecho fluidizado para quistes de Artemia

En un secador rotatorio (ver esquema en la Figura 13) los quistes están sometidos a un movimiento continuo por rotación del contenedor (por ej. 5 rpm); un flujo continuo de aire a través del cilindro giratorio (ej. un ventilador instalado en uno de sus extremos) asegura un secado adecuado.

4.2.6. Métodos específicos de desactivación de la diapausa

Los quistes recién depuestos no se desarrollan inmediatamente en nauplios, incluso aunque, las condiciones del medio sean favorables para la incubación y posterior desarrollo embrionario hasta la eclosión. Estos quistes permanecen en un estado de diapausa, lo que significa que toda actividad metabólica está reversiblemente interrumpida. Unicamente con la desactivación de esa diapausa, los quistes pueden continuar su desarrollo una vez incubados en unas condiciones adecuadas de eclosión.

En la mayoría de las cepas de Artemia la desactivación de la diapausa se logra por deshidratación de los quistes durante el procesado (por ej. por deshidratación en salmuera y/o secado al aire). Sin embargo, en algunos lotes de quites se ha observado que las técnicas normales de procesado no producen una alta calidad de eclosión, lo que indicaría que se necesita algún método específico de desactivación de la diapausa (ver revisión en Lavens y Sorgeloos, 1986).

Las siguientes técnicas han demostrado ser adecuadas para su aplicación a quistes de orígenes específicos (un resumen de los resultados está recogido en la Tabla IV):

4.2.6.1. Técnicas de congelación

Figura 13

Figura 13. Esquema de un secador rotatorio para quistes de Artemia.

TABLA IV

Efecto de varios métodos de desactivación de la diapausa sobre la eclosión de quistes de Great Salt Lake, realizado bajo condiciones de laboratorio (según Lavens et al., 1986c)

Métodos específicos de inhibición de la diapausaPorcentaje de eclosión
Control 
   quistes recién liberados y procesados1
conservación 
   durante 3 meses a temperatura ambiente4
deshidratación con MgCl23
secado 
   24h a 35°C11
deshidratación/hidratación 
   1 ciclo2
   2 ciclos5
hibernación 
   8 semanas a 4°C6
   4 semanas a -25°C31
   24 semanas a -25°C71
peróxido (3% H2O2) 
   10 minutos18
   30 minutos77
combinación de hibernación y peróxido86

4.2.6.2. Tratamiento con agua oxigenada (peróxido)

4.2.6.3. Ciclos de hidratación-deshidratación

TABLA V

Efecto de distintas condiciones de conservación sobre la eclosionabilidad1 de quistes de Artemia procedentes de dos localidades (según Vanhaecke y Sorgeloos, 1982)

Condiciones de conservaciónSan Francisco Bay (1 año de almacenamiento)Macau (2 años de almacenamiento)
Oxígeno7056
Aire-83
Nitrógeno10191
Vacio10098
Salmuera 20°C6674
              -20°C76-

1 Expresada como porcentaje del resultado obtenido con la muestra original

4.3. Almacenamiento y envasado de los quistes

Los quistes de Artemia secos son muy higroscópicos y cuando se los deja al aire libre pueden hidratarse y alcanzar el estado de ruptura. Por ello, se deben almacenar los quistes en recipientes estancos para asegurar que su contenido hídrico permanezca por debajo del nivel crítico del 9% .

Para un almacenamiento a largo plazo, deberán ser envasados en ausencia de oxígeno para prevenir la formación de radicales libres (resultando en una interrupción irreversible del metabolismo de eclosión). Esto se puede lograr haciendo el envasado en latas al vacío. La conservación en atmósfera de nitrógeno ha sido tambien aplicada con éxito; con el fín de lograr que los alveolos de la cáscara no guarden oxígeno, se debe hacer circular el nitrógeno 2ó3 veces o añadirlo tras la aplicación del vacío.

Datos sobre el efecto de diversas condiciones de almacenamiento en el porcentaje de eclosión y en la tasa de. eclosión de los quistes están recogidos respectivamente en las Tablas 5 y Figura 14.

Figura 14

Figura 14. Efecto de las condiciones de conservación sobre la tasa de eclosión de quistes de Artemia (el cálculo de las curvas de eclosión se realiza como en la Figura 7) (según Vanhaecke y Sorgeloos, 1982).


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