No.1  febrero 2008  
   Perspectivas de Cosechas y Situación Alimentaria

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Noticias más importantes

LOS PAÍSES EN CRISIS QUE NECESITAN ASISTENCIA EXTERIOR

Actualización sobre las emergencias alimentarias

Breve informe sobre la situación mundial de la oferta y la demanda de cereales

Indicadores de la FAO para la oferta y la demanda de cereales a escala mundial

Panorama de la situación alimentaria de los países de bajos ingresos y con déficit de alimentos

Exámenes regionales

APÉNDICE ESTADÍSTICO

NOTA

Actualización sobre las emergencias alimentarias

En África occidental, en 2007 se obtuvo una cosecha de cereales relativamente buena en el Sahel (con la excepción del Senegal y Cabo Verde) pero la producción de cereales secundarios disminuyó notablemente en algunos países del Golfo de Guinea, principalmente en Nigeria septentrional y Ghana, lo que dio lugar a una difícil situación regional en materia de suministro de alimentos, y a un aumento de los precios de los alimentos en Benin, Burkina Faso, Ghana, el Níger, Nigeria y Togo. En la parte occidental de la subregión (países en cuyos precios influyen principalmente los mercados internacionales debido al hecho de que dependen mucho de las importaciones de trigo y arroz), los tanto rurales como urbanos, principalmente en Guinea-Bissau, Mauritania y el Senegal, se han visto afectados por los precios internacionales vigentes. El impacto de los precios altos de los alimentos se hará sentir más en algunas zonas localizadas de la subregión, en las que los rendimientos disminuyeron considerablemente por el retraso de las lluvias o por las inundaciones. Las poblaciones de esas zonas pueden necesitar asistencia.

En Africa oriental, a pesar de las buenas cosechas obtenidas en los dos últimos años, principalmente en los principales países productores, millones de personas dependen todavía de la ayuda alimentaria debido al conflicto, los disturbios civiles, el mal tiempo y/o los efectos combinados de todas estas causas. En Somalia meridional la situación constituye un motivo de particular preocupación debido al desplazamiento continuo y en gran escala de la población civil a raíz de la escalada del conflicto, principalmente en Mogadiscio, unido al hecho de que en dos campañas consecutivas la producción agrícola ha sido muy inferior a la media. Las estimaciones actuales cifran en cerca de un millón el número de las PDI de sólo Mogadiscio que se han desplazado desde febrero de 2007. En total, se considera que cerca de 2 millones de personas corren riesgo de inseguridad alimentaria, de las cuales cerca de una quinta parte está clasificada como personas en situación de emergencia humanitaria, necesitadas de intervenciones destinadas a salvar vidas, mientras una tercera parte en situación de grave crisis alimentaria y de subsistencia, necesitada de ayuda para salir adelante. En Eritrea, los precios de los cereales siguen siendo altos y afectan a la seguridad alimentaria de grandes sectores de la población. En Etiopía, pese a una atenuación de las restricciones del comercio en la Región Somalí, los hogares de vastas zonas de la región seguirán en una situación de inseguridad alimentaria. La buena cosecha prevista en la mayoría de las otras zonas debería mejorar la situación del suministro de alimentos. Pero la situación de seguridad de los hogares más pobres continúa viéndose afectada por los precios altos de los alimentos que todavía siguen subiendo. En Kenya, la violencia postelectoral ha creado una situación humanitaria grave. Los informes señalan la matanza de cientos de personas y el desplazamiento de más de 250 000. Se estima que hasta un total de 500 000 personas necesita ayuda alimentaria. Se sigue proporcionando asistencia alimentaria a un gran número de personas de las zonas pastorales afectadas por la sequía y los continuos conflictos entre pastores. En el Sudán, se prevé que, como consecuencia de la continua inseguridad que reina en Darfur, la población seguirá desplazándose y perdiendo sus medios de vida, con la probabilidad de que empeoren en los meses venideros las tasas de malnutrición a causa de la falta de un acceso apropiado a los alimentos. En el Sudán meridional, a pesar de un mejoramiento general del suministro de cereales, los sistemas deficientes de transporte y comercialización impedirán la realización de una movilización significativa desde las zonas excedentarias hacia las deficitarias. En Uganda, la población en situación de riesgo, estimada en aproximadamente 1,5 millones de personas, seguirá en una situación de gran inseguridad alimentaria y muy dependiente de la ayuda humanitaria.

En África austral, debido al agotamiento de las existencias y al alza de los precios de los alimentos las poblaciones vulnerables de algunos países están atravesando el período de mayor hambre que durará hasta el comienzo de la próxima cosecha en abril. Se necesita con urgencia una asistencia agrícola para que las personas afectadas por las últimas inundaciones puedan salvar la actual campaña agrícola principal y la próxima campaña secundaria. En Zimbabwe, las lluvias excesivas caídas a fines de diciembre y principios de enero causaron inundaciones y retrasaron la siembra efectiva de los cultivos de la temporada principal. Aún suponiendo precipitaciones abundantes en todo el país, se prevé que la creciente crisis económica, que está causando la escasez de semillas, combustible, energía de tracción animal y fertilizantes, tendrá efectos muy negativos en la próxima cosecha. La escasez actual de artículos alimentarios y no alimentarios, que afecta a unos 4,1 millones de personas vulnerables, constituye un motivo de preocupación. En Lesotho y Swazilandia, las malas cosechas de cereales de los últimos tres años consecutivos, agravadas por los problemas de pobreza y las repercusiones del VIH/SIDA han llevado a una situación de grave inseguridad alimentaria.

En la región de los Grandes Lagos, las graves hostilidades desencadenadas en las partes nordorientales de la República Democrática del Congo durante los últimos meses han desplazado a un gran número de personas que necesitan ayuda alimentaria. El actual acuerdo de paz contribuiría al regreso de muchas PDI que necesitarán, sin embargo, una buena dosis de ayuda para reanudar las actividades agrícolas. También se necesita ayuda alimentaria y agrícola en Burundi, especialmente para el reasentamiento de los repatriados y de las PDI.

En el Lejano Oriente asiático, la situación general del suministro de alimentos ha mejorado gracias a dos años de cosechas superiores a la media obtenidas en muchos países. En China, sin embargo, ha surgido una nueva emergencia relacionada con las condiciones atmosféricas, y en algunos otros países persisten graves problemas de seguridad alimentaria. En China, desde el 10 de enero, 14 provincias de las partes meridionales y orientales del país han resultado afectadas por las peores lluvias de hielo, nevadas y temperaturas gélidas desde 1951, en cuanto a extensión geográfica, intensidad y daños conexos. A finales de enero se informaba de alrededor de 90 millones de personas afectadas directamente y de millones de hectáreas de cultivos, especialmente hortalizas y cultivos oleaginosos, gravemente dañados. Mongolia está experimentando un invierno particularmente crudo, que puede afectar muy negativamente al ganado. En Bangladesh, continúa necesitándose ayuda alimentaria de emergencia para los hogares pobres gravemente afectados a mediados de noviembre por un superciclón, que causó cuantiosos daños y afectó a unos 8,9 millones de personas en 30 distritos. Para millones de personas de la República Democrática de Corea la situación del suministro de alimentos sigue siendo motivo de grave preocupación como consecuencia de la merma de la producción agrícola y de problemas económicos. La situación de la seguridad alimentaria en Timor-Leste se ha visto gravemente afectada por la merma de la producción y el aumento de los precios de los cereales.

En el Cercano Oriente, gracias a una cierta mejora de la situación de seguridad en el Iraq, algunos cientos de refugiados iraquíes en la República Árabe Siria se han unido últimamente al flujo constante pero moderado de repatriados que han regresado en los últimos meses a sus hogares. Los expatriados que han buscado asilo en los países vecinos se estiman en torno a los 2 millones, mientras que un número semejante de personas se ha desplazado en el interior del país.

En América Central y el Caribe, las tormentas tropicales Noel, a mediados de diciembre, y Olga, en septiembre, azotaron Haití, la República Dominicana y Cuba, causando importantes desprendimientos de tierras, con pérdidas de vidas humanas y graves daños a los principales cultivos alimentarios y comerciales. En Nicaragua, las aldeas de la Región Autónoma Atlántico Norte afectadas en septiembre por el poderoso huracán Félix están recibiendo ayuda alimentaria para una gradual recuperación de sus sistemas de subsistencia.

En América del Sur, las malas condiciones del tiempo relacionadas con el fenómeno meteorológico de “La Niña” han causado grandes inundaciones en Bolivia, que afectaron a alrededor de 42 000 familias, especialmente en los departamentos de Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y Beni. Mientras se evalúan las pérdidas actuales de cultivos, el Servicio meteorológico nacional pronostica más precipitaciones para las próximas semanas. Por consiguiente, la situación de la seguridad alimentaria del país ha de ser objeto de un estrecho seguimiento.

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