El estado de los bosques del mundo 2022

Capítulo 3 Existen tres vías forestales interrelacionadas que podrían contribuir a la recuperación verde y a la transición hacia economías sostenibles

3.3 Fomentar la utilización sostenible de los bosques y la creación de cadenas de valor verdes ayudaría a responder a la demanda futura de materiales y respaldaría las economías sostenibles

TITULARES
  • El mundo necesitará más materiales renovables. Se prevé que, si persisten las tendencias actuales, el consumo mundial de todos los recursos naturales se duplicará con creces, pasando de 92 000 millones de toneladas anuales en 2017 a 190 000 millones de toneladas en 2060.
  • Aumentar la superficie forestal y la gestión forestal sostenible podría facilitar la recuperación verde y la transición hacia economías neutras respecto de las emisiones de carbono. En el sector de la construcción, por ejemplo, sustituyendo un material no maderero por un producto maderero se evitaría, en promedio, la emisión de 0,9 kg de carbono por cada kilogramo de carbono en productos madereros.
  • Existe la posibilidad de movilizar a las industrias forestales para ampliar las cadenas de valor verdes innovadoras. Por ejemplo, se estima que las bioindustrias no alimentarias aumentarán un 3,3% cada año hasta 2030, hasta un valor de su producción de 5 billones de USD.

Se prevé que el consumo mundial anual de todos los recursos naturales —como la biomasa, los combustibles fósiles, los metales y los minerales— se duplique con creces, de 92 000 millones de toneladas en 2017 a 190 000 millones de toneladas en 2060 (Figura 11), como consecuencia del crecimiento demográfico y la mayor prosperidad de la población284. Esta demanda adicional ejercerá presión sobre los sistemas de recursos naturales, en particular los bosques.

FIGURA 11PREVISIÓN DE EXTRACCIÓN DE MATERIALES A ESCALA MUNDIAL, 2015-2060, EN EL SUPUESTO DE QUE SE MANTENGAN LAS TENDENCIAS ACTUALES

FUENTE: Oberle, B., Bringezu, S., Hatfield-Dodds, S., Hellweg, S., Schandl, H. y Clement, J. 2019. Global resources outlook 2019 – Natural resources for the future we want. Nairobi, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.
FUENTE: Oberle, B., Bringezu, S., Hatfield-Dodds, S., Hellweg, S., Schandl, H. y Clement, J. 2019. Global resources outlook 2019 – Natural resources for the future we want. Nairobi, Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente.

Actualmente, el 75% de la demanda total de materiales se satisface mediante recursos no renovables; el 25% restante se abastece con biomasa, que comprende materiales orgánicos como cultivos alimentarios, carne y productos lácteos, y un gran número de productos forestales y otros productos de biomasa. A escala mundial, la extracción de biomasa se incrementó de 9 000 millones de toneladas en 1970 a 24 000 millones de toneladas en 2017 y se prevé que alcance los 44 000 millones de toneladas para 2060285.

La industria agroalimentaria es responsable de gran parte del consumo mundial de biomasa. La recolección mundial de los principales cultivos, como cereales, cultivos oleaginosos y azucareros, raíces, tubérculos y legumbres, constituye alrededor del 27% de la biomasa mundial utilizada para la producción de alimentos, forraje, fibra y productos forestales286. La industria de la madera y los productos madereros es otro sector importante en cuanto al consumo de biomasa: la producción mundial de madera en rollo, situada en 3 910 millones de m3 en 2020, ha aumentado un 12% en los últimos dos decenios287.

Se prevé que la demanda de biomasa siga aumentando para satisfacer las necesidades crecientes de alimentos, energía, vivienda y otros usos de materiales. La demanda de biomasa forestal procederá principalmente de la construcción (sector en el que se espera que la demanda casi se triplique para 2030) y el empaquetado (donde se prevé que se duplique para 2030)288. A fin de satisfacer de forma sostenible la demanda de biomasa forestal, será preciso incrementar el suministro de recursos a través de la restauración, la reforestación y la forestación de las tierras degradadas, y la eficiencia en el uso de los recursos. La sostenibilidad también entraña trabajar por mejorar la eficiencia de la fabricación y los flujos de energía, promover el uso en cascada de los productos forestales, cambiar los hábitos de consumo y facilitar la transición hacia economías más circulares.

Cuando se produce de forma sostenible, la madera puede contribuir en gran medida a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero derivadas del sector de la construcción

Proporcionar vivienda a una población cada vez mayor y más urbanizada plantea un gran desafío. A escala mundial, se estima que 3 000 millones de personas —esto es, el 40% de la población mundial— necesitará un nuevo hogar para 2030, lo que se traduce en la necesidad de construir 300 millones de viviendas nuevas (entre 2016 y 2030)289.

En consecuencia, el sector de la construcción, causante de casi el 40% de las emisiones de GEI relacionadas con la energía y los procesos en 2018290, supondrá una grave amenaza para la sostenibilidad. El 11% de las emisiones totales del sector de la edificación y construcción puede atribuirse a los materiales, por lo que la transición hacia materiales de construcción renovables que almacenen carbono, como la madera, podría ser una buena solución para mitigar el cambio climático291,292.

En los estudios a nivel de los productos en los que se calcula el efecto de sustitución se subraya la importante función que los edificios de madera pueden desempeñar para descarbonizar el sector de la construcción. En un examen reciente de la bibliografía se concluyó que la madera posee un factor de sustituciónh medio de 0,9, es decir, por cada kilogramo de carbono en productos madereros que sustituyen a un material no maderero en un sistema de edificación se pueden reducir, en promedio, unos 0,9 kg de emisiones de carbono293. Un estudio llevado a cabo en Finlandia observó que, debido principalmente a los beneficios ambientales de la madera como material de construcción, la huella de carbono de las personas que residen en casas de madera es, de media, un 12% menor (esto es, 950 kg de CO2e al año) que los habitantes de casas que no están fabricadas a base de madera294. Los edificios de madera también tienen efectos positivos sobre la salud física, mental y emocional de sus ocupantes295. Según un estudio realizado en lugares de trabajo en Australia, los diseños biofílicos que incorporan la exposición a la madera reducen las licencias por enfermedad y aumentan el bienestar general de los trabajadores, lo que conlleva un incremento del 5% de la productividad296.

El desarrollo de la construcción con “masa de madera” y las correspondientes prácticas novedosas de construcción de edificios de varias plantas con estructura de madera ha dado lugar a un crecimiento importante de la demanda de productos de madera transformada, en particular madera laminada cruzada. Si bien la mayoría de los proyectos relacionados con la madera laminada cruzada se ejecuta en países desarrollados, la construcción en madera está destinada a cobrar impulso en otras partes del mundo también (Recuadro 13).

RECUADRO 13EL GABÓN PROMUEVE LOS EDIFICIOS DE MADERA LAMINADA CRUZADA

El Gabón creó la zona económica especial del Gabón en 2010, que se considera la primera zona industrial del mundo con certificación de neutralidad con respecto a las emisiones de carbono297. Con un costo de 400 millones de USD, este proyecto conjunto del Gobierno del Gabón, la empresa Olam International y la institución financiera multilateral African Finance Corporation se creó como plataforma para el establecimiento de instalaciones de elaboración maderera en África. El desarrollo del sector maderero, en particular la construcción sostenible del medio urbanizado es una de las prioridades gubernamentales determinadas en la estrategia nacional del Gabón Emergent 2025, cuya finalidad es reducir las emisiones de GEI, fomentar el uso sostenible de los productos forestales y acceder a los mercados emergentes298. El Gobierno también puso en marcha una iniciativa para construir el primer edificio de madera laminada cruzada del Gabón, la Gabon Sovereign Wealth Tower. Este proyecto tiene como objetivo aumentar al máximo el uso de materiales de madera de origen local; alcanzar la excelencia en el diseño en relación con la construcción de edificios de uso mixto con masa de madera y sin emisiones de carbono; basar el desarrollo de las cadenas de valor de la masa de madera en la gestión forestal sostenible, y potenciar la transferencia de conocimientos especializados sobre las cadenas de valor de la madera y el sector de la construcción. Según los cálculos iniciales, la torre tiene capacidad para absorber unos 1,5 millones de kg de dióxido de carbono de la atmósfera, lo que equivale al peso de 36 aviones Boeing 737-800299.

El aumento del uso de la madera en la construcción puede contribuir al desarrollo económico en el Sur del mundo. Por ejemplo, según uno de los escenarios hipotéticos, se calcula que la producción y la transformación primaria de la madera necesarias para satisfacer la demanda prevista de vivienda podrían aportar hasta 83 000 millones de USD a la bioeconomía de África para 2050, además de crear 25 millones de puestos de trabajo gracias a las plantaciones forestales y las actividades de transformación adicionales necesarias para elaborar materiales de construcción300. Sin embargo, si se quiere explotar este potencial es necesario realizar inversiones para fortalecer la capacidad tecnológica y humana.

Las políticas de promoción de la madera, que en los países desarrollados tienden a centrarse en las compras públicas destinadas a edificios e infraestructura, pueden respaldar y fomentar la utilización de la madera en el medio urbanizado (Recuadro 14)301.

RECUADRO 14POLÍTICAS DE PROMOCIÓN DE LA MADERA

Las políticas de promoción de la madera son políticas formuladas a escala nacional o subnacional encaminadas a fomentar la utilización de la madera como material de construcción; se han adoptado, por ejemplo, en Alemania, Australia, el Canadá, Francia, los Estados Unidos de América, el Japón y Nueva Zelandia. Están diseñadas para brindar apoyo a las industrias forestales locales, el desarrollo económico sostenible y los objetivos de mitigación del cambio climático. La mayoría de ellas, aunque no todas, está dirigida a edificios públicos.

FUENTE: FAO. 2020. Status of public policies encouraging wood use in construction – An overview. Draft background paper prepared for the 61st Session of the FAO Advisory Committee on Sustainable Forest-based Industries. Roma.

Los códigos de edificación desfavorables pueden impedir que aumente el uso de madera en los edificios de varias plantas. Recientemente se han introducido cambios en códigos de edificación internacionales (por ejemplo, el 2021 International Building Code), nacionales (por ejemplo, Australia) y provinciales (por ejemplo, Columbia Británica [Canadá]) con miras a potenciar el uso de la madera en el sector de la edificación302,303.

El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible estima que la demanda de biomasa crecerá un 8,8% anual hasta 2030 debido al sector de la edificación y construcción304, y el mayor interés en los edificios construidos a base de masa de madera podría generar todavía más demanda. Para satisfacer de forma sostenible estos nuevos requerimientos será necesario, entre otras cosas, mejorar la eficiencia de los recursos, lo que cada vez resulta más viable, por ejemplo, a través de enfoques de construcción industrializada en fábrica (off-site), que se basan en diseños precisos realizados por medios digitales, la prefabricación y el montaje fuera de obra de los componentes del edificio.

Las mejoras en la eficiencia de los materiales pueden ayudar a satisfacer de forma sostenible la demanda mundial de madera

Para reducir al mínimo las consecuencias ambientales negativas del aumento previsto de la demanda de madera es necesario aumentar la eficiencia y evitar la pérdida y el desperdicio de madera en los procesos de recolección y transformación. Se está mejorando la eficiencia en el uso de los materiales. Por ejemplo, en una evaluación de las mejoras en eficiencia del Canadá se observó que el porcentaje de utilización de la madera recolectada creció del 61% en 1970 al 83% en 2016; además, los residuos de los procesos de transformación de la madera maciza y elaboración de la pasta se utilizan cada vez más como combustibles de biomasa en sustitución de los combustibles fósiles305.

Los aumentos de la eficiencia pueden ampliarse con el uso en cascada de las materias primas madereras y se calculan mediante balances de materiales, en los que se realiza una estimación aproximada de las pérdidas de material restando el material total producido en una fase de la elaboración de la cantidad total del material consumido en la fase anteriori. La trayectoria del uso en cascada y el intervalo de las pérdidas estimadas ofrecen indicaciones de dónde y cuánto podría aumentarse la eficiencia. Por ejemplo, en el caso de la producción de madera aserrada, los países que presentan informes señalan que entre el 45% y el 66% del volumen de madera en rollo utilizado se convierte en madera aserrada, alrededor de una tercera parte se convierte en astillas y placas de madera, aproximadamente una décima parte se convierte en serrín y, en algunos países, otro porcentaje comprendido entre el 2% y el 10% se convierte en virutas (Figura 12)306. El material que no se utiliza para la elaboración de ninguno de los productos enumerados anteriormente se considera una merma, que varía considerablemente según el país debido a, por ejemplo, diferencias en las especies, la diversidad de productos elaborados, los mercados disponibles y las tecnologías.

FIGURA 12BALANCE DE MATERIAL EN EL PROCESO DE ASERRÍO DE LA MADERA ASERRADA NO PROCEDENTE DE CONÍFERAS

FUENTE: FAO, Organización Internacional de las Maderas Tropicales y Naciones Unidas. 2020. Forest product conversion factors. Roma. Disponible en inglés en: https://doi.org/10.4060/ca7952en.
FUENTE: FAO, Organización Internacional de las Maderas Tropicales y Naciones Unidas. 2020. Forest product conversion factors. Roma. Disponible en inglés en: https://doi.org/10.4060/ca7952en.

El porcentaje de materiales utilizado para fabricar productos de bajo valor o perdido debido a la merma puede ser mucho mayor en los países en desarrollo con escasa utilización de las tecnologías modernas en las etapas de la recolección y transformación y acceso limitado a los mercados para todo el conjunto de productos madereros. Añadiendo valor en los diferentes usos en cascada de cada producto se podría prolongar la vida útil de los materiales, reducir la demanda original de materiales y prolongar el tiempo de almacenamiento del carbono, lo que mejoraría el uso sostenible de los productos forestales. Los residuos de madera derivados de la transformación industrial de la madera en rollo pueden constituir un recurso valioso si se emplean como materia prima para otros productos y si, en última instancia, se utilizan para generar energía, en sustitución de fuentes energéticas menos sostenibles.

El reciclaje y la reutilización, que prolongan la vida útil de los productos, son otra forma de uso en cascada. El papel es uno de los materiales que más se reciclan a escala mundial: el sector ha alcanzado una tasa de recuperación de más del 60% en Europa y América del Norte, de casi el 50% en América Latina y el Caribe, y Asia y el Pacífico, y de algo menos del 30% en África307. En un análisis reciente se concluyó que maximizar la capacidad técnica de reciclaje de los residuos de madera y papel incrementaría el índice de eficiencia del uso de la madera en el sector maderero europeo en un 31%, lo que daría lugar a una reducción concomitante de las emisiones de GEI del 52%308. De este modo, si bien aumentar la eficiencia de los recursos es viable, sigue habiendo disparidades regionales. Para aumentar la eficiencia de los materiales a nivel mundial mejorando la infraestructura tecnológica y social, es necesario fomentar las capacidades, introducir innovaciones en la tecnología y el diseño y establecer un marco normativo propicio309.

Las bioindustrias satisfacen una amplia variedad de necesidades con productos respetuosos con el medio ambiente y añaden valor a los recursos

Los bosques y los árboles proporcionan materias primas renovables para numerosas industrias manufactureras que producen una amplia variedad de bioproductos; algunos de ellos —como los muebles de madera, la pasta y el papel, el corcho, el bambú, el ratán, las plantas medicinales y las resinas— vienen utilizándose desde hace miles de años y otros —como la espuma de madera, las fibras textiles y los bioplásticos— son el resultado de innovaciones recientes. Gracias a los bioproductos renovables se pueden sustituir los productos que generan grandes cantidades de GEI310.

Se estima que las bioindustrias no alimentarias aumentarán un 3,3% cada año hasta 2030, hasta un valor de producción de 5 billones de USD311. Diversos bioproductos forestales contribuyen a la bioeconomía mundial; algunos de ellos se describen a continuación y en el Recuadro 15.

RECUADRO 15UTILIZACIÓN DE FIBRAS LIGNIFICADAS EN LA FABRICACIÓN DE PRODUCTOS MÉDICOS

La pandemia de la COVID-19 ha aumentado drásticamente la demanda de una serie de productos médicos, en particular equipo de protección personal como batas, mascarillas, sábanas quirúrgicas y sábanas de cama, que generalmente están hechas de polipropileno sin tejer, aunque también pueden fabricarse con fibras lignificadas. Una membrana de papel compuesta por nanofibras de celulosa de alta cristalinidad puede filtrar las partículas del virus, con lo que mitiga su propagación312. Se han utilizado fibras lignificadas para elaborar mascarillas médicas totalmente biodegradables y transformables en compost313. Las fibras lignificadas pueden asimismo emplearse en cadenas de valor basadas en la biología para fabricar material higiénico de papel, desinfectantes de manos, jabones, pastas de dientes y pañales; además, se han realizado avances en la elaboración de apósitos de bajo costo a partir de nanocelulosa derivada de la madera314,315. La demanda de complementos alimenticios extraídos de los bosques creció drásticamente durante la pandemia. Por ejemplo, en los Estados Unidos de América, la venta de complementos dietéticos a base de hierbas para la salud inmunitaria, la reducción del estrés y la salud cardiovascular aumentó un 17,3% entre 2019 y 2020, hasta los 11 300 millones de USD; los complementos más vendidos contenían cimicífuga (Actaea racemosa), azaí (Euterpe oleracea), ginseng (Panax spp.), Garcinia gummi-gutta y hongos (Cordyceps spp.)316.

FUENTE: Verkerk, P.J., Hassegawa, M., Van Brusselen, J., Cramm, M., Chen, X., Imparato Maximo, Y., Koç, M. et al. 2021. Forest products in the global bioeconomy. Roma, FAO. https://doi.org/10.4060/cb7274en.

  • Se puede fabricar una amplia variedad de productos bioquímicos a partir de la biomasa, por ejemplo, adhesivos, lubricantes, surfactantes y emolientes. Los productos bioquímicos se consideran un sector en crecimiento; se calcula que la industria química mundial generó 4,01 billones de EUR en 2020317. Por ejemplo, existen considerables oportunidades en el segmento de la lignina kraft, que actualmente solo convierte del 1% al 2% de los residuos en productos de mayor valor318.

  • Los bioplásticos pueden obtenerse utilizando la lignina y las corrientes secundarias de la industria de la pasta y el papel. Actualmente, los bioplásticos representan solo el 1% del volumen total de plásticos que se produce cada año. Se estima que la capacidad actual de producción de bioplásticos de materias primas de segunda y tercera generación a partir de cultivos y plantas no aptos como alimentos o piensos (por ejemplo, árboles), el desperdicio de las materias primas de primera generación (por ejemplo, el bagazo y los residuos de aceite vegetal) y las algas es de 2,3 millones de toneladas, y se prevé que crezca hasta los 4,3 millones de toneladas en 2022319.

  • Se espera que la producción de textiles fabricados a base de celulosa (generalmente a partir de la madera u otros materiales vegetales) se incremente de 6,4 millones de toneladas en 2020 a 8,6 millones de toneladas en 2027320. El factor de sustitución de estos textiles derivados de la madera podría llegar a 2,8321. Basándose en la hipótesis de que las fibras derivadas de la madera satisfarán el 30% de la demanda total de fibras textiles para 2040, se ha estimado recientemente un aumento de 81 millones de m3 de la producción mundial de madera en rollo322.

La bioenergía forestal debe ser más eficiente, limpia y verde

La producción de energía constituye el uso principal de la madera a escala mundial; más de 2 000 millones de personas todavía dependerán de este uso tradicional de los dendrocombustibles y otros tipos de energía derivados de la biomasa para cocinar a finales de la actual década, sobre todo en las regiones más empobrecidas del planeta323.

En algunas zonas, la demanda de dendrocombustibles, en particular de leña y carbón vegetal, supera la capacidad de suministro de los bosques y los árboles, lo que provoca la degradación y pérdida de bosques. Se calcula que entre el 27% y el 34% de la extracción de dendrocombustibles en las regiones pantropicales no se realiza de forma sostenible y aproximadamente 275 millones de personas viven en puntos críticos de agotamiento de los dendrocombustibles en Asia meridional y África oriental324. Se puede cerrar la brecha entre la demanda y el suministro sostenible mediante la restauración de los bosques degradados, el establecimiento de plantaciones de árboles de crecimiento rápido, la mejora del uso de los residuos procedentes de la recolección y transformación de la madera, y la recuperación de la madera usada gracias a la utilización en cascada en el marco de una economía más circular. Las plantaciones pueden reducir la presión a la que están sometidos los bosques y las tierras boscosas naturales325 cercanos a centros de fuerte demanda de carbón vegetal, por ejemplo, las zonas urbanas de África subsahariana326. En un estudio reciente sobre la viabilidad técnica y económica de la producción de carbón vegetal industrial en el Congo se estimó que el rendimiento económico de la inversión necesaria para el establecimiento de plantaciones de árboles, la producción adicional de briquetas utilizando el polvo creado durante la producción de carbón vegetal, y el uso de hornos carboneros limpios y eficientes ascendería al 10,7%327.

Las estrategias nacionales sobre dendrocombustibles son importantes para coordinar las medidas adoptadas por distintos organismos gubernamentales y velar por que las intervenciones tengan repercusiones económicas, sociales y ambientales positivas. La Estrategia nacional de Malawi sobre el carbón vegetal (20172027), por ejemplo, presenta un marco multisectorial para abordar los problemas en la producción y demanda de carbón vegetal a corto, medio y largo plazo, de conformidad con otras estrategias y políticas nacionales que promueven objetivos generales relativos a la reducción de la deforestación, la degradación forestal y la dependencia de combustibles de biomasa sólida328.

Entre las aplicaciones modernas de los dendrocombustibles figuran normalmente la calefacción de edificios residenciales y comerciales (ya sean sistemas de calefacción independientes o urbanos) y la utilización en procesos industriales; la generación de electricidad y la cogeneración de calor y energía (a través de la quema directa de dendrocombustibles o la combustión mixta con carbón), y la producción de combustibles líquidos para el sector del transporte329. Se ha manifestado un gran interés por aumentar el uso de bioenergía para ayudar a lograr que el sector energético genere cero emisiones netas (Recuadro 16). La quema de biomasa forestal devuelve a la atmósfera solo el carbono que las plantas han absorbido durante su crecimiento, mientras que la quema de combustibles fósiles libera el carbono que ha estado almacenado en el suelo durante millones de años. No obstante, el empleo adicional de biomasa maderera para la producción de bioenergía plantea problemas ambientales relacionados con las emisiones de GEI, la degradación de la calidad del suelo y la pérdida de biodiversidad. Por lo tanto, es necesario lograr la sostenibilidad ambiental, económica y social en la producción de bioenergía, que puede evaluarse a través de una serie de indicadores basados en múltiples criterios, y puede llevarse a cabo un análisis del ciclo biológico para estudiar el comportamiento ecológico330. Si bien existen controversias en cuanto al impacto global de los dendrocombustibles en el cambio climático331, apenas hay desacuerdo sobre la posibilidad de aumentar al máximo los beneficios aplicando prácticas sostenibles de gestión forestal y mejorando la eficiencia de las operaciones de las biorrefinerías y las plantas de cogeneración de calor y energía.

RECUADRO 16LA POSIBLE CONTRIBUCIÓN DE LA BIOMASA AL LOGRO DE LAS EMISIONES CERO NETAS PARA 2050

La Agencia Internacional de Energía (2021) define un plan para el sector energético mundial en el que la bioenergía moderna, en especial los dendrocombustibles, contribuiría de manera decisiva al logro de las emisiones cero netas: la bioenergía moderna crecería en torno a un 60% entre 2020 y 2050 a medida que se fuera abandonando el uso tradicional de la biomasa332. En el escenario de la Agencia relativo al logro de emisiones cero netas para 2050, la superficie destinada a plantaciones de biomasa específicamente necesitaría aumentar de 330 millones de hectáreas en 2020 a 410 millones de hectáreas en 2050.

Para incrementar la producción de biomasa un 60% en 30 años con miras a cumplir los objetivos de producción de bioenergía se requerirá un amplio conjunto de políticas, estrategias, reglamentos, medidas de gestión y recursos financieros para velar por que esta producción adicional de biomasa sea sostenible y no cause daños económicos, sociales o ambientales, como la disminución de la calidad del suelo y la pérdida de biodiversidad.

Se puede reducir la demanda de materias primas aumentando la eficiencia en los procesos de conversión y utilización de los dendrocombustibles. Para ello, es preciso mejorar las propiedades de los residuos de madera a través de la producción de pellets y briquetas; incrementar la eficiencia en la transformación de los dendrocombustibles perfeccionando los hornos para la producción de carbón vegetal; potenciar la eficiencia térmica de las estufas de leña, y aumentar el acceso a formas modernas de energía como la electricidad (en particular a fuentes renovables, como la solar y eólica), el gas de petróleo licuado y el biogás obtenido a partir de residuos orgánicos. Se han puesto en marcha diversas iniciativas innovadoras —como las de la cartera de proyectos Venture Catalyst de la asociación Clean Cooking Alliance333— con el objetivo de fomentar la quema limpia y eficiente de dendrocombustibles y reducir la demanda de estos productos. En algunos países, la transición hacia los dendrocombustibles modernos podría tener profundas consecuencias para los medios de vida (Recuadro 17).

RECUADRO 17DENDROCOMBUSTIBLES Y EMPLEO EN NIGERIA

En muchos países en desarrollo, la transición hacia un mayor acceso a la energía y fuentes renovables modernas puede tener consecuencias para los medios de vida. En Nigeria, donde la biomasa representa la mayor fuente del suministro total de energía primaria, aproximadamente 40 millones de personas —esto es, una quinta parte de la población— trabajan directamente en la recolección de leña y la producción de carbón vegetal, que proporcionan unos 530 000 empleos directos equivalentes a tiempo completo. Otras 200 000 personas prestan servicios de transporte, la mayoría también a tiempo completo, para el comercio minorista y mayorista334. Muchos medios de vida de otros países subsaharianos también dependen de las economías de la leña y el carbón vegetal335.

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