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El presente Manual tiene por objetivo poner a disposición de técnicos y extensionistas, información sobre diversas tecnologías que pueden ser aplicadas a nivel rural, para mejorar los sistemas de limpieza, secado y almacenamiento de granos de los pequeños agricultores.

Gran parte de la información contenida en este Manual fue utilizada para capacitar en 1990, a 72 técnicos de 18 países de América Latina y el Caribe, que recibieron un curso intensivo sobre tecnologías de poscosecha, en el Centro Nacional de Treinamento em Armazenagem (CENTREINAR) del Brasil, bajo los auspicios del Proyecto PFL/RLA/088/JPN "Programa de Capacitación en Tecnologías de Poscosecha de Granos, para Extensionistas Agrícolas. El Proyecto se llevó a cabo como parte de las actividades del Programa de la FAO sobre Prevención de Pérdidas de Alimentos en la Etapa de la Poscosecha, mundialmente identificado con las siglas PFL. El Programa PFL, que se inició en 1978, le ha dado gran importancia a la capacitación y difusión de tecnologías de poscosecha, debido a que estas actividades constituyen una de las mejores inversiones para incentivar a los agricultores a evolucionar y adecuar sus tecnologías al incremento mundial de la demanda de alimentos y a la dinámica de los cambios económicos y comerciales que periódicamente se vienen presentando.

Las experiencias del Programa PFL mostraron también, que aunque los factores que propician las pérdidas en la etapa de la poscosecha, están fuertemente influenciados por las condiciones propias de cada localidad, los orígenes de los mismos, pueden generalizarse, lo que permite que los conocimientos y experiencias que se desarrollen en un determinado país, puedan ser aprovechados para solucionar los problemas de otros paises. Bajo este concepto, el Programa PFL promovió la ejecución de 22 proyectos de carácter regional o subregional, incentivando un mayor intercambio de información y cooperación técnica. El Manual se publica como parte de las actividades de esta Oficina Regional y del Proyecto PFL/RLA/002/PFL "Apoyo a la Cooperación Técnica entre Países de América Latina y el Caribe para prevenir las Pérdidas Poscosecha de Alimentos Básicos".

 


Introduccion

Las tecnologías de poscosecha empleadas en el medio rural, especialmente a nivel de los pequeños agricultores, han permanecido prácticamente sin evolucionar, lo que propicia continuar utilizando estructuras poco apropiadas que facilitan el deterioro de los granos y sus productos. La mayoría de estas estructuras se caracterizan por estar mal diseñadas, sin los elementos que permitan proteger las cosechas de las plagas o de los efectos de las condiciones climáticas como la lluvia y el sol, que aceleran los procesos de transformación y deterioro, propios de los productos biológicos. Su construcción, por lo general, se realiza sin los conocimientos técnicos que permitan asegurar la conservación de las cosechas y, en muchas ocasiones, se utilizan no sólo para el almacenamiento sino para otros fines, lo que hace más difícil la aplicación de prácticas para el control de plagas o para la conservación de los productos.

Otro de los aspectos que influye en la conservación de las cosechas lo constituye la poca importancia que se le da a la preservación de la calidad, especialmente por parte del productor y de quienes participan en los procesos de comercialización. Esta situación se ve incentivada por los bajos precios que recibe el agricultor por sus productos, lo que no le permite invertir para mejorar sus estructuras o para adquirir equipos que le ayuden a preservar sus cosechas. La calidad de los granos está muy relacionada con su capacidad para resistir el manejo al que serán sometidos después de la cosecha. Un producto deteriorado o con elevado contenido de humedad será mas difícil de conservar que uno seco y en buenas condiciones. Desde el punto de vista de su comercialización, los productos de mejor calidad tendrán mayor probabilidad de venderse a mejores precios. Este es uno de los aspectos fundamentales que es necesario que comprenda el agricultor, ya que ello le permitirá planificar con mayor seguridad el consumo y comercialización de sus productos. Es importante que el agricultor sepa cuáles son los factores de calidad que van a influir en el deterioro para que pueda planificar los períodos de almacenamiento. El control de la calidad se aplica casi en forma generalizada en la mayoría de las industrias que utilizan los productos agrícolas como materia prima para la obtención de sus productos.

El problema del deterioro y pérdidas de las cosechas es de particular importancia para los agricultores de subsistencia, ya que su producción forma parte de los alimentos básicos que consume la familia durante todo el año. La parte no consumida la comercializan para adquirir otros productos que les son indispensables para su vida cotidiana.

Esta situación no es exclusiva de este grupo de productores, ya que, en general, las tecnologías de almacenamiento y manejo poscosecha de los productos agrícolas no han evolucionado al mismo ritmo que aquellas destinadas a incrementar la producción. Los centros de investigación continuamente están generando nuevas variedades de plantas, capaces de incrementar los rendimientos por unidad de superficie y con otras características de cultivo que incentivan su adopción por parte de los agricultores y la substitución de sus variedades tradicionales. El éxito logrado por la investigación agrícola y los esfuerzos que se realizan para incrementar la producción han ocasionado que, a nivel mundial, la oferta de productos agrícolas supere la demanda. Esta situación es un tanto ficticia para los países en desarrollo que no son capaces de producir los alimentos básicos que requieren y que tampoco cuentan con los recursos necesarios para adquirirlos en el mercado internacional. Cuando la producción sobrepasa la demanda, por lo general se presenta una deformación de los mercados y se requieren mayores cupos y tiempo de almacenamiento. El resultado es una disminución de los precios que reciben los agricultores por sus productos y la necesidad de almacenarlos por períodos de tiempo más largos. En la práctica se ha demostrado que esta situación se presenta con frecuencia cuando se planifican los incrementos de la producción sin considerar las facilidades de almacenamiento y manejo poscosecha que existen y la demanda del mercado.

Si bien los trabajos que se han desarrollado en los centros de investigación han generado información como para satisfacer las necesidades de una producción mecanizada o para el manejo de volúmenes de granos, más o menos considerables, en centros de acopio y almacenamiento, los estudios realizados para comprender los fenómenos biológicos, sociales y culturales que son propios de los almacenamientos del sector rural, no han sido tan prolíficos y, en la mayoría de los casos, no se consideran los diversos factores que son decisivos para la adopción de nuevas tecnologías. Los resultados de los trabajos realizados para mejorar la producción agrícola comercial, por lo general, no son aplicables a la producción agrícola de subsistencia. El problema de alimentación de los agricultores de subsistencia no se soluciona a través de la importación de alimentos si no cuentan con los recursos necesarios para adquirirlos en el mercado nacional o internacional.

Mejorar los actuales sistemas de manejo poscosecha y almacenamiento no requiere de grandes inversiones; bastaría con que los agricultores y demás sectores involucrados hicieran más eficientes sus actuales prácticas de limpieza, secado, almacenamiento y control de plagas, para lograr un gran avance.

Este podría ser el primer paso para propiciar la adopción de nuevas tecnologías que son necesarias para adecuar el manejo poscosecha a la evolución de la producción.

 


I. Los granos y su calidad

Formacion del grano

En general, los granos presentan características acordes con las especies a que pertenecen. Los elementos básicos de la estructura del grano son: tegumento, embrión y tejido de reserva. Desde el punto de vista funcional, la semilla está compuesta de una cobertura protectora, un eje embrionario y un tejido de reserva (figura 1).

Figura 1. Corte longitudinal de las semillas de: a) maíz (Zea mays L.); b) arroz (Oriza sativa L.); y c) trigo (Triticum sativus L.).

 

Cobertura protectora

Es la estructura externa que envuelve la semilla y puede estar constituida apenas por el tegumento y, en algunos casos, también por el pericarpio. El tegumento es una cobertura formada por una capa de células; el pericarpio se origina de la pared del ovario.

La cobertura protectora tiene como funciones.

En resumen, la cobertura protectora tiene funciones protectoras, reguladoras y del imitadoras .

 

Eje embrionario

El eje embrionario tiene función reproductiva con capacidad para iniciar divisiones celulares y crecer. Es la parte vital de la semilla. Se trata de un eje porque inicia el crecimiento en dos direcciones: hacia las raíces y hacia el tallo. Generalmente, el eje embrionario es pequeño con respecto a las demás partes de la semilla.

Tejido de reserva

Es una fuente de energía y de substancias orgánicas que son utilizadas por el eje embrionario en el proceso de germinación; eso es, desde el comienzo de la germinación hasta que se vuelve autotrófico, capaz de sintetizar materias orgánicas por el proceso de fotosíntesis. Las reservas de la semilla se pueden ubicar en los cotiledones, en el endospermo o en el perispermo (figura 2).

 

Composicion quimica del grano

Las principales substancias almacenadas por los granos son los carbohidratos, los lípidos y las proteínas. El principal carbohidrato de reserva en los granos es el almidón. Cuando el almidón es la substancia de reserva predominante, el grano es denominado amilácea; es llamado oleaginoso cuando los lípidos son las substancias de reserva predominantes; y proteico cuando éstas son las proteínas.

Figura 2. Corte longitudinal de la semilla del frijol (Phaseolus vulgaris L.). Los cotiledones constituyen el tejido de reserva.

En el cuadro 1 se presenta la composición química de algunas semillas; en él se pueden apreciar marcadas diferencias en la predominancia del material acumulado.

CUADRO 1: Composición química de semillas de algunas especies (100 g) (Watt y Merril, 1963)

Especie Agua % Proteína (g) Lípidos (g) Carbohidratos Cenizas (g)
        Total (g) Fibra (g)  
Frijol blanco 10,9 22,3 1,6 61,3 4,3 3,9
Frijol rojo 10,4 22,5 1,5 61,9 4,2 3,7
Frijol negro y castaño 11,2 22,3 1,5 61,2 4,4 3,8
Maíz 13,8 8,9 3,9 72,2 2,0 1,2
Cacahuate 5,6 26,0 47,5 18,6 2,4 2,3
Arroz (no procesado) 12,0 7,5 1,9 77,4 0,9 1,2
Centeno 11,0 12,1 1,7 73,4 2,0 1,8
Sorgo 11,0 11,0 3,3 73,3 1,7 1,7
Soja 10,0 34,1 17,7 33,5 4,9 4,7
Trigo 13,0 14,0 2,2 69,1 2,3 1,7
Girasol 4,8 24,0 47,3 19,9 3,8 4,0

Al considerar el principal compuesto de reserva, los granos se pueden dividir en ricos en carbohidratos, como es el caso de la mayoría de los cereales, y ricos en lípidos. Los granos ricos en lípidos son cultivados para ser utilizados como alimento o como materia prima para las industrias. Los granos cuyo material de reserva predominante es la proteína son poco conocidos, siendo la soja una de las pocas excepciones.

El conocimiento de la composición química de las semillas es de interés práctico, porque tanto su vigor como su potencial de almacenamiento están influenciados por los compuestos presentes.

 

Proceso respiratorio

Después de cosechados, los granos continúan viviendo y, como todos los organismos vivos, respiran.

Proceso respiratorio bajo condiciones aeróbicas

La respiración bajo condiciones aeróbicas (en presencia de oxígeno libre) es el proceso por medio del cual las células vivas de los vegetales oxidan los carbohidratos y las grasas, por medio del oxígeno atmosférico, produciendo gas carbónico (CO2) y agua (H2O) y liberando energía en forma de calor (figura 3).

Figura 3. Respiración aeróbica.

La siguiente ecuación representa este proceso:

C6H12O2 + 6O2 = 6CO2 + 6H2O + CALOR

Proceso respiratorio bajo condiciones anaeróbicas

La respiración anaeróbica se produce sin la presencia del oxígeno libre; los productos finales de la respiración se componen de gas carbónico y algunos compuestos orgánicos simples, como el alcohol etílico (C2H5OH). En la respiración anaeróbica, el oxígeno también forma parte activa de las reacciones de oxidación; no obstante, las células no reciben el oxigeno desde el exterior, sino que éste se obtiene de la propia célula. Las fermentaciones son procesos de respiración anaeróbica (figura 4).

Figura 4. Respiración anaeróbica

En la masa de granos se encuentran algunas especies de levaduras (hongos unicelulares) que respiran en ausencia de oxígeno y aceleran la descomposición de los carbohidratos. La siguiente reacción representa este proceso:

C6H12O6 -----> 2C2H5OH + 2CO2 + CALOR

glucosa alcohol etílico

Factores que afectan la respiración

Según las reacciones presentadas, el proceso respiratorio va acompañado de una pérdida de substancias nutritivas. Los principales factores que afectan la velocidad del proceso respiratorio son.

- La temperatura
- El contenido de humedad de los granos
- El desarrollo de los hongos
- La composición del aire ambiente.

 

Temperatura

Al estudiar la influencia de la temperatura sobre el proceso respiratorio de los granos, diversos investigadores concluyeron que la respiración aumenta rápidamente cuando la temperatura se eleva de 30° a 40°C, y a partir de este punto se produce un acentuado descenso del proceso. Por lo general, el aumento de la temperatura puede acelerar la respiración dos o tres voces hasta un cierto límite, arriba del cual disminuye como resultado de los efectos destructores de las altas temperaturas sobre las enzimas.

 

Nivel de humedad

El nivel de humedad de los granos influye directamente sobre su velocidad de respiración. Los granos almacenados con humedad de entre 11 y 13 por ciento tienen un proceso respiratorio lento. Sin embargo, si se aumenta el contenido de humedad, se acelera considerablemente la respiración y, en consecuencia, ocurre un deterioro. El nivel de humedad del producto es un factor fundamental para su conservación.

 

Hongos

Recientes investigaciones concluyeron que una parte significativa del gas carbónico (CO2) que se produce durante la respiración, se debe al metabolismo de los insectos presentes en los granos secos y a los microorganismos (sobre todo hongos) presentes en los granos húmedos. Cuando los hongos son los principales agentes responsables del aumento del proceso respiratorio se puede llegar a un punto en que los granos húmedos dejan de ser organismos vivos y pasan a ser un substrato alimenticio de los hongos, que siguen respirando y transformando la materia seca de los granos en gas carbónico, agua y calor.

 

Composición del aire ambiente

Aparte de la temperatura y del contenido de humedad que actúan sobre todos los procesos bioquímicos, la composición del aire ambiente de almacenaje (relación entre gas carbónico y oxígeno también afecta el proceso respiratorio de la masa de granos. Cuanto mayor sea la proporción de CO2 y menor la de oxígeno menor será la intensidad respiratoria de los granos almacenados en una bodega o silo.

Consecuencia del proceso respiratorio

Pérdida de peso

Mientras más alto es el contenido de humedad y la temperatura de la masa de granos, más intenso es el proceso respiratorio lo que implica mayor consumo de substancias orgánicas, rápido deterioro del producto y mayor pérdida de materia seca y peso (figura 5).

Calentamiento de los granos

Existen dos clases de calentamiento en los granos:

- calentamiento de granos secos o calentamiento ocasionado por insectos que pueden desarrollarse en los granos con humedad cercana al 15 por ciento o menos, lo que produce temperaturas de hasta 42 C;
- calentamiento de granos húmedos ocasionado por microorganismos que se desarrollan en los granos con humedad de 15 por ciento o superior, lo que produce temperaturas de hasta 62 C.

Estos dos tipos de calentamiento se pueden desarrollar simultáneamente en la masa de granos, por lo que el calentamiento de granos secos se puede convertir en calentamiento de granos húmedos (figura 6).

Figura 5. Pérdida de peso debida a la respiración.

Figura 6. Formación de zonas de calentamiento debido a la humedad y desarrollo de insectos.

 

Factores que influyen en la calidad de los granos

Bajo las mismas condiciones de almacenamiento, los granos y las semillas pueden tener calidades diferentes, que dependen de variables ocurridas en etapas anteriores. De este modo, no se puede esperar que un lote de semillas de calidad mediana se comporte igual que un lote de semillas de alta calidad. La calidad inicial de los granos y de las semillas depende de los siguientes factores:

Condiciones climáticas durante el período de maduración de la semilla

Las condiciones del clima pueden ejercer gran influencia en dos etapas de la maduración de las semillas. La primera corresponde a la etapa en que la semilla está acumulando rápidamente materia seca en el campo, antes de ser cosechada; en esta etapa es indispensable la presencia de humedad en el suelo en cantidades adecuadas. Un período de sequía traería como consecuencia una semilla más liviana, es decir, con menor contenido de materia seca y, por lo tanto, serían menos vigorosas y tendrían menor potencial para el almacenamiento. La segunda etapa, en que la semilla se muestra particularmente sensible, se presenta cuando alcanza su máximo contenido de materia seca; en este caso la semilla se deshidrata rápidamente para entrar en equilibrio con la humedad relativa del aire. Si durante esta etapa llueve mucho, la deshidratación será lenta y el contenido de humedad permanecerá elevado por un período mayor, lo que propicia que las semillas se deterioren con rapidez.

Grado de maduración en el momento de la cosecha

Las semillas recolectadas antes o después del punto de madurez fisiológica son semillas con menor potencial de almacenamiento, ya sea porque no han alcanzado su máximo vigor o porque ya se inició el proceso de deterioración.

Daños mecánicos

Desde la cosecha hasta el momento del almacenamiento, los granos pueden sufrir impactos que les ocasionan grietas o fragmentaciones. Los granos quebrados se pueden eliminar durante el beneficio, pero no se eliminan los que presentan grietas y que permanecen con la masa de granos que va a ser almacenada. Estos granos se deterioran con gran facilidad y se convierten en focos que afectan a los granos sanos.

Una semilla se puede dañar mecánicamente bajo las siguientes circunstancias.

En la cosechadora. Se trata de una de las más importantes fuentes de daño y ocurre en el momento del desgranado, es decir, cuando se separan los granos de la estructura que los contiene (vaina, mazorca, etc.) (figura 7).

Figura 7. La deficiente calibración y operación de las cosechadoras ocasiona graves daños y pérdidas de granos.

Durante el beneficio. El daño ocurre durante las sucesivas caldas de los granos desde diversas alturas. Los granos y las semillas pasan por una serie de equipos desde que llegan del campo hasta que se almacenan, presentándose rozamientos y caídas (figura 8).

Durante el almacenamiento. El daño ocurre tanto en el almacenamiento a granel como en sacos. Los granos que quedan debajo de una pila de sacos o de un montón a granel tienden a quebrarse por el peso de los que están arriba.

Durante el transporte. Este daño se produce como consecuencia de la falta de una buena supervisión durante la carga y descarga, sobre todo de camiones o vagones. Los obreros que realizan esta labor debieran estar conscientes de la importancia que tiene el no dañar las semillas y tratar los granos envasados o a granel con el debido cuidado (figura 9).

Figura 8. Los equipos de transporte en mal estado y las caídas desde gran altura ocasionan la quebradura de los granos.

Figura 9. Deficientes prácticas de carga y descarga dañan los granos y sus envases.

Impurezas

Los granos que contienen impurezas (fragmentos del mismo producto) y materias extrañas (residuos vegetales y cuerpos extraños, como tierra, etc.) son portadores de una mayor cantidad de microorganismos y presentan condiciones que facilitan su deterioro. Las materias extrañas impurezas, bajo las mismas condiciones de humedad relativa y temperatura del aire, presentan contenidos de humedad más altos que el producto.

La acumulación de impurezas y materias extrañas en determinadas zonas de un silo vertical o de un granero forma una masa compacta y húmeda que dificulta las operaciones de secado, aireación y fumigación. En general, los granos almacenados presentan un espacio vacío del 40 al 50 por ciento del volumen que ocupan. Si la masa de los granos contiene un alto porcentaje de polvo, fragmentos del producto y cuerpos extraños, éstos ocuparán los espacios vacíos, lo que dificultará las diversas operaciones. El espacio intergranular deberá estar exento de impurezas y materias extrañas, con la finalidad de que presente condiciones óptimas para el paso del aire caliente (secado), del aire frío (aireación) y de los fumigantes.

El contenido de impurezas y materia extrañas también es de gran importancia desde el punto de vista comercial. Cuando el producto está sucio es clasificado como de menor calidad y sufre una considerable reducción de precio.

Humedad

Si bien hay otros factores que pueden ejercer influencia sobre la conservación de los granos, el contenido de humedad es el principal factor que influye en la calidad del producto almacenado. Para obtener un almacenamiento eficiente, los granos deben tener un bajo contenido de humedad, ya que los granos húmedos constituyen un medio ideal para el desarrollo de microorganismos, insectos y ácaros.

Temperatura

La acción de la temperatura sobre la conservación de los alimentos es conocida universalmente. Los alimentos y otros materiales biológicos se conservan mejor en ambientes refrigerados que en altas temperaturas, sobre todo si su contenido de humedad es alto; este hecho se basa en el principio de que la mayoría de las reacciones químicas se aceleran con el aumento de la temperatura. Los granos con alto contenido de humedad, que son inadecuados para el almacenamiento convencional, pueden conservarse en refrigeración. Los granos almacenados tienen menor posibilidad de deterioro cuando están fríos. Las bajas temperaturas pueden compensar los efectos de un alto contenido de humedad y evitar el desarrollo de microorganismos, insectos y ácaros que atacan los granos almacenados.

Microorganismos

Los hongos son los principales microorganismos de la microflora presentes en los granos almacenados y constituyen la más importante causa de pérdidas y deterioro durante el almacenamiento. Prefieren ambientes o substratos con alto contenido de humedad y son los agentes responsables por el gran aumento de la respiración de los granos húmedos. Por lo general, los hongos que atacan los granos se dividen en dos grupos: hongos de campo y hongos del almacenamiento.

Hongos de campo. Así son llamadas las especies que contaminan los granos antes de la cosecha, durante su desarrollo en la planta. Estos hongos necesitan para su desarrollo un alto contenido de humedad, es decir, granos en equilibrio con una humedad relativa de entre el 90 y el 100 por ciento. Las esporas de estos hongos pueden sobrevivir durante mucho tiempo en los granos húmedos; sin embargo, no germinan cuando el contenido de humedad está en equilibrio con humedades relativas inferiores al 75 por ciento.

Los hongos de campo pueden provocar pérdida de la coloración natural y del brillo de los granos, con lo que se reduce el valor comercial del producto. En las semillas, además de reducir el poder germinativo y el vigor, pueden ocasionar putrefacción de las raíces y otras enfermedades de las plantas.

Hongos del almacenamiento. Estos hongos se desarrollan después de la cosecha, cuando el contenido de humedad de los granos está en equilibrio con una humedad relativa superior al 65 o 70 por ciento. Los hongos que proliferan con mayor frecuencia en los granos almacenados son algunas especies de los géneros Aspergillus y Penicillium. Las principales pérdidas ocasionadas por hongos en granos y cereales se deben a:

En silos y bodegas, los daños causados por los hongos del almacenamiento son mayores que los producidos por los hongos de campo (Figura 10).

Figura 10. Granos invadidos y compactados por los hongos de almacenamiento.

 

Insectos

Los insectos son importantes agentes que pueden causar daños a las semillas tanto en el campo como durante el almacenamiento, reduciendo drásticamente su calidad. Si la población de insectos crece en forma desmesurada, además de reducir la calidad del grano, se produce un incremento de la temperatura y humedad de los granos, un aumento del contenido de bióxido de carbono y una reducción del contenido de oxígeno del medio ambiente.

El embrión puede sufrir diferentes grados de daño o hasta morir durante la alimentación de los insectos en su estado de adulto o larva, o durante la oviposición. Si el embrión sobrevive, las reservas del endospermo pueden ser insuficientes para el desarrollo normal de la plántala (figura 11).

Figura 11. Granos dañados por insectos.

Los insectos son portadores de hongos que pueden debilitar o consumir las semillas o atacar la plántala que de ella se origina. Algunos insectos forman capullos y telas, que unen los granos formando conglomerados que hacen más difíciles las operaciones de aireación y control fitosanitario. Los insectos de granos almacenados mas perjudiciales son aquellos que se alimentan del embrión y que destruyen el poder germinativo de la semilla. Los insectos que viven en el interior de la semilla se alimentan principalmente del endospermo, en cuyo caso el embrión no es afectado directamente, pero la reducción parcial o total de las reservas alimenticias hace que la semilla pierda su vigor y produzca una plántala débil o incapaz de sobrevivir.

La infestación se origina tanto en el campo como en el almacén. Los insectos del almacenamiento comúnmente se encuentran presentes en almacenes, silos, trojes, depósitos en general e inclusive en casas-habitación, por lo que la semilla puede infestarse fácilmente al ser almacenada cerca de productos ya infestados. Los daños causados por la infestación de campo pueden evitarse si se cosecha la semilla tan pronto esté madura y se la somete a un secado y fumigación oportuna (figura 12).

Figura 12. Daño total de los granos por causa de los insectos.

La temperatura y la humedad son los principales factores que influyen en el desarrollo de los insectos.

Temperatura: La mayoría de los insectos que atacan los granos almacenados son de origen subtropical y tropical. En la regiones muy frías, los insectos alcanzan niveles de reproducción tan bajos que no llegan a caracterizarse como plagas. En los granos que se mantienen bajo los 17°C, el desarrollo de los insectos resulta insignificante. Los límites de temperatura para el desarrollo de la mayoría de los insectos que atacan los granos almacenados varían entre 20 y 35°C.

Humedad. El contenido de humedad de los granos es un factor crítico para la sobrevivencia del insecto. Los insectos toman de los alimentos la humedad que requieren para sus procesos vitales. El aumento del contenido de humedad favorece la proliferación de los insectos; sin embargo, por sobre un cierto límite, el desarrollo de microorganismos inhibe el de los insectos. Los granos de cereales con humedad inferior al 10 por ciento inhiben la actividad de los insectos.

Aparte de la temperatura y del contenido de humedad de los granos, la composición del aire intergranular (relación oxígeno/gas carbónico) constituye un importante factor para el desarrollo de las poblaciones de insectos que infestan los granos almacenados. En bodegas y silos, la masa de granos forma un microclima que afecta la respiración de los granos y organismos asociados a ella, por lo que la composición del aire intergranular puede resultar profundamente modificada.


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