Los sistemas de producción son complejos porque no son estáticos. Todos los elementos cambian: el tiempo, la competencia por los recursos y el cultivo en sí mismo.
Para que estas reflexiones sean más fáciles y para ubicar los problemas observados dentro de un contexto global, se necesita considerar el sistema de producción como una serie de componentes encadenados de insumos y productos.
El manejo busca transformar la mayor parte posible de los recursos de la finca en granos de alta calidad. A lo largo de este proceso, desde antes de la siembra hasta la cosecha del grano, se encuentran competidores por esos recursos. El objetivo es minimizar los efectos de esa competencia y dar al cultivo la mejor oportunidad para expresar su potencial.
Cuando se analiza el sistema de cultivo y la forma en que este puede ser mejorado, se deben seguir los siguientes pasos y responder a las siguientes preguntas.
Hacer una lista de los principales insumos y productos. Hacer consideraciones basándose en la economía del año corriente y del próximo y en el posible impacto que puedan tener las decisiones actuales sobre la sostenibilidad económica de la finca en los próximos 10 años. Hacer una lista de las rotaciones usadas en los últimos años.
Pensar como se podrían manejar los insumos ambientales. Los recursos naturales como la radiación solar, la lluvia, los nutrientes y el aire en el suelo (aireación), ¿están siendo usados en forma óptima o son malgastados? Si sus efectos son negativos, como en el caso de las heladas o las altas temperaturas, considerar entonces cómo esos efectos pueden ser minimizados. Por ejemplo, ¿son la fecha de siembra y la variedad cultivada las más adecuadas para esa región considerando las limitaciones ambientales?
¿Podría ser mayor la proporción de grano cosechado con relación al total de la biomasa? ¿Podrían algunos de los insumos que favorecen las enfermedades, las malezas y las plagas ser aprovechados por los granos? ¿Podrían la paja y otros restos del cultivo ser usados para aumentar la producción del próximo cultivo? ¿Podría el agua aplicada ser distribuida en forma más eficiente?
¿Es el manejo el apropiado para tener un sistema sostenible? O por el contrario, ¿están siendo los suelos y los recursos hídricos gradualmente degradados o sobreutilizados? El método de riego, ¿está incrementando la salinidad del suelo? ¿Está aumentando la incidencia de enfermedades? ¿Deberían rotarse los cultivos para combatir plagas y enfermedades? ¿Debería cambiarse el sistema de riego por inundación por un riego en camas permanentes que reduzcan la erosión, la sedimentación y el daño por inundación?
¿Es el rendimiento objetivo muy alto para la finca? ¿Podrían objetivos más modestos hacer un uso más eficiente de los recursos?
Se puede tener una idea del potencial del rendimiento averiguando cual es el rendimiento más alto alcanzado por otros agricultores en la zona. Ese puede ser, en principio, el rendimiento a conseguir. Sin embargo, hay que tener en cuenta que controlar las plagas y enfermedades será más difícil y costoso a medida que el rendimiento a obtener aumente. En efecto, un cultivo de más alto rendimiento requiere una población más densa en la cual las plagas y las enfermedades se pueden difundir rápidamente una vez que se presente la infección. Se debe evaluar si los costos adicionales de trabajo y materiales serán recuperados con el mayor rendimiento de grano esperado. También se debe considerar si usando más insumos químicos se pone en riesgo la sostenibilidad a largo plazo de la finca. Si en la finca se siembran otros cultivos, estos también pueden influir sobre el rendimiento; por ejemplo, la fecha de cosecha de estos cultivos puede demorar la siembra del trigo en el mismo campo más allá del momento óptimo, con la consiguiente reducción de la producción.
La lista que se presenta a continuación resume los principales requerimientos para un rendimiento objetivo de 5 t/ha obtenible en muchas zonas regadas del mundo. Se asume que el cultivo se siembra en la fecha óptima y en hileras separadas 18 cm; si la distancia es otra, habrá que cambiar los valores estimados en la lista. Esta lista muestra qué características debería tener el cultivo a medida que progresa a través de las fases Zadoks (ver los dibujos que comienzan en la pág. 9 para los detalles de los números Z). Los valores listados se deben ajustar al rendimiento propuesto. Los números en la tabla fueron proporcionados por M. Stapper.
Estas características se refieren a un cultivo que ha sido sembrado en hileras a 18 cm
FASES |
CARACTERÍSTICAS |
UNIDADES |
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Siembra |
densidad de siembra con semilla pequeña (<40 mg) |
85 kg/ha |
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densidad de siembra con semilla grande (>40 mg) |
115 kg/ha |
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profundidad de siembra |
3-4 cm |
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Emergencia |
plántulas emergidas por metro de hilera de cultivo |
30-40/m |
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Macollaje |
macollos del tallo principal en Z1.3 |
1 |
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tallo principal + macollos/m hilera en Z3.2 |
>120/m |
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macollos con nudos visibles/m hilera en Z3.2 |
>85/m |
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cobertura del suelo en el estado de vaina engrosada temprana (Z4.0) |
>90% |
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Floración |
hojas verdes por tallo en la antesis |
>2,5 |
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número de espigas/m hilera en la antesis |
80-100/m |
(A) |
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Llenado de grano |
número de granos por espiga |
25-35 |
(B) |
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número de granos/m hilera (=A × B) |
2300-3000 |
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(depende de la variedad) |
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Madurez |
peso de los granos (mg) |
33-48 mg |
(C) |
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(depende de la variedad) |
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Notas:
La fecha de siembra debería elegirse tal que la fecha de floración coincida con la fecha de floración óptima en la región.
El encamado debería evitarse antes de Z7.8 ya que de lo contrario el rendimiento se reduciría considerablemente.
El peso potencial de los granos se obtiene evitando el estrés hídrico antes del estado de pasta temprana Z8.0; después ya no es necesario regar.
La estimación del rendimiento asume una pérdida del 10 % (pérdida de área y cosecha) y que el grano tiene una humedad de 10 %.