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Estudio 5.0 - El uso potencial del ensilaje para la producción animal en la zona tropical, especialmente como una opción para los pequeños campesinos - David H. Machin


David H. Machin




CAMBAC Associates


Manor Farm


Draycott Cerne


Chippenham, Wiltshire, England

E-mail: [email protected]

INTRODUCCIÓN

La preservación de forrajes empleando un ambiente ácido es una técnica que data de mucho tiempo y se la conoce como ensilaje. La misma denominación se emplea para la preservación y almacenaje de alimentos proteicos, peces u otros productos animales que se emplean en la alimentación animal. El mismo procedimiento se ha empleado más recientemente para preservar alimentos con alto contenido en carbohidratos, ensilados solos o puestos a fermentar con otros productos.

La preservación de estos componentes orgánicos reposa en el uso de ácidos. Estos pueden ser minerales u orgánicos, y pueden ser agregados directamente o producirse por fermentación del mismo material. La elección del tipo de ácido tiene consecuencias respecto a la composición del ensilaje, su utilización y el costo de este tipo de preservación.

Para que esta técnica sea apropiada para pequeños campesinos en el trópico debe:

El presente estudio discute diversas alternativas para la preparación y uso del ensilaje siguiendo los requerimientos citados. Además, este estudio pone énfasis en el uso de subproductos y desechos que - al no ser ensilados - serían mal utilizados o desperdiciados; también se aborda el tema del uso del ensilaje para animales no rumiantes.

PROCESADO TRADICIONAL DE DESECHOS PERECEDEROS Y DE SUBPRODUCTOS

Tradicionalmente, la mayoría de los desechos empleados en la alimentación animal son cocidos para esterilizarlos y luego, si no son usados inmediatamente, deben ser deshidratados para facilitar su almacenaje y transporte. Este tipo de procesado se efectúa, cuando se dispone de grandes cantidades de producto cuyos aportes son estables y cuando el valor del producto final es de mediano a alto. Esto rara vez se aplica a las condiciones de pequeños agricultores.

Si bien ciertos alimentos son regularmente cocidos por los pequeños agricultores y con buen resultado cuando se usan de inmediato, rara vez se hace uso de la deshidratación. Una excepción es el uso deproductos pesqueros secados al sol. Lamentablemente, esto generalmente se realiza bajo condiciones poco higiénicas, de modo que el producto se contamina con bacterias.

Es probable que los pequeños productores cuenten solo con pequeñas cantidades de materiales para ser procesadas, por lo tanto, su empleo se restringe por lo general, al consumo local.

En tales condiciones, cuando estos alimentos no pueden ser utilizados de inmediato y cuando se trata de cantidades reducidas, el ensilado es un procedimiento apropiado para su procesamiento y almacenaje.

ALIMENTOS ADECUADOS PARA SER ENSILADOS POR LOS PEQUEñOS PRODUCTORES

Una gran variedad de productos orgánicos puede ser ensilado. Sin embargo la decisión sobre cómo proceder y qué técnica usar va depender de:

ENSILADO USANDO BACTERIAS AUTóCTONAS

Este tipo de ensilaje es el más común para ensilar forrajes, en el cual las bacterias lácticas juegan un papel esencial. Las condiciones típicas indican una baja capacidad tampón, un contenido de MS mayor a 20 por ciento, y una concentración de carbohidratos fermentables de cinco a 20 por ciento.

La técnica tradicional y el uso del ensilado han sido objeto de numeros estudios por lo que este estudio se limitará a discutir el posible uso del ensilaje en especies animales que corrientemente no lo consumen en sus raciones típicas.

Uso del ensilaje de forrajes para alimentar animales no-rumiantes

En todo el mundo ha sido usual alimentar los rumiantes con forrajes ensilados, pero rara vez se les ha usado en raciones comerciales de animales monogástricos como los cerdos.

En la actualidad hay gran interés en incluir forrajes, entre ellos ensilajes, en raciones de cerdas preñadas con el propósito de mejorar su comportamiento reproductivo al mejorar el bienestar del animal (Lee y Close, 1987). Esto se explica porque que existe acuerdo que estas cerdas sufren estrés al recibir raciones muy reducidas de alimento concentrado (aprox. 2,2 kg) cuando su apetito real requeriría una ración del doble o triple de esta cantidad. El objetivo es saciar el apetito del animal sin permitirle que engorde en demasía, puesto que dicha condición se asocia a problemas reproductivos. Para ello se alimenta con una ración de baja densidad nutritiva que permite saciar el apetito, reducir la privación y mantener un peso adecuado, con lo que se mejora el comportamiento reproductivo, se prolonga la vida reproductiva y se baja el costo de la alimentación.

Los forrajes ensilados serían alimentos ideales bajo estas circunstancias, ya que las cerdas digerirían en el intestino delgado todos los componentes que pueden ser degradados enzimáticamente, y luego, por fermentación que ocurre en el intestino grueso, digerir la porción fibrosa y absorber los productos resultantes.

Resultados similares se han demostrado en ensayos con cerdos en crecimiento. El tracto digestivo de cerdos de razas comerciales (p. ej. Large White, Landrace) permite el uso del ensilaje a partir de un peso vivo de 50 kg (Machin, 1990). No obstante, al usar este tipo de alimentación, la tasa de crecimiento del cerdo es menor que cuando recibe la ración tradicional de concentrado. El sistema de alimentación que incluye el ensilaje puede resultar interesante cuando el precio del concentrado es muy caro, y especialmente cuando este sistema permite reducir el costo de la mano de obra y de la estabulación.

El uso de forrajes ensilados puede ser de gran beneficio para el pequeño productor para la alimentación de sus cerdas preñadas y sus cerdos en crecimiento o en engorde. Este sistema no se puede recomendar para cerdas lactantes por el alto requerimiento nutritivo que impone la producción de leche.

El resto de este estudio se concentrará en el uso del ensilado para preservar y almacenar otros alimentos, ricos en nutrientes pero muy perecederos.

Cuadro 1. Ejemplos de alimentos usados como substrato fermentable

Alimento

Referencias

Subproductos de la industria azucarera

Melaza - caña de azúcar

Evers y Carroll, 1998

Melaza - remolacha

Fagbenro y Jauncey, 1998

azucarera

Alimon et al., 1994

Desechos de caña de azúcar


Desechos de frutas

Banana

Ash y Elliott, 1991

Papaya

Bello y Fernandez, 1995

Piña

Bello y Fernandez, 1995

Citrus

Megias et al., 1998

Pulpa de manzana

Nikolic y Jovanovic, 1986

Kiwi

Ciruzzi et al., 1996

Uva

Nour et al. 1981

Otros desechos agro-industriales que

Residuos de fermentación destilación de bebidas

Pelz y Hoffman, 1997

Desechos vegetales

Ashbell et al., 1995

Subproductos lácteos

Syer et al., 1995

Desechos de flores (claveles)

Ceron et al., 1996

Raíces de taro

Ash y Elliott, 1991

Desechos de raíces de yuca

Fagbenro y Bello, 1997

Subproductos de panadería

Bastian, 1990

Desechos de aceitunas

Hadjipanayiotou y Koumas, 1996

Torta de tofu

Niwa y Nakanisi, 1995

Desechos de sisal

Rodríguez et al. 1985

Frondas de palma aceitera

Abu Hassan et al., 1996

MATERIALES NO FORRAJEROS PARA ENSILAR

Los alimentos conservados como ensilaje pueden dividirse en aquellos en los que parte del alimento es fermentado en forma anaeróbica, lo cual produce ácidos que preservan la parte del substrato no fermentado, y aquellos preservados por ácidos que se agregan directamente o que se producen por la fermentación de substancias agregadas. Muchos de estos alimentos pueden provocar una autolisis del substrato, por acción de enzimas autolíticas autóctonas, y que corresponde a una segunda fase de preservación del ensilado.

Substratos fermentables

Estos alimentos contienen una categoría de carbohidratos que pueden ser fermentados por acción de bacterias, y producir ácidos como el láctico y acético. Estas bacterias pueden ser autóctonas o inoculadas (Martin y Bozoglu, 1996). Por otra parte algunos alimentos pueden contener carbohidratos insolubles que no fermentan hasta que ciertas enzimas los degraden a carbohidratos simples y solubles; bajo dicho estado podrán generar ácidos que contribuirán a la conservación del ensilaje.

En cambio, alimentos muy ricos en carbohidratos solubles, como frutas, caña de azúcar o subproductos de remolacha, pueden asegurar la conservación del alimento aún a niveles bajos de contenido de MS, simplemente por efecto de la presión osmótica, y de este modo no requieren ácidos generados por fermentación. En el Cuadro 1 se detalla una lista de alimentos que han sido ensilados exitosamente, lo cual demuestra el amplio rango de alimentos disponibles. Se debe recalcar que sólo aquellos con alto contenido en carbohidratos solubles, como los residuos de azúcar o frutas, lograrán producir por fermentación un nivel de ácidos que sea suficiente para conservar en almacenaje el substrato no fermentado.

Es posible decir, por lo tanto, que el ensilaje es una técnica que permite conservar una gran diversidad de alimentos perecederos que, de otro modo se perderían como alimento para los animales.

Muchos de estos alimentos mencionados en el Cuadro 2 están disponibles en muchas partes del mundo para los pequeños productores en cantidades moderadas. Para ellos una técnica simple y de baja inversión como el ensilaje representa una buena opción para preservar estos alimentos. En algunos casos, un problema a resolver es como asegurar el suministro de alimentos para obtener una buena mezcla del ensilado que fermente con facilidad. En tales casos se debe privilegiar la elección de alimentos baratos, como el desecho de frutas, y sólo usar subproductos de la industria azucarera como elemento de socorro.

Cuadro 2. Ejemplos de alimentos no fermentables preservados como ensilaje

Material

Referencias

Desechos de mataderos

Desechos de carcasas avícolas

Machin et al., 1984

Vísceras de aves

Fagbenro y Fasakin, 1996

Desechos de incubación

Deshmukh y Patterson, 1997

Harinas de plumas

England et al., 1991

Desechos de carcasas de animales mayores

Machin, 1986

Sangre

Le-Van-Lien et al., 1996

Desechos pesqueros

Desechos de pescado entero

Machin et al., 1990

Restos de pesca de camarón

Ames y Ward, 1995

Vísceras de salmón

Dong et al., 1993

Vísceras de mariscos

Myer et al., 1990

Cabezas de camarones y langostinos

Le-Van-Lien et al., 1996;
Evers y Carroll, 1998

Desechos de cangrejos

Evers y Carroll, 1996

Vísceras de pescados

Ahmed et al., 1996

La mayor dificultad para adoptar esta técnica, por parte de pequeños agricultores, es el conocimiento práctico de como equiparar la variación de los alimentos disponibles, de modo que el sistema en su conjunto permita un buen ensilaje. Toda vez que los alimentos disponibles no sean capaces de asegurar una acción sobre las porciones fermentables y no fermentables del substrato proteico en forma simultánea, es preferible recurrir a un alimento como la melaza para asegurar una buena preservación, agregando este material fermentable.

ADICIóN DIRECTA DE áCIDOS EN EL ENSILADO

Se dispone de abundante documentación sobre investigaciones en conservación de substratos proteicos provenientes de desechos perecibles de origen animal empleando ácidos (Machin, 1986; Pérez, 1995). En un comienzo los ensayos favorecieron el uso de ácidos minerales como clorhídrico, sulfúrico o fosfórico, pero estos, usados solos, demostraron ser malos preservadores del ensilaje (Disney et al., 1977). Sucesivamente se demostró que al usar mezclas de ácidos se podía obtener un buen ensilaje, como mezclas de ácidos orgánicos (p. ej. fórmico, propiónico, cítrico) con ácidos minerales o usando ácidos orgánicos solos (Pérez, 1995). Sin embargo, el empleo de ácidos no es un procedimiento apropiado para ser usado por pequeños campesinos, por su alto costo y por el riesgo en su manipulación.

USO DE LA FERMENTACIóN PARA PRODUCIR ENSILAJE

La mayoría de las últimas investigaciones sobre el ensilaje de cantidades reducidas de productos animales perecibles han empleado el proceso de fermentación del material ensilado. Aunque algunos investigadores han logrado obtener una buena fermentación empleando una mezcla de alimentos ricos en carbohidratos fermentables junto con substrato proteico no fermentable (Raa y Gildberg 1982), la mayoría también ha inoculado con bacterias lácticas para estimular la fermentación. Algunos de los cultivos más exitosos han sido Lactobacillus plantarum, Streptococcus faecium y Pediococcus acidilactici (Deshmukh y Patterson, 1997).

En el caso de pequeños productores el uso de cultivos bacterianos probablemente quede fuera de su alcance. Sin embargo, es importante recordar que si bien el uso de inoculantes favorece la fermentación de substratos con bajo contenido inicial de CAB, no es imperativo que se usen inoculantes (Martin y Bozoglu, 1996).

Existen informes que indican que si el substrato tiene un contenido alto de BAB, el uso de inoculantes no mejora el proceso (Desmukh y Patterson, 1997). O sea que los pequeños agricultores pueden producir un buen ensilaje sin tener que comprar o preparar cultivos bacterianos, siempre y cuando puedan elegir y efectuar una buena mezcla de alimentos ricos en carbohidratos solubles junto con el substrato proteico no fermentable. Pero, en el caso contrario, si la mezcla no es capaz de asegurar una fermentación rápida y la obtención de un pH bajo, el proceso de ensilaje no llega a buen término (Urlings et al., 1993).

Los productos no fermentables pueden ser conservados si se les mezcla apropiadamente con carbohidratos solubles; tales mezclas incluyen en ellas desechos de mataderos avícolas, desechos del proceso de incubación, desechos de mataderos de animales mayores, desechos de pescados enteros, vísceras de pescados, restos de pesca de camarón, cabezas de camarones y langostinos y desechos de cangrejos.

IMPLICACIONES SANITARIAS DEL USO DEL ENSILAJE COMO ALIMENTO

La preocupación de alimentar animales con productos que puedan contener agentes patógenos es muy atendible, puesto que muchas de las fuentes usadas como substratos para el ensilaje pueden estar contaminadas. Se ha demostrado que el proceso de fermentación ácido del ensilaje - si está bien realizado - es un medio efectivo para reducir o eliminar patógenos y organismos indicadores en desechos de matadero avícola, desechos de baterías de incubación y desechos de pesquerías. Otros trabajos revisados por Machin (1986) indicaron que un amplio rango de este tipo de ensilaje no estaba contaminado por coliformes, Salmonella spp., Clostridium spp., Staphylococcus spp. y Streptococcus fecales y además mostraban un bajo valor de recuento bacteriano o estaban libres de bacterias. Esta conclusión se refuerza por lo indicado por Frazier y Westhoff (1978), quienes mostraron que todas las bacterias que corrientemente causan infecciones alimentarias son inhibidas en ambientes de pH<4, y que en el caso del Clostridium botulinum, la posibilidad de intoxicación es prevenida con un pH<4,5.

La fermentación de estos desechos no aptos para consumo directo, también reduce el número de patógenos gram-negativos (Talkington et al., 1981) y de virus (Wooley et al., 1981).

La forma de acción está ligada a bajos niveles de pH, a la presencia de substancias antibióticas producidas por los BAC y a la capacidad de los ácidos orgánicos de atravesar la membrana celular de los microorganismos por disociación y su capacidad de bajar el nivel de pH interno del organismo a niveles que lo destruyen (Raa y Gildberg, 1982). Los BAC también producen antibióticos y bacteriocinas que frecuentemente tienen efectos bacteriostáticos contra otras especies bacterianas (Urlings et al., 1993). Los ácidos minerales no tienen la misma capacidad de disociación que los ácidos orgánicos y por ello son mucho menos efectivos en el ensilaje.

Muchos desechos de animales y de pescados tienen enzimas autolíticas, las cuales a un pH bajo son capaces de descomponer moléculas orgánicas, por lo cual exponen a cualquier microorganismo presente en el desecho a una acción anti-microbial (Backhoff, 1976).

USO DE DESECHOS ENSILADOS

El proceso de ensilaje ha permitido procesar exitosamente la mayoría de los desechos de origen animal y de usarlos sin problemas como alimento para animales. Pérez (1995) observó que los ensilajes de pescado constituían un alimento apropiado para cerdos, gallinas, patos, rumiantes y camellos. Otros investigadores han empleado con éxito el ensilaje de pescado en acuicultura. También se ha señalado que ensilajes hechos con desechos de mataderos de aves, desechos de baterías de incubación y vísceras de rumiantes podían usarse con éxito en la alimentación de cerdos, aves, visones y peces (pez gato - Clarias gariepinus; carpa común - Cyprinus carpio) al comparar los resultados con alimentos usados como control.

CONCLUSIÓN

Bajo ciertas condiciones el proceso de ensilaje de productos de desecho puede ser un procedimiento simple y económico para que los pequeños productores puedan procesar y conservar una amplia gama de productos adecuados para ser usados en la alimentación animal. Es preciso recordar que en muchas ocasiones no estarán presentes todos los elementos necesarios para asegurar un buen ensilaje, y que el uso del ensilaje se recomienda solo cuando se dispone del equilibrio entre los componentes de un buen ensilaje y de los debidos conocimientos para ejecutar el mismo. Se debe señalar que probablemente el máximo beneficio de esta técnica se logrará si el ensilaje se realiza sólo con una buena fermentación natural, sin recurso a inoculantes.

REFERENCIAS

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Cartel técnico 5.1 - Ensilaje en pequeñas bolsas plásticas - Ian R. Lane

Ian R. Lane




Ian Lane Associates


Lower Kenfield Cottage

Tel & Fax: +44 1227 700 772

Petham

E-mail: [email protected]

Canterbury, CT4 5RN, UK.


INTRODUCCIÓN

El presente estudio resume actividades de desarrollo de la técnica de ensilado usando pequeñas bolsas plásticas hechas durante 1988-1992 mientras el autor actuaba como asesor técnico en uso de forraje para la producción animal en proyectos de desarrollo agrícola en el norte de Pakistán y en Nepal. Las actividades pusieron énfasis sobre modalidades prácticas de ensilaje en pequeña escala y como integrar esta operación dentro del sistema de producción agrícola.

El principal problema de los pequeños agricultores del norte de Pakistán, era: ¿cómo mejorar la alimentación del ganado lechero donde cada familia sólo posee una vaca o un búfalo? Durante el invierno continental frío, los principales forrajes disponibles son caña de maíz y paja de trigo o de arroz, junto a heno de mala calidad proveniente de praderas naturales y cosechado maduro al final de las lluvias. Algunos agricultores habían obtenido préstamos para comprar búfalos de alta producción de leche proveniente de tierras bajas, pero estaban defraudados porque la producción de leche de estos animales al recibir la ración tradicional del lugar, muy pronto bajó a los niveles de producción de los animales locales. Era necesario aportar urgentemente un suplemento de forraje verde para estimular la actividad del rumen de estos animales. Una posibilidad era sembrar cultivos de forraje para el invierno, pero esto dejaba tres meses sin acceso a forraje verde. En la zona de tierras bajas se podían comprar bolsas plásticas muy resistentes donde era posible empacar hasta 5 kg de forraje picado fresco de sorgo. Si estas fueran utilizadas para ensilar, cada bolsa correspondía a una ración diaria de suplemento verde requerida por un búfalo. Esta fue la idea que dio origen a la técnica del ensilaje usando pequeñas bolsas plásticas.

MéTODOS

La forma de ensilar en bolsas fue idéntica en el norte de Pakistán y en Nepal:

(i) Bolsas de compras, de plástico grueso, con una capacidad para empacar 5 kg de forraje fresco triturado, fueron compradas al por mayor (bultos de 100 bolsas). Se verificó que las bolsas no tuviesen fallas (hoyos, roturas);

(ii) Un mínimo de 100 kg de cultivo forrajero de verano, como sorgo forrajero de varios cortes, fue cosechado y triturado. El triturado se hizo manualmente usando un machete y un banquillo de madera, o con una picadora con hoja rotatoria;

(iii) Se empacó y prensó 5 kg de forraje triturado cuidando de no hacer hoyos en la bolsa;

(iv) Se comprimió manualmente y con cuidado la bolsa para expulsar el aire del interior, procediendo a enrollar el plástico de la boca de la bolsa y atarlo;

(v) La bolsa de ensilado se introdujo en otra bolsa, de modo que su boca quedase al fondo de la segunda bolsa, y se procedió nuevamente a comprimirla, enrollar su cuello, atándola lo más herméticamente posible;

(vi) La doble bolsa con el ensilado se introdujo dentro de una tercera bolsa plástica y se repitió la operación; este tipo de empaque aseguraba un cierre hermético;

(vii) Las bolsas fueron almacenadas con cuidado en un sitio fuera del alcance de roedores y de otras fuentes de peligro;

(viii) Después de un almacenaje mínimo de un mes este ensilaje fue distribuido a cada búfalo de leche a razón de una bolsa por animal por día; y

(ix) Las dos bolsas plásticas externas se guardaron para el próximo ensilado.

RESULTADOS

Esta técnica fue desarrollada en el norte de Pakistán gracias a un agricultor y almacenero que tenía dos búfalos lecheros Nili-Ravi y 0,1 ha de Sadabahar, un híbrido local de sorgo x pasto Sudán de corte múltiple. Se compararon dos lotes de 120 kg de forraje fresco triturado, usando una picadora rotatoria, un lote empleando el método de las bolsas de plástico y el otro empacado en una sola bolsa de un plástico muy grueso. Ambos sistemas dieron buenos ensilajes y el agricultor estaba satisfecho con la producción de leche de sus búfalos; no se mantuvieron registros de datos. El agricultor se mostró más complacido con el sistema de ensilaje en triple bolsa de plástico ya que era más sencillo para la alimentación cotidiana, de lo contrario al usar una sola bolsa de gran tamaño cada día debía volver a amarrar herméticamente la bolsa plástica. Este agricultor distribuía una mitad de cada bolsa triple de plástico por la mañana y el resto por la tarde. Sus vecinos se mostraban muy curiosos porque en el momento en que ellos sólo disponían de forraje seco el innovador disponía de forraje verde. El innovador, en cambio, estaba programando sembrar mucho mas Sadabahar la próxima temporada, y así tener suficiente ensilaje para vender a sus vecinos durante el próximo invierno.

El primer ensayo del ensilaje de bolsas triples de plástico en Nepal fue hecho en una estación experimental en Kathmandú. Se cosechó un Paspalum spp.en hoja, se trituró y se ensiló. Las bolsas resistieron bien pero la fermentación láctica no fue la más importante. Pese a ello los resultados fueron lo suficientemente buenos como para continuar.

En el segundo ensayo de ensilaje de este tipo se usó pasto elefante en la zona del Terai (100 msnm), y de maíz cultivado como forraje, cosechado con grano pastoso, triturándose la caña y la mazorca, en la región de Kathmandú (1 250 msnm) y en Jiri (1 800 msnm).

Después de dos meses de buena fermentación láctica se obtuvo un excelente ensilaje de este ensayo de ensilaje; las bolsas sanas duraron seis meses, con un mínimo deterioro causado por hongos. El ensilaje hecho con forraje de maíz atrajo a los roedores, y se introducían en el sitio de almacenamiento cuando éste de abría para distribuir el ensilaje. Una vez dentro del almacén roían las bolsas y arruinaban el ensilaje.

El tercer ensayo en Nepal fue una demostración para los Grupos de Desarrollo Ganadero de tres localidades del servicio de extensión. Una pequeña fábrica de Kathmandú hacía bolsas plásticas con equipos comprados en Tailandia y plástico proveniente del Golfo Arábico; se hizo una orden para fabricar bolsas para 20 agricultores de cada localidad. En cada una se distribuyeron un bulto con 100 bolsas plásticas muy resistentes, una guía ilustrando como hacer el ensilaje con triples bolsas de plástico, y una hoja para registro de datos. Además el personal del proyecto hizo una demostración práctica a cada grupo sobre como proceder para ensilar el forraje, y los técnicos ganaderos locales ayudaron a los agricultores durante todo el período del ensayo. Se anotaron detalles sobre el forraje para ensilar, sobre la apariencia y el olor del ensilaje, y sobre la producción de leche de las vacas o búfalos antes y durante los treinta días de alimentación con ensilaje en cada finca.

En Pokhara (800 msnm) los agricultores que ya estaban cultivando avena forrajera bajo riego se interesaron en el ensilaje. En Jiri (1 800 msnm) los agricultores ensilaron en verano gramíneas sobremaduras y muy húmedas, con lo cual obtuvieron un buen abono orgánico. En el valle de Kathmandú los productores periurbanos de leche con búfalos alimentados en estabulación deben comprar todo el alimento del ganado, incluyendo la paja de arroz. También existe la tradición en este valle de trillar el arroz cuando todavía se encuentra verde, lo que permite cocer los granos machacados que se venden como bocadillos. Los agricultores ensilaron la paja de arroz verde y comprobaron que sus búfalos podían comer el contenido de una bolsa diaria en adición a su ración de paja seca y afrecho. Esto produjo un aumento de la producción de leche de 2 litros a 3 litros por día. Este litro adicional se vendía en Kathmandú - diluido con agua - a NRs 20. Su costo total de producción se estimó en NRs 3, incluyendo el costo de tres bolsas plásticas a NRs 1 cada una, más el costo de 5 kg de paja de arroz verde. Trabajando con cuidado, dos de las tres bolsas podían volver a usarse, lo cual abarataba el costo total del litro adicional a poco más de NRs 1.

DISCUSIóN

El método de ensilaje con triple bolsa de plástico requiere mucha mano de obra, dedicación y cuidado para tener éxito. Es indispensable que pueda integrarse con el sistema de producción agropecuario local, y - al requerir algunos gastos - debe estar íntimamente ligado a los aspectos de semi-comercialización de la producción. El papel de este ensilaje dentro de la estrategia general para el desarrollo de la producción de forraje en el norte de Pakistán y de Nepal fue ya descrito en otros estudios (Lane, 1999).

El éxito del ensilaje depende en buena parte de la calidad de las bolsas plásticas; los plásticos gruesos reducen el riesgo de roturas. El sellado del fondo de la bolsa debe ser hermético. Al detectar una rotura se puede sellar con plásticos o tela adhesiva cuando se está por cerrar la bolsa de ensilaje. Aunque la primera bolsa es propensa a daño, las bolsas fabricadas para el ensayo de demostración en Nepal se dañaron menos por ser más gruesas e incluso bastó usar sólo dos de ellas en vez de tres. En un comienzo las bolsas de compras, por ser suficientemente resistentes, dieron buen resultado, pero las hay también delgadas y frágiles; es el caso habitual en China y no son apropiadas. Siguiendo la experiencia en Nepal, se recomienda discutir con fabricantes de bolsas plásticas para hacer bolsas resistentes, sin huecos para la empuñadura y de una capacidad de empaque mayor a 5 kg de ensilado. Esto permitiría reducir el costo de empaque del ensilado y reducir la superficie expuesta al deterioro y al ataque de mohos. Sin embargo una bolsa de mayor tamaño tendría que considerar la cantidad a distribuir diariamente, y prever que sean bien cerradas después de cada distribución; así se podría usar una bolsa de mayor tamaño durante dos días aún en clima muy cálidos.

Las características de la fermentación del ensilaje en bolsa triple de plástico dependen de la calidad de forraje usado para ensilar. Un forraje con un contenido alto de azúcares, ya sea de cultivos forrajeros de zona templada o de forrajes tropicales o praderas de zona templada ricas en hojas, serán bien conservadas. Sin embargo, el forraje con bajo contenido en azúcares no fermentará bien y es más fácil que se pudra, lo cual explica la mala reputación del ensilaje en el trópico, incluyendo este sistema. Los forrajes que causan mayores problemas incluyen praderas gramíneas maduras de tipo C4 cosechadas durante la época de lluvia, la mayoría de las leguminosas, y probablemente el follaje de árboles. Las gramíneas hay que secarlas parcialmente antes del ensilado, bajo techo si aún llueve, y las leguminosas también de ser sometidas a un proceso de marchitez.

El ejemplo de los agricultores con lecherías periurbanas que logran un buen ensilaje con bolsas triples de plástico empleando el arroz cosechado verde es interesante, ya que casi todos los residuos de cosecha adolecen de fuertes pérdidas de carbohidratos solubles durante la etapa final de madurez del grano, y luego después de la cosecha se deja secar la paja a la intemperie en el campo. En sistemas de producción de pequeños agricultores la cosecha del arroz se efectúa frecuentemente estando la planta bastante verde y el cultivo se seca al sol en el campo, lo cual provoca pérdidas de nutrientes en la paja; luego en la parva, previo a la trilla, el recalentamiento añade más pérdidas de azúcares. En el Sudán, M. Wade fomentaba el ensilaje de caña de maíz en silos trinchera para mejorar el valor nutritivo de este forraje que se emplea para la alimentación de vacas lecheras mientras que en el norte de Pakistán los agricultores han adoptado el uso de maíz que mantiene mejor la pigmentación verde. El mejor uso de los residuos de cosecha por medio del ensilaje debería ser estudiado con mayor atención.

Una gran ventaja del ensilaje en bolsas triples de plástico es la de permitir la conservación de pequeñas cantidades de forraje por largos períodos. Esto contrasta fuertemente con la técnica de ensilaje tradicional, que implica la cosecha y el picado de grandes volúmenes de forraje en un determinado momento. Este sistema permite a la familia de pequeños agricultores cosechar unas pocas bolsas de forraje al día durante un período de 100 días de crecimiento, lo cual les puede permitir alimentar a su animal lechero con una bolsa de ensilaje durante una época seca de 200 días. El forraje ensilado puede incluir malezas con hojas suculentas arrancadas de los cultivos, terrazas y camellones, que puede ser secado al aire pero a la sombra poco antes de ser triturado y ensilado. En Nepal, cuando la planta de maíz comienza a madurar se le cortan progresivamente las hojas y con ellas se hace un excelente ensilaje.

Aunque en los ensayos mencionados se utilizaron cultivos forrajeros de verano, debe recordarse que estos compiten por la tierra necesaria para producir comida para la familia, por lo que son de más interés a familias dedicadas a la ganadería comercial que a aquella de subsistencia. Lane (1999) los asignó a sistemas con alto costo que se lo podrían permitir sólo un 25 por ciento de los agricultores. Un amplio rango de tipos de sorgos y mijos fueron sembrados en ensayos realizados en el norte de Pakistán y en Nepal en tres sitios de cada país; los rendimientos de forraje fueron duplicados al aplicar 200 kg N per ha. En países con climas mediterráneos, es apropiado pensar en la conservación de cultivos forrajeros de zona templada para la alimentación del ganado en verano, y lo mismo se aplica a regiones monzónicas. En 1976 se realizó un ensayo a pequeña escala de ensilaje con yuca en Tanzania; se prepararon ensilados de raíces de yuca triturada, de hojas, y de mezclas de raíz y hoja. Aunque las características de la fermentación fueron diferentes entre los ensilajes, todos fueron consumidos por las ovejas. Este tipo de alimento era fácilmente ensilable usando el método de la triple bolsa de plástico, y así permitir el uso de ensilaje de yuca durante toda la época seca, momento en que la cosecha es difícil porque el suelo está muy duro y la planta ha perdido las hojas. Recordando los problemas discutidos sobre el ensilaje es conveniente considerar cuando es oportuno usar aditivos. En un ensayo en una estación experimental se usó el bisulfato de sodio, pero como el substrato era forraje de maíz forrajero, no se detectó ningún cambio benéfico. Se debe tener presente que todo aditivo a recomendar para uso por pequeños agricultores debe ser barato, no-tóxico, no-corrosivo y fácil de aplicar. Aunque un gran número de aditivos usados en países industrializados puede ser vendido en pequeñas cantidades y empacados en bolsas individuales para tratar lotes de cinco a 100 kg de ensilado, no cumplirían estas normas. Peor aún, hasta la melaza, que cumple estsas normas, es un producto de difícil acceso. Es por ello que se considera preferible usar el azúcar corriente, en su forma comercial más barata. Sin embargo, siempre se debe insistir en marchitar el forraje con lo cual se reducirá la cantidad de azúcar a usar como aditivo para asegurar una buena conservación. El uso de la sal común (NaCl) como preservativo también debería estudiarse en el caso de forrajes difíciles de ensilar, puesto que la sal también escasea en la ración de muchos animales.

El éxito del ensilaje en triple bolsa de plástico depende en buena parte de la protección de las bolsas durante el almacenaje de cuatro a seis meses. La predisposición a la rotura de las bolsas depende del tipo de forraje, y así el maíz ensilado con mazorcas trituradas presenta mayores problemas, mientras que el ensilado de forrajes verdes no los tiene. El ensilaje de sorgo logra producir HCN en cantidad suficiente para prevenir ataque de roedores, y esto se ha observado en el norte de Pakistán donde no han tenido estos problemas. Para evitar este tipo de daño también se pueden utilizar tinajas de arcilla o cubas de cemento con tapas herméticas, o cajas bien alzadas sobre el suelo por patas provistas de un embudo de latón invertido que impide el paso de los roedores. En Nepal, un bocadillo tradicional llamado Gundruk se produce fermentando hojas marchitas de repollo o col en vasijas de arcilla herméticamente cerradas. Es un ejemplo de tecnología local que puede adaptarse para el ensilaje en tripèles bolsas de plástico.

Cuando la cosecha de forraje proviene de praderas en vez de cultivos, en Nepal se ha utilizado con éxito por parte de los contratistas henificadores, la guadaña suiza y la cerca eléctrica. Lamentablemente el forraje se corta y henifica cuando ya está sobremaduro y con escaso valor nutritivo, y durante la época de lluvias es difícil secar después del corte el forraje húmedo. Los agricultores suizos han desarrollado un sistema de cosecha que usa una segadora a motor montada en dos ruedas motrices junto a un rastrillo y una empacadora; esto se ha expandido a la posibilidad de usar una pequeña empacadora cilíndrica y una selladora que ofrece la posibilidad de ensilar el forraje. Al producir heno, las pacas pesan 20 kg; para el ensilaje, previa marchitez del forraje, la paca pesa de 50 a 60 kg. Al emplear este tipo de equipo para ensilar cultivos forrajeros ricos en hojas en crecimiento, gran parte de las ventajas del método de ensilado en triple bolsa de plástico, podrían ser del interés para lecherías comerciales de mediano tamaño, de cinco a 20 vacas, que son comunes en las tierras altas de Kenia.

RECONOCIMIENTOS

En Pakistán del norte a todos los colegas de proyecto Desarrollo Integrado de Agricultura en Colinas del Banco Mundial, 1988-89. En Nepal a todos los colegas del proyecto de Desarrollo Ganadero del ADB, segunda fase; además de los miembros de la familia, amigos y colegas que continúan aportando su apoyo y fuente de inspiración.

REFERENCIAS

Lane, I.R. 1999. Fodder development for smallholder dairying in Azad Jammu and Kashmir and Nepal. Tropical Agricultural Association Newsletter, 19: 23-27.


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