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5 INTERESES BRASILEÑOS EN LAS NEGOCIACIONES


Las consideraciones hechas en las secciones 2 y 3 destacan el hecho de que una nueva onda de negociaciones puede aportar ventajas significativas para un exportador de productos agropecuarios como el Brasil. Los productos en los que el país tiene una ventaja comparativa reciben altos niveles de ayuda global en los países de la OCDE, en forma de fuerte (y en algunos casos creciente) ayuda interna, poco acceso a los mercados y persistentes subvenciones a la exportación. Por consiguiente, las negociaciones que estén centradas en el “trípode” formado por las subvenciones a la exportación, la ayuda interna y el acceso a los mercados, contarán con el apoyo del Brasil. Según proceda, se tendrán en cuenta las preocupaciones no comerciales y el trato especial y diferenciado (OMC, 2001)[25]. Sin embargo, el creciente volumen de las exportaciones brasileñas que ahora se dirigen a los países en desarrollo denota que las demasiadas excepciones y consideraciones especiales pueden perjudicar al Brasil a largo plazo. Además, la inclusión de preocupaciones no comerciales complicará demasiado las negociaciones, reducirá la probabilidad de una significativa liberalización del comercio, y aumentará la probabilidad de un acuerdo parcial en el que el más fuerte obtendrá mayores beneficios.

Éste es un punto en el que ninguna insistencia podría ser excesiva. Las diferencias en la OMC son costosas y exigentes, de manera que redunda en el interés de todos los países en desarrollo llegar a un acuerdo simple y transparente. Muchos países en desarrollo han podido experimentar con sus propias políticas internas que las normas complicadas y no transparentes conducen a la búsqueda de ventajas particulares y terminan beneficiando a los más ricos y poderosos. Lo cual ha de evitarse por todos los medios en las negociaciones de la OMC.

La siguiente declaración indica que esta postura cuenta con el apoyo del gobierno brasileño.

Algunos países en desarrollo creen erróneamente que sólo podrán conseguir sus metas de desarrollo a través de preocupaciones y políticas no comerciales. En nuestra opinión no es así. Las preocupaciones no comerciales, particularmente las de algunos países desarrollados no deberían identificarse con las legítimas excepciones que necesitan los países en desarrollo. En las negociaciones se abordarán las soluciones a esas excepciones mediante el trato especial y diferenciado.... Los países en desarrollo deberían tener en cuenta que una reforma de la agricultura que tratara simultáneamente y con el mismo grado de compromiso las necesidades y características específicas de los pequeños estados insulares, de los PEDINA, de las economías en transición, de los países menos adelantados, de las economías de monocultivo, así como el desarrollo rural, el mantenimiento del paisaje, el empleo rural, el papel de la mujer en la agricultura, etc. es muy probable que no conduzca a ninguna parte. Resultarían normas fragmentadas, débiles e inciertas. En un escenario como éste pueden predominar sólo los más fuertes y poderosos[26].

Los siguientes aspectos constituyen el núcleo de los intereses brasileños en las negociaciones:

A este respecto, hace falta una revisión de la definición de subvención a la exportación, ya que la mayor parte de la ayuda interna que distorsiona el comercio influye en las importaciones y en los precios mundiales. Por ejemplo, el préstamo de comercialización en los Estados Unidos, que reconoce que se trata de un programa que distorsiona el comercio e incluye sus gastos en el compartimento ámbar. Esta ayuda se traduce en un aumento de las exportaciones de los Estados Unidos, con un desplazamiento de los competidores de otros mercados, y en cuanto tal, tiene efectos semejantes (aunque no iguales) a los de una subvención a la exportación y, por consiguiente, debería incluirse en el compartimento rojo.

Otro ejemplo de las dificultades relacionadas con el sistema de compartimentos son los contratos de flexibilidad de la producción de los Estados Unidos. Pagos no relacionados con los niveles corrientes de producción, que se considera que no distorsionan el comercio (compartimento verde), pero reducen el costo de capital para los agricultores y constituyen un incentivo para aumentar la producción. En los Estados Unidos, la introducción de estos pagos, junto con la eliminación de las detracciones y el préstamo de comercialización, ha dado un tremendo impulso a la producción y a las exportaciones de soja después de 1998.

La nueva ley agraria de los Estados Unidos, ley de la seguridad agrícola y de las inversiones rurales de 2002, subraya la importancia de tomar en serio esta cuestión en las negociaciones. Se han introducido cambios y pagos anticíclicos, y se ha permitido efectuar revisiones de la superficie y de los rendimientos para determinar los pagos directos y anticíclicos. Dejando de lado el hecho de que ha aumentado la ayuda interna a la mayoría de los cultivos de interés del Brasil, el permiso de revisar la superficie y los rendimientos demuestra que ni los pagos directos ni los anticíclicos están completamente desconectados. Los agricultores saben (o prevén) que en la próxima ley agraria de 2007 habrá nuevas revisiones de la superficie y de los rendimientos. Para que puedan aprovecharse de ellas, deben producir ahora, aumentando la oferta y las exportaciones de los Estados Unidos.

Al concluir esta sección, es importante destacar las distorsiones del comercio implícitas en las actuales medidas de ayuda interna de los Estados Unidos y de otros países, y la urgente necesidad de plantear esta cuestión en la próxima ronda de negociaciones.


[25] A esta altura se impone una advertencia. Este documento está escrito desde la perspectiva de un Profesor de Economía Agraria que no participa directamente en las negociaciones ni en las decisiones gubernamentales. Trata de percibir cuáles serán los intereses brasileños en las próximas negociaciones en el ámbito de las cuestiones agrícolas. Un punto de vista diplomático supondría otras consideraciones que están fuera del alcance de este documento y de la esfera de especialidad del autor.
[26] Declaración del Brasil, G/AG/NG/W/62.

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