Página precedente Indice Página siguiente


5 PROPUESTAS DE NEGOCIACION Y EL FUTURO


El representante permanente de Fiji ante la OMC resumió la posición oficial de Fiji sobre la agricultura en la nueva Ronda de la OMC en la declaración formulada en la Conferencia Ministerial de Doha:

Apoyamos la continuación de un proceso de reforma de la agricultura que reconozca y vele por la diversidad de sistemas y situaciones agrícolas en todo el mundo, en particular por las características específicas de los pequeños estados insulares en desarrollo (PEID). A estos últimos países, que no se han beneficiado de la Ronda Uruguay, se les debería conceder en el marco de las negociaciones sobre la agricultura medidas concretas, operativas y comercialmente significativas. (Mataitoga, 2001, pág. 3)

En los asuntos relativos al comercio de productos agropecuarios, Fiji se ha orientado en general por la posición de Australia y Nueva Zelandia, a través del grupo Cairns. El objetivo principal de este grupo ha sido promover el libre comercio en la agricultura. Fiji ha logrado en cierto sentido que el Grupo Cairns reconociera las necesidades especiales de los micro-estados. En una nota dirigida a la 19ª Reunión Ministerial del Grupo Cairns en Buenos Aires (1999) se señala lo siguiente:

La inclusión de los pequeños estados en la Declaración sobre la visión del Grupo Cairns en la Reunión Ministerial del año pasado y su ulterior inclusión en el programa de este año es una victoria para Fiji y para su reclamo de un trato diferencial presentado constantemente en las reuniones ministeriales del Grupo Cairns durante los últimos 12 años. Esta inclusión es también un reconocimiento de la vulnerabilidad de los pequeños estados y de la necesidad de normas comerciales diferenciales para ellos en un plazo entre corto y mediano, a la vez que establece el marco normativo y jurídico fundamental para la liberalización del comercio. (Ministerio de Relaciones Exteriores y Comercio Exterior de Fiji, 1999)

En los últimos tiempos, Fiji, aunque sigue siendo oficialmente miembro del Grupo Cairns, ha tomado distancia del mismo, por el conflicto que existe entre el intenso programa de libre comercio del Grupo y la dependencia de Fiji respecto del protocolo del azúcar. Raghavan señaló que cuando el Grupo Cairns presentó en octubre de 2000 a la OMC su propuesta de profundas reducciones de los aranceles y de un aumento sustancial del acceso a los mercados para todos los productos agropecuarios, Fiji no firmó (www.twnside.org.sg/title/market.htm). Posteriormente hubo declaraciones hechas en Suva, en las que se indicaba que Fiji, que depende de su precio preferencial para la importación del azúcar, apoyaba la idea de la UE acerca de la “multifuncionalidad” de la agricultura. La siguiente es una cita de la Misión de Bruselas de Fiji a la OMC:

Forma parte de la idea de la multifuncionalidad la noción de que el programa establecido en el artículo 20 no puede limitarse al acceso a los mercados, la seguridad alimentaria y el desarrollo rural. Debe incluir también cuestiones relativas a la sostenibilidad ambiental, el alivio de la pobreza y la creación de oportunidades de empleo. Hay miembros de la OMC que se oponen a este concepto. El Grupo Cairns no está interesado en que la próxima ronda de negociaciones del AsA incluya cuestiones de desarrollo más amplias. Dada nuestra posición sobre la vinculación entre la agricultura y el alivio de la pobreza, el desarrollo rural y la generación de oportunidades de empleo rural, apoyamos enérgicamente que la idea del papel multifuncional de la agricultura sea tratada como una disciplina separada en las negociaciones efectuadas en el marco del AsA. (Mataitoga, 2000, pág. 5).

El concepto de campaña anterior “multifuncionalidad” de la agricultura fue promovido primeramente por la UE, con inclusión de un elemento de proteccionismo. Al compartir dicho concepto, Fiji debería tener cuidado en aceptar compromisos que no pueda cumplir, por ejemplo las normas onerosas en materia de medio ambiente y protección de los animales. Estas cuestiones pueden ser utilizadas como obstáculos comerciales no arancelarios. En este sentido, Fiji debería aprovechar su experiencia en cuanto al cumplimiento de los requisitos del Codex Alimentarius.

En el discurso pronunciado en la reunión de la OMC en Seattle, el Primer Ministro Chaudhary se refirió a “la necesidad de elevar los niveles de vida en las zonas rurales y reducir la pobreza, indicando que eran las cuestiones que debían abordarse en el contexto de cualquier revisión del AsA”. Esta sigue siendo la posición del nuevo gobierno.

Una característica de las negociaciones actuales es el número de los países en desarrollo que participan. Entre ellos figuran los países que comparten la misma perspectiva, el grupo africano, los miembros de la comunidad caribeña y muchos países individuales, que han presentado una amplia gama de propuestas. La característica común es que los países en desarrollo necesitan un trato especial y diferenciado. En el documento de Fiji sobre las disposiciones del acuerdo de la OMC, preparado para la 4ª Mesa Redonda de la FAO relativa a los países insulares del Pacífico, se indica lo siguiente:

Después de la Ronda Uruguay, los países desarrollados han interpretado de manera restringida la disposición del AsA sobre el TED limitándola exclusivamente a la asistencia técnica. Un estudio reciente de la FAO avala nuestra preocupación de que la pobreza y el desempleo aumenten en los países en desarrollo como consecuencia del tipo de liberalización del comercio que el AsA ha promovido. Fiji es de la opinión de que al TED debería darse una interpretación más flexible para permitir que los países en desarrollo utilicen las medidas de ayuda interna y los controles transparentes de las importaciones en la forma en que el gobierno lo estime conveniente, para alentar la producción interna de alimentos y reducir la pobreza. Estas medidas no distorsionarán el comercio porque apoyarán a los pequeños agricultores y a las familias, que mantienen la economía local y no distorsionan el comercio internacional. (pág. 3).

El grupo que comparte perspectivas semejantes, con el cual milita actualmente Fiji, recalca la necesidad de que los países desarrollados dejen de distorsionar el comercio de los productos agropecuarios a través de las subvenciones. Al mismo tiempo, quieren que se dé mayor flexibilidad a los países en desarrollo para eliminar algunos productos de las disciplinas, poder aumentar los aranceles de otros y utilizar subvenciones a la producción (Mathur, 2002, pág. 54). Aquí reside el dilema que enfrentan Fiji y otros exportadores de azúcar del grupo ACP en las negociaciones. El fundamento del Protocolo del Azúcar, del cual dependen de forma decisiva, reside en el sostenimiento de los precios internos para los productores de azúcar europeos. En Doha, el Embajador Mataitoga defendió de la siguiente manera la posición de Fiji sobre el azúcar:

Las exportaciones de Fiji dependen de un solo producto agrícola importante (el azúcar). Los ingresos derivados de esta exportación son tan decisivos para el desarrollo socioeconómico del país que es crucial que para este producto se garantice un acceso a los mercados previsible y seguro. Quisiéramos ver protegido el actual acceso a los mercados de países de monocultivo como los nuestros, dado que la parte del comercio mundial que cubren es tan pequeña que no pueden producir efectos de distorsión del comercio. (pág. 4).

La eliminación de toda la ayuda que distorsiona el comercio comportaría la conclusión del actual régimen azucarero de la UE, que sigue caracterizándose por los “altos precios del mercado interno sostenidos por impuestos significativos a las importaciones y por un enérgico programa de subvenciones a la exportación” (Swinbank et al., 1998, pág. 32). La liberalización del régimen azucarero de la UE implica la vinculación del precio de los productores de azúcar con los precios del mercado mundial. De ser así, es políticamente inconcebible que la UE quiera en el futuro pagar por el azúcar producido en los países ACP más que lo que paga por el azúcar producido internamente.

Con toda probabilidad el ritmo de la reforma de la economía mundial del azúcar dependerá de la segunda ronda de negociaciones de la OMC. Un asentamiento de la economía mundial del azúcar beneficiaría en un plazo más largo a los productores más eficientes. El actual libre comercio del azúcar tiene características estructurales que conduce a períodos prolongados de precios mínimos interrumpidos por períodos cortos de precios máximos muy altos pero de corta duración. El factor que más ha influido en la depresión de los precios han sido los excedentes crónicos de azúcar de la UE que han entrado en el mercado. Un mercado libre más amplio para el azúcar, que no sea utilizado como un lugar de vertimiento para la producción residual, podría estabilizar y aumentar los precios del mercado mundial.

Si la industria nacional llega a ser eficiente, puede sobrevivir y hasta ser floreciente; de lo contrario, va a la quiebra. En los últimos años se ha experimentado una reducción incontrolada de la magnitud de la industria azucarera, debido a que un alto porcentaje de arrendamientos no se han renovado. Esto ha hecho incluso más problemática la supervivencia de la industria azucarera de Fiji a un plazo más largo. La pérdida de la industria azucarera tendría consecuencias catastróficas para la economía y la distribución de los ingresos. El efecto económico de la sequía de 1997 y 1998 es un índice claro de cómo la economía depende de la industria azucarera. Con dos años consecutivos de escasa producción de azúcar, la economía se contrajo en un 4 por ciento a pesar del notable éxito de otros sectores como el turismo, la vestimenta y el kava. Aunque en los últimos años se han visto buenos progresos en la diversificación de las exportaciones, no se ha encontrado ningún cultivo o grupo de cultivos que pudiera reemplazar al azúcar en un futuro previsible.

Sobre la cuestión de la competencia de las exportaciones, la declaración del Embajador Mataitoga (2001) observó lo siguiente:

Fiji considera que se debe adoptar un método prudente y pragmático cuando se tratan todas las formas de competencia de las exportaciones. Una pequeña economía como la de Fiji, cuyos principales mercados se encuentran del otro lado de la aldea global, debería estar eximida de la reducción de los compromisos con respecto a las subvenciones que miran a reducir el costo de la comercialización de sus productos agropecuarios y a rebajar los costos del transporte interno y de los fletes de las exportaciones (pág. 4)

Donde Fiji insiste más por una reforma es en la esfera de las MSF. El Embajador Mataitoga afirmó lo siguiente:

Fiji exporta frutas tropicales y productos alimenticios a los mercados de Australia, Nueva Zelandia ... Nuestra capacidad de aumentar la cuota de mercado se ve gravemente menoscabada por las normas de cuarentena utilizadas por esos países, que son todas diferentes, aunque todas pretenden ser compatibles con la OMC. Nuestra preocupación es que las medidas MSF no se utilicen como una barrera al comercio. A este respecto, se debería aplicar el artículo 4 del acuerdo MSF para que los países en desarrollo puedan entrar en acuerdos de equivalencia. (pág. 4)


Página precedente Inicìo de página Página siguiente