En el pasado, los gobiernos asiáticos han defendido con fuerza la tesis de que el concepto de pueblos indígenas no era de aplicación en su continente. Sin embargo, a medida que el término ha ganado aceptación y se han comprendido mejor sus implicaciones jurídicas, esta argumentación se ha debilitado. Los derechos colectivos a la tierra se reconocen ahora en algunos Estados asiáticos, generalmente sobre la base de la posesión inmemorial. En las islas del Pacífico y en Filipinas, se considera que los derechos consuetudinarios a la tierra confieren derechos equivalentes a la propiedad, pero en Indonesia y Malasia se estima que la tenencia consuetudinaria otorga derechos más débiles similares al usufructo. Dado que la tierra y los recursos naturales se consideran enajenables, la tenencia comunal de Asia ha presentado una tendencia a la mala ordenación debido a una falta de claridad sobre quién toma las decisiones en nombre del grupo mayor. Paradójicamente, los países asiáticos han ido mucho más lejos que la mayoría de los africanos y latinoamericanos a la hora de fomentar regímenes cooperativos de ordenación de los recursos naturales, pero tales regímenes rara vez han otorgado derechos fuertes de tenencia a las comunidades.