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3.4 Género y desarrollo agrícola


Los aspectos de género reciben atención considerable en este documento, por dos razones: a) la discriminación de género está muy generalizada en las agriculturas en desarrollo; y b) además de las cuestiones sobre justicia e igualdad, las evidencias muestran que los sesgos de género contra las mujeres impiden el desarrollo agrícola y perjudican la nutrición en los hogares rurales.

El sesgo de género se manifiesta de varias formas, incluyendo el limitado acceso a la tierra y al crédito, poca atención de los servicios de investigación y extensión a las necesidades de las mujeres como productoras, exclusión de las mujeres de la mayor parte de las decisiones concernientes a los sistemas de riego, y menor acceso relativo a los insumos agrícolas[62].. Los sesgos a veces han sido incorporados en los códigos y las leyes, los cuales, por ejemplo, reconocen únicamente a la cabeza de la familia para muchos propósitos u otorgan a las mujeres derechos diferentes en herencias o divorcios. De igual modo, los sesgos están presentes en los códigos tradicionales, no escritos, de conducta y resolución de conflictos, lo mismo que en el diseño y la operación de los servicios y proyectos agrícolas. Los servicios de extensión agrícola, por ejemplo, tratan casi exclusivamente con agricultores masculinos y los agentes de extensión no programan sus visitas en horarios convenientes para las mujeres, a la luz de las responsabilidades hogareñas que tienen además del trabajo en el campo. Los capítulos siguientes contienen diversos ejemplos de estos sesgos (especialmente en los Capítulos 5, 7 y 8). Casos típicos, característicos de muchos otros países, se encuentran en la India y Uganda:

... en Uganda la ley civil prevé iguales derechos en el divorcio, pero las normas tradicionales no escritas prevalecen en la división de la propiedad conyugal por lo cual las mujeres divorciadas no pueden retener el acceso a la tierra[63].

... en los estados de la India la mayoría de las hijas no heredan la tierra, a pesar de que legalmente tienen derecho.... en Bihar, India, algunas mujeres de la etnia Ho permanecen solteras para mantener ese acceso[64].

Diversos estudios han demostrado que el tiempo de la mujer rural es sumamente escaso y, por eso, muy valioso. Como consecuencia, las investigaciones agrícolas sobre las maneras de reducir el tiempo necesario para las faenas del hogar conducen a tasas de crecimiento agrícola más altas, ya que las mujeres pueden dedicar más tiempo a las labores agrícolas (Capítulo 8). Estudios de terreno han demostrado que, impidiendo la acumulación de capital humano en el hogar y el mercado laboral, y excluyendo sistemáticamente a mujeres u hombres del acceso a recursos, servicios públicos o actividades productivas, la discriminación de género disminuye la capacidad de la economía para crecer y elevar los estándares de vida.... En Burkina Faso, Camerún y Kenya, el control más equitativo de los insumos e ingresos de las fincas por hombres y mujeres elevaría la producción de las fincas hasta en una quinta parte de su valor actual[65].

La educación de las mujeres es uno de los factores principales para reducir la desnutrición y acelerar el crecimiento económico:

... un estudio reciente hecho por IFPRI, que examina la relación entre varios factores y la reducción del número de niños con bajo peso en 63 países en desarrollo, desde 1970 a 1995,... revela que la explicación estadística de la reducción de estos últimos se centra (entre otros factores) en el nivel de educación de la mujer (43 por ciento)...[y] en la situación de la mujer en la sociedad (12 por ciento)[66].

La baja inversión en educación femenina reduce el producto global del país. Un estudio calcula que si los países de Asia meridional, África subsahariana, y Medio Oriente y África septentrional hubieran empezado con la brecha de género en años de escolaridad promedio que tenía Asia oriental en 1960 y cerrado esa brecha de género a la tasa lograda por Asia oriental desde 1960 hasta 1992, su ingreso per cápita habría crecido de 0,5 a 0,9 puntos porcentuales adicionales por año[67].

En el largo plazo, el desarrollo económico por sí mismo ayuda a corregir las desigualdades de género:

El aumento de los ingresos y la disminución de los niveles de pobreza tienden a reducir las disparidades de género en educación, salud y nutrición. La mayor productividad y las nuevas oportunidades de empleo suelen reducir las desigualdades de género en el trabajo. Y las inversiones en infraestructura básica para agua, energía y transporte ayudan a reducir las disparidades de género en la carga del trabajo[68].

Sin embargo, para disminuir el sesgo de género en el corto y mediano plazo, y reducir también sus efectos sobre el crecimiento económico, se requieren reformas fundamentales en las instituciones y la legislación, en las maneras de diseñar y llevar a cabo los programas y proyectos rurales, y en el monitoreo y la evaluación de estas actividades y de las reformas de las políticas. Se necesitan grandes esfuerzos de capacitación y fortalecimiento institucional, acompañados por un fuerte apoyo político para poder efectuar estos cambios. Proyectos aislados para el mejoramiento de las cuestiones de género pueden ser poco útiles, ya que permanecen las otras barreras a la participación de las mujeres. Por lo tanto el único enfoque viable es el del eje transversal del género, empezando con exhaustivos diagnósticos de género para todo el sector[69].

Es difícil exagerar la importancia del fortalecimiento institucional:

A pesar de que la mayoría de los gobiernos y sus socios para el desarrollo tienen compromisos explícitos de integrar el género en las estrategias agrícolas, la capacidad institucional para llevar a cabo análisis de género en el sector agrícola como un todo ha sido escasamente fortalecida. Muchos de los análisis de género se orientan a asuntos de nivel micro, sin vínculos con los procesos y las prioridades agrícolas globales. Existe aún la necesidad de reforzar la capacidad para realizar análisis sectoriales de género en la mayoría de los Ministerios de Agricultura y en las unidades de formulación y operación de políticas de las instituciones donantes. Un estudio del Banco Mundial[70] muestra que la capacidad de análisis de género es generalmente escasa en los Ministerios de Agricultura. Diagnósticos institucionales de los Ministerios de Agricultura sensibles al género deberían evaluar su capacidad para integrar ese aspecto al proceso de la política agrícola (investigación y definición de estrategias, y formulación y aplicación de políticas)[71].

Uno de los pasos más importantes que las organizaciones internacionales de desarrollo pueden tomar en el tema del género es asegurar que el diseño de sus proyectos comience con un análisis de restricciones y problemas de género en el campo de las actividades del proyecto. La última sección del Capítulo 5 presenta una lista parcial del tipo de preguntas que los análisis de género enfrentan con relación a la tenencia de la tierra. A través de medidas tales como el análisis de género, se puede desarrollar un mayor conocimiento de la importancia de las restricciones de género, lo cual constituye el primer paso para resolverlas.


[62] Ver, por ejemplo, FAO, SEAGA Macro Handbook: Gender analysis in macroeconomic and agricultural sector policies, FAO, Roma, Borrador, marzo de 2002, págs 39-40.
[63] Banco Mundial, Engendering Development – through Gender Equality in Rights, Resources and Voice, Policy Research Report, Washington, D.C., 2002, pág. 216.
[64] IFAD, Rural Poverty Report: The Challenge of Ending Rural Poverty, Oxford Univ. Press, Oxford, Reino Unido, 2001, pág. 86.
[65] Banco Mundial, 2002, pág. 11.
[66] FAO, The State of Food Insecurity in the World, Roma, 2001, pág. 7.
[67] Banco Mundial, 2002, pág. 11.
[68] Op. cit., pág. 2.
[69] FAO, 2002, págs 41-43.
[70] Banco Mundial, Gender, Growth and Poverty Reduction, Washington, D.C., 1999.
[71] FAO, 2002, pág. 45.

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