La Consulta de Expertos formuló las siguientes recomendaciones para la FAO y la OMS:
velar para que en las actividades futuras de evaluación de riesgos los encargados de la gestión de riesgos proporcionen una clara declaración de propósitos al comienzo de las actividades de evaluación, seguida de una interacción continua y dinámica entre los encargados de la gestión de riesgos y los evaluadores de riesgos. Es importante que los encargados de la gestión de riesgos participen en la preparación de la evaluación de riesgos y ayuden a explicitar el Ámbito de aplicación de la evaluación. De esta forma se asegurará que los resultados sean de la mayor utilidad para todas las partes;
destacar la necesidad de acopiar datos cuantitativos en todas las etapas de las evaluaciones de riesgos de modo que se proporcionen conclusiones apropiadas de gestión de riesgos;
prestar asistencia a los países en desarrollo para el acopio de información cuantitativa a efectos de la evaluación de riesgos;
alentar a los microbiólogos a elaborar y aplicar técnicas que diferencien las cepas patogénicas y de las no patogénicas;
instar a los gobiernos que han fijado o pretenden fijar objetivos relativos a enfermedades transmitidas por los alimentos que se abordan en este informe a utilizar los modelos presentados con objeto de justificar sus decisiones en el establecimiento de metas y estrategias de intervención adecuadas en materia de inocuidad de los alimentos;
encomendar la elaboración de un documento que facilite la comprensión del presente informe a una gama más amplia de lectores. El documento recomendado ofrecería a quienes no son especialistas información pertinente sobre:
i) los crustáceos y las aves de corral por ejemplo, métodos de producción, elaboración, economía y legislación;
ii) Vibrio spp. y Campylobacter spp. (vigilancia, epidemiología y microbiología);
iii) evaluación de riesgos (enfoque, componentes y modo en el que puede responder a las preguntas de los encargados de la gestión de riesgos);
facilitar demostraciones prácticas para la identificación y el acopio de datos pertinentes relativos a la evaluación de riesgos de combinaciones específicas de productos y patógenos, incluida la caracterización de riesgos utilizando diversos programas informáticos de elaboración de modelos;
desarrollar nuevas formas de transmitir a los usuarios los conceptos de la evaluación de riesgos;
promover el empleo de los útiles modelos de marcos de evaluación establecidos en las futuras evaluaciones de riesgos. Sería relativamente fácil utilizar los módulos derivados de estas evaluaciones de riesgos para elaborar una evaluación de riesgos sobre Salmonella en los camarones. Los expertos consideran que dicha evaluación sería muy útil para un examen futuro;
para las actividades futuras de evaluación de riesgos, considerar la posible participación de expertos científicos como grupo asesor permanente del grupo de redacción sobre la evaluación de riesgos por toda la duración de un trabajo específico asignado. Esto constituiría una importante actividad complementaria de las más oficiales reuniones de expertos y, sin lugar a dudas, permitiría aprovechar mejor los recursos intelectuales de la comunidad de expertos, concretamente su conocimiento de datos, referencias y redes de colegas pertinentes o sus posibilidades de acceso a los mismos;
promover la presentación de aspectos pertinentes de esta labor en las publicaciones técnicas revisadas por homólogos y en la prensa especializada sobre comercio de pescados y mariscos y de aves de corral;
poner a disposición los modelos de programas informáticos en un formato que pueda ser utilizado por otros profesionales y proporcionar orientación apropiada para su uso.