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VIII. ESTADO ACTUAL DE LA INFORMACION SOBRE RECURSOS FORESTALES Y CAMBIOS EN EL USO DE LA TIERRA
(MARCELO MIRANDA Y GABRIEL PINEDA, CONSULTORES FAO)

1. Introducción

Chile se distingue en el mapa de América del Sur por su geografía ya que es el país más largo del continente (4.300 kilómetros), y también el más estrecho con un ancho promedio que no alcanza los 190 kilómetros entre la cordillera de los Andes y el Océano Pacífico. Se divide administrativamente en 13 regiones y su capital es Santiago. Tiene casi 14 millones de habitantes, la mayoría de los cuales son descendientes de inmigrantes españoles y ostenta una de las economías más abiertas y exitosas de Latinoamérica.

La superficie continental de Chile es de 75,6 millones de hectáreas gran parte de las cuales tiene aptitud forestal. Sin embargo, un alto porcentaje de este territorio es considerado como áreas de protección, ya sea por la fragilidad de sus suelos, las altas pendientes o su cercanía a quebradas y cursos de agua.

Chile posee en total unos 16 millones de hectáreas de bosques, entre las que se consideran bosques naturales en distintos niveles de desarrollo y plantaciones forestales. La gran mayoría de los bosques nativos se encuentran en predios particulares o terrenos públicos bajo protección por lo que no son usados productivamente.

Las plantaciones forestales en tanto suman el 13,5% de la superficie total de bosques en Chile (2,1 millones de hectáreas) y son destinadas principalmente a la producción maderera. La mayoría de éstas corresponden a plantaciones industriales de Pino insigne o radiata y Eucaliptos, aunque también existe Atriplex forrajero, Tamarugo, Alamo, Pino oregón, Raulí y otras especies.

Esto es de gran relevancia ya que los cultivos forestales, en el ámbito productivo, figuran como uno de los mejores ejemplos de desarrollo sustentable, dado su carácter renovable y la optimización del uso de la tierra que representan en relación a cultivos anuales. En Chile, las plantaciones forestales cubren menos del 1% del territorio nacional y representan poco más del 13% del patrimonio de bosques y, sin embargo, sustentan en un 85% la economía forestal chilena.

En relación a las áreas protegidas, Chile tiene un Sistema Nacional compuesto de 30 parques y 40 reservas nacionales, las que en conjunto cubre cerca de un 20% del territorio, formando una red que permite la conservación y uso sostenido del recurso por parte de la población del país.

Por otra parte, Chile es un país que posee un alto nivel de información forestal, lo que se refleja en la disponibilidad de una red nacional de bibliotecas y centros de información que generan y almacenan datos ya sea de carácter nacional e internacional. Esta red está asociada principalmente a centros educacionales que imparten carreras técnicas y profesionales asociadas a las ciencias forestales.

A continuación se presenta el resultado de este estudio.

2. Descripción de los recursos forestales del país

Según el último catastro de los recursos vegetacionales (CONAMA, 1999), Chile es un país con una superficie total de 74.662.560, 8 ha, las que presentan diferentes clases de uso de la tierra., concentrando mayor superficie la Áreas Desprovistas de Vegetación con un 32,7% del total nacional, seguidas de Praderas y Matorrales y Bosques que representan un 27,1% y 20,7% respectivamente (Cuadro 1).

Latitudinal y altitudinalmente la vegetación de Chile se distribuye sobre un gradiente dado por tipos desérticos en el norte, templados y sub-antárticos en el sur, tipos influenciados por la costa en el oeste y vegetación de montaña en el este, donde es posible reconocer ocho regiones y 22 sub-regiones ecológicas, concentrando los bosques naturales. 13.430.602,7 ha (85,9%).

Por otra parte, el mayor porcentaje des bosque naturales del país corresponde a Bosques Adultos con 44,5% del total, siendo el Tipo Forestal más importante el Siempreverde, el que representa el 30,9% de este. Estas masas boscosas se localizan de preferencia en la región austral del país.

En relación a las áreas protegidas, Chile tiene un Sistema Nacional compuesto de 30 parques y 40 reservas nacionales, las que en conjunto cubre cerca de un 20% del territorio.

Desde un punto de vista productivo, Chile presenta una superficie de 2.119.004,5 ha (13,5%) de bosques artificiales y 87.625,4 ha (0,5%) de bosques mixtos. Pino radiata concentra cerca del 75% de las plantaciones y eucaliptos y otras especies cerca del 17%.

Cuadro 1

Superficie nacional por tipo de uso.

Uso

Superficie (ha)

Porcentaje(%)

Áreas Urbanas e Industriales

182.184,2

0,2

Terrenos Agrícolas

3.814.362,6

5,0

Praderas y Matorrales

20.529.673,1

27,1

Bosques

15.637.232,5

20,7

Humedales

4.498.060,7

5,9

Áreas Desprovistas de Vegetación

2.472.789,5

32,7

Nieves y Glaciares

4.646.659,9

6,1

Aguas Continentales

1.226.828,9

1,6

Áreas no reconocidas

399.769,4

0,5

Total

75.662.560,8

100,0

Fuente: CONAMA, 1999

Recurso forestal natural

Según Gajardo, 1994, en Chile es posible identificar ocho Regiones Ecológicas y veintidós sub-regiones las que se sitúan a medias entre la Región Neotropical y la Región Antártica Latinoamericana, con un límite señalado a la altura de los 35º Lat Sur (Cuadro 2).

Cuadro 2

Superficie de las Regiones Ecológicas de Chile

Regiones Ecológicas

Superficies (ha)

Porcentaje (%)

Región del Desierto

17.000.000

22,6

Región de la Estepa Alto Andina

12.938.125

17,1

Región del Matorral y Bosque Esclerófilo

7.868.750

10,4

Región del Bosque Caducifolio

5.675.000

7,5

Región del Bosque Laurifolio

2.496.875

3,3

Región del Bosque Andino Patagónico

5.069.375

6,7

Región del Bosque Siempreverde y de las Turberas

13.694.375

18,1

Región del Matorral y de la Estepa Patagónica

3.102.500

4,1

Areas sin Vegetación Natural (Agrícolas, Altas Cumbres y Campos de Hielo)

7.415.000

9,8

Total

75.200.000(*)

100

Fuente: Gajardo, 1994

*La superficie total corresponde a la información del estudio original

La Región del Desierto la constituye la parte más austral del desierto de la costa del Pacífico de América del Sur. Aunque tiene como límite oeste el litoral marino, es principalmente un desierto interior con una altitud media próxima a 1500 msnm. Abarca los abruptos acantilados costeros, las serranías de la Cordillera de la Costa Chilena, las grandes depresiones intermedias y las laderas occidentales de la cordillera de los Andes.

La Región de la Estepa Alto-Andina está compuesta por la vegetación que se desarrolla en los territorios áridos y semiáridos de la cordillera de los Andes. Los factores que determinan el paisaje vegetal son principalmente la altitud y el relieve. Como formas de vidas vegetales existe una gran homogeneidad, que puede resumirse en la existencia de tres tipos biológicos básicos: plantas pulvinadas y en cojín, gramíneas cespitosas y arbustos bajos de follaje reducido. En épocas favorables se presenta frecuentemente una cubierta de plantas estacionales.

La Región del Matorral y Bosque Esclerófilo se presenta en la zona central de Chile (IV a VIII Región administrativa), con paisajes complejos debidos a la intensa alteración provocada por la actividad humana. Las formas de vida vegetal son variadas. Predominan los arbustos y arboles de hoja esclerófilas, pero también se encuentran arbustos bajos xerófitos y suculentas, arbustos y arboles espinosos y árboles laurifolios con gran desarrollo en altura.

La Región de Bosque Caducifólio se extiende en un territorio bajo clima templado con sequía estival breve. Es su distribución norte (Santiago) ocupa posiciones sobre los 800 msnm para ir progresivamente ocupando la depresión intermedia entre la cordillera de los Andes y la cordillera de la Costa. Desde un punto de vista florístico la característica distintiva es la presencia de especies del género Nothofagus que presentan hoja caduca de tamaño mediano.

La Región del Bosque Laurifólio se distingue por la presencia de grandes árboles perennifolios, de hojas en general grandes, brillantes y de color verde oscuro. La fisonomía del paisaje vegetal es la de un bosque muy denso de estratificación compleja. Su distribución geográfica es reducida y fragmentaria concentrándose en la X Región administrativa de Chile.

La Región del Bosque Andino-Patagónico se localiza en la Cordillera Andina sur y Austral de Chile. Ocupa los pisos altitudinales superiores de la vegetación en su área norte y señala en el extremo sur un límite con la estepa patagónica hacia el este. El paisaje vegetal está dominado por la especie Lenga (Nothofagus pumilio), destacando en su composición florística la especie conífera Araucaria araucana

La Región del Bosque Siempreverde y de las Turberas se localiza en un territorio con altas precipitaciones y temperaturas medias bajas y estables a lo largo del año. El relieve físico es muy complejo y diversificado. Los paisajes vegetales presentan una fisonomía compleja donde se alternan formaciones y comunidades de bosque, matorrales muy húmedos, pantanosos y turberas.

La Región de la Estepa Patagónica se encuentra en el extremo árido y frío del gradiente climático de la zona austral del país. Presenta una fisonomía esteparia característica de gramíneas en mechón y arbustos bajos de hojas reducidas.

De acuerdo a la información del catastro de los recursos vegetacionales (CONAMA, 1999), los bosques naturales o nativos cubren 13.430.602,51 representando un 85,9% de la superficie total de Bosques del país. Dentro de estos, el Bosque Adulto y los Renovales representan 44,5 y 26,7% respectivamente (Cuadro 3), localizándose de preferencia en las regiones administrativas X, XI y XII lo que corresponde a las regiones más australes del país.

Cuadro 3

Superficie de Bosques Nativos

USO

Total (ha)

Porcentaje (%)

Bosque Adulto

5.977.838,80

44.5

Renoval

3.585.746,43

26,7

Bosque Adulto Renoval

861.925,35

6,4

Bosque Achaparrados

3.005.091,93

22.4

Total

13.430.602.51

100

Fuente: CONAMA, 1999

Plantaciones

En 1898, cuando el naturista alemán Federico Albert se incorpora al Ministerio de Industrias comienza en Chile una cruzada de conservación que tiene dentro de sus objetivos el estudio de aclimatación de especies vegetales y animales proveniente de otras latitudes (Hartwing, 1991). Producto de las experiencias sistemáticas de Albert, en el año 1907, el Ingeniero Forestal alemán Konrad Peters inicia la primera plantación industrial, creando la base de recursos para las industrias de madera localizadas en las localidades de Coronel y Curanilahue (VIII región administrativa del país).

A partir del año 1974, Chile partió un proceso sistemático de generación de masas boscosas artificiales, impulsadas por la Ley de fomento y subvención estatal establecida en el Decreto Ley 701, lo que ha derivado en una superficie plantada cercana a 1.952.288 ha, siendo las principales especies Pinos radiata con 1.458.320 ha (74,7%) y Eucalipto con 342.415 ha (17,5%), seguidas por Atriplex 50.784 ha (2,6%) y Tamarugo 20.645 ha (1,1%) (Cuadro 4).

Cuadro 4

Plantaciones Forestales según especies

Especie

Superficie (ha)

Pino radiata

1.458.320

Eucalipto

342.415

Átriplex

50.787

Tamarugo

20.645

Pino oregón

13.942

Álamo

4.298

Algarrobo

3.468

Otras especies

58.413

- Total

1.952.288

Fuente: INFOR, 2000

Del total de Pino radiata, las regiones centrales de Chile (VII, VIII y IX Región) concentran cerca del 85% del la superficie y volumen disponible, ubicándose en ellas además las zona la mayor actividad industrial (Cuadro 5).

Cuadro 5

Superficie y volúmenes de plantaciones de Pino radiata

- Región Administrativa

Superficie (ha)

Volumen
(millones de m3)

III

1

-

IV

655

-

V

14.806

1.8

RM

1.002

.3

VI

65.116

7.8

VII

358.030

29.4

VIII

636.795

73.9

IX

255.785

30.0

X

126.130

12.8

Total

1.458.320

156.0

Fuente: INFOR, 2000

Por otra parte, las superficies de plantaciones de Pino radiata por clases de edades presentan una distribución muy homogénea la que en promedio alcanza a las 300.000 ha para las clases 6-10,11-15 y 16-20 años. Concentra la mayor superficie plantada la clase 0-5 años con 364.058 ha de bosques (Cuadro 6). Por su parte el mayor volumen de bosques de Pino radiata se concentra en la clase de 16 – 20 años con 63.387.000 m3, correspondiendo al 40,6% del total de volumen disponible en el país.

Cuadro 6

Superficie y volumen de plantaciones de Pino radiata por clase de edad

Clase de edad (años)

Superficie (ha)

Volumen
(miles de m3)

0

63.420

-

1-5

364.058

-

6-10

290.676

-

11-15

317.939

35.536

16-20

279.891

63.387

21-25

114.663

42.811

26-30

19.909

10.295

31 y más

6.108

3.924

Total

1457.664(*)

155.953(*)

(*): Valores Nacionales parciales, se excluyen las regiones administrativas I, II, III y IV.

Fuente: INFOR, 2000

Cambio en la superficie de bosques

La estimación de los cambios en la cubierta vegetal está basada en los datos de inventarios y otros documentos que son parte los resultados del proyecto “Global Forest Resources Assessment 2000”. En el Cuadro 7 se observa que la tasa de cambio de la cubierta vegetal es de -20.307 ha, alcanzando en un período de 10 años (1990-2.000) a un -1% anual.

Cuadro 7

Cambio en la cubierta vegetal, años 1990-2000

País

Cubierta Forestal

Cambios en la Cubierta Forestal 1990-2000

[ha]

[ha/año]

[%/año]

Chile

15,535,696

-20,307

-.1

Durante los años 1979 y 1993 solo los bosques naturales productivos fueron usados para calcular la tasa de deforestación dando como resultado un valor de –0.15% por año. A partir de 1995, producto de los datos obtenidos en el Catastro Nacional de Bosques (CONAMA, 1999) los cálculos de la tasa de cambio se realizan incluyendo todos los tipos vegetacionales lo que ha modificado en forma sustancial las estadísticas llegando hoy a los valores ya mencionados.

Se observa además, que Chile es uno de los países con mayor tasa de forestación en Latinoamérica, alcanzando en los últimos 10 años un promedio cercano a las 100.000 ha anuales, correspondiendo si en su mayoría a especies introducidas.

Áreas protegidas

En relación a las áreas protegidas, Chile tiene un Sistema Nacional compuesto de 30 parques y 40 reservas nacionales, las que en conjunto cubre cerca de un 20% del territorio. De las 13.952.478,9 ha que comprenden el Sistemas Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE) el 28,1% corresponde a Bosques, el 24,8% a Humedales y el 21,7% a Nieves y Glaciares (Cuadro 8).

Para los bosques, se puede indicar que del total nacional el 25% se encuentra protegido por el SNASPE. Esto no significa necesariamente que los diferentes tipos de bosques estén representados de igual forma dentro de este sistema, siendo en la actualidad uno sus principales problemas.

Cuadro 8

Superficie Nacional por tipo de uso en SNASPE

USO

SUPERFICIE (ha)

PORCENTAJE (%)

Áreas Urbanas e Industriales

6.269,7

0.0

Terrenos Agrícolas

1.305,7

0.0

Praderas y Matorrales

865.387,3

6,2

Bosques

3.915.668,7

28,1

Humedales

3.464.585,8

24,8

Áreas Desprovistas de Vegetación

2.277.957,2

16,3

Nieves y Glaciares

3.031.710,9

21,7

Aguas Continentales

337.016,6

2,4

Áreas no Reconocidas

52,577.0

0,4

- Total

13.952.478,9

100

Fuente: CONAMA, 1999

Las regiones administrativas que concentran la mayor superficie de áreas protegidas corresponden a la XI y XII Región con un 84% del total nacional, siendo estas además las regiones que presentan las mayores superficies de bosques naturales del país.

Productos

En la Cuadro 9 se presentan los principales productos y monto de exportaciones de los últimos cuatro años.

Cuadro 9

Productos y monto de exportaciones años 1997-2000

Exportación

Retorno (millones US$ FOB)

 

1997

1998

1999

2000*

Pulpa química

689,2

692,3

766,8

1.110,4

Papel para periódico

76,6

69,1

86,0

104,1

Madera Aserrada

217,4

176,9

173,3

189,7

Madera elaborada

79,1

74,0

122,2

144,2

Trozas aserrables

92,0

12,5

21,2

8,1

Trozas pulpables

14,9

10,7

28,9

27,8

Astillas

147,0

130,5

133,0

133,7

Tableros y chapas

110,4

86,6

116,6

123,8

Papeles y cartones

89,3

94,6

126,5

146,2

Otros productos

314,1

313,3

396,2

377,2

Total

1.829,9

1.660,5

1.970,7

2.365,2

Del total de productos exportados los mayores ingresos se obtienen de la industria de la celulosa y papel alcanzando en el año 2000 a un 46,7% del todo lo exportado.

Al observar el consumo de materia prima en forma de troza, de un total de 23.178,200 m3 el mayor consumo lo realiza la industria de aserrío con un 46% del total (Cuadro 10).

Cuadro 10

Consumo de materia prima por parte de la industria forestal

Consumo de Madera en
Trozas por Industria

Volumen (miles m3 ssc)

1997

1998

1999

Pulpa

7.220,0

7.406,2

7.275,6

Aserrío

9.792,4

9.207,7

10.433,7

Tableros y chapas

861,6

876,0

893,9

Total

23.606,2

21.315,2

23.178,2

Fuente: INFOR, 2000

3. Relación de los recursos forestales y la población

Concentración y potencial de los recursos forestales en relación con los asentamientos poblacionales, problemas de tenencia de tierras y acceso.

En cuanto a la tenencia de los recursos forestales, según lo indica el Instituto Forestal (1992), la mayor parte de los terrenos forestales y de bosques son de propiedad privada. El Estado es propietario de 13,8 millones de hectáreas correspondientes al Sistema Nacional de Areas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE), de las cuales 1,9 millones de hectáreas son bosques naturales, comprendiendo esta superficie 1,5 millones de hectáreas de bosques de protección, en su mayor parte localizados en las regiones XI y XII. El resto corresponde a terrenos desérticos, estepas, glaciales, alta montaña, u otros. Además, posee 1,8 millones de hectáreas de otras áreas silvestres que no pertenecen al SNASPE, tales como áreas de protección, santuarios de la naturaleza, reservas genéticas, y lugares de interés científico.

Dentro de los recursos nativos, las formaciones boscosas más importantes pertenecen al género Nothofagus, aunque también destacan algunas coníferas características de zonas templadas y frías (Donoso y Lara, 1998; CORMA, s.f.)

Como se indicó anteriormente, las plantaciones de pino radiata y eucaliptos son fundamentalmente establecidas en predios particulares, en tanto que el Estado, a través de la Corporación Nacional Forestal (CONAF), posee un escaso porcentaje de tales recursos los que han sido establecidos en convenios con particulares. En el sector privado se aprecia una gran concentración del patrimonio forestal ya que casi la mitad de las más de 2,1 millones de hectáreas de plantaciones están en manos de sólo dos grandes empresas, Celulosa Arauco y Constitución S.A. y la Compañía Manufacturera de Papeles y Cartones S.A., y si se consideran también las medianas empresas, esta concentración alcanza al 75%.

De lo antes expuesto queda de manifiesto el que la situación actual muestra a un sector forestal altamente concentrado en el ámbito geográfico y de especies, en tanto que la producción rural en Chile muestra un sector agrícola de grandes y medianos agricultores con serios problemas de rentabilidad y una gran cantidad de pequeños propietarios con importantes superficies sin aprovechamiento o consideradas marginalmente productivas desde el punto de vista agropecuario. Se suma a este panorama la existencia de una significativa superficie de suelo con algún grado de erosión, por lo que se están realizando importantes esfuerzos que permitan el uso, recuperación y aprovechamiento adecuado de vastas superficies de suelo con alternativas rentables para el segmento de los propietarios que viven de la producción de sus terrenos.

En particular, el Instituto Forestal desde 1992 ha desarrollado una serie de investigaciones orientadas a promover la diversificación al nivel de las plantaciones forestales así como a generar alternativas de plantación forestal para otros actores presentes en el campo, distintos a las empresas o propietarios forestales como son los productores agrícolas y los pequeños propietarios. De esta forma, se trabaja en la generación de paquetes tecnológicos de especies forestales o frutoforestales que representen opciones productivas rentables, incluyendo desde la creación del recurso, su manejo silvícola, sus productos y mercados, a fin de que los inversionistas interesados en tales alternativas cuenten con la información necesaria para decidir entrar al negocio forestal.

Ratifica lo antes dicho el que no obstante, lo imponente que son las cifras que dan cuenta del desarrollo del sector forestal industrial nacional, debe reconocerse que al interior existen problemas territoriales, jurídicos y sociales entre los que destaca el conflicto mapuche que por estos días viven uno de sus capítulos de mayor gravedad. Específicamente en la Provincia de Malleco la expansión de las plantaciones forestales de carácter industrial han generado una fuerte pugna debido a que diferentes comunidades indígenas acusan la pérdida de diversidad biológica, existencia de presión sobre las propiedades agrícolas, sensación de aislamiento de las comunidades rodeadas por plantaciones, disminución de las napas freáticas y la escasez de agua producto de los monocultivos, lo que pone en riesgo la supervivencia de los indígenas que habitan la zona (Hernández et al, 1999).

Según personeros vinculados a las empresas forestales la causa central de la acción emprendida por los mapuches es "un problema de pobreza rural" y que ésta es "terriblemente grande" (El Mercurio, 1999, citado por Hernández et al, 2000).

Y a juicio de los representantes de las comunidades en conflicto, la pobreza de las comunidades rurales es una realidad concreta. Sin embargo, las raíces del conflicto son los problemas jurídicos e históricos que se han generado en la región con la legalización de tierras por parte de las empresas forestales.

En segundo lugar, el poder económico de las empresas forestales las cuales, y en tercer lugar, las empresas forestales son coincidentes con las políticas estatales del gobierno. Esta situación, genera desconfianza en la sociedad civil mapuche hacia el gobierno, al ver que sus derechos son cuestionados por las leyes de la democracia que vive el país. Este sentir se incrementa y se extiende hacia las instituciones, criticándosele al gobierno, el ser incapaz de cambiar su política de tratamiento a la cuestión mapuche, pese a la gestión realizada por algunos organismos y personas que han solicitado una modificación de las decisiones gubernamentales (Hernández et al, 2000).

En este contexto se sitúan también las propuestas del Estado y de las empresas con respecto al proyecto de desarrollo que se pretende implementar. Las políticas de infraestructura y turismo desarrolladas por el estado prácticamente anulan la posibilidad de autogestión económica de la población mapuche, ubicándola en una posición de dependencia y control colonial. Del mismo modo, las empresas, en su afán expansionista, no vacilan en incorporar cualquier espacio territorial para forestarlo, y para ello cuentan con apoyo del Estado y con las investigaciones de centros universitarios de la región referentes a las potencialidades económicas de especies nativas e introducidas. Estos centros, incluso con la crisis del agua, realizan estudios en laboratorio para enfrentar esa realidad y contar con nuevas plantaciones de árboles en caso de una eventual agudización de la sequía. Estos árboles tendrán que ser plantados en sitios desertificados para continuar con la generación de abultados excedentes económicos.

Por otra parte, la presencia de las empresas forestales y la extracción de recursos en tierras que pertenecieron a manos mapuches, generan un sentir de rebeldía contra el poder económico que se ha gestado en la región. Más aún cuando estas empresas no ofrecen perspectivas de trabajo para la fuerza laboral de las comunidades. Como lo acreditan hechos recientes, las empresas crean una colonización laboral con la contratación de personas y técnicas ajenas a la región y especialmente de personas no mapuches (Op cit).

Actualmente estos conflictos han redundado en un número considerable de tomas de predios en las comunas de Lumaco, Traiguén, Panguipulli y otras, ya que las comunidades no visualizan respuestas claras a sus demandas. Pero, a juicio de las comunidades en conflicto, este problema no es nuevo para el país ni para la región, ya que sus causas se remontan a períodos históricos de Chile, al proceso de expansión territorial e incorporación del territorio mapuche al Estado chileno, al proceso tecnológico y al modelo agrícola que se desarrolló desde fines del siglo pasado con la producción cerealera y ganadera deforestando la región.

Según estas versiones, dicho proceso tuvo su máxima expresión en el colapso ambiental del territorio y en particular de Malleco, desde mediados del presente siglo, dando paso a dos procesos estrechamente ligados: la deforestación y el proceso de reconversión forestal.

Entre las causas de la deforestación, Hernández et al (1999) señalan la sustitución de la flora nativa por plantaciones exóticas, habilitación de suelos para la agricultura y ganadería, venta de leña para la ciudad y la industria, incendios forestales, sobrepastoreo en los bosques, venta de rollizos y producción de astillas.

Estas mismas fuentes afirman que el proceso de reconversión forestal, se fundamenta por el colapso ambiental expresado en procesos erosivos violentos, la disminución de los rendimientos agrícolas y por tanto, insustentabilidad de los sistemas agrícolas y ganaderos, la política de fomento forestal y la política de apertura de la economía y globalización, produciéndose los siguientes impactos:

Aislamiento: territorios altamente poblados por indígenas se han reducido a comunidades aisladas en medio de plantaciones de pino radiata.

Despoblamiento del campo: el antiguo inquilinaje se ha trasladado a los pequeños pueblos, como resultado de lo cual, sectores como el de Los Sauces han duplicado su población en menos de 10 años.

Empobrecimiento del campo: la falta de diversidad productiva ha derivado en la baja de los salarios, producto del mismo carácter extractivo de la actividad. El salario de los trabajadores es el mínimo legal.

Destrucción de caminos: el acceso a las comunidades mapuches es cada vez más difícil.

Pérdidas de flora y fauna: el uso de foliantes, venenos u otros elementos han provocado la desaparición de recursos naturales e impiden la regeneración del bosque nativo, además de afectar la calidad de vida de la población (Hernández et al (1999).

También al modelo forestal imperante en nuestro país se le acusa de ser inequitativo, y sin sustentabilidad ambiental ni política (Sara Larraín, citada por Hernández et al 1999).

Primeramente, la tensión entre el pueblo mapuche y la expansión forestal en la región presenta el aspecto de la inequidad ya que el pueblo mapuche es uno de los sectores más pobres de la región, lo que tiene su raíz en problemas históricos de inaccesibilidad al territorio, al manejo y decisión sobre los recursos naturales y a la lejana autodeterminación como pueblo.

Por otra parte, los impactos de la expansión del monocultivo forestal desde la VIII a la IX región en forma acelerada e intensificada implica no solo la pérdida irrecuperable de biodiversidad sino también la pérdida específica de flora, fauna, suelos y recursos hídricos, influyendo directamente en el deterioro de los elementos básicos de sobrevivencia como empleo y falta de agua.

Y la insustentabilidad política se argumenta debido a la falta de participación ciudadana que se suma a la falta de oportunidades para que la población residente sea partícipe en la identidad productiva de la región, obedeciendo a la imposición "desde el centro", basada en el monocultivo forestal útil al modelo exportador.

Por último, para los mapuches entre los pilares del conflicto cuenta el que "la tierra para la empresa forestal es sólo una unidad productiva en que no importan las implicancias ni las consecuencias que ello pueda tener". En cambio "para nosotros los indígenas, la tierra es todo. No es solamente una unidad productiva sino que involucra la existencia misma de la humanidad. Al poner en peligro la tierra por la sobreexplotación o el deterioro ambiental, no sólo está en juego la existencia de la cultura indígena sino de la humanidad entera" (Hernández et al, 1999).

Los criterios que orientan el modelo de desarrollo, a su juicio, no toman en cuenta los aspectos socioculturales de los pueblos originarios, en este sentido "nosotros hacemos una crítica al gobierno, debido a que sus políticas apuntan hacia un desarrollo desde su propia mirada", lo que redunda en criterios inapropiados al subsidiar la forestación y reforestación sin considerar el impacto medioambiental que pueden causar las grandes plantaciones de cultivos de pino y eucaliptos. También se aprecian deterioros en los recursos naturales, trastornos suelo y el agua ya que el monocultivo provoca escasez y por tanto, pérdida de biodiversidad. Las grandes empresas pasan por encima de las culturas originarias al degradar y deshidratar la tierra. Provocan el aumento de la migración, la pobreza y el desempleo. También destacan la contaminación producida por las grandes empresas papeleras, sobre el agua, el suelo y el aire. Por últimos se señala que el deterioro de caminos y las reparaciones que efectúa el departamento de vialidad hace que se gasten recursos que las empresas no son capaces de asumir (Hernández et al, 1999).

Principales usos de los recursos por la población

En cuanto al uso de los recursos forestales, en el contexto mundial Chile tiene una de las tasas más altas de superficies protegidas en relación a su territorio, asegurando la conservación bajo este régimen de protección estatal de más de 3,8 millones de hectáreas de bosques, prácticamente la cuarta parte de los bosques naturales del país. Existen además, grandes extensiones privadas cubiertas de bosques que están protegidas por la ley forestal, tanto por la fragilidad de sus suelos, las elevadas pendientes o su proximidad a los cursos de agua.

El país cuenta también con bosques naturales de características productivas que están en terrenos privados. Hoy día su principal destino productivo es el consumo energético bajo la forma de leña, y también sirven de materia prima para la industria de tableros, la exportación de astillas para papeles finos y madera aserrada (CORMA, s.f.)

En el pasado los bosques naturales eran objeto de una explotación tradicional "floreo", que consistía en la extracción de los mejores ejemplares que pudieran servir para la obtención de madera aserrada, produciendo paulatinamente el deterioro del bosque. Actualmente quien desee obtener beneficios del bosque nativo, aunque sea de su propiedad, está obligado por ley a que un ingeniero forestal elabore un plan de manejo que, basado en las condiciones del suelo y del recurso, contenga una propuesta de explotación que garantice la sustentabilidad futura del bosque. La Corporación Nacional Forestal (CONAF) evalúa y aprueba el plan de manejo y más tarde, fiscaliza su cumplimiento.

La incipiente industrialización del bosque nativo, acompañada de la apertura de mercados a sus maderas y el creciente interés público por la conservación de las especies nativas, han contribuido a expandir el manejo silvícola, generalizándose técnicas como la corta selectiva, el árbol semillero, corta de protección y otras, en grandes extensiones de la Región de Los Lagos, la Región de Aysén y particularmente, el cultivo de la Lenga en la Región de Magallanes.

Por su parte, la industria forestal chilena se ha desarrollado en los últimos 20 años, por medio de una creciente profesionalización y tecnificación, apuntando a optimizar el uso de los recursos disponibles para conseguir la mayor cantidad de madera en el menor tiempo posible, en la más pequeña extensión de tierra y con el mínimo impacto ambiental (CORMA, s.f.)

Se han invertido muchos recursos y esfuerzos en la investigación y el trabajo de selección mejoramiento genético para producir mejores semillas; se ha desarrollado infraestructura y técnicas en los viveros que permitan preparar las plantas a las condiciones específicas en que serán establecidas; se han evaluado distintas técnicas de preparación del suelo que recibe la plantación, como el subsolado, curvas de nivel, surcos, riego, fertilización, calibración de métodos químicos con el fin de adaptar los requerimientos nutricionales de las diferentes especies forestales, etc. Se ha desarrollado el control biológico de plagas y sofisticados dispositivos de prevención y control de incendios; se han masificado y tecnificado las actividades de poda y raleo, al punto que hoy día se puede decir con propiedad que Chile en verdad cultiva los bosques que planta (CORMA, s.f.)

En base a estas tecnologías, actualmente la industria forestal chilena utiliza cerca de 25 millones de m3 de madera en trozas, lo que es un buen indicador de esta actividad industrial. En particular, el más importante es el consumo de trozas para madera aserrada, le siguen las trozas destinadas a la industria de pulpa y las astillas. Estas últimas inician un acelerado crecimiento a partir de 1990. Las trozas aserrables y pulpables de exportación entran al mercado en 1975 y 1985, respectivamente, con incrementos más moderados (INFOR, 1992; 2000).

Si a las trozas para uso industrial, se agregan las destinadas a leña, la demanda global de bosques en 1999 ascendió a cerca de 34 millones de metros cúbicos. De esta cifra se puede deducir entonces, que el 69% se emplea en uso industrial y el 31% restante a leña.

Si se analiza la participación de las especies en el consumo de trozas se concluye que de un total de 23.178.194 m3 consumidos por la industria forestal primaria en 1999, el 76,5% correspondió a pino radiata, el 14,2% es lo obtenido de eucaliptos y 8,4% corresponde a trozas de especies nativas y el 0,7% restante pertenece a trozas de otras especies exóticas. Su evolución en la última década se puede apreciar en la siguiente figura.

Figura 1

Evolución del consumo de trozas de pino radiata respecto de otras especies.

Fuente: INFOR, 2000

En el mercado nacional, durante 1999 se consumieron 634.600 m3 en pulpaje mecánico, 6.641.000 m3 en pulpaje químico, 9.207.700 m3 para la generación de madera aserrada, 876 miles de m3 en la industria de tableros y chapas, 3.627 miles de m3 en astillas y cerca de 376 mil m3 para la generación de otros productos. En relación a la última década, la tendencia se muestra en el siguiente cuadro.

Cuadro 11

Consumo total de madera en la industria forestal nacional.

Período 1990 – 1999 (miles m3 ssc)

Año

Total

Pulpa mecánica

Pulpa química (1)

Madera aserrada

Tableros y chapas

Astillas (2)

Otros (3)

1990

14.258,7

413,7

2.181,7

6.997,5

608,2

2.249,5

195,4

1991

17.045,5

472,3

3.727,4

6.875,2

688,8

3.760,3

163,4

1992

18.804,9

499,8

6.486,1

6.449,5

696,8

3.088,0

297,1

1993

19.981,7

463,4

6.206,1

6.651,0

827,2

3.918,6

330,0

1994

21.400,9

502,2

6.716,7

7.162,8

897,4

3.897,2

382,3

1995

24.881,1

757,0

7.204,0

8.322,3

939,0

5.086,4

346,1

1996

22.937,9

523,8

6.835,5

8.742,3

872,4

3.970,8

377,4

1997

23.606,2

525,8

6.694,2

9.792,4

861,6

3.627,3

375,9

1998

21.315,2

577,2

6.829,0

9.207,7

876,0

3.147,1

263,4

1999

23.178,2

634,6

6.641,0

10.433,7

893,9

3.098,5

561,3

• No incluye el consumo de astillas provenientes de aserraderos

• Astillas provenientes de madera pulpable

• Incluye consumo de la industria cajonera. A partir de 1999 se incluye el consumo de plantas de postes y polines

Fuente: INFOR, 2000.

En cuanto a la producción de trozas aserrables y pulpables para exportación, se tiene que el total obtenido el año 1999 fueron 915.200 m3, con montos parciales de 407.000 m3 sólidos sin corteza de trozas aserrables y 508,2 miles de m3 de trozas pulpables. En relación a la última década, la tendencia se muestra en la siguiente figura.

Figura 2

Evolución del consumo de trozas aserrables y pulpables para exportación.

Fuente: INFOR, 2000

En relación a la producción de madera aserrada a partir de especies nativas, en la siguiente figura se indica la evolución de esta industria para las principales especies, es decir, lenga, roble, raulí, coihue, laurel y tepa. Esta industria produjo durante el año 1999, 224.600 m3 en relación con los 5.253.700 m3 si se consideran todas las especies, lo que corresponde al 4,2% (INFOR, 2000)

Figura 3

Producción de madera aserrada para el período 1990 - 1999

Fuente: INFOR (2000).

De lo indicado en los párrafos precedentes queda de manifiesto el que aún cuando existe consumo a nivel familiar de los recursos forestales, la información con que se cuenta expresa solamente el consumo que se realiza industrialmente y sobre todo de las plantaciones forestales.

Ocupación de la población en la actividad forestal por actividades y por zonas

La ocupación actual alcanza a cerca de 123 mil personas, en la que se incluyen las actividades de silvicultura y extracción de madera (36%), la industria forestal (53%) y los servicios directos en los que se considera la investigación, la docencia y asesorías; la protección; el control del recurso; la comercialización y el transporte se ocupa al 11% de la mano de obra. En particular, el segmento de la industria forestal se subdivide en 45% de mano de obra para la industria de transformación primaria y 55% para la industria de transformación secundaria (INFOR, 2000).

Esta cifra puede considerarse pequeña en el contexto nacional, es importante destacar que a nivel de algunas regiones, como la VII, VIII y X es especialmente relevante, puesto que constituye la principal fuente de trabajo, con montos totales de 19.351, 48.949 y 15.288 cupos de trabajo respectivamente.

Contribución de los recursos forestales a la economía

El sector forestal chileno es un importante generador de divisas para la economía nacional. De estas manera, las exportaciones forestales chilenas generaron durante el año 2000 divisas que alcanzan a los US$ 2.400 millones (INFOR, 2000), y en la última década se han incrementado fuertemente el número de exportadores, productos y destinos.

La producción primaria forestal de Chile considera ventas de trozas de exportación, madera aserrada, tableros y chapas, pulpa y papel para periódico y otros productos silvícolas entre los que se encuentran astillas, hojas, frutos, corteza, etc.

No obstante lo anterior, y debido a la fuerte concentración patrimonial y territorial, los recursos forestales industriales poco contribuyen a las economías locales y familiares, excepto por la generación de empleos indirectos como es el caso de los servicios, antes explicado.

Flujo de los productos forestales

El sector forestal se define conceptualmente como el conjunto de actividades económicas, cuya estructura interna y relaciones con el sistema económico global se encuentran determinadas en diversos niveles de importancia relativa, desde la explotación forestal y la industrialización de los productos forestales del bosque, hasta sus respectivos servicios e infraestructura. Es decir, involucra desde las actividades propias del bosque, la conversión o transformación a producto final, y hasta su colocación en el mercado (INFOR, 1992).

Con el objeto de poder analizar el flujo de la producción, las actividades del sector forestal se agrupan en seis divisiones principales:

• Silvicultura y Extracción

• Manufactura Forestal Primaria

• Manufactura Forestal Secundaria

• Manufactura Forestal Terciaria

• Servicios Forestales

• Construcción.

Estas divisiones tienen a su vez subdivisiones, grupos y subgrupos, los cuales definen en detalle las actividades.

La Silvicultura y Extracción incluyen todas las actividades relacionadas con el establecimiento y manejo del bosque, así como también, las acciones de extracción de productos.

La Manufactura Forestal Primaria reúne al conjunto de actividades relacionadas con la conversión química, mecánica o mixta de los productos extraídos del bosque, principalmente madera en trozas. Los productos resultantes, en general, mantienen la condición de bien intermedio, sirviendo como insumo a otro proceso productivo (manufactura secundaria).

La Manufactura Forestal Secundaria recibe los productos de la Manufactura Forestal Primaria. Esta manufactura se caracteriza por ser la de mayor crecimiento actual en el país, predominando el concepto de valor agregado por sobre el de volumen de producción.

La Manufactura Forestal Terciaria produce bienes de uso final, a partir de los productos secundarios. Lo más representativo de este tipo de manufactura son las imprentas.

Los Servicios Forestales están vinculados a todas las actividades mencionadas, reconociéndose dos tipos:

a) Servicios Directos: Transporte, Comercio e Investigación de Mercado, Financiamiento, Seguros, Arriendos, Asesorías, Capacitación, Publicidad, Comunicaciones y Almacenamiento.

b) Servicios Indirectos: Investigación, Educación, Turismo e Infraestructura.

La Construcción en Madera o Principalmente en Madera, se agrega a las divisiones anteriores.

Para conocer mejor el sector forestal, se indicará brevemente su evolución sectorial. Hasta fines de 1950, la industria forestal nacional estaba basada principalmente en la producción de madera aserrada, teniendo como principal fuente de materia prima los bosques naturales. El nivel promedio durante esa década era de 600 mil metros cúbicos anuales, en los cuales las especies nativas participaban con un 80%. Esta producción estaba orientada en su mayor parte (80%) a satisfacer las necesidades del mercado interno, exportándose el saldo principalmente a Argentina (INFOR, 1992).

Por su parte, a mediados de esa década las plantaciones principalmente de pino radiata, iniciadas en 1930, estaban destinadas a abastecer a la industria de pulpa y papel, cuya producción anual promedio era de 20 mil toneladas de pulpa y 12 mil toneladas de papel para periódico. Estos volúmenes estaban orientados íntegramente al mercado interno, en el caso de la pulpa. El papel para periódico, en tanto, estaba destinado en un 60% a abastecer el mercado externo a fines de la década. Finalmente, la industria de tableros y chapas estaba centrada en la producción de contrachapados para satisfacer al mercado doméstico, con un nivel de 10 mil metros cúbicos como promedio anual, utilizando casi exclusivamente especies nativas.

A partir de los 60, comienza un período de mayor actividad industrial. Es así como entran en funcionamiento nuevas plantas de tableros y de pulpa, que incorporan masivamente las plantaciones de pino radiata. En efecto, las mejores perspectivas de crecimiento que presentaban estas plantaciones, junto con el progresivo agotamiento del recurso natural debido a la sobreexplotación selectiva, sentaron las bases para que la actividad maderera comenzara a desplazarse desde la utilización del bosque nativo hacia los cultivos forestales

Sin embargo, a pesar de las nuevas plantas industriales y la importancia adquirida por las plantaciones, la producción de madera aserrada de especies nativas continuó siendo el principal demandante de trozas hasta 1965.

En lo que a producción de madera aserrada se refiere, el período iniciado a fines de la década de los 70 se caracteriza por la incorporación de grandes aserraderos, con procesos mecanizados. Estos hacen un mejor aprovechamiento de la materia prima, por cuanto utilizan parte de los desechos para obtener astillas como subproducto que comienzan a venderse en el mercado interno y a partir de 1986, en el exterior.

Asimismo, los precios alcanzados por la madera aserrada de exportación, presionan elevando el valor de la materia prima. Con ello, surge la necesidad de incorporar mayor valor agregado a la madera aserrada, al mismo tiempo de lograr un mayor aprovechamiento de la troza.

Por lo anterior, los principales aserraderos del país incorporan a sus procesos líneas de elaboración, aumentan su capacidad de secado e introducen, en algunos casos, tecnología computarizada. Respecto al resto de la industria, la de pulpa consolida su producción, en tanto que la de tableros y chapas, alcanza un sorprendente crecimiento por la llegada de nuevas plantas.

La década de los 90, encuentra una industria forestal sólida que se yergue como uno de los pilares de la economía nacional, gracias a la consolidación del modelo exportador y a las inversiones realizadas por las grandes industrias del sector y nuevos inversionistas (INFOR, 1992).

En la actualidad, los productos forestales son destinados en un alto porcentaje al mercado externo debido a los bajos niveles de consumo relativo en el mercado interno y a la política de apertura al comercio mundial. Por ello, la industria forestal ha experimentado un fuerte desarrollo en las últimas dos décadas lo que ha inducido a la modernización de la capacidad instalada, junto con impulsar la inversión en proyectos netamente exportadores.

El siguiente cuadro resume algunas cifras relevantes para la caracterización del flujo de los productos forestales de nuestro país.

Cuadro 12

El sector forestal chileno en cifras

Corta anual de madera para uso industrial (consumo de madera en pie para uso industrial)

• Bosques naturales

• Plantaciones

21.315.215 m3

2.411.667 m3

18.903.548 m3

Producción anual industrial

- Madera aserrada

- Chapas y tableros de todo tipo

- Pulpa

- Papel p/periódico

- Otros papeles y cartones

4.550.737 m3

970.832 m3

2.164.862 t

162.985 t

479.000 t

Exportación anual de productos forestales

- Madera aserrada y cepillada

- Chapas y tableros de todo tipo

- Pulpa

- Papel p/periódico

- Otros papeles y cartones

Cantidad

1.395.075 m3

229.464 t

1.744.608 t

117.063 t

105.384 t

Valor miles US$ FOB

250.865

86.567

692.265

69.116

94.583

Importación anual de productos forestales

- Madera aserrada y manufacturas(incluye tableros y chapas)

- Pulpa

- Papel y cartones

Valor miles US$ EE.UU. (miles US$ CIF)

49.622

5.037

384.657

Fuente: Benedetti y Salinas (1999)

En cuanto a la demanda, Estados Unidos es el principal mercado de destino de los productos forestales nacionales, seguido de algunos países europeos y en Asia, Japón, China, Taiwan y Corea del Sur.

4. Los recursos forestales y la biodiversidad, servicios ambientales y desarrollo regional

Principales áreas de concentración de biodiversidad

Chile se extiende por 4.200 km desde los 17°S a los 56°S, con un rango altitudinal desde el nivel del mar hasta los 7.000 m, e incluye islas oceánicas, como son la Isla de Pascua, Isla de Sala y Gómez y las islas de Juan Fernández. Este país cuenta con un gran número de ecosistemas, los que tiene un alto nivel de biodiversidad (Mark, 1984; Ormazábal, 1986a).

Para conocer las formaciones vegetacionales y los ecosistemas se realizó el Sistema Básico de Clasificación de la Vegetación Nativa Chilena, el cual identifica 8 regiones ecológicas, 17 sub-regiones y 83 formaciones vegetales diferentes (Ormazábal, 1986a; 1986b).

Por el norte se encuentra el desierto de Atacama, cuyas precipitaciones son menos de 1 mm al año, lo que da origen a pastizales en las alturas de la Cordillera de los Andes.

Hacia el sur, se encuentran tierras de mayor productividad agrícola, particularmente en la Región Metropolitana, en la cual se concentra gran parte de la población nacional, situación que ha provocado una fuerte degradación ambiental (Weber, 1983).

Hacia el sur, en la VIII y IX regiones se encuentran los bosques Araucaria, los que dan paso a el bosque valdiviano que corresponde a una formación templado lluviosa, caracterizada por la presencia de bambusáceas en el sotobosque.

Por su parte, los bosques de Nothofagus se extienden por más de 2.000 km en la zona centrosur de nuestro territorio, y la estepa patagónica y arbustos se extienden hasta el estrecho de Magallanes (Mark, 1984).

El primer parque nacional fue decretado en 1926 con el objetivo de proteger la belleza escénica y los recursos naturales y permitir el turismo sin provocar degradación de la vida silvestre y de los habitantes locales (Contreras et al., 1979; Ormazábal, 1986b).

Para la protección de especies vegetales, entre 1935 y 1945 se establecieron 12 parques nacionales, y entre 1958 y 1979, otras 36 áreas silvestres protegidas (Contreras et al., 1979).

No obstante lo anterior, el SNASPE dista aún de cubrir todos los ecosistemas valiosos de nuestro país, ya que la mayor área bajo protección se encuentra en las regiones de Aysén y Magallanes, pero en la región de Antofagasta, menos del 1% del territorio está protegido, y el desierto, la estepa patagónica, los matorrales y las formaciones esclerófilas son aún considerados como inadecuadamente protegidos (Ormazábal, 1986a; 1986b; Valencia et al., 1987).

Chile participa en la Red Latinoamericana de Cooperación Técnica en Parques Nacionales, Otras Areas Protegidas, Flora y Fauna Silvestres de la FAO a través de CONAF. De acuerdo a la definición de esta red, Chile ha desarrollado un sistema nacional bastante coordinado (Ormazábal, 1988; FAO, s.f.).

En la actualidad se está trabajando en aumentar los ecosistemas sub-representados en el SNASPE, como son los de la zona central que sufren graves alteraciones, incorporación de más ecosistemas acuáticos incrementar los recursos asignados para las tareas de protección y mejorando la capacitación del personal a cargo de estas funciones (CONAF, 1989; Ormazábal, 1986b).

Como se indicó anteriormente, el Estado chileno ha realizado un importante esfuerzo para proteger y conservar nuestro el patrimonio natural y la biodiversidad de los ecosistemas. No obstante lo anterior, también se reconoce que Chile enfrenta una disminución acelerada de los recursos naturales y especialmente el riesgo de pérdida de material genético (CONAF, 1989).

Por ello, luego de realizarse el Simposio “Flora Nativa Arbórea y Arbustiva de Chile Amenazada de Extinción” se concluyó que existen 11 especies de la flora nativa en un estado crítico de conservación, es decir, es peligro de extinción. Esta categoría incluye a todas las especies de las que existe un escaso número de ejemplares en la naturaleza y cuya existencia está seriamente amenazada si los factores causales siguen operando. Todas ellas tienen carácter endémico y se encuentran en diversas regiones de nuestro país (Cuadro 13).

Cuadro 13

Especies en peligro de extinción

Nombre científico

Nombre común

Distribución geográfica

• Avellanita bustillosi

Avellanita

V Región y Región Metropolitana

Beilschsmiedia berteroana

Belloto del Sur

VII y VIII Región

Berberidopsis litoralis

Michay rojo

VII a X Región

Berberis litoralis

Michay de Paposo

II Región

Dalea azurea

Dalea

II Región

Gomortega keule

Quele

VII a VIII Región

Metharme lanata

Matarma lanosa

I Región

Nothofagus alessandrii

Ruil

VII Región

Pitavia punctata

Pitao

VII a IX Región

Reichea coquimbensis

Reichea

IV Región

Valdivia gayana

Valdivia

X Región

Fuente: CONAF (1989).

Además de ello, existen 26 especies de flora nativa chilena en la categoría de vulnerable, entre las que destacan Araucaria (Araucaria araucana), Ciprés de la Cordillera (Austrocedrus chilensis), Alerce (Fitzroya cupressoides) y Palma chilena (Jubaea chilensis). Las especies vulnerables son aquellas que pronto podrían pasar a la categoría en peligro si los agentes causales siguen operando.

En tanto, las especies raras, esto es, especies que siempre han sido poco numerosas o especies con distribución muy restringida, suman 32 y se encuentran en ecosistemas endémicos, subantárticos, es decir, también están presentes en Argentina, o en otros países.

Para todas estas especies se han elaborado planes de contingencia para su conservación lo que considera la elaboración de estudios que ayuden a su mejor conocimiento, y recolección de semillas, viverización, plantación en terrenos fiscales y fomento a la plantación en terrenos ajenos al SNASPE.

En cuanto a la fauna silvestre, un estudio similar publicado por CONAF en 1993, concluye que son 2 taxas las extintas, 50 en peligro de extinción, 92 vulnerables, 53 raras, 2 con amenaza indeterminada, 46 inadecuadamente conocidas y 6 fuera de peligro.

Entre las especies en peligro, dentro de los mamíferos se encuentra la chinchilla (Chinchilla spp) y el huemul (Hippocamelus bisulcus). En las aves en tanto, se incluyen cisne coscoroba (Coscoroba coscoroba), tricahue (Cyanoliseus patagonus byroni); entre los anfibios, a varias especies de sapos (Alsodes spp). Y entre los peces de aguas continentales se encuentra a la trucha negra (Percichthys melanops) y pejerrey (Basilichtys microlepidotus).

Principales servicios ambientales de los bosques

Los recursos forestales no sólo son útiles a la hora de evaluar su productividad monetaria sino también son responsables de brindar una serie de servicios ambientales como son:

Ser una eficaz alternativa contra la erosión

Esta es una labor intrínseca de los bosques en todos los sitios forestales. Particularmente, el 90% de las plantaciones forestales chilenas se ha establecido en suelos afectados por la erosión o que son amenazados por ésta, recuperándolas definitivamente para la vida vegetal y animal.

Solución para el efecto invernadero

Los bosques en Chile permiten que la radiación solar reflejada en el planeta se elimine en la estratosfera. Específicamente, una hectárea de pino radiata o eucaliptos absorbe 9 toneladas anuales de carbono de la atmósfera, las que se transforman en oxígeno.

Incorporación de suelos pobres al patrimonio productivo

Miles de hectáreas de suelos arenosos o agotados por las prácticas agrícolas y la ganadería intensiva se están recuperando con plantaciones forestales de especies nativas e introducidas, reincorporándose a la producción de bienes para la sociedad chilena.

Reducción de la presión sobre el bosque nativo

De igual forma se debe reconocer que la madera proveniente de las plantaciones abastece anualmente el 85% de las necesidades nacionales derivadas de la demanda industrial y de las exportaciones, lo que ha desplazado a un lugar secundario la demanda por madera nativa, lo que ha tenido un efecto conservacionista positivo.

Contribución a la regulación de cuencas

Los bosques de especies siempreverdes y plantaciones de coníferas son excelentes interceptores de las aguas lluvias, debido a su gran superficie foliar. Por esto, tales formaciones forestales son muy eficientes para detener la erosión, impidiendo el arrastre de sedimentos hacia las corrientes de agua.

Favorecimiento de la belleza escénica

La mayoría de los terrenos que son ocupados por los bosques naturales o las plantaciones tienen un enrome potencial escénico ya que el verde de los bosques genera ambientes reposados y relajantes, produciendo gran bienestar visual y generando un paisaje capaz de atraer turistas los que son una fuente de divisas importantes como ocurre con las regiones del sur de nuestro país.

Particularmente, las plantaciones industriales en Chile se han establecido en suelos que estaban erosionados o desnudos o con una cobertura vegetal de escasa calidad y de casi nula contribución económica y por ende con escaso aporte ambiental, a diferencia de lo que son estos paisajes en la actualidad, sobretodo en las regiones del centro de nuestro país.

Hábitat para la fauna silvestre

Los bosques no sólo están constituidos por las especies forestales, sino que son el hábitat de numerosas especies animales e insectos, los que hace que presenten una diversidad biológica alta considerando que se trata de bosques templados. Particularmente, las plantaciones de pino radiata y eucaliptos presentan una biodiversidad mayor de lo se cree. La vida silvestre en estos bosques está aumentando paulatinamente gracias a los actuales esquemas de manejo que permiten el crecimiento de otras especies vegetales, acogiendo la existencia de aves y animales. Así, a medida que transcurran sucesivas rotaciones, la flora y la fauna se irán adaptando a las plantaciones, que son un excelente refugio para la vida silvestre (CORMA, s.f.)

Consideraciones políticas y económicas del gobierno en los planes de desarrollo forestal

El crecimiento del sector forestal de Chile, ha sido favorecido en gran medida gracias a las políticas establecidas por el gobierno central en relación a los recursos forestales. Estas políticas han sido llevadas a cabo por instituciones o entidades de la administración pública, instituciones del sector privado e instituciones con participación estatal y/o privada.

Las instituciones de la administración pública relacionadas directamente con el sector forestal dependen de dos Ministerios: el de Agricultura y el de Economía, Fomento y Reconstrucción.

Dentro del primero se ubica la Corporación Nacional Forestal (CONAF), creada en 1972 como una corporación de derecho privado, que tiene la responsabilidad de velar por la conservación, protección, incremento, manejo y aprovechamiento de los recursos forestales de la nación. Para su funcionamiento cuenta con oficinas regionales y provinciales a lo largo de todo el país, encargadas de representar a la Corporación y ejecutar los programas dirigidos y coordinados a nivel central. De igual forma, el Estado chileno a través de la CONAF, es él responsable de la conservación del patrimonio silvestre y de la protección de la flora y fauna, administrando el patrimonio estatal de más de 14 millones de hectáreas de Areas Silvestres Protegidas, que representa más del 18% del territorio nacional e incluye grandes extensiones de montañas, glaciares, lagos y bosques (CORMA, s.f.)

Por su parte el Instituto Forestal (INFOR) es el encargado de la investigación, creación y transferencia de conocimientos que se apliquen a los procesos productivos, así como también de difundir la información económica, de recursos y de mercados para aprovechar las potencialidades forestales del país y prestar servicios especializados como apoyo a las gestiones operativas del sector productivo forestal.

Siempre dentro de los organismos estatales, existen otros que se relacionan o participan en el sector forestal. Ellas son el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Oficina de Planificación Agrícola (ODEPA).

Mención aparte requiere el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) ya que en este organismo se dirigen programas específicos que tienen incidencia sobre el sector forestal. Pero para llevar a cabo su tarea, según Hernández et al (2000), INDAP ha tenido como estrategia el estratificar a los campesinos en tres segmentos. El primero comprende al grupo de campesinos que tiene deseos de cambiar y que tiene posibilidades reales de incorporarse al sistema imperante e ingresar a la modernidad, siendo su sector prioritario.

Un segundo grupo es aquel conformado por campesinos que no tienen voluntad de cambiar y que no están interesados en incorporarse a esta modernidad. Este segmento es conocido también como los no viables y actualmente han sido traspasados a los municipios para su atención. De este segmento pueden surgir algunos pequeños productores que se pueden integrar posteriormente al primer grupo. Un tercer grupo es aquel que ha renunciado al campo como opción de vida y sólo quiere deshacerse de la tierra para dedicarse a otros rubros en el sector urbano.

Respecto de los organismos dependientes del Ministerio de Economía, Fomento y Reconstrucción se encuentran la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN), el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (INTEC), el Servicio de Cooperación Técnica (SERCOTEC) y el Fondo de Desarrollo Tecnológico y Productivo (FONTEC).

Por otra parte, el Ministerio de Planificación y Cooperación (MIDEPLAN) es el encargado de evaluar los programas de actividades e inversiones, con estimación de sus costos; de cada Ministerio, las cuales a su vez deben estar en conformidad con las políticas nacionales y sectoriales (INFOR, 1992).

Una vez aprobados estos programas son evaluados en el Ministerio de Hacienda, el que a su vez se encarga de recoger las propuestas y preparar el Presupuesto Nacional, el cual requiere la aprobación del Congreso Nacional. Una vez aprobado éste, el Ministerio de Hacienda autoriza el desembolso de fondos para financiar y poner en marcha los programas de los Ministerios.

A estas instituciones se agregan otras organizaciones privadas entre las que destacan las ambientales. En este grupo se encuentran agencias dedicadas a la conservación de los recursos naturales, protección de la flora y fauna y el control de la contaminación del medio ambiente. Algunas de las organizaciones dentro de este grupo son: Comité Pro Defensa de la Fauna y Flora (CODEFF), Centro de Investigaciones y Planificación del Medio Ambiente (CIPMA), Sociedad de Vida Silvestre, Instituto de Ecología de Chile.

Existen también instituciones de carácter mixto, es decir con participación estatal y privada, como es el caso de la Fundación Chile cuyo objetivo es transferir tecnologías para contribuir al aprovechamiento de los recursos naturales y la capacidad productiva del país.

Desde el punto de vista jurídico, la expansión del sector se ha producido en un marco legal que, a través de diversas disposiciones, ha cumplido diferentes finalidades: fomento e incentivo para el incremento de los recursos; protección de áreas de interés nacional; preservación de ciertas categorías de especies; mantención y mejoramiento de suelos y cursos de aguas; ajuste de los sistemas productivos y de comercialización a procesos ambientales racionales y sostenibles (Tallar, 1999).

En lo que respecta a la legislación aplicable al sector forestal chileno, las normas pertinentes se encuentran distribuidas y diseminadas en diferentes textos jurídicos, de distinta jerarquía y naturaleza, comprendiendo, desde la Constitución Política, a leyes, decretos leyes, decretos con fuerza de ley, tratados internacionales, decretos reglamentarios y resoluciones administrativas. Algunas de estas normas han sido establecidas con un carácter de mayor permanencia, como ocurre, con el recientemente modificado D.L. Nº 701, de 1974; otras se encuentran en proceso de reformulación y adecuación, como ocurre con la Ley Nº 18.362, sobre Areas Silvestres Protegidas del Estado; otras en etapa de franca extinción, como sucede con la llamada “Ley de Bosques” y otras en proceso de discusión legislativa, situación en que se encuentra el proyecto de ley sobre el Bosque Nativo. Por su parte, algunas de estas normas, regulan de manera directa y exclusiva el sector forestal, en tanto que otras lo hacen de manera conjunta con otros sectores de actividad productiva, como ocurre con las leyes sobre Protección Agrícola y de Bases Generales del Medio Ambiente. Situación similar se presenta en el plano de las competencias institucionales y jurisdiccionales, repartidas y asignadas a organismos diversos y a tribunales de diferente naturaleza, investidos todos, de facultades y atribuciones para el conocimiento y aplicación de la legislación forestal (Op cit).

Considerando el abanico de instituciones y el marco legal existente, en la actualidad existen una serie de instrumentos de financiamiento para iniciativas de desarrollo forestal (Pineda, 1999). Lo anterior es relevante ya que a la fecha la forestación ha sido masiva pero es bien sabido que se ha centrado en algunas regiones y sólo con unas pocas especies (pino y eucalipto), y no ha beneficiado a todos los segmentos socioeconómicos por igual. Además, entre las metas que se impuso el Ministerio de Agricultura para el período 1998 - 2000, se incluyen la forestación de 10.000 nuevas hectáreas en poder de pequeños productores (Ministerio de Agricultura, 1998),

Pero para llevar a efecto este programa, se deberán consideran tanto los incentivos actualmente existentes y también posiblemente será necesario reeditar sistemas de fomento exitosos en el pasado pero factibles ya que su aplicación se ajusta al marco de política económica y financiera vigente en el país (FUCOA, s.f.; Neuenschwander, 1998a; Motta, 1999).

En el caso de los propietarios prediales, en la actualidad existen diversas herramientas disponibles (Cuadro 14), las cuales consideran incentivos monetarios y asistencia tecnológica. Entre ellos destacan:

Incentivos a la forestación según la categoría del propietario,

Incentivos vinculados al desarrollo agrícola para pequeños propietarios,

Mecanismos de asistencia tecnológica para el desarrollo de proyectos comunitarios.

Cuadro 14

Instrumentos de apoyo vigentes para pequeñas propiedades

INSTRUMENTO

CARACTERIZACIÓN

CLIENTE

Créditos de enlace para Forestación Campesina. A cargo de INDAP

Línea de crédito (en U.F.) que cubre hasta el 90% de los costos de forestación.

Se cancela con el subsidio otorgado a través de la Ley 19.561 sobre Fomento Forestal.

Debe poseer (acreditar con certificado de dominio vigente) y explotar un predio rústico cuya superficie de Riego Básico no puede ser superior a las 12 ha y la superficie total no exceda las 200 (ó 500) ha.

Debe trabajar directamente la tierra.

Su ingreso debe provenir principalmente de la explotación agrícola.

Sus activos no deben superar las 3.500 U.F.

Tienen prioridad de asignación las solicitudes presentadas por organizaciones de pequeños productores.

Conservación y manejo sustentable del bosque nativo. A cargo de CONAF

Subsidios a la ejecución de actividades de mejoramiento y manejo del bosque nativo.

Otorgamiento de incentivos a aquellas intervenciones que se propongan recuperar el recurso, mantener su capacidad productiva o incrementar su calidad.

Pequeños propietarios con sus títulos de dominios al día.

Se espera la utilización sostenida del recurso forestal utilizando un Plan de Ordenamiento del Proyecto de Conservación y Manejo Sustentable del Bosque Nativo.

CONAF debe capacitar a beneficiarios; evaluar estado de los bosques; elaborar con el interesado un plan de manejo.

Decreto Ley 701 sobre fomento forestal. A cargo de CONAF

Incentivar la forestación por parte de los pequeños propietarios forestales, y la recuperación de suelos degradados, frágiles y en proceso de erosión.

Regular la actividad en suelos APF.

Bonifica entre el 75 y 90% de los costos de forestación, manejo de cortinas cortavientos y protección de suelos degradados.

Pequeños productores agrícolas y Comunidades agrícolas e indígenas.

Propietarios de predios con suelos con problemas de conservación.

Forestación en pequeñas propiedades. A cargo de CONAF

El agricultor debe pagar los costos de los estudios técnicos previos y posteriores a la plantación.

CONAF organiza y supervisa el proyecto, y coordina entre propietarios y el consultor.

INDAP facilita una línea de crédito.

Propietarios de predios que posean título de dominio vigente.

Bonificación al riego (Ley 18.450). Comisión Nacional de Riego. A cargo de INDAP.

Bonificación de hasta el 75% del costo total de la construcción y reparación de obras de riego y drenaje (costo total máximo individual de 12.000 U.F. y comunitarios de 24.000 U.F.) a fin de incrementar y mejorar la superficie regada, aumentar la eficiencia del riego, mejorar el abastecimiento de superficies regadas y habilitar suelos mal drenados

Personas naturales o jurídicas, propietarios, usufructuarios o poseedores de predios agrícolas cuyos títulos de dominio se encuentran en proceso de regularización.

Financiamiento de proyectos de riego o drenaje vía Ley 18.450. A cargo de INDAP

Lograr que los usuarios obtengan el subsidio de la Ley 18.450 para construir obras de drenaje o riego.

Prefinanciar el costo de construcción de obras en proyectos seleccionados con la bonificación. INDAP subsidia hasta en un 100% el estudio técnico requerido para postular a los concursos de la Ley de Riego.

Una vez seleccionado el proyecto, INDAP prefinancia hasta en un 75% de su costo total, la construcción de la obra mediante un crédito de enlace sin interés. También financia el aporte de los usuarios (25% del costo) mediante créditos complementarios.

Se usa para construir nuevas obras de drenaje y riego; reparar, mejorar o ampliar las obras de riego y drenaje existentes, e instalar sistemas de riego tecnificado.

Pequeños propietarios agrícolas:

Explotar una superficie de riego básico no superior a 12 ha; cuyos activos no superen las 3.500 U.F.; que su ingreso provenga principalmente de la explotación agrícola; que trabaje directamente la tierra.

Organizaciones de usuarios definidas en el Código de Aguas; Comunidades de aguas.

Pequeñas obras asociativas de riego. A cargo de INDAP

Financiar estudios y obras de riego y drenaje intra y extraprediales de mediana complejidad y de demanda grupal.

Subsidio máximo de 150 U.F. por usuario (máximo 2.000 U.F.) para financiar la elaboración del estudio y la construcción de obras de riego y drenaje, reparación y mantenimiento o ampliación de obras existentes, instalación de riego tecnificado o una combinación de estos tipos de obras.

Pequeños propietarios y organizaciones campesinas.

Se deben comprometer en la gestión de la construcción de las obras y deben aportar un mínimo del 25% del costo total.

Bono de riego campesino. A cargo de INDAP.

Financiar pequeñas obras de riego y drenaje intra y extraprediales, de baja complejidad.

Subsidio máximo de 100 U.F. por obra y de 100 U.F. por usuario (máximo 75% del costo total).

Pequeño productor agrícola en condiciones de pobreza; en sectores de secano, que no hayan sido beneficiados con proyectos de riego y drenaje adscritos al Servicio de Riego de INDAP en los últimos dos añoso que el subsidio fuera menor a 100 U.F.

Recuperación de suelos degradados. A Cargo del SAG

Bonificación destinada a detener y revertir la pérdida de fertilidad natural (disponibilidad de fósforo) o acidificación progresiva. Se compone de subprogramas de fertilización correctiva de base fosfatada; enmiendas calcáreas, establecimiento y regeneración de praderas, y conservación y rehabilitación de suelos.

Financia hasta 126 UTM por predio o usuario las siguientes actividades:

50% de los costos netos de establecimiento y regeneración de praderas permanentes.

En suelos de uso agropecuario:

80% de los costos netos de fertilización de corrección en suelos deficitarios (disponibilidad menor a 10 ppm de fósforo libre).

50% de los costos netos de enmiendas para la corrección de acidez o neutralización de la toxicidad del aluminio.

80% de los costos netos de prácticas de conservación para evitar la erosión.

Pequeños propietarios agrícolas y agricultores que no califican para ser usuarios de programas de INDAP, ya sean propietarios o usufructuarios, personas naturales o jurídicas.

Fuente: Pineda (1999).

Además de los sistemas vigentes, estudios de INDAP – CONAF (Neuenschwander, 1998a) reflejan la conveniencia de considerar también los siguientes instrumentos de apoyo para la forestación en pequeñas propiedades, los cuales presentan los atributos que se indican en el cuadro 15.

Cuadro 15

Caracterización de los instrumentos de fomento a la forestación factibles de reeditar

INSTRUMENTO

USUARIOS Y REQUISITOS

VENTAJAS

DESVENTAJAS

Convenios de Reforestación de CONAF.

1969 – 1983

Todo usuario.

Títulos de Dominio saneados.

Garantía mediante usufructo predial.

No requería inversión inicial ni riesgo del propietario.

Posibilidad de forestar terrenos privados y fiscales degradados.

Posibilidad de aplicar en pequeñas propiedades con mayor participación en productos del bosque.

Baja participación del propietario en la producción del bosque (25 – 35%).

Debido a exigencia de superficie sólo forestaron medianas y grandes propiedades.

No asegura manejo silvícola de la plantación.

Crédito de reforestación refinanciado por el Banco Central

1975 – 1983

Todo usuario.

Títulos de Dominio saneados.

Usa incentivos del DL 701.

Incentiva la plantación con créditos blandos y a largo plazo

(y con períodos de gracia).

Banca puede recibir endoso por los beneficios del 701.

No consideró el acceso de los Por la obligación de la garantía.

Banca privada privilegió a grandes y medianos propietarios.

Fondo rotatorio de forestación

1982 – 1995

Solo PPF.

Títulos de Dominio saneados.

Usa incentivos en efectivo del DL 701.

No requiere de inversión del propietario. Solo aporte en roce y cerco.

Ofrece puestos de trabajo a nivel predial.

CONAF asegura prendimiento para cobrar incentivos.

CONAF requiere estructura administrativa y técnica.

No asegura manejo de la plantación.

Tiene costo fijo del operador del fondo.

Recursos financieros limitados.

Forestación mediante concursos de FOSIS

1991 – 1995

Solo pequeños propietarios.

Comunas y sectores priorizados por FOSIS.

Incorpora poseedores de terrenos sin títulos de dominio regularizado.

Permite incorporar usuarios con altos índices de pobreza.

Incorpora terrenos marginales sin uso alternativo.

Mecanismo posible de aplicar por Municipalidades u otros operadores.

Excesiva burocracia para asignar los fondos; atrasos producen desfase en faenas o abandono de los proyectos.

Exigencia de forestación prioritaria con especies nativas sin considerar condiciones de sitios y de rentabilidad.

Alta inversión estatal.

No asegura manejo silvícola.

Convenios de forestación en mediería.

1995 - actual

Solo pequeños propietarios.

Títulos de Dominio saneados.

Puede usar incentivos del DL 701.

No requiere de inversión ni representa riesgo para el propietario e incorpora al sector público y privado en beneficio de los pequeños propietarios.

Asegura prendimiento y manejo silvícola de la plantación.

El propietario recibe todas las bonificaciones del 701 y el 50% de la producción del bosque.

Podría incorporar otros valores del bosque (captura de carbono).

Sólo se han incorporado empresas de celulosa en la VII Región.

Sólo es posible de realizar en zonas de interés para las empresas forestales.

Superficie anula sujeta a interés y necesidades de la empresa.

Oposición por parte de organizaciones campesinas.

Fuente: Neuenschwander (1998a)

El mismo autor describe la forma en que podrían adaptarse algunas características de los instrumentos seleccionados, para hacerlos efectivos en la forestación de pequeñas propiedades a futuro.

Los convenios de forestación entre CONAF y un propietario individual o agrupación de propietarios contiguos, se vislumbra como un mecanismo factible de relanzar, ya que se definen como un fondo rotatorio que haría uso de los incentivos en efectivo del DL 701, a los cuales renuncia el propietario mediante la acción institucional de CONAF.

En este caso el propietario aporta el terreno y el cuidado de la plantación, y CONAF ejecuta las faenas de plantación a través de contratistas supervisados por la Corporación, asumiendo el total de tales costos durante la primera temporada. Además CONAF se adjudicaría una parte del ingreso generado por el aprovechamiento del bosque, lo que puede ayudar a incrementar el fondo para así incorporar una mayor cantidad de usuarios al sistema.

El crédito de reforestación refinanciado por el Banco Central tuvo gran éxito al incorporar a las instituciones financieras en los créditos de forestación para el sector privado, lo que puede potenciar los esfuerzos de INDAP aumentando la disponibilidad de fondos para el crédito de enlace.

Para implementar este sistema sería necesario establecer la tasa de interés que el Banco Central cobraría a la institución financiera por el refinanciamiento; determinar plazos, períodos de gracia y tasa de interés máxima a cobrar por créditos para organizaciones campesinas o usuarios individuales; establecer forma y cuotas de entrega del crédito al usuario y mecanismos de calificación de las garantías.

Además es relevante la posibilidad de incorporar el Bono de Articulación Financiera (BAF), que se ofrece para compensar a las instituciones financieras los posibles costos incrementales de transacción vinculados a la atención de usuarios de menor tamaño o para compensar a los propietarios los costos incrementales para formalizarse como clientes de tales instituciones. De igual forma, la incorporación del Proyecto de Inversión Forestal (PIF) aprobado por CONAF permitirá simplificar la tramitación técnica de las instituciones financieras.

• Fondo rotatorio de forestación 1982 – 1995

• Forestación mediante concursos de FOSIS 1991 – 1995

• Convenios de forestación en mediería 1995 – actual

De igual forma, la aplicación conjunta del BAF y PIF podría incentivar a las instituciones financieras a incorporar al crédito de enlace forestal como una línea normal para el acceso al financiamiento privado por parte de los pequeños propietarios.

Mecanismos a futuro: Caución solidaria CORFO, créditos del Banco del Estado, Programas de Securitización de Fundación Chile.

Por su parte, para los proveedores de insumos sean estos viveristas, operadores forestales o importadores de productos para faenas silvícolas, están disponibles diferentes instrumentos de fomento a la innovación tecnológica y mejoramiento de la gestión (Cuadro 16).

Cuadro 16

Instrumentos disponibles para gestión y desarrollo

INSTRUMENTO

CARACTERIZACIÓN

BENEFICIARIOS

Fondo Nacional de Desarrollo Tecnológico y Productivo (FONTEC) FONTEC – CORFO.

Financiamiento en base a ventanilla abierta de proyectos de innovación tecnológica de empresas productivas nacionales, que subvenciona hasta el 50% del costo total de las iniciativas de innovación tecnológica; de infraestructura tecnológica; de transferencia tecnológica asociativa (misiones tecnológicas); centros de transferencia tecnológica; y estudios de preinversión para escalamiento productivo en proyectos de innovación.

Empresas productoras de bienes y servicios o entidades privadas nacionales que acrediten capacidad técnica, administrativa y financiera, que no tengan deudas morosas y que puedan entregar garantías de ejecución de los aportes.

Programas de Fomento (PROFOS) CORFO.

Agentes Operadores Intermedios: CODESSER: Corporación de Desarrollo Social del Sector Rural; FEDEFRUTA: Federación de Exportadores de Fruta; CORPARAUCO: Corporación de Desarrollo para Arauco; ASEXMA BIO – BIO: Asociación de Exportadores de Productos Manufacturados; TRAFKIN: Centro para el Desarrollo de la Araucanía

Son proyectos que buscan la asociatividad rural a fin de mejorar la capacidad empresarial y de comercialización de los medianos y pequeños productores agrícolas.

A CORFO y a los Agentes Operadores Intermediarios, se deben asociar al menos 5 empresas productoras para que PROFO les permita desarrollar productos integrados, obtener sellos de calidad de origen, promocionar y hacer marketing colectivo, mejorar la comercialización en ventas y suministros contratación en asistencia técnica, y otras.

Se puede contratar un Gerente con cargo al PROFO

PROFOS agrícolas tendrán duración máxima de 4 años.

El monto del financiamiento de CORFO es del 70% del presupuesto del primer año del proyecto con un máximo de 8.100 U.F./4 años (PROFO agrícola); para el segundo y tercer año el aporte de CORFO es del 60 y 50% respectivamente.

Pequeñas y medianas empresas agrícolas productoras de bienes y servicios con ventas anuales superiores a 1.200 U.F., que posean predios de más de 12 ha de riego básico.

Asociaciones gremiales, cooperativas regionales, corporaciones de derecho privado, instituciones públicas, grupos de transferencia técnica (GTT).

Cada empresa debe cofinanciar 20 U.F. para la preparación del proyecto. CORFO aportará hasta 800 U.F. (80% del valor total de la la preparación y constitución del PROFO).

Fondo de Asistencia Técnica (FAT) CORFO – SERCOTEC

Fondo para cofinanciar la asistencia técnica especializada mediante la contratación de consultorías externas (hasta 6 veces con tope de 75 U.F.), a empresas silvoagropecuarias a fin de aumentar la productividad, mejorar la gestión empresarial, e incorporar nuevas tecnologías al proceso productivo.

Empresas con ventas anuales menores a 50.000 U.F. reciben como máximo una subvención del 85% del costo de la primera consultoría; 80% para la segunda; 70% en la tercera; 60% en la cuarta; 55% en la 5ª y 50% en la 6ª consultoría.

Empresas chilenas con ventas anuales netas entre 2.400 y 100,000 U.F. en el último año.

Empresas exportadoras con ventas anuales al exterior de hasta US$ 2.500 y cuyas ventas anuales netas al mercado interno no superen las 100.000 U.F.

Propiedad intelectual sobre variedades vegetales SAG

Reconoce el derecho del obtentor sobre su variedad y le otorga exclusividad para multiplicar y comerciar la semilla o planta de la variedad protegida, por un período de 18 años.

Deben ser variedades nuevas, homogéneas y diferenciables.

Los creadores de variedades nacionales y extranjeros con residencia en el país o con algún representante.

Turismo rural INDAP

Apoya la identificación y elaboración de proyectos de turismo rural en localidades que cuentan con atractivos turísticos (paisajes, fiestas costumbristas, recursos arquitectónicos, actividades recreativas, tradiciones propias), aportando el financiamiento y puesta en marcha, contratación de servicios generales y de algunas áreas específicas (contabilidad, comercialización, comunicación y capacitación)

Pequeños propietarios agrícolas; asociaciones u organizaciones campesinas, que puedan aportar mano de obra, dinero, infraestructura, u otro.

Fuente: Pineda (1999).

Tales medios también pueden ser aprovechados por los industriales de la madera entre los que se cuentan los transformadores primarios (aserraderos), transformadores secundarios (productos intermedios, o aquellos que entregan valor agregado), mueblistas, artesanos, diseñadores, arquitectos y también quienes producen o importan maquinarias de transformación.

Específicamente para estos agentes están disponibles los proyectos de desarrollo e innovación tecnológica cofinanciados por CORFO, tales como FONTEC, PROFO y FAT; de igual forma deben considerarse los programas de captura tecnológica y de giras apoyadas por FONTEC y por FIA. Además para lo concerniente a giras de inversionistas y empresarios es posible lograr el apoyo logístico de las Oficinas Comerciales de PROCHILE en diversas regiones del mundo (FUCOA, s.f.; 1998).

Además de todo lo anterior, se define como relevante la creación de redes de trabajo entre grupos afines como son los viveristas, los industriales de la madera, los centros de investigación, entre otros.

De igual forma, a tales programas se agregan otros dedicados al sector campesino, basados en que la pequeña agricultura tiene las mismas posibilidades que otros sectores para incorporarse a la política económica imperante, para lo cual se han adecuado programas de apoyo en una primera fase mediante subsidios hasta crear la capacidad empresarial esperada para desarrollar iniciativas productivas rentables (Hernández et al, 1999).

Los programas desarrollados por el Fondo de Obras Sociales FOSIS, también están orientados a financiar pequeños proyectos productivos y sociales a nivel de algunas comunidades en forma coordinada con los municipios y la acción de organismos ejecutores.

Se agrega el instrumento Fondo de Tierras y Aguas Indígenas creado por la actual Ley Indígena, consistente en la adquisición de tierras en situación de conflictos y en la adquisición de tierras mediante la modalidad de subsidios. Estos son parte de los escasos instrumentos, actualmente en aplicación, por parte del Estado en las comunidades mapuches.

En este contexto, las comunidades campesinas deben abordar las propuestas de reconversión productiva que las recomendaciones oficiales plantean, reconversión que lleva implícita la idea de incorporación a la modernización. Para llevar adelante esta reconversión, los técnicos coinciden en manifestar que se requiere disponer de condiciones especiales que faciliten el proceso para sumir esta nueva realidad. Estas condiciones tienen que ver especialmente con el apoyo tecnológico, la capacitación y el apoyo financiero, que no siempre es el más adecuado. La expresión más específica de estas nuevas condiciones tendría que estar dado por la generación de iniciativas organizativas adecuadas al desafío que significa hoy día producir para el mercado, en un contexto de apertura y de competencia. En él para tener éxito se debe ofrecer productos de mayor calidad, producidos y ofrecidos en mayores volúmenes y por lo general, de manera regular de acuerdo a las exigencias del mercado. Esta situación coloca al campesino tradicionalmente productor independiente, que no obedece a exigencias externas, en una situación no siempre fácil de adecuación.

En la opinión de funcionarios de INDAP, esta situación hoy complica la incorporación rápida de sectores campesinos a lo que se ha llamado el proceso de incorporación a la modernidad de los sectores campesinos, especialmente cuando en muchas comunidades se está produciendo una fuerte migración de población joven, de manera que el desafío debe ser asumido, por una población de edad mayor, lo que lleva consigo un problema de sostenibilidad de la propuesta.

Las iniciativas productivas a nivel de campesinos y ante los limitados recursos que disponen a nivel familiar, deben ser asumidos grupalmente, lo que conlleva complicaciones propias, que pueden comprometer el éxito de la empresa. De acuerdo a las informaciones de funcionarios y por las características del sistema económico imperante, sólo un pequeño sector de campesinos más dinámico y con mayores recursos podrá insertarse con cierto éxito en él, de manera que un vasto sector de campesinos no lo podrá hacer. Para ello, no existe en la actualidad una política clara desde el sector público.

Al parecer se esperaría que ellos abandonen sus tierras para transformarse en obreros asalariados o simplemente migrar a las ciudades para engrosar las masas de pobres o indigentes urbanos que caracterizan a los países que han avanzado en la aplicación del modelo.

De acuerdo a la opinión de técnicos y también de algunos mapuches que se encuentran desarrollando iniciativas empresariales en el campo de los agronegocios, los rubros con cierta potencialidad son básicamente los que tradicionalmente se han producido. De esta manera, lo que debe hacerse no es otra cosa que modificar el sistema de producción incorporando nuevas tecnologías. Producir individualmente por familias y comercializar de manera asociativa. Esto por medio de organizaciones que incorporen nuevos conocimientos para realizar una gestión adecuada capaz de competir con éxito en el mercado local nacional e incluso incursionar a nivel internacional.

Entre los rubros con mas posibilidades de desarrollo, según estos personeros, están las leguminosas de grano, rubro porcino, turismo, papa, hortalizas, trigo, lupino y frutales menores.

Todas las instituciones antes mencionadas deberán abocarse en el futuro a ejecutar planes de desarrollo para enfrentar problemáticas como:

- Incorporación del cuidado del medio ambiente en las actividades silvícolas e industriales.

- Aumento de la competitividad a través del mejoramiento de la calidad y productividad y, de la flexibilización de la producción. Esto se logrará mediante tecnologías productivas y de organización modernas, capacitación y variables estratégicas específicas en el campo de la silvicultura como son la investigación y desarrollo de programas de mejoramiento genético forestal, tecnificación de los procesos de viverización y el manejo integrado de las unidades prediales que posean suelos de aptitud forestal.

- Internacionalización de las inversiones forestales chilenas en países con mercados atractivos o competitivos en la oferta de productos.

- Solución de las limitaciones de infraestructura que afectan al sector productor - exportador forestal.

- Modernización de las instituciones del Estado para responder a la dinámica del sector.

- Establecimiento de una política sistemática de investigación forestal.

- Desarrollo de una estrategia nacional que permita identificar anticipadamente nuevos destinos de mercado - producto.

- Integración de la pequeña empresa en el desarrollo forestal (INFOR, 1992; 1999)

5. Colección y administración de información sobre los recursos forestales

Un aspecto fundamental en el momento de decidir la utilización de una tecnología para la solución de un problema determinado es saber sobre la existencia de datos e información. Aspectos como las coberturas o capas temáticas a utilizar, las escalas y formatos existentes, las fuentes y la calidad de la información, resultan más influyentes en el éxito final de un sistema que la elección de un determinado programa o equipos computacionales (Miranda y Edwards 1999).

Los datos, son un flujo que ingresa, se almacena, se extrae, se analiza, y luego sale transformado en información útil a los usuarios tomadores de decisiones.

En nuestro país, la existencia de datos sobre recursos forestales tiene su origen principalmente en instituciones del estado cuyo funcionamiento se remonta principalmente a los años 60. Vuelos aereofotogramétricos, catastros geológicos, de suelos y vegetación, instalación de estaciones meteorológicas y de aguas dan origen a instituciones como SERNAGEOMIN, CIREN, INFOR y DGA, cuya evolución ha ido de ser instituciones puramente estatales a semi privadas con alta responsabilidad en su financiamiento.

El esfuerzo de estas instituciones en la incorporación de las tecnologías de la información (INTERNET, SIG, GPS, Teledetección Espacial, etc.) durante los años 1990 - 1995 ha generado que hoy la mayor parte de la información sobre recursos forestales esté disponible en formatos digitales. Esta situación por si sola no asegura aspectos relacionados con la calidad y actualidad de los datos, tema que es critico en el momento de realizar algún análisis.

A principios de los años 90, las universidades estatales a través de proyectos financiados por fondos de investigación y desarrollo tecnológico (FONDEF, FONDECYT, entre otros) y las empresas privadas con fondos propios (en forma especial las grandes forestales de la VII y VIII región), entran como actores en la generación de datos digitales mejorando el estándar en relación con la exactitud y periodicidad de estos.

En ambos casos, los datos digitales son de exclusivo uso de las instituciones que los generan, siendo los mecanismos de acceso en el caso de las instituciones del estado la compra directa a un alto costo, por medio de convenios, o a través de una modalidad informal semejante al trueque. Por otro lado, las empresas privadas poseen su propia red de datos la que es compartida solo con aquellos usuarios pertenecientes a mismos grupos económicos de empresas.

A partir del año 1995, se destaca que bajo iniciativas que partieron en la VI y XII regiones del país (SIRIG VI y SIGREL respectivamente) se ha intentado implementar sistemas de bases de datos digitales cuyo objetivo es almacenar toda la información temática sobre los recursos de una región que han producido otras instituciones del país. En estos proyectos se ha buscado obtener una máxima estandarización en la georeferencia espacial y en la base temática compuesta principalmente por datos de infraestructura, dejando la responsabilidad del contenido de los atributos y las metodologías de trabajo a las instituciones generadoras de la información. Estas iniciativas han permitido a las instituciones del estado involucradas:

• acceso a datos digitales estandarizados en forma rápida e independiente de organismos centralizadores de datos temáticos.

• un avance sustancial en la incorporación de profesionales al manejo de nuevas tecnologías como los SIG, debido al aumento en la interacción en el trabajo multidisciplinario.

• una disminución de los costos de proyectos y montos de licitación. Antiguamente, los costos de generación de bases de datos digitales consumían alrededor del 70% de los presupuestos de los proyectos que incorporaban tecnologías SIG.

• una nueva orientación de los proyectos, poniendo mayor énfasis en el análisis de datos y generación de nuevos productos. Esto, debido principalmente a que la información temática base del territorio está disponible.

Finamente, la falta de una política integradora de instituciones ha generado un alto costo en los datos, una gran duplicidad temática, una falta de estandarización de la información por ausencia de protocolos bases de trabajo y un nulo control de los errores en los análisis y en la generación de aplicaciones SIG.

Coberturas temáticas, escalas de trabajo y fuentes de información digital

Debido a que las tecnologías de manejo de información han sido implementados con el objetivo de apoyar la toma de decisiones, los datos y la información utilizada se agrupa en áreas temáticas, las que están relacionadas con grupos de recursos forestales y humanos que de alguna manera responden de igual forma frente a la actividad silvoagropecuaria. Las áreas temáticas que hoy se consideran son principalmente:

• Clima: los datos e información se relacionan con aspectos meteorológicos como precipitación, temperatura, evapotranspiración y sus derivados, los que son medidos en redes de estaciones manuales y automáticas, las que se concentra de preferencia en sectores de uso agrícola y urbano. Las escalas de trabajo más utilizadas son 1:500.000 y 1:1.000.000 donde se expresa información modelada de zonas agroclimáticas y curvas de precipitación y temperaturas (entre otras) producto de modelos de interpolación espacial.

• Agua: esta área se relaciona con la información del recurso hídrico superficial y subterráneo asociado a ríos, canales y cuerpos de agua, identificando como unidad de agrupación espacial la cuenca y la microcuenca. Se consideran aspectos como la calidad, cantidad y uso. Los datos son utilizados a escalas 1:1.000 a 1:20.000 en un nivel predial (red de drenajes y canales), 1:50.000 a 1:1.000.000 para los diferentes niveles de cuencas hidrográficas.

• Geología y geomorfología: incluye información sobre aspectos básicos de la geología y geomorfología, función de la generación de áreas de riesgo para el desarrollo de actividad agrícola y forestal. Las escalas de trabajo son 1:10.000 para problemas de detalle y 1:250.000 a 1:1.000.000 para zonificaciones regionales.

• Suelos: la información en esta área se relaciona principalmente con el uso actual, potencial o capacidad de uso y aspectos de productividad. Son clásicos los mapas de asociaciones de suelos escala 1:250.000 de ODEPA, las cartas de series de suelos 1:20.000 y los estudios agrológicos de valles agrícolas de la IV a la X Región. En sectores de uso preferentemente forestal la información es muy reducida, concentrándose en aquellos propietarios que han desarrollado estudios particulares.

• Bióta: Principalmente incluye información relacionada con el recurso vegetacional natural y artificial. Cartografía de vegetación es desarrollada en forma continua es predios de uso forestal, la que se asocia a redes de inventarios de productividad y sanidad en escalas de trabajo 1:10.000 a 1:20.000. La cobertura de esta información alcanza a la totalidad de las plantaciones artificiales del país. En forma paralela se destaca el catastro nacional del bosque nativo, cuyo esfuerzo llevó a "mapear" la totalidad del territorio en escalas 1:50.000, 1:100.000, 1:250.000. obteniendo una visión global de las existencia de recursos forestales artificiales y naturales del país. Por otra parte, INFOR mantiene una red nacional de inventarios forestales de plantaciones. Finalmente, se destaca que estas iniciativas poseen metodologías de trabajos diferentes tanto para la interpretación, ingreso y análisis de la información, lo que hace difícil la utilización combinada de datos para un análisis.

• Recursos Humanos: Considera la información del medio humano visto principalmente como calidad de vida rural y existencias de mano de obra. Se utiliza estadísticas y la información cartográfica se concentra a nivel comunal. La fuente principal es INE y sus compendios estadísticos.

• Información base: Incluye toda la información que sirve de apoyo para el mejor entendimiento de los tópicos anteriores y que no necesariamente tiene una injerencia sobre el ámbito silvoagropecuario en forma directa. Se consideran los criterios de división territorial e información política y administrativa utilizados en el país,, localización de infraestructura vial y de centros poblados, redes de drenajes, curvas de nivel, entre otros. Las escalas más utilizadas son 1:50.000, 1:250.000 y 1:1.000.000, provenientes de las cartas regulares de IGM.

Centros de datos e información

En la Tabla 17 se presenta una lista de los principales centros de datos e información relacionados con los recursos forestales y sus actividades a fines.

Se destaca que la mayoría de ellos está asociado a un centro universitarios donde se desarrolla docencia e investigación forestal, salvo la biblioteca de la Fundación Chile que es de carácter privado. .

Cuadro 17

Principales centro de información relacionada con los recursos forestales

NOMBRE

TEMAS PRINCIPALES

Biblioteca Facultad de Ingeniería Forestal, Universidad de Concepción

Ciencias agropecuarias y forestales, , silvicultura, genética forestal,

Biblioteca Luis David Cruz Campo. Barrio Universitario, Universidad de Concepción.

Pulpa y papel, agroforestería, silvicultura, economía forestal, productos forestales.

Departamento de Ingeniería en Madera. Universidad del Bio-Bio.

Tecnología de la madera,

Biblioteca Rector Ruy Barbosa. Facultad de Ciencias Forestales. Universidad de Chile

Agroforestería, silvicultura, genética forestal, economía forestal, pulpa y papel, manejo de vida silvestre, parques nacionales.

Biblioteca Técnica. Corporación Nacional Forestal.

Proyectos desarrollados por el servicio forestal chileno.

Sección de Documentación Corporación Nacional Forestal.

Vida Silvestre, estadísticas forestales y legislación forestal.

Biblioteca del Instituto Forestal

Información forestal en general, productos forestales, pulpa y papel, manejo de vida silvestre.

Biblioteca Campus San Joaquín. Pontificia Universidad Católica de Chile.

Agroforestería, silvicultura, genética forestal, economía forestal, pulpa y papel, manejo de vida silvestre, parques nacionales.

Biblioteca Central, Universidad de Talca

Agroforestería, silvicultura, genética forestal, economía forestal, pulpa y papel, manejo de vida silvestre, parques nacionales.

Biblioteca Central, Universidad Austral de Chile.

Agroforestería, silvicultura, genética forestal, economía forestal, pulpa y papel, manejo de vida silvestre, parques nacionales.

Biblioteca Central, Fundación Chile

Pulpa y papel, agroforestería, silvicultura, economía forestal, productos forestales.

Fuente: Elaboración propia

6. Educación y acopio de datos

Los recursos forestales y la toma de decisiones en la ingeniería forestal

Las Ciencias Forestales son un ámbito del conocimiento científico que tienen como centro de estudio todos aquellos fenómenos que se presentan asociados a ecosistemas dominados principalmente por elementos bióticos terrestres (especies vegetales y animales) y abióticos (clima, suelos y agua continentales), sobre los cuales es posible realizar intervenciones en función de un aprovechamiento sostenido (Miranda, 1999).

Estos componentes bióticos y abíoticos, llamados comúnmente recursos forestales, en su conjunto presentan como características:

. una distribución espacial sobre la totalidad del territorio, expresada como diferentes combinaciones de especies vegetales y animales sobre diferentes, condiciones de suelos y climas.

. una dinámica temporal expresada principalmente en estados y cambios de estados de sus atributos, pudiendo ser éstos positivos o negativos. Destacando, entre otros, los cambios de biomasa, Nº de individuos, tipos de estructuras que sufren los vegetales y animales, la concentración y desplazamiento de masas y nutrientes del suelo y los ciclos asociados al clima.

Para un mejor estudio y aprovechamiento de estos recursos, las ciencias forestales se presentan como integradoras de un conjunto de líneas de desarrollo científico y técnico que se relacionan con diferentes aspectos de la dinámica de éstos.

Destacan dentro de estas líneas científicas las ciencias básicas (calculo, álgebras, biologías, químicas y físicas), ecología forestal, silvicultura, genética, ecología, geomorfología y suelos, dasometría, climatología. patología, etc. Dentro de las líneas técnicas destacan la forestación, cosecha, manejo, entre otras.

La toma de decisiones en el ámbito de la ingeniería forestal

Dada las características de los recursos forestales y las necesidad de su uso por parte de la sociedad, las decisiones en e ámbito de la Ingeniería Forestal se caracterizan por ser:

. multidisciplinarias, ya que involucran a más de un componente del medio

. espaciales, debido a que dentro del juego de variables de decisión se consideran la localización espacial dada comúnmente por juegos de coordenadas.

. multiescalares, en la medida que se deben integrar datos globales, regionales y locales, enfatizando las relaciones sistemáticas y acumulativas que se desarrollan entre las diferentes escalas.

. multitemporales, debido a que se involucran antecedentes históricos y actuales de los recursos naturales, de manera de poder analizar los escenarios y tendencias de evolución en el corto, mediano y largo plazo.

Y por estar orientadas principalmente a:

- asegurar un uso sostenido de los recurso naturales.

- permitir su diversificación y expansión geográfica.

- definir mejores forma para su aprovechamiento.

- asegurar una oferta e ingreso económico en el mediano y largo plazo.

Los sistemas de información geográfica como herramienta de apoyo a la administración de información y toma de decisiones en el ámbito forestal.

Los Sistemas de Información Geográfica entendidos como un sistema compuesto de equipos y programas computacionales, datos e información, personal técnico y profesional que interactúan para ingresar, almacenar extraer, analizar y desplegar datos espaciales georeferenciados, son una efectiva herramienta de apoyo al desempeño de la Ingeniería Forestal, debido a que a través de ellos es posible el manejo integrado de información relacionada con los recursos naturales, permitiendo a los profesionales tomar decisiones integrando características multidisciplinarias, espaciales, multiescalares y multitemporales.

Dado el avance actual de la tecnología computacional, (principalmente el aumento de velocidad en los procesos, capacidad de almacenamiento, capacidad de despliegue gráfico e integración usuario-computador), a través de los S.I.G. es posible realizar el manejo de un gran volumen de datos y un número mayor de interrelaciones logrando así poder analizar, en corto tiempo, series de alternativas en el momento de tomar una decisión.

La estructura básica de los S.I.G. utilizados en las empresas forestales esta dada por un esquema modular compuesto por:

• Módulo de ingreso de datos

• Módulo de almacenamiento y administración de datos

• Módulo de análisis de datos (geométricos y atributos)

• Módulo de despliegue y desarrollo de productos

• Módulo de gestión del sistema

La antigua tendencia en el ámbito forestal estaba dada por la implementación de sofisticados laboratorios o unidades de trabajo que incluían todos los módulos antes descritos, concentrando en un grupo exclusivo de profesionales la utilización del sistema haciendo poco flexible su uso.

Por ejemplo, un profesional orientado al análisis de datos debía conocer las aplicaciones de los S.I.G. para distintos ámbitos del que hacer forestal, situación que en la práctica se tornaba poco posible, debido al grado de especialización de cada área, especialmente lo relacionado con el desarrollo metodológico en la resolución de problemas.

En la actualidad, la tendencia ha sido el especializar los módulos de trabajo, externalizando principalmente las labores de ingreso de datos y de generación de productos, quedando en manos de la empresa forestal la mantención y el análisis de la información. Este último ha sido entregado a las unidad específica de desarrollo (estudios y proyectos, inventarios, cosecha, forestación, etc), siendo cada vez mayor la participación de profesionales especialistas de cada área.

Herramientas de Análisis Utilizadas en la Ingeniería Forestal

En la actualidad, la aplicación de herramientas de análisis como los S.I.G., teledetección espacial, G.P.S., en el ámbito forestal se relacionan principalmente con:

- Producción cartografía

- Inventarios de recursos forestales (existencias de vegetación y suelos)

- Inventario de Infraestructura

- Planificación de prácticas silvícolas (podas, raleos, cosechas y plantaciones)

Para desarrollar estas tareas se utilizan herramientas relacionadas con el manejo de bases de datos tales como selección por medio de preguntas y reclasificación de unidades en base a información de tablas de atributos y geométricas.

Hoy en día, son muy poco utilizadas las herramientas de análisis de imágenes, evaluación multicritérios, programación matemática, algoritmos de análisis de superficies (exposiciones, pendientes, visibilidad, entre otros), algoritmos asociados a distancia - costo y análisis sobre polígonos y redes utilizando la topología.

Finalmente, esta situación ocurre debido a la falta de capacitación de los profesionales, principalmente en lo relacionado con el desarrollo metodológico que involucran dichas técnicas y a la falta de información relacionada con las escalas de toma de decisiones.

Tipos de rofesionales requeridos para el manejo de Información Forestal

Dado lo anterior, se reconocen tres tipos de profesionales para satisfacer las necesidades de manejo de información relacionada con los recursos naturales:

- Técnicos orientados al manejo de herramientas S.I.G., GPS, bases de datos, Teledetección Espacial. Corresponden a aquellos profesionales que alcanzan un gran manejo operativo de los diferentes “equipos y programas”. Ellos ayudan a asegurar una operatividad de las labores de las empresas, especialmente en lo relacionado con la captura, ingreso, administración de datos y la generación de productos como cartas, tablas, gráficos, informes técnicos, entre otros.

- Científicos orientados a la generación de soluciones y transferencias de nuevas tecnologías. Corresponde a aquellos profesionales encargados de pensar el “QUE HACER CON LOS DATOS”, a través de la incorporación de aplicaciones exteriores o por medio de la generación de estas. Su función se relaciona con la incorporación de nuevas tecnologías y aplicaciones con una fuerte base metodológica validada, en base a la realidad de información que se posee.

- Gestionadores orientados a la toma de decisiones. Corresponde a aquellos profesionales encargados de tomar decisiones relacionadas con los recursos forestales, en lo cual ocupan como herramienta aquellas aplicaciones desarrolladas por el nivel científico. Para esto es fundamental reconocer la validez y alcances de los resultados obtenidos, lo que está determinado por aspectos metodológicos utilizado en el desarrollo de las aplicaciones.

Alternativas actuales de educación

La educación en “recursos forestales” hoy en día se asocia en mayor o menor grado a aquellas carreras técnicas y profesionales que están involucradas al manejo de información con algún componente espacial, siendo más importante en las áreas afines a la utilización de recursos naturales, tales como Ingeniería y Técnico Forestal, Ingeniería y Técnico Agronómico, Ingeniería en Geografía y Geografía, Cartografía, Ingeniería en Geomensura, Geología, entre otras.

En la mayoría de los casos no se observan cursos orientados al “QUE HACER CON LA INFORMACIÓN” o al “DESARROLLO METODOLÓGICO para la solución de problemas asociados a áreas profesional específicas y menos al conocimiento para el “DESARROLLO DE APLICACIONES” (tema muy relacionado al conocimiento informático).

Las técnicas actuales de enseñanza corresponden a:

Aulas de educación superior (Teórico Práctico, Pregrado y Postgrado). Cursos específicos dentro de mallas curriculares. Su orientación va a la entrega de conceptos básicos y a un buen manejo del software y hardware. Se deja abierta al alumno las posibilidades de aplicación de la herramienta.

Capacitación en empresas (Teórico Práctico). Cursos orientados principalmente al manejo de software y hardware de marcas específicas.

A Distancia (Campus Universitarios Virtuales y Listas de Interés en Internet, y Bibliografía con aplicaciones específicas). Como en el caso anterior son cursos orientados al uso de software de marcas específicas. Esta modalidad presenta la ventaja de acceso a un gran intercambio de experiencias con profesionales en las más variadas áreas de aplicación .

Centros de educación e investigación en ciencias forestales

En el cuadro 18 se presenta la lista de instituciones que imparten carreras técnicas y profesionales relacionadas con la ingeniería forestal.

Cuadro 18

Universidades que Imparten carreras relacionadas con la ingeniería forestal.

Carrera

Centro de Estudios

Públicas

Privadas

Ingeniería Forestal

- Universidad de Chile

- Pontificia Universidad Católica de Chile

- Universidad. Austral de Chile

- Pontificia Universidad Católica de Temuco

- Universidad de Concepción

- Universidad de la Frontera

- Universidad de Talca

- Universidad Santo Tomás

- Universidad de Las Américas

- Universidad Iberoamericana de Ciencias y Tecnologías

- Universidad Mayor

Ingeniería Civil en Industrias Forestales

- Universidad del Bío Bío

 

Ingeniería de la Madera

- Universidad de Chile

 

Ingeniería Ejecución

Forestal

- Universidad Católica del Maule

- Instituto Nacional de Capacitación

 

Técnico Universitario Forestal

- Pontificia Universidad Católica de Temuco

- Universidad de Los Lagos

- Universidad Arturo Prat

Técnico Forestal

- Universidad de Concepción

- Instituto Profesional DUOC-UC

- Instituto Profesional Virginio Gómez

Técnico en Maderas

- Instituto Profesional INACAP-CIES

 

Fuente: Benedetti y Salinas, 1999

A continuación se presenta la estructura, número y categoría profesional de investigadores, principales áreas de investigación, fuentes de financiamiento y presupuesto anual de las instituciones principales de investigación en el área de recursos forestales (Benedetti y Salinas, 1999).

Universidad de Chile

- Organigrama de la institución. Esta universidad cuenta con la Facultad de Ciencias Forestales, la que se organiza en tres departamentos; Manejo Forestal, Silvicultura y el de Ingeniería en Maderas.

- Número de investigadores, por nivel profesional y grado académico que se desempeñan en la institución. Total 43, Ingenieros o titulados en carreras de 10 semestres o más 27, Postgraduados: 16

- Áreas de investigación: Manejo Forestal; Cosecha Forestal; Gestión de Procesos Productivos; Silvicultura; Ecología Forestal; Suelos y Protección Forestal; Biodeterioro y Preservación de la Madera; Anatomía de la Madera; Celulosa y Papel; Física, Secado y Transformación de la Madera; Química de la Madera, Adhesivos y Recubrimientos; Mecánica y Reología de la Madera y Productos Derivados; Tableros y Recubrimientos.

- Fuentes de financiamiento: Los proyectos actualmente en desarrollo poseen fuentes públicas y privadas de financiamiento. La más importante es CONICYT, a través de sus diferentes fondos concursables. Las privadas corresponden a contratos de asesoría o consultoría con empresas del sector.

- Presupuesto anual para investigación: US$ 1.740.000(1998)

Universidad de Concepción

- Organigrama de la institución: La Universidad de Concepción está organizada en Facultades y éstas en Departamentos. La Facultad de Ciencias Forestales dispone de dos Departamentos: Silvicultura y Manejo de Bosques y Medio Ambiente. Como unidad centralizada cuenta con la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT), que se encarga de investigación a escala industrial, para lo que dispone de equipamiento que le permite escalar procesos, desarrollados en el ámbito de laboratorio de investigación. Se dedica principalmente a problemas de la industria forestal (celulosa, papel, paneles).

- El personal académico de la Universidad se dedica a la docencia e investigación, en proporción variable según especialidad o carga de docencia semestral. El número de académicos con contrato jornada completa, activos en investigación forestal, clasificados por grado académico: Ph.D., Dr. 16, M.Sc. 10, Ingenieros 12, Total 38.

- Áreas de investigación que aborda la institución: Silvicultura; Sanidad forestal; Ergonomía Forestal; Evaluación y Monitoreo de recursos (suelos, bosques, agua); Sistemas de Información Geográfica; Percepción Remota y Procesamiento Digital de Imágenes; Química de la Madera; Propiedades y Tratamientos de la Madera;

- Fuentes de financiamiento: Estatal, privado, propio, internacional

- Presupuesto anual para investigación: US$ 1,5 millones (1998)

Universidad Austral

- Organigrama de la institución. La Universidad Austral cuenta con la Facultad de Ciencias Forestales en la cual se enmarcan las escuelas de Ingeniería Forestal, Ingeniería en Maderas y la Escuela de Graduados. Además cuenta el Instituto de Manejo Forestal, Instituto de Silvicultura, Instituto de Productos Forestales y el Centro de Experimental Forestal.

- Número de investigadores, por nivel profesional y grado académico que se desempeñan en la institución. total 47, Ingenieros o profesionales con formación de pregrado de 10 semestres o más 37, Técnicos 10, Posgraduados 23.

- Áreas de investigación que aborda la institución: (a) Generación Del Recurso: Silvicultura y Ecología; Suelos y nutrición; Patologías; Genética; Viveros, (b) Manejo Del Recurso: Caminos; Cosecha y Transporte; Prospección de recursos; Técnicas de manejo; Ambiente, (c) Tecnologia De La Madera: Anatomía y propiedades; Preservación y secado; Tableros y adhesivos; Trabajabilidad; Muebles.

- Fuentes de financiamiento: CONICYT, FONDEF, Empresas, WWF, DAAD, GTZ, BID.

- Presupuesto anual para investigación: US$ 1 millón (1998)

Fundación Chile

- Organigrama de la institución. Está dirigida por una Presidencia, un Director General y un Director General Adjunto. Se organiza en 5 gerencias; de Desarrollo, de Recursos Marinos, de Agroindustrias, Forestal y de Industrias de la Madera.

- Número de investigadores, por nivel profesional y grado académico que se desempeñan en la institución: Personal con estudios de postgrado 25, Profesionales y Técnicos 186, Administrativos y secretarias 39, Operarios 24.

- Áreas de investigación que aborda la institución: Recursos marinos, Agroindustrias, Recursos forestales, Industrias de la madera.

- Fuentes de financiamiento: Presupuesto operativo, Ingresos por servicios al sector privado, Fondos concursables del sistema de Ciencia y Tecnología.

- Presupuesto anual para investigación: sin información.

Instituto Forestal

- Organigrama de la institución: La estructura de INFOR se enmarca en un arreglo matricial en el que convergen las distintas competencias institucionales y sus unidades técnicas con expresión en el ámbito geográfico (5 sedes). Está dirigida por un Dirección Ejecutiva, una Gerencia de Investigación (coordinación de investigación, información y transferencia tecnológica) y tres Subgerencias técnicas; de Tecnologías Silvícolas, de Tecnologías de la Industria de la madera y de Estudios Económicos y de Ambiente.

- Número de investigadores, por nivel profesional y grado académico que se desempeñan en la institución: total 60, Posgraduados (Ph.D. , Doctor, M.Sc., Magister) 12, Ingenieros o de carrera universitarias de 10 semestres o más 49, Técnicos: 11.

- Áreas de investigación que aborda la institución: Introducción de especies forestales, Silvicultura de plantaciones forestales, Silvicultura de bosques naturales (primer y segundo crecimiento), Silvicultura para zonas áridas y semiáridas, Silvicultura aplicada a pequeñas propiedades, Recuperación de suelos degradados e incorporación de suelos marginales a la producción forestal, Prospección de plagas y enfermedades forestales, Industrialización primaria de la madera, Productos de terminación y sus aplicaciones, Desarrollo de productos (uso de productos y apoyo a la formulación de normas), Prospección e Inventarios Forestales, Estadísticas sectoriales, Análisis estratégico sectorial, Estudios ambientales, Certificación ambiental

- Tipo de financiamiento (Estatal, privado, propio, internacional, etc.). Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (Fondos concursables) entre ellos, FDI (Fondo de Desarrollo e Innovación, administrado por la Corporación de Fomento de la Producción), FONDEF (administrado por CONICYT, Ministerio de Educación), del Estado por la vía de contratos por investigaciones que requieren otros organismos públicos, Explora (Fondo para transferencia de los resultados de investigaciones científicas y tecnológicas hacia estudiantes de los niveles de enseñanza básica y secundaria), FONTEC, como ejecutores de investigación tecnológica cofinanciada por este Fondo y entes privados, FIA (Fundación para la Innovación Agraria, Ministerio de Agricultura) y, de asesorías y consultorías a empresas y agentes privados. Otras fuentes son Convenios y Fondos internacionales, en la forma de aportes en capacidad y experiencia, y equipamiento para investigación.

- Presupuesto anual para investigación: US$ 2,8 millones (1998)

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