Una gran cantidad de Himenoptera es beneficiosa al hombre, puesto que son parásitos de otros animales o en el caso de las abejas, ayudan a polinizar las flores. Un reducido grupo de géneros son, sin embargo, estrictamente de alimentación vegetal y sus fases larvales se alimentan ya sea del exterior como internamente a las plantas. La familia Erytomidae tiene un gran género Harmolita, en el cual la mayoría de sus numerosas especies son fitófagas. El género Eurytoma comprende parasitoides sobre las larvas de Harmolita sp. (sus parientes cercanos) y cuando éstos mueren, aquéllos continúan el resto de su etapa de desarrollo alimentándose con la savia de las plantas que los circundan.
Las vainas de diversas leguminosas arbóreas son huéspedes de una cantidad de himenoptera fitófagos. El género Bruchophagus, con pocas excepciones, se alimenta con las semillas de Acacia y árboles relacionados. Por el hecho que estas vainas pueden también infestarse por Bruchidae se ha llegado en muchos casos a designar al Brucho phagus como parásito bruchide (mientras se trata de un fitófago). Ashmead dio el nombre Bruchophagus a este género porque lo suponía asociado con Bruchidae.
La mayor parte de himenoptera fitófagos asociados con las vainas de leguminosas están vinculados con especies que tienen semillas pequeñas como Crotolaria y algunas Vigna sp. Las especies de Acacia no son muy susceptibles al ataque y puede deberse a que las vainas son difíciles de ser penetradas o que las larvas no pueden metabolizar los compuestos secundarios a veces contenidos en estas semillas. Del limitado conocimiento biológico disponible sobre este grupo puede deducirse que el ataque ocurre en las primeras etapas del desarrollo de la vaina. Si bien estos insectos se alimentan en el mismo ambiente del Bruchidae la incidencia de su ataque es considerablemente inferior y menos importante.
Sin poseer detalladas informaciones sobre estos insectos será muy difícil distinguir entre el daño que ello provoca con el de otros no discriminados.