La mano de obra y el presupuesto para cubrir todas las facetas del sector pesquero, de que disponen los departamentos gubernamentales competentes de países en desarrollo, son generalmente muy limitados, lo que se debe en parte al grado de prioridad que los gobiernos dan a la pesca en comparación con la atribuida a otros sectores de la economía, y en parte al volúmen total del presupuesto mismo. Debido a estas limitaciones, es imposible hacer economías de escala y frecuentemente sólo se asignan uno, o unos pocos funcionarios, para cubrir todas las numerosas funciones que están bajo la dirección de pesquerías; por ejemplo, el registro de pescadores, asuntos de pescadores, reglamentos pesqueros y la vigilancia de su cumplimiento asesoramiento sobre los recursos y su evaluación, sobre comercialización y sobre otros asuntos de desarrollo pesquero. Frecuentemente se observa que la recogida de estadísticas básicas está en un lugar secundario en el orden de prioridades y puede ser despreciada, sobre todo porque se considera que la recogida de datos es útil principalmente para la planificación a largo plazo. En ausencia de personal y medios para recolectar, almacenar y analizar los datos, la recogida de estadísticas parece ser a primera vista menos importante que las prioridades a las que el funcionario se enfrenta cada dia. En este documento se ilustra un método que tiene en cuenta estas limitaciones, con particular referencia a pequeños estados insulares, pero con obvias aplicaciones en otros lugares.
Al mismo tiempo que se sugiere que dicho enfoque es erróneo, se reconoce que debido a la pequeña escala de la población que se investiga y a la limitación de personal, muchas encuestas técnicas estadísticas aplicables a grandes países no lo son a muchos pequeños estados. Aquí se sugieren algunos métodos de encuestas técnicas baratas y estadísticamente eficientes, mientras se reconoce que las prioridades sugeridas en este documento requerirán aún, en muchos casos, que los administradores establezcan las actividades prioritarias según su propia visión local de los objetivos y los recursos disponibles. No obstante, la realización sistemática de esfuerzos para desarrollar fuentes de información externas al Departamento de Pesca, especialmente en cooperación con los pescadores y la industria, asegurará que los funcionarios no dependan exclusivamente de la recogida directa de información, sino que puedan dedicar más tiempo a comprobar la calidad de las estadísticas producidas, y al procesamiento, presentación e interpretación de los resultados para los órganos decisorios del gobierno.
Aunque generalmente no se obtendrán estimaciones estadísticas muy precisas de la magnitud, expresada por sus varianzas muestrales, parece probable que aún así un servicio estadístico limitado, pero integrado pueda identificar importantes tendencias, áreas problemáticas y oportunidades, lo cual puede servir de base para una toma informal de medidas por parte de la administración.
La recogida de estadísticas no es un fin en sí misma, pero es esencial para una toma bien informada de decisiones políticas por parte del gobierno o de la industria pesquera. Esta información puede ser utilizada por los políticos o servir como aportación necesaria para diversos análisis especializados. El indicar con precisión lo que serán estos análisis está más allá del objetivo de este documento, pero se ha hecho un intento para sugerir qué tipo de información es necesaria, con que frecuencia se requiere en cada caso, y como debe ser recogida. Se considera que las principales cuestiones en que se harán estas aplicaciones caen bajo los siguientes encabezamientos:
¿Producirá más alimentos el incremento de la presión de pesca y, si es así, a qué costo? Alternativamente (como es el caso de muchas plataformas insulares), ¿disminuirá el rendimiento sólo con más esfuerzo? La determinación de cuál de estas alternativas es aplicable es crucial para decidir qué proporción de la inversión deberá ir al sector extractivo y a los otros sectores, incluyendo la ordenación. Aquí, y con el fín de hacer una evaluación del estado de los recursos, necesitamos datos actualizados de tasas de capturas de las especies claves, sobre la composición de especies y estimaciones de los desembarcos totales por áreas de captura. También se necesitan estimaciones del presente número de barcos activos en la pesca (tanto extranjeros como nacionales), del número de días de pesca por marea de la flota, y del número de mareas por mes, así como del tipo de artes utilizados.
Como el fin de evitar duplicaciones, deben distinguirse los transbordos e importaciones de pescado de las capturas locales. Se necesitan algunos datos sobre el tamaño y distribución de las especies claves y de sus tasas de captura.
Algunas de las cuestiones cuya respuesta requerirá una información especial en este sector son: ¿De qué manera favorecen o afectan de cualquier otra forma al rendimiento económico las diversas medidas del gobierno y el sector privado? ¿Cual es la relación entre ganancias e ingresos de la inversión privada y gubernamental en el sector pesquero? Para estos fines se necesita información sobre los precios del pescado (a diversos niveles de transacción) para las distintas categorías de peces y sobre el modo en que responden a las variaciones de la oferta, sobre los precios recibidos en los puntos de desembarco y los costos de captura, procesamiento y distribución de peces capturados localmente, tanto para su distribución en el país como para la exportación. En muchos casos resultará ventajoso utilizar diferentes métodos para la recogida de datos de las pesquerías artesanales y de las industriales.
¿Cuales son los efectos de las medidas políticas del gobierno sobre los pescadores, por ejemplo, las que les permiten financiar la compra y sustitución de equipo, barcos y artes de pesca? ¿Hay suministros abundantes de estos materiales a precios razonables? ¿Hay fuentes disponibles de crédito adecuadas? Es necesario recoger datos sobre estos puntos y conservarlos en los archivos de los departamentos de pesca.
Se necesitan datos de costes-beneficios para la evaluación de la viabilidad económica de las unidades pesqueras operativas y hace falta información sobre sus ingresos brutos, costes de funcionamiento y beneficios.
¿Todos los sectores de la población reciben suministros de pescado fresco, procesado o congelado, y cuanto pescado local se consume en relación con el importado? La construcción de una base de datos de este tipo puede no ser sólo responsabilidad del Departamento de Pesca y Agricultura, y frecuentemente necesitará ser emprendida en cooperación con otros sectores del gobierno.
Para hacer un balance adecuado del sector tenemos que incluir aquí los gastos de divisas tanto para la importación de barcos, motores, combustible, arte de pesca, etc., como de pescado (enlatado, seco, fresco o salado), y los ingresos en divisas procedentes de las exportaciones de pescado. Aquí tienen que incluirse las ventas no registradas (“over the side”), o los desembarcos nacionales en territorios adyacentes, incluso si estas estimaciones son muy provisionales.
Todas las cuestiones arriba mencionadas son interdependientes, y las respuestas a algunas de las últimas dependerán del conocimiento del estado de los recursos. Por ejemplo, los beneficios económicos efectivos para la economía nacional en su conjunto derivados de la inversión en nuevos barcos dependen, no sólo de los costes y ganancias de estos barcos, sino también del grado en que sus capturas (al producirse en competencia por unos recursos limitados) produzcan cambios en las tasas de captura y, en consecuencia, en los ingresos y el rendimiento económico de los barcos ya existentes. Para más antecedentes sobre consideraciones relacionadas con la economía de las pesquerías se hace referencia a Troadec (1983), Mackenzie (1983), Christy (1982) y Panayotou (1982).
