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9 CONCLUSIONES

  1. Hay muy pocos estudios sobre la producción piscícola en los canales de riego, en lo que concierne tanto a la pesca como a la acuicultura.

  2. Los canales abiertos, revestidos o no, son aptos para la producción piscícola. Sin embargo, existen varios problemas de ingeniería/manejo en muchos sistemas de riego, que, por lo general, obstaculizan el crecimiento y la producción piscícola. Los proyectos de riego entubado y los sistemas de riego a presión no se prestan a la práctica de la piscícultura (salvo cuando el sistema de tuberías se alimenta de un canal abierto).

  3. Los cultivos en jaulas y corrales son la práctica acuícola más adecuada para los canales de riego.

  4. La eficiencia de la utilización del agua en los sistemas de riego podría aumentarse considerablemente practicando la piscicultura en los canales de riego. Los ingresos derivados de la piscicultura podrían complementar los derechos percibidos por el uso del agua de riego.

  5. Existen bastantes posibilidades de aprovechar los canales de riego para la pesca, aunque no es probable que esta opción tenga tanto éxito como la acuicultura. No hay modelos adecuados para la predicción de la producción pesquera potencial, sobre los cuales pudieran basarse las decisiones de manejo.

  6. El cultivo de peces en los canales de riego podría servir también, de manera rentable y positiva, para combatir el crecimiento de las plantas acuáticas perjudiciales. La carpa herbívora es el ejemplo más estudiado y, aparte de ser un medio muy eficaz de lucha contra las malas hierbas, es un alimento popular.

  7. Hay ciertas posibilidades de aprovechamiento de los peces para la lucha contra los vectores y los hospedantes de las enfermedades de origen acuático en los canales de riego. Hay que investigar las estrategias adecuadas de manejo que permitan mantener una población adecuada de peces con objeto de llevar a cabo actividades efectivas de control.

  8. Las aguas salobres provenientes de los sistemas de riego pueden servir para la producción piscícola, a condición de que se utilicen las especies adecuadas. Las tilapias y algunas especies de estuario, así como algunos crustáceos, podrían ser aptos para esta operación.

  9. Los canales alimentados con aguas de embalses epilimnéticos serán probablemente más productivos para la piscicultura que los alimentados con aguas hipolimnéticas.

  10. Los niveles de residuos de plaguicidas en los tejidos de los peces cultivados en los sistemas de riego podrían constituir un obstáculo al desarrollo de la producción piscícola en los canales destinada a la alimentación humana.

  11. Las plantas acuáticas en los canales de riego pueden ser un factor favorable si es posible recolectarlas y utilizarlas, directa o indirectamente, para alimentar a los peces.

  12. Hay que considerar las consecuencias jurídicas y socioeconómicas de la producción piscícola en los canales de riego para garantizar un aprovechamiento satisfactorio de este recurso.

  13. Quizás el principal obstáculo a la organización de operaciones de acuicultura en los canales de riego es la necesidad de un caudal de agua continuo, y preferiblemente constante, durante todo el período de cultivo. En muchos sistemas de riego esto no es posible.


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