37. La reunión formuló las recomendaciones siguientes:
- Los datos disponibles indican que ha aumentado la sensibilización de los países con respecto a las importantes repercusiones socioeconómicas y nutricionales de los alimentos que se venden en la vía pública. Se recomienda seguir fomentando esa sensibilización a nivel mundial y mantenerla, así como adoptar las medidas necesarias para reconocer oficialmente el sector a nivel nacional y local. La experimentación en zonas de venta de alimentos en la vía pública tomadas como modelo es un medio útil para sensibilizar a los encargados de formular políticas e emprender iniciativas concretas para mejorar el sector no estructurado.
- Reconociendo que la participación de la mujer en la venta de alimentos en la vía pública tiene muchas repercusiones positivas desde el punto de vista económico y social, se recomienda que su importante función se reconozca plenamente y se tenga en cuenta al regular el sector.
- Se recomienda que se preparen y apliquen reglamentaciones específicas para asegurar una mejora sostenible de los alimentos vendidos en la vía pública. Estas reglamentaciones deberán basarse en principios científicos y reconocer las características especiales de dichos alimentos. Deberán definirse claramente las atribuciones de las autoridades nacionales y municipales. Los representantes de los vendedores y de los consumidores deberán ser consultados y participar activamente en el proceso de formulación. La concesión de licencias y la elaboración de códigos de prácticas son componentes esenciales de una reglamentación idónea de los alimentos que se venden en la vía pública. Las autoridades nacionales deberán establecer códigos de prácticas que se adaptarán a las circunstancias particulares del lugar en el que hayan de aplicarse. El control y la vigilancia se ejercerán por medio de la presencia sistemática de inspectores de los alimentos debidamente capacitados para proporcionar asesoramiento y corregir las prácticas inapropiadas. Estas actividades deberán basarse en el uso de métodos de análisis de riesgos y en la aplicación de buenas prácticas de fabricación (BPF).
- Teniendo en cuenta los resultados de reuniones anteriores, la experiencia adquirida en la mejora de las condiciones sanitarias de los alimentos vendidos en las calles (servicios de abastecimiento de agua potable y evacuación de desechos, en particular) y la mejora de la infraestructura de venta de alimentos en la vía pública, se recomienda proseguir decididamente las actividades iniciadas. Se recomienda fortalecer la participación de los vendedores y las ONG en la formulación de los programas de desarrollo, la movilización de recursos financieros y el establecimiento y mantenimiento de infraestructuras apropiadas. Se recomienda prestar especial atención al establecimiento de servicios sanitarios adecuados de carácter colectivo en determinadas zonas señaladas por las autoridades locales.
- La capacitación de todos los que intervienen en la venta ambulante de alimentos es una necesidad fundamental. Se recomienda proseguir los esfuerzos realizados en este ámbito y continuar elaborando metodologías de capacitación sobre la base de la experiencia adquirida. Se recomienda además que la capacitación siga centrándose en las necesidades concretas de los inspectores de alimentos, instructores y vendedores. Se deberá prestar atención a la educación de los consumidores, incluidos los niños en edad escolar. Es necesario estudiar y profundizar cuestiones como el enfoque participativo, el establecí miento de zonas tomadas como modelo, la experimentación previa y la evaluación de los módulos de capacitación. Se recomienda el establecimiento de "centros de excelencia regionales" que contribuyan al intercambio de conocimientos y experiencias para mejorar las tecnologías y metodologías de capacitación relacionadas con los alimentos que se venden en la vía pública. Se recomienda considerar la posibilidad de crear redes electrónicas para el intercambio de información.
- Teniendo en cuenta el resultado de reuniones anteriores y la experiencia adquirida gracias a las actividades realizadas en cierto número de países en los dos últimos decenios, se recomienda establecer el marco de un plan de acción orientativo para los alimentos que se venden en la vía pública, que habrá de aplicarse a nivel local, nacional e internacional. Este plan de acción figura en el Anexo 4.