Aplicación de la estructura Presión-Estado-Respuesta para el programa de Indicadores de Calidad de la Tierra (ICT)
El programa ICT está siendo desarrollado para armonizar los objetivos combinados de la producción de alimentos y de la protección del ambiente y es una de las respuestas a los desafíos planteados por el UNCED en la Agenda 21. A causa de su complejidad, el programa ha comenzado a ser desarrollado en colaboración entre una serie de agencias internacionales - Banco Mundial, FAO, PNUD y PNUMA. Otros colaboradores están siendo activamente buscados para participar en el programa, el que inicialmente será dirigido a los ICT en los países en desarrollo.
Los ICT son necesarios para tratar de solucionar numerosos problemas relacionados con la tierra, de importancia nacional y global, tales como la presión sobre el uso de la tierra, la degradación y la conservación de suelos y aguas, así como también problemas relacionados con las políticas sobre manejo sostenible de tierras. Una vez que los ICT se hayan desarrollado y estandardizado aplicando protocolos científicos internacionales, serán usados para la formulación de políticas y programas para la evaluación distrital, nacional y global, para la supervisión del impacto ambiental y para promover tecnologías, políticas y programas que puedan asegurar el mejor uso de los recursos naturales y el manejo sostenible de la tierra.
La iniciativa de los ICT es similar en su concepto a programas anteriores patrocinados por agencias nacionales e internacionales, tales como los indicadores de desempeño social y económico y de los informes sobre el estado del ambiente. Estos programas fueron iniciados con la colaboración de grupos interesados, usando un proceso reiterativo de indicadores de desarrollo, de prueba, de refinación y de estandardización. Esto llevó a que los indicadores económicos, sociales y ambientales estandardizados sean ahora comúnmente usados para supervisar el desempeño de las economías nacionales y la calidad del aire y del agua. En este contexto, el término tierra no se refiere solo al suelo sino a la combinación de recursos del suelo, el agua, la vegetación y el terreno que proporcionan las bases para el uso de la tierra. La calidad de la tierra es la condición o salud de la misma relativa a su capacidad para un uso sostenible y el manejo del ambiente.
J. Dumanski, Agricultura y Agri-Alimentos, Ottawa, Canadá, |
Aunque el programa es aún nuevo -las actividades preliminares se iniciaron en 1994- se han obtenido numerosos logros:
Los objetivos del programa ICT son:
Los resultados del programa serán:
El objetivo es complementar las iniciativas existentes y las nuevas iniciativas sobre manejo del recurso tierra. Esto requiere que esta actividad sea hecha en forma coordinada y cooperativa y dentro de un mismo marco de trabajo.
Los resultados de este programa serán usados para apoyar a los planificadores, a quienes toman decisiones en los gobiernos nacionales, a las instituciones internacionales y agencias donantes, a las organizaciones no gubernamentales que participan en trabajos de desarrollo comunitario y otras. Las actividades iniciales estarán dirigidas a quienes toman decisiones a nivel distrital y nacional.
Los indicadores son datos estadísticos o medidas de una cierta condición, cambio de calidad o cambio en estado de algo que está siendo evaluado. Proporcionan información y describen el estado del fenómeno objeto de estudio, pero con un significado que va mas allá de aquel que está directamente asociado con un parámetro individual (OECD, 1993). Los indicadores deben ser desarrollados de acuerdo a las aplicaciones ideadas, lo que requiere datos básicos y estadísticas confiables. A causa de los requerimientos y prioridades regionales, será difícil o innecesario llegar a un único conjunto de indicadores para muchos de los puntos en consideración. Sin embargo, un agregado común de indicadores clave podrá ser usado como base para comparaciones internacionales (Dumanski, 1994; Bakkes et al., 1994).
Es necesario hacer una distinción entre indicadores y otro tipo de datos estadísticos (Bakkes et. al., 1994; Eswaran et. al., 1994). Las mediciones de algunos eventos o fenómenos producen materiales básicos los cuales después de ser procesados, a menudo son publicados como datos estadísticos. Estos datos estadísticos pueden proporcionar información fundamental o ser indicadores si tienen alguna significación agregada o están ligados a un problema específico. Si el número de indicadores se reduce a causa de su agregación en algún tipo de fórmula, son llamados índices. Algunos ejemplos de índices útiles son el Índice de Desarrollo Humano, el Índice de Contaminación del Aire, el Índice de Peligro de Radiación Ultravioleta y el Índice de Calidad del Agua. Los indicadores de calidad de la tierra (ICT) son datos estadísticos que informan sobre la condición y la calidad del recurso tierra y también sobre las relaciones causa-efecto que pueden dar lugar a cambios en su calidad y las respuestas de la sociedad a esos cambios.
Los ICT también son necesarios para el nuevo proyecto del Banco Mundial Portfolio Management (OPD, 1993), para el desarrollo de las Estrategias de Asistencia a los Países y para los Planes Nacionales de Acción Ambiental. Los ICT deben estar bien inseridos en los objetivos de un proyecto para asegurar que sirven como instrumentos de supervisión durante y después de la vida del proyecto. Los datos estadísticos muy generales pueden proporcionar algunos de los datos necesarios para desarrollar esos indicadores, pero muy a menudo será necesario recolectar otros datos, especialmente información sobre como los agricultores manejan sus tierras y sobre la tasa de adopción de las prácticas conservacionistas. Los criterios para la selección y desarrollo de indicadores han sido preparados por muchas agencias (OECD, 1993; EPA, 1994; Bakkes et al., 1994; WRI/UNEP/UNDP, 1994).
Los ICT son parte de la familia de indicadores preparados para informar sobre el estado del ambiente. Sin embargo, junto con otros tipos de indicadores, también son útiles para informar sobre el desempeño del sector agrícola ya que ofrecen datos sobre los sistemas de producción. Para guiar el desarrollo de los ICT es necesaria una estructura básica a fin de asegurar que son de valor para un país en lo que hace a su empleo para el manejo de la tierra.
Las estructuras sirven para organizar los datos usados -grandes cantidades- para desarrollar un indicador, para mejorar la accesibilidad del indicador y para incrementar su valor agregado (EPA, 1994). Las estructuras también sirven para unir programas individuales de supervisión, identificar la duplicación y los espacios vacíos, facilitar el desarrollo de nuevos indicadores e incrementar el uso de esta información para el desarrollo de políticas y programas.
Existen actualmente muchas estructuras disponibles para informar sobre temas ambientales. Pueden ser clasificadas como estructuras para justificación, estructuras para información y estructuras para sostenibilidad.
Las estructuras para justificación ambiental pueden ser:
Las estrategias para información ambiental pueden ser:
Las estructuras para evaluar la sostenibilidad y el desarrollo sostenible pueden ser :
Cada estructura tiene un diferente grupo de objetivos y cada una de ellas es usada para un propósito diferente. Aunque son necesarios grupos de indicadores para cada estructura, estas son en cada caso bastante diferentes. Las secciones que siguen describen algunos procedimientos recomendados para la aplicación del enfoque de las PER para el desarrollo de los ICT.
Los informes sobre ICT indican las condiciones biofísicas de la tierra, la forma en que esta es manejada y las políticas y los ambientes sociales para introducir mejoramientos en su manejo o los que agravan su deterioro. Esto se obtiene usando la estructura PER.
La estrutura PER ha sido modificada ligeramente y adoptada por el Banco Mundial para desarrollar indicadores ambientales e ICT (O'Connor, 1994b). En el caso de los ICT, la estructura PER se usa para dar forma y clasificar la información y para ayudar a la identificación del grupo clave de indicadores que describen en la mejor forma posible como los agricultores manejan sus tierras y el impacto de tal manejo.
El PER (Figura 1) es una representación conveniente de las relaciones entre las presiones ejercitadas sobre la tierra por la actividad humana (columna presiones), el cambio en calidad del recurso (columna estado) y la respuesta a esos cambios a medida que la sociedad intenta aliviar la presión o rehabilitar la tierra que ha sido degradada (columna respuestas). Los intercambios que ocurren entre esos elementos forman un sistema continuo de retroalimentación que puede ser supervisado y usado para la evaluación de la calidad de la tierra.
Un índice único de calidad de la tierra en esta etapa no es ni posible ni deseable, pero pueden ser desarrollados grupos de indicadores que reflejen las dimensiones del PER en la calidad de la tierra.
Se han desarrollado tres grupos de ICT para reflejar la estructura del PER:
Figura 1
Estructura presión-estado-respuesta
Los indicadores en este grupo incluyen aquellas actividades que se relacionan al grado de intensificación y diversificación de los usos agrícolas de la tierra y que, como consecuencia, resultan en un aumento de la presión sobre la calidad de la misma. Esto puede incluir el número de cultivos por año o por hectárea dentro de un sistema, el tipo y la intensidad de la labranza, el grado de remoción de la biomasa, la integración con los sistemas ganaderos, el número de productos -alimentos o fibra- producidos anualmente, etc.. Estos indicadores deben ser considerados dentro del contexto de los principales factores socio-demográficos como la presión de la población o la tenencia de la tierra, si bien el último elemento citado no se incluye en los ICT. Esto se debe a que estas fuerzas no tienen influencia directa sobre la calidad de la tierra sino sobre las prácticas que adoptan los agricultores a causa de ellas. Son estos sistemas de manejo y sus impactos los que se desean capturar como ICT aun cuando los cambios en las fuerzas concurrentes pueden anticipar algunos avisos.
Los indicadores del estado de la calidad de la tierra reflejan las condiciones de la misma así como su resiliencia para soportar cambios a consecuencia de las presiones del sector. Esto puede incluir indicadores que expresen cambios en la productividad biológica -real y potencial- la extensión y los impactos de la degradación del suelo, incluyendo erosión, salinización y otros similares, equilibrio anual y a largo plazo de los nutrimentos -o sea exportados o importados por los sistemas de cultivo-, grado y tipo de contaminación -directa o por transporte atmosférico-, cambios en el contenido de materia orgánica, capacidad de retención de agua, etc.. Los cambios en el estado pueden ser negativos con un manejo pobre o positivos con un buen manejo.
Los mecanismos de respuesta son normalmente puestos en funciones por medio de acciones directas de los mismos agricultores al evolucionar o al adoptar sistemas mejorados de manejo de tierras o por medio de acciones complementarias para la adopción de tecnologías conservacionistas estimuladas por programas y políticas económicas generales, agrícolas o de conservación. En algunos casos pueden ser necesarias reglamentaciones o legislaciones ambientales a fin de poder controlar efectivamente la degradación de la tierra. Los indicadores de las respuestas pueden incluir el número y el tipo de organizaciones de los agricultores para la conservación de suelos, la extensión del cambio de las tecnologías usadas dentro de la finca, estrategias de manejo de riesgos, programas incentivados para la adopción de tecnologías conservacionistas, etc.. Los indicadores de respuesta deben ser distinguidos en aquellas categorías promovidas por el gobierno, aquellos que son iniciativa de los agricultores y aquellos apoyados por los comerciantes del sector agrícola.
Una base de datos sólida sobre suelo, clima y uso y manejo de la tierra es necesaria para desarrollar un ICT eficaz. Aunque esta información puede ser a menudo incompleta o estar ausente en muchos países, algunos datos están casi siempre disponibles. Además, muchas instituciones internacionales han compulsado y organizado algunos de esos datos en forma compatible con formatos de ordenadores. Estos bancos de datos disponibles proporcionan un útil punto de partida para el desarrollo de programas de ICT, aunque es necesario señalar que ninguna organización ha, hasta el momento, reunido una base de datos de esas características y directamente disponible para el desarrollo de los ICT.
Algunos de los datos mas útiles ya compulsados son descriptos brevemente mas adelante. Estos datos están ordenados de acuerdo a la estructura PER, a saber, la utilidad de los mismos para desarrollar indicadores de presión, indicadores de estado o indicadores de respuesta.
Los ICT de presión pueden ser desarrollados en muchos casos usando bases de datos estadísticos (censos). Para los proyectos financiados por el Banco Mundial, las bases de datos mas útiles son:
Tales indicadores identifican presiones potenciales sobre la tierra debido a actividades agrícolas (ICT de presión). Aunque los objetivos y los umbrales para esos indicadores no están aún disponibles, las líneas tendenciales de desempeño proporcionan información útil para estimar los cambios del impacto en el tiempo.
Conclusiones sobre los ICT de presión:
Mientras que los ICT de Presión pueden ser desarrollados usando las bases de datos disponibles, la situación no es tan clara con respecto a los ICT de Estado. Están en preparación algunos programas para ordenadores para bases de datos nacionales y globales, los mas útiles de los cuales se describen mas adelante. En muchos casos, sin embargo, los datos permanecen dispersos a nivel individual en bancos de datos especializados. Estos datos también deben ser suplementados con datos de otras fuentes tales como experimentos a largo plazo o por estimaciones obtenidas de modelos de procesos físicos, de sensores remotos y de otras técnicas relacionadas. Los datos mas útiles para los ICT de estado se describen a continuación.
Banco de Datos de Zonas Agroecológicas: esta es una base de datos que incluye información sobre suelos, clima, topografía y parcialmente sobre uso de la tierra. Contiene 500 000 registros para el período 1969-1990. La base de datos está también unida a un modelo generalizado de crecimiento de los cultivos usado para estimar los rendimientos ideales -rendimiento de los cultivos basado en coeficientes genéticos, radiación fotosintéticamente activa, temperatura, duración del período de crecimiento- y los rendimientos anticipados-rendimientos ideales ajustados por limitaciones del suelo tales como agua, salinidad, acidificación, erosión- para cultivos económicamente importantes. En la práctica los rendimientos ideales no son un indicador útil excepto como un máximo teórico para fines experimentales. Los rendimientos anticipados, sin embargo, ofrecen estimaciones útiles de rendimientos agronómica y económicamente posibles, -siempre y cuando estas estimaciones sean debidamente consideradas como tales- y puedan ser comparadas con los rendimientos a nivel de finca para desarrollar ICT reales.
Rendimiento (potencial) anticipado: cuando este ICT se acerca a o excede de 1,0 indica una intensidad creciente en el manejo de la tierra, señalando así la necesidad de controlar los posibles problemas de la calidad del agua y una excesiva fertilización. Por otro lado, valores < 0,2 indican un desempeño marginal o submarginal del cultivo en esa área. Esto podría ser debido a un bajo nivel de fertilización (posible extracción continuada de nutrimentos), a problemas potenciales e importantes de degradación o a una inadecuación del cultivo en esa región.
CDROM-Mapa de Suelos del Mundo: es una base de datos de suelos que consiste de la versión digital del Mapa de Suelos del Mundo (1:5M) y varias interpretaciones de los suelos. Los perfiles de suelos georeferenciados -descripciones y datos analíticos- son almacenados en la Base de Datos de Suelos FAO/ISRIC. Se estima que la FAO mantiene registros para cerca de 175 perfiles de suelos.
SOTER: esta base de datos consiste en archivos de mapas de suelo y topografía para países seleccionados, principalmente de América Latina, Cercano Oriente y África oriental producidos en colaboración por ISRIC, FAO y UNEP. La información está disponible en escalas de 1:1M o menores y en escalas mayores para algunos países. La base de datos SOTER está siendo expandida a medida que la tecnología se usa en otras regiones.
GLASOD: esta base de datos global consiste en un mapa digital (1:10M) de la degradación inducida por el hombre; es producida por ISRIC con el apoyo de UNEP y proporciona estimaciones de la clase, grado y extensión de la degradación en todos los países del mundo. El mapa y los datos están basados en evaluaciones estimadas de la degradación -en vez de valores medidos- proporcionados por técnicos locales en cada país y por esta razón ha sido criticada por la comunidad de científicos del suelo. Aún así provee la única estimación global de degradación de tierras disponible y continuará a ser usada hasta que surja otra mas confiable.
WISE: esta base de datos combinada consiste de datos de suelos disponibles en la FAO, NRCS e ISRIC. Los datos almacenados contienen 4 353 perfiles de suelos (África- 1 799; Sur, Oeste y Norte de Asia- 522; China, India y Filipinas- 553; Australia e islas del Pacífico- 122; Europa- 492; América del Norte- 226; América del Sur y el Caribe- 599). Estos perfiles de datos son complementados con una base de datos de celdas matriciales simplificadas (medio grado) del Mapa de Suelos del Mundo.
Actualmente, los archivos de datos espaciales -mapas digitales- son mínimos, consistiendo solo de 26 mapas, todos ellos fuera de los Estados Unidos; hay un mapa continental de África (1:5M) y un mapa digital de suelos del mundo (1:30M), ambos derivados de una versión anterior del Mapa de Suelos del Mundo. El número de mapas digitales almacenados continúa sin embargo aumentando.
CIAT: la cobertura mas completa se refiere a la información climática para todos los trópicos (19 000 estaciones) y elevaciones topográficas. Los datos sobre suelos son mínimos incluyendo solamente las secciones para América Latina y África del Mapa Mundial de Suelos de la FAO. La información adicional incluye caminos y áreas protegidas legalmente (América Latina), vegetación (América del Sur), sistemas de tierras (trópicos bajos, América Latina), límites administrativos (América Latina y África) y algunas coberturas adicionales como densidad de población (África), límites tribales (África), etc., los que se originan del estudio de la mandioca en África. Mucha de esta cobertura está almacenada en el formato de 10 arcos-minutos y sus resultados están producidos como modelos de elevación digital (DEM). El CIAT ha sido una institución pionera en el uso de los sistemas GIS dentro del CGIAR y tiene instalaciones eficientes operando con programas de ordenadores ARC/Info e IDRISI.
ICRAF: tiene una instalación nueva y mas producida pero similar a la del CIAT en cuanto a capacidad técnica y volumen. La mayor parte de los datos se refieren a África continental. La mayor cobertura está dirigida a datos climáticos consistiendo de medias mensuales reales y estimadas y de datos diarios (8 000 estaciones, con una serie de 17 años). Los coeficientes climáticos fueron obtenidos del CIAT, del Centro para Recursos y Estudios Ambientales (CRES) (Australia) y de varias agencias climatológicas nacionales. Los datos sobre suelos son esbozados y hay mapas digitales de suelos para siete países (1:1M). Otros datos tales como la vegetación y la cobertura del suelo son incompletos. Los DEM obtenidos del Centro de Datos del Sistema de Observación de los Recursos Terrestres (CROS) están disponibles para toda África. El sistema del ICRAF se está desarrollando en forma acelarada y es de esperar que su contenido de datos aumente considerablemente en los próximos años.
ICRISAT: los datos mantenidos por ICRISAT incluyen datos climáticos para largos períodos de siete países de África, dos de Asia y uno de América del Sur. Hay algunos datos detallados de pedones de suelos de seis países de África y uno de Asia y hay datos con estudios detallados a nivel de comunidades de tres países de África y de la India; los datos para la productividad de los cultivos disponibles corresponden a la India y a seis países de África. No está claro si esos datos son mantenidos en el formato GIS.
La Fundación Rockefeller ha recientemente completado un inventario global de experimentos agronómicos continuos a largo plazo como fuente de información para los investigadores en temas relacionados con el desarrollo sostenible (Steiner y Herdt, 1993). Los registros incluyen diez experimentos en África -desde 1912-, 24 experimentos en Asia -desde 1909- y nueve experimentos en América del Sur y Central -desde 1941. El tipo de datos, y a menudo su calidad son variables, como es de esperar, y en general incluyen datos agronómicos, características del suelo, fisiología, tiempo y datos económicos. Estos datos pueden ser una valiosa fuente de información para el desarrollo de los ICT.
La escasez general de información para el desarrollo de los ICT para Estado requiere el uso de medidas indirectas, las mejores de las cuales son modelos de procesos físicos. Existen muchos modelos disponibles en el ambiente de las ciencias del suelo, pero la mayoría han sido desarrollados primeramente para la investigación y no pueden ser aplicados fácilmente para programas operativos como los ICT. Sin embargo, hay un considerable aumento de una familia de modelos que han sido verificados en numerosos ambientes, incluyendo en alguna medida los trópicos, y que han demostrado ser adecuados. Los programas mas importantes de este tipo para los ICT se describen a continuación:
Las tasas de cambio son calculadas por medio del EPIC usando varios escenarios de manejo de tierras a lo largo del tiempo -normalmente 30 años. El programa EPIC está siendo adaptado para muchas regiones templadas y tropicales como una herramienta para evaluar las formas de manejo de la tierra, especialmente su laboreo y el manejo de los residuos. También ha sido integrado con grandes modelos de optimización económica para proveer sistemas analíticos para la evaluación del impacto ambiental antes de implementar programas y políticas agrícolas.
Cuando no haya información disponible de fuentes confiables será necesario desarrollar indicadores substitutivos de ICT de estado. Algunos substitutos, tales como el Índice Normalizado de Diferencia de Vegetación pueden ser obtenidos por medio de sensores remotos o por análisis de fotografías aéreas. También se pueden obtener indicadores substitutivos a partir de relaciones causa:efecto conocidas, tales como:
Conclusiones sobre los ICT de estado:
La respuesta a la información proporcionada por los ICT está referida en primer lugar a la adopción de medidas de conservación de suelos. Esto involucra al mismo tiempo la conciencia colectiva del problema de la conservación y el conocimiento necesario para saber como proceder, así como también la adopción de tecnologías conservacionistas específicas por parte de los agricultores. Las respuestas a los ICT se distinguen entre aquellas promovidas por los gobiernos, aquellas apoyadas por el sector comercial agropecuario y aquellas tomadas por los agricultores a nivel individual. Las respuestas a los ICT de parte de los gobiernos son, por lo general, de alcance nacional -algunas veces regional- mientras que la adopción de tecnologías conservacionistas por parte de los agricultores es por lo general local o regional.
Las respuestas a los ICT pueden ser desarrolladas reuniendo y evaluando las actividades llevadas a cabo por los gobiernos, el sector privado, las organizaciones no gubernamentales y los agricultores respecto a los problemas de degradación del suelo. Los gobiernos normalmente responden con programas de concienciación de la opinión pública, con programas para incentivar la adopción de prácticas conservacionistas, el mejoramiento de los servicios técnicos de asesoramiento y, en algunos casos, con legislación. Muchas de estas actividades pueden ser ejecutadas en forma colaborativa entre los gobiernos, el sector privado y las organizaciones no gubernamentales.
La información sobre estas iniciativas está por lo general disponible en las agencias gubernamentales pertinentes y en los registros de las organizaciones no gubernamentales, compañías de productos químicos y maquinaria y otras. También hay información útil en numerosos proyectos de evaluación participativa rural completados por medio de estudios financiados por el Banco Mundial, organizaciones no gubernamentales y otras instituciones. Esta información puede ser usada para desarrollar ICT de respuesta tales como:
La presencia e impacto de los grupos de agricultores autogestidos para la conservación del suelo tales como los grupos conservacionistas y el Club da Terra pueden ser poderosos ICT de respuesta. Si estos grupos son fuertes y activos, esto indica que los agricultores tienen conciencia de los problemas de degradación y están preparados para hacer inversiones y encontrar soluciones a los mismos, si bien normalmente para su comienzo puede ser necesario un programa de incentivos y colaborar con el costo inicial de las inversiones. Los grupos y asociaciones de agricultores conservacionistas no deben sin embargo ser confundidos con cooperativas agrícolas de producción y comercialización. En algunos casos estas cooperativas pueden también promover la conservación de suelos, pero su objetivo principal es la parte comercial, lo cual puede a veces ser contraproducente.
La adopción de tecnologías mejoradas para la conservación de suelos por parte de los agricultores es una información estadística importante para los ICT, aunque por lo general raramente está disponible y debe, por lo tanto, ser recolectada. Puede ser obtenida a través de programas tales como el censo agropecuario -ya sea un censo total o estudios especiales- o puede ser obtenida como parte de actividades de proyectos específicos. Cualquiera de los procedimientos que sea seleccionado requiere un cuestionario especial sobre manejo de la tierra para obtener los datos adecuados. El cuestionario debe tener un diseño estratégico y debe ser breve y eficiente respecto a su costo de ejecución (ejemplo en Apéndice 1). Con tales datos, pueden ser elaborados los ICT de respuesta, tales como:
Las arriba citadas pueden ser resumidas como las respuestas nacionales a los ICT o pueden también ser presentadas por regiones específicas cubiertas por un proyecto. Las respuestas a los ICT basadas en la media de tasas de adopción son útiles pero tienen que ser correlacionadas con las restricciones productivas o biofísicas prevalentes en el área, por ejemplo, la falta de técnicas para el control de la erosión eólica en un área a riesgo de vientos fuertes puede indicar una falta de conciencia colectiva respecto al problema. Se debe tener sumo cuidado para evitar que las condiciones medias nacionales no enmascaren una variabilidad local; por ejemplo, una finca particular puede ser sostenible en razón de un mejor manejo en un área donde hay serios problemas o viceversa.
Los grandes cambios en el uso de la tierra, llamados a veces indicadores de insostenibilidad (Jodha, 1990) son también útiles como ICT de respuesta. Estos cambios ocurren cuando el rendimiento de un área se ha deteriorado mas allá de un umbral aceptable y la sobrevivencia depende en la adopción de ciertas alternativas, a menudo en sistemas menos intensivos. Tales respuestas de ICT pueden ser:
En el otro extremo de la escala, también pueden ocurrir cambios importantes en el uso de la tierra debidos a nuevas oportunidades de los mercados o a cambios en la disponibilidad de los recursos. En todos los casos, los ICT de respuestas deben ser interpretados en base al conocimiento de la(s) motivación(es) para la respuesta.
Se han desarrollado algunas guías para usar la estructura del PER con los ICT. Los indicadores de presión y de respuesta son generalmente considerados como correspondientes al sector agrícola -incluyendo como agrícola también los usos forestales y otros usos biológicos de la tierra- mientras que los indicadores de estado se relacionan directamente a los cambios en la condición y en algunos casos a la cantidad del recurso tierra. Los cambios en estado, aún aquellos de magnitud limitada como la oxidación de la materia orgánica o el balance de nutrimentos, pueden tener un impacto considerable si ocurren en áreas grandes.
La información de los sectores presión y respuesta son útiles para expresar los impactos del sector sobre la condición de la tierra y, por lo tanto, se relacionan directamente al ambiente de las políticas. Los indicadores que pueden mostrar relaciones entre la presión y el cambio en estado generalmente tienen mayor significado para quienes toman decisiones sobre el ambiente.
La aplicación del enfoque PER para los ICT requiere que ciertos temas claves sobre la tierra sean identificados para cada conjunto de indicadores; por ejemplo, ¿cuáles son las preguntas relacionadas con los temas claves sobre la tierra que deben ser respondidas? Estas preguntas deberían ser planteadas cuidadosamente desde el momento que son fundamentales para identificar los principales indicadores y sub-indicadores estratégicos que deben estar asociados con cada tema y con cada conjunto. Normalmente esos temas están asociados con regiones geográficas específicas y reflejan las prioridades de esas regiones.
En ese momento, si es posible, deben ser desarrollados los indicadores para cada meta u objetivo (Adriaanse, 1993), así como también los umbrales donde los sistemas pueden comenzar a ser insostenibles (Smyth y Dumanski, 1994). El desempeño de un sector puede entonces ser supervisado en relación a esas metas, objetivos y umbrales y, por ejemplo, puede ser evaluada la contribución del sector al mantenimiento o a la degradación de los recursos. Si no se pudieran establecer claramente objetivos en bases confiables y científicas y no se pudieran definir los umbrales, la tendencia del desempeño puede de cualquier manera proporcionar información útil.
La estructura presión-estado-respuesta ha sido usada para informar sobre el estado del ambiente y para revisiones de desempeño ambiental a nivel nacional. Para los ICT, se ha usado para conformar y clasificar la información y para asistir en la identificación de los indicadores clave que describan mas adecuadamente la forma en que los agricultores manejan sus tierras y los impactos de los distintos tipos de manejo.
La estructura del PER permanece en un estado continuo de evolución. La Agencia de Protección Ambiental, (EPA, EE.UU. de América, 1994) está proponiendo extender la estructura para incluir los efectos del cambio en estado del ambiente -presión-estado-respuesta/efectos. La UNEP (1994) está discutiendo el desarrollo de la estructura presión-estado-impacto-respuesta (PEIR). O'Connor (1994a) ha extendido la estructura PER al desarrollo de una matriz de sostenibilidad. Recientemente, la EPA (1994) ha propuesto reorientar la información ambiental acercándose a un enfoque de generación en el lugar, usando estratificación de ecosistemas, datos referenciados espacialmente y sistemas geográficos de información.
El programa para los ICT está dirigido a objetivos, resultados y beneficiarios específicos. El programa intenta llegar a un desarrollo eficiente respecto a su costo y a la validación de indicadores armonizados que puedan reflejar un amplio consenso. Las actividades y los programas que ya están en ejecución serán incluidos a fin de evitar duplicación de esfuerzos y recursos. Las actividades relacionadas a los ICT, tales como aquellas que están en ejecución en FAO, UNEP, UNDP, OECD, instituciones del CGIAR, y varias sociedades científicas tales como SCOPE y el Consejo Internacional de Sindicatos Científicas (ICSU) también serán usadas.
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Apéndice 1
Desarrollo de un módulo de conservación de suelos
para la adopción de tecnologías adecuadas
La adopción de tecnologías de conservación de suelos es una importante fuente de información para desarrollar los ICT, pero lamentablemente, esos datos casi nunca están disponibles. Se deben, por lo tanto, desarrollar procedimientos para reunir ese tipo de datos ya sea por medio de censos nacionales, de estudios a través de proyectos específicos o la investigación. La adopción de tecnologías de conservación de suelos proporciona información sobre como los agricultores están manejando sus tierras, lo que es necesario para desarrollar buenos ICT de respuesta y permitir una adecuada interacción con los ICT de presión.
Las tecnologías de conservación de suelos son la base para llegar a un manejo sostenible de la tierra, por lo que el mantenimiento de la calidad del suelo debe ser asegurada antes de que se hagan otras intervenciones o inversiones. Muchas de esas tecnologías han sido probadas en muchas partes del mundo y hay considerables conocimientos sobre los cambios en la calidad de la tierra debidos a la adopción de medidas de conservación.
La adopción de tecnologías de conservación de suelos por parte de un agricultor nunca se hace en una parcela aislada sino como parte de un estrategia mayor de manejo de la finca. Por lo tanto, se requieren una cantidad de datos además de la información específica sobre adopción. La información requerida comprende:
Estos datos son esenciales para el desarrollo de los ICT de respuesta pero también como insumo para modelos y otros procedimientos para los ICT de estado.
Parte de esos datos es normalmente recogida en muchos censos corrientes y cuestionarios, pero algunos de ellos son en adición al censo principal. La sección siguiente señala como parte de las necesidades de información pueden ser integradas con los módulos para datos de los censos; además se propone un nuevo módulo que se puede agregar para temas específicos de conservación de suelos.
El ejemplo mostrado es genérico y es mas completo de lo que pudiera ser necesario para muchos países. También debería ser hecho a la medida de los sistemas de uso de la tierra prevalentes en el país de aplicación. Aunque el cuestionario parece ser largo, muchas de las respuestas son de tipo múltiple, por lo que el cuestionario es mas fácil de ejecutar en el campo y mas efectivo para el análisis de los datos en el ordenador.
Tabla 1
Ejemplo de un cuestionario para adopción de prácticas de conservación
El primer conjunto de preguntas (o algo similar) es usado en forma estándar en muchos cuestionarios de los censos | ||
1. |
Medida, distribución y tenencia de
la finca |
______ |
2. |
Cultivos sembrados, área y
rendimientos (?) |
|
3. |
¿Qué fuerza usa para trabajar sus
predios?: |
_______ |
4. |
¿Alguna parte de la finca es
irrigada? |
_______ |
El segundo juego de preguntas será agregado al cuestionario del censo |
||
1. |
Integración con ganadería o
agrisilvicultura |
_______ |
¿Son los árboles importantes en su
establecimiento?: |
_______ | |
2. |
Insumos y manejo de los cultivos y
el ganado |
_______1 |
3. |
Prácticas de labranza y
conservación de suelos |
_______ |
¿Qué implemento usa para preparar
la tierra para la siembra?: |
_______ | |
¿Qué área de su finca se prepara
para la siembra usando: |
_______1 | |
4. |
Programas/asociaciones para
conservación de suelos |
_______ |
1 Área (especificar unidades, ej., ha).
1 El Servicio de Investigación Económica (ERS)-USDA ha preparado una base de datos global llamada "World Trade: Trends and Indicators, 1970-91" que es ajustada periódicamente. Contiene datos de USDA, FAO, Banco Mundial, FMI, NNUU y publicaciones nacionales, las que han sido procesadas como tendencias en el tiempo. Sin embargo, muchos de los datos se refieren a indicadores económicos y comerciales y los únicos indicadores relacionados a la tierra son el área cultivada, el área cosechada y los rendimientos. No existe una ventaja comparativa en el uso de esta base de datos, comparada con el BESD.