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Investigación y extensión: el género y su perspectiva


Investigación y extensión: el género y su perspectiva

Las funciones de investigación y extensión, si son adecuadamente diseñadas, pueden resultar altamente eficaces para mejorar la disponibilidad de alimentos, brindar oportunidades de empleo, reducir la degradación medioambiental y potenciar el manejo de los recursos. En esto, y más allá de la escuela, los programas de extensión ofrecen una serie de servicios educativos a los productores rurales: campesinos, silvicultores, pescadores o ganaderos. Se trata de personas estrechamente vinculadas a las actividades de investigación de tecnologías mejoradas, tendentes a aumentar la productividad y acelerar el crecimiento económico global.

En el pasado, los sistemas de investigación y extensión ignoraron prácticamente las necesidades y prioridades de la mujer y apenas se interesaron por el medio ambiente. Pero ahora que el papel de la mujer y su contribución al desarrollo agrícola están cada vez mejor documentados, los servicios de investigación y extensión siguen más bien destinándose al hombre, con todos los efectos adversos que ello supone para la seguridad alimentaria familiar y nacional.

INVESTIGACION AGRICOLA Y CULTIVOS ALIMENTARIOS

En casi todos los países en desarrollo. y además de cuidar a los hijos, nutrir la familia y buscar fuentes de ingreso, la mujer rural asume la mayor parte de la responsabilidad de alimentar el hogar, produciendo, recogiendo y procesando una vasta gema de alimentos tanto para la subsistencia como para la venta.

Pese a ello, rara vez los programas de investigación rural han tenido en cuenta el bagaje de conocimientos y opiniones de la mujer sobre las variedades y sistemas de cultivo. Ante todo, la investigación agrícola se centró en las cosechas comerciales y de otros bienes básicos como el maíz, más en que en los cultivos destinados a producir alimentos, como granos duros, legumbres, frota y verdura. De ahí que a menudo se haya desatendido el papel clave de la mujer en el logro de la seguridad alimentaria basada en la producción y selección de las cosechas alimentarias.

Ignorar a las mujeres como productoras agrícolas y como gestoras de recursos obstaculiza el alcance de las metas de esa seguridad. Para mejorar la producción agrícola sostenible en los países en desarrollo hay que colocar, pues, el cultivo de alimentos y la cría de animales, en general a cargo de la mujer, entre las más altas prioridades de los programas de investigación.

Hoy en día, las instituciones nacionales e internacionales empiezan a perfilar una serie de nuevos enfoques para reforzar el involucramiento de la mujer en las investigaciones agrícolas. Su objetivo no es solo beneficiar a la mujer sino también beneficiarse de ella, sobre todo en las áreas de producción y biodiversidad. En Perú, por ejemplo, el Centro Internacional de la Patata (CIP) está experimentando y seleccionando algunos alimentos básicos producidos por las mujeres en el África sub-sahariana, como la patata dulce por ejemplo, para establecer combinaciones adecuadas de maduración temprana y alto rendimiento y cierta resistencia a la sequía. Se trata de productos que la mujer consume durante los períodos de hambre y escasez, antes de la cosecha principal o cuando la producción de alimento es pobre.

En Côte d'Ivoire, la "West Africa Rice Development Association" (WARDA), (Asociación de África Occidental para el Desarrollo del Arroz) realizó estudios para identificar las preferencias de campesinas y campesinos a la hora de adoptar nuevas variedades mejoradas de arroz. Mientras que los hombres prefieren aquellas de talla corta y rendimiento alto, las mujeres se muestran reacias al cultivo de estas variedades debido a la dificultad de cosecharlas cuando llevan niños a la espalda. Comoquiera que esto puede llevar a las campesinas a rechazarlas, WARDA fue orientando cada vez más su énfasis hacia el desarrollo de otras variedades de talla media o alta.

EL DESARROLLO DE TECNOLOGIAS APROPIADAS

Ahora es de dominio común que la mejora de la tecnología agrícola constituye una fuerza motriz para aumentar la productividad agrícola y acelerar el crecimiento económico rural. Aún si las mujeres rurales conocen y utilizan un gran número de tecnologías tradicionales, de hecho tienen escaso acceso a la tecnología moderna, que podría beneficiarles en sus actividades agrícolas y tareas del hogar. Esto se debe a la falta de participación de la mujer en la fijación de las prioridades de investigación y generación y difusión de las tecnologías convencionales.

Todo ello puede ejercer un impacto adverso sobre la seguridad alimentaria. Con la creciente femenización de la labor agrícola a causa de la emigración de los hombres rurales a los centros urbanos. las mujeres se ven obligadas a encargarse de las labores que ellos realizaban, con el consiguiente agravarse de la carga y el alcance del trabajo que recae sobre sus hombros. Los problemas de los hogares que las mujeres encabezan de hecho o de derecho, varían según su grado de acceso a los recursos productivos, modernas técnicas agrícolas incluidas. Estudios realizados en algunos países africanos revelan que la pérdida de trabajo masculino puede generar cambios hacia cultivos menos laboriosos y nutritivos o bajas de rendimiento y producción. En Ghana, la falta de mano de obra masculina para el desmonte y despeje de matorrales gruesos derivó en rotaciones más largas. ya que las mujeres no podían hacer esa labor con las herramientas de que disponían. El resultado es que la fertilidad de la tierra y los rendimientos bajaron y la erosión del suelo aumentó.

Este incremento de la carga de trabajo de la mujer en las labores agrícolas. sumado a la merma de recursos naturales. supone para ella menos tiempo disponible para atender otras necesidades del hogar. Pese a la enorme cantidad de trabajo y recursos necesarios para mantener el hogar, pocas investigaciones se interesaron en desarrollar técnicas para la recogida de agua y combustible o para las actividades postcosecha, tales como el procesamiento y la preparación de los alimentos.

La falta de tecnologías al alcance de la mujer limita su capacidad para producir alimento suficiente, ganar ingresos adecuados y asegurar la debida atención a la familia. Esta situación cambió el hábito de cocinar, con lo que se pasó a preparar menos comida o comida menos nutritiva. En algunos casos, ello aumentó la malnutrición infantil, al depender la seguridad nutricional de la disponibilidad de recursos no-alimentarios tales como atención a la salud infantil y suministro de agua potable y combustible.

Al mismo tiempo, y al ser sus necesidades y prioridades excluidas de los programas de investigación, la mujer suele ser objeto de una serie de efectos laterales involuntarios, derivados de la aplicación de tecnologías modernas al servicio de los demás. La experiencia mostró que el desarrollo y difusión de tecnologías no suelen ser neutrales en materia de género y que, en cambio, pueden tener un impacto devastador para el acceso de la mujer a los recursos y actividades generadoras de ingresos y al control de su propio trabajo. En Asia, por ejemplo, los paquetes de mecanización introducidos como parte de los esquemas de riego, provocaron cambios en la organización del trabajo agrícola y motivaron la sustitución del trabajo de la mujer por el hombre. Solo en Bangladesh, se estima que las mujeres trabajadoras perdieron a causa de la mecanización entre 3,5 a 5 millones de días de trabajo al año.

SERVICIOS DE EXTENSION

La importancia de la mujer en la producción agrícola es muy grande, como muy alta es su necesidad de asistencia en materia de extensión. Su grado de participación en la toma de decisiones sobre producción varia de una región a otra, pero es casi siempre significativo en los hogares pobres. En África, en los hogares encabezados por hombres, las mujeres deciden sobre sus propias parcelas. En muchas regiones, la mujer toma también decisiones autónomas sobre producción ganadera, recolección, pastoreo, pesca, procesamiento e incluso comercialización.

Comoquiera que, en general, los hombres no discuten con sus mujeres las decisiones a tomar sobre la producción ni les transfieren sus conocimientos, es evidente y apremiante que los servicios de extensión alcancen directamente a la mujer. Un estudio efectuado en 1989 por la FAO en 115 países, reveló que las mujeres reciben apenas el 2 al 10 por ciento de todos los contactos de extensión y el s por ciento de todos los recursos de extensión en el mundo.

Por su parte, los estudios sobre extensión agrícola detectaron una serie de debilidades para alcanzar a la mujer rural. Tradicionalmente, la mayor parte de los servicios de extensión se destinó a campesinos propietarios de tierra que querían y podían obtener créditos e invertir en insumos e innovaciones tecnológicas. Al carecer la mujer, en general, de acceso a la tierra y otros recursos afines con que obtener créditos, los servicios de extensión tienden a ignorarle involuntariamente.

También se constató que las actitudes del personal de extensión forman una fuerte barrera entre extensión y mujeres. Un estudio sobre extensión en África reveló la existencia de creencias comúnmente arraigadas en el sentido de que, de hecho, las mujeres no son importantes contribuyentes a la producción agrícola, que están siempre atadas a los quehacerses del hogares y a los hijos, que son tímidas y difíciles de contactar, amén de reacias a las innovaciones.

Por añadidura, la extensión tiende a aliviar el trabajo del hombre y mejorarlo, como en el caso de las cosechas comerciales o la pesca comercial y, en cambio, no abordan del mismo modo el trabajo que realiza la mujer, si es que lo hacen en absoluto. Por otra parte, las mujeres reciben poca educación formal o ninguna, lo que les impide tomar parte en las actividades de extensión que requieren lectura y conocimientos de aritmética.

MEJORAR LA PARTICIPACION DE LA MUJER EN LA INVESTIGACION Y EXTENSION.

¨ Es esencial un mandato de atención específica a la mujer rural. Los planificadores, investigadores y trabajadores de extensión deben entender que beneficiar a la mujer rural es un factor decisivo para el desarrollo agrícola y rural. Realizar estudios sobre los problemas encontrados por la mujer rural no basta para cambiar el modo en que los sistemas de extensión operan: se requieren directrices para establecer políticas responsables en materia de género y aplicar y monitorear las funciones de investigación y extensión.

¨ Orientarse hacia una investigación y una extensión basadas en la demanda. Los agentes de extensión, sean hombres o mujeres, deben recibir formación y capacitación sobre las cuestiones relativas al género y la planificación participativa para mejor identificar las necesidades. (imitaciones, prioridades y oportunidades tanto de las mujeres como de los hombres y atender sus requerimientos. Para adaptarse al reto planteado por la mayor diversidad agro-ecológica y socioeconómica, hay que mejorar los vínculos entre extensión e investigación. Ello ayudará también a asegurar la incorporación de los conocimientos y prácticas locales en el diseño de la investigación.

¨ Ampliar el alcance de las estrategias y actividades de investigación y extensión. Hay que ampliar el alcance de la investigación y la extensión para que abarquen las necesidades de los campesinos sin tierra o con muy poca. mujeres incluidas, y, por tanto, centrarse en la creación, a favor de los pobres, de la necesaria sinergia entre oportunidades de ingresos por actividades agrícolas y no-agrícolas, tales como el procesamiento y elaboración de productos agrícolas en las áreas rurales. Es también necesario centrar los. consejos técnicos en las cosechas alimentarias al igual que se hace con las comerciales; en la salud de animales como pollos. cerdos y pequeños rumiantes, así como en los instrumentos economizadores de trabajo en las actividades de producción, procesamiento y atención al hogar que llevan a cabo las mujeres.

¨ Servicios de investigación y extensión y necesidades individuales de los agentes de extensión de compilar datos desglosados por género en materia de actividades agrícolas y restricciones. La recolección de datos deberá efectuarse en forma participativa, asegurar su retroalimentación a los grupos objetivo y ser utilizadas en el diseño. aplicación y seguimiento de las actividades de extensión.

¨ Desarrollar materiales de capacitación apropiados para la mujer. Los materiales de formación y capacitación deben adaptarse a las necesidades de la mujer campesina y su nivel de alfabetismo. ¨

Dirección de la Mujer y de la Población

Departamento de Desarrollo Sostenible,

Organización de las Naciones Unidas para

la Agricultura y la Alimentación

Viale delle Terme di Caracalla,

00100 Roma

Italia

Teléfono 39 6 52251

Telefax 39 6 52253152

Telex 625852 FAO 1

Telegrama FOODAGRI ROME

Producido por AIDOS, Via del Giubbonari 30, 00186 Roma, Italia

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