En el documento de análisis adjunto se presenta una serie de estudios de casos que ilustran la posible contribución de la identificación y análisis de las funciones múltiples a la resolución de una serie de problemas sociales, económicos y ambientales relacionados con la utilización de la tierra, la seguridad alimentaria, el comercio, el desarrollo rural, el turismo y otras ramas de producción (vinculadas con la agricultura). Revelan que hay una serie de ventajas implícitas en las funciones múltiples de la agricultura:
Las principales contribuciones del carácter multifuncional de la agricultura y la tierra se deben sobre todo a una operación más eficaz de los mercados, el desarrollo de las instituciones públicas y el papel catalizador de las nuevas técnicas y tecnologías.
El desarrollo de los mecanismos de mercado puede incrementar los efectos del CMFAT, por ejemplo:
Entre las mejoras en los mecanismos institucionales cabe señalar las siguientes:
La aparición de técnicas y tecnologías innovadoras se puede facilitar con los siguiente medios:
Los estudios de casos pueden servir también para ilustrar parámetros, características y ventajas concretas del CMFAT.
El CMFAT supone complejas combinaciones de relaciones espaciales en diferentes escalas. Pueden efectuarse análisis de alcance local o muy reducido, pero también de amplitud regional, internacional y hasta mundial. Por ejemplo, la innovación en la disponibilidad y utilización de los recursos hídricos es fundamental para la agricultura en el plano local, pero la escala adecuada para determinar la mejor forma de ordenación de un recurso muchas veces limitado puede ser la planificación regional.
Son muchas las funciones que pueden resultar útiles, más allá de la escala geográfica de un caso determinado. Por ejemplo, pueden estar relacionadas con cuestiones locales (utilización de las explotaciones por el individuo, el hogar y la familia extensa) o no locales (dimensiones nacionales y regionales de las redes de exportación, comercio y comercialización). Algunos procesos, como la transferencia de información sobre la investigación, no se determinan de manera espacial, pero es posible identificar distribuciones en puntos geográficos adecuados para mejorar la ejecución y conseguir una mayor pertinencia.
La dependencia de la escala significa que los cambios en un nivel (por ejemplo, las políticas nacionales) pueden tener efectos directos en escala muy diferente (por ejemplo, en las pequeñas explotaciones individuales o familiares) y viceversa. De la misma manera, el carácter multifuncional puede variar a través del espacio: procesos semejantes pueden producir resultados diversos en distintos lugares. La producción y comercialización de una sola especie puede tener repercusiones muy diferentes en la biodiversidad local en diferentes lugares, según la relación de unas especies con otras del mismo ecosistema, la importancia para las características físicas del terreno, por ejemplo, de una especie arbórea en equilibrio ecológico, etc. Un solo proceso puede tener efectos distintos de diferentes escalas y en diferentes niveles geográficos. Por ejemplo, las plantaciones forestales pueden efectuar al mismo tiempo una contribución positiva a la retención y sustitución de carbono a escala mundial, a la reducción de la erosión en una determinada cuenca hidrográfica y a la producción de leña para uso familiar y comercial. Los sistemas de aprovechamiento de la tierra y las prácticas agrícolas específicas de un lugar, nostálgicas o incluso aparentemente retrógradas, pueden generar ingresos regionales considerables del sector turístico. Un ejemplo de efecto negativo es la utilización de fertilizantes excesivos aguas arriba, lo que reduce la calidad del agua más abajo y contribuye a la eutrofización de los embalses y estuarios.
Así pues, este enfoque tiene en cuenta la distribución geográfica, las relaciones y la escala. Las pautas e interacciones complejas se evalúan a escala local, subregional, nacional, regional e internacional. Este concepto puede aprovechar los progresos conseguidos con técnicas como la zonificación agroecológica, los inventarios de la biodiversidad y la reproducción cartográfica de los sistemas de tenencia, acceso y utilización de la tierra.
El CMFAT tiene también una dimensión temporal. Los conceptos básicos de cambio y continuidad dependen de la evaluación de la transición y la transformación a lo largo del tiempo en forma secuencial y de ciclos. Por ello, es preciso examinar y especificar los horizontes cronológicos para las diferentes funciones y sus repercusiones. La evaluación de los beneficios económicos derivados de los bienes y servicios debe tener claramente en cuenta los aspectos a corto, medio y largo plazo. No obstante, una función puede comprender diferentes espacios de tiempo. Por ejemplo, la agrosilvicultura tiene efectos y beneficios que varían con el tiempo de acuerdo con sus funciones en lo que se refiere a la lucha contra la erosión, la facilitación de la infiltración del agua de lluvia y, por lo tanto, la reposición de la capa freática, el abastecimiento de forraje para los animales domesticados y silvestres, y la fijación de nitrógeno en el suelo. Otro ejemplo: algunas formas de cambio nacional o regional institucionalizado (como la obtención de nuevas variedades mediante la investigación agrícola) se producen a un ritmo mucho más lento que la experimentación y adopción de nuevas técnicas y tecnologías en las explotaciones (por ejemplo, diferentes variedades de semilla, estrategias de cultivo y aprovechamiento de la tierra).
Puede haber otra importante dimensión temporal. Algunos procesos tienen fases distintas que implican un ciclo o secuencia específica durante un período determinado. Los ciclos repetitivos pueden incorporar no obstante aspectos del cambio acumulativo, sea ecológico o social. Las transiciones y transformaciones pueden producir efectos muy diferentes a corto y largo plazo (por ejemplo, los costos de inversión a corto plazo en técnicas de ordenación de la tierra en pequeña escala pueden dar lugar a importantes beneficios económicos y ambientales a largo plazo). El objetivo continúa siendo multiplicar los beneficios tanto a corto como a largo plazo y establecer precedentes para el desarrollo sostenible.
Funciones múltiples pueden generar efectos múltiples. Éstos pueden variar en el tiempo y en el espacio y pueden acusar fuertemente la influencia de una gran variedad de condiciones y factores específicos de cada caso (con frecuencia, locales). Los factores que influyen en los resultados precisos varían también.
El problema es aislar, identificar y explicar los factores que hacen posible (o imposibilitan) determinados procesos y resultados. Los factores que contribuyen a procesos semejantes en diferentes lugares (o momentos) son, entre otros, los sistemas de conocimientos autóctonos, el acceso a tecnologías alternativas, la disponibilidad de mercados eficientes para los insumos y productos, y unas instituciones locales eficientes y eficaces. Todo planteamiento descriptivo debe, por lo tanto, tratar de registrar toda la diversidad de factores, obstáculos e incentivos que contribuyen negativa o positivamente a unos determinados procesos y resultados.
La diversidad de funciones y efectos supone la existencia de ganancias y pérdidas -o, en términos más expresivos, de ganadores y perdedores. La negociación y la toma de decisiones con conocimiento de causa requiere una valoración transparente de las soluciones de compromiso entre varias alternativas. Es difícil poder determinarlas y actuar en consecuencia, ya que para ello se requiere la intervención de partes interesadas con diferente poder y control de los recursos. Si no se llega a resolver los conflictos entre los interesados en distintos niveles y a conseguir un consenso sobre las estrategias y prioridades, la razón principal suele ser la falta de métodos para evaluar y cuantificar las concesiones necesarias, pero también a la falta de instituciones y mecanismos para ponerse de acuerdo sobre las prioridades y conseguir el consenso.
Es preciso contribuir al proceso que permite determinar el valor relativo de las distintas opciones. Quizá sea necesario en algunos casos reconocer que ciertos efectos previstos son más importantes que otros. Estas consideraciones influyen en todos los niveles. Lo mismo los jefes de hogar que las autoridades públicas pueden encontrarse ante dilemas semejantes sobre las diferentes prioridades existentes, por ejemplo, en relación con la seguridad alimentaria, el bienestar social, el medio ambiente y la sostenibilidad de la producción. Muchas veces, el resultado es una decisión sobre las ventajas de una determinada solución de compromiso.
Estas transacciones pueden poseer diferentes dimensiones temporales y espaciales. En lo que se refiere al debate y diálogo sobre políticas, las escalas de evaluación e intervención que podrían resultar relevantes son, entre otras, las siguientes:
Las prácticas concretas pueden tener diferentes efectos en las distintas áreas geográficas. El aumento de la producción de alimentos en una cuenca hidrográfica, por ejemplo, puede llevar al a reducción de la calidad del agua más abajo.
Las prácticas específicas de aprovechamiento de la tierra pueden tener también diferentes efectos a corto y a largo plazo. Para mantener en el suelo minerales o materiales orgánicos valiosos, es posible que la tasa de aumento de la producción alimentaria tenga que ser menor a corto plazo para poder elevarla a la larga.
Las distintas soluciones de compromiso tienen sin duda distintos efectos sociales y ecológicos, y la valoración de los resultados probables puede ser cuantitativa o cualitativa. El establecimiento de los criterios para una cuantificación precisa plantea difíciles interrogantes. A pesar de la disponibilidad de conceptos como el de valoración contingente, la estimación del costo de reposición y el valor de mercado sustitutivo, se reconocen ampliamente las dificultades de atribuir un valor a los recursos ambientales y otras formas de patrimonio nacional. El desafío está en establecer criterios y métodos claros para estimar el valor relativo de las diferentes alternativas y utilizarlos en la identificación, análisis y evaluación de las múltiples funciones de la agricultura y la tierra. No obstante, la importancia económica de las soluciones de compromiso se conoce y valora generalmente cada vez mejor dentro del proceso de toma de decisiones.
Una manera de tener en cuenta las consideraciones relativas a las soluciones de compromiso es considerar especialmente los beneficios que implican consecuencias múltiples (positivas). Este planteamiento permite plantear cuestiones relacionadas con el diferente valor o ponderación de esos beneficios y los cálculos más complicados que se pueden derivar de los escenarios interfuncionales. Los beneficios suelen ser también interrelacionados y codependientes. De hecho, están relacionados con algunos de los principios básicos del desarrollo ambientalmente sostenible (como las hipótesis sobre la posibilidad de integrar los beneficios a corto y largo plazo y de compaginar los imperativos económicos y ambientales), que tratan de corregir lo que se ha calificado de sesgo sistemático hacia la utilización excesiva de recursos ambientales.
La agricultura y la utilización de la tierra están fuertemente influencias por una gran variedad de factores, condiciones e incentivos específicos. Estos factores determinan los efectos y contribución de las diferentes estructuras de utilización de la tierra. Entre los factores habilitadores cabe señalar los conocimientos locales, la tecnología disponible, la eficiencia de los mercados y la existencia de instituciones eficaces.
La estructura y las instituciones sociales se encuentran en el corazón mismo del carácter multifuncional. El cambio se manifiesta fundamentalmente mediante la reorganización del comportamiento colectivo, sea a escala del hogar, de un grupo familiar o del Estado. Los mecanismos para organizar la colaboración y cooperación y resolver los conflictos influyen en el efecto de los desafíos y la innovación en la agricultura y la tierra, y crean diferencias estructurales en las oportunidades con consecuencias directas en la equidad y sostenibilidad. Las transformaciones deseadas de la sociedad afectan sin duda a los sistemas de producción rural y de conservación de los recursos, pero también a la transferencia, presentación y aplicación de los conocimientos.
El nivel y alcance de los diferentes agentes e instituciones, públicos y privados, con fines de lucro o desinteresados, son importantes. Las organizaciones van desde asociaciones de base comunitaria hasta empresas u organismos internacionales. Los órganos en que se puede usar la actuación colectiva comprenden asociaciones movilizadas por un interés común y basadas en la familia, el lugar de residencia o el origen profesional. La importancia de las instituciones está claramente ilustrada en la gran diversidad de ejemplos de los estudios de casos.