Para el lector, este informe puede parecer un catálogo de desastres en vez de éxitos, de problemas en vez de soluciones. En cierto modo pone de manifiesto la situación de la ordenación pesquera hoy día. Sin embargo, la ordenación de la pesca, como hemos indicado, es esencial para que continúe siendo una fuente de beneficios-proporcionando alimentos y lugares de trabajo seguros en las comunidades costeras, así como una contribución importante al bienestar económico. Un motivo fundamental en el tema de este documento ha sido indicar que, al ordenar les pesquerias, los paises desarrollados han cometido y continúan cometiendo errores. En parte esto refleja los problemas del antiguo reégimen oceánico internacional. Los paises en desarrollo, particularmente los que también tienen pesqierías incipientes, pueden encontrar valioso el conocimiento de estos errores en vez de adoptar las prácticas de ordención del mundo desarrollado.Se han catalogando en documento cnicas para controlr el esfuerzo de pesca y sus relativos éxitos, asi como los fracasos más numerosos que pueden servir de guía para mejorar la ordenanción.
El mensaje principal es que no existe una forma única de reglamentar la pesca. Los programas de ordenación que tienen éxito significan una mezcla de instrumentos reglamentarios y de otro tipo. Sin embargo, no es posible encontrar una solución perfecta para todo momento. A medida que se desarraollan las situaciones económicas y sociales, el comportamiento de los recursos ícticos de los océanos varía sin que sea posible hacer previsiones en cierto modo y, en consecuencia, las medidas de ordenación tendrán que ser alteradas con las circunstancias mutables. Por lo tanto, es esencial reconocer que la ordenación debe ser flexible, hay que introducir nuevas medidas para reglamentar el esfuerzo y habrá que abandonar otras. Un plan de ordenación proyectado para durar muncho tiempo ha de fracasar, como sucede cuando no hay ordenación. Esta flexibilidad se verá enormemente facilitada si los pescadores y otros que se dedican a la industria pesquera, pueden participar en el proceso de ordenación. Cuando las medidas son impopulares o no se comprenden son difíciles y costosas de ejecutar.
También es importante reconocer las limitaciones de la ciencia pesquera. Para un futuro previsible, el comportamiento detallado de las poblaciones ícticas será imposible de pronosticar en gran parte, lo cual no quiere decir que la ciencia no tenga utilidad, sino más bien que tiene limitaciones inevitables. Las mismas consideraciones se aplican a la vigilancia. El reconocimiento de estas limitaciones es esencial para una ordenación apropiada. Sin embargo, se pueden hacer otras distinciones útiles y predecir distintos tipos de pesca, por lo cual necesitarán cierto tipo de vigilancia y su ordenación será distinta.
Para determinadas pesquerías es útil que la administración conozca los recursos ícticos y la pesca que sobre ellos se ejerce. En otras situaciones será ciertamente causa de confusión. De la misma manera se puede llegar a la conclusión de que la comprensión económica de la pesca no ha podido identificar appropiadamente el riesgo consiguiente de las pesquerias fluctuantes o imprevisibles. En consecuencia, los problemas económicos creados por las subvenciones y otras ayudas financieras han aumentado la inestabilidad de la pesca, en vez de proyectar programas que puedan afrontar los riesgos, como sucede en los programas agrícolas. Además, parece que la equidad no está claramente specificada y, en realidad, se ha prestado insuficiente atención a los medios de lograr estos cambios de equidad. Por último, debemos añadir que, a juzgar por el tono de la consulta, la utilidad de convocar un foro de diversos especialistas pesqueros es muy pertinente. Dada la frustracción en cuanto a lograr técnicas de ordenación apropiadas, esperamos que los debates contiúen.
En la sección anterior hemos tratado de describir algunos de los principales tipos de pesca, los problemas especiales que plantean y las clases de medidas de ordenación apropiadas.
Estas diferencias de los tipos de recursos se complementan con las diferencias de la structura social y las economías de un pais a otro. Por ello, cada pesquería tendrá una circunstancia especial que exigirá medidas reglamentarias distintas. Lo único cierto es que estas circunstancias cambiarán y se harán necesarias nuevas medidas.
Una de las fuentes más importantes del cambio será el desarrollo pero las acciones frecuentemente discriminadas para estimularlo tienen efectos negativos sobre la ordenación de la pesca. Esto significa que el desarrollo y ordenación de la pesca tendrán más éxito si son globales dentro de un país o dentro de un organismo internacional.