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3. RELACION POR AREAS DE PESCA (contd.)

3.7 AREA 41: ATLANTICO SUDOESTE

MAMIFEROS MARINOS PRESENTES EN EL AREA 41

Eubalaena glacialis Ballena franca
Mermoz (1980) informa del estado de esta ballena en el área 41. Se cree que al menos 120 individuos emigran hacia aguas costeras de Argentina, Uruguay y quizás Brasil, a lugares donde esta especie no ha sido avistada desde hace muchos años. No come peces y no parece probable que haya conflictos con las pesquerías, aunque se sabe de un individuo matado por los pescadores en Brasil en 1972 (IWC. 1977). Frente a la península de Chubut, en Argentina, se ha establecido la primera reserva marítima natural del mundo, para proteger una zona valiosa de reproducción de esta especie en esa región (Goodall y Cameron, 1980).

Caperea marginata Ballena franca pigmea
Esta especie, cuya presencia se ha registrado en las Malvinas (Falkland) (Ross et al., 1975), es poco común y según parece no se alimenta de peces. No hay noticias de interacciones con las pesquerías ni parecen probables.

Balaenoptera physalus Rorcual de aleta
Un número desconocido de rorcuales de aleta, quizás del orden de pocas decenas de millares, transcurre el invierno en aguas del área 41. No es probable que se alimenten en este área y no se han registrado otras interacciones con la pesca.

Balaenoptera musculus Ballena azul
Un número desconocido de estas ballenas (quizás algunos millares, más que algunos centenares)emigran a este área durante el invierno, pero como se cree que durante el invierno ayunan (Mackintosh, 1965) y los niveles de población son bajos, no es probable que haya interacciones con la pesca.

Balaenoptera acutorostrata Ballena enana
Existe una población reproductora frente a la costa de Brasil, que es objeto de caza en grado limitado pero dejará de serlo para 1985. Williamson (1975) describe esa pesquería, que tiene lugar frente al extremo nordeste del Brasil (7°S). Las ballenas enanas se agrupansobre el talud continental, a 50 km de la costa; se capturan unos 1 000 ejemplares alño. Sus estómagos se hallan casi siempre vacíos. No se conoce el volumen de la población de reproductores en este área, pero probablemente es del orden del algunas decenas de millares,como mínimo. No se prevén interacciones entre esta población y las actividades de pesca.

Balaenoptera borealis Rorcual negro
Un número desconocido de estos rorcuales, quizás algunas decenas de millares, transcurren el invierno en el área 41; se produce cierta mezcla entre las poblaciones del sudoeste y sudeste del Atlántico (áreas II y III del Antártico) (Gambell, 1977). Williamson (1975) informa de la captura de algunos rorcuales negros en la pesquería de ballena enana del Brasil en los años cincuenta. No hay interacciones con la pesca, ni parece que sean probables,ya que se alimentan sobre todo de krill en el Antártico (Nemoto, 1959).

Balaenoptera edeni Ballena de Bryde
Gambell (1977) sugiere la posibilidad de que frente al Brasil se encuentre una población costera y otra de media altura de esta especie. La ballena de Bryde tiende a permanecer en aguas más cálidas, pero se sabe muy poco sobre esta especie en este área. Como en otras áreas su dieta incluye algunos peces, es posible que también aquí coma algunas especies de importancia comercial, pero no hay noticias de conflictos por el momento. Se desconoce el volumen de la población, pero podría ser de algunos millares.

Megaptera novaeangliae Ballena jorobada
Frente al nordeste del Brasil hay una zona de reproducción (Mackintosh, 1965); probablementela población en el área 41 no supera en ningún momento los 1 000 animales. Se alimentan sobre todo de crustáceos en latitudes más bajas y hasta el momento no hay noticias de interacciones con la pesca en el área 41.

Tasmacetus shepherdi Picudo de Shepherd
Esta especie se ha registrado sólo una vez en el área 41 (Mead y Payne, 1975) y es muy rara en todo el mundo. El contenido del estómago incluía merluza, serránidos y brotúlidos, grupos todos que comprenden algunas especies comerciales. Las consecuencias del consumo de peces de importancia comercial por parte de esta especie, aparentemente rara, son poco claras. Por un lado, no parece que este mamífero pueda representar una gran amenaza para las pesquerías comerciales, pero, por otro, es imposible prever los efectos que tendría para él la explotación excesiva de una especie concreta de que se alimente.

Berardius arnuxii Picudo de Arnoux
También ésta es una especie rara, de la que se han observado pocos individuos en las islas Malvinas (Falkland) y en Argentina. El contenido del estómago indica que su dieta consiste sobre todo en cefalópodos. No hay noticias de interacciones con la pesca ni son probables por el momento (Goodall, 1977; McCann, 1975).

(Mesoplodon densirostris Mesoplodón de Blainville
No se ha registrado aún la presencia de esta especie en el área 41, pero el hecho de que se hayan producido encallamientos en casi todos los demás mares templados del mundo indica que podría estar presente también en este área. No son de suponer interacciones con la pesca por el momento.)

Mesoplodon layardii Mesoplodón de Layard
Aunque los encallamientos en Nueva Zelandia son relativamente frecuentes, en el área 41 sólo hay noticias de esta especie en las Maivinas (Falkland), Uruguay y Tierra del Fuego (Goodall, 1977; Leatherwood y Reeves, 1983). No son probables interacciones con las actividades de pesca.

Mesoplodon hectori Mesoplodón de Hector
Esta especie, que es uno de los cetáceos menos conocidos, se ha identificado a partir de poquísimos individuos, uno de ellos hallado en Tierra del Fuego (Goodall, 1977). También se ha señalado su presencia en las Islas Malvinas (Falkland) y quizás su distribución sea circumpolar en todas las aguas templadas del hemisferio austral (Leatherwood y Reeves, 1983). No se sabe nada de su historia natural y lo más que se puede hacer es compararlo con otros mesoplodones. No son probables interacciones con la pesca.

Mesoplodon grayi Mesoplodón de Gray
Aunque se producen encallamientos con relativa frecuencia en el hemisferio austral, esta especie se ha registrado sólo en un lugar en el área 41, en la Argentina (Goodall, 1977). No son probables interacciones con las pesquerías.

Ziphius cavirostris Ballena picuda de Cuvier
Se conoce la presencia de esta ballena en el área 41 por encallamientos en Brasil y Argentina (Watson, 1981; Goodall, 1977). Aunque no es rara en el mundo, no parece probable que se produzcan interacciones con la pesca, debido en parte a que vive en aguas profundas.

Hyperoodon planifrons Ballena franca austral
Se han observado ejemplares de esta ballena en el estuario de La Plata, en Argentina, en las islas Malvinas (Falkland) (Watson, 1981) y en Tierra del Fuego (Goodall, 1977). El hecho de que se alimente de calamares y su aparente escasez hacen poco probable que se produzcan interacciones con la pesca.

Physeter macrocephalus Cachalote
Los mapas de Townsend (1935) muestran grandes concentraciones de esta especie en el extremo de la plataforma durante los meses estivos, desde 10°S hasta unos 50°S. No se conoce el estado de la población en el área 41, pero probablemente está gravemente reducida. Quizás no sea irrazonable dar una cifra de menos de 100 000 individuos o alrededor de ese número. No hay noticias de interacciones directas con la pesca, ni parecen probables, a menos que se exploten más intensamente los calamares océanicos.

(Kogia breviceps Cachalote pigmeo
No se han registrado aún encallamientos en el sur del Atlántico, pero parece probable que esta especie pueda encontrarse también en esa zona; de todas maneras, es una especie poco común en todo el mundo. No son probables interacciones con la pesca en la actualidad.)

(Kogia simus Cachalote enano
Tampoco se ha registrado la presencia de esta especie en el sur del Atlántico, pero dado que está distribuida por todo el mundo, en aguas más cálidas, ello se debe probablemente sólo a su escasez general. No son probables interacciones con la pesca por el momento.)

Steno bredanensis
Hay noticias de encallamientos en la Argentina y Brasil (Leatherwood y Reeves, 1983). No se conoce el volumen de la población ni se ha determinado tendencia alguna en su abundancia, pero la escasez general de avistamientos indica que se trata con toda probabilidad de una especie relativamente poco común. No hay noticias de interacciones con la pesca en el área 41, aunque en algunos casos se han capturado accidentalmente cetáceos de esta especie en la pesquería de atún del Pacífico tropical oriental (Alverson, et. al., 1972), por lo que cabe la posibilidad de interacciones con las pesquerías pelágicas.

Sotalia fluviatilis Tucuxi
Aunque son frecuentes los avistamientos en toda su zona de distribución, hay indicios de que esta especie se está haciendo más rara. No se dispone de estimaciones del volumen de la población. Best y da Silva (1984, en prensa) mencionan unos 30 ejemplares que recogierondurante dos años en redes de pescadores de la región central del Amazonas, pero no se conocen los efectos de estas capturas accidentales en la población. Su dieta incluye bagres y crustáceos (Mitchell, 1975).

(Peponocephala electra
Aunque se ha registrado su presencia en el centro del Atlántico (Perrin, 19760, no ha aparecido nunca, según parece, en el área 41. Se supone que es una especie rara y no es probable que haya interacciones con la pesca en la actualidad o en el futuro.)

Pseudorca crassidens Falsa orca
Hershkovitz (1966) informa de la presencia de esta especie desde el Caribe hasta Buenos Aires. No hay noticias de explotación directa o de interacciones con la pesca en el área 41, y tampoco se dispone de indicaciones sobre el volumen de la población.

Orcinus orca Orca
En una estimación reciente del volumen de la población del hemisferio austral hecha por la IWC (Hammond, 1983) se da la cifra de unos 160 000 animales, pero no hay indicación alguna sobre su distribución dentro del área 41. No hay noticias de interacciones con las pesquerías en este área, pero no es posible excluirlas, ya que se trata de una especie predominantemente costera y se han producido ya conflictos en el norte del Atlántico (véase área 27). De hecho, Goodall y Cameron (1980) señalan que en 1978 aparecieron orcas en gran número en el Canal de Beagle y fueron recibidas a tiros. Probablemente tanto los pescadores como otras personas de la zona no ven ya con buenos ojos a esta especie.

Globicephala melaena Calderón
Goodall y Cameron (1980) comunican que en 1972 la marina argentina mató con cargas de profundidad27 animales adultos y 12 animales jóvenes en Tierra del Fuego, creyendo que eran orcas. Aunque son frecuentes los encallamientos, no parece haber noticias de animales enredados en los artes de pesca o de otras interacciones con las pesquerías en este área. No se dispone de estimaciones de la abundancia de ninguna de las poblaciones del hemisferioaustral.

Globicephala macrorhynchus Globicéfalo
No se dispone de estimaciones de la abundancia ni hay noticias de interacciones con la pesca en el área 41; por otra parte, tratándose de una especie pelágica, tampoco es probable que las haya en la actualidad.

Lagenorhynchus obscurus Delfín oscuro
Goodall y cameron (1980) señalan que esta especie se captura en el norte de Argentina en las redes de superficie de malla fina utilizadas para pescar anchoa y caballa durante octubre y noviembre. Dado que se trata de una especie costera que se alimenta sobre todo de anchoa (Leatherwood y Reeves, 1983), es de suponer que se produzcan otras interacciones, aunque no hay datos por el momento. No se dispone tampoco de estimaciones de la abundancia.

Lagenorhynchus Cruciger Delfín cruzado
Watson (1981) Comunica haber visto a estos deflines almientándose de peces relativamente grandes en la superficie, pero no se sabe nada más de sus hábitos alimentarios. Hasta la fecha no hay noticias de interacciones con la pesca, pero no pueden exluirese si se desarrolla la explotción pesquera en las aguas más australes del sur del Atlántico

Lagenorhynchus australis Delfín austral
Se halla sólo en las aguas costeras frías de las Malvinas (Falkland) y desde el extremo austral de América del Sur hasta el Golfo de San Matías en Argentina y en algunas partes de esa zona es común (Leatherwood y Reeves, 1983). Algunos individuos de esta especie se capturan accidentalmente en las pesquerías de róbalo (Eleginops maclovinus) de la Tierra del Fuego (Goodall y Cameron, 1980). El carácter local de la población de esta especie, unido a su hábitat costero, la hace vulnerable a toda eventual expansión de las pesquerías en este área. No hay estimaciones de la población y se sabe poco de su ecología,pero Leatherwood y Reeves (1983) señalan la presencia de individuos que nadaban y se sumergían en lechos de algas, y en el estómago de uno de ellos hallaron pulpos.

Tursiops truncatus Tursón
Esta especie, que prefiere las aguas costeras, está distribuida por todo este área, llegandopor el sur hasta la Patagonia. Hay noticias de capturas en pequeño número en redes de pesca, por ejemplo en la pesquería con redes de enmalle de Micropogon (esciénidos) a lo largo de la costa central de Argentina (Goodall y Cameron, 1980). No se conocen los efectosde esas capturas accidentales. No hay noticias por el momento de otras interacciones, pero podrían hacerse más evidentes.

Grampus griseus Delfín de Risso
No hay estimaciones de la abundancia de delfín de Risso en el área 41 y según parece no existen por el momento interacciones con la pesca en este área. Un eventual desarrollo de la pesquería de camarón de media altura podría quizás modificar la situación.

Stenella longirostris Delfín hilador
Perrin et al. (1981) han señalado su presencia en el sur del Brasil, pero no se dispone de estimaciones del volumen de la población en el área 41. Esta especie tiende a habitar en aguas más profundas, pero puede hallarse también cerca de la costa. No se sabe de interacciones con la pesca en este área.

Stenella coeruleoalba Delfín rayado

No se dispone de información sobre el volumen de la población o sobre los hábitos alimentarios de esta especie en este área, y no hay noticias tampoco de interacciones con las actividades pesqueras.

Stenella spp. Delfín moteado

También en este caso las observaciones de esta especie en este área son relativamente pocas y hasta la fecha no se han registrado interacciones con la pesca; S. attenuata es, según parece, la especie más afectada por capturas accidentales en la pesquería de rabil del Pacífico y, al igual que las demás especies de Stenella, podría ser causa de conflictos si se desarrollaran pesquerías pelágicas en gran escala en el área 41.

Delphinus delphis Delfín común
Se trata de una especie común en todas las aguas cálidas del mundo, pero no se dispone de estimaciones del volumen de la población en este área ni parece haber tampoco datos sobre su alimentación. Hasta la fecha no se han registrado interacciones con las actividades de pesca.

Lissodelphis peronii Delfín franco austral
Se sabe muy poco de esta especie, que se halla sobre todo en aguas frías de media altura. No parece haber muchas probabilidades de interacciones importantes con la pesca.

Cephalorhynchus eutropia Delfín negro
Se trata de una especie relativamente rara, cuya zona principal de distribución se halla a lo largo de la costa chilena pero que se encuentra también (Goodall, 1977) en el área 41 en torno a la Tierra del Fuego. Leatherwood y Reeves (1983) indican que no se concoce su dieta. Se sabe que algunos animales quedan capturados en redes de pesca y se utilizan como cebo en las trampas para cangrejos (Goodall y Cameron, 1980), cosa que quizás tenga algún efecto en la población. No se dispone de datos sobre el volumen de ésta ni sobre la importancia de las capturas accidentales.

Cephalorhynchus commersonii Delfín de Commerson
Se sabe que esta especie se captura en aguas de Argentina, accidentalmente en redes de enmalle y de enredar en las pesquerías de Eleginops (róbalo patagónico) y Lithodes (centolla) y también deliberadamente para cebar las trampas cangrejeras y para consumo humano; es posible que de esa manera se capturen hasta 200 ejemplares al año (Goodall y Cameron, 1980). No se sabe los efectos que ello tiene en la población, pero podrían ser importantes. Leatherwood y Reeves (1983) añaden que su dieta puede incluir calamares, sepias, krill, cangrejos, camarones y peces pequeños, como sardina, pejerrey y anchoa.

Phocoena spinipinnis Marsopa de Burmeister
Brownell y Praderi (1982) informan sobre esta especie. No se sabe nada sobre el volumen o el estado de la población, pero según parece es presa frecuente en las redes de los pescadores en toda su área de distribución. Brownell y Praderi señalan la captura de cuatro animales en la pesquería de tiburones con redes de enmalle de Uruguay a lo largo de un año y Godall y Cameron (1980) mencionan otro animal capturado en artes de enredar utilizados en Tierra del Fuego (Argentina) para la pesca de límulos antes de que se prohibiera su empleo. Brownell y Praderi hallaron Merluccius hubbsi y Pagrus sedecim en el estómago de un ejemplar, y sostienen que éste es uno de los cetáceos menores costeros más abundantes en este área. Los efectos de estas capturas accidentales no son claros y tampoco se sabe con certeza si esta especie se alimenta de peces comerciales, pero Brownell y Praderi sugieren que está muy sobreexplotada, al menos en el área 87.

Phocoena dioptrica Marsopa de anteojos
No se sabe nada de su alimentación o del volumen de la población, pero se han registrado menos de 20 ejemplares (Brownell, 1975a, 1976). De todas formas, se han capturado algunos animales en artes de enredar argentinos (Goodall y Cameron, 1980) y, al igual que p. spinipinnis, quizás sea más común de lo que parece a primera vista.

Inia geoffrensis Boutu
Esta especie es relativamente común en el río Amazonas y hasta hace poco estaba protegida en cierto modo por las creencias superticiosas de la población local. Watson (1981) indica que en algunas áreas del Amazonas esta especie ayuda a los pescadores respondiendo a sus llamadas y empujando a los peces desde aguas más profundas hacia las redes de cerco. Ribeiro (1943, citado en Mitchell, 1975a) indica que en ciertas áreas se capturan algunos animales de esa especie para obtener aceite. Más recientemente se ha desarrollado una pesquería de animales vivos y los colonos matan cada vez más animales a tiros. Se producen también algunas capturas accidentales de esta especie en las pesquerías de bagre con redes de enmalle y de cerco (IWC, 1977); los datos disponsibles son todavía pocos, pero Best y Da Silva (1984, en prensa) recogieron más de 20 ejemplares durante un año y medio en redes de pescadores del centro de Amazonas. No se conocen los efectos de estas capturas en la población.

Pontoporia blainvillei Franciscana
No se conoce el volumen de la población, pero se cree que esta especie es bastante común. En muestras de estómagos se han hallado unas 19 especies, sobre todo de peces, con predominio de pocas de ellas, en particular Engraulis anchoita, Cynoscion striatus, Trachurus lathami y Polyclenmus brasiliensis. Las capturas accidentales en redes tiburoneras han sido frecuentes, con un total de 600 a 2 000 ejemplares al año. Ello puede haber repercutido en el volumen de la población, aunque en los últimos tiempos estas pesquerías de tiburones han ido en disminución (Brownell, 1975; Fitch y Brownell, 1971). La proximidad de esta especie a zonas costeras donde se p actica la pesca hará inevitable, probablemente, alguna forma de interacción con los pescadores.

Otaria flavescens León marino de América del Sur
Se cree que el volumen de la población en el área 41 es de unos 230 000 animales. La reproducción tiene lugar en las islas de la costa del Atlántico. Estos animales parecen mantenerse en contacto con la tierra firme durante todo el año, alimentándose en aguas poco profundas, con frecuencia a menos de 5 kilómetros de la costa. Sin embargo, se han encontrado individuos mucho más adentrados en el mar. El contenido del estómago varía según las zonas, pero incluye Sebastodes oculatus, Clupea bentinckii, Merluccius gayii, varios crustáceos, moluscos y aves, sobre todo pingüinos. Los europeos han explotado esta población desde 1520 aproximadamente y Uruguay y Chile se dedican aún a la caza comercial de esta especie (véase área 87), matando todos los años varios millares de individuos. Además, la explotación clandestina y la acción de los pescadores suponen más muertes aún. Se sabe que animales de esta especie perecen ahogados en las redes y causan daños a los artes de pesca, en particular a los trasmallos colocados cerca de la costa, pero no se han cuantificado los daños sufridos por las redes ni por los leones marinos. Estos animales han aprendido además a seguir a las embarcaciones, interfiriendo con las redes, especialmente de cerco, y hurtando peces en las pesquerías de anzuelo y línea. Se cree que el hábitat de esta especie es más costero que el del lobo marino de dos pelos (Vaz-Ferreira, 1979, 1981, 1982).

Arctocephalus australis Lobo marino de dos pelos de América del Sur
La población del área 41 está distribuida al sur de Sao Paolo, en Brasil, y se reproduce en islas situadas a cierta distancia de la costa, incluidas las Malvinas (Falkland). Se cree que en la actualidad la población es estable o está disminuyendo, aunque la de Uruguay ha aumentado en este siglo, después de haber sido explotada intensamente, y es actualmente más estable. A diferencia de los leones marinos, estos fócidos se alimentan a mayor distancia de la costa y, por tanto, son menos evidentes cerca de ella, excepto en la temporada de cría. Entre sus alimentos figuran varios peces, sobre todo Engraulis anchoita, Trachurus lathami, Cynoscion striatus, Pneumatophorous japonicus, Peprilus spp., así como cefalópodos, bivalvos y gasterópodos. Además de la explotación regulada comercialmente existe una cacería clandestina. En Uruguay subsiste una de las cacerías reguladas de focas más antiguas del mundo, que se remonta a principios del siglo XVI. Hoy día se obtienen anualmente unas 10 000 pieles. Estos lobos marinos perecen también accidentalmente en redes de pesca, en particular de cerco, y aunque no siguen a los pesqueros, como hacen sus parientes de Sudáfrica, penetran en redes de arrastre de cerco y de arrastre en alta mar. No se dispone de datos cuantitativos de esas capturas, ni hay estimaciones del volumen de toda la población, pero la del grupo de Uruguay se estimó en 252 000 animales en 1972 y la de los grupos de Argentina y las Malvinas (Falkland) podría ascender a 20 000 (Vaz-Ferreira, 1979a, 1982a).

Mironga leonina Elefante marino del sur
Existen varias pequeñas zonas de reproducción en la costa de Argentina y en las Malvinas (Falkland); en estómagos observados (Laws, 1979) se han identificado peces y calamares, pero no hay noticias aún de conflictos con la pesca.

Leptonychotes weddelli Foca de Weddell
Se trata de una especie antártica, aunque ocasionalmente se han avistado en el área 41 algunos animales que se habían desplazado hacia el norte (DeMaster, 1979). No son probables interacciones con la pesca.

Trichechus inunguis
Esta especie, que según parece se halla sólo en la cuenca del Amazonas, se alimenta exclusivamente de plantas, pero su número se ha reducido dramáticamente en toda su zona de distribución a consecuencia de la caza, aunque si actualmente, al menos en Brasil, está prohibida. Es posible que un número importante de animales se capturen accidentalmente en redes de enmalle en todo ese sistema fluvial (FAO, 1978, UICN, 1981).

De las 47 especies de mamíferos, aproximadamente, presentes en esta zona, muchas tienen posibilidades de interaccionar con las pesquerías o interaccionan de hecho con ellas, a pesar de lo cual ésta es una de las zonas del mundo sobre la que menos documentación existe. Siete especies de ballenas mysticetas probablemente no se alimentan en medida importante en estas aguas y al menos otras 13 especies se alimentan con toda probabilidad casi exclusivamente de calamares. Dejando de lado los problemas que podría plantear el desarrollo de una pesquería de calamares, hay 17 especies que se sabe comen especies comerciales o es probable que lo hagan. En esta zona se encuentran en número particularmente abundante pequeños cetáceos neríticos, como delfín oscuro, delfín austral, delfín de Commerson, delfín negro, tursón, marsopa de anteojos, marsopa de Burmeister, franciscana, boutu y tucuxi. Muchos de ellos se capturan con frecuencia en todo este área, lo que podría tener ya graves efectos en la dinámica de la población de varias de ellas, pero los datos disponibles son muy pocos. El estudio de Goodall y Cameron (1980) es el único que afronta este problema concreto.

En la actualidad, las poblaciones de peces sobreexplotadas son pocas y es posible que las interacciones biológicas sean pequeñas, pero la situación, de todos modos, es poco clara.

POBLACIONES DE PECES DEL AREA 41

RECURSOS ICTICOS DEMERSALES

En el Atlas de los Recursos Vivos del Mar (FAO, 1981), el rendimiento potencial total de las especies demersales de este área se calcula en unos 2,5 millones de toneladas. En 1980, las capturas demersales totales en el área 41 fueron inferiores a 750 000 toneladas, procedentes en su mayoría de unas cuatro o cinco especies, una de las cuales, Merluccius hubbsi, representa aproximadamente la mitad de la producción total.

MERLUCCIDAE

Merluccius hubbsi Merluza argentina
Es la especie comercial más abundante entre los 34° y los 44° de latitud sur. Su longitud media va de 38 a 45 cm. Se halla por debajo de 100 m en el talud de la plataforma continental. Al sur de los 47°S la sustituye Merluccius polylepis. Aunque en 1980 se capturaron sólo 370 000 toneladas, principalmente por arrastreros de fondo de Argentina, Uruguay y Brasil, se trata de una cifra que, de todas maneras, es superior al rendimiento de cualquier otra especie en este área. Se sabe que varios mamíferos se alimentan de esta especie de merluza.

GADIDAE

Micromesistius australis Polaca austral
Esta especie, junto con Macruronus magellanicus, constituye el grupo numéricamente dominante entre los 45° y los 55°S. M. australis tiene una longitud media de 48–56 cm y se encuentra en concentraciones mayores entre 44° y 52°S. Tiende a hallarse en el talud de la plataforma continental, a profundidades de 150 a 500 metros. M. magellanicus vive en aguas menos profundas y sus mayores concentraciones se encuentran entre 46° y 54°S. La CARPAS estimó en 1971 el rendimiento potencial de estas dos especies en 1,3 millones de toneladas aproximadamente, atribuyendo un 60–70 por ciento a M. australis. En 1971 las capturas de estas dos especies fueron insignificantes, pero en 1980 se capturaron 78 000 toneladas de M. australis y 7 000 de M. magellanicus, casi todas ellas por barcos de la URSS y Polonia. Las capturas accidentales comunicadas en las pesquerías de media altura son pocas o ninguna.

SCIAENIDAE

Al menos seis especies tienen importancia comercial. Viven en aguas poco profundas y más cerca de la costa que las especies anteriores, hasta profundidades de sólo 50 metros, y prefieren los fondos cenagosos.

Micropogon spp. Corvinones
Se pescan a lo largo de las tres costas del área 41. Se cree que el rendimiento potencial de estas especies es de unas 80 000 toneladas y probablemente están ya plenamente explotadas.

Cynoscion striatus Corvinata pescadilla
Esta especie se halla a lo largo de la costa de América del Sur, desde el centro del Brasil hasta 42°S, pero sólo se explota al sur de 30°S, sobre todo por parte de Uruguay y Argentina. Las capturas son ahora mucho más bajas que a finales de los años sesenta, dado que, según parece, esta población se ha explotado en exceso. En 1980 las capturas totales fueron de 25 000 toneladas. En Brasil se pesca otra especie del mismo género, con capturas de 42 000 toneladas en 1980. Se ha identificado la presencia de esta especie en el estómago de Arctocephalus australis.

Micropogonias undulatus Corvinón brasileño
No hay estimaciones de la abundancia inicial ni del rendimiento potencial de esta población, pero en 1980 se capturaron 113 000 toneladas, lo que hace de ella una de las tres o cuatro principales, en términos de rendimiento, en el área 41. Se cree que la población está de moderada a plenamente explotada. Junto con la especie anterior y el mero sureño (A. brasilianus) constituye la mayor parte de las capturas del Uruguay.

Macrodon ancylodon Pescadilla real
Se halla concentrada sobre todo en la costa sur del Brasil y a lo largo de la costa océanica del Uruguay. El rendimiento potencial anual de esta especie se estima en unas 80 000 toneladas, pero las capturas actuales son del orden de 1 200.

SERRANIDAE

Acanthistus brasilianus Mero sureño
Es una de las especies más importantes para la industria pesquera del Uruguay, en términos del peso desembarcado. En 1980 se capturaron 12 690 toneladas de esta especie. Se descargaron además otras 5 000 toneladas de mero.

SPARIDAE

Pagrus pagrus Besugo
Esta especie se halla sobre todo entre 35° y 41°S, a profundidades de menos de 50 m o a no más de unas 60 millas de la costa. Parece preferir las zonas de fondo duro. No hay indicaciones de su rendimiento potencial, pero en la actualidad se capturan unas 15 000 toneladas al año.

LUTJANIDAE

Lutjanus purpureus Pargo colorado
Esta población, que se halla principalmente a lo largo de la plataforma continental del nordeste del Brasil, está en buena parte subexplotada; el rendimiento potencial se estima en unas 5 000 toneladas y las capturas son actualmente de unas 1 200 toneladas.

ARIIDAE

Los bagres marinos se consideran de ordinario como un grupo en las estadísticas de capturas. En términos de biomasa, representan uno de los principales grupos capturados, con un total de 14 000 toneladas descargadas en 1980, todas ellas en Brazil. Parecen abundar sobre en el estuario del Amazonas, en fondos cenagosos, pero no se han hecho estimaciones del rendimiento potencial.

OPHIDIIDAE

Genypterus spp. Congribadejos
Con una distribución similar a la de la merluza, esta especie se halla por debajo de 100 m al sur de 35°S y por debajo de 200 m al sur de 41°. No hay indicaciones del rendimiento potencial, pero en 1980 se descargaron en total 6 722 toneladas, sobre todo en Argentina.

CHAELODACTYLIDAE

Chaelodactylus bergi Castañeta
Esta especie, que se halla a mitad del talud de la plataforma continental, especialmente en el sur, produce unas 2 000 toneladas al año, sobre todo en Argentina. No hay indicaciones del rendimiento potencial.

PERCOPHIDIDAE

Percophis brasiliensis Pez palo
Se halla entre 50 y 100 m en el sur del Brasil, en el Uruguay y en el norte de Argentina. Esta población produce unas 2 500 toneladas al año, pero tampoco en este caso hay indicaciones de su potencial.

NOTOTHENIDAE

No se dispone de indicaciones sobre el potencial de estos recursos, que se hallan en la parte sur del área 41, pero algunas flotas extranjeras, en particular de Polonia, capturan actualmente unas 7 000 toneladas al año.

ELASMOBRANQUIOS

En este grupo, del que se descargan unas 20 000 toneladas al año, figuran tiburones, mielgas, quimeras y rayas. No se conoce el potencial total. Al menos en dos de estas pesquerías, que son costeras, se producen algunas capturas accidentales de mamíferos marinos.

“Peces marinos diversos” Este grupo ocupa el cuarto lugar en las capturas, con 111 000 toneladas registradas en 1980, casi todas ellas en Brasil. No hay indicaciones sobre la naturaleza de estas capturas ni de la pesquería.

RECURSOS ICTICOS PELAGICOS

No se conoce el potencial total de los recursos pelágicos del área 41, pero quizás sea considerablemente superior a 2 millones de toneladas al año, si se tienen en cuenta las poblaciones de calamares. Sólo la anchoa podría producir en este área un millón de toneladas, pero el rendimiento total de especies pelágicas en 1980 fue poco superior a 300 000 toneladas.

CLUPEIDAE

Sardinella brasiliensis Sardinela brasileña
Las capturas de esta población, que se halla a lo largo de la costa del Brasil, entre 23° y 27°A, han ido aumentando continuamente desde los años sesenta. En 1971 se pescaron 110 000 toneladas, en 1977 165 000 y en 1980 la captura llegó a 210 000 toneladas. Probablemente hoy día esta población estáa ya plenamente explotada.

Sprattus fuegensis Espadín fueguino
Se trata de una población muy grande, extendida por la plataforma continental frente a Patagonia y alrededor de las Malvinas (Falkland), que está aún inexplotada en la actualidad. No se han hecho estimaciones del rendimiento potencial de esta población, pero probablemente es de varios centenares de millares de toneladas al año, como mínimo.

ENGRAULIDAE

Engraulis anchoita Anchoita
Esta especie está distribuida por la plataforma continental, desde unos 33°S a unos 45°S y se halla solamente en los 50 m de la capa superior. Las concentraciones más importantes de esta población se encuentran entre 35° y 41°S. El volumen de la población original ha sido estimado por la CARPAS en unos 3 millones de toneladas y la tasa de mortalidad total (Z) en 0,85 aproximadamente; la mortalidad por pesca es muy baja, por la que es posible que esa cifra se aproxime también a la tasa de mortalidad natural (M). En el Atlas de los Recursos Marinos Vivos (FAO, 1981) el rendimiento potencial se estima en un millón de toneladas. Casi todas las capturas actuales (entre 10 000 y 20 000 toneladas) se deben a la industria argentina de harina de pescado. Se ha hallado esta especie en estómagos de Arctocephalus australis.

POMATOMIDAE

Pomatomus saltatris Anchova de banco
Se halla en aguas costeras del Brasil y Uruguay, desde la desembocadura del río de La Plata hasta el norte del Brasil (aproximadamente 8°N). Es una especie depredadora muy voraz, cuya producción es de unas 10 000 toneladas al año. No hay indicaciones de su potencial ni de la intensidad de la explotación actual.

MUGILIDAE

Las lisas tienen importancia en algunas partesdel Brasil y anualmente se capturan entre 17 000 y 35 000 toneladas. No se pescan en cantidades importantes en otras partes y no hay indicaciones de su rendimiento potencial.

SCOMBRIDAE

Sarda sarda Bonito atlántico
Su distribución comprende dos áreas principales, situadas respectivamente al sur y al norte del estuario del río de La Plata: esta última es zona de reproducción y la primera de alimentación. Las capturas se hacen sobre todo en las zonas de alimentación durante el verano. En 1980 las capturas fueron de 2 600 toneladas, correspondientes todas ellas a Argentina. A principios de los años setenta Brasil obtenía unas 1 000 toneladas, pero la pesquería parece haberse interrumpido. No se dispone de estimaciones del volumen de la población ni de su rendimiento potencial. Goodall y Cameron (1980) sugieren que algunos delfines o marsopas pueden quedar apresados en las redes de cerco caladas para el bonito en Argentina.

Scomber japonicus Estornino
Anualmente se capturan unas 9 000 toneladas de estornino, sobre todo en Brasil. No hay indicaciones del potencial de esta población ni del método de pesca utilizado en Brasil. Goodall y Cameron (1980) mencionan sin embargo la captura accidental de un número indefinido de delfines (probablemente sobre todo Lagenorhynchus obscurus) en las redes de arrastre de superficie de malla fina utilizadas frente a la costa norte de Argentina para la pesca de esta especie en febrero.

Túnidos
Thunnus atlanticus Atún de aleta negra
Esta especie tiene hábitos costeros y se halla a lo largo del borde de la plataforma, frente a la costa del nordeste del Brasil, entre 4° y 6°S, con otra concentración en torno a 13°S. No hay estimaciones del rendimiento potencial, pero como tampoco hay noticias de que se pesque esta especie, probablemente está subexplotada.

Las cuatro especies restantes se encuentran en dos amplias zonas del sudoeste del Atlántico (FAO, 1981): una vasta zona situada frente al extremo nordeste de Brasil, desde 5°N a 10° o 12°S, que penetra en el Atlántico hasta unos 20°W, y una zona menor, que va desde 18° a 26°S, aproximadamente, siguiendo una franja a lo largo de la costa brasileña y a buena distancia de ésta. Dichas especies son:

Thunnus alalunga Atún blanco
Las capturas en 1980 fueron de unas 8 000 toneladas, de las cuales unas 1 000 correspondieron al Brasil y el resto a flotas “extranjeras”.

Thunnus obesus Patudo
En 1980 se capturaron 1 141 toneladas, todas ellas por barcos extranjeros.

Thunnus albacares Rabil
Capturas de 2 661 toneladas en 1980, correspondientes la mayor parte de ellas al Brasil.

Katsuwonus pelamis Listado
La producción fue de unas 3 000 toneladas en 1980, dos tercios de ella en el Brasil.

CARANGIDAE

Seriola spp. Peces limón
Existe una pequeña pesquería en Argentina, del orden de 200 toneladas al año, pero también Uruguay, según parece, está incrementando la explotación de Seriola. Se trata del mismo género de peces que determinó el conflicto con los delfines en la Isla de Iki, aunque en aquél caso la causa fue sobre todo el uso de anzuelos y líneas (véase área 61).

RECURSOS INVERTEBRADOS

CEPHALOPODA

No se conoce el potencial total de estos recursos, pero se cree que la biomasa es superior a 3 millones de toneladas. Actualmente se capturan unas 30 000 toneladas, de las cuales dos tercios son Loligonidae y Ommastrephidae. La pesquería ha experimentado una enorme expansión durante los últimos cuatro o cinco años y probablemente seguirá haciéndolo. Las concentraciones mayores conocidas actualmente se hallan en el borde de la plataforma continental, frente al estuario del río de La Plata, y en la plataforma patagónica, en torno a los 45°S.

PESQUERIAS DEL AREA 41

De los tres países con costas en este área, Brasil es el de mayores capturas registradas, con unas 850 000 toneladas en 1980. De ese total, más de 130 000 toneladas corresponden a peces de agua dulce, sobre todo Characinidae y bagres del Amazonas, que se capturan con redes de enmalle y de cerco, en las que quedan apresados accidentalmente Inia geoffrensis y Sotalia fluvescens, en número desconocido.

Se capturan también más de 200 000 toneladas de sardinas, probablemente con artes de arrastre de superficie o redes de cerco. Esta pesca se practica en el sur del país, en aguas costeras, y es posible que haya algunas interacciones con mamíferos marinos en ese área, aunque, según parece, no existe documentación alguna. A diferencia de su pariente de sudáfrica, el lobo marino de dos pelos no parece seguir a las embarcaciones sardineras, pero ello no excluye que puedan surgir algunos conflictos.

El volumen relativamente grande de las capturas de bagre marino y de otras especies costeras localmente importantes, como la lisa, sugiere que la pesca artesanal puede desempeñar una función importante en la pesquería brasileña, por lo que es de suponer que las interacciones con los mamíferos marinos serán más frecuentes de lo que serían si la principal actividad pesquera fuera el arrastre de focado.

Brasil obtiene además más de 100 000 toneladas de peces diversos, pero no se dispone de detalles sobre los métodos de captura ni hay noticias de interacciones con los mamíferos marinos. En Brasil, de todas formas, se capturan anualmente unas 900 ballenas enanas y algunos cachalotes.

Las capturas anuales de Uruguay son de unas 120 000 toneladas, principalmente de peces marinos. La flota pesquera del país está compuesta en buena parte, según parece, de embarcaciones industriales, sobre todo arrastreros, que se dedican a la pesca de dos especies de esciénidos en el centro de la plataforma y de mero sureño (Acanthistus). De ordinario, estos tipos de actividades no suelen entrañar interacciones con los mamíferos marinos.

Hay también, sin embargo, varias pesquerías que operan en el estuario del Río de la Plata en menor escala. Entre ellas figura la pesquería de tiburones con redes de enmalle, en la que se capturan anualmente varios centenares de Pontoporia blainvillei. Hoy día, esta pesquería, que se hacía desde tierra, está siendo sustituida por otra que utiliza embarcaciones, con lo que quizás se reduzcan las capturas accidentales de Pontoporia y otros delfines.

En Uruguay se capturan también anualmente 9 000 ó 10 000 lobos marinos de dos pelos, pero a pesar de que centenares de millares de estos animales se reproducen en las islas situadas frente a la costa, los conflictos con las actividades pesqueras parecen ser relativamente pocos.

Las capturas de Argentina ascendieron en 1981 a unas 350 000 lo que representa una disminución respecto de las 560 000 toneladas de 1979, aunque recientemente las, capturas del país han tendido en general a aumentar. Goodall y Cameron (1980) afirman que la “industria pesquera se está desarrollando rápidamente en Argentina, con apoyo del Gobierno, y en los próximos años aumentará la pesca de altura con barcos grandes. No es probable, en cambio, que aumente la pesca costera”. Como señalan también los mismos autores, es en las pesquerías costeras donde más probablemente pueden resultar muertos mamíferos marinos y son también esas pesquerías las que más a menudo tienen que afrontar la competencia de esos animales. La probabilidad de que se produzcan conflictos en alta mar aumenta cuando una población se explota internsamente, dado que ello repercute en la alimentación de las poblaciones de mamíferos marinos, pero interacciones de ese tipo no son probables en esta región por el momento.

En las pesquerías de bajura se extrae merluza, eperlano, anchoa, mero y quimeras, a lo largo de la costa del Mar del Plata. En este área, durante las faenas de pesca de anchoa y caballa con redes de arrastre de superficie de malla fina se capturan también algunos delfines. Existe además una pesquería de bonito con redes de cerco de jareta en la que en el pasado se han apresado delfines. En la pesquería de Micropogon con redes de enmalle, en el estuario del Río de la Plata, se capturan también ocasionalmente algunos delfines, que a veces se destinan a consumo humano. Es posible asimismo que en la pesquería de róbalo patagónico con redes de enmalle, en la provincia de Santa Cruz, se capturen también algunos delfines Cephalorhynchus commersonii, quizás en número de hasta 100. En la Tierra del Fuego existen pesquerías de Eleginops y Lithodes basadas en tierra. Hasta 1976 ambas especies se capturaban utilizando redes largas de enredar, en las que solían quedar apresadas al menos cuatro especies de cetáceos menores. Desde 1976 se ha prohibido el uso de esas redes en la pesquería de Lithodes y sólo se utilizan trampas. Se emplean aún redes de enredar para la captura de Eleginops y en ellas quedan todavía apresados incidentalmente P. spinipinnis, P. dioptrica, C. commersonii, y L. australis.

Se sabe que los leones marinos y los lobos marinos de dos pelos penetran en las redes de cerco para comer peces pelágicos y en las redes de los pequeños arrastreros. Es probable que ello ocurra también, en cierta medida, en Uruguay y Brasil.

RESUMEN DE LAS INTERACCIONES ENTRE LOS MAMIFEROS MARINOS Y LAS ACTIVIDADES PESQUERAS EN EL AREA 41

Interacciones operacionales

  1. En las pesquerías de agua dulce del Brasil con redes enmalle y redes de cerco se capturan Inia y Sotalia en número desconocido. Algunos de esos animales se capturan también deliberadamente para obtener alimentos, y parece ser que a medida que la población humana de la zona amazónica va en aumento estos problemas se agravan.

  2. La pesquería de tiburones del Uruguay produce varios centenares de Pontoporia al año como captura accidental. Se sabe que en esas redes quedan también apresadas otras especies, en particular Otaria y Arctocephalus australis. No se conoce el estado de la población de Pontoporia, pero, dado el volumen de las capturas accidentales, podrían haber afectado significativamente a la población. Las poblaciones de Otaria y Arctocephalus no han resultado probablemente afectadas, ya que las capturas son menores y las poblaciones más abundantes. Este problema podría reducirse si disminuyera la pesca de tiburones desde la costa y se hiciera con embarcaciones en alta mar, donde Pontoporia es menos numerosa.

  3. A lo largo de la costa argentina se capturan accidentalmente varias especies de cetáceos en pesquerías de diversas especies, en particular de bonito con artes de cerco, de caballa y anchoa con artes de arrastre pelágico, y de esciénidos y róbalo patagónico con redes de enmalle. Entre las especies así capturadas figuran Pontoporia, Phocoena dioptrica y P. spinipinnis, Lagenorhynchus obscurus y L. australis, Cephalorhynchus commersonii y quizás Tursiops y Stenella spp. No se conoce el número capturado de animales de esas especies, pero probablemente es pequeño. Como, por otro lado, no parece que esas pesquerías costeras vayan en expansión, no es de esperar que aumenten las interacciones, a menos que la abundancia de esos peces o de los delfines varíe de forma notable.

  4. En la Tierra del Fuego algunos cetáceos menores quedan apresados en las pesquerías con artes de enredar. Goodall y Cameron (1980) indican que entre 1975 y 1979 unos 100 animales (P. spinipinnis, P. dioptrica, C. commersonii y L. australis) quedaron apresados en redes destinadas a la captura de cangrejos y róbalos. De esa cifra, casi tres cuartos correspondieron a C. commersonii y es posible que las cifras reales hayan sido considerablemente mayores. Desde 1976 se prohibió el uso de esas redes para la pesca de cangrejos, pero al menos en una ocasión los pescadores han arponado delfines para cebar las nasas cangrejeras que han sustituido a las redes, aunque ello es ilegal en la Argentina. El número de animales muertos de esta forma debería haber disminuido en 1976, pero no se dispone de datos completos.

No hay información sobre la amplitud de los daños que los mamíferos marinos causan a los artes en el área 41, ni sobre los dañnos que sufren las capturas. Dado que la mayoría de las interacciones operacionales parecen consistir en ahogamientos accidentales, es posible que los daños a las capturas sean mínimos. Probablemente, sin embargo, las redes sufren algunos daños cuando un mamífero marino queda enredado en ellas.

Interacciones biológicas

No hay casos documentados, en este área, de mamíferos marinos que se hayan visto privados de alimentos debido a una explotación pesquera intensiva, probablemente porque son pocas las poblaciones así explotadas. Se sabe de un caso en que los pescadores del Mar del Plata, en Argentina, se alarmaron ante el gran número de delfines avistados en la zona. Según Goodall y Cameron (1980), supusieron que asustaban a los bancos de caballa y pidieron a la marina que acabara con ellos. Los científicos argentinos, sin embargo, salieron en defensa de los delfines y la marina no intervino. Es posible, de todas maneras, que en este incidente u otros similares hayan resultado muertos algunos delfines. En general, parece que la abundancia de peces en este área hace escasa la probabilidad de que los pescadores se vean privados de presas a causa del número excesivo de mamíferos marinos. Pocas de las especies capturadas comercialmente han sido halladas en estómagos de mamíferos marinos, pero quizás se deba simplemente a la escasez de datos.

3.8 AREA 47: ATLANTICO SUDESTE

MAMIFEROS MARINOS PRESENTES EN EL AREA 47

Eubalaena glacialis Ballena franca
Los mapas balleneros de Townsend (1935) muestran que se hallaban grandes concentraciones de esta ballena entre 30° y 40°S, al oeste del Cabo de Buena Esperanza. Otra zona menor de concentración, la de Bahía de Woolwich, se hallaba frente a la costa de Namibia, y constituía quizás un área de reproducción. En el informe del seminario de la IWC sobre la ballena franca (1983) se indica que la población de Sudáfrica era quizás en 1980–82 de 478–614 ballenas. Esta especie no come peces (Tomilin, 1967), pero su apresamiento en artes costeros de pesca puede constituir un problema, y se sabe ya al menos de un caso (Informe del seminario sobre la ballena franca, IWC, 1983).

Caperea marginata Ballena franca pigmea
Ross et al. (1975) hallaron que hasta 1975 se habían registrado 71 individuos de esta especie y no parece haber otras indicaciones del volumen posible de la población. Best (1977) menciona la captura accidental de tres animales en redes de playa dedicadas a la pesca de lisa, pero añade que probablemente esa forma de pesca no se practica ya. Ross et al. citan también la captura accidental de dos individuos en redes de playa. Se cree que se alimentan sobre todo de cefalópodos (Ivashin et al., 1972) y no son probables otras interacciones con la pesca.

Balaenoptera physalus Rorcual de aleta
Se sabe que esta especie emigra en invierno de las aguas del Antártico hacia las costas de Sudáfrica y Namibia para reproducirse (Tomilin, 1967). Best (1967) halló que un 36 por ciento de los rorcuales de aleta presentes en las zonas de caza de Sudáfrica estaban alimentándose y que el 94 por ciento de su dieta consistía en eufausiáceos y el resto en copépodos y anfípodos. No se hallaron peces. No hay indicaciones claras del número de estos cetáceos presentes en el área 47, pero probablemente es de pocas decenas de millares.

Balaenoptera musculus Ballena azul
También la ballena azul abandona las aguas del Antártico y emigra hacia el área 47 para reproducirse, pero tampoco en este caso se conoce su número, que probablemente es del orden de algunos centenares o pocos millares. Las ballenas azules no consumen peces en el hemisferio austral ni se alimentan durante los meses de invierno (Nemoto, 1959; Mackintosh, 1965), por lo que no es probable que haya interacciones con la pesca.

Balaenoptera acutorostrata Ballena enana
Hershkovitz (1966) señala que la ballena enana se encuentra desde el Cabo de Buena Esperanza hacia el sur hasta la plataforma de hielos del Antártico, pero probablemente se halla también al norte del Cabo. Best et al. (1983) avistaron tres ejemplares frente a la costa de Sudáfrica en un crucero hecho en 1983 y Tomilin (1967) señala que se han hallado también ballenas enanas en aguas tropicales, aunque en raras ocasiones. Tomilin añade que su dieta en los mares australes consiste sobre todo en crustáceos pelágicos. No existen claras indicaciones del probable número de ballenas enanas que emigran hacia el área 47, pero su número podría ser de algunos centenares de millares. No son probables interacciones con la pesca, dado que se alimentan de crustáceos.

Balaenoptera borealis Rorcual negro
Al igual que otras especies de ballenas mysticetas, el rorcual negro emigra hacia las aguas costeras del sudoeste de Africa durante los meses de invierno. También en este caso las estimaciones de la población son aproximadas, pero probablemente su número va de algunos millares a algunas decenas de millares. Se sabe que en otras zonas comen peces, pero Best (1967) halló que un 50 por ciento de las ballenas por él examinadas se estaban alimentando y su dieta consistía en un 70 por ciento de eufausiáceos y en un 30 por ciento de copépodos. Sólo un 0,2 por ciento de la dieta (en volumen) resultó ser peces.

Balaenoptera edeni Ballena de Bryde
La ballena de Bryde es menos propensa, en este área, a desplazarse hacia el sur en dirección del Antártico y puede hallarse durante todo el año en aguas de Sudáfrica, sin sobrepasar por el sur los 40°S, aproximadamente (NCC, 1980). En torno a Sudáfrica se reconocen dos poblaciones de esta especie, una costera y otra de media altura (Best, 1977a). Best (1967) ha hallado que, en general, las ballenas de Bryde que viven en aguas de Sudáfrica consumen un 47 por ciento de peces y un 53 por ciento de eufausiáceos. De los peces, la mayoría son Engraulis y Trachurus, con a algunos ejemplares de Sardinops ocellata y Lestidium sp. Best (1977a) sugiere que la población costera consume sobre todo peces, en especial Engraulis capensis, Trachurus capensis y Sardinops ocellata, pero también algunos eufausiáceos, y que la de media altura prefiera estos últimos, pero come además algunos peces. Best et al. (1983) indican que la población costera podría ser del orden de unos 500 animales. No parece haber estimaciones de la población de media altura. Dado que en este área existe una pesquería intensiva de anchoa y otras especies pelágicas con artes de cerco, la distribución y abundancia de la población costera podría resultar afectada por los cambios en las poblaciones de peces.

Megaptera novaeangliae Ballena jorobaba
Se sabe que emigra hasta aguas situadas frente a las costas de Angola (Tomilin, 1967) y los mapas balleneros de Townsend (1935) muestran una elevada densidad de capturas en ese área. (Tomilin (1967) sostiene que la dieta de esta especie en los mares australes consiste en krill, pero añade que durante el invierno algunos individuos pueden alimentarse del decápodo pelágico Munida gregraria. Mackintosh (1965) sugiere que la alimentación invernal de la ballena jorobada es insignificante. No se conoce actualmente el volumen de la población en este área, pero probablemente no es superior a pocos millares de animales, en el mejor de los casos.

Berardius arnuxii Picudo de Arnoux
Se halla sólo por debajo de 30°S (McCann, 1975). Se sabe muy poco sobre su biología o el volumen de la población. Parece alimentarse de calamares, y es muy poco probable que entre en conflicto con las pesquerías.

Mesoplodon densirostris Mesoplodón de Blainville
Ross (1979) registra la presencia de esta especie en Sudáfrica. No son probables interacciones con la pesca.

Mesoplodon layardii Mesoplodón de Layard
Ha sido registrado por Leatherwood y Reeves (1983) en Sudáfrica, y apenas se dispone de más información. No son probables interacciones con la pesca.

Mesoplodon hectori Mesoplodón de Hector
También esta especie ha sido registrada por Leatherwood y Reeves (1983) en Sudáafrica. Se sabe muy poco sobre ella y la probabilidad de interacciones con la pesca es mínima.

Mesoplodon grayi Mesoplodón de Gray
Igual que en el caso de las dos especies anteriores, Leatherwood y Reeves han registrado su presencia en Sudáfrica (1983) y no son probables interacciones con las actividades pesqueras.

Mesoplodon mirus Mesoplodón de True
Hay noticias de ejemplares avistados en Sudáfrica (Leatherwood y Reeves, 1983), pero la distribución de esta especie sigue siendo poco clara. Quizás haya en esta zona una población separada o tal vez esta especie esté extendida por buena parte del Atlántico. No son probables interacciones con la pesca.

Ziphius cavirostris Ballena picuda de Cuvier
También esta especie es poco conocida. Mitchell (1975) menciona encallamientos en aguas tan meridionales como las del Cabo de Buena Esperanza. No hay indicaciones del volumen de la población en este área ni de su alimentación, que se supone incluye calamares o peces de aguas profundas. No son probables interacciones con la pesca.

Hyperoodon planifrons Ballena franca austral
Se ha registrado su presencia en Sudáfrica (Mitchell, 1975), pero según parece se halla sólo en las regiones más australes. Se sabe poco de esta especie y no son probables interacciones con la pesca.

Physeter macrocephalus Cachalote
En los mapas balleneros de Townsend (1935) se halla una vasta concentración de cachalotes durante todo el año frente a la costa de Angola (Banco de Caroll) y una concentración menor en torno a Tristan da Cunha. No se conoce el número actual de cachalotes en el área 47, pero podría ser de algunos centenares de millares. Se alimenta casi exclusivamente de calamares y no son probables interacciones biológicas con las actividades de pesca.

Kogia breviceps Cachalote pigmeo
Tomilin (1967) sugiere que esta especie vive sobre todo en aguas cálidas, pero añade que su zona de distribución llega por el sur hasta el Cabo de Buena Esperanza. Los casos registrados, sin embargo, son pocos y los conocimientos sobre su dieta escasos, aunque se supone consiste sobre todo en calamares. No son probables interacciones con la pesca.

Kogia simus Cachalote enano
Ross (1979) señala esta especie en Sudáfrica. Es poco común en todo el mundo y no parecen probables interacciones con las actividades pesqueras.

Steno bredanensis
Se han publicado pocos datos sobre esta especie, que se conoce por encallamientos en Sudáfrica (Leatherwood y Reeves, 1983). Mitchell (1975) sugiere que probablemente se alimenta de peces, aunque algunos de los pocos datos disponibles apuntan a una dieta de cefalópod (Layne, 1965; Cadenet, 1959). No se han publicado datos sobre su alimentación o la abundancia de esta especie en el área 47 y no parecen probables interacciones con la pesca.

Sousa chinensis Delfín de joroba del Indo-Pacífico
Se halla desde cerca del Cabo de Buena Esperanza hasta la costa oriental del Africa (Mitchell, 1975), pero no se conoce el volumen de la población. Saayman y Taylor (1973) indican que Sousa es una especie relativamente solitaria, que se alimenta en arrecifes y afloramientos de rocas, a menudo cerca de los rompientes, y que la población vive dispersa. No parece haber datos publicados sobre su alimentación, aunque se sospecha que en el área 41 esta especie resulta apresada en redes tiburoneras mientras persigue a los bancos de sardina (IWC, 1982, p. 207–8). Por lo demás, se supone que su alimentación incluye algunas especies que viven en fondos rocosos. No parece haber noticias de interacciones entre esta especie y las pesquerías comerciales en la parte austral de su zona de distribución.

Sousa teuszii Delfín de joroba del Atlántico
Se cree que el delfín de joroba del Atlántico llega hasta las aguas costeras de Angola (Mitchell, 1975), aunque su zona principal de distribución se halla más al norte. Es de suponer, pues, que la población del área 47 sea pequeña y, aunque no hay noticias de interacciones con la pesca, la existencia de pesquerías costeras artesanales en Angola (FAO, 1981a) hace probable que las haya. No se sabe cuáles son sus alimentos en esta región.

Peponocephala electra
No es una especie común en este área, y normalmente se encuentra sólo al norte de los 100°S (NCC, 1980). De todas maneras, se ha registrado la presencia de un individuo en aguas de Sudáfrica (IWC, 1978). No se sabe casi nada sobre su alimentación y no es probable que haya interacciones con la pesca en este área.

Feresa attenuata Orca pigmea
Esta especie ha sido registrada en raras ocasiones en Sudáfrica (Caldwell y Caldwell, 1971a) y no se sabe nada de su alimentación ni del volumen de la población en este área. No parece probable que pueda haber interacciones con la pesca por el momento.

Pseudorca crassidens Falsa orca
Tomilin (1967) señala que Sudáfrica representa el límite sur de distribución de esta especie y Mitchell (1975) añade que prefiere aguas de media altura. No se dispone de estimaciones de la población de esta especie ni de datos sobre su alimentación en este área, aunque se sabe que engeneral come peces. No hay evidencia por el momento de interacciones con la pesca, pero la situación podría cambiar, ya que se sabe que su dieta en otras partes incluye algunas especies comerciales (carángidos).

Orcinus orca Orca
Aunque se trata de una especie extendida y relativamente común en todo el mundo no se dispone de estimaciones de su abundancia en el área 47. Budylenko (1981) sugiere que la dieta de la orca en el sur del Atlántico consiste sobre todo en delfines y peces. Es interesante observar que, a pesar de la relativa intensidad de las operaciones pesqueras en el área 47, no parece haber noticias de interacciones de la orca con las actividades pesqueras. Best (com. pers.) señala, sin embargo, algunas interacciones con los pescadores de atún, tanto deportivos como comerciales, en la parte occidental de la provincia del Cabo.

Globicephala melaena Calderón
Mitchell (1975) indica que esta especie se encuentra desde la Convergencia Antártica hacia el norte hasta la corriente de Benguela. No hay estimaciones de la población en este área. Se sabe que casi en todas partes donde ha sido estudiada su dieta consiste en cefalópodos. No hay ninguna noticia de interacciones con la pesca, ni parecen probables.

Globicephala macrorhynchus Globicéfalo
Mitchell (1975) describe la distribución de esta especie diciendo que desciende hasta 15°S, en la costa de Angola. Ross (1979) registra también su presencia en la costa sudoriental de Sudáfrica. No hay datos sobre sus hábitos alimentarios ni sobre el volumen de la población en este área, ni hay noticias de interacciones con la pesca.

Lagenorhynchus obscurus Delfín oscuro
El delfín oscuro, que se halla en las aguas frescas y templadas de este área, parece preferir las zonas costeras (Mitchell, 1975). No hay estimaciones de su abundancia, aunque durante un crucero de tres semanas realizado en 1983 Best et al. (1983) avistaron 94 individuos. No se sabe con certeza cuáles son sus alimentos, pero Best (1977) comunica que se capturan accidentalmente en la pesquería de Engraulis capensis y Trachurus capensis con artes de cerco, lo que quizás sea revelador de su dieta. Best sugiere que en esas pesquerías de cerco se capturan anualmente unos 100 animales, quizás de cuatro especies. Se sabe que Lagenorhynchus se alimenta también de peces comerciales pelágicos que viven en cardúmenes y quizás sea uno de los mamíferos marinos que más probablemente resulten afectados por interacciones con las pesquerías comerciales. No existen, sin embargo, más datos sobre el problema.

Lagenorhychus cruciger Delfín cruzado
Se trata de una especie pelágica, que se halla sólo en las aguas más frías. Se sabe poco de la población o la dieta de esta especie, y no parece haber noticias de interacciones con la pesca.

Lagenodelphis hosei Delfín de Fraser
Ross (1979) ha señalado su presencia en la costa sudoriental del Sudáfrica, pero no parece haber noticias de interacciones con la pesca.

Tursiops truncatus Tursón
Según parece es relativamente común en este área. Best et al. (1983) comunican el avistamiento de 56 individuos durante un crucero de tres semanas en aguas costeras de Sudáfrica. Sin embargo, no se dispone de estimaciones de su abundancia en este área. Best (1977) dice que probablemente animales de esta especie se capturan accidentalmente en las pesquerías de anchoa y jurel con artes de cerco en el área 57, y ello parece ser el único indicio disponible sobre su alimentación y sobre la posibilidad de interacciones con las pesquerías en este área. Parece probable que se produzcan también otras capturas accidentales, pero no ha habido aún comunicación alguna en ese sentido.

Grampus griseus Delfín de Risso
Se halla en aguas cálidas y templadas hasta Sudáfrica, por el sur (Tomilin, 1966), pero no es una especie particularmente común en ningún sitio. De todas maneras, Best et al. (1983) comunican el avistamiento de 143 individuos durante un crucero de tres semanas en aguas costeras de Sudáfrica. No hay noticias de capturas accidentales de esta especie en este área por el momento y si, como parece, se alimenta sobre todo de cefalópodos, no son probables interacciones de depredación (Mitchell, 1975).

Stenella longirostris Delfín hilador
Se ha comunicado su presencia desde Senegal hasta el Cabo de Buena Esperanza (Mitchell, 1975), pero no hay indicaciones de la abundancia de la población o de interacciones con la pesca en esta región. Probablemente se alimenta de peces pequeños mesopelágicos y calamares epipelágicos y mesopelágicos, como han descrito Perrin et al. (1973), en cuyo caso, salvo que se produzcan capturas accidentales en la pesquería de atún con artes de cerco, no hay muchas probabilidades de interacciones inmediatas.

Stenella coeruleoalba Delfín rayado
El delfín rayado es, según parece, más común en aguas de Sudáfrica que el delfín hilador, al menos en el verano; Best et al. (1983) comunican haber avistado 100 individuos de esta especie en un crucero de tres semanas por las aguas costeras de Sudáfrica, mientras no avistaron ningún ejemplar de la especie anterior. No se conoce su alimentación en este área, pero quizás consista en peces mesopelágicos pequeños, igual que en otras partes (Miyazaki et al., 1973). No hay por el momento noticias de interacciones con la pesca.

Stenella attenuata Delfín moteado
Tampoco en este caso hay estimaciones de la abundancia de la población o de su alimentación en este área. No hay actualmente interacciones con la pesca, lo que en el caso de estas especies significa, en general, que no existen pesquerías de cerco de atún asociadas a delfines.

Delphinus delphis Delfín común
Esta especie es muy abundante en este área, y ha sido la más frecuentemente avistada por Best et al. (1983), que durante un período de tres semanas en aguas costeras de Sudáfrica contaron 1 585 individuos. Esta especie se alimenta a menudo de peces pelágicos pequeños, con frecuencia de especies comerciales, por lo que es sorprendente que Best (1977) mencione capturas accidentales de D. delphis en la pesquería de anchoa y jurel con artes de cerco, calculando que de esa manera mueren anualmente menos de 100 delfines. No hay datos sobre otras interacciones con la pesca, pero han de considerarse posibles.

Lissodelphis peronii Delfín franco austral
Cruickshank y Brown (1981) y Brown (1982) dan detalles de ocho avistamientos de esta especie en aguas alrededor de Sudáfrica. Es una especie pelágica, no observada a menudo, y no hay estimaciones de la población. No se conocen sus alimentos, pero Cruickshank y Brown (1981) hallaron que los eufausiáceos y los calamares pequeños abundan en la misma región en que se hallan los delfines francos. No hay noticias de interacciones con la pesca en este área, y no es probable que sean importantes.

Cephalorhynchus heavisidii Delfín Heaviside
Su presencia se limita a los mares costeros de Sudáfrica y Namíbia, desde Ciudad del Cabo a Cabo Cross (Mitchell, 1975). No se conoce el volumen de la población, pero Best et al. (1983) comunican haber avistado 38 animales en un crucero de tres semanas en aguas costeras. Tampoco se conoce su dieta, pero se cree que consiste en calamares y peces de fondo (Mitchell, 1975). Best (1977) señala que algunos animales de esta especie pueden resultar capturados accidentalmente en las pesquerías de anchoay jurel de la región. En el informe de Sudáfrica a la IWC (1979) se señala también la captura de dos individuos por un arrastrero por popa portugués. No se conoce la amplitud de las interacciones entre esta especie y las pesquerías comerciales, pero quizás haya algunas interacciones significativas.

Arctocephalus pusillus Lobo marino de dos pelos del Cabo
La subespecie africana se reproduce en las islas y a lo largo de las costas de Namibia y Sudáfrica, desde 11°S en la costa occidental hasta 33°S en la costa sudoriental. No se sabe de migraciones definidas, pero se ha registrado la presencia de individuos hasta 100 millas náuticas mar adentro (Shaughnessy, 1979, 1984 en prensa). La población total se ha estimado en 944 animales y se cree que va aún en aumento (Shaughnessy, 1984 en prensa). Existe una cacería selectiva, en que se matan unos 78 000 cachorros y 2 200 machos adultos (Shaughnessy, 1979), pero la situación del mercado obligó a una reducción sustancial en 1983 (Best, com. pes.). Se producen interacciones considerables entre esta especie y las pesquerías comerciales de la región. La situación puede verse descrita en detalle en Shaughenessy (1984, en prensa). Estos animales causan daños a los artes de pesca (redes de arrastre y quizástambién de cerco), pero Shaughenessy sugiere que no tienen mucha importancia. Un problema más importante es la interferencia con las faenas de cerco, durante las cuales centenares de lobos marinos pueden penetrar en las redes en busca de alimentos, creando molestias y reduciendo las capturas. También causan trastornos en las pesquerías con redes de arrastre y líneas de mano. Shaughnessy y Payne (1979, citado en Shaughnessy, en prensa) estiman que en redes de arrastre mueren unos 4 000 lobos marinos y Shaughnessy (en prensa) sugiere que también un número imprecisado mueren en artes de cerco. Rand (1959) ha observado también la costumbre que tienen estos lobos marinnos de comer los peces que sobresalen de las redes de arrastre, quedando en ocasiones atrapados en el copo cuando se hala la red de la superficie. Los lobos marinos así apresados mueren al lanzar de nuevo la red o cuando suben a bordo. Estos pinnípedos siguen a las embarcaciones de pesca, atraídos a menudo por los descartes de pescado arrojados por la borda. Rand (1959) halló que el 80 por ciento de los peces que consumen son de especies que viven en cardúmenes, en particular Sardinops ocellata, Trachurus trachurus y Scomber japonicus. Los peces constituyen el 60 por ciento de su dieta, y el resto son crustáceos y cefalópodos. Se ha hallado que la anchoa representa sólo el 2 por ciento, en volumen, de su alimentación. Rand ha observado fluctuaciones anuales en las cantidades relativas consumidas de las diferentes especies. Shaughnessy, sin embargo, halló que en 1975 sus principales alimentos eran gobio (especie no comercial) y jurel, mientras también la anchoa era bastante común y la sardina más rara. Ese cambio de la dieta, según Shaughnessy, podría deberse a un cambio en la composición por especies, debido a las faenas de la pesca comercial. Es posible, por tanto, que los efectos de las pesquerías en las poblaciones de lobos marinos, en términos de pérdidas de alimentos, no sean significativos; queda por ver si se puede decir lo mismo de los efectos de estos pinnípedos en las actividades pesqueras.

Arctocephalus tropicalis Lobo marino de dos pelos subantártico
La población del área 47 se reproduce en el grupo Tristan da Cunha-Gough y quizás haya contado unos 13 000 animales en los años cincuenta (Swales 1956, citado en Shaughnessy, 1979); Shaughnessy (1979) sugiere que la población puede haber aumentado desde entonces y Rand (1956) ha indicado que esa especie se alimenta sobre todo de peces nototénidos, cefalópodos y eufausiáceos. No parece haber interacciones con la pesca, que no es muy activa en estas regiones, ni existe una cacería selectiva de esta población.

(Hydrurga leptonyx Foca leopardo
Aunque ocasionalmente algunos animales se desplazan hacia el norte, lliegando a este área (Hofman, 1979), no hay innteracciones con la pesca.)

Trichechus senegalensis Manatí del Africa occidental
Esta especie, que está presente por el sur hasta Angola, se halla sólo en el extremo norte del área 47 (Husar, 1978). Al igual que en el resto de su zona de distribución, es probable que las capturas accidentales en redes de pesca contribuyan a incrementar la morta-lidad de una población ya depauperada, pero no se dispone de datos sobre ello (véase también el área 34).

De las 40 especies, aproximadamente, de mamíferos marinos presentes en este área, sólo pocas crean interacciones con la pesca. Seis especies de ballenas mysticetas no comen peces en este área. La séptima come algunos peces de importancia comercial, incluida sardina, anchoa y jurel. De al menos otras nueve especies no se sabe lo suficiente para establecer su dieta en este área y otras 12, como mínimo, se alimentan total o predominantemente de cefalópodos. Tampoco la dieta de las dos especies restantes es bien conocida.

Se cree que los delfines del género Stenella y el lobo marino de dos pelos subantártico se alimentan de pequeñas especies de peces no comerciales y de calamares, al igual que el delfín franco; la orca se alimenta de mamíferos marinos. Además de éstas, las únicas especies sobre cuya alimentación en este área se dispone de datos son el delfín de joroba del Indo-Pacífico, que quizás coma sardinas, las pocas especies de delfínidos que se puede suponer comen anchoas y sardinas, como el delfín común y el delfín oscuro, y quizás también el tursón, y el lobo marino de dos pelos y el manatí, el primero de los cuales come gobio y jurel y el último se alimenta sólo de sustancias vegetales.

POBLACIONES DE PECES DEL AREA 47

RECURSOS ICTICOS DEMERSALES

La principal población de especies demersales de este área es la merluza, que constituye el grueso de las capturas, aunque se pescan también otras pocas especies, como congribadejo (Genypeterus) y espáridos (Sparidae), pero el número de especies capturadas es relativamente pequeño. La captura total de especies demersales ascendió en 1981 a 450 000 toneladas, lo que representa una considerable disminución respecto de la punta máxima de cerca de un millón de toneladas alcanzada en 1976, cuya causa ha de buscarse, en buena parte, en la explotación excesiva de la merluza. Los peces demersales no parecen ser importantes en la dieta natural de ninguna especie de mamíferos marinos en este área.

GADIDAE

Merluccius capensis y M. paradoxus
En la pesca al arrastre de estas especies intervienen barcos grandes de gran radio de acción de varias flotas extranjeras. Quizás existan en este área varias poblaciones, pero las relaciones entre ellas no son aún enteramente claras (CIPASO, 1982). Gulland (1983) sostiene que las poblaciones están intensamente explotadas y que el esfuerzo de pesca es muy superior al que permitiría obtener el rendimiento máximo sostenible. Las capturas actuales son de unas 300 000 toneladas (en 1981), mientras en 1976 eran de 800 000 toneladas (FAO, 1983).

Hay noticias de capturas accidentales de mamíferos marinos en redes de arrastre, habiéndose comunicado dos casos de captura de Cephalorhynchuhs heavisidii en 1979 (informe de Sudáfrica a la IWC, 1979) y cuatro casos de lobos marinos capturados en redes de arrastre (véase más arriba). Parece probable que se produzcan también otras capturas accidentales y no se comuniquen. No hay noticias de que ningún mamífero marino, aparte de los lobos marinos de dos pelos, coma merluza, por lo que es posible que la sobreexplotación de las poblaciones de esta especie no tenga repercusiones importantes en la alimentación de los mamíferos marinos.

Otras poblaciones
Las demás poblaciones de peces demersales presentes en este área producen, en comparación, capturas muy pequeñas. En las zonas más septentrionales, frente a Namibia y Angola, los roncadores, corvinas y meros sustituyen a la merluza, pero las capturas de cada una de las especies son inferiores a 10 000 toneladas. La mayor parte de ellas parecen proceder de pesquerías costeras en pequeña escala (FAO, 1981a) y no hay claras noticias sobre ellas.

RECURSOS ICTICOS PELAGICOS

Las capturas pelágicas totales en 1981 fueron ligeramente superiores a 1,7 millones de toneladas. El número de especíes importantes es mayor que en las pesquerías demersales y la sardina, el jurel, la anchoa y la sardinela ocupan un lugar destacado.

CARANGIDAE

Trachurus capensis y Trachurus trecae Jureles
Arrastreros de varios países extranjeros y cerqueros locales capturan anualmente más de medio millón de toneladas de estas especies. Las poblaciones se hallan distribuidas a lo largo de la costa, desde Natal hasta el sur de Angola. Es posible que actualmente se haya llegado al punto de rendimiento máximo sostenible o se haya superado, y la disminución de las poblaciones de sardina puede haber sido uno de los factores que han determinado el reciente incremento de las poblaciones de caballa (FAO, 1981a). Best (1977) sugiere que los cerqueros dedicados a la pesca de jurel capturan accidentalmente todos los años unos 100 cetáceos menores. Se sabe que el lobo marino de dos pelos del Cabo come jurel.

CLUPEIDAE

Sardinella spp. Sardinela
La sardinela, que se halla sobre todo en aguas costeras más norteñas, produjo en 1981 unas 160 000 toneladas (FAO, 1983), cifra inferior a las de los dos años anteriores, pero no se conoce el potencial total ni el estado de las poblaciones.

Sardinops ocellata Sardina
En 1981 se capturaron menos de 100 000 toneladas, tras el colapso de la población de Namibia en los años setenta (FAO, 1983). Esta especie, que se halla sobre todo frente a Namibia y en la costa occidental de Sudáfrica, sigue constituyendo un elemento importante para la pesquería local de cerco.

Engraulis capensis Anchoa del Cabo
A finales de los años setenta se registraron capturas superiores a medio millón de toneladas, pero en 1981 disminuyeron a 490 000 toneladas (FAO, 1983). Las poblaciones de anchoa parecen haberse beneficiado del colapso de las poblaciones de sardinas. Best (1977) ha mencionado la captura accidental de algunos cetáceos menores en esta pesquería. Es posible que esta especie, al igual que la anterior, figure en la dieta de algunos delfines.

Otras poblaciones
Otra pesquería importante es la de sierra (Thyrsites atun) con líneas de mano, en la que se sabe que los lobos marinos crean problemas ocasionalmente y cuya producción fue de 25 000 toneladas en 1981. En la pesquería de cerco se capturan también otras especies, en particular estornino (Scomber japonicus), del que se obtuvieron en 1981 24 000 toneladas (FAO, 1983). También los atunes son importantes, aunque no hay noticias aún de interacciones con los delfines.

RECURSOS INVERTEBRADOS

CEFALOPODOS

Las capturas totales de todas las especies en 1981 fueron apenas superiores a 8 000 toneladas, correspondientes sobre todo a loligónidos y omastréfidos. Voss (1973) menciona la evaluación de Rand de las poblaciones de calamares de la región y sugiere que no sería irrazonable cifrar el rendimiento potencial en varios centenares de millares de toneladas.

Hay que mencionar también la pesquería de langosta, que constituye una actividad comercial importante (7 000 toneladas en 1981) pero no parece tener, por el momento, repercusiones directas en los mamíferos marinos ni ser afectada por ellos.

PESQUERIAS DEL AREA 47

Newman (1977) ha examinado las pesquerías de la región, mientras Shaughnessy (1984, en prensa) ha estudiado sus relaciones con los mamíferos marinos. Más de la mitad de las capturas corresponden a arrastreros extranjeros grandes, dedicados sobre todo a la captura de merluza, jurel y sardinela. Con posterioridad al período examinado por Newman, la mayoría de los barcos extranjeros han abandonado las aguas de Sudáfrica, tras la ampliación de sus límites, aunque algunas flotas extranjeras pescan aún frente a Namibia y, previo acuerdo, frente a Angola. En las pesquerías locales se utilizan arrastreros (sobre todo para la captura de merluza y congribadejo) y cerqueros (para la sardina y la anchoa), así como otros varios artes operados desde pequeñas embarcaciones que faenan frente a Sudáfrica y Angola.

RESUMEN DE LAS INTERACCIONES ENTRE LOS MAMIFEROS MARINOS Y LAS ACTIVIDADES PESQUERAS EN EL AREA 47

Interacciones operacionales

Los conflictos con artes de que hay noticia se limitan a pocas especies de mamíferos marinos. El caso más grave es el de los lobos marinos de dos pelos, que crean grandes problemas en las pesquerías de cerco, de arrastre y con líneas de mano.

  1. Se ha comunicado el apresamiento de ballenas francas pigmeas con redes de playa.

  2. En redes de cerco o de arrastre se han hallado delfines oscuros, delfines comunes y delfines de Heaviside en pequeño número.

  3. Parece probable que algunos tursones queden apresados de forma análoga, aunque no parece haber noticias hasta el momento.

  4. Los lobos marinos de dos pelos son los que mayores problemas crean a los pescadores, invadiendo las redes de cerco y sustrayendo peces de los artes de arrastre.

Interacciones biológicas

Se han hecho algunas críticas a los lobos marinos de dos pelos a este respecto, pero Shaughnessy (1984, en prensa) sugiere que quizás se haya producido un cambio en la dieta de estos animales, debido a la variación en la abundancia de las especies de peces. Es indudable, sin embargo, que estos pinnípedos consumen de todas maneras algunas especies de peces comerciales, cosa que para algunos puede representar aún un problema.

El gran número de mamíferos marinos que se alimentan de calamares, recurso actualmente subutilizado en este área, podría representar un problema en el futuro. Un eventual aumento del volumen de las poblaciones de ballena de Bryde en aguas costeras de Sudáfrica podría ser causa también de conflictos, ya que se sabe que este cetáceo consume especies de valor comercial. Por último, algunos delfines podrían resultar afectados por la reducción de la biomasa de algunas de las poblaciones de pequeños clupeidos. El delfín común, en particular, que en esta zona es tan abundante como su nombre indica, podría competir con las pesquerías comerciales.


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