La pesca con redes de enmalle caladas en el fondo |
Colección FAO: Capacitación | 3 |
Texto: I. Rosman
Ilustraciones: S. Maugeri
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P-41
ISBN 92-5-300906-3
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ORGANIZACION DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACION
Roma, 1980
© FAO
Impreso en Italia
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Este manual explica la pesca con redes de enmalle o agalladeras caladas en el fondo. Enseña a hacer-y emplear tres tipos de redes, y describe el equipo que se puede utilizar para facilitar la pesca. Está escrito para pescadores. Los que ya saben hacer redes y demás equipo de pesca y utilizar las embarcaciones, también conocerán muchas de las cosas que se mencionan en este manual. Podrán aplicar de varias maneras lo que ya saben sobre la pesca. La FAO confía en que los pescadores podrán pescar más con los artes de enmalle calados en el fondo.
Este manual está escrito de manera que sea fácil comprenderlo. Si el pescador tiene dificultad con la lectura puede llevárselo a alguna persona que lea bien. Escuchando el texto y mirando las figuras podrá comprender todo. Este libro ayudará al pescador a conocer la mejor manera de pescar en la región donde vive.
Las medidas se dan todas en el sistema métrico. En el caso de las medidas grandes (como la longitud de las redes o el peso de los plomos), se puede decir que un metro es, aproximadamente, la distancia desde el hombro izquierdo hasta la mano derecha (Figura 1) y, que una botella de un litro llena de agua pesa un kilogramo. Para las medidas pequeñas, se pueden usar las ilustraciones de este manual. Siempre que las palabras tamaño real aparecen junto a una figura, lo que se tenga que medir será del tamaño de lo que ilustra la figura.
La FAO agradecerá las preguntas y observaciones de los lectores. Las cartas de las personas que hayan empleado este manual para hacer redes de enmalle caladas en el fondo nos ayudarán a preparar otros libros similares. Dirijan su correspondencia a: Servicio de Tecnología Pesquera, Dirección de Industrias Pesqueras, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Via delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia.
QUE ES UNA RED DE ENMALLE Y COMO FUNCIONA
Una red de enmalle captura a los peces que entran en ella. Tiene una relinga de corchos en su parte superior y una relinga de plomos en su parte inferior. Los paños de redes quedan verticales en el agua como si fueran una buena valla (Figura 2).
Una red de enmalle apresa los peces por las agallas (branquias) y funciona como sigue: el hilo de los paños es muy delgado y los peces o no lo ven, o la red está calada de manera que los atrapa. Las mallas de la red están completamente abiertas. Cuando un pez se acerca a ellas, mete la cabeza en una de las mallas (Figura 2a).
Si un pez es demasiado pequeño con respecto a la malla, la atravesará y escapará. Si es demasiado grande, puede romper la red y escapar, pero si es del tamaño adecuado, mete la cabeza en la malla, no la puede atravesar y tampoco puede escapar (Figura 2b).
Cuando el pez trata de sacar la cabeza de la malla, el hilo fino penetra en la piel y se queda enganchado por las aberturas branquiales y las aletas. El pez permanece en la red hasta que usted lo saca (Figura 2c). Otros peces quedan envueltos en las mallas.
Las redes de enmalle pueden calarse en el fondo (Figura 3a), quedar suspendidas entre el fondo y la superficie (Figura 3b) o flotar en la superficie (Figura 3c); pueden fondearse en un lugar con anclas (Figuras 3a y 3b) o dejar que deriven con la corriente (Figura 3c).
Una red de enmalle calada en el fondo tiene plomos (o lastre) en la relinga inferior que la mantienen en el fondo, y se cala en un lugar, bien con anclas en uno y otro extremo o atando un extremo a un objeto en tierra.
Las redes de enmalle pueden calarse en el fondo del mar, de ríos o lagos. Deberá emplearlas cuando sepa que los peces que desea capturar viven en el fondo o en sus proximidades. Es difícil utilizarlas en un fondo demasiado inclinado o muy profundo o rocoso. Para pescar con estas redes sirven embarcaciones de casi todos los tamaños. Un hombre con una o dos redes puede emplear una canoa y pescar lo suficiente para su familia (Figura 4). Cuatro o cinco hombres con 50 o más redes pueden emplear una embarcación de 7 a 15 metros y capturarán gran cantidad de pescado para su venta en el mercado.
La Figura 5 ilustra las diversas partes de una red de enmalle calada en el fondo. La red se puede hacer de muchos materiales distintos. Hay que elegir el más apropiado para las especies que desea capturar y el lugar donde va a pescar.
Para hacer la red de enmalle necesitará paños de redes (Figura 5a), cabos (Figura 5b), flotadores para la relinga de corchos (Figura 5c), lastre para la relinga de plomos (Figura 5d) y mucho hilo para coserlo todo (Figura 5e). Para calar el arte precisará de anclas (Figura 5f), boyas (Figura 5g) y cabos para anclas (Figura 5h). También necesitará agujas de redero (Figura 5i), una navaja o cuchillo bien afilado (Figura 5j) y postes o árboles para suspender la red mientras trabajo y en ella (Figura 5k). Deberá disponer de un lugar de trabajo y reunir todos los materiales antes de comenzar.
Puede ahorrar dinero haciendo los flotadores y las plomadas usted mismo (Figura 6). Deberán ser redondos y lisos para que no se enganchen en la red. Por ejemplo, los plomos y las anillas son más apropiados que las cadenas y las piedras. Los mejores flotadores son los que tienen forma de anillo y los esféricos.
En las páginas siguientes se explica paso a paso cómo se hace la red. Los pescadores de la costa oeste de Africa pescan corvinas con este tipo de red empleando embarcaciones de 5 a 7 metros. En las últimas páginas de este manual se dan instrucciones para hacer otras dos clases de redes. Al decidir qué clase de red va a hacer, recuerde que tiene que ser suficientemente fuerte para que no escapen los peces y lo bastante ligera para capturarlos. Cuanto más delgado sea el hilo de la red, mejor pescará.
Figura 5
Figura 6
Las redes se tienen que hacer de acuerdo al lugar donde se va a pescar. Si el fondo es muy rocoso, hay que hacerlas de manera que queden protegidas de los desgarres en las rocas. Si el fondo es muy blando, hay que hacerlas de manera que no se entierren en el fango.
Figura 7
El tamaño de las mallas de la red tiene que ser de acuerdo al de los peces que intente capturar. Para determinar cuál es el mejor tamaño, tome un pez de la clase que desee pescar. De preferencia uno de tamaño mediano, es decir no muy grande ni muy pequeño. Mida su circunferencia con un hilo que pondrá a su alrededor en la parte más gruesa del cuerpo. Para pescar esos peces necesitará una malla que sea una cuarta parte más pequeña que el ancho del cuerpo del pez (Figura 7).
MATERIALES QUE NECESITA PARA HACER UNA RED PARA CORVINAS
Primero consiga el paño de red que necesita para el arte. Examine el hilo con que se ha hecho. Deberá ser de nilón trenzado. Normalmente quien vende los paños conocerá el diámetro del hilo (R 450 tex 2 200 m/kg). Usted mismo puede medirlo arrollando un trozo de hilo en un palo de modo que los hilos queden muy juntos y midiendo a continuación la anchura de 10 hilos.
El diámetro del hilo deberá ser de 0,7 milímetros. La anchura de 10 vueltas medirá 7 milímetros. Emplee la Figura 8 para orientarse. Si quiere hacer sus propios paños, necesitará unos 1 800 metros de este hilo.
Asegúrese de que las mallas son del tamaño debido. Puede determinar el tamaño de una malla estirándola y midiendo la longitud de nudo a nudo, o puede medir la longitud de 10 mallas estiradas completamente. La longitud de una malla estirada deberá ser de 14 centímetros. La longitud de 10 mallas estiradas será de 1,40 metros aproximadamente. Emplee la Figura 9 para orientarse. Las mallas de este tamaño capturarán peces de 50 centímetros o más. Dan buenos resultados en el caso de las corvinas, que tienen un cuerpo grueso.
Figura 9
Mida a continuación la longitud del paño de red. Para ello estire mucho los bordes del paño según va midiendo. El paño de red que necesita deberá tener unos 70 metros de longitud y 1,50 metros de anchura. También se puede medir contando las mallas. El paño de red deberá tener 500 mallas de longitud y 11 de altura.
Como la red no es muy alta no capturará los peces que naden muy por encima del fondo. Las corvinas viven en el fondo, de modo que sirve para capturarlas.
Hay muchas clases de cabos que se pueden emplear para las relingas alta y baja y para el ancla. Necesita un cabo que sea lo bastante rígido para mantener la forma del arte, pero lo bastante blando para enrollarlo y manejarlo fácilmente. Son adecuados los cabos de polietileno, polipropileno y poliamida (nilón) trenzado o torcido.
También se puede emplear cáñamo o abacá. El esparto no es muy fuerte ni dura mucho tiempo, pero puede usarlo si no dispone de otra cosa. El cabo deberá medir 6 milímetros de diámetro. Para hacer la red necesitará cerca de 110 metros de cabo, y algunos más para los cabos de las anclas.
Los flotadores que emplee deben ser lo bastante grandes para elevar la red, pero no tanto como para levantar también los plomos de la relinga inferior.
Los mejores flotadores son de plástico o corcho que tienen un agujero en el centro para ligarlos a la relinga alta. Los flotadores de plástico o corcho deben ser aproximadamente del mismo tamaño del que se ve en la Figura 10, es decir 6 centímetros de alto por 3 centímetros de ancho.
Quizás desee usted hacer sus propios flotadores con maderas o botellas viejas. Los flotadores de madera deben alquitranarse o pintarse para impedir que absorban agua. Las botellas hay que cerrarlas muy bien y protegerlas con sacos o paños de red viejos (Figura 11). Si va a pescar en aguas de más de 20 metros de profundidad, deberá comprar flotadores de corcho o de plástico duro. Los flotadores caseros dan buenos resultados en aguas someras o poco profundas. Necesitará 26 flotadores para la red y siempre deberá tener alguno más de repuesto por si se rompen o se pierden.
Figura 10
Figura 11
Los plomos de la relinga inferior impiden que los flotadores levanten la red del fondo. Se puede emplear plomo, anillas o cadena de hierro, piedras o cemento (Figura 12). El hierro y las piedras no pesan tanto en el agua como el plomo; con estos materiales necesitará más lastre y, si emplea trozos de cadena, sujete bien todos los eslabones a la relinga o incluso envuélvalos en trozos de lona para que no se enganchen en la red. Los sacos pequeños llenos de arena también son útiles como lastre. Es recomendable que los lastres de piedra y cemento sean lisos.
Figura 12
Con 8 kilogramos de plomo se obtienen 100 plomos, de unos 80 gramos cada uno.
Con 12 kilogramos de hierro (una vez y media más que el plomo) se obtienen 50 plomos, de unos 250 gramos cada uno.
Con 40 kilogramos de piedras, arena o cemento (cinco veces más que el plomo) se obtienen 40 plomos, de cerca de 1 kilogramo cada uno.
Cuando elija los flotadores y plomos para las redes, recuerde que la fuerza descendente que ejercen los plomos debe ser de tres a cinco veces mayor que la ascendente de los flotadores. Esto significa que por cada flotador en la relinga alta tiene que haber un peso de tres a cinco veces mayor de lo que es capaz de elevar el flotador (Figura 13).
El hilo para armar la red debe ser del mismo diámetro que el del paño, o un poco más grueso. El hilo para sujetar los plomos debe ser de fibra natural (algodón o cáñamo) porque, si pierde una red, el hilo que sujeta los plomos se pudre y se rompe después de algún tiempo y la red no servirá para capturar peces. Si el hilo no llegara a pudrirse, la red seguiría pescando inútilmente.
Figura 13
Figura 14
Las anclas de los extremos de la red (o andana de redes si emplea varias juntas) impiden que ésta se vaya a la deriva. Se pueden emplear piedras grandes, que deberán pesar unos 10 kilogramos. También puede encargar al herrero que le haga anclas de hierro. Un ancla de hierro pequeña tiene la misma fuerza de fijación que una piedra grande.
Las boyas amarradas a cada extremo de la red, sujetas al cabo de ancla, marcan el lugar donde está calada la red. Una cámara de neumático (Figura 14), una lata grande (Figura 15), un trozo de madera ligera, una botella de plástico grande son boyas apropiadas. Si la boya se pinta de un color claro será más visible. Siempre se puede sujetar el flotador a un palo de madera con una bandera o un ramo de hojas, ramas de árboles o cualquier otro objeto que sobresalga bastante del agua para que se pueda ver a distancia (Figura 16).
Figura 15
Figura 16
COMO SE ARMA LA RED
En primer lugar, ponga a remojar en agua el cabo que va a usar y estírelo para desenredarlo (Figura 17). Esto se hace fácilmente con un grillete giratorio o sacavuelta. Mida los trozos para las relingas superior e inferior, cada una de las cuales tendrá 52 metros de longitud. Haga una marca a 1 metro de cada extremo de ambas piezas.
Figura 17
Compruebe si el paño de red preparado está cortado en línea recta a través de las mallas (Figura 18). A continuación el paño se arma en las relingas superior e inferior. Esta es una parte muy importante en la construcción del arte, porque la manera en que se armen los paños en las líneas determina la forma de todas las mallas de la red. Las lazadas que conectan el paño y la relinga tienen que estar exactamente a la misma distancia, para que todas las mallas tengan la misma forma (Figura 19). Hay que medir y proceder con cuidado al comenzar.
Figura 18
Figura 19
Coloque 5 a 10 metros de un extremo de la relinga de corchos muy estirados entre dos postes o árboles. Si emplea flotadores con agujeros, ponga un flotador cada 2 metros de relinga. Existen diversas maneras de hacer esto, pero cada malla de la red tiene que quedar ligada a la relinga de flotadores. Trinque el hilo a la relinga con un nudo triple en la marca que ha hecho. Pase el hilo por la primera malla en el extremo del paño y trinque el hilo a la relinga a una distancia de 10 centímetros de la primera trinca. Con un trozo de madera de 10 centímetros de longitud puede medir fácilmente. La malla pende de la relinga de corchos por una lazada de hilos. La lazada debe ser por lo menos tan larga como una malla estirada.
Pase el hilo por la malla siguiente y amárrelo a la relinga a 10 centímetros de distancia. Continúe de esta manera hasta que haya armado la red a lo largo de toda la relinga entre los dos postes. Asegúrese de que todas las lazadas sean de la misma longitud y que las ha ligado en la línea, exactamente a 10 centímetros de distancia.
Cuando llegue al extremo de la primera parte de la relinga de corchos, quítela y estire una segunda parte. Estire la segunda parte tanto como la primera. Ahora repita exactamente la operación anterior. Hágalo una y otra vez hasta que tenga los paños armados a lo largo de la relinga de corchos. Pare cuando llegue a la marca que ha hecho en el otro extremo de la relinga al medirla. Si no tiene bastante paño, no importa, pero si le sobran dos o tres mallas, córtelas de manera que le quede 1 metro de relinga libre en cada extremo de la red (Figura 20).
Figura 20
Figura 21
Si emplea flotadores con agujeros, deben quedar a 2 metros de distancia unos de otros a lo largo de la relinga de corchos. Cuando llegue al lugar en el que desee poner un flotador, dele la vuelta con el hilo (Figura 21). En esta red debe haber un flotador en la primera y última lazadas y cada veinte. Si el flotador es largo se puede saltar una, dos o tres lazadas, como se muestra en la Figura 22.
Figura 22
Figura 23
Una vez armada la relinga de corchos se puede empezar con la de plomos. Esto se hace exactamente de la misma manera (Figura 23). Si emplea plomos con agujeros debe ligar uno o dos por cada metro de relinga y fijarlos a una distancia de 50 centímetros, o cinco lazadas.
Recuerde que puede armar redes de enmalle tomando más de una malla en cada lazada (Figura 24). Si las mallas son pequeñas se pueden tomar dos, tres o quizás cuatro en cada lazada.
Figura 24
Figura 25
El último paso en el armado consiste en poner un trozo de cabo vertical en cada extremo del arte (Figura 25). Estos cabos son de 1,50 metros de longitud y se ayustan en el extremo de la relinga de corchos que sobrepasa del paño. El ayuste debe comenzar exactamente en el lugar donde termina el paño.
Partiendo de la relinga de corchos, se ligan las mallas laterales al cabo de enlace. Entre malla y malla debe haber 10 centímetros de distancia. Cuando se llega a la relinga de plomos se corta el cabo que sobra, dejando solamente un trozo lo bastante largo para hacer una gaza. Se hace lo mismo en ambos extremos de la red.
Los flotadores de madera o las botellas se ligan a la relinga superior con trozos cortos de hilo fuerte (Figura 26). Otra manera de fijarlos consiste en emplear un cabo de la misma longitud que la red (50 metros) al cual se ligan todos los flotadores.
Figura 26
Figura 27
Este cabo se liga a su vez a lo largo de la relinga de corchos (Figura 27).
Si tiene dos juegos de flotadores como éstos, puede dejar secando uno si es necesario, mientras emplea el otro para pescar. Los 26 flotadores deberán estar colocados a una distancia de 2 metros unos de otros a lo largo de la relinga de flotadores.
La manera de ligar las plomadas a la relinga de plomos depende del material empleado (plomo, hierro o piedras) y de la clase de fondo donde va a pescar.
En fondos lisos y arenosos, las plomadas de láminas de plomo pueden arrollarse directamente a la relinga, golpeándolas con un martillo. Asimismo, los trozos cortos de barras de hierro o cadenas pueden ligarse directamente a la relinga. Las piedras pueden atarse con trozos cortos de hilo grueso (Figura 28).
Figura 28
En fondos rocosos, conviene emplear menos plomadas pero de mayor peso. No conviene usar plomadas costosas porque es fácil perderlas en el fondo. Emplee plomadas de anillas de hierro o de piedra. Líguelas a la relinga con trozos largos de hilo grueso. Si el fondo es muy rocoso, los trozos de hilo han de ser más largos (de 1 a 2 metros) para que la relinga quede por encima de las rocas cuando se cala el arte.
Si la red queda muy por encima del fondo, muchos peces pasarán por debajo de ella y escaparán, de modo que tendrá que encontrar la mejor manera de impedir que la red se enganche en las rocas sin que la pesca disminuya (Figura 28).
En fondos muy blandos en los que se entierra la relinga, utilice un trozo de cabo grueso forrado de hilo de cáñamo en vez de plomadas (Figura 29). Ponga trozos de hierro o de plomo dentro del forro y sujete el cabo a la relinga con hilo grueso. Emplee conchas grandes de mejillones en lugar de piedras si el fondo es muy blando.
De ser posible, los flotadores y las plomadas deben ser redondos y lisos. Si son puntiagudos o están mellados se enganchará la red y dificultarán el trabajo. Conviene que las plomadas pesen lo mismo y que los flotadores tengan igual flotabilidad y ejerzan la misma fuerza ascendente. En la Figura 30 se puede observar lo que ocurre si los flotadores y las plomadas son de flotabilidad y peso muy distintos.
Figura 29
Figura 30
COMO PESCAR CON UN ARTE DE ENMALLE CALADO EN EL FONDO
Utilice de la mejor manera las redes que usted mismo ha fabricado. Lo primero que ha de hacer una vez armado el arte, es alistar su embarcación para la pesca. Cualquier tipo de barca puede servir. Una canoa o un esquife de fondo plano son excelentes para pescar en lagos o ríos. Una canoa grande o un bote de 5 a 7 metros convienen para la pesca costera en el mar. Una embarcación grande de 12 a 15 metros es adecuada para pescar lejos de la costa y permanecer en el mar más de un día (Figura 31).
Figura 31
Un motor fuera o dentro de borda es útil porque evita trabajo y le permitirá alejarse más para encontrar peces. No obstante, es costoso; tendrá que pescar mucho para pagarlo, pero para la pesca con redes de enmalle caladas en el fondo no hace falta: bastan canaletes, remos o velas, que debe conservar aun si tiene un motor. Uselos si el viento es favorable o si no tiene prisa; de esta manera se economiza combustible y dinero (Figura 32). Si la embarcación es pequeña, conviene más emplear remos o velas.
Figura 32
En la popa de la embarcación tiene que haber un espacio despejado para poner las redes. No debe haber clavos ni pedazos agudos de madera en los que se pueda enganchar la red. En un bote pequeño o en una canoa las redes se pueden poner en un tonel grande o en un cesto y taparlas con lona. Si usa muchas redes necesitará una caja con tapa donde pueda poner las que no esté empleando. Asimismo, para mantener limpio el pescado, lo mejor es ponerlo en una caja.
Al calar y halar las redes, éstas pasarán por encima del costado o de la popa del bote. Si hay clavos o bordes agudos en los costados del bote las redes se engancharán, se desgarrarán y le crearán problemas cuando esté pescando. Asegúrese de que los costados y la popa del bote sean lisos y estén limpios. Conviene poner un tronco redondo o un trozo de lona para evitar que las redes se enganchen (Figuras 33 y 34).
Figura 33
Figura 34
Cuando su bote esté listo, hágase a la mar y cale las redes. Las primeras veces, conviene calar las redes nuevas en un lugar de fondo liso sin obstáculos (rocas, troncos grandes u objetos en los que se pueda enganchar la red), y en agua somera para comprobar que los flotadores y las plomadas las mantienen en la posición correcta. Prepare las redes apilándolas ordenadamente en la popa del bote. Si el bote tiene popa en punta, los flotadores se colocarán de cara a la proa y las plomadas a la popa (Figura 33).
Cuando llegue al lugar donde quiera calar las redes, observe la dirección del viento y la corriente: si uno u otro es fuerte tendrá que calar las redes en su dirección. Si la corriente es débil conviene calar las redes transversalmente (Figura 35).
Figura 35
Mida la profundidad del agua con una sonda. Amarre un plomo al extremo de un cabo delgado marcado a determinadas distancias. Eche el plomo al agua y vea cuánto cabo ha salido cuando llega al fondo. Si el bote se mueve con el viento o la corriente, tiene que lanzar el plomo hacia adelante para que quede vertical (Figura 36) cuando llegue al fondo. Untando el extremo del peso en grasa o alquitrán, se pegarán arena o fango, y averiguará así si el fondo es duro o blando.
Los cabos de las boyas tienen que medir más que la profundidad del agua. Si la marea sube o comienza una corriente fuerte después de haber calado el arte, las boyas pueden ser empujadas debajo del agua. Por eso, los cabos de las boyas deben medir por lo menos una vez y media la profundidad en agua somera y 30 metros más que la profundidad en agua profunda (Figura 37). Ate el cabo del ancla al extremo de la relinga de flotadores que se extiende más allá de los paños, pero debe haber suficiente cabo entre el ancla y la red para que aquélla no se enganche en ésta cuando la iza.
Figura 36
Figura 37
Primeramente, asegúrese de que el cabo es lo bastante largo, luego largue el ancla y deje que ésta y la red filen hasta que el ancla toque el fondo. Lance la boya lejos del bote y avance lentamente. La red debe salir por el costado de barlovento del bote.
En una embarcación o canoa pequeñas con motor fuera de borda, conviene sacar la hélice del agua y emplear remos o canaletes. Esto es más fácil si un hombre rema o gobierna mientras el otro cuida de que los flotadores y las plomadas no se enganchen en la red. Este hombre deberá vigilar la inmersión de la red y comprobar que los flotadores estén en la parte superior y que los cabos no se crucen. El remero o timonel tiene que estar preparado para parar el bote si hay dificultades con la red (Figura 38).
Figura 38
Figura 39
La red y el ancla se izan por encima de la proa del bote. Observe la red a medida que va saliendo del agua. Cuando vea que hay peces, disponga un chinguillo o un salabardo para capturar los que se puedan desenmallar (Figura 39).
Cuando la red se enganche en el fondo (Figura 40a), lo primero que hay que hacer es largar parte de la red que se ha izado ya, de modo que quede colgando en el agua. Después se desplaza la embarcación unos 25 metros hacia un lado (Figura 40b) y se tira rápidamente de la red. Haga esto varias veces desde ambos costados; con frecuencia la red se suelta de donde estaba enganchada (Figura 40c).
Figura 40
A menudo, los enganches se deben a que la relinga de plomos o uno de los plomos ha quedado debajo de un tronco o una piedra grandes. Si la red no se suelta, tiene que romper la relinga de plomos o el trozo de hilo con que está atada la plomada. Con una embarcación grande provista de un motor poderoso, se podrá soltar la red atándola a la embarcación y dando marcha avante. Tenga cuidado de que no se enganche la red en la hélice mientras avanza (Figura 41a).
Figura 41
Con un bote pequeño es más difícil soltar la red. Si el mar está en calma incline la embarcación sobre un costado, tire de la red todo lo que pueda, amárrela al costado más próximo al agua y balancee el bote en la dirección contraria hasta que la red se suelte (Figura 41b).
En caso de mal tiempo, espere a que el bote esté en el seno de dos olas, tire de la red rápida y fuertemente como pueda, y amárrela al otro lado del bote. Cuando la ola siguiente levante el bote, también levantará la red, que generalmente se desenganchará (Figura 41c).
También es posible bucear y desenganchar la red a mano. Es necesario que esté floja; descienda agarrándose a la relinga de plomos hasta que llegue al lugar donde está enganchada, suéltela o cortela. !Tenga cuidado! Lleve una máscara de buceo para que pueda ver lo que hace y manténgase alejado de la red. Más vale perder una red que acabar enganchado en ella como un pez.
Si no logra desprender la red, tire de ella y córtela a nivel de la superficie del agua o a tanta profundidad como pueda bucear. Diríjase al otro extremo y tire hasta que pueda llegar al lugar donde está enganchada. Trate de soltarla nuevamente, pero si no lo puede, corte el extremo: sólo habrá perdido un trozo de red y no la red entera.
Figura 42
LO QUE HAY QUE SABER PARA PESCAR CON REDES DE ENMALLE CALADAS EN EL FONDO
Las redes descritas en este manual sólo tienen unos 50 metros de longitud. Es posible hacerlas más largas o unir varias y formar una andana. En aguas ricas en peces, una red larga o una andana darán mejores resultados (Figura 42).
Para emplear las redes correctamente, tiene que saber diversas cosas acerca de los peces que desea capturar: dónde les gusta vivir, en qué momentos se encuentran en determinado lugar en diferentes épocas del año, a qué hora calar e izar las redes y cómo colocarlas para que pesquen.
Estos factores variarán según el lugar donde pesque y las especies que busque; por consiguiente, deberá averiguar qué es lo que más le conviene. Siguen algunas indicaciones que le ayudarán a lograr una pesca abundante.
Los peces que viven en el fondo nadan en zonas rocosas o entre las algas, donde se ocultan y encuentran alimento. Algunos se esconden en las rocas de día y salen de noche para alimentarse. Observando el fondo o buceando podrá conocer los sitios donde hay rocas o algas, y los puntos donde se encuentran peces en mayor cantidad. Conozca sus hábitos calando las redes en diversas partes para ver qué especies captura (Figura 43).
Es preferible que los peces no vean las redes en el agua; así no tratarán de esquivar las mallas. Para evitar que la luz señale la presencia de las redes, cálelas al anochecer y levántelas antes de que amanezca. Si hay tiburones o peces grandes que puedan romper las redes, no las deje en el agua durante mucho tiempo; los peces que se agitan en las redes atraen a los tiburones.
Figura 43
Evitará dificultades izando las redes durante la noche. Desenmalle el pescado y vuelva a calarlas. Si los peces permanecen en la red demasiado tiempo mueren y se descomponen. lzando la red en diferentes momentos durante la noche observará que pesca más en un lapso de pocas horas. Por lo tanto, conviene dejar la red dentro del agua solamente durante ese período, y los peces no se pudrirán.
En aguas transparentes, los peces pueden ver las redes aun de noche: se asustarán y escaparán antes de enmallarse. Trate de calar las redes de manera que los peces tengan que meterse en ellas. Existen muchas maneras de hacerlo.
Figura 44
Cerca de la costa, amarre un extremo de la red a un objeto en tierra y cálela en línea recta hasta que llegue a agua más profunda. Curve el extremo de la red hacia tierra para atrapar los peces que traten de darle la vuelta (Figura 44). Si la red no es lo bastante larga, forme una andana.
Figura 45
Figura 46
Las redes se pueden calar a través de un río o en la boca de una bahía. En agua somera puede tratar de dirigir los peces dando golpes en el agua con remos, canaletes o tableros planos y salpicando enérgicamente; el ruido los asustará y se enmallarán (Figura 45).
Cale una red o una andana a través de la corriente, en forma semicircular, dando vueltas a ambos extremos (Figura 46).
Cale una andana formando ángulo con la corriente de manera que los peces pasen de una red a la siguiente (Figura 47).
Figura 47
Figura 48
Figura 49
Recuerde: al calar las redes, asegúrese de cerrar las brechas que queden entre ellas; de lo contrario los peces se escaparán (Figura 48).
Recuerde: al calar los artes a través de la corriente, quizás necesite más lastre en la relinga baja para que no se muevan y más flotadores en la alta para que el agua no la empuje hacia abajo (Figura 49). Cale las redes en la dirección de la corriente, si ésta es muy fuerte, pero no transversalmente a ella (Figura 50).
Si tiene que izar varias redes o si pesca en aguas de más de 40 metros de profundidad, emplee un halador de redes, que simplificará la operación.
Figura 50
LEYENDA
A = Roldana cónica de contrachapado, hojalata o fibra de vidrio
B = Tabla de perfil semicircular (mitad de un palo redondo)
C = Sección de un neumático de bicicleta o motocicleta
(revestimiento de la tabla)
D = Base
E = Soportes de hierro
F = Eje
G = Correa de transmisión (hacia el motor)
Figura 51
Las Figuras 51 y 52 muestran dos tipos, pero existen muchos otros, algunos tan sencillos que se pueden hacer en cualquier buen taller mecánico.
Para calar varias redes utilizando anillas de hierro como lastre, resultará más fácil colgarlas por las anillas de palos en vez de apilarlas en la popa del bote. Suspenda las redes a un palo doble, cuando éstas tienen flotadores y plomadas en forma de anillo (Figura 53).
Cuide el pescado que capture, puesto que se descompone rápidamente si se calienta mucho o se deja en un lugar sucio.
Figura 52
Figura 53
El pescado fresco se conserva adecuadamente en una caja limpia con tapa y con mucho hielo picado (Figura 54). Si no tiene hielo, protéjalo del sol y de la suciedad (Figura 55). El pescado que se va a secar o salar también se ha de mantener fresco hasta empezar la salazón o el secado.
El cuidado de las redes se traducirá en una pesca abundante. Disponga de suficientes flotadores y plomos en cada red.
Después de usar la red verifique si hay mallas rotas, y repárelas de inmediato. Una rotura pequeña no reparada a tiempo se agrandará y permitirá que los peces se escapen (Figura 56a, pág. 33).
Arregle las averias grandes practicando un corte cuadrado y trenzando un trozo de red del mismo tamaño que el agujero (Figura 56b).
Figura 54
Figura 55
Figura 56
COMO HACER OTRAS CLASES DE REDES DE ENMALLE CALADAS EN EL FONDO
Red para percas. Esta red es conveniente para pescar en lagos o ríos con una canoa o con un esquife. Es muy útil para pescar perca, escarcho y otros peces pequeños.
La red se hace de nilón monofilamento delgado y rígido. Tiene 0,2 milímetros de diámetro (22 700 m/kg). Diez vueltas en un palo tendrán un espesor de unos 2 milímetros. Si quiere trenzar sus propias redes, necesitará unos 11 500 metros de monofilamento, es decir, menos de medio kilogramo de nilón (450 gramos). Es necesario hacer nudos dobles cuando se trenza monofilamento.
Una malla estirada debe tener 6,5 centímetros de longitud. Diez mallas totalmente estiradas medirán 65 centímetros.
El paño de red estirado deberá tener una longitud de 100 metros y una altura de 3 metros, o 46 mallas.
Los cabos para la relinga alta y la baja serán de polietileno o polipropileno, trenzado o torcido (Figura 57a) y tendrán un diámetro mínimo de 4 milímetros. Para los cabos verticales de los extremos se empleará hilo grueso.
Los flotadores de corcho o plástico medirán 5 centímetros por 3 centímetros (Figura 57b), que es aproximadamente el tamaño que aparece en la figura. También podrán ser de madera o espuma sintética. Se necesitan 50 flotadores para una red.
Figura 57
Para confeccionar las plomadas, emplee plomo, anillas de hierro, cadena o piedras redondas.
Con 6 kilogramos de plomo se obtienen 100 plomos, de unos 60 gramos cada uno.
Con 9 kilogramos de hierro se obtienen 50 plomos, de unos 180 gramos cada uno.
Con 30 kilogramos de piedras se obtienen 30 plomos, de 1 kilogramo cada uno.
Emplee nilón torcido o trenzado de 0,4 milímetros de diámetro para armar la red. Diez vueltas en un palo medirán 4 milímetros.
El cabo utilizado para el resto de la red también sirve para las anclas. Una botella de plástico o un trozo de espuma sintética son buen material para boyas, y las piedras grandes hacen oficio de anclas.
Para confeccionar la red, primero empape en agua el cabo que va a emplear y estírelo para desenredarlo (Figura 17, pág. 11). Mida las piezas que formarán las relingas: la superior deberá tener 52 metros de longitud y la inferior 57.
Para armar la red en la relinga de corchos, estire 5 a 10 metros de relinga entre dos árboles o postes. Trinque el hilo a la relinga a 1 metro del extremo. Pase la aguja de redero por 3 mallas y ligue el hilo a la relinga superior a 10 centímetros de la primera ligada. Hágase un palo para medir y emplee las mallas como medida (Figura 58). El espacio entre las ligadas equivale a la longitud estirada de 1,5 mallas. Use la ilustración para orientarse.
Figura 58
Siga pasando la aguja de redero por 3 mallas y ligando el hilo a la relinga de corchos cada 10 centímetros, hastá que el paño de red esté armado en toda la relinga. Asegúrese de haber dejado 1metro de relinga libre de mallas en cada extremo de la red (Figura 58).
Para armar la relinga de plomos, se procede de la misma manera que para armar la relinga de flotadores, excepto que cuando se pasa la aguja por 3 mallas hay que ligar el hilo a la relinga de plomos cada 11 centímetros.
Figura 59
Para hacer los enlaces ligue un trozo de hilo grueso a la relinga de corchos, páselo por todas las mallas en el extremo del paño y líguelo a la relinga de plomos. La distancia entre ambas relingas debe ser de 2,50 metros (Figura 59).
Amarre los flotadores a la relinga de corchos a una distancia de 1 metro uno de otro. Los plomos deben ligarse a la relinga a la misma distancia unos de otros.
Para emplear esta red en aguas de corrientes fuertes, quizás tenga que poner más plomos y flotadores para impedir que el arte se mueva. Si la usa en ríos, asegúrese de que los cabos de las anclas son lo bastante largos para impedir que las boyas se hundan con la corriente.
Red para tiburones. Esta red (Figura 60) la emplean para capturar tiburones los pescadores cuyas embarcaciones miden 9 a 15 metros de longitud.
El hilo de la red es de nilón monofilamento grueso y rígido, de 0,9 milímetros de diámetro (1 320 m/kg). Diez vueltas del hilo en un palo deberán medir unos 9 milímetros.
También se puede emplear hilo de nilón torcido del mismo diámetro aproximadamente (R 700 tex, 1 430 m/kg).
El tamaño de la malla estirada será de 20 centímetros (Figura 61, pág. 37). Diez mallas estiradas medirán 2 metros.
La red estirada ha de tener una longitud de 75 metros. El paño estirado medirá 2,40 metros de ancho, o 12 mallas.
Figura 60
Para confeccionar los paños de red necesitará unos 2 200 metros de hilo (1,33kilogramos).
Los cabos para las relingas superior e inferior deberán ser de nilón o de polipropileno de 6 milímetros de diámetro. Necesitará unos 110 metros para hacer la red. Esta red no requiere cabos verticales.
Los flotadores de corcho o plástico deberán medir 6 centímetros por 3 centímetros, como el que aparece en la Figura 62 (pág. 38). También se pueden hacer flotadores de madera; necesitará 25 para la red.
Para las plomadas emplee plomo, anillas de hierro o piedras redondas.
Con 10 kilogramos de plomo se obtienen 100 plomos, de unos 100 gramos cada uno.
Con 15 kilogramos de hierro se obtienen 50 plomos, de unos 300 gramos cada uno.
Con 50 kilogramos de piedras se obtienen 50 plomos, de 1 kilogramo cada uno.
Para armar la red emplee nilón trenzado de 2,5 milímetros de diámetro. Diez vueltas en un palo medirán 25 milímetros.
El cabo para la relinga de corchos medirá 52 metros de longitud; el de la relinga de plomos 57 metros.
Para armar la relinga de corchos, estírela entre dos árboles y ligue el hilo a 1 metro del extremo.
Figura 61
Pase la aguja por 3 mallas y haga una segunda lazada a 40 centímetros de la primera. Emplee 2 mallas estiradas para medir esta distancia. Siga armando 3 mallas cada 40 centímetros a lo largo de la relinga. Asegúrese de que quede 1 metro de relinga libre en cada extremo de la red.
Para armar la relinga de plomos haga la primera ligada a 1 metro del extremo, como en el caso de la relinga de corchos, pero arme 3 mallas cada 44 centímetros.
Esta red no necesita cabos verticales en los extremos, pero cuando ate el cabo del ancla a la red debe hacerlo a la relinga de corchos y a la de plomos.
Las redes que se hacen con paños de monofilamento son rígidas y tienden a hincharse cuando se ponen a secar en cubierta, es decir que se las puede llevar un viento fuerte y que ocuparán mucho espacio en la embarcación.
Conviene tener una caja con tapa en la que pueda colocar las redes de monofilamento cuando no las utilice, o cubrirlas con un trozo de madera.
Figura 62
Foto- Tipo-lito SAGRAF - Napoli
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