La eliminación de las existencias de plaguicidas caducados contribuye a la protección de la salud humana. Los plaguicidas en estado natural son perjudiciales en diversos grados para los seres humanos. Las personas expuestas a los plaguicidas pueden sufrir a corto plazo graves efectos como nauseas, dolores de cabeza, irritación de los ojos, erupciones cutáneas y vértigos. En algunos casos la exposición a los plaguicidas puede causar enfermedades cancerígenas, disminución de la fertilidad, daños a órganos y nervios, pérdida de conciencia e incluso la muerte.
A menudo los plaguicidas caducados contienen sustancias químicas vencidas que son sumamente tóxicas. Muchas de estas sustancias han sido prohibidas a causa de su toxicidad, pero siguen encontrándose en muchos países. Los plaguicidas caducados deteriorados también pueden generar productos de descomposición sumamente tóxicos.
Modo de penetración de los plaguicidas en el medio ambiente
Las existencias de plaguicidas caducados incluyen a menudo envases deteriorados que dan lugar a fugas con la consiguiente dispersión de los plaguicidas en el medio ambiente, con la posible exposición a estos plaguicidas de las personas que viven o trabajan en las cercanías y que pueden padecer problemas consiguientes de salud. Las fugas de plaguicidas también podrían llegar a las fuentes de agua potable alimentadas por ríos, lagos o acuíferos subterráneos y las personas que beban estas aguas sufrirán efectos perjudiciales para la salud. Del mismo modo, los alimentos de origen agrícola o animal que han sido contaminados por los plaguicidas pueden ser tóxicos para los consumidores. Además muchos de los plaguicidas caducados se conservan en almacenes no vigilados o al aire libre, donde los niños, los adultos y los animales pueden fácilmente entrar en contacto con productos químicos de alta toxicidad.
Los plaguicidas presentes en el medio ambiente pueden tener efectos perjudiciales en la fauna y la ora silvestres por exposición directa a las sustancias químicas o por exposición indirecta en los alimentos y el agua. Los animales pueden enfermarse y morir, y causar efectos nocivos en el medio ambiente natural.
Los ecosistemas naturales son complejos y están formados por múltiples capas de organismos relacionados entre sí. Los daños que se produzcan en cualquiera de los organismos de un ecosistema pueden tener repercusiones en todo el ecosistema. Por ejemplo, si los herbicidas afectan un cierto tipo de vegetación que es la fuente de alimentación de algunas larvas de insectos, dichos insectos pueden tener que desplazarse a otros medios en busca de su alimento preferido. Estas larvas de insectos pueden constituir la fuente de alimentación de algunas especies particulares de aves en una determinada fase de su desarrollo, pero llegadas a la edad adulta pueden alimentarse de una serie de insectos que pueden ser plagas. Si las larvas prefieren desaparecen del medio ambiente, también las aves pueden desaparecer y las plagas pueden aumentar debido a la disminución de los depredadores. Este ejemplo particular se basa en resultados de investigaciones realizadas en el Reino Unido, y demuestra los posibles y muy complejos efectos de los plaguicidas en el medio ambiente.
Las existencias de plaguicidas caducados no es como la aplicación normal de plaguicidas en la agricultura o para el cuidado de la salud, sobre todo porque grandes cantidades de estas sustancias químicas peligrosas están concentradas en un solo lugar. Las pérdidas o los daños causados a las existencias pueden dar lugar a una grave y aguda contaminación local. Si las sustancias llegan a los ríos o al mar, o si se evaporan después de haberse derramado, pueden ser transportadas a largas distancias con la consiguiente contaminación del ecosistema.
Cuanto mayor sea el tiempo de permanencia de las existencias en lugares donde continúan a deteriorarse o a tener pérdidas, mayor será el daño causado. Un adecuado aislamiento y la eliminación de las existencias de plaguicidas caducados son, por tanto, esenciales para la protección del medio ambiente.
Las existencias de plaguicidas caducados son una carga económica, además de un peligro para la salud y el medio ambiente. El dinero gastado para comprar plaguicidas originales, posteriormente caducados, en realidad se ha despilfarrado, perdiéndose la posibilidad de adquirir otros bienes que pueden ser necesarios.
Además, el almacenamiento de los plaguicidas caducados ocasiona costos en términos de espacio que no puede dedicarse para otros fines más productivos, y se incurre en costos adicionales cuando los plaguicidas son vigilados o se efectúan operaciones de mantenimiento de las existencias, por ejemplo, trasladando los plaguicidas de tambores con pérdidas a nuevos contenedores.
Asimismo, la substitución de los plaguicidas caducados con nuevos productos (químicos y no químicos) para luchar contra las plagas da lugar al empleo de fondos que podrían utilizarse para otros fines si los plaguicidas no estuviesen caducados y aún pudieran utilizarse.
Los costos de la atención sanitaria y de las acciones necesarias para reparar los daños que hayan podido causar al medio ambiente son difíciles de calcular, pero seguramente son elevados. Del mismo modo, cuando los trabajadores se han expuesto a plaguicidas caducados pueden tener dificultades para trabajar o pueden ser menos productivos; por tanto habrá pérdida en cuanto a productividad con un costo asociado.
La existencia de plaguicidas caducados crea obstáculos persistentes al desarrollo sostenible. La contaminación de los recursos de aguas y suelos causada por los plaguicidas es contraria a los requisitos esenciales del desarrollo sostenible y, por consiguiente, la fuente de contaminación debe eliminarse.
Los costos causados por el contenimiento, la remoción y la destrucción de los plaguicidas caducados en condiciones de seguridad son altos. Las opciones poco costosas pueden dar lugar a una contaminación más grave y, por lo tanto, es indispensable utilizar los mejores métodos de tratamiento aunque sean costosos.
Dejar que los plaguicidas caduquen, mantener existencias de plaguicidas caducados, y eliminarlos, son hechos, que generan fuertes costos económicos. No enfrentar el problema no sólo no reduce los costos sino que, en última instancia, los aumenta. Por consiguiente, es sumamente importante que en un país o región se enfrente el problema de los plaguicidas caducados eficazmente tan pronto como sea posible.
