CL123/2


Consejo

123o período de sesiones

Roma, 28 de octubre – 2 de noviembre de 2002

EL ESTADO MUNDIAL DE LA AGRICULTURA Y LA ALIMENTACIÓN, 2002

Índice



I. INTRODUCCIÓN

1. En el presente documento se destacan las grandes tendencias recientes de la seguridad alimentaria, la producción y los mercados agrícolas, la asistencia al desarrollo dirigida a la agricultura y las novedades normativas de alcance mundial y relacionadas con el comercio internacional de productos básicos, tomando como base la información disponible en agosto de 2002. Se invita a los delegados a que consulten los distintos documento recientes y páginas Web de la FAO donde se ofrece información más actualizada: las últimas versiones de “Perspectivas alimentarias” y de “Cosechas y escaseces alimentarias” contienen información actualizada sobre los productos básicos y el mercado; en “El estado mundial de la agricultura y la alimentación, 2002” se facilitan informaciones y análisis más completos sobre la alimentación y la agricultura mundial; la información más reciente sobre la inseguridad alimentaria puede verse en “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, 2002”.

II. SITUACIÓN ACTUAL DE LA INSEGURIDAD ALIMENTARIA

A. TENDENCIAS DE LA SUBNUTRICIÓN

2. De acuerdo con las últimas estimaciones de la FAO, en 1998-2000 había en el mundo 840 millones de personas subnutridas: 799 millones en los países en desarrollo, 30 millones en los países en transición y 11 millones en las economías de mercado desarrolladas. Más de la mitad de la población subnutrida (508 millones de personas; 60 por ciento del total) vive en Asia y el Pacífico, mientras que al África subsahariana corresponde casi una cuarta parte (196 millones de personas; 23 por ciento del total).

3. El número de personas subnutridas en los países en desarrollo ha disminuido 19 millones desde 1990-92 (en que eran 818 millones). Este ritmo es muy inferior al necesario para conseguir el objetivo de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación de reducir a la mitad el número de personas subnutridas para el año 2015 (con respecto a la base de 1990-92). Además, esta reducción mundial enmascara grandes divergencias en los resultados regionales y nacionales. El rápido progreso de un reducido número de países oculta una situación de estancamiento o deterioro en un número mucho mayor de naciones.

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4. El África subsahariana tiene la prevalencia más elevada de subnutrición, con un 33 por ciento de la población. En segundo lugar se encuentra Asia y el Pacífico, donde el 16 por ciento de la población está subnutrida; esta cifra regional agregada oculta importantes diferencias subregionales; en Asia meridional, el 24 por ciento de la población está subnutrida, mientras que en Asia oriental y sudoriental la proporción es del 10 y el 12 por ciento, respectivamente. En cuanto al Cercano Oriente y África del Norte, la prevalencia de la subnutrición es del 10 por ciento, y en América Latina y el Caribe del 11 por ciento.

5. La prevalencia de la subnutrición en los países en desarrollo ha bajado del 28 por ciento de la población total en 1979-81 al 17 por ciento en 1998-2000. El progreso es significativo; no obstante, ha sido muy irregular y se ha desacelerado en los últimos años. En Asia y el Pacífico, la prevalencia se ha reducido a la mitad desde 1979-81, y los progresos más rápidos se han conseguido en Asia oriental. En el África subsahariana, la incidencia de la subnutrición ha disminuido ligeramente desde 1979-81, aunque como consecuencia del crecimiento demográfico el número absoluto de personas subnutridas ha continuado aumentando. En América Latina y el Caribe, donde la incidencia de la subnutrición era ya baja, ésta ha disminuido marginalmente en el decenio de 1990. En el Cercano Oriente y África del Norte, los marginales progresos alcanzados en el decenio de 1980 se han visto contrarrestados por el ligero deterioro de los años noventa, por lo que la prevalencia y el número absoluto de personas subnutridas ha aumentado, aunque también con respecto a una base baja.

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B. SITUACIONES DE ESCASEZ Y EMERGENCIA ALIMENTARIA1

6. Tras dos años sucesivos de malas cosechas en la mayor parte de los países del África austral, se ha declarado una crisis alimentaria en esta subregión. En todo el mundo, hay 31 países en situación de grave escasez de alimentos, que requieren ayuda alimentaria internacional.

7. En África austral, casi 13 millones de personas necesitan ayuda alimentaria de urgencia tras dos malas cosechas consecutivas de cereales. Grandes extensiones han quedado devastadas como consecuencia de la prolongada sequía registrada durante el período vegetativo de 2001/02, mientras que otras han sufrido los efectos de las precipitaciones excesivas. Las existencias de maíz del Gobierno y de los agricultores se agotaron, y las importaciones fueron tardías e insuficientes, lo que provocó situaciones graves de escasez de alimentos y subidas de precios sin precedentes. En Zimbabwe, el problema se agravó por la reducción de la superficie sembrada en el sector comercial en gran escala, debido a las actividades de reforma agraria. A finales de junio, la FAO y el PMA aprobaron conjuntamente una operación de emergencia regional valorada en 507,3 millones de dólares EE.UU. para ofrecer asistencia alimentaria a unos 10,3 millones de personas, el 80 por ciento de la población afectada, hasta la próxima cosecha principal de abril de 2003. No obstante, hasta comienzos de agosto, solo se había prometido el 25 por ciento de esta cantidad.

8. En África oriental, las perspectivas alimentarias son poco prometedoras en varios países, debido a la poca abundancia de las lluvias estacionales. En Eritrea, la temporada breve de lluvias de marzo a mayo fue prácticamente inexistente y la sequía se prolongó durante los importantes meses de siembra de junio y julio, lo que ha provocado una grave preocupación acerca de la seguridad alimentaria del país. Más de un millón de personas necesitan actualmente asistencia. Igualmente, en Etiopía, donde la grave sequía ha provocado la muerte de gran número de cabezas de ganado, sobre todo en las zonas de pastoreo del este y el noreste. Necesitan asistencia más de 8 millones de personas. En Kenya, la escasez de precipitaciones ha invertido las anteriores perspectivas optimistas y provocado grandes preocupaciones sobre el suministro de alimentos. Se estima que casi 1,3 millones de personas dependen de la asistencia alimentaria. En Somalia, a pesar de un pronóstico favorable sobre los cultivos de la campaña principal, se han señalado graves tasas de malnutrición, debido a las sucesivas sequías y a la inseguridad a largo plazo. El reciente recrudecimiento de los conflictos ha desplazado a un gran número de personas y perturbado la entrega de asistencia alimentaria. En Tanzanía y Uganda, la situación general de suministro de alimentos es satisfactoria, aunque la intensificación del conflicto en Uganda septentrional ha desplazado a gran número de personas, que se han sumado a las más de 1,5 millones de personas internamente desplazadas, refugiados y otros grupos vulnerables que dependen ya de la asistencia alimentaria.

9. En África occidental, el tiempo seco ha perjudicado gravemente a los cultivos, sobre todo en Gambia, Guinea-Bissau, Mauritania y Senegal. En Cabo Verde, las perspectivas de la cosecha de maíz, cuya siembra comienza normalmente partir de julio, son desfavorables debido al retraso en la llegada de las precipitaciones. Por el contrario, las condiciones de cultivo han mejorado en las partes centrales y orientales del Sahel, donde las precipitaciones han aumentado y han estado mejor distribuidas en la mayor parte de las regiones agrícolas de Burkina Faso, Chad, Malí y Níger. En Liberia, las actividades agrícolas se han visto perturbadas por los renovados enfrentamientos civiles, lo que permite pensar en una reducción de la producción de arroz de este año. Sierra Leona y Guinea continúan dependiendo fuertemente de la asistencia alimentaria internacional, debido al gran número de personas internamente desplazadas y de refugiados.

10. En África central, la situación del suministro de alimentos ha mejorado en Rwanda y Burundi después de las abundantes cosechas de la campaña secundaria de 2002. Por el contrario, la situación alimentaria y nutricional de la República Democrática del Congo es motivo de grave preocupación. Los persistentes disturbios civiles continúan provocando desplazamientos masivos de la población, y el número de personas internamente desplazadas se estima actualmente en 2 millones. La situación alimentaria es sumamente grave, ya que la distribución de la asistencia de socorro se ve dificultada por la situación de inseguridad. También es grave la situación de suministro de alimentos en Kinshasa, ya que la disponibilidad de éstos es muy inferior a las necesidades.

11. En Asia, la asistencia alimentaria se ha reanudado tras las recientes donaciones a la República Democrática Popular de Corea. No obstante, se necesitan nuevas promesas de cereales para garantizar el suministro de alimentos a los grupos necesitados. En Mongolia, otro invierno con duras condiciones climatológicas y las graves tormentas de primavera han erosionado todavía más la seguridad alimentaria de los pastores nómadas. Las enormes inundaciones han provocado pérdidas de vidas humanas y daños en las infraestructuras y cultivos de China occidental y central, India nororiental y Bangladesh. En Irán, a finales de junio se produjo un violento terremoto en el noroeste del país. La situación del suministro de alimentos en algunos países asiáticos de la Comunidad de Estados Independientes es difícil, debido a las malas condiciones atmosféricas, por lo que se necesita ayuda alimentaria de urgencia en Tayikistán, Uzbekistán y Georgia, los países más afectados. Además, Tayikistán ha sufrido recientemente una infestación de langostas, lluvias torrenciales e inundaciones, que han destruido grandes superficies cultivadas.

12. En el Cercano Oriente, la situación alimentaria de Afganistán continúa siendo grave, a pesar de la relativa calma y de la mejora en la entrega de asistencia alimentaria. Las perspectivas de los cultivos se han visto afectadas por la plaga más grave de langostas de los 30 últimos años y por las inundaciones en algunos lugares. La escasez de financiamiento para los organismos humanitarios es causa de seria preocupación. La situación alimentaria en la Ribera Occidental y Gaza continúa siendo grave.

13. En América Central y el Caribe, la difícil situación de suministro de alimentos en algunos lugares de El Salvador y Guatemala se ha visto agravada por la dramática caída de los precios internacionales del café.

14. En Europa, la asistencia alimentaria orientada a objetivos específicos continúa sido necesaria para los refugiados, las personas internamente desplazadas y las poblaciones vulnerables de la República Federativa de Yugoslavia y en Chechenia, en la Federación de Rusia.

III. SITUACIÓN AGRÍCOLA ACTUAL

A. PRODUCCIÓN AGRÍCOLA Y GANADERA

15. Durante los dos últimos años la producción agrícola mundial (cultivos y ganado) aumentó a un ritmo inferior al promedio de los decenios anteriores. Según las estimaciones, su crecimiento en el año 2000 fue de sólo el 1,3 por ciento, y en 2001 habría sido todavía más bajo, el 0,5 por ciento, el más bajo desde 1993. Si se tiene en cuenta el crecimiento demográfico, ello significa un descenso de la producción mundial per cápita tanto en 2000 como en 2001.

16. La reciente desaceleración del crecimiento de la producción se debe sobre todo al hundimiento de los precios de los productos básicos (véase la sección relativa a los precios) que han reducido los incentivos de los agricultores a aumentar la producción. Las tasas más bajas de crecimiento demográfico y el débil aumento de los ingresos per cápita en algunos de los países más pobres han mermado el crecimiento de la demanda a largo plazo que, de lo contrario, podría haber ofrecido precios más interesantes y estimulado un crecimiento de la producción más rápido. Los cambios normativos en algunos países pueden haber contribuido también a la desaceleración, ya que han reducido los incentivos para los excedentes de producción. A corto plazo, como ya se ha señalado, las malas condiciones atmosféricas han perturbado también la producción de algunas regiones.

17. El descenso de la tasa de crecimiento de la producción en las economías de mercado tanto en desarrollo como desarrolladas ha contrarrestado con creces la fuerte recuperación del crecimiento en los países en transición. En estos últimos, el año 2001 fue el primero de crecimiento significativo de la producción, después de un decenio caracterizado en general por la contracción.

18. Gran parte de la tendencia descendente del crecimiento de la producción agrícola en Asia puede atribuirse a China, donde las muy elevadas tasas de crecimiento registradas desde el comienzo del proceso de reforma económica en los últimos años setenta han ido disminuyendo en los últimos años. En el resto de Asia, se observa también una pauta semejante, aunque menos pronunciada, de disminución del crecimiento durante los cinco últimos años con respecto al período quinquenal anterior y al decenio de 1980.

19. El África subsahariana es la única región en desarrollo donde la producción agrícola ha sido inferior al crecimiento demográfico durante la mayor parte de los tres últimos decenios. Tras los resultados favorables de los primeros años noventa –que dieron lugar a aumentos per cápita continuados por primera vez desde el decenio de 1960–, en los últimos años la producción agrícola ha vuelto a la pauta anterior de descenso de la producción per cápita.

20. La región de América Latina y el Caribe ha experimentado un crecimiento de la producción agrícola algo superior a la media durante los últimos cinco años, en comparación con los primeros años noventa. Ello representa la vuelta a las tasas de crecimiento de la producción registradas en los decenios de 1960 y 1970.

21. En el Cercano Oriente y África del Norte, los resultados agrícolas se han caracterizado en general por fluctuaciones más pronunciadas que en la mayor parte de las demás regiones, debido a las condiciones atmosféricas de grandes zonas de la región. En los últimos años, la producción se ha visto especialmente afectada por sucesivas sequías en muchos países, lo que ha dado lugar a un descenso marginal de la producción durante ese período.

Cambios en la producción agrícola (cultivos y ganado)

(índices de producción a precios constantes)

1) Total mundial y agrupaciones económicas:

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2) Países en desarrollo, por regiones:

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Fuente: FAO

 

B. TENDENCIAS DE LOS PRECIOS Y MERCADOS DE PRODUCTOS BÁSICOS

22. Como ya se ha señalado, la mayor parte de los precios de los productos agrícolas se mantuvieron bajos en 2001 y es probable que continúen así durante el resto de 2002, aunque algunos han dado muestras de recuperación reciente. Los precios de la mayor parte de los productos agrícolas continúan siendo muy inferiores a los niveles máximos de hace algunos años. Esta situación parece indicar que el crecimiento de la producción –a pesar de la desaceleración de 2000 y 2001– ha superado el crecimiento de la demanda en el plano mundial.

23. Entre mayo de 1996 y enero de 2000, el índice internacional de precios de la FAO para el total de los alimentos bajó aproximadamente un 38 por ciento, situándose en el punto más bajo de todo el decenio. El índice se estabilizó en 2000 y ha continuado en un nivel bajo. Entre los principales productos alimenticios, el descenso de los precios ha sido especialmente pronunciado en los cereales, que alcanzaron un máximo en mayo de 1996. En 1999, el índice medio del precio de los cereales había descendido más de un 40 por ciento por debajo del promedio de 1996, y se ha mantenido relativamente estable en los tres últimos años.

24. Se prevé que, después de una ligera recuperación en 2000, la producción mundial de cereales2 disminuirá en 2002. Como el volumen de existencias iniciales es más bajo que en la campaña anterior y se prevé un descenso de la producción, la nueva campaña de comercialización de 2002/03 podría representar el comienzo de una situación de mayor enrarecimiento de la demanda que en los últimos años.

25. Por tercer año consecutivo, el total de la utilización global de cereales es superior a la producción, por lo que las existencias mundiales de cereales al final de las campañas de 2003 descenderán casi un 9 por ciento con respecto a su nivel inicial, ya reducido. No obstante, los abundantes suministros de algunos de los países exportadores tradicionales podrían mitigar, hasta cierto punto, los efectos en los mercados mundiales. La caída de las existencias de trigo podría resultar especialmente significativa, pero también disminuir considerablemente las de cereales secundarios y arroz. El factor que más contribuye a explicar la caída de las existencias mundiales en los últimos años es la evolución de China donde, tras un período de abundantes reservas, el Gobierno está tratando de reducir las existencias nacionales.

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26. Según las previsiones, en 2002/03 el comercio mundial de cereales alcanzará un volumen de 235 millones de toneladas, ligeramente inferior al de la campaña anterior, debido sobre todo a que las importaciones de trigo y arroz serán algo inferiores a lo previsto. Por un lado, las importaciones de los países desarrollados disminuirán ligeramente y, por el otro, el grupo de los países en desarrollo podría registrar un aumento aproximadamente de la misma magnitud, y sus importaciones podrían alcanzar la cifra sin precedentes de 178 millones de toneladas.

27. Debido a estas perspectivas en general desfavorables, los precios internacionales de los cereales comenzaron a ganar terreno desde abril de 2002. En julio de ese año, los precios del trigo subieron considerablemente en respuesta a las malas perspectivas de las cosechas, a pesar de los abundantes suministros de trigo para pienso en los mercados internacionales que debilitaron la demanda de maíz en algunos mercados. También comenzaron a subir los precios del arroz, debido a la reducción de los suministros en algunos países exportadores y a las políticas adoptadas en otros.

28. El índice medio de precios de los aceites/grasas subió fuertemente durante los años centrales del decenio de 1990 y alcanzaron su máximo en 1998, gracias al fortalecimiento de la demanda. Este índice se vio pronto sometido a una fuerte presión a la baja, debido a la notable recuperación de la producción mundial de semillas oleaginosas y a la desaceleración del crecimiento del consumo, y ya en el año 2000 había bajado más de un 45 por ciento con respecto al nivel máximo. El índice de precios de los aceites/grasas se recuperó marginalmente durante 2001 y en los primeros meses de 2002, pero continúa siendo muy inferior al máximo alcanzado.

29. Los precios de la carne bajaron un 12 por ciento entre 1997 y 1998, cuando el ciclo de la carne de vacuno de los EE.UU. tocó fondo y el aumento de los suministros ejerció una presión a la baja sobre el mercado. Los precios se han mantenido relativamente estables desde entonces, debido al escaso crecimiento económico en algunos de los grandes mercados de importación y a la persistencia de las preocupaciones por las enfermedades de los animales y la inocuidad de los alimentos que han mermado el crecimiento de la demanda.

30. El índice de los precios de los productos lácteos volvió a presentar una tendencia descendente a mediados de 2001, tras una breve recuperación en 2000. A mediados de 2002 los precios de los productos lácteos eran casi un 35 por ciento inferiores al nivel máximo de 1995, con lo que se acercaron al bajo nivel de los primeros años noventa. Los mercados internacionales de productos lácteos tienen un bajo índice de comercialización (el comercio representa un pequeño porcentaje de la producción total), por lo que un pequeño cambio en la demanda de importaciones puede provocar grandes cambios en los precios. El descenso de la demanda de importaciones de leche en polvo es la razón principal del reciente declive de los precios mundiales de los productos lácteos.

31. Los precios del café continuaron disminuyendo a lo largo de 2001 y están todavía muy bajos. En 2001 descendieron al nivel más bajo desde 1973 en cifras nominales, y a un mínimo sin precedentes en cifras reales. Estos precios reflejan en buena medida el aumento considerable de la producción mundial (la producción de café verde en 2000-01 fue casi un 25 por ciento superior a la de los cinco primeros años del decenio de 1990) y la persistencia de existencias abundantes.

32. Los precios del cacao sufrieron una fuerte caída en 1999 y 2000, en que las exportaciones crecieron casi un 25 por ciento con respecto a los niveles de los primeros años noventa. En 2000, el precio diario de la Organización Internacional del Cacao (ICCO) alcanzó un promedio de 888 dólares EE.UU. por tonelada, el más bajo desde 1973 en cifras nominales. Los precios se consolidaron en 2001, aumentando un 16 por ciento por término medio a lo largo del año, y prolongaron su subida en la primera mitad de 2002, hasta alcanzar niveles próximos al máximo de 1998. La recuperación de los precios se atribuye en gran medida al enrarecimiento de los suministros, debido a las enfermedades registradas en algunas grandes regiones productoras y a las compras especulativas, que según las previsiones no se prolongarán más allá de finales de 2002.

33. Los precios del té se habían mantenido relativamente firmes en los últimos años, pero habían disminuido notablemente en 2001 y en la primera mitad de 2002. El aumento de la producción en 2000 y 2001, junto con la escasa demanda en algunos de los principales mercados, han ejercido una presión a la baja sobre los precios. Los esfuerzos por parte de los exportadores para mejorar la calidad contribuirán a reforzar la demanda y a frenar la caída de los precios.

34. Los precios del algodón han sufrido un descenso pronunciado, y en 2001 los precios medios eran un 50 por ciento inferiores a los de 1995. Tras alcanzar un mínimo en diciembre de 1999, los precios del algodón se recuperaron en parte a lo largo del año 2000, pero continuaron su tendencia descendente en 2001. Los precios han mostrado una tendencia descendente a largo plazo, debido al exceso de producción y a la mayor competencia de las fibras sintéticas.

35. Los precios del azúcar subieron a finales de 2000 y comienzos de 2001, pero desde entonces han regresado a niveles próximos al mínimo de 1999, en que eran menos de la mitad del nivel de 1995. El descenso de la producción y de las exportaciones en 2000/01 contribuyó a una recuperación de los precios, pero el aumento de la producción en 2000/01 ha renovado la presión a la baja sobre los precios.

Precios de exportación de algunos productos básicos:

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1 = ICO – Precio diario, promedio semanal  
2 = ICCO – Precio diario, promedio semanal

*Promedio de los seis primeros meses

3 = Total del té, precios de subasta de Mombasa, lunes  

 

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1 Índice COTLOOK, ‘A’ 1-3/32 viernes  
2 RSS1, Londres, precios al contado, miércoles  

 

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1 CIA, precio diario, promedio semanal * Promedio de los seis primeros meses
  Fuente: FAO

 

C. PRODUCCIÓN Y COMERCIO PESQUEROS

36. El total de la producción pesquera –suma de la acuicultura marina y continental y de la pesca de captura– alcanzó un nuevo máximo de 130,4 millones de toneladas en 2000, lo que representa un aumento del 12 por ciento desde 1995, debido a los enormes progresos de la producción acuícola en China. En cambio, en el resto del mundo la producción ha aumentado sólo de forma marginal. Habida cuenta de su parte dominante en el total de la pesca de captura y la acuicultura, a continuación se presentan, como en años anteriores, las cifras de ambas con inclusión y exclusión de China.

37. El total de la producción de la pesca de captura mundial, 94,8 millones de toneladas en 2000, fue un 3 por ciento mayor que en 1995 y, si se excluye China, la producción disminuyó un 2,1 por ciento.

Cuadro 1. Producción pesquera

1995

1996

1997

1998

1999

2000

(…..millones de toneladas….)

TOTAL DE LA ACUICULTURA

Total mundial

24,4

26,7

28,6

30,5

33,4

35,6

   China

15,9

17,7

19,3

20,8

22,8

24,6

TOTAL DE LA PESCA DE CAPTURA

Total mundial

92,0

93,5

93,9

87,3

93,2

94,8

   China

12,6

14,2

15,7

17,2

17,2

17,0

PRODUCCIÓN TOTAL

Total mundial

116,4

120,2

122,5

117,8

126,6

130,4

   China

28,4

31,9

35,0

38,0

40,0

41,6


Fuente: FAO

38. El total de la producción acuícola aumentó un 45,8 por ciento desde 1995, alcanzando los 35,6 millones de toneladas en 2000; la mayor parte del crecimiento correspondió a China. Si se excluye a este país, la producción acuícola mundial creció un 29,4 por ciento entre 1995 y 2000, alcanzando los 11 millones de toneladas.

39. Los aumentos de la producción de la acuicultura se han registrado tanto en las aguas continentales como marinas. El total mundial de la producción de la acuicultura continental alcanzó los 21,4 millones de toneladas en 2000, lo que representa un aumento del 53,6 por ciento con respecto a los 14 millones de toneladas de 1995. La producción de la acuicultura marina mundial ha aumentado un 35,5 por ciento desde 1995, habiendo pasado de 10,4 millones de toneladas en esa fecha a 14, 2 millones de toneladas en 2000.

40. En 2000, sólo China representó el 69 por ciento del total de la producción acuícola (70,8 por ciento de la producción continental y 66,5 por ciento de la producción marina).

41. El suministro total de pescado per cápita con destino a la alimentación humana creció un 7,3 por ciento desde 1995, pasando de 14,9 kg a 16 kg en 2000, pero fuera de China se mantuvo prácticamente sin cambios: 13,3 kg en 1995 y 13,1 kg en 2000. En este último año, se utilizaron para consumo humano 96,7 millones de toneladas de pescado, de las cuales 34 millones correspondieron a China.

42. El comercio internacional de productos pesqueros ha alcanzado un nuevo récord de 55 200 millones de dólares EE.UU. en 2000, con lo que continúa el crecimiento básico anual del 4 por ciento del comercio pesquero durante el último decenio. Este aumento se debió en gran medida al crecimiento del volumen comercializado, mientras que los precios de los grandes productos alimenticios disminuyeron marginalmente en comparación con los de 1998 y los de piensos a base de pescado cayeron fuertemente.

43. A pesar de la recesión de los últimos años noventa, las exportaciones de pescado y productos pesqueros de países en desarrollo han aumentado un 83 por ciento desde 1990, habiendo alcanzado los 28 100 millones de dólares EE.UU. en 2000. Las importaciones de pescado y productos pesqueros en los países en desarrollo registraron un aumento semejante del 94,2 por ciento durante el mismo período, alcanzando los 10 100 millones de dólares EE.UU.

44. En 2000, los países desarrollados representaron más del 80 por ciento del valor del total de las importaciones de productos pesqueros, que se situaron en 49 900 millones de dólares EE.UU., en comparación con unas exportaciones por valor de 27 100 millones de dólares EE.UU.

45. Entre las grandes cuestiones planteadas en el comercio internacional de productos pesqueros durante los últimos años figuran las siguientes: cambio de las medidas de control de calidad en los principales países importadores en favor de estrategias preventivas basadas en análisis de peligros y de puntos críticos de control (HACCP); la creciente aplicación del concepto de evaluación de riesgos para los productos pesqueros; la preocupación de la opinión pública por la sobreexplotación de los recursos pesqueros; las preocupaciones ambientales con respecto a la acuicultura, y los nuevos requisitos sobre la rastreabilidad y el etiquetado.

D. PRODUCCIÓN Y COMERCIO DE PRODUCTOS FORESTALES

46. Los mercados mundiales de productos forestales continuaron recuperándose en 2000, debido al crecimiento de la economía mundial. En términos generales, la producción mundial de madera en rollo creció un 1,9 por ciento, situándose en 3,4 millones de m³. En los países en desarrollo, que representan aproximadamente el 60 por ciento del total de la producción de madera en rollo, la producción creció sólo un 0,3 por ciento, pero en los países desarrollados aumento un 4,3 por ciento.

47. La producción de madera en rollo industrial (en la que se excluye la producción de madera utilizada como combustible) representó aproximadamente el 47 por ciento del total de la producción de madera en rollo en 2000 y creció un 3,2 por ciento, situándose en 1,6 millones de m³. En los países desarrollados, que representan la mayor parte de la producción de madera en rollo industrial (aproximadamente el 73 por ciento), la producción aumentó un 4,5 por ciento, situándose en 1,2 millones de m³. La producción de los países en desarrollo no sufrió cambios.

48. La producción mundial de productos madereros sólidos (en la que se incluyen la madera aserrada y los paneles a base de madera) aumentó también durante 2000 un 1,7 por ciento, alcanzando un total de 610 millones de m³, con un aumento del 2,6 por ciento en los países desarrollados y un descenso del 1,4 por ciento en los países en desarrollo.

49. En términos generales, la producción mundial de pasta y productos de papel continuó registrando un fuerte crecimiento del 3,2 por ciento, con lo que alcanzó los 494 millones de toneladas. Como el año anterior, los países en desarrollo impulsaron esta recuperación con un aumento de la producción del 5,7 por ciento en 2000, que se situó un poco por encima de los cien millones de toneladas. La producción de los países desarrollados, que creció un 2,6 por ciento, fue de 393 millones de toneladas.

50. El comercio mundial de productos forestales continuó creciendo también en 2000. El total de las exportaciones de productos forestales aumentó aproximadamente el 6 por ciento y alcanzó los 140 000 millones de dólares EE.UU., el 83 por ciento de las cuales corresponde a los países desarrollados.


Recuadro 1. Evaluación de los recursos forestales mundiales, 2000*

Desde 1947, la FAO lleva a cabo evaluaciones periódicas de los recursos forestales mundiales, a intervalos de aproximadamente 10 años. La Evaluación de los recursos forestales mundiales 2000 fue una empresa conjunta de la FAO, sus países miembros y muchos otros asociados. A continuación se resumen algunos de los principales resultados.

Alrededor del 30 por ciento de la superficie terrestre del planeta está cubierta de bosques, el 47 por ciento de los cuales se encuentra en la zona tropical, el 9 por ciento en la subtropical, el 11 por ciento en la templada y el 73 por ciento en la boreal.

Existen en el mundo unos 3 780 millones de ha de bosque, de los cuales el 95 por ciento son bosques naturales y el 5 por ciento plantaciones forestales. Esta cifra de la extensión de la cubierta forestal mundial es mayor que la correspondiente a las dos evaluaciones de los recursos forestales anteriores (Evaluación de los recursos forestales mundiales 1990 y evaluación intermedia de 1995). Sin embargo, esto no indica un aumento real de la superficie forestal a escala mundial, sino que resulta de la aplicación por primera vez de una definición uniforme para todos los bosques y de la incorporación de nuevos datos de inventarios.

Durante el decenio de 1990 continuó a un ritmo muy elevado la transformación de bosques en otros usos de la tierra. Según las estimaciones, se perdieron anualmente 16,1 millones de ha de bosques naturales en el mundo (14,6 millones de ha por deforestación y 1,5 millones de ha mediante la transformación en plantaciones forestales). Del total de bosques desaparecidos, 15,2 millones de ha se encontraban en los trópicos. Por otro lado, se registró un aumento de 3,6 millones de ha como resultado de la expansión natural del bosque, lo que dio lugar a una pérdida neta de 12,5 millones de ha. En gran parte, el incremento de la superficie del bosque natural fue consecuencia de la sucesión forestal natural en tierras de cultivo abandonadas. Durante varios decenios se ha producido una expansión de las zonas de bosque en muchos países industrializados.

La superficie cubierta de bosques también ha aumentado gracias a la expansión de las plantaciones forestales. Aproximadamente la mitad de las nuevas plantaciones (3,1 millones de ha por año en todo el mundo) se establecieron en terrenos de bosques naturales (es decir, como reforestación de bosques naturales talados).

La variación neta de la superficie forestal durante el decenio de 1990 (es decir, la suma de los cambios registrados en los bosques naturales y en las plantaciones) se estimó en -9,4 millones de ha anuales, es decir, el 0,2 por ciento del total de los bosques. Esa cifra representa la diferencia entre la pérdida por deforestación de 14,6 millones de ha por año y el incremento de superficie de bosque de 5,2 millones de ha anuales. La tasa neta de deforestación alcanzó los valores más elevados en África y América del Sur. Aunque la pérdida de bosques naturales también fue elevada en Asia, se compensó en gran medida (en superficie) por el establecimiento de plantaciones. En cambio, en las restantes regiones, integradas en gran medida por países industrializados, la cubierta forestal aumentó ligeramente.

Según las cifras notificadas, la pérdida neta estimada de bosque fue inferior en los años noventa que en los ochenta. La variación anual neta de la superficie forestal se estimó en -9,4 millones de ha durante el período comprendido entre 1990 y 2000, en -11,3 millones de ha en los años 1990-1995 y en -13 millones de ha en el período 1980-1990. Aunque las cifras no pueden compararse directamente en los dos decenios, hay pruebas razonables de que la tasa neta de pérdida forestal ha disminuido realmente.

 *Puede obtenerse información más detallada sobre la Evaluación de los recursos forestales mundiales en Situación de los Bosques del Mundo 2001, de la FAO.
 


Cuadro 2. Principales productos forestales mundiales

1996

1997

1998

1999

2000

                        (….millones de m3 ….)

MADERA EN ROLLO

Países en desarrollo

1 987

1 989

1 956

1 983

1 989

Países desarrollados

1 243

1 298

1 226

1 308

1 363

PRODUCTOS MADEREROS SÓLIDOS

Países en desarrollo

148

145

126

135

133

Países desarrollados

420

432

441

465

478

PASTA Y PAPEL

(..... millones de toneladas....)

Países en desarrollo

83

88

88

96

101

Países desarrollados

358

376

374

383

393


Cuadro 3. Valores totales de exportación de los principales productos forestales

1996

1997

1998

1999

2000

(…. miles de millones de $ EE.UU.....)

Países en desarrollo

23

23

20

21

23

Países desarrollados

108

108

106

111

116


Fuente: FAO

 

IV. ASISTENCIA EXTERNA A LA AGRICULTURA3

51. Según datos provisionales, en 1999 los grandes donantes bilaterales y multilaterales comprometieron 10 700 millones de dólares EE.UU. de asistencia externa (en condiciones concesionarias y no concesionarias) para el desarrollo de la agricultura, entendida en sentido amplio4, frente a los 12 605 millones de dólares de 1998. Si se convierten a precios constantes de 1995, ello representa un descenso del 17 por ciento, después de las subidas del 4,6 y 14,5 por ciento en 1998 y 1997, respectivamente. Los datos parciales disponibles sobre el año 2000 parecen indicar que el volumen de la asistencia externa a la agricultura volvería a disminuir.

52. En 1999 disminuyeron en términos reales tanto los compromisos bilaterales como los multilaterales, los primeros un 12 por ciento y los segundos un 20 por ciento. La mayor parte de la disminución de los compromisos multilaterales se debió a un descenso significativo de los préstamos del Banco Mundial y del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF), mientras que los créditos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF) no registraron cambios en términos reales.

53. El recorte de los compromisos en 1999 afectó tanto a los países en desarrollo como a los países en transición; la caída más notable (-39 por ciento en precios constantes) tuvo lugar en América Latina y el Caribe, seguida de los países en transición (-32 por ciento) y los países en desarrollo de Asia (-13 por ciento). La asistencia a África disminuyó de forma marginal (-2 por ciento) en precios constantes y se ha mantenido relativamente estable durante los cuatro últimos años. La parte más considerable de la asistencia (46 por ciento en 1999) fue absorbida por Asia, seguida de África (25 por ciento) y América Latina (16 por ciento). La parte correspondiente a los países en transición ha bajado desde casi el 7 por ciento en 1996 a menos del 4 por ciento en 1999.

54. En el plano sectorial, la agricultura entendida en sentido estricto absorbe el 57 por ciento de la asistencia externa total a la agricultura (el 2 por ciento de la cual corresponde a la pesca y otro 2 por ciento al sector forestal). En las otras esferas incluidas en la definición amplia de agricultura, el desarrollo rural y la infraestructura recibe la parte más considerable del total de la asistencia, y la parte correspondiente a esta categoría ha pasado del 13 por ciento en 1996 al 24 por ciento en 1999.

55. A pesar del continuado descenso de su asistencia a la agricultura en los últimos años, el Japón continúa siendo, entre los grandes donantes bilaterales, el que más contribuye, con gran diferencia, a este sector: 1 644 y 1 265 millones de dólares EE.UU., respectivamente, en 1999 y 2000. Después de un intervalo de varios años, los Estados Unidos volvieron a ocupar el segundo lugar entre los grandes donantes (519 millones de dólares EE.UU.) en 2000, seguido del Reino Unido (511 millones de dólares EE.UU.) y Alemania (379 millones de dólares EE.UU.). El Reino Unido ha incrementado su asistencia al sector en forma notable durante los últimos años, ya que en 1996 su aportación será de sólo 102 millones de dólares EE.UU.

 

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* Cifras provisionales,   ** Información incompleta

 

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Fuente: FAO

 

V. REPERCUSIONES DE LA CUARTA CONFERENCIA MINISTERIAL DE LA OMC EN LA AGRICULTURA, LA PESCA Y LA SILVICULTURA

56. En la Cuarta Conferencia Ministerial de la Organización Internacional de Comercio (OMC) celebrada en Doha (Qatar) del 9 al 14 de noviembre de 2001, se pusieron en marcha nuevas negociaciones comerciales multilaterales. Éstas, cuya conclusión está prevista para el 1º de enero de 2005, tendrán importante repercusiones en la agricultura, la pesca y la silvicultura. Además de las conversaciones sobre la agricultura y los servicios iniciadas hace más de dos años5, las nuevas negociaciones abarcarán un programa mucho más amplio. La Declaración Ministerial de Doha prestó considerable atención a la necesidad de garantizar que las necesidades de desarrollo de seguridad alimentaria de sus miembros más vulnerables no se vean puestas en peligro por el deseo de establecer un sistema de comercio internacional equitativo y orientado al mercado.

57. Los elementos de las negociaciones de especial interés para la agricultura, la pesca y la silvicultura pueden resumirse como sigue:

58. Las deliberaciones sobre el acceso a los mercados se han ocupado sobre todo de las reducciones arancelarias y de la administración de los contingentes arancelarios. En cuanto al recorte de aranceles, hasta ahora se ha prestado atención sobre todo a dos planteamientos básicos. El primero repetiría la fórmula de la Ronda Uruguay, en virtud del cual se requiere un recorte mínimo por línea arancelaria junto con un recorte medio global de todos los aranceles. En la Ronda Uruguay, el recorte mínimo fue del 15 por ciento (10 por ciento en el caso de los países en desarrollo) y el recorte medio fue del 36 por ciento (24 por ciento). No se exigió ningún recorte a los países menos adelantados.

59. El segundo planteamiento combinaría un recorte porcentual fijo para todos los aranceles, con recortes adicionales para los aranceles más altos, que incluiría también la ampliación de los contingentes arancelarios y el ofrecimiento de trato especial para los países en desarrollo. Este enfoque contribuiría eficazmente a reducir la dispersión arancelaria tanto entre los países como entre las categorías de productos, incluida una reducción de la progresividad arancelaria.

60. En cuanto a la administración de los contingentes arancelarios, no parece inminente el logro de un consenso. El mayor temor es que el método a través del cual se asignan los contingentes sea más un obstáculo que una oportunidad de acceso a los mercados. El desafío está en conseguir un acceso equitativo a los mercados para todos los Miembros de la OMC al mismo tiempo que se protegen los intereses de los abastecedores tradicionales.

61. Se están examinando medidas de trato especial y diferenciado en el acceso a los mercados para los países en desarrollo, los nuevos Miembros de la OMC y las economías en transición. Algunos países en desarrollo consideran que sus compromisos arancelarios deberían estar condicionados a que los países desarrollados redujeran las ayudas internas que distorsionan el comercio y las subvenciones a la exportación. Algunos pequeños exportadores de “un solo producto” piden que sus preferencias comerciales en los mercados de los países desarrollados se conserven y refuercen, al mismo tiempo que algunos países consideran que ciertos planes de preferencias discriminan injustamente a otros países en desarrollo. Los Miembros están en general de acuerdo en que la erosión de las preferencias es un problema y en que quizá sea necesario adoptar medidas de transición adecuadas.

62. Son muchos los temas que se han abordado en la esfera de la ayuda interna a la agricultura, pero todavía no se ha llegado a un consenso. Algunos países han argumentado que los altos niveles de ayuda interna –incluidas las medidas actualmente exentas de disciplinas– distorsionan el comercio y deberían controlarse. Otros mantienen que las actuales exenciones deberían continuar y ampliarse para incluir las medidas relacionadas con distintas “preocupaciones no comerciales”, como el bienestar de los animales o la viabilidad de las zonas rurales.

63. Parece que hay cierta disposición a revisar el desequilibrio observado entre los países desarrollados y en desarrollo en lo que respecta a sus compromisos sobre la ayuda interna6. Las deliberaciones recientes se han centrado en torno a la posible necesidad de un “Compartimento de desarrollo” que ofrezca flexibilidad suficiente para que los países en desarrollo presten ayuda a su producción interna, sobre todo para los productos alimenticios básicos.

64. Algunos países están proponiendo la eliminación total de las subvenciones a la exportación, con un recorte inmediato del 50 por ciento. Otros están dispuestos a negociar nuevas reducciones progresivas pero únicamente si se incluyen todas las formas de subvención a la exportación. Los países en desarrollo importadores netos de alimentos temen que los precios de éstos suban si se eliminan bruscamente las subvenciones. Otros defienden que sus productores quedan en situación de desventaja por la competencia con productos subvencionados en sus mercados de origen y de exportación. Muchos países desearían ampliar y mejorar las normas para evitar la “elusión” de los compromisos sobre subvenciones a la exportación mediante el uso o utilización inadecuada de empresas comerciales del Estado, la ayuda alimentaria y los créditos subvencionados a la exportación.

65. Las negociaciones sobre la agricultura están abordando algunas otras cuestiones, entre otras el comercio de Estado, la seguridad alimentaria, la inocuidad de los alimentos, el desarrollo rural, las denominaciones geográficas, las salvaguardias, el medio ambiente, las preferencias comerciales y la ayuda alimentaria. Se han puesto también de manifiesto las preocupaciones especiales de varios grupos de países. Entre ellos se incluyen los pequeños Estados insulares, los países sin litoral, los países en transición hacia la economía de mercado, los nuevos Miembros de la OMC, los importadores netos de alimentos y los países menos adelantados. Hay un intenso debate acerca de la necesidad de crear normas especiales y exenciones para los grupos vulnerables de países, frente a la necesidad de un conjunto coherente de normas comerciales internacionales que se aplique a todos los países.

 


Recuadro 2. Otros aspectos del programa de trabajo aprobado en Doha con repercusiones en la agricultura, la pesca y la silvicultura

Acceso a los mercados para los productos no agrícolas: Las negociaciones en esta esfera tendrán por finalidad reducir o eliminar los aranceles y los obstáculos no arancelarios. La cobertura de productos será amplia y sin exclusiones a priori. Las modalidades para tal fin deberán establecerse mediante acuerdo en el contexto de las negociaciones. Los productos excluidos del Acuerdo sobre la Agricultura (productos pesqueros y la mayor parte de los forestales y algunos productos agrícolas como el caucho y las fibras duras) se han incluido tradicionalmente en las normas del GATT relativas al comercio general de mercancías. El acceso de estos productos a los mercados se incluirá en las nuevas negociaciones.

Aspectos de los derechos de propiedad intelectual relacionados con el comercio (ADPIC): Se convino negociar el establecimiento de un sistema multilateral de notificación y registro de las indicaciones geográficas de vinos y bebidas espirituosas. La extensión de la protección de las indicaciones geográficas a productos distintos de los vinos y las bebidas espirituosas (por ejemplo, quesos, jamones, etc.) se abordarán en el Consejo de los ADPIC. Además, se encomendó al Consejo de los ADPIC que examinara, entre otras cosas, la relación entre el Acuerdo sobre los ADPIC y el Convenio sobre la Diversidad Biológica y la protección de los conocimientos tradicionales y el folclore.

Subvenciones y medidas compensatorias: Las negociaciones procurarán aclarar y mejorar las disciplinas previstas en el Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias. En particular, la Conferencia convino en “aclarar y mejorar las disciplinas de la OMC con respecto a las subvenciones a la pesca, teniendo en cuenta la importancia de este sector para los países en desarrollo”.

Comercio y medio ambiente: La Declaración Ministerial de Doha reconoció, por primera vez, el derecho de cada país a proteger el medio ambiente, “a los niveles que considere apropiados”, sobre la misma base que las medidas adoptadas para la protección de la salud y la vida de las personas y los animales, es decir, siempre que esas medidas no se apliquen de manera que constituyan un medio de discriminación arbitrario o injustificable o una restricción encubierta del comercio internacional y que sean conformes a las disposiciones de la OMC. Se convino en celebrar negociaciones acerca de la relación entre las normas vigentes de la OMC y las obligaciones comerciales específicas establecidas en los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente y sobre la reducción o la eliminación de los obstáculos arancelarios y no arancelarios a los bienes y servicios ecológicos.
 


_________________________

1 El presente informe está basado en la información disponible en agosto de 2002. Puede encontrarse información actualizada en Cosechas y escaseces alimentarias, de la FAO, que se publica cada dos meses.

2 El presente informe está basado en la información disponible en julio de 2002. Puede encontrarse información actualizada sobre el mercado de cereales en Perspectivas alimentarias, de la FAO, que se publica cada dos meses.

3 De acuerdo con la base de datos de la FAO sobre los compromisos realizados por donantes bilaterales y multilaterales, en precios corrientes. El análisis está basado en datos obtenidos de la OCDE, el Informe anual del Banco Mundial y datos enviados por otras organizaciones y bancos regionales de desarrollo. Se excluyen algunos donantes y bancos regionales sobre los que no se dispone de datos. Tampoco se incluyen la ayuda alimentaria y la cooperación técnica ofrecidas en especie.

4 La definición estricta de agricultura incluye solamente la agricultura (cultivos y ganado), los servicios agrícolas y el suministro de insumos, la pesca, silvicultura y el desarrollo de las tierras y recursos hídricos. La definición amplia incluye también (en orden de importancia decreciente) el desarrollo rural y la infraestructura, la protección ambiental, la investigación, capacitación y extensión, el desarrollo regional y fluvial y otras actividades como las agroindustrias y la fabricación de insumos y maquinaria.

5 Véase una descripción general en SOFA 2001.

6 En el Acuerdo sobre la Agricultura, los países decidieron fijar un máximo y reducir las ayudas que tienen efectos de distorsión de la producción y del comercio, mediante la medida global de la ayuda (MGA, conocida también con el nombre de Compartimento ámbar) y establecer un máximo para las ayudas que tienen efectos de distorsión previstas en los programas de limitación de la producción (Compartimento azul). No se fijaron límites para las ayudas que no representaban distorsión para el comercio (Compartimento verde). Algunas ayudas ofrecidas por los países en desarrollo estaban también exentas de los compromisos de reducción en virtud del trato especial y diferenciado. Las ayudas ofrecidas por debajo del umbral de minimis (5 por ciento del valor de la producción para los países desarrollados; 10 por ciento para los países en desarrollo) estaban también exentas de los compromisos de reducción. Como la mayor parte de los países en desarrollo ofrecieron durante el período de referencia de 1986-88 una ayuda muy inferior al nivel de minimis, ese nivel constituye su compromiso en virtud del Acuerdo y representa de hecho un límite para su capacidad futura de ofrecer ayudas internas no exentas. Por el contrario, la mayor parte de los países desarrollados están obligados por sus compromisos de MGA y del Compartimento azul, que suelen ser muy superiores a los límites de minimis. En otras palabras, la Ronda Uruguay “legalizó” los altos niveles de ayuda interna con efectos de distorsión establecidos por los países desarrollados, al mismo tiempo que imponía a los países en desarrollo los niveles de minimis, mucho más bajos. Si bien los países en desarrollo tienen libertad para ofrecer ayudas en el contexto de las categorías del Compartimento verde y el trato especial y diferenciado, pocos de ellos tienen los recursos financieros para hacerlo.