Las ocho etapas principales del ciclo de producción forestal son:
• producción de plantas (vivero);
• plantación;
• manejo;
• mantenimiento y administración;
• cosecha;
• transporte;
• industria;
• exportación en bruto.
La primer etapa del proceso forestal consiste en la producción de los plantines de cada especie, que serán luego transplantados al terreno de plantación. El Cuadro 23 presenta la información del número de plantines producidos con base en los Censos de Viveros Forestales que anualmente realiza la Dirección Forestal del MGAP. Dicha información se combina con los resultados de las encuestas realizadas por Equipos Consultores con la colaboración de CONSUR Sociedad de Consultores, contenidas en el “Estudio del Impacto Socioeconómico del Plan Nacional de Forestación” (1995) elaborado para la Dirección Forestal. En la medida que la producción de viveros ingresa como costo en la etapa de plantación el valor bruto de producción de esta etapa se traslada a la siguiente.
La etapa de plantación, que comienza con el alambrado de los terrenos y la preparación del suelos, tiene gran influencia sobre el crecimiento de los árboles a lo largo de la rotación y varía considerablemente según la calidad de los suelos. En los Cuadros 24 a 29 se presenta la estimación del costo total de plantación por modelo, combinando los costos fictos por hectárea con la superficie forestada y el Cuadro 30 reúne el total del costo de plantación para el total del país. Con esa base, el Cuadro 31 estima la carga tributaria asociada a esta etapa del ciclo de la producción forestal.
La labor de manejo incluye principalmente la realización de podas y raleos. La poda se realiza con el objetivo de generar madera libre de nudos al tiempo que facilita al acceso al área, disminuyendo el riesgo de incendios de copa. Por su parte, el raleo es una intervención que reduce el número de árboles por hectárea y cumple el objetivo de liberar de competencia y permitir el mejor crecimiento de los individuos que quedan en la plantación, tarea ineludible cuando se pretende producir maderas de grandes diámetros para laminado y aserrado. El componente de costo preponderante en este tipo de tareas viene dado por la utilización de mano de obra, cuyos requerimientos para la realización de podas varían según la altura a la que se realizan los cortes. En el Cuadro 32 se obtuvo una estimación de la demanda de mano de obra vinculada al manejo forestal discriminada por modelo y por tarea, expresada en puestos de trabajo permanente por año.
En la fase de mantenimiento y administración se incluyen los costos asociados a las tareas del mantenimiento y estructuras de administración de las empresa forestales una vez culminada la etapa de la plantación, excluidas las operaciones de manejo forestal y cosecha. Después de la plantación es necesario realizar tareas de cuidados y control de la evolución de las cepas, lo que implica eliminar la competencia de las malezas y controlar hormigas y otras plagas. Se asume que estas tareas se realizan en los dos años siguientes a la plantación mientras que la limpieza de caminos y cortafuegos se realiza durante todo el ciclo de crecimiento de los árboles.
En los momentos definidos según cada sistema se procede al corte final de los árboles; una vez apeados y preparados los rollos, se procede a su traslado hacia la zona seleccionada para su carga en camiones. La utilización de mano de obra en la cosecha comprende el apeo y descortezado de los árboles utilizando motosierras y la extracción y carga de la madera en camión utilizando tractores con grapos.
En el trabajo de Ramos, A. y Cabrera, R. se estima la ocupación de mano de obra y los costos de cosecha para cada modelo en función de la estructura de costos, los momentos de corte y los volúmenes de madera generados, que a su vez dependen del crecimiento estimado de los árboles. La demanda global proyectada de mano de obra por tareas de cosecha se presenta en el Cuadro 33, en puestos de trabajo permanente, por modelo. El Cuadro 34 resume los costos e impuestos correspondientes a las etapas de podas y raleos, administración y mantenimiento y cosecha, expresados en miles de dólares. La estimación de los volúmenes de madera extraídos en cada operación (raleos y cosecha) en cada uno de los modelos y para el total del país, se presenta en el Cuadro 35. La misma información, presentada en función del destino final de la madera, se presenta en el Cuadro 36.
En la categoría transporte se incluyen los requerimientos de mano de obra vinculados al traslado de la madera desde los predios hasta su lugar de procesamiento industrial o hasta los puntos de salida al exterior en el caso de exportación de madera en bruto. Para el cálculo de los costos del transporte de madera, el factor fundamental es la distancia a recorrer (a menor distancia, mayor costo por kilómetro). Se asume que la madera se transporta en camiones y se establecen rangos de distancias según la ubicación de las plantaciones y el destino de la madera (puertos o aserraderos). Las densidades de madera verde empleadas para las conversiones se fijan en 0,8 toneladas por m3 de madera de pino y eucalipto grandis y 1 tonelada por m3 de eucalipto globulus.
Las distancias utilizadas varían en función de los destinos de la madera; en el caso de madera para aserrío se asume un promedio de 50 kilómetros de recorrido desde el campo al aserradero, en tanto que la madera para pulpa y la madera aserrada para exportación se traslada a puertos. Para la madera en bruto la distancia promedio se estima en 150 kilómetros para los Modelos 3 y 3b (litoral oeste saliendo por puertos del Río Uruguay) y de 200 kilómetros para la del Modelo 5 (sur este saliendo por Montevideo). La madera aserrada proveniente de los Modelos 1 y 2 (Norte) que se exporte, así como la madera en bruto, recorrerá un promedio de 350 kilómetros (ya sea que salga por Montevideo o Fray Bentos), la del modelo 3b recorrerá 100 kilómetros hasta el puerto de Fray Bentos, en tanto que la madera aserrada proveniente del Modelo 6 recorrerá 200 kilómetros hasta Montevideo.
Tomando la mayor distancia para cada modelo, la distancia promedio ponderada por superficie afectada asciende a 215 kilómetros, inferior a la distancia utilizada en la situación sin proyecto, que fue de 250 kilómetros.
Respecto a la fase industrial del ciclo forestal, se entiende que la misma es aquella que involucra el primer procesamiento industrial de la madera, lo que implica considerar las ramas de aserrados y fabricación de pulpa de madera. No obstante, en su conceptualización básica no se considera la instalación de plantas de celulosa en el país, por lo que la madera para pulpa se supone exportable en su totalidad.
Para determinar la estructura del valor bruto de producción de la rama de aserraderos en el trabajo de Ramos, A. y Cabrera, R. se utilizaron los datos del Censo Económico Nacional y la Encuesta Industrial Anual del Instituto Nacional de Estadísticas para la Rama 3311 (CIIU Rev. 2) de aserraderos y talleres de acabado. En el período 1989-1996, en materia de costos de producción y ocupación de mano de obra por categoría, la materia prima (madera para aserrar) implicó en promedio un 42% de los costos de producción, las retribuciones al personal un 35% y el resto de los rubros el 23%.
A partir de la información procesada, el Cuadro 37 estima la carga tributaria asociada a los costos de producción del sector de aserraderos. Por último, con esa base y las estimaciones de los volúmenes de madera que se destinarán al aserrío en el país, se determinan la ocupación de mano de obra y la carga tributaria para esta rama industrial, atribuibles al desarrollo de la forestación durante el período 1989-1999, que se presenta en el Cuadro 38.
Por último, se entiende por “exportación” las operaciones de preparación de la madera en bruto que se exporta, que incluyen el armado de fardos en las canchas de las empresas, por lo general fuera de los puertos.