Los fuertes aumentos de precio de los combustibles fósiles en los años setenta y la consiguiente subida de los costos unitarios de los productos industriales han hecho cobrar más conciencia de la importancia que tiene el reducir al mínimo el consumo energético en el sector industrial. Muchos países desarrollados asignan gran prioridad a la conservación de energía y a su administración, y aplican varias medidas para conseguir economías al respecto.

La reciente caída de los precios del petróleo crudo puede, en el mejor de los casos, considerarse una ventaja sólo a corto plazo. Es una oportunidad que favorece la adopción de medidas de conservación de energía tendientes a soluciones objetivas a largo plazo ante futuras subidas de precios derivadas de las escaseces previstas.

La conservación de energía ha desempeñado una función importante en la mejora de la eficiencia energética de las industrias forestales en los países industrializados. Las industrias forestales de los países en desarrollo, que dependen de la importación de combustible, pueden también sacar provecho de la conservación energética para mejorar su eficiencia y reducir su dependencia de las divisas.

En esta publicación se trata de aserraderos pequeños y medianos, de industrias de fabricación de tableros contrachapados y de partículas, aunque algunos de los comentarios y recomendaciones valen asimismo para unidades mayores y más complejas, que también las hay en países desarrollados.

El objetivo de esta publicación es conseguir que los departamentos gubernamentales, los planificadores industriales y los inversionistas cobren conciencia de la importancia de la conservación energética en las industrias mecánicas de la madera de los países en desarrollo. De esta manera, se ofrece al lector una visión de conjunto de los avances a disposición de la industria para la conservación de energía y se sitúa el papel de la energía en su justa perspectiva.

C.H. Murray
Subdirector General
Departamento de Montes