6. Beneficios y costos de la regulación del agua 

Tendencias de las inversiones

6.1 En muchos países en desarrollo, especialmente de Asia, en los presupuestos para la agricultura han predominado durante los últimos decenios los gastos internos en el riego, mientras que una proporción considerable de la asistencia internacional para el desarrollo se ha utilizado también para ejecutar proyectos de regadío. El Banco Mundial por sí solo ha concedido préstamos por un valor de 31 000 millones de dólares a proyectos con componentes de riego durante el período comprendido entre 1950 y 1993 (Banco Mundial, 1994). El nivel máximo de inversiones en regadío se alcanzó a mediados de los años setenta, con asignaciones anuales de 2 500 a 3 000 millones de dólares por parte de los organismos de financiación externa. Sin embargo, a partir de comienzos de los años ochenta han disminuido las inversiones totales. El Banco Mundial está invirtiendo ahora menos de 1 000 millones de dólares al año en proyectos de regadío, y los gastos totales de todos los donantes e instituciones de financiación son como promedio de 2 000 millones de dólares al año.

6.2 Durante los años cincuenta y sesenta, toda la financiación para riego se destinó a la organización de nuevos sistemas de regadío. Sin embargo, a partir de los años setenta se han dedicado cada vez más fondos a la reconstrucción, modernización y ampliación. En la actualidad, más de la mitad de las inversiones en regadío tienen estos objetivos.

6.3 Asia siempre ha sido la principal región receptora de fondos para riego. Esto no es de extrañar, puesto que alrededor del 75 por ciento de la superficie de regadío del mundo en desarrollo está en ese continente. Por ejemplo, Asia ha recibido el 69 por ciento de todos los préstamos del Banco Mundial para riego, aunque los préstamos y la asistencia a la región asiática al final de los años ochenta estaban un 50 por ciento por debajo de los préstamos del período del nivel máximo, a finales de los años setenta (Yudelman, 1994). Africa, en cambio, recibe solamente el 12 por ciento de todos los préstamos del Banco Mundial, especialmente en las regiones áridas y semiáridas de Africa del Norte, el Sahel y Madagascar. Los proyectos de Africa tienen un tamaño medio pequeño, por lo que corresponden a este continente el 30 por ciento de los proyectos financiados por el Banco Mundial (Banco Mundial, 1994). El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) ha prestado apoyo a más proyectos en Asia meridional oriental que en ninguna otra parte (FIDA, 1994).

6.4 Entre las razones objetivas de la disminución de las inversiones en el riego cabe mencionar las siguientes:

Sin embargo, se necesita con urgencia invertir esta tendencia. Si se considera el prolongado tiempo de gestación de los planes de desarrollo, se deben efectuar ahora inversiones básicas en el aprovechamiento de los recursos hídricos y el riego si se quiere tener sistemas que funcionen plenamente en los próximos 15 años.

Costos del aprovechamiento de los recursos hídricos

6.5 Los costos de construcción de los proyectos de regulación del agua tanto nuevos como renovados han aumentado constantemente durante los últimos decenios. En muchos países en desarrollo, como mínimo se han duplicado o triplicado. Los costos de reconstrucción y modernización oscilan normalmente entre el 25 y el 40 por ciento de los costos de los nuevos sistemas en una región6.

6.6 Los nuevos sistemas de regadío son por lo general menos costosos en Asia meridional y oriental que en otras regiones del mundo en desarrollo. Esto se debe en parte a que hay grandes superficies de regadío situadas en llanuras y con fuentes de agua seguras (grandes ríos perennes), lo cual permite desviar y conducir el agua de manera relativamente sencilla. El cultivo predominante es el arroz, por lo que el sistema de distribución no tiene por qué ser denso, lo cual también reduce los costos. Hay asimismo una larga tradición de riego, que cuenta con el apoyo de instituciones con experiencia y eficaces.

6.7 Es evidente que los sistemas de regadío en gran y media escala de Africa han sido hasta ahora más costosos que los de otras regiones. Los posibles motivos de los elevados costos de Africa son numerosos, por ejemplo:

6.8 Con frecuencia hay que sumar al costo de la creación del sistema de regadío los gastos en infraestructura, como medios de apoyo (oficinas, talleres y viviendas del personal), caminos de acceso, asentamientos y servicios sociales (escuelas, clínicas, abastecimiento de agua, etc.). Estos costos, que pueden duplicar con creces las inversiones directas en el regadío7, son en general mucho mayores en el Africa subsahariana que en otras regiones, puesto que los sistemas de regadío de Africa se destinan a menudo a zonas remotas y subdesarrolladas8.

Posibles maneras de reducir los costos del aprovechamiento de los recursos hídricos

6.9 Es preciso mejorar la planificación de los sistemas de regulación del agua. Con frecuencia se planifican y diseñan con datos geológicos, hidrológicos o topográficos insuficientes e inexactos. Por consiguiente, los componentes de los sistemas se basan en diseños incorrectos, que pueden llevar a retrasos y cambios costosos durante la fase de construcción.

6.10 Los diseños técnicos no tienen por qué ser siempre complejos, ni se han de construir con los materiales más caros. Por ejemplo, podrían construirse estructuras más pequeñas de la misma calidad, pero más económicas, con ladrillos o bloques de cemento en lugar de utilizar cemento solamente9.

6.11 Los sistemas de aprovechamiento de los recursos hídricos no se deben planificar ni construir de manera aislada. A pesar de lo que se ha dicho más arriba, hay ciertos elementos esenciales de la infraestructura que se deben planificar simultáneamente y llevar a cabo de manera que estén disponibles cuando se necesiten. Por ejemplo, los caminos de acceso a los sistemas deben estar terminados antes de comenzar la construcción, que de otra manera se retrasaría, con los costos consiguientes. La financiación debe proceder de otras fuentes siempre que sea posible.

6.12 Se ha de fomentar la creación de compañías de construcción locales con capacidad suficiente. Las condiciones económicas deben ser tales que los contratistas puedan comprar el equipo y los materiales necesarios a tiempo. Siempre que sea posible, se han de conceder contratos de mayor envergadura (por ejemplo, para construir varios sistemas pequeños en un distrito), a fin de garantizar un programa continuado y reducir así los costos de establecimiento y de otro tipo. Se deben preparar debidamente los documentos de las licitaciones, con especificaciones claras basadas en diseños detallados. Para los sistemas públicos, los gobiernos deben asegurar el pago puntual a los contratistas.

6.13 Se deben sustituir en la mayor medida posible los materiales y el equipo importados, puesto que la importación y los derechos que gravan esos artículos, a menudo elevados, influyen de manera directa en el costo del sistema de regadío. Sin embargo, algunos materiales no se pueden sustituir, y no siempre es posible para un país establecer industrias locales que fabriquen todo el equipo y los materiales para el regadío. Hay que tener cuidado para buscar fuentes de bajo costo con una calidad determinada, teniendo en cuenta las condiciones y los servicios que se prestan. Las agrupaciones regionales, como la Comunidad para el Desarrollo del Africa Austral, deben facilitar las compras en países miembros con industrias ya establecidas. También se pueden reducir los costos de los proyectos bajando los aranceles sobre los insumos importados para ellos.

6.14 Se deben fomentar los sistemas privados de riego con objeto de reducir los costos de inversión de los gobiernos. Estos tienen la responsabilidad de proporcionar la infraestructura que no va a construir el sector privado, como los caminos, y en algunas ocasiones el suministro de energía eléctrica. Cuando sea necesario, los gobiernos podrán preparar la infraestructura básica, como por ejemplo el aprovechamiento de los recursos hídricos, los sistemas de conducción y los colectores principales10. Posteriormente, la iniciativa privada puede hacerse cargo de la preparación de la distribución final, incluidas las bombas de impulsión de escasa altura. En los ríos y arroyos, se debe prestar mayor atención al riego por bombeo. De esta manera se evitarán los costos de inversión en estructuras de desviación y sistemas de conducción y distribución. Los particulares que construyan sistemas de riego privados lo harán solamente si consideran que son rentables y seguros. Los criterios de diseño que aplicarán son distintos de los que utilizan las organizaciones públicas, con una reducción de los costos. Sin embargo, sigue siendo necesario algún tipo de control del gobierno, a fin de garantizar la seguridad pública, la protección del medio ambiente, los derechos de los demás sobre el agua, etc.

6.15 Durante el último decenio se han registrado numerosas novedades positivas en varios países en desarrollo. Se han realizado progresos considerables en la dotación de infraestructura (electricidad, caminos, etc.) a las zonas rurales. Las instituciones que se ocupan de la planificación y construcción de sistemas de regadío han adquirido una experiencia considerable en numerosos países. La reestructuración de los sueldos busca mantener y atraer personal calificado y con experiencia. En muchos países se están llevando a cabo reformas macroeconómicas, con inclusión de reajustes de los tipos de cambio y reducciones de los derechos de importación. Gracias a todas estas novedades positivas, se está iniciando una nueva era, con buenas perspectivas para un aprovechamiento eficaz de los recursos hídricos.

Inversiones justificables desde el punto de vista económico en la regulación del agua

6.16 La evaluación más amplia del fomento del riego es el examen recientemente concluido de la experiencia del Banco Mundial. La tasa media de rentabilidad económica fue del 15 por ciento. Se trata de un valor satisfactorio, aunque fue un 7 por ciento inferior a las estimaciones previas. Si los resultados de los proyectos se valoran en función de su tamaño, la tasa de rentabilidad evaluada es del 25 por ciento (29 por ciento en la evaluación previa), lo cual indica que la rentabilidad es superior para los proyectos mayores. Por otra parte, en un examen realizado por la FAO del rendimiento de las inversiones, se obtuvieron tasas de éxito algo más elevadas, habiéndose alcanzado, por ejemplo, tasas de rentabilidad nuevamente estimadas superiores a las de la evaluación previa en el 50 por ciento de los proyectos de regadío de Africa. Las diferencias entre las estimaciones previas y los resultados de las evaluaciones despertaron evidentemente preocupación por los proyectos de regadío y contribuyeron a que se creara una imagen negativa de la tecnología. Se consideró que hasta un tercio de los proyectos no eran satisfactorios, y en el examen se observó que normalmente había grandes posibilidades de mejora. No obstante, hay que señalar que, por lo general, los proyectos de regadío del Banco Mundial obtuvieron tasas de rentabilidad positivas, equivalentes a las de otros proyectos agrícolas o superiores.

 

Recuadro 4
CONSTRUCCION DE PRESAS EN ZIMBABWE

Zimbabwe está llevando a cabo un programa de construcción de presas en media escala en las zonas rurales. Las presas tienen una capacidad total de abastecimiento de 800 000 a 10 millones de m3. En la mayoría de los casos las diseñan consultores y las construyen contratistas privados. Debido a que están situadas en zonas rurales y no tienen un propietario concreto, el diseño tiende a ser demasiado ambicioso. Los aliviaderos son muy grandes y de cemento compacto o de fábrica, el cuerpo de las presas también es muy grande y las pendientes de ambos lados están protegidas por una capa gruesa de empedrado. Durante la fase de planificación no se intenta en ningún momento involucrar a los usuarios y prepararlos para el mantenimiento. Por consiguiente, no se corre ningún riesgo y las presas están diseñadas para que el mantenimiento sea mínimo, pero esto se consigue con un costo inicial elevado.

 

6.17 La situación de la tasa de rentabilidad es distinta en las diversas partes del mundo. En conjunto, los resultados indican que los proyectos de recursos hídricos en gran escala encuentran limitaciones importantes en Africa. Debido a las dificultades del entorno físico, las exigencias para la formulación y ejecución de los proyectos son elevadas. Sin embargo, es posible realizar inversiones eficaces en sistemas en gran escala, con una formulación y ejecución apropiadas de los proyectos, siempre que se eliminen otros obstáculos y se disponga de unas condiciones normativas favorables.

6.18 Para que los sistemas de riego en pequeña y media escala tengan éxito, hay que establecer una distinción entre las estrategias de inversión directa e indirecta. Con una estrategia de inversión directa, el gobierno, por medio de organismos técnicos, actúa directamente utilizando su propio presupuesto y personal para diseñar, construir y hacer funcionar los sistemas de regadío. En la estrategia de inversión indirecta, en cambio, el gobierno pone recursos a disposición de los agricultores y del sector privado (donaciones, préstamos, personal técnico) para construir sistemas de regadío en obras pertenecientes a agricultores particulares o grupos de agricultores y controladas por ellos. De acuerdo con los estudios monográficos realizados en Asia meridional, el sistema indirecto parece ser claramente superior.

6.19 Hay que señalar también que muchos de los proyectos de regadío se concluyeron cuando la relación de intercambio interna se había establecido con respecto a una agricultura con unos tipos de cambio sobrevalorados y diversos impuestos o subvenciones indirectos para competir con el medio urbano. En el futuro, estas inversiones públicas (y privadas) en el riego y en cualquier otro nuevo sistema podrían muy bien producir mayores beneficios, por los motivos que se exponen a continuación.

Solución de los problemas de funcionamiento y mantenimiento

6.20 La mayoría de los sistemas de abastecimiento público de agua se ven afectados por un mantenimiento deficiente, y la distribución del agua no satisface las exigencias y necesidades de los agricultores. Con frecuencia se argumenta que esta situación se deriva del hecho de que muchos agricultores no pagan las tarifas del agua, por lo que no se pueden proporcionar servicios apropiados. Por su parte, los agricultores afirman que los beneficios de los cultivos son demasiado pequeños y los servicios prestados ineficaces, por lo que no pueden pagar las tarifas.

6.21 En varios estudios se ha demostrado que los sistemas públicos de regadío normalmente han tenido una productividad inferior a la de los puestos en marcha por agricultores particulares o grupos de agricultores. Los agricultores particulares, mediante el uso de bombas privadas, consiguieron utilizar agua en el momento oportuno y obtuvieron un rendimiento varias veces superior al de los agricultores de los sistemas públicos. Por otra parte, los primeros consiguieron programar la siembra de los cultivos, de manera que obtuvieron precios mejores para la cosecha. Aunque esos agricultores tuvieron que hacer frente a unos costos de funcionamiento mucho más elevados, puesto que tenían que sufragar los gastos de los equipos de bombeo y los de su funcionamiento, los mayores beneficios conseguidos gracias al aumento de la flexibilidad en el abastecimiento de agua compensaron los mayores costos.

6.22 En estas experiencias se ponen de manifiesto dos aspectos importantes. En primer lugar, los agricultores están dispuestos a pagar el agua siempre que dispongan de ella a tiempo y en cantidad suficiente, y en segundo lugar, es evidente que la distribución del agua de los sistemas públicos deja mucho que desear desde el punto de vista de los agricultores. Los organismos de supervisión con frecuencia se ocupan de demasiados aspectos, como las preocupaciones de los campesinos, las restricciones en la utilización de la tierra, las normas sobre la herencia, el suministro de combustible, los procedimientos de desahucio, la comercialización de los cultivos, su recolección y otros muchos, que hacen que sus servicios de distribución de agua sean ineficaces. Por otra parte, se ha demostrado en varias experiencias innovadoras que cuando los organismos de riego se hacen responsables y los agricultores pagan los servicios efectivamente recibidos, el rendimiento del riego mejora considerablemente.

6.23 En resumen, la recuperación de los gastos de funcionamiento y mantenimiento es más una cuestión económica que financiera, siendo el problema la prestación eficaz de un servicio consistente en el abastecimiento de agua. No es probable que se alcance este objetivo sin una participación oficial y efectiva de los agricultores en la ordenación del sistema de regadío. Las experiencias piloto realizadas en varios lugares de Africa han puesto de manifiesto que es mucho lo que se puede conseguir cuando se comparten debidamente con los agricultores o se les transfieren las responsabilidades de la organización. Ahora se necesita una voluntad política para transformar estas experiencias en políticas y prácticas más generales.

Sistemas hipotéticos sin riego

6.24 Un sistema eficaz para evaluar los beneficios potenciales de una nueva inversión en regadío es considerar los posibles sistemas hipotéticos sin riego. A fin de justificar las inversiones masivas que se necesitan para que el regadío existente sea sostenible, hay que comparar los sistemas hipotéticos con mantenimiento y reconstrucción y sin ellos. Para asegurar la sostenibilidad del regadío hay que superar numerosos obstáculos técnicos. Entre éstos están las inundaciones, el anegamiento, la salinidad, la sedimentación en los embalses y el deterioro de la infraestructura. En principio, todos estos problemas tienen solución, siempre que se disponga de los recursos económicos necesarios.

6.25 Ante los problemas que plantea el dominio de la tecnología para la regulación del agua, conviene recordar que no cabe esperar que la agricultura de secano por sí sola sea suficiente para satisfacer la creciente demanda de alimentos. Es escasa la nueva tierra idónea para la agricultura de secano. Cuando se practica ésta en regiones expuestas a precipitaciones irregulares e inestables y a la sequía, se encuentran grandes dificultades para la productividad, debidas a la humedad del suelo. A plazo medio es previsible un aumento fuerte de la productividad en la agricultura de secano, particularmente en Europa oriental. Sin embargo, la agricultura de secano existente ya ha alcanzado en parte un nivel elevado de productividad y está llegando al límite de la sostenibilidad. Los países industrializados pueden adoptar políticas consistentes en exportar un agua que les resulta preciosa y tierra cultivable en forma de cereales básicos de escaso valor. Sin embargo, en realidad en muchos países el riego está marginado como consecuencia de los problemas económicos, la contraposición de prioridades, el escaso rendimiento y las limitaciones ecológicas, con repercusiones muy graves para el bienestar nacional.

6.26 Cualquier reducción del riego, o incluso su no ampliación de acuerdo con las posibilidades demostradas, conducirá inevitablemente a una ampliación ulterior de la agricultura de secano. Una gran parte de esta ampliación se llevará a cabo con regímenes de precipitaciones expuestos a riesgos. Por otra parte, el aumento de la superficie dedicada a la agricultura de secano conducirá inevitablemente a la deforestación y a un mayor cultivo en pendientes y cerca de las márgenes de los arroyos, con el consiguiente aumento de la erosión del suelo y la sedimentación acelerada en los lechos de los ríos, los estuarios y los embalses.

6.27 Por consiguiente, si no se llevan a cabo proyectos de aprovechamiento de los recursos hídricos parece evidente que el crecimiento demográfico obligará a millones de personas empobrecidas a recurrir a sistemas agrícolas insostenibles en zonas áridas, expuestas a la sequía y de escasa productividad o con fragilidad ecológica de otra índole. La tierra de baja productividad no justifica inversiones voluminosas en medidas correctoras, como la construcción de bancales, o en la compra de insumos, como los fertilizantes. En Africa y en otras regiones se conocen numerosos ejemplos de empobrecimiento del suelo y destrucción de la diversidad biológica. La intensificación de la agricultura, incluida la producción animal, es la única solución para la mayoría de los agricultores que no disponen de tierras sin utilizar. Los métodos de producción más intensiva constituyen la opción preferible para muchos campesinos que de otra manera ocasionarían daños considerables al medio ambiente si extienden sus cultivos hacia la superficie no cultivada, en rápida disminución. La regulación del agua debe ser un elemento fundamental en esta intensificación. Los nuevos esfuerzos en los proyectos de regulación del agua se deben considerar ahora como un sistema favorable para el medio ambiente.


7. Aprovichamiento de los recursos hídricos y medio ambiente

7.1 Las medidas técnicas que son necesarias para poder utilizar el agua han tenido y siguen teniendo consecuencias para el medio ambiente. Ya se ha señalado más arriba que la regulación del agua, como elemento fundamental para una agricultura intensiva de gran valor, puede tener muchos efectos ecológicos positivos, en particular si se la compara con los sistemas hipotéticos sin riego. Sin embargo, la extracción de agua de los ríos, ya sea para riego o con otros fines, también representa una amenaza para la salud del medio acuático. El almacenamiento de agua en superficie cambia radicalmente el uso de la tierra y crea un nuevo paisaje. No se pueden olvidar los efectos negativos de un riego mal utilizado, como la degradación del suelo debida a la salinidad y el anegamiento, y la posible propagación de enfermedades trasmitidas por el agua, por lo que deben aplicarse medidas tanto preventivas como atenuantes. Afortunadamente, ha mejorado de manera considerable el conocimiento de las causas de los efectos negativos del riego y en casi todas las circunstancias es posible aplicar medidas preventivas y correctoras. Al igual que cualquier otra actividad de desarrollo, el aprovechamiento del agua exige contraprestaciones recíprocas con el medio ambiente. Hay que conocer en su totalidad los costos y los beneficios del desarrollo. Sus efectos sobre el medio ambiente no se pueden ignorar o pasar por alto, como se ha hecho a menudo en el pasado. Del mismo modo, el desplazamiento de poblaciones para dejar espacio al almacenamiento de agua requiere una comprensión total, consultas, un tratamiento equitativo y un presupuesto adecuado para reducir al mínimo sus efectos.

Necesidades de agua de uso no consuntivo

7.2 De los ríos se extrae agua que se almacena en embalses para poder disponer de ella cuando se necesite. Los embalses no se dedican solamente al riego: muchos suministran agua potable y otros se utilizan para la obtención de energía hidroeléctrica. La tendencia general se orienta hacia una ordenación integrada y conjunta de los embalses, con objeto de obtener los máximos beneficios del sistema hidráulico global. Los embalses suelen constituir en parte un sistema de defensa contra las inundaciones; sin embargo, éstas alimentan los humedales fluviales, que son importantes para la pesca y las aves acuáticas, entre otros beneficiarios. La agricultura es la principal usuaria del agua en general, siendo la utilización mediante riego muy consuntiva, prácticamente sin recuperación cuando la eficacia del riego es elevada. Los efectos del riego se ponen de manifiesto en el hecho de que ríos como el Colorado y el Nilo se agotan del todo o en su mayor parte antes de llegar al mar. Normalmente, a medida que los ríos pierden caudal aumenta la concentración de contaminantes que arrastran, con consecuencias desastrosas para el ecosistema acuático y la diversidad biológica. El riesgo es particularmente alto para los sistemas de estuario, que son muy importantes para la pesca. Si no llega agua dulce al mar, avanza el frente que forma el agua salina, provocando una alteración del estuario. En los deltas de los ríos, la falta de agua y de sedimentos da lugar a una erosión progresiva de dichos deltas.

7.3 La cantidad de agua que es necesario dejar en un río depende de varios factores: la época del año, las necesidades del hábitat de la vida fluvial, el equilibrio salino y sedimentario del sistema, la importancia del río para la población local, y otros factores específicos de cada cuenca fluvial. Los complejos sistemas ecológicos de los ríos distan mucho de haberse llegado a comprender bien y requieren investigación científica. La existencia de un flujo mínimo preliminar confiere por lo menos cierta garantía para la salud del sistema fluvial. En las regiones cuyos ríos ya se han reducido hasta quedar por debajo del nivel de sostenibilidad ecológica, la satisfacción de las necesidades mínimas requerirá el desvío de parte del agua de los usuarios (explotaciones agrícolas, ciudades) para devolverla al medio ambiente. Ya se están llevando a cabo medidas de este tipo por ejemplo en el Estado de California. En los países en desarrollo cuyo crecimiento demográfico hace aumentar la demanda de alimentos y agua potable puede ser más difícil reservar parte del agua para el medio ambiente. Sin embargo, en los países en desarrollo no es menos necesario que en el mundo desarrollado un flujo mínimo de agua para proteger la pesca, las economías de los deltas fluviales y la salud de la población local.

7.4 Para determinar las necesidades de flujo de uso no consuntivo en la demanda de agua, a veces se utiliza la cantidad de 1 000 m3/per cápita/año si las aguas residuales se devuelven sin tratar, que corresponde a un factor de dilución de 30 l/seg por 1 000 personas (Postel et al., 1996). Suponiendo que el 50 por ciento de los residuos municipales e industriales reciban por lo menos un tratamiento secundario antes del vertido, las necesidades de flujo de uso no consuntivo se reducen a la mitad, es decir, a 500 m3/per cápita/año. Sin embargo, en estas cifras no se tienen en cuenta las situaciones complejas y poco conocidas específicas de cada cuenca fluvial.

Función decisiva de las zonas altas de captación

7.5 La degradación, y en ocasiones la devastación, de las zonas altas de captación de las cuencas fluviales es un fenómeno de dimensiones mundiales. El régimen hidrológico de los ríos depende de la estacionalidad y las características de las precipitaciones y de las propiedades de captación, como la pendiente, el suelo y la vegetación. Debido al efecto orográfico de las barreras montañosas, las precipitaciones normalmente aumentan con la altitud, y en la mayoría de los ríos una parte considerable del agua que llevan procede de las zonas altas de captación. Con una lluvia intensa, en una zona alta de captación rocosa e impenetrable se producen fuertes inundaciones repentinas con un contenido elevado de sedimentos, mientras que en unas condiciones meteorológicas análogas una zona de captación forestal dará lugar a una inundación moderada, facilitando la penetración del agua en el subsuelo y la reposición del agua subterránea. De la integridad y las buenas condiciones de las zonas altas de captación la población ribereña de aguas abajo obtiene importantes beneficios, como unas necesidades más reducidas de almacenamiento de agua, menos inundaciones, abastecimiento de agua subterránea, agua de mejor calidad y menos sedimentos en el río.

7.6 Las actividades humanas pueden degradar las zonas altas de captación y exponer el suelo a erosión mediante la deforestación, el sobrepastoreo y la mala utilización de la tierra cultivable, a lo cual hay que añadir unas actividades inapropiadas de tala y construcción de caminos, como fuentes específicas de sedimentos fluviales. Se estima que en las montañas viven más de 200 millones de personas, en su mayor parte en condiciones marginales, que contribuyen a actividades que influyen de manera real o potencial en las características de los recursos hídricos. Durante los 50 últimos años se han dedicado grandes esfuerzos y sumas de dinero a proyectos y programas de conservación de los bosques, el suelo y el agua, a menudo con resultados desalentadores. Sin embargo, algunos proyectos han tenido éxito y en ellos se ha aprendido mucho.

 

Recuadro 5
EL CASO DEL MAR DE ARAL

El mar de Aral ocupaba el cuarto lugar por tamaño entre todos los lagos del planeta. Debido a las desviaciones de los ríos para cultivar algodón en el desierto, ha perdido ya tres cuartas partes del volumen y la mitad de la superficie. Antes de 1960, los dos principales ríos que alimentan el mar de Aral vertían en él como promedio 55 km3 de agua al año. Durante los años ochenta, la contribución conjunta de estos ríos al mar de Aral descendió a 7 km3, alrededor de un 6 por ciento de su flujo anual. La cuenca baja de estos ríos permanece ahora casi todo el tiempo seca. Los bosques fluviales han quedado diezmados, junto con los servicios y el hábitat que proporcionaban, y se ha perdido el 85 por ciento de los humedales. El elevado nivel de contaminación química procedente de la agricultura ha reducido enormemente la diversidad biológica. Las capturas en el lago, que proporcionaban en los años cincuenta en total 44 000 toneladas de pescado al año y 60 000 empleos, han quedado reducidas a cero.

El ecosistema del mar de Aral necesita una gran cantidad de agua para dejar de retroceder. Esto ya se había examinado en la planificación de los proyectos originales, pero los previstos, que requerían la desviación de agua de la cuenca hidrográfica del océano Artico, nunca se llevaron a cabo. Para estabilizar el mar en su nivel actual serían necesarios alrededor de 35 km3 al año, cinco veces el volumen de agua afluido en los años ochenta. La desviación de esta cantidad de agua para devolverla al medio ambiente exigiría la supresión del riego de tierras marginales, una reducción de la superficie dedicada al cultivo del algodón y el arroz y mejoras muy importantes en la eficacia del regadío. En efecto, un dato fundamental relativo al mar de Aral es que en su cuenca no hay suficiente agua para satisfacer toda la demanda. Este es el verdadero motivo de una situación de escasez en la que el riego escasamente eficaz es un competidor débil.

Los presidentes de los cinco nuevos Estados independientes de la cuenca del mar de Aral se reunieron en 1994 y aprobaron un plan de acción para mejorar la situación. El plan comprende la elaboración de una estrategia regional de ordenación de los recursos hídricos. Un objetivo a corto plazo consiste en mejorar la salud y las condiciones ecológicas en la zona catastrófica que rodea el lago.

 

7.7 En general se admite ahora que carece de sentido comenzar la reconstrucción de sistemas para tratar los síntomas de una mala ordenación de las zonas de captación sin ocuparse de las causas de las que arranca. Uno de los motivos de fracaso ha sido que los beneficios obtenidos sobre el terreno para la población local afectada por la pobreza no son suficientes ni equitativos. La mayoría de los beneficios del régimen hidrológico mejorado van a parar a otras zonas, por medio de un flujo más estable del río y la recuperación del agua subterránea. La lucha contra la erosión en las montañas queda con frecuencia fuera del alcance de los agricultores de montaña, mientras que los beneficios de la reforestación pueden quedar demasiado distantes en el tiempo para sus intereses. Cuando el aprovechamiento de los recursos hídricos del río beneficia a los habitantes de aguas abajo y perjudica a los de aguas arriba, está llamado a ser insostenible.

7.8 Se necesitan nuevos enfoques mejorados e imaginativos para la ordenación de las zonas altas de captación, basados en la distribución equitativa de los beneficios y las cargas entre los intereses de los habitantes de las zonas altas y las bajas. Se admite que en los proyectos de ordenación de los recursos hídricos hay que incluir la conservación de las cabeceras de los ríos, pero todavía no se dispone de métodos satisfactorios para realizar una evaluación económica de los efectos positivos para la parte baja de las medidas de conservación del agua y el suelo adoptadas en la parte alta y de las consecuencias negativas de no adoptar tales medidas. Los efectos de la silvicultura y de la conservación del agua y el suelo sobre las presas, los canales y las obras de ingeniería no se conocen suficientemente ni están bien cuantificados. Como paso necesario para la sostenibilidad, hay que conseguir que haya equidad en toda la cuenca fluvial, y esto probablemente llevará consigo mayores costos en los proyectos futuros de aprovechamiento de los recursos hídricos.

7.9 Las políticas forestales y la reglamentación ecológica para los bosques, así como para las zonas pantanosas, afectan al abastecimiento de agua, las inundaciones, las sequías, la periodicidad de las escorrentías y la calidad del agua. Tales políticas también tienen relación con los aspectos relativos a los derechos del agua, su distribución y los conflictos que plantea, pero no se dispone de mecanismos adecuados de evaluación. La población de las zonas altas y la expuesta a perder su hogar y sus medios de vida para dejar paso a una infraestructura de aprovechamiento del agua debe intervenir en el proceso de adopción de decisiones. Es necesario revisar los criterios y mecanismos para la ordenación integrada de las cuencas fluviales, a la vista de las recomendaciones formuladas por la ICWE y la CNUMAD. Es preciso incorporar los verdaderos costos relativos a los recursos y el medio ambiente a todas las decisiones y tener presentes las necesidades y deseos de las poblaciones locales e indígenas. Por otra parte, esta población ha de participar directamente en las decisiones que afecten a sus actividades y en los beneficios que se deriven de ellas.

Aprovechamiento de los recursos hídricos y salud

7.10 El agua es un medio de propagación de bacterias y virus patógenos causantes de enfermedades. También desempeña una función importante en la trasmisión de parásitos, de manera directa o proporcionando un hábitat para sus vectores. En las zonas donde se ha introducido el riego hay más probabilidades de encontrar enfermedades trasmitidas por vectores relacionados con el agua.

7.11 Entre las enfermedades relacionadas con el agua, el paludismo es con diferencia la más importante, tanto por el número de personas infectadas anualmente, cuya calidad de vida y capacidad de trabajo se reducen, como por el número de fallecimientos. En todo el mundo hay alrededor de 2 000 millones de personas que viven en zonas donde corren peligro de contraer el paludismo. El número total de casos se estima en 100 millones al año. El 90 por ciento de los casos y de los fallecimientos se producen en el Africa subsahariana. Recientemente han surgido dificultades en el tratamiento con medicamentos, debido a que el parásito ha adquirido resistencia a determinados fármacos que se han utilizado durante un tiempo prolongado en muchas partes del mundo. La interrupción de la trasmisión de la enfermedad mediante el uso de productos químicos para combatir el vector, el mosquito, ha perdido eficacia debido a que muchas especies de mosquitos vectores han adquirido resistencia a insecticidas que antes eran eficaces, y algunos de éstos se han prohibido por motivos ecológicos. En los planes de regadío se pueden incluir intervenciones sostenibles y apropiadas desde el punto de vista ecológico, desde la fase de formulación en adelante, basadas en evaluaciones de los efectos sobre la salud.

7.12 La esquistosomiasis (bilharziosis) está casi tan extendida como el paludismo, pero raras veces produce la muerte inmediata. Es una enfermedad crónica debilitante, causada por un nematodo (duela de la sangre), cuyo ciclo biológico comprende varias fases en una especie de caracol acuático. Se estima que en todo el mundo hay 200 millones de personas infestadas, con trasmisión en 74 países. La infección está particularmente extendida entre los niños que juegan en el agua donde vive el caracol que actúa como huésped intermedio. La infección grave en los niños provoca lesiones de larga duración en la vejiga, los riñones y el hígado, que puede ocasionar la muerte muchos años después de la infección original. La infección en cualquier edad produce malestar en las personas y reduce su capacidad de trabajo.

 

Recuadro 6
AGRICULTURA MIGRATORIA FRENTE A REGADIO

La práctica de un ciclo intensificado de agricultura de corta y quema para la producción de alimentos en países como Laos y Madagascar ha sido el principal motivo del proceso de deforestación irreversible.

La disminución del rendimiento obliga a la población pobre a desmontar superficies cada vez mayores de tierra, con la necesidad de crecientes esfuerzos físicos. Para alimentar a una aldea de Laos de 1 000 habitantes, hay que desmontar una superficie forestal de 200 ha cada año, con una fase de producción de dos años y un rendimiento medio de cereales de 600 kg/ha. Con cinco años de barbecho para recuperar la fertilidad del suelo, la aldea necesita una superficie forestal total de 1 000 ha. Si aumenta la población y sigue disminuyendo la fertilidad del suelo, o se destruye éste por la erosión, se necesita desmontar más tierra.

Si en la misma aldea se destina una superficie de 100 ha al cultivo de arroz de regadío, con una producción moderada, de 2 400 kg/ha al año, se consigue la autosuficiencia alimentaria. La reducción de las actividades de desmonte y de escarda para los cultivos de secano permite ahorrar mucho tiempo, que se puede dedicar a otras actividades generadoras de ingresos. La ampliación de la producción de alimentos en régimen de regadío con una segunda temporada de cultivo y la introducción de fertilizantes y variedades de alto rendimiento permiten aumentar aún más la producción agrícola, y al mismo tiempo se reduce considerablemente la degradación del medio ambiente que se deriva de la agricultura migratoria.

 

7.13 El riesgo de introducción de una o varias de estas enfermedades o de aumento de sus efectos es mayor en los sistemas de regadío en los que:

7.14 La lucha contra estas enfermedades se puede llevar a cabo de varias maneras, algunas de las cuales se potencian mutuamente. Las medidas pueden ser de tres tipos:

De las medidas mencionadas, las de protección del medio ambiente se considera que son duraderas y ecológicamente apropiadas. Se han descrito varias intervenciones eficaces de ordenación del medio ambiente para luchar contra los vectores.

Prevención de la degradación de las tierras de regadío

7.15 Las prácticas inapropiadas de riego pueden hacer que se eleve la capa freática hasta cerca de la superficie, se produzca colmatación del suelo y se ahoguen las plantas, y pueden provocar una salinización secundaria, al arrastrar el agua subterránea hacia la superficie las sales disueltas en las capas más bajas del suelo. En las zonas áridas, el movimiento ascendente del agua y la evaporación superan a menudo la percolación hacia abajo. Cuando el agua de riego subterránea o el suelo contienen sales, éstas se concentran en las capas superiores del terreno y pueden ser suficientemente tóxicas para reducir la producción agrícola.

7.16 Se estima que, a escala mundial, hay de 20 a 30 millones de ha de tierra de regadío gravemente afectada por la salinidad. Una superficie adicional de 60 a 80 millones de ha está afectada en alguna medida por los anegamientos y la salinidad. Muchas de esas zonas dejarán de ser productivas a menos que se adopten medidas correctoras.

7.17 Son muchos los factores que influyen en el peligro de salinidad o sodicidad, como por ejemplo la calidad y la profundidad de la capa freática, las características físicas del suelo, las prácticas de riego y la presencia o ausencia de drenaje natural o artificial en la zona. Cuando hay exceso de agua en un sistema cuya capacidad de drenaje es reducida, se produce anegamiento del suelo y concentración de sales por evaporación.

7.18 Mediante la mejora de las prácticas de riego, la construcción de drenaje en el campo, la lixiviación de las sales en exceso y otras medidas de mejoramiento de la tierra, es posible limitar o controlar el riesgo de salinización y alcalinización.

7.19 La introducción de drenaje en el terreno resulta costosa, lo mismo que la instalación de un colector principal. El mantenimiento del drenaje en el campo es gravoso durante las horas normales de trabajo de los agricultores. También son costosos los colectores principales para las autoridades de distrito. Sin embargo, el funcionamiento apropiado del sistema de drenaje es imprescindible para la sostenibilidad de la agricultura de regadío. Los costos del drenaje se deben añadir a los de funcionamiento y mantenimiento normales de la red de regadío.

7.20 La eliminación del agua de drenaje constituye a veces un problema importante. Normalmente, la concentración de sales aumenta progresivamente aguas abajo de los ríos principales, como consecuencia de las numerosas entradas de agua de drenaje. Si la concentración de sales en el agua de riego alcanza niveles críticos, hay que buscar soluciones alternativas, como la conducción de dicha agua por desagües especiales hacia el mar o hacia depósitos de evaporación. Las autoridades públicas tienen el deber de asegurar una eliminación inocua de los efluentes de drenaje. El drenaje está con frecuencia olvidado, especialmente en las zonas con un desarrollo activo del sector privado, debido a los objetivos económicos a corto plazo de sus promotores. Es imprescindible que en esas zonas se cree y mantenga desde el principio la infraestructura básica para un sistema de colectores principales.


8. Prioridades para la acción

8.1 La regulación de las aguas y de la humedad del suelo permite hacer realidad los beneficios de la producción derivados de variedades de alto rendimiento y de prácticas de cultivo mejoradas que son, a su vez, resultado de la investigación agronómica. No cabe esperar que la agricultura de secano pueda hacer frente a la creciente demanda de alimentos debido a obstáculos de carácter ambiental. El no tener debidamente en cuenta el riego para la seguridad alimentaria puede tener consecuencias graves. El agua es un recurso limitado y la lista de países con escasos recursos hídricos sigue aumentando conforme la demanda se aproxima cada vez más a los límites del ciclo hidrológico, y se reconoce cada vez más que el medio ambiente es un usuario legítimo del agua. El comercio permite que el consumo de alimentos supere la producción en los países donde la producción de alimentos se ve limitada por la escasez de agua. Los países y las regiones que siguen teniendo una posición comercial débil, entre los cuales se cuentan muchos de los más pobres y con una mayor inseguridad alimentaria en todo el mundo, tendrán que aplicar política de producción local. Se dispone de tecnologías adecuadas y probadas de regulación de las aguas para suministrar la necesaria humedad al suelo, pero es menester adaptarlas a las condiciones físicas y sociales locales. Para mejorar la producción de alimentos es necesario invertir en las infraestructuras hídricas, proceder a una reforma continua de las instituciones de apoyo y crear un entorno favorable. A continuación se indican las prioridades para la acción.

Evaluación de los recursos y de su utilización

8.2 En un momento en que la planificación y la gestión de los recursos hídricos deben hacerse más precisas para hacer frente a la escasez, en muchos países en desarrollo con escasos recursos de agua es sorprendente comprobar lo poco que se sabe acerca de los recursos hídricos y el uso del agua, lo que añade incertidumbre a la planificación y al costo de las inversiones. Las computadoras, los satélites y las comunicaciones permiten una amplia recopilación de datos a bajo costo. Sin embargo, los programas nacionales e internacionales de recopilación de datos no tienen fondos suficientes, mientras que el carácter aproximativo de los datos existentes, que a veces son simples conjeturas, se utilizan como una justificación para aplazar decisiones sobre el desarrollo de los recursos hídricos. Este desarrollo exige cierto tiempo desde el momento que se adopta una decisión hasta que el sistema alcanza plena producción. Los gobiernos pueden adoptar medidas para que servicios pequeños, pero funcionales, hagan sistemáticamente una selección estratégica de datos, mientras que la comunidad internacional y los donantes podrían elaborar una política coherente relativa al nivel de información necesario y a los recursos asignados a esta actividad.

8.3 Una tarea urgente para los gobiernos, las asociaciones de productores de alimentos y las organizaciones internacionales es verificar, de conformidad con las condiciones específicas de cada país, las posibilidades que ofrecen los recursos de tierra y agua nacionales para aumentar, de forma duradera, la producción de alimentos. Si se procede en este sentido, será posible determinar dónde podría hacerse un uso más intensivo y más productivo de los recursos, y dónde y por qué razón su uso ha demostrado ser insostenible. En particular, es necesario esforzarse por desarrollar las capacidades nacionales (bases de datos, sistemas e instrumentos de apoyo a las decisiones) en los países de bajos ingresos y con déficit alimentario.

Política

8.4 El paso de una era de abundancia a una situación de escasez exige una revisión de las actuales políticas de aprovechamiento del agua y de asignación a los usuarios. El establecimiento de una estructura institucional para la distribución de los recursos hídricos es una función esencial de la política social de cualquier país. Las diferentes culturas buscan compensaciones basadas en la importancia relativa de sus objetivos particulares. La política y estrategia de recursos hídricos en general, y sobre todo en relación con la seguridad alimentaria, es una cuestión que debe decidirse a nivel nacional y algunas veces a nivel provincial. Sin embargo, la FAO y los donantes pueden apoyar el proceso de revisión y la creación de capacidad.

8.5 La política, las instituciones, la legislación y los reglamentos relacionados con el agua deben promover un uso que sea sostenible, económico y socialmente equitativo. El agua no es solamente un bien económico: cierto nivel de acceso al aprovechamiento del agua es un derecho humano. Una distribución eficaz del agua tiene que precaverse contra posibles abusos y prácticas monopolistas. Conforme aumenta la escasez del agua, es necesario establecer el derecho legal al agua para facilitar las inversiones privadas. El establecimiento de derechos sobre el agua y una vigilancia de la reasignación, y a veces del comercio, exigen la existencia de instituciones efectivas y capacitadas. Los donantes ocupan un lugar que les permite asesorar a los países que han iniciado el proceso destinado a establecer el marco institucional y jurídico para un sector de aprovechamiento del agua eficiente y en gran parte privatizado.

8.6 Si se reconoce que toda el agua de superficie y subterránea de una cuenca fluvial está estrechamente vinculada mediante relaciones en los niveles superior e inferior y mediante interacciones en la calidad del agua, en todas las actividades de desarrollo de los recursos hídricos la primera opción es adoptar un enfoque de cuenca fluvial. Las autoridades correspondientes deberían tener facultades de reglamentación, pero deberían abstenerse de actuar ellas mismas en el sector del desarrollo de los recursos hídricos. En general debe fomentarse el uso sucesivo del agua de conformidad con las exigencias de calidad de los diversos usuarios.

8.7 En el ámbito de un marco apropiado de políticas y planes nacionales y regionales de recursos hídricos, los objetivos mundiales para el año 2010 son: aumentar la eficiencia del uso del agua por lo menos en un 20 por ciento en comparación con los niveles actuales; incrementar la superficie regada a una media del 1,1 por ciento al año; incorporar 40 millones de ha a los sistemas de riego en la fecha fijada, y bonificar 10 millones de ha de tierras inundadas y salinizadas.

Investigación y transferencia de tecnologías, creación de capacidad y servicios de extensión

8.8 Aprovechando la nueva tecnología de computadoras, sensores y otros medios de comunicación, la gestión de los recursos hídricos y la investigación en materia de riego han avanzado mucho hacia una distribución del agua más eficiente, a bajo costo y en pequeña escala y en la tecnología de control de la humedad del suelo. Los cambios tecnológicos permitirán mejorar constantemente los métodos adecuados y precisos de regulación del agua, y que se necesiten para sacar el mayor beneficio posible de un recurso limitado. La investigación tecnológica en los países desarrollados de la zona templada debería esforzarse, estableciendo asociaciones, por atender las necesidades de los países en desarrollo en las regiones tropicales y áridas. Es necesario integrar la investigación tecnológica y la social: la tecnología del riego es para uso de los agricultores, y con frecuencia no se ha tenido en cuenta, o no se ha comprendido, el punto de vista de los agricultores de los países en desarrollo. Estos países pueden fomentar la acción de sus instituciones de investigación pública y privada en materia de gestión de recursos hídricos, en especial en lo que se refiere a los aspectos relativos a la asimilación, en el contexto local, del desarrollo tecnológico.

8.9 No se comprenden debidamente las complejas relaciones que existen entre el aprovechamiento del agua y el entorno de estos recursos. No es posible extraer toda el agua de los ríos y lagos; debe dejarse que cierta cantidad siga su curso natural para conservar la integridad de los sistemas acuáticos y la diversidad biológica. En el pasado se ha descuidado este aspecto y el costo de esta negligencia ha sido elevado, y la restauración del medio ambiente, incluso cuando tiene éxito, nunca es completa. Hay muchas situaciones que son típicas de cada región y de cada cuenca fluvial. Es necesario que la investigación permita un mejor conocimiento, una mejor planificación y una mejor ordenación del sistema acuático, a fin de preparar proyectos racionales y lograr una conservación adecuada del medio ambiente.

8.10 La transferencia de tecnología es un proceso de enseñanza en dos sentidos. Las bases de la tecnología son constantes pero su uso puede cobrar muchas formas diferentes. Es necesario cubrir, en sus aspectos tecnológicos, ambientales y sociales, la distancia que separa a la estación de investigación de un país desarrollado y el agricultor de un país en desarrollo. Las condiciones para progresar en este sector nunca han sido tan buenas como en este momento, en el que las comunicaciones electrónicas comienzan a difundirse ampliamente en los países en desarrollo. La apertura de comunicaciones multilaterales de bajo costo entre los servicios oficiales, las instituciones de investigación y los grupos comunitarios, que en algunos casos alcanzan también al agricultor, puede dar un gran apoyo al proceso de transferencia de tecnología, lo que se traducirá en una mejor gestión. No menos importante, las comunicaciones hacen posible aumentar la cooperación Sur-Sur. Los gobiernos deberían aprovechar en todo lo posible esta oportunidad, y los donantes deberían apoyar el desarrollo infraestructural correspondiente.

Infraestructura e inversriones

8.11 Sin inversiones en la infraestructura de recursos hídricos, apoyadas por instituciones reformadas, las perspectivas de mejorar la producción de alimentos son remotas. La infraestructura de regulación de las aguas no debe desarrollarse aisladamente; debe ser parte de toda una serie de programas de desarrollo. A nivel del plan, las autoridades públicas deberían encargarse de la construcción y el funcionamiento de las presas, las obras de toma y los principales canales de riego y avenamiento, mientras que las asociaciones de usuarios o del sector privado deberían tener a su cargo la gestión, y siempre que fuera posible la creación, de un sistema de distribución del agua en la explotación agrícola. Es necesario crear nuevas formas de financiación de los planes de riego. Se insta a los donantes, a los gobiernos y a los organismos de apoyo exteriores que se esfuercen por invertir la tendencia a la disminución de las inversiones en los sistemas de riego.

8.12 El éxito de la agricultura de regadío depende tanto de factores económicos y de la existencia de servicios adecuados como de la tecnología. Las deficiencias en los sistemas de comercialización, en las instalaciones de almacenamiento, en la gestión de la producción agrícola y en la fuente de crédito han contribuido a los fracasos registrados en el pasado. Es necesario superar estos obstáculos mediante políticas macroeconómicas adecuadas del gobierno para poder aumentar la producción y asegurar la viabilidad económica de los proyectos.

8.13 Es posible y necesario reducir el costo del desarrollo de los sistemas de riego. Un aspecto importante de la reducción de costos puede ser el empleo de empresas nacionales de ingeniería y de construcción para el diseño y la construcción de los proyectos. Es igualmente importante promover la fabricación local de material de riego. La política oficial debería estar destinada a alentar el desarrollo de la industria local del riego, con inclusión de una base nacional de fabricación y de un sólido sector de servicios.

Entorno favorable

8.14 Una buena gestión oficial de la macroeconomía, a fin de promover la inversión en la agricultura y la rentabilidad de esas inversiones, y un apoyo técnico de elevada calidad en el sector agrícola en la esfera pública o privada, son condiciones indispensables para mejorar la producción. Un método de gestión orientado hacia el servicio, en el contexto de una buena gestión económica y un rentabilidad adecuada, contribuirá mucho a asegurar el mantenimiento y la eficiencia de sistemas de riego que estén en condiciones de atender el mercado y de adaptarse a los cambios. El personal de dirección, libre ya de las limitaciones que imponen los procedimientos oficiales normales, puede aplicar procedimientos del sector privado para suministrar servicios eficientes, económicos y oportunos a los agricultores Sin embargo, los gobiernos deben conservar el control necesario de las cuestiones de política y vigilar la acción de los agentes de conformidad con las obligaciones contractuales.

Conservación de los recursos naturales

8.15 Es necesario rehabilitar, conservar y vigilar los recursos naturales en las zonas productoras de alimentos así como en las tierras forestales y las cuencas adyacentes. Deben adaptarse las políticas, los sistemas institucionales y las normas para dar incentivos económicos y sociales a los agricultores y a otras personas que forman parte del sector de la alimentación, a fin de reducir la degradación y adoptar prácticas de gestión sostenibles. Además de las inversiones nacionales necesarias, esto exige un incremento de la cooperación técnica internacional y regional.

8.16 Para conservar el régimen hidrológico y reducir las inundaciones destructoras y la erosión del suelo, es necesario disminuir la tasa de deforestación en las cuencas de captación más altas. Debe mantenerse e incrementarse la contribución de los bosques, los árboles y la silvicultura a la seguridad alimentaria, como una fuente de alimentos, medicinas, piensos y nutrientes del suelo. La intensificación de la producción mediante el riego de las tierras cultivables existentes puede disminuir la tala de bosques practicada para ampliar la agricultura de secano.


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Figura 1

Proporcion de las precipitaciones anuales sobre la tierra que constituye
el agua azul accesible

Figura 2

Proporcion de agua verde y de agua azul ya asignada para uso humano


Notas

6 Se han tomado de varias fuentes los costos medios compuestos generales de los nuevos sistemas de riego y los de reconstrucción para distintas regiones, utilizando datos recientes de los costos. Los costos de los nuevos sistemas de regadío oscilan entre 1 400 dólares/ha para Asia meridional y 18 300 dólares/ha para el Africa subsahariana. De manera análoga, los costos de reconstrucción oscilan entre 520 y 2 900 dólares. La mayoría de los proyectos analizados correspondían a sistemas de riego por gravedad en media y gran escala, con una regulación total del agua.

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7 Por ejemplo, cuando se incluyó infraestructura no productiva en el proyecto de pólder del Chad, los costos de creación de nuevos sistemas aumentaron un 150 por ciento (Brown y Nooter, 1992).

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8 Los proyectos en media y gran escala (en superficies comprendidas entre 1 500 y 150 000 ha) formulados y llevados a cabo recientemente en el Asia meridional y oriental confirman más o menos los datos sobre los costos facilitados por la FAO. Los costos del nuevo regadío oscilan entre 1 490 dólares/ha (entre 810 y 2 530 dólares) en Viet Nam y 2 600 dólares/ha (entre 950 y 3 600 dólares) en la India. Los costos medios de reconstrucción fueron de 450 dólares/ha (entre 160 y 3 200 dólares) en Viet Nam y China. Los costos recientes de construcción de grandes sistemas a lo largo de ríos, especialmente en el Africa occidental, con protección frente a las inundaciones, oscilan entre 2 000 y 6 500 dólares/ha, en función de la regulación del agua y las condiciones locales. La construcción generalmente comprende diques, canales, sistemas de drenaje, estructuras y nivelación del terreno. Estos costos son muy superiores (el doble o el triple) a los medios de los proyectos análogos de Asia. Esto se debe en parte a que en Asia se construyeron hace tiempo grandes diques contra las inundaciones, que allí raras veces forman parte ahora de los nuevos sistemas de regadío, pero que son necesarios para la mayoría de los proyectos y que absorben una parte considerable de los costos (hasta un 30 por ciento).

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9 A continuación se expone un ejemplo en el que se prepararon diversas opciones para el diseño de una presa, entre ellas una en la que se utilizaban al máximo materiales locales. Una pequeña compuerta de segmento que suministraba agua a un sistema de riego de arroz de 193 ha se vio superada por las inundaciones. Posteriormente se prolongó la estructura de derivación con una presa de cemento de 25 m, pero no se pudo terminar debido a las malas condiciones de la cimentación. Por consiguiente, se realizó una investigación de ésta. Naturalmente este estudio se debería haber llevado a cabo en una fase muy anterior, antes de diseñar la presa de cemento: este es un ejemplo de recopilación insuficiente de datos durante la etapa de planificación. Del estudio se dedujo que la capacidad de carga de la cimentación era buena, pero los materiales utilizados no permitían la filtración, por lo que había peligro de sifonación. A partir del estudio sobre la cimentación, varios consultores extranjeros prepararon un diseño para cerrar el río y evitar la sifonación. Ese incluía el uso de tablestacado para un muro de ala de fábrica cerca de la estructura ya existente de la presa de cemento y un dique con gaviones y empedrado de protección. Los costos de la construcción se estimaron en 187 500 dólares. Se consideró que eran demasiado elevados y hubo que preparar diseños alternativos, debido asimismo a que en el país no había equipo ni personal técnico capacitado para el tablestacado.
En el diseño revisado para la conclusión del sistema de derivación se incluyó la utilización de material y mano de obra locales en la medida de lo posible. Sin embargo, se hizo esto sin que se vieran afectados la seguridad y el funcionamiento de la estructura. Se decidió elegir una presa de gaviones, que cerraría el paso del río de 23 m. El costo efectivo de la construcción de esta estructura fue de 107 500 dólares (un 57 por ciento del costo del diseño original). La estructura lleva funcionando más de 10 años sin ningún problema y con pocas necesidades de mantenimiento.

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10 Esta puede ser también la manera de llevar adelante numerosos proyectos de reconstrucción, en los que la realización de las obras principales podría estar centralizada, pero la labor sobre el terreno se podría dejar en manos de los agricultores.

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11 En las nuevas inversiones para modernización o reconstrucción, se deberían tener en cuenta las enseñanzas de las evaluaciones del riego. Entre tales enseñanzas, destacan por su importancia la necesidad de concluir los proyectos (con inclusión de drenaje, canales en el campo debidamente diseñados y nivelación del terreno), abarcando toda la zona de captación, incluidas las tierras altas de secano, y de asegurar que se disponga de mecanismos que permitan mantener el sistema durante toda la duración del proyecto.

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