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LAS INUNDACIONES CAUSAN
DAÑOS INCALCULABLES A LOS CULTIVOS EN DIVERSAS PARTES
DE ASIA
A partir de finales de junio, unas intensas lluvias e inundaciones
atribuidas al fenómeno de La Niña han causado numerosas
víctimas y provocado cuantiosos daños a las propiedades
en diversas partes de Asia. Hasta ahora, se han señalado casi
4 000 víctimas relacionadas con las inundaciones, y más
de 250 millones de personas han resultado afectadas. También
ha sufrido daños graves la infraestructura, y han quedado sumergidas
bajo las aguas grandes extensiones de tierras cultivadas en diversos
países. Aunque todavía es demasiado pronto para evaluar
el efecto de las inundaciones en la producción agrícola
regional, se teme una disminución de la producción arrocera
de esta región, que representa más del 90 por ciento de
los suministros mundiales.
En Bangladesh, unas lluvias monzónicas intensas que comenzaron
en la segunda década de julio causaron grandes inundaciones en
45 de los 64 distritos del país, provocando víctimas y
cuantiosos daños a las pro-piedades. Según los informes,
han resultado afectados alrededor de 25 millones de personas, y muchos
miles han quedado sin vivienda. Urge una asistencia exterior para una
rehabilitación de urgencia del sector agrícola.
En China, unas lluvias fuertes caídas desde mediados
de junio en el centro, sudeste y nordeste del país han provocado
grandes inundaciones que, a su vez, han causado la muerte de al menos
3 000 personas, mientras que más 14 millones de personas han
tenido que ser reasentadas o trasladadas a zonas más altas. Los
daños causados a los cultivos han sido enormes: alrededor de
22 millones de hectáreas afectadas, y 4,8 millones de hectáreas
cultivadas destruidas. La mayor parte de los daños se registró
en las principales regiones productoras de arroz que se encuentran a
lo largo del río Yangtze, siendo las más afectadas las
provincias de Hubei, Hunan, Anhui, Jiangxi y Sichuan. Se cuenta con
reservas de cereales suficientes para un socorro alimentario inmediato,
pero en las zonas inundadas escasean las hortalizas y otros productos
básicos. El objetivo de producción de este año
estaba fijado en 492,5 millones de toneladas de cereales, pero si las
cosechas de otoño resultan muy menguadas, la producción
final podría ser inferior.
En Indonesia, las inundaciones causadas por el exceso de lluvias
recibidas al final de julio afectaron a la región de Kalimantan
Este, provocando víctimas y daños a las propiedades. También
hubo inundaciones en Sumatra. Las intensas lluvias y las marejadas gigantes
pronosticadas en relación con el fenómeno meteorológico
de La Niña podrían agravar la ya inestable situación
de los suministros alimentarios, que habían sufrido un colapso
con la sequía prolongada y la crisis financiera y económica
del año pasado. Indonesia, que en un tiempo había sido
autosuficiente en arroz, ahora es el importador más grande del
mundo.
En el Japón, las precipitaciones recibidas a principios
de agosto, las más fuertes que se hayan registrado en más
de 80 años, causaron daños a la infraestructura y a las
viviendas, y a unas 17 000 hectáreas de tierras agrícolas.
Las más afectadas fueron las regiones productoras de arroz en
el norte del país.
En la República de Corea, unas lluvias intensas que comenzaron
al final de julio han provocado inundaciones graves que causaron la
muerte de unas 273 personas y el desplazamiento de más de 150
000. Alrededor de 47 000 hectáreas quedaron inundadas, en su
mayor parte arrozales ubicados en las partes septentrionales del país;
y en las partes meridionales se destruyeron alrededor de 4 430 hectáreas
de hortalizas. Es improbable que se alcance el objetivo de producción
fijado para este año en 6,7 millones de toneladas de arroz (11
por ciento menos que el año pasado).
En la República Democrática Popular de Corea,
se señala que las inundaciones han causado daños a los
arrozales y a los cultivos de maíz en las partes meridionales
y orientales del país. Los informes indican también que
unas lluvias intensas, acompañadas de granizo y vientos fuertes
han causado daños a los cultivos y a la infraestructura en algunas
provincias occidentales y centrales. Más de 40 000 hectáreas
de cereales han quedado perjudicadas.
En el Nepal, unas fuertes lluvias monzónicas caídas
desde mediados de junio causaron grandes inundaciones en la mayor parte
del país, provocando la muerte de unas 222 personas y el desplazamiento
de más de 7 000 familias. Según los informes, han quedado
destruidas alrededor de 1 160 hectáreas de cultivos y han muerto
más de 300 cabezas de ganado.
En la India, los deslizamientos de tierras provocados por las
lluvias torrenciales y la crecida de los ríos causaron la muerte
de más de 1 800 personas. Las riadas repentinas provocadas en
las partes septentrionales y orientales del país han causado
daños en más de 2 millones de hectáreas cultivadas.
En Papúa Nueva Guinea, una marejada gigante de alrededor
de 10 metros de alto, provocada por un terremoto registrado en las vecinas
Islas Salomón, afectó últimamente la costa nordoccidental
del país. Las marejadas se produjeron cuando el país estaba
saliendo de una sequía prolongada que había afectado gravemente
a alrededor de 1,2 millones de personas.
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