Página precedente Indice Página siguiente


Hacia la ordenación integrada de los bosques en Túnez

C.M. Larbi

Chakroun Mohamed Larbi es Ingeniero Forestal General en Túnez, y Presidente de la Asociación Internacional de Bosques Mediterráneos.

Una solución apropiada para los bosques de la ribera sur del Mediterráneo.

Comprendidas entre las zonas templadas al norte y las zonas desérticas al sur y al este, las formaciones forestales circum-mediterráneas se desarrollan en un clima caracterizado por una pluviosidad irregular y un verano seco. La vegetación xerófila que las compone es conocida por su débil y a menudo mediocre producción de madera y por su gran vulnerabilidad al fuego.

El oasis Tozeur en Túnez, una formación boscosa característica del Mediterráneo

Al norte del Mediterráneo los bosques están deshabitados, al contrario que los del sur que acogen a una población numerosa que llega a veces a un habitante por hectárea. Una encuesta realizada por la administración forestal tunecina en 1987 reveló la presencia de 800 000 usuarios repartidos en más de 100 000 familias con el equivalente de 5 cabezas de ganado mayor por familia, dentro y en las inmediaciones de las 905 000 ha cubiertas por el patrimonio forestal del Estado. Esta población ejerce una presión continua sobre los bosques por deforestación y pastoreo excesivo, por lo que la conservación y el desarrollo de los bosques equivalen a una proeza.

UNA SILVICULTURA INADAPTADA

Formados en las escuelas forestales europeas, los primeros ingenieros forestales de la ribera sur del Mediterráneo pusieron en práctica una estrategia encaminada a la producción de madera y de corcho mediante la aplicación de planes de ordenación que reconocían, conforme a la legislación forestal en vigor, derechos de uso a las poblaciones forestales y preveían programas ambiciosos de reforestación (para luchar contra el desempleo). En Túnez, esta noción de los derechos de uso se heredó de la época anterior al protectorado, cuando los bosques estaban prácticamente deshabitados; sólo a raíz de la colonización de tierras alentada por el protectorado empezaron las poblaciones vecinas a refugiarse en el bosque, hacer en él roturaciones y practicar cultivos de subsistencia. Estos derechos de uso sin finalidad comercial comprendían sólo la recogida de leña seca, la introducción de ganado en número limitado y la recolección de ciertos productos llamados secundarios para el consumo familiar.

La presencia de esta población dentro y en la periferia de los bosques casi totalmente de dominio público se ha considerado a menudo como un obstáculo para una buena aplicación de una silvicultura adecuada. En efecto, estas poblaciones trataban con frecuencia, infringiendo la ley en materia de corta, carbonización o sobrepastoreo, de satisfacer sus necesidades de subsistencia. Por lo demás, las medidas de protección necesarias para la regeneración natural y en favor de las plantaciones jóvenes constituían una mengua del espacio recorrido por su ganado. Para responder a las necesidades de una población forestal en constante aumento, los claros en los bosques no habían dejado de crecer en detrimento de la cubierta vegetal natural. Los consiguientes atestados por infracciones aumentaban el antagonismo entre el personal forestal y los usuarios. Esta divergencia entre dos estrategias aparentemente opuestas explica la degradación constante de los bosques pese a los esfuerzos realizados por el Estado para su protección y su desarrollo y a despecho de las amplias potencialidades de los bosques y de los espacios naturales del ámbito mediterráneo.

Preparación del material de plantación y plantitas de Pinus pinea y Pinus halepensis en un vivero forestal en Kelibia, Túnez

Preparación del material de plantación y plantitas de Pinus pinea y Pinus halepensis en un vivero forestal en Kelibia, Túnez

NECESIDAD DE UNA ORDENACIÓN CONCERTADA DE LOS BOSQUES

Ante esta situación, se emprendió a partir de 1970 una acción de mejoramiento de pastos para aliviar la presión sobre los bosques, que se desarrolló paralelamente con perímetros de reforestación y operaciones de regeneración para compensar el estado de defensa. Esta acción contribuyó a atenuar el antagonismo existente entre los usuarios y el personal forestal, pero resultó insuficiente. Permitió, no obstante, evaluar el impacto positivo sobre el bosque de la atención prestada a una sola preocupación de los usuarios, y contemplar otras medidas que no causen perjuicios a los bosques.

Las soluciones técnicas, puramente silvícolas, han resultado insuficientes para alcanzar cabalmente los objetivos fijados por los diversos planes de desarrollo forestal. El análisis del sector ofreció dos alternativas: desalojar a todos los habitantes del bosque para poder poner en práctica en él una silvicultura pura, o integrar a las poblaciones forestales en el circuito económico del bosque considerándolas como elemento importante que forma parte del ecosistema forestal. La primera alternativa, mucho más próxima a la utopía, es irrealizable en más de un concepto; en cuanto a la segunda, más lógica, requiere grandes esfuerzos de adaptación de la silvicultura integrando el aspecto social y componentes de desarrollo no forestales. Ello corresponde a una mutación en la concepción de la silvicultura dictada por la situación específica de las formaciones forestales surmediterráneas. La presencia del hombre en estos medios resulta ser una componente determinante que hay que tener en cuenta en toda acción de protección o desarrollo.

En Túnez, el comienzo de la rehabilitación del sector forestal puede vincularse directamente a la instalación del actual gobierno en noviembre de 1987. Gracias a la firme voluntad política, se han podido trazar nuevas orientaciones de la política forestal dando la prioridad al ser humano y preconizando una coexistencia razonada entre el hombre y el bosque. Ello se ha concretado en la reforma del código forestal en abril de 1988 y la preparación de una estrategia nacional de reforestación y protección de los suelos cuya ejecución comenzó en 1990 con un importante aumento del presupuesto de inversiones forestales.

En el plano reglamentario, el artículo 43 del código revisado prevé la organización de las poblaciones en Asociaciones Forestales de Interés Colectivo, con las que se pretende constituir un interlocutor responsable capaz de dialogar con la administración forestal, participar en el diagnóstico de la situación actual y en la definición de un programa de desarrollo del bosque que incluya acciones y medidas capaces de mejorar las condiciones de vida de aquella población forestal y aumentar sus ingresos. Esta noción aparece también en el artículo 16 del citado código que insta al administrador de los bosques a «tener en cuenta los intereses legítimos de los usuarios». Se obliga así al especialista forestal a no pensar ya exclusivamente en la producción maderera sino también en el derecho del usuario a una vida digna. Esto es posible, ya que el bosque mediterráneo ofrece una diversidad muy amplia de recursos no movilizados como el turismo verde, el desarrollo de animales de caza y ciertas especies de la fauna salvaje, las especies aromáticas y medicinales, el ganado menor, la racionalización de la explotación agrícola en los claros del bosque y la formación de microempresas de trabajos forestales.

La aplicación de estas nuevas orientaciones de la política forestal en Túnez requiere la instauración de un clima de confianza mutua entre personal forestal y usuarios; se precisa un cambio de comportamiento del técnico frente a los habitantes de los bosques que pasan a ser partícipes en el desarrollo forestal, es decir una mutación del técnico que, de ser agente de represión que pretende poseer toda la verdad, pase a agente de animación para el desarrollo socioeconómico siempre a la escucha de los usuarios para encauzar mejor el desarrollo forestal sostenible. Para ello se ha iniciado y a un esfuerzo sostenido de formación y reciclaje del personal técnico forestal en el campo socioeconómico y de animación rural, con miras a garantizar el éxito de este nuevo enfoque del desarrollo forestal. Es preciso continuar e intensificar este esfuerzo. La enseñanza forestal debería adaptar rápidamente sus programas de formación para completar los estudios de los nuevos técnicos forestales; en cuanto a la investigación, deberá incluir la dimensión social y el aspecto pluridisciplinario integrado para adaptar mejor el enfoque y ayudar al personal de desarrollo a encontrar soluciones idóneas para cada contexto, que varía mucho de una región a otra.

Los servicios de las ONG especializadas, por lo menos al principio, pueden ayudar a la administración y a los usuarios a concretar este nuevo enfoque tanto en el aspecto de organización de la población como en el del diagnóstico, de la identificación del programa, de su realización y de la evaluación de su impacto socioeconómico y ambiental.

Operaciones piloto de desarrollo integrado

La experiencia de más de 10 años de la Oficina de Desarrollo Silvopastoral del Noroeste que ha adoptado un enfoque participativo para el desarrollo de las zonas montañosas del noroeste de Túnez ha procedido, en especial, a las instalación de praderas permanentes en los claros de los bosques, la realización de trabajos de conservación de las aguas y del suelo y la introducción de la agrosilvicultura en el marco de planes de desarrollo de los terrenos con la aquiescencia de los comités de las localidades rurales afectadas, previamente organizadas en comités de desarrollo. Esto ha servido de ejemplo para la implantación de una gestión concertada de los bosques y ha puesto de manifiesto que las acciones y las realizaciones decididas y efectuadas con la población destinataria son más duraderas que las llevadas a cabo con un planteamiento administrativo.

Este nuevo enfoque empezó realmente a concretarse con la programación de 10 operaciones pilotos de desarrollo integrado en el año 1994 en diferentes regiones forestales. Se prevé la realización de los estudios y la ejecución de las operaciones con la ayuda de las ONG que tienen una experiencia probada en técnicas de animación rural y de movilización de las poblaciones y un dominio de la programación de base. El concurso limitado a las ONG de desarrollo, anunciado a mediados de 1994, ha permitido hasta la fecha terminar siete estudios de desarrollo participativo, con retraso en algunos de ellos teniendo en cuenta el carácter innovador del enfoque, considerado lento al principio, y el lapso variable que se requiere para la adhesión completa de las poblaciones destinatarias. En cuanto ala ejecución de los estudios, se proyecta confiarla a las ONG que los han preparado; actualmente una sola operación (Zilia en Sejnane) ha sido objeto de un convenio con la ONG Atlas, habiendo comenzado sus trabajos en febrero de 1997.

Conviene notar que el conjunto de las 10 operaciones piloto totaliza 21 500 ha compuestas por explotaciones agrícolas muy pequeñas (el 70 por ciento son inferiores a 5 ha) con una superficie forestal que varía entre el 50 y el 80 por ciento de la superficie total. La población es de unos 9 600 habitantes repartidos en 1760 familias agrupadas en pequeñas aldeas llamadas douars. Además de las acciones forestales, los programas de desarrollo integrado han incluido en particular:

· la infraestructura de base: pistas, agua potable, electrificación, dispensario, mejora del hábitat;

· el aumento de la producción agrícola;

· la movilización de los productos y subproductos forestales;

· la protección del medio ambiente: la agrosilvicultura, la conservación de las aguas y del suelo, la economía de leña;

· el fomento de la capacidad humana mediante la formación y la promoción de microproyectos como la cría de animales, la destilación de esencias aromáticas y la artesanía.

La integración de las actividades femeninas se ha realizado gracias a la participación de las mujeres en la fase de planificación.

El conjunto de las actividades seleccionadas refleja el esfuerzo por integrar una gran diversidad de acciones con una reducción de los cultivos de cereales en los terrenos en declive. La infraestructura constituye generalmente un asunto prioritario para las poblaciones que tratan de romper su aislamiento, viniendo después las acciones de valorización y protección. Las medidas de acompañamiento conciernen en particular a la formación y el crédito con miras a promover las pequeñas empresas de trabajos forestales.

El costo del conjunto de las operaciones programadas se eleva a 14 200 000 dinares (1 dinar = 1 dólar EE.UU.), de cuya suma cerca del 30 por ciento se dedica a actividades femeninas como horticultura, cría de animales, destilación, artesanía.

Se prevé un sistema de seguimiento y evaluación; de todos modos, la adhesión completa de los usuarios al proceso participativo permite ser optimistas en cuanto al éxito del enfoque y sobre todo el desarrollo sostenible de los bosques.

Una generalización progresiva del enfoque

La administración forestal acaba de dar otro paso importante en la aplicación de las disposiciones de la nueva legislación forestal. Se trata de la adopción del principio de ordenación integrada de los bosques que da prioridad alas preocupaciones de las poblaciones forestales, a las que no se considera ya como enemigas del bosque sino como elementos responsables que contribuyen al desarrollo forestal beneficiándose directa o indirectamente de los espacios forestales. De este modo se han ordenado 85 000 ha de formaciones forestales desde 1996, comenzando por la organización formal de las poblaciones en asociaciones forestales de interés colectivo. Para evitar eventuales desviaciones, es urgente acelerar y finalizar la iniciación de los técnicos forestales en el enfoque participativo, lo que garantizará el éxito de esta prometedora experiencia, probablemente la mejor adaptada a los bosques habitados.

Varios proyectos que apuntan en la misma dirección, incluyendo en parte formaciones forestales, han preconizado el mismo enfoque en estrecha armonía con la administración forestal; tal es el caso en especial del proyecto de gestión de los recursos naturales que ha adoptado el enfoque participativo para el desarrollo agrícola en su más amplio sentido. En efecto, este proyecto ha consagrado un capítulo a la gestión «concertada» de los bosques que se encuentran insertos en un terreno, recalcando el carácter complementario de las actividades agrosilvo-pastorales. Lo mismo cabe decir de los proyectos de conservación de aguas y suelo que, desde la aparición de un código en 1995, no pueden formularse sin dar cabida a los agricultores interesados.

Corcho cosechado y apilado en Tabarka, Túnez

CONCERTACIÓN REGIONAL E INTERNACIONAL

En diversas reuniones del Comité de la FAO sobre Cuestiones Forestales del Mediterráneo, Silva Mediterranea, los técnicos forestales magrebíes han presentado la tesis de consideración de las preocupaciones de los usuarios del bosque como componente primordial de la silvicultura al sur del Mediterráneo. Los encuentros forestales magrebíes organizados con la colaboración de la FAO en Túnez del 12 al 14 de noviembre de 199 3 confirmaron este enfoque que reaparece en el documento final del Plan de Acción Forestal Mediterráneo preparado por la FAO y que sirve de referencia para la preparación de los planes de acción nacionales. Esta actitud participativa empieza a aplicarse en otras regiones forestales habitadas, como los bosques tropicales, conforme a las orientaciones del Plan de Acción Forestal Tropical trazado por la FAO. La participación de las poblaciones interesadas es un elemento ineludible, adoptado por lo demás por los convenios internacionales de lucha contra la desertificación y de biodiversidad, que consideran la intervención de tales poblaciones como condición necesaria para asegurar un desarrollo sostenible. Por otra parte es deseable un esfuerzo de concertación y de intercambio de experiencias en el plano subregional, tanto para la adopción de este nuevo enfoque como para la adaptación de la formación y de la investigación forestal.

CONCLUSIÓN

Las estrategias sectoriales concebidas según el método «de arriba abajo» han permitido sin duda una modernización y un gran desarrollo de la agricultura tunecina, así como la conservación de los bosques naturales y la extensión del espacio arbolado; pero estas estrategias no han alcanzado a menudo todos los objetivos que se les asignaban. De ahí que haya nacido la idea de completar esas estrategias con la comprensión de los mecanismos que regulan la utilización de cada recurso natural por las poblaciones rurales y la consideración de las necesidades de éstas en todo programa de desarrollo. No es pues de extrañar que en los proyectos sectoriales haya una integración de las acciones (infraestructura de base, agronomía, silvicultura y pastoreo, etc.) con predominio de una u otra acción según el carácter del proyecto y las condiciones socioeconómicas de la zona del proyecto en cuestión. La apertura del sector forestal, la intervención de los usuarios y el fomento de las iniciativas privadas pueden facilitar el desarrollo del sector forestal y la sostenibilidad de las realizaciones. Los programas de investigación y formación de personal técnico deberían también adaptarse para permitir una buena realización de este enfoque de participación integrada.

Bibliografía

Banco Mundial. 1993. Deuxième projet de développement forestier (Túnez). Washington, D.C.

Banco Mundial. 1997. Projet de gestion des ressources naturelles (Túnez). Washington, D.C.

Boudy, P. 1952. Guide du forestier en Afrique du Nord. París, La Maison Rustique.

CNUMAD. 1992. Action 21. Promotion d'une agriculture et d'un développement durables.

FAO. 1989. La politique forestière en Tunisie. Por C.M. Larbi. Roma. 27 pp.

FAO. 1995. TFAP update. Roma. 369 pp.

Gobierno de Túnez. 1966. Code forestier tunisien. En Journal Officiel de la République Tunisienne.

Gobierno de Túnez. 1988. Code forestier tunisien. En Journal Officiel de la République Tunisienne.

Gobierno de Túnez. 1987-1997. Rapport d'activité annuelle. Túnez, Direction générale des forêts.

Gobierno de Túnez. 1993. Synthèse des rencontres forestières maghrébines. Túnez, Direction générale des forêts.

Gueye, B. y Schoonmaker Freudenberger, K. 1991. Introduction à la méthode accélérée de recherche participative, 2a ed. Dakar. 70 pp.

Khessaissia, B. 1997. Plan d'action de mise en place des AFIC (Groupement GOPA-IGIP). Túnez.

Universidad de Túnez. Faculté des sciences juridiques, politiques et sociales. 1989. Actes du colloque. La protection juridique de l'environnement. Túnez. 368 pp.


Página precedente Inicìo de página Página siguiente