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Provisión de las necesidades locales

Por SHRI G. B. BAKSHI Servicio Forestal de la India, Jefe Conservador de Bosques, Provincias Centrales y Berar

EN los albores de la civilización la mayor parte de la tierra habitable estaba cubierta por densos bosques. Una escasa población vagaba en estos gigantescos bosques primitivos, de los cuales dependía para todas las necesidades de su existencia. El bosque era su hogar y los árboles sus dioses. A medida que la población aumentaba y que la sociedad moderna comenzaba a desarrollarse, el hombre inició una existencia agrícola y pastoril, despejando la tierra en dilatadas zonas para la habitación, el cultivo y el pastoreo. El primer gran asalto a las tierras de bosques vírgenes comenzó entonces. Ha sido un largo y sostenido ataque, que todavía continúa con acelerada furia en muchas partes del mundo. La destrucción de los bosques, sin embargo, no ha sido uniforme sino que ha variado en relación' directa con el grado de civilización alcanzado y las circunstancias especiales predominantes en cada región. Inglaterra y Alemania encontraron que sus bosques eran muy útiles como una impenetrable barrera contra los poderosos ejércitos de la Roma Imperial, mientras que Grecia y Roma habían convertido sus bosques en campos de cultivo y las todavía más antiguas civilizaciones del Cercano Oriente habían ya considerablemente destruido los vestigios de sus bosques En China y la India todos los bosques dentro de la zona seleccionada para colonización y cultivo fueron despojados de bosques vírgenes.

Hoy día la población del mundo depende de la agricultura, en abrumadora proporción, para su sostenimiento, y una de las funciones más importantes de la administración dasocrática es satisfacer los requerimientos de esta población agrícola La silvicultura es considerada como la asistenta de la agricultura. El campesino contempla los bosques como el abastecedor de sus más importantes necesidades - leña, pequeñas trozas para construir sus casas y madera para útiles de trabajo, así como también para labores de pastoreo y forraje de sus ganados Pero la necesidad que tiene el hombre de los bosques no termina con estas primarias necesidades de la vida. La civilización moderna depende considerablemente de los productos forestales y de otros recursos obtenidos de las áreas boscosas. Una extensión mínima y definida de terrenos forestales es, en consecuencia, una necesidad física y económica para el bienestar de toda nación civilizada.

Para apreciar enteramente esta cuestión de las siempre crecientes necesidades locales de combustible, madera para construcción y otros productos forestales, toda unidad administrativa debe, siempre que sea posible, ser dividida en tres zonas según la relativa accesibilidad de los bosques de esa unidad a la población local y la posibilidad de aprovechar de los bosques los abastecimientos necesarios.

COMUNIDADES FORESTALES

Viviendo en el corazón de los bosques hay pequeñas unidades pastoriles todavía apegadas a su tradicional medio ambiente y dependientes casi enteramente de los recursos forestales para sus más simples necesidades de vida. Se trata de una raza en rápida decadencia, y a menos que sus requerimientos sean considerados con simpatía dándoseles gradualmente facilidades de ayuda, para desarrollar sus precarias fuentes de existencia, puede asegurarse que sus días están contados Los bosques les procuran ciertas frutas, flores y raíces comestibles, suministran algunas hierbas de valor medicinal y fuego y calor para su hogar. Todas estas provisiones son esenciales y de los arreglos satisfactorios que se hagan para ellos depende el bienestar y aun la existencia de una considerable población. En los sitios circundados de bosques las provisiones de productos forestales esenciales apenas constituyen un grave problema. La gente satisface sus propias modestas necesidades y en tanto que ella no se conduzca de un modo perjudicial a los bosques, de los cuales pedende para cubrir sus necesidades de vida, no hay por qué impedírselo. Infortunadamente, sin embargo, la perspectiva económica de esta gente es incompatible con el progreso social y perjudicial a los conceptos principales que rigen una sana administración dasocrática. Como se ha indicado ya, los suministros del bosque para su simple existencia no están regulados; pero como quiera que sus necesidades son comparativamente pocas en ex tensión y carácter esta falta de regulación no ofrece ninguna traba seria a la conservación de los bosques. Pero asociada con esta irregulada demanda de productos forestales está la práctica actual de cultivar los terrenos boscosos en ciclo, con los mas primitivos métodos Y útiles de trabajo. Vastas extensiones de terrenos forestales so cortados en forma sistemática e íntegramente quemados cada año para ser cultivados por ellos a su manera. Un incendio completo les da toda la ceniza requerida como fertilizante para desarrollo de sus cosechas. Ellos plantan la semilla por el lado de la cepa y materialmente economizan en el uso de semillas para cultivo. Cultivan un área escogida por unos pocos años y cuando su fertilidad se ha extinguido completamente, siembran en la extensión contigua. Después de unos años de descanso, la primera extensión se recupera otra vez con el crecimiento vegetativo y tan pronto como los arbolillos crecientes alcanzan una dimensión apropiada, es nuevamente cortada y quemada y la extensión es entonces cultivada otra vez. Difícilmente puede hacerse bastante hincapié en que este cultivo alternado nómada, practicado en el Asia Sudoriental, es la negación de una sana silvicultura.

Al considerar esta materia debemos darnos cuenta de que estas tribus no están versadas en los métodos modernos de agricultura y que sus recursos financieros son demasiado limitados para satisfacer los costos necesarios de un cultivo sobre líneas progresistas. En consecuencia, debe hacerse un esfuerzo en el Asia Sudoriental ara disuadir al aborigen de esta muy perjudicial práctica de cultivo nómada, por medio de una política benévola que consista en darles cantidades sustanciales de semillas, fertilizantes y otros equipos.

COMUNIDADES ADYACENTES A LOS BOSQUES

La zona que está situada cerca de las principales regiones de bosques es principalmente agrícola y las necesidades de la población, de productos forestales, no presentan generalmente serios problemas Los consumidores aldeanos requieren madera pequeña, leña, pasto, forraje, abrojo y demás materiales para cercas, frutos y hojas comestibles, cadarzo y fibras para sus limitadas necesidades. Para ponerlos en capacidad de sostenerse y de mejorar sus cultivos, los precios de todas estas provisiones deben estar muy dentro de los límites de su poder adquisitivo. No obstante que la situación es generalmente satisfactoria surge sin embargo la cuestión de si estos abastecimientos no deben ser correlativos con los abastecimientos que normalmente son accesibles en cualquiera otra región. Con la presión continua que ejerce una población siempre creciente y con el aumento de cabezas de ganado, algunas de las regiones forestales que están cerca de las áreas cultivadas son denudadas muy rápidamente y dan muestras de agotamiento. No obstante que este problema es relativamente de importancia local, plantea la importante cuestión de si tales abastecimientos pueden continuar en un grado definitivamente perjudicial a los intereses de una sana silvicultura. En dichas áreas, presumiblemente, los actuales abastecimientos de toda clase de productos forestales deben estar de acuerdo con los recursos actuales de los bosques colindantes. Los derechos y privilegios de los usufructuarios y el pastoreo de ganado en regiones forestales debe ser permitido solamente en tanto que estos bosques lo consientan. En las regiones tropicales o subtropicales la lluvia es generalmente limitada, principalmente a una estación determinada y cualquier niel uso o uso indebido en gran escala de los bosques conducirá a la destrucción y debe, en consecuencia, ser desalentada. El pastoreo diario de los rebaños de ganado, en constante aumento, dentro de una limitada extensión de bosques presenta un serio problema en todas las regiones boscosas a fácil distancia de las regiones bien cultivadas. Como quiera que un relativamente numeroso rebaño de ganado pace en la misma área casi diariamente en busca de forraje, que algunas veces no existe o está desapareciendo rápidamente, es probable que ocurran serios daños en el crecimiento del bosque y pueda hacerlo progresivamente improductivo. Es necesario, en consecuencia, restringir el pastoreo diario al grado en que la tierra pueda soportarlo y proveer el forraje por otros métodos.

La provisión de un abastecimiento irregulado de leña en gran cantidad proveniente de cualquier bosque, no obstante lo bien cubierto que pueda estar, es también probable que tenga por consecuencia una gradual disminución de estos bosques. Los factores que rigen el crecimiento o recrecimiento en una región dada deben ser cuidadosamente considerados y los abastecimientos y el replantamiento deben ser correlativos para evitar el agotamiento de los bosques en desarrollo.

La necesidad de leña en la India ha obligado a los aldeanos a cortar indiscriminadamente lo que de otro modo habría sido una valiosa plantación de teca.

Hay sin embargo un gran número de consumidores aldeanos que viven en regiones extensamente cultivadas y densamente pobladas cuya demanda de leña, hierba y otros productos forestales es muy insuficientemente satisfecha en la actualidad. El movimiento de población de regiones no desarrolladas, con terrenos marginales, hacia regiones con suelo fértil Y con vida más amena es natural y Quede comprenderse fácilmente. Debe admitirse, sin embargo, que el sistema en vigor del uso de la tierra para mantener la población en partes más remotas del país, ha fracasado. Carreteras, escuelas y otras facilidades pueden ayudar a atraer nuevamente a los hombres y sus familias hacia estos sitios y deben hacerse concentrados esfuerzas para desarrollar dichas regiones en esta forma.

COMUNIDADES EN REGIONES DESPOJADAS DE BOSQUES

La provisión de productos forestales para la vasta y creciente población de una relativamente estrecha faja desprovista de producción forestal es materia de enorme importancia En esas regiones el nivel general de vida es reducido y la mayor de todas las calamidades - la quema de abono animal como combustible - comienza. Esta práctica priva a los campos de los aldeanos de una fuente esencial de fertilidad. Las cosechas tienen cada vez menos y menos valor nutritivo y, finalmente, se ha creado un círculo vicioso de pobreza general. El problema principal es cómo satisfacer mejor la necesidad de madera pequeña, leña, forraje y otros productos forestales en las regiones desprovistas de bosques o de bosques no administrados científicamente. Aunque las maderas de buena calidad no se producen en todas las provincias su valor intrínseco permite los altos costos de acarreo incluyendo el transporte a larga distancia por ferrocarril o por mar Consecuentemente, una región que carece de esas maderas puede satisfacer sus necesidades de otras regiones Pero la leña, el forraje, la hierba y materiales para cercas - artículos todos de producción forestal que son intrínsecamente valiosos en la economía agrícola de una región bien definida - no puede soportar costos de acarreo sumamente altos. Por lo tanto es sumamente importante que el abastecimiento de esos importantes productos forestales. localmente indispensables. debe aumentarse dentro de los limites locales y hacerlos fácilmente accesibles al público consumidor.

Surge entonces la cuestión de cómo un adecuado plan de reforestación puede llevarse a cabo en regiones densamente pobladas. Todo plan cuyo objeto sea la autosuficiencia respecto de leña y otros productos forestales, para el consumidor aldeano ordinario debe contemplar especialmente la rehabilitación de tierras agotadas y la plantación artificial de reservas de leña y forraje en escala ambiciosa. Debido a la tremenda necesidad de destinar los terrenos de esta zona a fines agrícolas, los terrenos para otros fines llegan a escasear. Tampoco es factible dar la voz de alto a los programas de produzca más alimentos. La principal atención, por lo tanto. debe dedicarse a cualquier terreno inútil o bosque degenerado de que disponga la aldea. No es necesario que estos bosques locales de leña y forraje disminuyan sino levemente la producción potencial de alimentos. puesto que no requieren terrenos aptos para cultivos. Pero como la población aumenta. necesariamente se impone mejorar el uso de la tierra, terrenos inútiles y degenerados de las aldeas y las áreas boscosas improductivas deben ahora aprovecharse y hacerse productivas otra vez. Aparte de estas tierras' las situadas a lo largo de las carreteras públicas. canales y ferrocarriles ofrecen las más promisoras ubicaciones para los planes de - plantación. Puede que estos lotes no sean adecuados para fines pastoriles, pero si se plantan especies forrajeras bien seleccionadas, pueden contribuir a aliviar mucho la escasez de forrajes en esas regiones.

Para muchos tal empresa parecería ser una empresa a largo plazo, y esto sería desde luego cierto en el caso de plantaciones para producción de madera. Pero ello no parece que sería igualmente cierto si se tratara de especies adecuadas de leña que crecieran bajo un sistema de rotación corta. Con respecto a tales cosechas la idea de utilidades a largo plazo conviene que se la destaque.

En años recientes la cuestión de las granjas forestales ha recibido considerable atención. No obstante que mucho se ha logrado por medio de la granja forestal y mucho más puede lograrse por la introducción de un uso más racional de la tierra, este desarrollo depende enteramente de la existencia de granjas de un tamaño adecuado Debido a la fragmentación de la propiedad en muchos países de esta región, la granja forestal solamente, tal como se la entiende en países avanzados, difícilmente puede resolver el problema. Pero la formación de cooperativas que podrían proveer el control técnico de un número de granjas fragmentadas de costos generales fijos bajos puede hacer camino hacia una solución de este desconcertante problema. Con el consejo técnico del Departamento de Silvicultura, las autoridades locales ahora establecidas en muchas partes del país pueden tomar a su cargo la administración de esas cooperativas de aldeas.

Como medida a corto plazo para la solución de los problemas de la leña en las regiones donde escasea, será necesario impedir todo desperdicio evitable por medio de la conservación de las fuentes de energía y fuerza motriz.

El aserrín y las briquetas de carbón con una matriz apropiada pueden posiblemente ayudar a resolver este problema La destructiva destilación de la madera en una escala extensiva reduce el transporte voluminoso y puede que no cause un gasto que podría ser prohibitivo para el consumidor ordinario. Por medio de una investigación apropiada en la utilización de estos métodos es posible que se encuentre una solución a este intrincado asunto.

CONCLUSIONES

Las tres zonas aprovechables de productos forestales descritos aquí pueden ser peculiares a la Unión Indiana y posiblemente en muchas otras regiones las fajas o lotes característicos sean menos definidos. En consecuencia. es necesario considerar el asunto de los recursos forestales totales en todas las unidades territoriales con miras a examinar el problema de un fácil abastecimiento de leña, forraje y otros productos forestales a la población rural. En el Cercano Oriente los países carecen de las áreas boscosas necesarias. En el Asia Sudoriental, sin embargo, la situación es generalmente mejor que en el Cercano Oriente. Los déficit han asumido también serias proporciones en China y otros países.

Se ha dado por sentado, aunque arbitrariamente que al menos del 20 al 25 por ciento de la superficie total terrestre de un país debe estar cubierta de bosques y que esta proporción. si se la mantiene apropiadamente, debe ser suficiente para satisfacer las demandas de la población Pero las meras cifras del número de acres basadas en un porcentaje total de la extensión no indican, con seguridad, si los bosques son suficientes para cubrir todas las necesidades domésticas. En primer lugar debe determinarse si las áreas boscosas son todas productivas sobre una base de rendimiento sostenido. Igualmente importante es la cuestión de la distribución de las mencionadas áreas boscosas. Si los bosques están aglomerados en una parte del país. el problema de abastecimientos fáciles de los productos forestales necesarios para el cultivador, permanecerá siempre más o menos insoluble Una distribución pareja de los bosques en los centros de demanda es muy importante. Esto es lo esencial de todo el problema. Con efectiva distribución de los bosques seria posible hacerla con menos extensión que en los límites arriba indicados. Una tercera consideración importante a este respecto es la densidad de la población. Donde la población está más concentrada, la demanda por abastecimientos de productos forestales será mayor

Fuera de las demandas domésticas de la población, las necesidades de productos forestales para el desarrollo industrial son de sobresaliente importancia Actualmente la distribución de especies industrialmente útiles es limitada, pero como quiera que la investigación demuestra la utilidad comercial de otras especies de árboles, arbustos y hierbas, su producción en gran escala tendrá que ser acometida. Los bosques en las pendientes deben ser clasificados como bosques de protección y presumiblemente no contribuirán de manera sustancial a la producción comercial.

Para aliviar la carga de los bosques, debido a los aumentos de la población y del numero de ganados y para satisfacer la creciente demanda industrial por productos forestales, todas las áreas boscosas que ahora están bajo el control privado deben ser controladas por el Estado y aumentada su productividad. La Conferencia debe, por lo tanto, considerar el asunto y recomendar a los Gobiernos la abolición de la propiedad privada de los terrenos forestales, cuando sea factible, y también instar la adopción de una bien definida política para el efectivo control sobre dichos bosques, de acuerdo con el principio de rendimiento sostenido.

Todos los países deben examinar también la extensión y distribución de sus bosques teniendo en cuenta la población agrícola Al formular planes para la reforestación de las áreas despojadas de bosques y al crear nuevos bosques, una primera consideración debe ser la fácil accesibilidad de los consumidores rurales. Como quiera que una intensiva investigación en silvicultura es necesaria para cultivar plantaciones de especies de rápido crecimiento, de manera eficiente, en terrenos pobres y degenerados, los resultados de semejante investigación, ahora iniciada en diferentes países, deben ser reunidos y distribuidos a los países miembros para propósitos de planificación. En este respecto la creación de una organización para aconsejar a los Gobiernos miembros sobre problemas especiales relativos a este asunto, debe recibir la más cuidadosa atención.


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