Antecedentes
Shoor Vir Singh, un agricultor de Chanda Nagli, una aldea cercana a Mohanpur en Uttar Pradesh, en el norte de la India, conserva cuidadosamente las semillas de 95 malezas diferentes que crecen en su granja. Se podría creer que son semillas de plantas medicinales y que el pilar de su granja es el cultivo de hierbas medicinales que se usan en las preparaciones ayurvédicas. Por cierto, los médicos locales usan algunas de estas malezas, pero esto no es la razón principal para guardarlas.
En su granja de 3,6 hectáreas, Shoor Vir cultiva arroz, trigo, legumbres y oleaginosas, hortalizas y caña de azúcar, como muchos de sus vecinos, pero lo hace de una manera muy diferente. La presencia de malezas lo ha ayudado a curar su suelo y hacerlo cada vez más fértil. Sus malezas han evitado que los cultivos contraigan enfermedades y plagas.
Desde 1983, Shoor Vir Singh había estado observando los efectos negativos de la agricultura moderna y de los químicos en sus campos y en su propia vida. De modo que destinó una parcela de media hectárea para cultivar sin químicos sintéticos. Los resultados no siempre fueron buenos, pero fueron lo suficientemente alentadores como para que Shoor Vir siguiera investigando y se diese cuenta de que tendría que aprender y mejorar sus métodos. En 1985 se enteró del método agrícola natural del agricultor japonés Masanobu Fukuoka, a través de su hermano, un profesor del Instituto Indio de Tecnología de Delhi.
Aprendió que la Agricultura Natural se basa en los cuatro principios siguientes:
No se labra ni se remueve la tierra. La tierra es trabajada por las lombrices y otros organismos del suelo, las raíces de plantas y los microbios.
No se usan fertilizantes o compost preparado. El suelo se mantiene fértil con el reciclado de los residuos de los cultivos in situ en forma de colchón; cada tanto se puede esparcir un poco de abono sobre el acolchado.
No se desmaleza. Las malezas se controlan por medio de una selección de plantas leguminosas, con cubierta vegetal y con la inundación de los campos.
No se fumiga con plaguicidas ni con otras sustancias químicas sintéticas. Se mantiene un equilibrio ecológico casi perfecto en los lugares donde hay plagas y enfermedades, pero nunca se llega al punto de necesitar plaguicidas u otros productos dañinos. Ocasionalmente, se pueden usar productos naturales inofensivos, para ayudar a que las plantas se defiendan de los ataques.
Shoor Vir decidió probar este método en su parcela experimental, donde había estado cultivando orgánicamente durante los últimos 2 años y medio.
Shoor Vir Singh, conserva cuidadosamente las semillas de 95 malezas diferentes que crecen en su granja.
Los primeros ensayos con la agricultura natural
Después de la cosecha de verano de 1985, Shoor Vir aró superficialmente su parcela orgánica y sembró al voleo semillas de arvejas y mostaza. Las cubrió con paja y con los residuos que le habían quedado de la cosecha anterior. Cuando cosechó los cultivos en abril de 1986, Shoor Vir se encontró con la agradable sorpresa de que había obtenido un muy buen rendimiento de arvejas, mientras que con la mostaza no le había ido nada bien. Esto le hizo pensar que en la agricultura natural es necesario estudiar cuidadosamente las combinaciones de cultivos para que no interfieran entre sí.
Rendimientos de arvejas y de mostaza en la agricultura natural y convencional, Mohanpur, 1986
Cultivo |
Agricultura natural |
Agricultura convencional |
Arvejas |
1 125 kg/hectárea |
625 - 750 kg/hectárea |
Mostaza |
440 92 lb/hectárea |
(no hay cifras disponibles) |
Estos resultados alentaron a Shoor Vir y en la temporada de verano e invierno de 1986 - 1987 probó distintas combinaciones de cultivos con este sistema sin labranza. Los resultados fueron diversos, algunos cultivos tuvieron un rendimiento muy flojo pero otros, como por ejemplo las lentejas y la mostaza se desempeñaron mucho mejor que en la agricultura convencional.
A partir de estos primeros ensayos, Shoor Vir reunió una serie de observaciones interesantes:
contrario a las predicciones de sus vecinos, notó una mejora excepcional en las condiciones del suelo. En realidad, la tierra estaba adquiriendo su capacidad productiva;
los cultivos obtuvieron buenos rendimientos a pesar de la presencia de malezas y pastos;
como no se trabajó la tierra, el sistema de raíces de algunas plantas pudo sobrevivir a la estación seca. Esto produjo cultivos más saludables en la temporada siguiente, cuando llegaron las lluvias, sin necesidad de sembrar o plantar.
Como no se trabajó la tierra, el sistema de raíces de algunas plantas pudo sobrevivir a la estación seca.
Otros experimentos
Después de este período inicial de ensayos aleatorios, Shoor Vir, con ayuda de su hermano y amigos, amplió su parcela experimental a 1,2 hectárea para continuar su sistema agrícola natural. Esta vez, elaboró un plan de experimentación muy bien concebido y detallado. Como cultivos principales, eligieron arroz, frijol urd, mijo perla, mijo pequeño, cáñamo de Bengala mientras que el frijol de palo, el sorgo y la habichuela dorada sirvieron de cultivos secundarios.
Como se utilizaron varias combinaciones de cultivos, es difícil evaluar los resultados de estos experimentos. Por ejemplo, el rendimiento del arroz fue de 1 500 kg por hectárea mientras que otros agricultores obtuvieron 3 750 kg. La diferencia es que en los campos de Shoor Vir se cultivaron muchos otros cultivos además del arroz. La cosecha de estos otros cultivos también fue menor que la «vegetación pura» de los campos vecinos, pero en general los resultados fueron positivos y sólidos financieramente.
Sin embargo, después de cuatro años sin labranza observaron que algunos pastos nocivos (seru) asfixiaban los campos. Los rizomas subterráneos resultaron ser un obstáculo particularmente infranqueable que impedía el crecimiento de los cultivos y Shoor Vir debió arar nuevamente.
Poorak Kheti
Basándose en sus años de experiencia, Shoor Vir desarrolló su propio sistema agrícola, que denominó Poorak Kheti o «agricultura complementaria». En la naturaleza, afirma Shoor Vir, todas las plantas y organismos vivientes se complementan mutuamente y producen un equilibrio dentro del medio ambiente. Es nuestro conocimiento limitado de las cualidades de los organismos vivientes lo que nos hace verlos como dañinos.
En la práctica de Poorak Kheti, Shoor Vir se apoya en una labranza mínima y en el reciclado de los residuos de los cultivos. Se aprovecha de las termitas para remover la materia orgánica. La fertilidad del suelo es aumentada con ayuda de las malezas seleccionadas para tal fin. La identificación de esas malezas se basa en años de observación detallada (cuáles son las malezas que se deben proteger y cuáles deben controlarse). Por ejemplo, encontró que las malezas y los pastos como baru (Sorghum halepense), doob (Cynodon dactylon), tipatiya y motha (Cyperus rotundus) crecen muy bien con la caña de azúcar.
En el curso de su investigación, llegó a ciertos principios rectores que le permitían identificar las buenas combinaciones de cultivos: soporte mutuo, distancia y sombra, necesidad de agua de riego.
Utiliza una mezcla de sorgo, mijo perla, mijo pequeño, frijol urd, habichuela dorada y algodón para mantener el equilibrio de sus campos. Estas plantas mantienen el equilibrio dentro del suelo, y a través del reciclado de todos los residuos en forma de colchón, también sobre él. Cultiva ciertas plantas de raíces profundas porque exudan determinados jugos que benefician a otros cultivos y le aportan al suelo ciertos oligoelementos.
Utiliza pequeñas cantidades de agua de riego y no cultiva en verano, sino que mantiene a los campos bajo una cubierta de malezas constante. Las plantas que crecen entre las malezas son en general muy resistentes pero cuando es necesario controlar las plagas, Shoor Vir Singh le pide ayuda a los pájaros (ver más adelante). Algunas plagas se controlan pulverizando una solución diluida de azúcar de caña que atrae a las hormigas a un festín de huevos y larvas.
La fertilidad del suelo es aumentada con ayuda de las malezas seleccionadas para tal fin.
Semillas de soporte y protección
Shoor Vir ha identificado dos importantes elementos en su enfoque agrícola dignos de mención. Los denomina «semillas de soporte» y «semillas de protección» y el hallazgo fue el resultado de un cuidadoso estudio de las diferentes combinaciones de cultivos, que lo llevaron a elaborar estos conceptos.
Semillas de soporte
Algunos de los criterios que caracterizan a una semilla de soporte son:
forma y altura de las plantas;
penetración de las raíces;
necesidades de nutrientes.
Tomemos un ejemplo: si el cultivo principal es el mijo pequeño, se siembran al mismo tiempo pequeñas cantidades de sorgo, mijo perla y frijol de palo. El mijo pequeño tiene solamente raíces superficiales, el sorgo y el mijo perla se introducen un poco más, mientras que las raíces del frijol de palo son muy profundas.
Aparte de la forma y altura de la planta o la profundidad de la penetración de las raíces, también se toman otros criterios. Por ejemplo, si el cultivo principal es el frijol de palo, se debe sembrar al lado mijo pequeño. El mijo pequeño está listo para cosechar cuando el frijol de palo está en plena floración. Shoor Vir afirma que mientras cosecha el mijo pequeño, el agricultor en realidad ayuda a la polinización del frijol de palo y obtiene un mejor fruto.
Semillas de protección
Shoor Vir Singh usa a los pájaros en su programa de control de plagas. Para atraer a los pájaros, siembra algunas semillas de sorgo y de mijo perla en medio de otros cultivos y las llama semillas de protección. Los pájaros se sienten muy atraídos hacia estas plantas y encuentran un lugar ideal de aterrizaje en sus tallos. Pero mientras se alimentan de esos granos, también se encuentran con los insectos de las legumbres, las oleaginosas o las hortalizas. En el caso del gusano taladrador de las vainas y las frutas, Shoor Vir arroja un surtido de semillas en el medio del cultivo afectado. Esto atrae a los pájaros que bajan para saborear los granos, pero mientras lo hacen se fijan en los insectos y acaban también con ellos (como si fuera un verdadero plato no vegetariano). Incluso los pavos reales llegan a sus campos para disfrutar de un bocado.
Las semillas mejoradas o híbridas no parecen ser adecuadas para este tipo de agricultura: se obtienen resultados mucho mejores con las variedades locales, pero aún hay problemas para encontrar esas semillas autóctonas.
Algunas observaciones y aprendizajes importantes
Las semillas mejoradas o híbridas no parecen ser adecuadas para este tipo de agricultura: se obtienen resultados mucho mejores con las variedades locales, pero aún hay problemas para encontrar esas semillas autóctonas.
Las semillas que crecen naturalmente con este método son menos afectadas por las plagas del almacenamiento. Por ejemplo, las semillas de la habichuela dorada, normalmente muy susceptibles a los gorgojos, se han mantenido intactas durante diez años en un contenedor ordinario sin ningún tratamiento.
Shoor Vir sostiene que los cultivos pueden desarrollarse muy bien en medio de las malezas, y sólo es necesario protegerlos de algunas especies. Las controla realizando siembras tempranas, seleccionando la adecuada combinación de cultivos y utilizando ciertas legumbres que dominan las malezas. Todas las malezas se «cosechan» y se usan como abono in situ en forma de colchón.
Berseim, mostaza y cebada es la combinación de forraje ideal para los animales.
La combinación de lentejas, mostaza y lino funciona muy bien y es muy productiva. Por el contrario, las lentejas y el trigo no se llevan bien: como las lentejas maduran entre 10 y 14 días antes que el trigo, el cultivo de trigo se daña durante la cosecha de lentejas.
La combinación de sorgo, frijol de palo y frijol urd ayuda a equilibrar el pH del suelo.
Los cultivos que se combinan con Cyperus rotundus posiblemente son influenciados en sabor y calidad por el exudado de sus raíces.
Mientras los agricultores químicos necesitan regar cada diez días, en la agricultura orgánica el riego se puede reducir a una vez cada 20 días, pero con el sistema de Shoor Vir, es necesario sólo cada 35 y 40 días. Para el trigo, necesita dos o tres riegos como máximo, mientras que otros agricultores de su zona necesitan regar entre cinco y seis veces.
Shoor Vir también observa que en sus campos prácticamente no hay saturación hídrica durante las lluvias más intensas y prolongadas.
En condiciones adversas, ya sea de sequía o inundación, los rendimientos de los campos son siempre mejores que en las granjas químicas convencionales.
El ecosistema se desarrolla muy rápidamente y crea un equilibrio en la granja. Se encuentran abejas, arañas, lombrices, pájaros e incluso serpientes en grandes cantidades. Shoor Vir señala que esta fauna desempeña un papel fundamental en el manejo de la fertilidad del suelo y en el control de las plagas.
Las termitas son el terror de los granjeros, pero Shoor Vir afirma que si uno las alimenta con acolchado de hierbas y un poco de estiércol de vaca, dejan tranquilas a las plantas y además realizan la tarea de fortalecer el suelo. No hay escasez de zinc en los campos donde las termitas están activas.
Aun los animales grandes como los ciervos, que dañan ocasionalmente los cultivos cuando pastan de noche, no son molestados. Shoor Vir dice que estos animales dejan sus excrementos y esto aumenta la fertilidad del suelo y la productividad anual.
Las termitas son el terror de los granjeros, pero Shoor Vir afirma que si uno las alimenta con acolchado de hierbas y un poco de estiércol de vaca, dejan tranquilas a las plantas y además realizan la tarea de fortalecer el suelo.
Limitaciones y posibilidades en el sistema agrícola de Shoor Vir
Se necesita casi el doble de semillas en la agricultura con labranza mínima. Se requiere más atención después de la siembra para mantener alejados a los pájaros. Sin embargo, esta desventaja se puede resolver colocando las semillas en pequeñas bolas de arcilla.
Cada vez es más difícil encontrar semillas locales y para ello se requiere tiempo y esfuerzo.
Debido a la cubierta vegetal, a la irregularidad de los campos por la mínima labranza, los animales cavadores, etc., el riego resulta más difícil. Esto se soluciona cavando pequeñas zanjas.
Aun en el verano, que es la temporada «baja», los campos están verdes y exuberantes de malezas y pastos. Esto supone una mayor atención para evitar que el ganado pastoree o para alejar a los recolectores de pasto.
Como todos los residuos de los cultivos regresan a los campos como cubierta vegetal, es más difícil mantener animales en la granja. Esto se podría solucionar sembrando más plantas forrajeras perennes o creando una parcela separada para forraje.
Cuando Shoor Vir comenzó con la agricultura orgánica, sus rendimientos bajaron, pero hizo grandes progresos desde sus primeros experimentos. Dice que cometió muchos errores como cualquier aprendiz, y que no tuvo acceso a ningún tipo de información sobre este tema. Pero ahora se siente confiado que en el lapso de un año puede tomar cualquier terreno y «convertirlo en orgánico», sin ninguna pérdida en la productividad. Su sistema tiene grandes posibilidades de difusión a otros agricultores que financieramente son pobres, pero ricos en recursos naturales. A través de la observación intensa de sus campos y los ciclos y procesos naturales, Shoor Vir se convirtió en un filósofo. Recibe en su granja a los visitantes y los deleita con reflexiones profundas sobre el ser, la interrelación de todas las cosas vivientes y el propósito de la vida.
Se siente confiado que en el lapso de un año puede tomar cualquier terreno y «convertirlo en orgánico», sin ninguna pérdida en la productividad.