En este capítulo se formulan algunas sugerencias sobre qué alimentos deben consumirse o evitarse ante los siguientes síntomas:
fiebre.
Una persona puede tener dos o más de estas afecciones al mismo tiempo, y por consiguiente deberá escoger con cuidado los alimentos más apropiados. Dado que las personas reaccionan a los alimentos de forma diferente, será necesario que opten por los que les brinden los mayores beneficios. Podrán reanudarse las dietas mixtas normales tan pronto como desaparezcan las afecciones.
Cuando las deposiciones líquidas se presentan dos o más veces al día, se dice que una persona sufre de diarrea. La diarrea constituye un problema para muchos enfermos de VIH/SIDA y es causa de que el organismo pierda agua y minerales. Esta pérdida es aún mayor si el enfermo tiene vómitos. En los casos graves, la diarrea produce deshidratación, mala absorción de los alimentos, fuerte adelgazamiento y malnutrición, y da lugar a debilidad y a ulteriores enfermedades. En los niños pequeños, la diarrea puede agravarse rápidamente y, si no se trata, conducir a la muerte.
La diarrea puede tener muchas causas. Puede ser un síntoma de enfermedad o un efecto secundario de la administración de medicamentos; es producida frecuentemente por el consumo de alimentos contaminados como consecuencia de una escasa higiene alimentaria. El consumo de determinados alimentos suele agravar la diarrea.
Se suele creer equivocadamente que cuando se padece de diarrea es necesario dejar de comer y de beber, y que se han de tomar medicamentos. Sin embargo, reducir la ingesta alimentaria puede agravar más el problema. Discuta el empleo de medicamentos contra la diarrea con un agente de salud o médico. No utilice medicamentos que se han recetado para otras personas.
El organismo elimina las sustancias tóxicas presentes en el intestino mediante la diarrea. Aun cuando la mayoría de las diarreas cesan al cabo de un par de días, la mejor cura es beber mucho líquido, o una solución de rehidratación oral (véanse los cuadros de las págs. 37 y 38), no interrumpir el consumo de alimentos y tratar las causas subyacentes, si son conocidas, hasta que cese la diarrea.
La mayoría de las diarreas pueden tratarse en el hogar, siguiendo las sencillas indicaciones que aparecen más adelante. Conviene recabar el consejo de un agente de salud si el trastorno dura más de tres días, si se produce fiebre, si aparece sangre en las heces, o si se produce gran debilidad. Es mejor prevenir que curar. Pueden evitarse muchos casos de diarrea siguiendo las reglas de higiene que se ofrecen en el Capítulo cinco.
No deje de comer cuando tenga diarrea; beba abundantemente
Recomendaciones generales. Beba diariamente más de ocho vasos de líquido, especialmente agua. También conviene beber otros tipos de líquidos para reponer las sales que se han perdido y suministrar energía. A continuación se dan algunas indicaciones relativas a alimentos que se digieren fácilmente y a bebidas que pueden contribuir a la rehidratación del organismo y a proporcionar sales, energía y vitaminas.
Alimentos y bebidas recomendados. Consuma sopas, zumos de frutas diluidos en agua, o una solución de rehidratación oral.
Coma alimentos blandos, en puré o húmedos, por ejemplo hortalizas blandas y frutas, gachas de cereales, arroz, banano, patatas y guisados con harina refinada de maíz, arroz, cebada o patatas. Entre las hortalizas blandas están también el calabacín, la calabaza y las zanahorias, así como la sopa de verduras. En el Anexo 1 se mencionan varias recetas.
Para reponer los minerales que se han perdido, consuma verduras y frutas blandas, especialmente bananos, mangos, papayas, sandías, calabacines, calabazas, patatas y zanahorias.
Coma alimentos refinados (fibras solubles) como arroz blanco, harinas de maíz, pan blanco, fideos y patatas.
Pele y cocine las hortalizas y frutas para que puedan soportarse mejor.
Consuma alimentos calientes, pero no muy calientes o muy fríos.
Consuma comidas no muy abundantes, pero coma con frecuencia.
Alimentos y bebidas que hay que consumir en cantidades limitadas o que hay que evitar. El consumo de algunos alimentos puede agravar la diarrea. Procure eliminar de la dieta un alimento a la vez y observar si se nota la diferencia.
Las grasas pueden intensificar la diarrea y causar náuseas. Debe entonces reducirse la ingesta de grasas, y se debe emplear menos aceite para la cocción de los alimentos, o suprimir el aceite del todo; se deben quitar de la carne las grasas visibles o la piel, y los alimentos se deben hervir y no freír. Sin embargo, las grasas son una importante fuente de energía, y en una dieta no deben suprimirse a menos que sea realmente necesario.
Las hortalizas y frutas verdes, poco maduras y ácidas, como los tomates, la piña y los cítricos, a veces no son tolerados.
La leche a veces no es tolerada; por lo tanto, hay que comprobar si se digiere mejor la leche calentada o el yogur.
El café, el té y el alcohol pueden aumentar la deshidratación. Deben ser sustituidos por otros líquidos como el agua, las infusiones de hierbas y las sopas.
Los alimentos muy picantes como el chile y la pimienta pueden a veces acentuar la diarrea.
Se deben evitar ciertos alimentos como los frijoles, los brécoles, las coliflores, las coles, las coles de Bruselas, las cebollas y los pimientos verdes, que producen gases.
Es necesario beber con la mayor frecuencia posible a lo largo del día y de la noche y cada vez que se defeque. Un adulto necesita normalmente 1,5 litros u ocho vasos de líquido al día. En los casos graves de diarrea, esta cantidad puede aumentarse hasta 3 litros al día.
Preparación de una solución de rehidratación oral De sobres Seguir las indicaciones y disolver el contenido del sobre en la cantidad de agua limpia que se indica en él. Con azúcar y sal A un litro de agua limpia añada media cucharilla de sal y ocho cucharillas de azúcar. Revuelva o agite bien. El agua no debe tener un sabor más salado que el de las lágrimas. Con cereales en polvo A un litro de agua limpia añada media cucharilla de sal y ocho cucharillas de cereales. El arroz es preferible, pero también puede emplearse harina de trigo molida fina, maíz, sorgo o puré de patatas cocidas. Póngase a hervir durante 5-7 minutos para obtener una sopa líquida o unas gachas acuosas. Enfríe rápidamente la poción. |
La inapetencia es una de las manifestaciones más comunes de los enfermos de VIH/SIDA. Puede tener muchas causas, por ejemplo infecciones, dolores (especialmente en la boca o en el intestino), depresión, ansiedad, cansancio o una ingesta nutricional deficiente. La sensación de hambre puede desaparecer o la persona puede quedar satisfecha fácilmente y por lo tanto no desear comer lo suficiente. Sin embargo, es muy importante no dejar de comer para evitar el adelgazamiento y la malnutrición y conservar la energía para restablecerse rápidamente.
Cuando no se tiene hambre... la mejor forma de recuperar el apetito es comer
Pruebe diferentes alimentos hasta que encuentre los que le gusten y trate de observar una dieta mixta.
Coma comidas menos abundantes pero con más frecuencia. Coma siempre que tenga apetito; no sea demasiado riguroso en cuanto a horarios de las comidas.
Pruebe las recetas sobre comidas sencillas que aparecen en el Anexo 1 y que pueden ayudarle a recuperar el apetito.
Procure beber mucha agua, leche, yogures, sopas, infusiones de hierbas o zumos a lo largo de todo el día. Beba principalmente después y entre las comidas. No beba demasiado antes o durante las comidas. En el Anexo 1 encontrará recetas sobre infusiones de hierbas y bebidas de especias.
Añada sustancias aromatizantes a los alimentos y procure que tengan una apariencia atractiva y sepan bien. Exprima un poco de zumo de limón sobre la comida y añada especias como cardamomo, hinojo, cilantro y canela.
Evite las bebidas efervescentes, la cerveza y alimentos como coles, brécoles y frijoles que producen gases en el estómago y pueden hacerle sentir hinchado.
Trate de enjuagarse la boca antes de comer pues así le podrán saber más frescos los alimentos.
Haga ejercicios ligeros como caminar fuera de la casa, por ejemplo, y respirar mucho aire fresco para estimular el apetito.
Coma en una habitación bien ventilada, lejos de los olores de cocina o de olores poco agradables.
Coma en compañía de familiares o amigos. Si tiene que guardar cama, ellos pueden acompañarle junto a su cabezal.
Evite el alcohol. El alcohol reduce el apetito, debilita el organismo e interfiere con los medicamentos.
Si la razón de la inapetencia es la diarrea, las náuseas o los vómitos, o las inflamaciones bucales, siga las pautas que se dan más adelante en este capítulo.
Las náuseas reducen el apetito y pueden ser causadas por algunos alimentos, el hambre, las infecciones, el estrés y la carencia de agua. Pueden también constituir un efecto secundario de medicamentos, aunque ciertos medicamentos pueden ayudar a aliviar las náuseas. Pida consejo a un agente de salud.
Si se presentan vómitos, el organismo perderá agua y se deshidratará aún más rápidamente. Si una persona está tan enferma que no puede comer, es recomendable que beba frecuentemente pequeñas cantidades de agua, zumos de frutas y sopas de verduras (véase el Anexo 1).
Cómo tratar las náuseas y los vómitos
Recomendaciones generales
Coma en posición sentada. Procure no acostarse durante una o dos horas después de haber comido.
Beba abundantemente después de las comidas.
Procure no preparar usted mismo los alimentos. El olor de los alimentos que se están preparando o cocinando puede agudizar la sensación de náuseas. Pida a otra persona que prepare los alimentos, o consuma alimentos que requieran escasa preparación.
Alimentos recomendados que se han de comer o beber
Si padece de vómitos, no deje de beber pequeñas cantidades de agua, infusiones de especias o consuma sopas (véase el Anexo 1). Coma alimentos blandos y vuelva a comer alimentos sólidos cuando desaparezcan los vómitos.
Podrá conseguir aliviar la sensación de náuseas oliendo cáscaras naranjas frescas o de limones, o bebiendo zumo de limón con agua caliente o una infusión de hierbas o de jengibre (véase el Anexo 1).
Consuma alimentos secos y salados, por ejemplo tostadas, galletas y cereales.
Alimentos que se debe evitar comer
Los alimentos grasos, untuosos y muy dulces pueden intensificar las náuseas. Trate de eliminar de la dieta un alimento a la vez y observe si su ausencia reduce las náuseas. Si las reduce, deje de comer ese alimento. La dieta que conviene a una persona puede no convenir a otras. Determine cuáles son los alimentos que más le convienen a usted.
Hay medicamentos con los que se consigue reducir las náuseas. Consulte al respecto a un médico o agente de salud.
Las inflamaciones de la boca y la lengua son frecuentes en los enfermos de VIH/SIDA. Las inflamaciones de la boca pueden dificultar la acción de comer, y por consiguiente reducir la ingesta de alimentos.
Cómo comportarse cuando se padece de inflamaciones de la boca
Coma alimentos blandos, en forma de purés, suaves o húmedos, por ejemplo aguacates, calabacines, calabazas, papayas, bananos, yogures, cremas de verduras, sopas, pastas y alimentos picados.
Añada líquidos a los alimentos o ablande los alimentos secos remojándolos.
Beba bebidas frías, sopas, y zumos de verduras y de frutas.
Utilice una paja para beber los líquidos.
Si el dolor de encías le impide cepillarse los dientes, haga enjuagues de boca con bicarbonato sódico mezclado con agua para refrescar la boca.
Mastique trocitos de mango verde, kivi o papaya verde para aliviar el dolor y las molestias.
Beba infusiones de especias, agua de col agria fermentada o yogures para aliviar las inflamaciones de la boca cuando le resulte doloroso comer (véase el Anexo 1).
Alimentos y bebidas que se debe evitar comer o beber
Alimentos muy picantes y salados como chiles y curry.
Alimentos ácidos o muy amargos como naranjas, limones, piñas, vinagre y tomates.
Alimentos y bebidas demasiado calientes o demasiado fríos. Mantenga los alimentos y bebidas a temperatura ambiente.
Alimentos que necesitan ser masticados abundantemente como las hortalizas crudas, o que son pegajosos y difíciles de tragar como la manteca de cacahuete.
Si se diagnostica candidosis bucal, reduzca el consumo de alimentos dulces como el azúcar, la miel, las frutas y bebidas dulces porque el azúcar puede acentuar la candidosis.
Los enfermos de VIH/SIDA suelen digerir con dificultad ciertos alimentos o sufrir de estreñimiento e hinchazones. Estos problemas se deben a daños a la flora bacteriana que existe de forma natural en el intestino y que es necesaria para la digestión de los alimentos. Los antibióticos u otros medicamentos pueden destruir la flora bacteriana.
Cómo afrontar estos problemas
Recomendaciones generales
Una masticación adecuada facilitará la digestión de los alimentos.
La papaya picada, añadida a la carne, actúa de agente ablandante, y facilita la digestión.
Los alimentos fermentados como el agua de col agria, las gachas agrias, los yogures y los brotes (véase el Anexo 1) pueden ser de más fáciles de digerir y ayudan a la digestión de otros alimentos.
Utilice los alimentos recomendados como si fueran medicamentos, especialmente durante y después del tratamiento con antibióticos. Coma tres veces al día antes o durante las comidas, y continúe haciéndolo durante dos semanas.
Alimentos que se debe evitar comer
· Se puede intentar dejar de comer un determinado alimento para comprobar si uno se siente mejor. Algunas personas digieren con dificultad los alimentos grasos, por ejemplo, los alimentos fritos, las hojuelas, el queso duro, la manteca de cacahuete y la crema. Sin embargo, se puede volver a una dieta mixta normal una vez que uno se siente mejor.
Cómo vencer el estreñimiento
Coma fibras insolubles, que están contenidas en alimentos como hortalizas crudas y frutas, frutas secas, pan moreno integral, cereales de grano entero, frutos de cáscara y semillas.
Coma comidas frecuentes y refrigerios a lo largo del día y con regularidad.
Beba abundantemente durante el día.
Lleve una vida activa y haga ejercicio a diario para estimular la defecación y mejorar la digestión.
Cómo evitar la sensación de hinchazón
No beba demasiado al ingerir alimentos.
Evite ciertos alimentos como las coles, los frijoles, las cebollas, los brécoles, las coles de Bruselas y la coliflor y las bebidas efervescentes frías, que producen gases en el estómago.
A algunas personas les resulta difícil digerir alimentos de harina integral y alimentos ricos en fibras dietéticas, especialmente cuando la dieta contiene también azúcares y alimentos dulces. Trate de eliminar el azúcar y los alimentos dulces de la dieta por algún tiempo.
A consecuencia de los efectos colaterales de los medicamentos e infecciones, algunas personas pueden advertir que los alimentos tienen un sabor o textura diferentes de los acostumbrados. Pueden desear comer alimentos que antes no les apetecían: esta es una situación común durante la enfermedad.
Cómo afrontar estas alteraciones
Pruebe distintos alimentos y especias hasta encontrar los alimentos que le apetecen. Opte por una dieta variada.
La menta, los ajos, el jengibre y otras hierbas y especias pueden aparentemente perder su sabor durante el período en que se toman medicamentos. Trate en cambio de preparar los alimentos con azúcar, vinagre o limón.
Las dermatosis como el exantema y los dolores cutáneos son frecuentes en los enfermos de VIH/SIDA. Otras afecciones como las manchas cutáneas secas o las heridas que tardan en cerrarse suelen guardar relación con la malnutrición o con determinadas deficiencias de micronutrientes.
La carencia de vitamina A o de vitamina B6 suele ser causa de dermatosis. Aunque muchas dermatosis necesitan una medicación específica, una dieta rica en alimentos que contienen vitamina Ay/o vitamina B6 puede contribuir a evitar las dermatosis y a mejorar el estado de la piel a medida que pasa el tiempo. La vitamina Ase encuentra mayormente en las hortalizas de color amarillo, naranja y verde, y en el hígado. La vitamina B6 se encuentra mayormente en los cereales, en los granos, en los cereales de grano entero, en las semillas y en los frutos de cáscara así como en los higos y hortalizas de hojas verdes.
Los resfriados y la gripe son infecciones víricas comunes que pueden provocar rinorrea, dolor de garganta, tos y a veces fiebre. Ahora bien, estas infecciones casi siempre desaparecen sin necesidad de recurrir a medicamentos.
Cómo combatir los resfriados y la gripe
Beba agua en abundancia u otros líquidos y repose mucho.
Prepare infusiones especiales para resfriados (véase el Anexo 1) y tómelas mientras duren los síntomas.
Un resfriado suele durar más o menos una semana. Si se prolonga, o si se presentan otros síntomas como fiebre alta o tos acompañada de abundante mucosidad, sangre o secreciones malolientes, consulte a un agente de salud porque puede tratarse de una infección subyacente.
Tos
El organismo procede a limpiar los pulmones y la garganta liberándose de la mucosidad y de los gérmenes mediante la tos. Por consiguiente, no tome antitusígenos sino trate de aflojar la mucosidad.
Respire vapores calientes. Llene con agua muy caliente un cuenco o una olla y cúbrase la cabeza con una toalla. Respire profundamente el vapor durante diez minutos dos veces al día. Pueden agregarse al agua hojas de eucalipto, menta o tomillo, pero con el agua caliente sola se obtienen los mismos efectos.
Pruebe la infusión de cebolla o el jarabe contra la tos para aliviar los síntomas (véase el Anexo 1).
Beba mucha agua u otros líquidos.
Dolor de garganta
El dolor de garganta suele ser causado por resfriados o gripe y por lo general no presenta gravedad. No obstante, si persiste durante varias semanas acuda a un agente de salud. Los remedios siguientes pueden contribuir a aliviar el dolor de garganta.
Exprima un limón y mezcle el zumo con miel. Tome una cucharada grande según sea necesario.
Haga gárgaras con una solución concentrada de sal y agua varias veces al día.
Prepare infusiones y extractos de plantas para combatir los dolores de garganta (véase el Anexo 1) y tómelos mientras duren los síntomas.
Beba en abundancia.
Refresque su cuerpo pasando un paño húmedo por él.
Utilice remedios tradicionales para disminuir la fiebre, como infusiones de margosa (véase el Anexo 1). Se puede también tomar aspirina o paracetamol, pero lea primero las indicaciones para saber cuál es la dosis indicada, sobre todo si estos fármacos se administran a los niños.
No administre aspirina a niños o a personas que sufren de afecciones estomacales o renales.
Hoja de resumen 4
Diarrea
Cuando las deposiciones líquidas se presentan dos o más veces al día, se dice que una persona sufre de diarrea. Una nutrición apropiada puede ayudar a evitar o a controlar la diarrea.
No deje de comer cuando tenga diarrea; beba abundantemente
Beba abundantemente, al menos ocho vasos de líquido diarios, para reponer el agua perdida.
Consuma sopas, zumos de frutas diluidos con agua o una solución de rehidratación oral.
Coma alimentos blandos, en puré o húmedos, como hortalizas blandas y frutas, gachas de cereales, arroz, banano, mangos, papaya, sandías, patatas y guisos con harina de maíz refinada, arroz, cebada o patatas. Las hortalizas blandas comprenden también los calabacines, calabazas y zanahorias, y se encuentran en las sopas de verduras.
Coma alimentos refinados como el arroz blanco, harinas de maíz, pan blanco, fideos y patatas.
Las hortalizas y frutas peladas y cocinadas se toleran mejor.
Si las grasas originan problemas digestivos, reduzca su ingesta empleando menos aceite al cocinar, quitando la grasa visible o la piel de la carne e hirviendo los alimentos en lugar de freírlos. Sin embargo, las grasas constituyen una importante fuente de energía y no deben eliminarse de una dieta a menos que sea realmente necesario.
No coma alimentos que aumenten la diarrea como los alimentos picantes o las hortalizas y frutas verdes o ácidas.
Discuta el empleo de medicamentos contra la diarrea con un médico o agente de salud antes de tomar cualquier medicamento.
Si la diarrea persiste por más de tres días, se produce fiebre, aparece sangre en las heces o si se presentan síntomas acentuados de debilidad, consulte a un agente de salud.
Es necesario beber con la mayor frecuencia posible a lo largo del día y de la noche, y después de cada defecación. Un adulto necesita normalmente unos 1,5 litros u ocho vasos de líquido al día. En casos graves de diarrea, puede incluso llegarse a tres litros diarios.
Preparación de una solución de rehidratación oral
De sobres
Seguir las indicaciones y disolver el contenido del sobre en la cantidad de agua limpia que se indica en él.
Con azúcar y sal
A un litro de agua limpia añada media cucharilla de sal y ocho cucharillas de azúcar. Revuelva o agite bien. El agua no debe tener un sabor más salado que el de las lágrimas.
Con cereales en polvo
A un litro de agua limpia añada media cucharilla de sal y ocho cucharillas de cereales. Prefiérase utilizar arroz, pero también puede utilizarse harina de trigo molida fina, maíz, sorgo o puré de patatas cocidas. Póngase a hervir durante 5-7 minutos para obtener una sopa líquida o unas gachas acuosas. Enfríe rápidamente la poción.
Hoja de resumen 5
Cuando no sienta hambre... la mejor forma de recuperar el apetito es comer
Puede usted estar inapetente o advertir que se ha alterado el sabor y la textura de los alimentos; estos fenómenos son frecuentes durante la enfermedad.
Pruebe diferentes alimentos hasta que halle los que le gusten, y trate de observar una dieta mixta.
Coma comidas menos abundantes pero con mayor frecuencia. Coma siempre que tenga apetito; no se comporte con demasiada rigidez en cuanto a horarios de comidas.
Pruebe recetas que le ayuden a recuperar el apetito.
Trate de beber mucha agua, leche, yogur, sopas, infusiones de hierbas o zumos a lo largo de todo el día. Beba principalmente después y entre las comidas, no beba demasiado antes o durante ellas.
Añada sustancias aromatizantes a sus alimentos y procure que tengan un aspecto atractivo y sepan bien; puede, por ejemplo, exprimir el zumo de un limón sobre los alimentos o agregar especias como cardamomo, hinojo, cilantro y canela.
Evite las bebidas efervescentes, la cerveza y alimentos como coles, brécoles y frijoles, que producen gases en el estómago y pueden ocasionar una sensación de hinchazón.
Procure enjuagarse la boca antes de comer para que los alimentos adquieran un sabor más fresco.
Haga ejercicios ligeros como caminar fuera de casa y respirar mucho aire fresco para estimular el apetito.
Coma en compañía de su familia y amigos. Si tiene que guardar cama, pídales que estén a su lado.
Hoja de resumen 6
Náuseas y vómitos
Cómo tratar las náuseas y los vómitos
Algunos medicamentos pueden ayudar a aliviar las náuseas. Si las náuseas no desaparecen, pida consejo a un agente de salud.
Coma en posición sentada. No se acueste antes de una o dos horas después de haber comido.
Beba abundantemente después de las comidas.
No prepare usted mismo los alimentos. El olor de los alimentos que se están preparando o cociendo puede acrecentar la sensación de náuseas. Pida a otra persona que le prepare los alimentos, o bien consuma alimentos que requieran escasa preparación.
Alimentos que se han de comer y beber
Si tiene vómitos, no deje de beber pequeñas cantidades de agua, tome sopas y beba infusiones de especias. Coma alimentos blandos y vuelva a comer los alimentos sólidos cuando desaparezcan los vómitos.
Podrá conseguir aliviar la sensación de náuseas oliendo cáscaras de naranjas o de limones frescas, o bebiendo zumo de limón diluido en agua caliente o una infusión de hierbas o de jengibre.
Coma alimentos secos y salados como tostadas, galletas y cereales.
Alimentos que se ha de evitar comer
Los alimentos grasos, untuosos y muy dulces pueden intensificar las náuseas. Procure eliminar de la dieta un alimento a vez y compruebe si su carencia es benéfica. En caso de que así sea, evite comer ese alimento. Los alimentos que son perjudiciales para una persona pueden no resultar perjudiciales para otras. Determine cuáles son los alimentos que más le convienen.
Hoja de resumen 7
Inflamaciones de la boca, dolores de garganta o dolores al comer
Recomendaciones generales
Consuma alimentos blandos, en puré, suaves o húmedos como aguacates, calabacines, calabazas, papayas, bananos, yogures, cremas de verduras, sopas, pastas y alimentos picados.
Añada líquidos a los alimentos o ablande los alimentos secos vertiendo sobre ellos un poco de líquido.
Beba bebidas frescas, sopas, zumos de hortalizas y de frutas.
Utilice una paja para beber los líquidos.
Si le duelen las encías y no puede cepillarse los dientes, enjuáguese la boca con bicarbonato sódico mezclado con agua.
Mastique trocitos de mango verde, kivi o papaya verde para aliviar el dolor y las molestias.
Beba infusiones de especias o de coles agrias fermentadas o consuma yogures.
Alimentos que se ha de evitar comer
Alimentos muy picantes y salados, por ejemplo los chiles y el curry.
Alimentos ácidos o muy agrios, por ejemplo, las naranjas, limones, piñas, vinagre y tomates.
Alimentos y bebidas demasiado calientes o demasiado fríos: manténgalos a temperatura ambiente.
Alimentos que tienen que masticarse mucho, como las hortalizas crudas, o que sean pegajosos y difíciles de tragar como la manteca de cacahuete.
Si se diagnostica candidosis, consuma menos alimentos dulces como el azúcar, la miel y las frutas y bebidas dulces porque el azúcar puede agravar la afección.
Hoja de resumen 8
Resfriados, tos, dolor de garganta y fiebre
Resfriados
Procure beber infusiones de hierbas.
Si el resfriado dura más de una semana, o tiene fiebre alta o tos con mucha mucosidad, o las secreciones son sanguinolentas u olorosas, consulte a un agente de salud.
Tos
El organismo limpia los pulmones y la garganta mediante la tos, librándose de la mucosidad y los gérmenes. Por consiguiente, no tome antitusígenos sino que trate de aflojar la mucosidad.
Respire vapores calientes. Llene con agua muy caliente un cuenco o una olla y cúbrase la cabeza con una toalla. Respire profundamente el vapor durante diez minutos dos veces al día. Pueden agregarse al agua hojas de eucalipto, menta o tomillo.
Para aliviar los síntomas tome jarabes contra la tos de confección casera.
Dolor de garganta
Beba infusiones de hierbas.
Fiebre
Beba en abundancia.
Trate de hacer que baje la fiebre frotando su cuerpo con un paño húmedo. Prepare remedios a base de hierbas, por ejemplo las infusiones de margosa (véase el Anexo 1).
Se puede también tomar aspirina o paracetamol, pero lea primero las indicaciones para saber cuál es la dosis indicada. No administre aspirina a niños o a personas que sufren de afecciones estomacales o renales.