Resumen de comentarios y discusiones de la Conferencia electrónica FAO/OMS/OIE
Preparado por
Ashley Robinson
Moderador de la Conferencia
College of Veterinary Medicine
Western University of Health Sciences
Pomona, California,
United States of America
AIEA |
Agencia Internacional de Energía Atómica |
AMV |
Asociación Mundial Veterinaria |
API |
Acción Participativa en Investigación |
BSE |
Encefalopatía Espongiforme Bovina |
CDC |
Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (USA) |
MASSE |
Metodología Adaptativa para la Sustentabilidad y Sanidad del Ecosistema |
PC |
Computadora Personal |
CD |
Disco Compacto |
FAO |
Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación |
OIE |
Oficina Internacional de Epizootias (Organización Mundial de Salud Animal) |
OMS |
Organización Mundial de la Salud |
ONG |
Organización No Gubernamental |
OPS |
Organización Panamericana de la Salud |
HACCP |
Puntos Críticos de Control y Análisis de Riesgo |
PCR |
Reacción en Cadena de la Polimerasa |
PIO |
Procedimientos Industriales Óptimos |
PT* |
Países en Transición |
PVD* |
Países en Vía de Desarrollo |
RADISCON |
Red Regional de Vigilancia y Control de Enfermedades de los Animales para África del Norte, Medio Oriente y Península Arábica. |
SPV |
Salud Pública Veterinaria |
TCSA |
Trabajador de la Comunidad de Salud Animal |
TCP |
Proyecto de Cooperación Técnica |
TIC |
Tecnología de Información y Comunicación |
UE |
Unión Europea |
*El uso de los términos "Países en Vía de Desarrollo" y "Países en Transición" puede ser ambiguo. En base a la nomenclatura utilizada por el Banco Mundial, un país en vía de desarrollo se define como un país de bajos y medianos ingresos (64 y 93 países respectivamente) en donde la mayor parte de las personas tienen un bajo estándar de vida con un menor acceso a bienes y servicios comparado con aquellas personas pertenecientes a países con ingresos elevados. Por países en transición se entiende a aquellos países en los cuales la economía solía estar planificada centralmente por el gobierno pero actualmente están transformándose en economías dependientes del mercado.
En 1999, la Organización Mundial de la Salud (OMS) convocó una conferencia de expertos pertenecientes a 18 países industrializados, en vía de desarrollo y en transición. La conferencia fue realizada en Teramo, Italia, en colaboración con la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y la Oficina Internacional de Epizootias (OIE). El propósito principal fue considerar en qué medida los programas de Salud Pública Veterinaria (SPV) podrían contribuir globalmente a la Salud Pública, con particular énfasis en los países en vía de desarrollo. En la conferencia realizada en Teramo, se definió a la SPV como:
"Las contribuciones al bienestar físico, mental y social de los seres humanos mediante la comprensión y aplicación de la ciencia veterinaria".
Esta nueva definición reemplazó la originariamente expresada en el informe técnico de FAO/OMS realizado en 1975 (OMS, 1975) en la que se refería a la SPV como "un componente de las actividades de la Salud Pública consagrado a la aplicación de destrezas, conocimientos y recursos profesionales para la protección y mejoramiento de la salud de los seres humanos". Se entendió que la nueva definición, era más consistente con la definición de "Salud para todos en el siglo XXI" de la OMS.
El alcance de la SPV es claramente multidisciplinario, involucrando no solamente a los veterinarios de sectores gubernamentales y no-gubernamentales, sino también a otros profesionales de la salud, científicos y aquellos quienes tratan, controlan o previenen enfermedades de origen animal. Un tema recurrente de la Conferencia fue que el trabajo en equipo para resolución de problemas, investigación, programas de control y comunicación era esencial para asegurar que la contribución veterinaria sea significativa y sustentable en el mejoramiento de la salud humana.
La FAO auspició la conferencia electrónica, en colaboración con la OMS y la OIE, con el fin de publicar las discusiones y recomendaciones de la Conferencia realizada en Teramo a una mayor audiencia, así como para centrar la atención primariamente en los países en transición y en los PVD. En general, las actividades de SPV en estos dos grupos de países varian y limitadas en alcance y distribución. Las áreas priorizadas para el mejoramiento de la salud animal y humana difieren significativamente de los países desarrollados. En los PT, además de la escasez de recursos, los problemas son diferentes de los que se presentan en los países desarrollados. Sin embargo, no solamente se puede aprender de países desarrollados sino que también existen grandes oportunidades de colaboración a diferentes niveles. Los problemas referidos a seres humanos y animales están substancialmente ligados. Los problemas de salud no están limitados a regiones específicas, tampoco respetan fronteras internacionales y pueden extenderse a diferentes regiones étnicas y políticas. Al efecto, se preparó una publicación resumiendo las reflexiones y recomendaciones de la conferencia realizada en Teramo para ser discutida en el ámbito de una Conferencia electronica en el servidor de la FAO (FAO, 2001). La Conferencia electrónica, fue anunciada en ProMED (International Society for Infectious Disease, 2001) y otros servidores de importancia. Los participantes fueron invitados a inscribirse y a enviar sus contribuciones al Moderador quien las editó y reenvió a todos los participantes. La Conferencia se llevó a cabo en base a una serie de reglas preestablecidas. Los participantes autorizaron a los patrocinadores a hacer referencia, resumir y citar toda o parte de las contribuciones presentadas en este resumen. Las contribuciones posteriormente se publicaron en el sitio de la Conferencia electrónica.
Se inscribieron en el evento, aproximadamente 700 profesionales, recibiéndose aportes de 60 participantes que representaron 80 países, incluyendo muchos PVD y PT.
El principal objetivo fue el de proveer un foro abierto para la planificación de estrategias de desarrollo ó restablecimiento de los servicios de SPV para mejorar la salud humana y animal. Se entendia como necesario que estas estrategias fueran técnicamente adecuadas, rentables, disponibles equitativamente y que tomaran ventaja de las economías asociadas a la distribución de servicios provenientes de los ingresos públicos. Tradicionalmente las actividades de SPV incluían (OMS, 1975; FAO, 1990):
diagnóstico, vigilancia, control, prevención y erradicación de zoonosis;
riesgos relacionados con el trabajo y enfermedades asociadas con animales vivos y sus subproductos;
producción y desarrollo de productos biológicos;
control de poblaciones de animales que pueden servir como reservorios o ser nocivos;
prevención y control de enfermedades transmitidas por los alimentos de origen animal;
inspección ante-mortem y post-mortem de carnes y productos avícolas;
participación en la investigación de brotes de enfermedades;
actividades relacionadas con el medio ambiente incluyendo estudio de vectores, agua, vida silvestre y uso de animales trazadores;
investigación biomédica;
manejo de emergencias incluyendo catástrofes naturales y de aquellas provocadas por el hombre;
aspectos sociales en catástrofes naturales y provocadas por el hombre;
aspectos sociales incluyendo servicios relacionados con animales y nexos entre humanos y animales.
Durante la conferencia, se desarrollaron 19 temas de discusión bajo cuatro encabezamientos generales:
SPV en el siglo XXI.
Tendencias futuras que desafiarán la SPV en el siglo XXI.
Organización y dirección de programas de SPV.
Educación, entrenamiento y extensión en SPV.
NOTA: Todas las contribuciones fueron publicadas en el sitio de la Conferencia electrónica en Red (FAO, 2001), http://www.fao.org/waicent/FaoInfo/Agricult/AGA/AGAH/VPHeconf/Home.htm
1. Adónde debieran dirigir los esfuerzos los programas de SPV y los veterinarios en países en vía de desarrollo para optimizar los resultados?
El principio básico de los programas de SPV en PVD (Dr. D. Allard et al., contribución 38) debería ser el de dirigir los programas de Salud Pública directamente al individuo, grupos pequeños ó comunidades. Los programas, deberían incluir principios básicos de higiene, cuarentena, aislamiento, bioseguridad y vacunas económicamente accesibles, así como opciones más complejas tales como sistemas de vigilancia, capacidad diagnóstica y opciones de tratamiento.
Los programas deberían evolucionar en complejidad técnica y alcance a medida que se desarrollan en el tiempo. Se considera que las propuestas coherentes y coordinadas son siempre más apropiadas. Lo ideal sería el control de enfermedades zoonóticas y la implementación de programas de seguridad alimenticia que eduquen al individuo en métodos y prácticas que pueden ser llevados a cabo con costos bajos y con el mínimo de equipamiento y materiales. Estos programas podrían requerir de considerables recursos humanos pero mínimas inversiones monetarias, especialmente si los recursos humanos provienen de comunidades locales. El entrenamiento de los recursos humanos podría realizarse a través de agencias externas.
Las características geográficas del país, el estado de desarrollo y la situación actual de las zoonosis son los factores que deben considerarse en el establecimiento de objetivos y prioridades que influenciarán el desarrollo y efectividad de los programas de SPV en PVD. Se deberán considerar también las exportaciones/importaciones de animales, productos animales y alimentos de origen animal (Dr. A. Panin, contribución 36).
En cualquier programa de control y erradicación de una enfermedad zoonótica la probabilidad de éxito es el factor más importante a tener en cuenta (Dr. R. Jackson, contribución 40). Los pre-requisitos para el éxito incluyen:
métodos efectivos para frenar o reducir la transmisión del agente;
grado de importancia socio-económica;
aspectos epidemiológicos adecuados para la correcta detección de un caso;
óptima vigilancia para medir el progreso y para proveer información que pueda ser utilizada para realizar los cambios que se requieran.
Los programas que tendrán mayores probabilidades de éxito son aquellos que más fácilmente conseguirán financiamiento. Un programa con éstas características es más atractivo al público, veterinarios y trabajadores de la salud. Existen solo algunas enfermedades que cumplen con los requisitos arriba mencionados en la mayoría de los países. De este modo la decisión de cual de éstas debería tener prioridad es generalmente fácil de tomar y no requiere de un sofisticado análisis económico. Aunque el financiamiento puede ser de gran utilidad en el comienzo del programa, el objetivo final debería ser el de obtener financiamiento sustentable dentro del propio país. Existe una necesidad real y urgente de desarrollar opciones de bajo costo para programas de control en PVD. Aunque existe una tendencia a elegir técnicas y métodos más sofisticados, éstas solamente son viables en países con industrias ganaderas muy bien desarrolladas y subsidiadas. También es un pre-requisito esencial realizar pruebas piloto para evaluar la viabilidad de los programas de gran escala.
El Dr. Jackson también propuso que la equinococosis es una afección ideal para la realización de un programa nacional de control en PVD. El praziquantel es una droga eficaz y económica que se usa en los huéspedes definitivos, y la experiencia demostró que la concientización y participación pública pueden ser fácilmente incorporadas en los programas de control. La vigilancia epidemiológica puede realizarse eficientemente utilizando en forma racional las técnicas costosas. Mientras que la erradicación total de la equinococosis no es un objetivo factible en algunos países, el logro esperado en la mayoría de las situaciones debería ser el control razonable en animales y la reducción significativa de casos en humanos (especialmente en niños). Una enfermedad zoonótica como la equinococosis quística (con los perros como huéspedes definitivos), ha incrementado el interés para los programas de control al igual que otros problemas de SPV como la rabia. La toxocariasis humana puede ser incorporada en un programa integral de control para la obtención de beneficios adicionales con costos insignificantes.
El Dr. Jackson también argumentó que otros programas de control de enfermedades zoonóticas de alto perfil en PVD, como aquellos para brucelosis (especialmente debido a B. melitensis) obtuvieron logros variables. Probablemente se hizo mayor énfasis en el desarrollo y mejoramiento de vacunas, que en epidemiología básica como medio esencial de control. Se debería prestar más atención a los indicadores claves para monitorear el estado de las enfermedades y a factores que influencian la transmisión, así como en la recolección de información para determinar la efectividad de intervenciones específicas. El análisis de los datos de vigilancia local provee de valiosos conocimientos de la epidemiología de la enfermedad dentro del país.
Finalmente, el Dr. Jackson sugirió que es el momento oportuno para que los PVD abandonen gradualmente los programas regulatorios de control de enfermedades y se dirijan hacia una propuesta de mayor respuesta basada en análisis de riesgo y manejo (Murray, 2002; Hathaway, 1991). Desafortunadamente estos programas han sido usados por muchos años y están firmemente asentados en la profesión veterinaria. Como ejemplo se citó la vigilancia de residuos químicos usados en PVD, a pesar que éstos se consideran de bajo riesgo comparados con otras preocupaciones en SPV.
El Dr. H. Mainzer (contribución 22) opinó que si los programas de SPV se enfocaran únicamente en zoonosis, existiría el riesgo de que esta sería la única contribución de los veterinarios en el mejoramiento de la salud pública. El Dr. Mainzer también opinó que los brotes de enfermedades zoonóticas siguen ocurriendo a pesar que siguen manteniéndose las mismas recomendaciones. La vigilancia y el diagnóstico de las enfermedades no las frenan la aparición de las mismas, sino que sólo permiten identificarlas. Las emergencias de Salud Pública son consecuencia de fallas en la prevención. Es necesario que los veterinarios se involucren en todos los aspectos de la tríada causal: agente/huésped/medio ambiente. Solamente de ésta manera pueden ayudar a identificar y desarrollar evaluaciones lógicas, designar sistemas de intervenciones y estrategias efectivas de prevención. En Estados Unidos los veterinarios están involucrados en salud ambiental, programas de prevención de enfermedades mediante vacunación, evaluación de catástrofes, enfermedades crónicas y aspectos nutricionales, salud ocupacional, control de perjuicios, problemas relacionados con alimentos, drogas, agua y residuos, terapia de animales de compañía, concientización de VIH/SIDA, docencia y manejo de programas y organizaciones de Salud Pública. Los veterinarios no solamente deberían abocarse a enfermedades y daños de origen veterinario sino también a su ocurrencia dentro de los sistemas y procesos de la Salud Pública.
El Dr. P. Schantz (contribución 45) presentó una historia breve de SPV en los Estados Unidos. En los últimos 50 años, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) se ha establecido como la principal agencia de salud pública de epidemiología y prevención de enfermedades de los Estados Unidos. Los veterinarios constituyeron una parte integral del programa desde su principio y el CDC fue un socio activo definiendo el ámbito de SPV y desarrollando programas y normas. En 1947 se creó una División separada de SPV que a lo largo de 28 años realizó importantes contribuciones en las áreas de enfermedades transmitidas por los alimentos y enfermedades zoonóticas como rabia, psitacosis, triquinosis, cisticercosis, ántrax y leptospirosis entre otras tantas. Esta División también condujo investigaciones a campo, asistió a distintos estados en la inauguración de nuevos programas y suministró apoyo de técnicas de laboratorio en todos los aspectos de enfermedades de los animales transmisibles a humanos. La División también brindó apoyo a países extranjeros y a la OMS para la asistencia en exploración de programas de SPV. En 1975, todos los grupos de CDC fueron reubicados en grupos multidisciplinarios encargados de enfermedades relacionadas. Mientras que algunos percibieron esto como una reversión y una amenaza para SPV, en la práctica esto permitió a los veterinarios a considerar un mayor rango de posibilidades en la carrera en el CDC. En la actualidad, los veterinarios son elegidos y seleccionados para que puedan desarrollar exitosamente sus tareas en base a sus capacidades e intereses. Actualmente existen 70 veterinarios en el CDC asignados a 10 centros diferentes, institutos o programas. Además de desempeñarse activamente en investigación y control de zoonosis, están trabajando en VIH/SIDA, en el programa nacional de inmunización, y en sanidad ambiental, ocupacional e internacional. Muchos de los veterinarios anteriores de CDC se encuentran actualmente trabajando como veterinarios estatales en Salud Pública y mantienen un enlace con CDC a través de la Asociación Nacional de Veterinarios Estatales de la Salud Pública. Aún cuando las responsabilidades actuales de los veterinarios de CDC no incluyan temáticas de salud animal o de medicina veterinaria, ellos afirman que sus experiencias educativas has sido apropiadas preparándolos para sus tareas actuales.
La orientación veterinaria en "sanidad del rodeo" es una metáfora de la salud comunitaria. El CDC también creó vínculos con el Departamento de Agricultura y el de Administración de Alimentos y Fármacos de los Estados Unidos (USDA). Esto fue de gran ayuda para la investigación de enfermedades transmitidas por los alimentos como por ejemplo el rastreo de carnes incriminadas en un brote, investigación de enfermedades zoonóticas emergentes y coordinación de la Vigilancia Nacional de enfermedades transmitidas por el agua y los alimentos.
Mirando hacia el futuro, los desafíos en Salud Pública en los próximos 50 años serán diferentes a aquellos del pasado. Los veterinarios están preparados y están dispuestos a trabajar con colegas de otras disciplinas para responder a estos desafíos y para desarrollar programas efectivos para continuar mejorando la Salud Pública.
Comentarios del Moderador: Se espera que en el futuro, estos enfoques multidisciplinarios se expandan a los PT y los PVD. Sin embargo, en muchos PVD la mayor presión se encuentra en las actividades de control de las zoonosis tales como rabia, brucelosis, equinococosis, y reconocer brotes de enfermedades de los animales que pueden ser centinelas de riesgos emergentes de la salud ambiental (Stephen y Ribble, 2001), además de mejorar la inocuidad de los alimentos de origen animal. Los programas de SPV tendrán éxitosos si se demuestran éxitos tangibles desde el inicio de los proyectos.
2. ¿Deberían los países o regiones establecer objetivos para reducir infecciones zoonóticas específicas en relación a la carga de la enfermedad?
Para estimar la carga de una enfermedad la OMS utiliza modelos matemáticos y análisis, arribando a resultados de medidas de mortalidad e incapacidad producida por enfermedades específicas (Murray y Lopez, 1996). Si bien esta metodología tiene ciertas limitaciones se sabe que a nivel mundial, aproximadamente el 90% de las enfermedades e incapacidades debidas a causas múltiples ocurre en las regiones del mundo que se encuentran en vía de desarrollo. Sin embargo, precisamente en estas regiones, se gasta solamente el 10% del total de los fondos para el cuidado de la salud. Se espera que la prevalencia de las enfermedades contagiosas con excepción de VIH/SIDA y tuberculosis, disminuya para el año 2020. Seis categorías de enfermedades (neumonía e influenza, SIDA, diarreas, tuberculosis, malaria y sarampión) son responsables del 90% de las 13,3 millones de muertes en menores y adultos jóvenes debido a las principales enfermedades infecciosas y parasitarias (Meslin et al., 2000). Los agentes zoonóticos contribuyen en varias de éstas categorías. La rabia es la causa principal de muertes debido a zoonosis y es responsable de 40.000 a 60.000 muertes por año, mientras que otros agentes zoonóticos como la viruela de los simios ocurre a niveles bajos: 500 casos reportados desde 1992. La vigilancia de varias zoonosis en PVD está expuesta a errores de estimación especialmente relacionados con bajos registros de infecciones endémicas.
Existe un consenso general entre los participantes de la conferencia con respecto al desarrollo de objetivos específicos para la reducción de la incidencia/prevalencia de enfermedades zoonóticas, con la salvedad de que éstas deben ser de real importancia pública dentro del país.
Por ejemplo, se manifestó (Dr. D. Allard et al., contribución 38) que sería más conveniente determinar un objetivo como el porcentaje de reducción de la tasas de varias zoonosis reportadas actualmente en el país, con establecimiento de objetivos prioritarios influenciados por nivel de riesgo (probabilidad x severidad) a la salud humana, sanidad animal e impacto económico. Aunque riesgo, y en cierta medida prevalencia, son parámetros muy importantes, se debería considerar la facilidad de implementación y sustentabilidad de los programas a lo largo del tiempo. Los programas que dependen de la participación y financiamiento externos a largo plazo o indefinidamente, tienen menor probabilidad de ser sustentables.
Comentarios del Moderador: En aquellos casos en que los presupuestos para el cuidado de la salud en PVD son escasos, es crítico que los fondos sean utilizados en donde se obtenga el mayor beneficio. Un reciente ejemplo de Tanzania (The Economist, 2002) demostró que para determinar las muertes e incapacidades y sus sintomatologías, en lugar de recoger datos de salud de las clínicas, se realizaron encuestas puerta a puerta. Se desarrolló un perfil de carga de enfermedad y usando ésta información los gastos de salud fueron redirigidos a la carga real que las comunidades estaban experimentando.
3. Qué tipo de asistencia necesitan los países en vía de desarrollo de agencias internacionales como OMS, FAO, OIE y de donantes bilaterales para mejorar/expandir sus programas de SPV?
Un gran número de participantes se refirió a este tema y mencionando la necesidad de:
Asistencia en la priorización, apoyo, e implementación de los programas de control y erradicación de las zoonosis de gran importancia para la Salud Pública.
Organización de encuentros regionales y talleres referidos a zoonosis.
Apoyo para investigación aplicada mediante proyectos de cooperación técnica (TCP) para proveer entrenamiento y otras habilidades.
Asistencia en el diseño e implementación de sistemas de información de salud.
El Dr. A El Idrissi (contribución 44) comentó que las autoridades de la Salud Pública en la mayoría de los PVD se interesan en las zoonosis solo cuando los índices de incidencia/prevalencia alcanzan niveles altos ó durante epidemias. También notó que mientras que FAO/OIE/OMS organizaba frecuentemente grupos de expertos para obtener recomendaciones en estrategias y pautas para el control de zoonosis, había muy escasas iniciativas comunes o de cooperación entre estas organizaciones para desarrollar programas cohesivos de SPV en países en PVD. Puntualizó al efecto, que se deberían desarrollar programas científicos inter-regionales incluyendo profesionales médicos y veterinarios de instituciones relevantes en grupos de países con problemas epidemiológicos similares. Se debería dar prioridad a programas de control integral de rabia, brucelosis, tuberculosis y enfermedades transmitidas por los alimentos. Otra área en la cual las organizaciones internacionales pueden cumplir un rol activo es el de asegurar la educación y transferencia tecnológica para programas de SPV y en el apoyo de su adaptación para satisfacer necesidades locales y regionales en PVD.
También se notó que además de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la OMS no tiene actualmente expertos en Salud Pública veterinaria en sus oficinas regionales.
Mientras que se demostró que algunas zoonosis (por ejemplo: brucelosis, hidatidosis) son erradicables en países desarrollados, en donde existe un gran apoyo público y una infraestructura administrativa eficiente, esto no es posible en PVD. El Dr. M. Lightowlers (contribución 1) argumenta que organizaciones internacionales tales como FAO y OMS así como donantes bilaterales, deberían identificar y promover avances científicos que tienen el potencial de lograr mejoramientos genuinos en el control y prevención de zoonosis. Citó el ejemplo de hidatidosis quística (Echinococcus granulosus) y cisticercosis bovina (Taenia saginata) en las cuales se desarrollaron vacunas eficientes y prácticas basadas en la identificación de antígenos recombinantes con una buena protección del huésped (Lightowlers, 2002). El desafío no sólo será el de establecer procedimientos industriales óptimos (PIO) para la producción de éstas vacunas sino también establecer un mejor uso práctico que reducirá la carga de enfermedad en humanos en PVD. La comercialización del producto será finalmente requerida. La evaluación consistirá en determinar si estos productos pueden conferir una protección a largo plazo y a un costo razonable.
El tipo de asistencia necesaria para cada PVD puede ser similar en algunas áreas y muy diferente en otras (Dr. J. Calder, contribución 19). Es necesario tanto el apoyo técnico como el apoyo profesional. Sin embargo las necesidades de cada país y/o región tienen que determinarse a nivel regional o a nivel país con la participación local. Las personas que han tenido experiencia en países desarrollados tienden a implementar la tecnología que aprendieron en sus países, pero desafortunadamente en muchos casos, estos países carecen de infraestructura para implementar esta tecnología. De este modo, antes que se le dé asistencia a los PVD, deberá evaluarse si existe en ellos infraestructura capaz de implementar el tipo de ayuda que se les brindará. Otros participantes dieron ejemplos de laboratorios de zoonosis que fueron armados con ayuda internacional pero que nunca se completaron, ni se equiparon o amoblaron adecuadamente y que además carecían de personal debidamente entrenado.
Las redes son ejemplos de trabajo en conjunto entre países desarrollados y PVD enfocándose en algún problema particular de SPV. El Grupo Informal de Trabajo en Equinococosis (Dr. P. Schantz, contribución 23) fue creado en 1985 bajo el auspicio de OMS para promover el intercambio y la cooperación científica en la investigación de esta zoonosis parasitaria. Actualmente este grupo consiste en una red variada de individuos de varios países dedicada a áreas de investigación e intervenciones seleccionadas de acuerdo a las necesidades e intereses de los participantes; también representan las áreas prioritarias de investigación en aquellos países más afectados por la enfermedad. Los temas de las redes actuales incluyen: desarrollo, evaluación, y estandarización de los métodos de diagnóstico en huéspedes animales y humanos, opciones de tratamiento, evaluación de vacunas en huéspedes intermediarios y estimación de costos. A pesar de que las actividades de las redes y de la investigación no están directamente subvencionadas por la OMS, el grupo juega un rol importante definiendo prioridades, coordinando actividades y promoviendo la comunicación.
El Dr. S. Sandor (contribución 13) describió la forma como la OMS y la Unión Europea (UE) respaldan el programa integral para controlar y prevenir la equinococosis quística y alveolar en Rumania. En el futuro se prevee incluir otros países del Sudoeste de Europa y Balcanes. El Dr. M Kachani (contribución 37) indicó que hace algunos años se inició una propuesta similar en Marruecos y que se esperaba incluir otros países de Mahgreb en el futuro. Otras áreas en donde las organizaciones internacionales podrían prestar su apoyo es desarrollando y distribuyendo material educativo acerca de temáticas en SPV. Por ejemplo el material educativo acerca de equinococosis (hidatidosis) escrito en árabe y francés, y desarrollado en Marruecos, podría ser utilizado en todos los países del norte de África (Mahgreb) en donde la situación de la enfermedad es similar.
Todas las agencias internacionales han producido una variedad de publicaciones disponibles que pueden ser utilizadas por aquellos responsables de SPV y control de zoonosis en los PVD. Desafortunadamente estas publicaciones pueden no estar disponibles, estar agotadas o en ciertos casos ser económicamente prohibitivas. Una solución es hacer éstas publicaciones accesibles a través de Internet o mediante discos compactos (CD). Las agencias internacionales podrían hacer modelos genéricos de simulación y sistemas de información epidemiológica/geográfica más accesible a aquellos que trabajan en temáticas de SPV en los PVD (Centers for Disease, Control and Prevention, 2001; Computer-aided Learning in Veterinary Education, 2001). Esto incluiría entrenamiento y cursos designados a fomentar el uso de bases de datos para reportar las enfermedades en forma regular, análisis de la tendencia de las enfermedades y evaluación económica de costos y beneficios.
Identificar métodos que podrían mejorar el suministro de programas de spv a los países en desarrollo en las siguientes áreas generales
4. Acceso a información científicamente fundamentada, especialmente aquella que "es necesaria saber", y su rápida transferencia
El Dr. D. Allard et al. (contribución 38) enfatizó la necesidad de herramientas electrónicas que no requieran alta tecnología informática o líneas veloces de Internet, tales como:
listas de correos electrónicos de grupos de discusión o conferencias
cartel electrónico de anuncios con mantenimiento de temas de discusión
acceso a lectura online de documentos de SPV (no publicados aún)
presentaciones en PowerPoint adecuadas para conferencias, etc.
El Supercurso multilingüe "Epidemiology, the Internet and Global Health" (Pitt. Edu, 2001) y "Emerging infection of International Public Health Importance" (Universidad de Washington, 2001) son buenos ejemplos de sitios de educación a distancia.
El Dr. E. Jette (contribución 3) manifestó que en PVD y PT debería apuntarse al mejoramiento del acceso electrónico, el sistema de redes y el acceso consolidado a la información. Este acceso afianzaría no sólo el profesionalismo técnico veterinario en estos países sino también su infraestructura administrativa, ya que el mismo no podría funcionar en el vacío. Se sugirió que el personal del Servicio de Sanidad Animal de FAO podría mantener un sitio interactivo de Internet donde se pudieran preguntar y responder cuestiones relacionadas con la SPV en un tiempo aproximado de 48hs. Habría también una urgente necesidad de paquetes de entrenamiento electrónico en zoonosis, inspección de alimentos, etc. Sin embargo, hubo una manifiesta preocupación (Dr. B. Gummow, contribución 4) ya que hasta el presente, especialmente para muchos países africanos, el acceso a Internet es dificil en términos de demora y costos. No se prevee resolver estos problemas a corto plazo por lo que no se debe dejar de lado el material educativo basado en textos escritos suplementados por CDs.
Varios participantes de la conferencia plantearon cómo hacer que la información importante y actualizada en SPV esté fácilmente disponible para aquellos con una "necesidad de saber". Por ejemplo el Dr. R. Jackson (contribución 40) citó el ejemplo del recientemente publicado Manual de Equinococosis en Humanos y Animales de la OMS/OIE (Eckert et al., 2001). Esta es una recopilación exclusiva y actualizada de todo lo ahora conocido acerca de esta enfermedad. A pesar de estar disponible para la compra, dadas las dificultades para aquellos que trabajan en los PVD para obtener moneda extranjera, debería estar disponible online (como con todas las publicaciones de OIE) en el sitio de red de la OIE.
El Dr. A. El Idrissi (contribución 44) advirtió que las bibliotecas técnicas y científicas en los PVD no estan en condiciones de mantener subscripciones a muchas publicaciones. Las cuales pueden llegar a un valor tan alto como US$ 1500 por año. Mientras que algunas publicaciones relacionadas con la SPV están actualmente online sin cargo (FreeMedicalJournals.com, 2001) otras limitan el acceso de los números actuales a los subscriptores y otras no son accesibles electrónicamente.
Varios participantes plantearon el tema de cuán actualizada y exacta era la información en sitios de red específicos de enfermedades zoonóticas. Este problema no está confinado solamente a estos sitios. La información frecuentemente es requerida rápidamente y hay muy poco tiempo para reveer la literatura original. En general, los sitios de red gubernamentales y pertenecientes a universidades tienden a ser más confiables que otros sitios. Se espera que en un futuro, un proceso de revisión científica como el utilizado para las publicaciones, será eventualmente aplicado para la categorización de sitios en red. Las publicaciones originales usualmente no están disponibles ni tampoco son inmediatamente aprovechables para su aplicación práctica.
Actualmente existen listas de servidores que proveen información valiosa y actualizada en SPV y zoonosis. Algunas tienen membresía restringida mientras otras son abiertas al público general. Probablemente la más ampliamente reconocida sea ProMEDmail multilingüe (International Society for Infectious Disease, 2001), establecida para difundir y alertar sobre la prevención temprana de enfermedades emergentes en humanos, animales y plantas, así también para actividades de identificación de enfermedades ocasionadas por armas biológicas y actividades bio-terroristas. ProMED posee un número de categorías específicas de listas incluyendo ProMED-Ahead la cual está focalizada a salud animal y enfermedades emergentes en animales. ProMED posee la ventaja distintiva de inmediatez, de la cual carecen las publicaciones impresas. También se enumeran en este sitio de red una lista de vínculos con otras listas de servidores y sitios de red reportando informes de epidemias a medida que se presentan.
En síntesis, las habilidades en la administración de la información deben reemplazar la memorización y la intuición en la toma de decisiones en SPV.
5. Programas coordinados y sustentables para vigilancia humana y veterinaria de zoonosis y peligros relacionados a animales
La epidemiología debe ser claramente usada como una guía primaria para las políticas de SPV basadas en la prevención. La vigilancia es uno de los temas claves y es definido como el "examen anticipado de todos los aspectos de presentación y propagación de una enfermedad pertinente al control efectivo, la prevención y la erradicación". Desafortunadamente en muchos países, la recolección de datos de animales y humanos relacionados a zoonosis son llevados a cabo casi independientemente y con resultados previsiblemente insatisfactorios.
Los sistemas de vigilancia en muchos PVD se caracterizan por:
Intento de recolección de demasiada información acerca de muchas enfermedades y condiciones
Carencia de uniformidad y mucha complejidad en formularios
El personal local tiene una vaga idea, o no la tiene, acerca de la utilización de los datos de vigilancia por falta de retroalimentación en la información
Es posible que el personal local acepte enfermedades endémicas como parte del "status quo" y no las reporte. No obstante ellos deberían reportar inmediatamente cualquier cambio en dicho "status"
Los datos son agregados y tabulados pero rara vez son analizados o interpretados para la información específica necesaria en la práctica de SPV
Las dificultades en la obtención de información correcta, actualizada y reportes sobre situación de enfermedades (transfronterizas y zoonóticas) en regiones de África fue bien descripta por el Dr. S. Hailemariam (contribución 6) quien presentó dos temas de particular consideración:
Es necesario que la información sobre enfermedades zoonóticas sea de alta prioridad en todos los niveles de la cadena administrativa y que sean establecidos un entrenamiento consistente y una estandarización en el reporte de la información. Otra barrera que desalienta la transparencia es la percepción de que el reporte de potenciales brotes de enfermedades zoonóticas puede resultar en la prohibición del comercio de ganado o afectar el turismo.
La recolección de datos epidemiológicos puede ser una tarea frustrante en los PVD, especialmente si no existe una red de información real. Tal vez sea mejor limitar las investigaciones a áreas donde existan equipos de trabajo que puedan operar con eficiencia. El intento de expandirlos más allá del alcance de su eficiencia podría poner en peligro la exactitud de las observaciones (Dr. E Rapoport, contribución 12).
El Dr. J. Crowther (contribución 8) comentó sobre el Proyecto de Cooperación Técnica que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) ha desarrollado para la vigilancia de peste bovina en África. Este proyecto involucra todos los aspectos de Tecnología de Información y Comunicación (TIC) comenzando con la enseñanza de agentes entrenadores a través de paquetes específicos desarrollados para Internet y en formato de CD. Este proyecto ha propiciado la recolección de buena información, ha alentado equipos de trabajo, ha identificado la localización geográfica exacta de personas y ha proporcionado un valor de tiempo real sobre los datos. El proyecto es también apoyado por medio de implementos electrónicos de gran alcance así como también tele centros donde el foco central es la enseñanza, el desarrollo y la diseminación de la información. Este modelo pudo obviamente ser desarrollado y modificado para la vigilancia de enfermedades zoonóticas.
El Dr. D. Allard et al. (contribución 38) enfatizó que un punto importante en el intercambio de información en vigilancia de enfermedades, es asegurar que se está utilizando un criterio similar en la recolección y recuento de datos. Esto es establecido por el consenso y la aplicación de definiciones estandarizadas de casos, brotes, incursiones, etc. y de modo similar para estadística descriptiva como razones, proporciones, porcentajes, etc. Esta armonización se logra mejor mediante la adhesión a estándares desarrollados por organizaciones internacionales tales como la OIE y la OMS. La capacidad de desarrollo para una vigilancia coordinada como el reclutamiento de personal, entrenamiento, equipamiento, redes y coordinación es también crítica y usualmente será necesario un contribuyente financiero internacional/bilateral.
El objetivo primario de la vigilancia en los PVD debería ser la detección de incrementos significativos en la incidencia/prevalencia de enfermedades, como también de enfermedades emergentes y re-emergentes. La información procedente de unas pocas fuentes confiables en lugar de una amplia cobertura proveniente de aportes menos confiables generalmente permitirá que la vigilancia alcance estos objetivos. Debido a esto, los recursos y el entrenamiento deberían concentrarse en unas pocas áreas estratégicamente localizadas y estos centros deberían entonces probar y construir sus redes basadas en las condiciones locales.
Varios participantes identificaron la carencia de epidemiólogos entrenados, quienes son personal crítico para el funcionamiento de cualquier sistema de vigilancia conjunta. Los servicios orientados y los programas ministeriales de entrenamiento en el campo epidemiológico podrían contribuir a la solución.
El Dr. Joshi (contribución 2) apoyó la amplia utilización de programas informáticos tales como Epi Info y Epi Map los cuales están disponibles sin cargo y son también accesibles en varios idiomas (Center for Disease Control and Prevention, 2001). Estos programas pueden ser fácilmente adaptados para vigilancia local, nacional y regional.
Ejemplos de enfermedades zoonóticas que fueron citadas donde la vigilancia coordinada debería ser valiosa incluyen: hidatidosis, encefalitis B japonesa y otras infecciones arbovirales, leishmaniasis, brucelosis y tuberculosis. Además, deberían continuar las tentativas de vincular los datos de sanidad animal y seguridad en alimentos (Dr. Joshi, contribución 2).
Comentario del Moderador: Un buen ejemplo de epidemiología participativa basados en la vigilancia en zonas con rabia en Kenya (Kitala et al., 2000) demostró que el sistema tradicional de vigilancia pasiva subestimó la prevalencia de rabia en perros. Después del asesoramiento de directores locales, una persona residente que trabajaba en rabia fue contratada para publicitar el sistema. Se organizó una red de tratamiento post exposición al virus de la rabia y esto alentó la continua participación del público en el reporte de casos sospechosos. También se contrataron escolares para conducir un censo canino.
6. Investigar temas (y potenciales fuentes de financiamiento) donde el conocimiento de la biología y epidemiología de las zoonosis (especialmente emergentes y re-emergentes) y otros problemas relacionados a SPV son inadecuados
La investigación de los impactos de las interacciones humanos-animales-medio ambiente y el mejor entendimiento de las múltiples interfaces entre esas tres áreas fue apoyada por varios participantes de la conferencia. El concepto de "ecosistema sano", su relación con la SPV y zoonosis y la actual necesidad de investigar fue el tema presentado por el Dr. Waltner-Toews (contribución 20). Esta metodología adaptable para la sustentabilidad del ecosistema y salud (AMESH) involucra trabajar con comunidades locales para definir grupos de interacción de temas tales como medios de vida, medio ambiente, Salud Pública y economía general del desarrollo (Waltner-Toews, 2001).
Los méritos de una metodología "vertical" sobre una "horizontal" para el control de enfermedades zoonóticas fue un tema de considerable discusión, utilizando como un ejemplo la equinococosis quística. La metodología vertical, considera la equinococosis quística, como una infestación parasitaria con un agente causal (Echinococcus granulosus), un huésped definitivo (el perro) y huéspedes intermediarios (usualmente ovejas y también otros animales en pastura). La metodología horizontal definida por el Dr. A. Mantovani (contribución 32), considera a la equinococosis quística, como un complejo en el cual intervienen muchos componentes, además del agente causal y los huéspedes, incluyendo el medio ambiente adecuado y las condiciones sociales necesarias para la perpetuación del ciclo biológico. De esta forma, la metodología horizontal tiende a ver los problemas en un contexto global, incluyendo la educación sanitaria, diagnóstico, control, mejoramiento sanitario, inspección de alimentos y cuidado de la salud primaria. El Dr. Schantz (contribución 41) planteó que mientras que la metodología horizontal para el control de enfermedades zoonóticas siempre es beneficiosa y reduce la transmisión, no ha sido efectiva en la reducción permanente de la infección en huéspedes humanos y animales. El argumenta que las metodologías verticales directamente apuntan al parásito, utilizando poblaciones de perros controles y tratamientos sustentados por educación para la salud en la comunidad, y que éstas han sido exitosas en algunas situaciones. Por ejemplo la equinococosis quística ha sido esencialmente eliminada de Nueva Zelanda y Tasmania, y reducida significativamente en Chipre, Uruguay y regiones de Chile y Argentina (Eckert et al., 2001).
Desde que los programas anteriormente citados comenzaron, los resultados de las investigaciones, han mejorado ampliamente la tecnología para el control de esta zoonosis. Existen drogas efectivas para tratar estadios adultos del parásito en perros infectados, así como tratamientos eficaces para casos humanos. Se ha desarrollado una vacuna efectiva para la prevención de estadios larvales de la infección en huéspedes intermediarios para animales y humanos (Dr. M. Lightowlers, contribución 1).
El principal crédito en el progreso de la investigación debiera darse al Grupo Informal de Trabajo sobre Equinococosis creado en 1985 bajo el auspicio de la OMS, que tuvo como objetivo la promoción científica, intercambio y cooperación en investigación y métodos de control. A pesar de no ser directamente financiada por la OMS, el grupo permitió que profesionales de muchos países con un enfoque progresista para la discusión y coordinación de la investigación pudieran interactuar. Este es seguramente el modelo que podría ser usado en otras zoonosis de importancia.
Algunos participantes indicaron que los PVD no deberían ser excesivamente influenciados por los problemas actuales de los países desarrollados, sino más bien dirigir sus investigaciones a problemas prácticos de su propio país o región.
Se aconsejó (Dr. D. Joshi, contribución 2) que donde sea posible se aplique la metodología de Acción Participativa en Investigación (API). La misma aspira a escapar de las relaciones de dependencia y restituir a las personas la habilidad de transformar su propio mundo. Están implicados: la investigación colectiva, la recuperación de la historia, la apreciación del folklore cultural y la difusión de los nuevos conocimientos en forma escrita, oral y a través de imágenes visuales. Este es solamente uno de los varios ejemplos de participación usado en investigación y extensión agraria en los PVD (Scoones y Thompson, 1994).
7. Programas prácticos y realistas para mejorar la seguridad de los alimentos y el agua de contaminaciones causadas por patógenos zoonóticos
Mientras algunos países desarrollados cuentan con datos adecuados acerca del impacto de las enfermedades transmitidas por alimentos, es dificil hasta el momento obtener estadísticas similares en los PVD debido a la falta de recolección de datos confiables, por la carencia de un sistema de vigilancia. Sin embargo desde que los PVD comenzaron a participar en el comercio internacional de alimentos, debieron desarrollar sistemas de seguridad de alimentaria científicamente fundamentados, los cuales terminarán beneficiando a sus propias poblaciones.
La Asociación Mundial Veterinaria ha adoptado recientemente la siguiente política: (Dr. H. Scheneider, contribución 14): "los proyectos o acciones orientadas a la reestructuración de los servicios de Salud Pública, deberían considerar que veterinarios con conocimientos en SPV e higiene son capaces de llevar a cabo importantes servicios en el área de higiene y seguridad de los alimentos".
Una sugerencia fue que tanto los talleres regionales como nacionales deberían organizarse solamente con participantes locales, para de esta forma poder identificar sus necesidades y prioridades. De estos talleres deberían desarrollarse proyectos con responsabilidades específicas fijadas para intereses individuales. (Dr. Joshi, contribución 2). Los talleres son también necesarios para quienes toman decisiones con el objeto de poner la SPV en el plano de la Salud Pública. Se citó un ejemplo del exitoso concepto "de la granja al tenedor" que se está usando actualmente Nambia, para exportar carne.
Uno de los comentarios fue que en muchos de los PVD la responsabilidad de la inspección de la carne y los alimentos es una función del Ministerio de Salud. El entrenamiento de los inspectores sanitarios, especialmente aquellos empleados por autoridades municipales locales, es frecuentemente mínimo o ausente en áreas generales de seguridad de alimentos en SPV.
Los Códigos de buenas prácticas de elaboración, Puntos Críticos de Control y Análisis de Riesgo (HACCP) y otros sistemas similares de auditoria están siendo introducidos ampliamente en los países desarrollados y también para los sectores exportadores de los PVD. Su objetivo primario es reducir la contaminación de patógenos transmitidos por la carne tales como Salmonella y E. coli O 157:H7. El desarrollo e implementación de sistemas HACCP es costoso y requiere habilidad, entrenamiento y organización. En algunos países desarrollados donde la faena, la inspección y los sistemas de procesamiento están precariamente organizados y dirigidos, los programas de HACCP a nivel de procesamiento son difíciles de desarrollar e implementar. En estas circunstancias, el Dr. J. Butterweck sugirió que la implementación de esos sistemas a nivel de las granjas en los PVD sería aún más dificultoso, especialmente si los incentivos son insuficientes. No obstante, varios participantes indicaron que de todas formas, en los PVD deberían hacerse los mejores esfuerzos para educar a los granjeros acerca de los códigos de "buenas prácticas" en la granja y en los canales de comercialización para ganadería, aves de corral y pesca.
El Dr. McCrindle (contribución 17) claramente recalcó las dificultades experimentadas en el mejoramiento de la seguridad de los alimentos en áreas rurales, peri-urbanas y asentamientos de Sudáfrica. Las enfermedades diarreicas son generalmente prevalentes en niños de áreas en desarrollo y rurales. En este caso es difícil estimar cuanto puede ser atribuido a la ingesta de leche o carne contaminadas. La mayoría de las veces concurren a clínicas locales, donde los tratamientos son suministrados por enfermeras y son muy pocos los casos que quedan registrados. Las causas de muertes humanas en zonas rurales, no son frecuentemente investigadas, así como los exámenes post-mortem no son culturalmente aceptables y también existe un alto nivel de VIH/SIDA.
Generalmente menos de un 50% del ganado es faenado en mataderos y esta carne es vendida a través del sector minorista o exportada. Para esos mercados, los estándares de HACCP deben ser apropiados, pero en el circuito informal donde se faenan animales (especialmente pequeños rumiantes) tanto en los hogares como en las carnicerías locales, las carcazas generalmente no son inspeccionadas y los animales pueden ser consumidos aún después de haber muerto por otras causas. Los granjeros tienen pocos incentivos para unirse al sector de comercialización formal de carnes, ya que los gastos pueden llegar a alcanzar hasta un 22% del precio de venta. El Dr. McCrindle mencionó que el principal enfoque debe apuntar a la vacunación contra el ántrax, la prevención del consumo de animales que murieron de otras causas y una adecuada cocción de la carne.
El Dr. D. Waltner-Toews (contribución 20) cree que hay razones teóricas y prácticas para prestar atención a otros sistemas aparte de los HACCP etc. en el circuito informal de alimentos en los PVD. Comentó que ha desarrollado una metodología adaptativa para el sustento del ecosistema y la salud (AMESH) en la cual las comunidades locales son asistidas para definir grupos interactuantes en temas tales como el medio ambiente, la Salud Pública y economía del desarrollo.
En los PVD, las enfermedades zoonóticas contraídas a través de la ingesta de derivados de la carne de animales que murieron de ántrax es reconocible, pero agentes zoonóticos como E. coli O157:H7 o Campylobacter sp. que no son necesariamente patógenos para los animales, no son reconocidos ya que el vínculo con los humanos no queda claro. Actualmente el estado de estos patógenos en la mayoría de los PVD no está adecuadamente documentado. Por ejemplo: un reciente estudio de campilobacteriosis en PVD (Cooler et al., 2002) demostró que la infección fue primariamente confinada a niños de menos de dos años de edad, a menudo acompañada por otros patógenos entéricos y no era estacional. Los factores de riesgo para los más jóvenes fueron: la exposición, la higiene inadecuada y la proximidad a los animales. Se puede predecir una elevación de los casos de campilobacteriosis en individuos adultos VIH positivos en PVD.
El Dr. Klinger orientó su discurso a la temática de las matanzas no inspeccionadas o ilegales de animales en PVD. Las causas de las mismas son variadas e incluyen los hábitos alimentarios de una población (gente que suele alimentarse solamente de sus propios animales y no confía en nadie más para que los faene). Otra razón se refiere a las religiones islámica y judía cuyas leyes requieren que los animales sean sacrificados de acuerdo a métodos ya establecidos. Por último la carne proveniente de faenas ilegales es menos costosa que la carne que ha sido inspeccionada. La solución a estos problemas no es sencilla pero debe incluir:
La ejecución de las leyes veterinarias
La compra por parte de la población de carne inspeccionada e identificada por establecimientos autorizados
Educación en Salud Pública respecto a agentes infecciosos comunes, residuos de drogas, metales pesados y otros contaminantes del medio ambiente.
8. ¿Cómo la toma de decisiones en los programas de SPV puede hacerse más transparente y consistente con los valores sociales en contra de la complejidad, la incertidumbre y la diversidad de la opinión científica?
Varios profesionales sugirieron que tanto las organizaciones no gubernamentales como las universidades deberían tener un rol activo en la toma de decisiones. Se observó que estas entidades están mejor informadas acerca de cómo se debería trabajar a nivel local y cuáles serían las posibles fallas. La toma de decisiones siempre debería involucrar comunidades representativas, quienes deberían ser invitadas a los eventos científicos donde se demuestre la importancia y las consecuencias de las enfermedades además de la necesidad de un control justificado. Para auxiliar a este proceso en áreas rurales la comunicación a través de redes es verdaderamente necesaria.
El Dr. D. Allard et al. (contribución 38) citó un informe canadiense (Science Advice for Government Effectiveness, 1999) en el cual se definieron varios principios que pueden mejorar la toma de decisiones científicamente fundamentadas. La "Asesoría científica" se define como un valor adicional para la conducción derivado de teorías científicas, datos, hallazgos y conclusiones proporcionados para informar sobre políticas y regulaciones en la toma de decisiones. A continuación se resumen los siguientes seis principios:
Identificación: se refiere a la identificación temprana de una situación en la cual se requieren recomendaciones científicas.
Cobertura: Es necesario que las recomendaciones científicas provenientes de fuentes externas e internacionales sean seleccionadas a partir de un amplio rango de recursos, incluyendo el conocimiento tradicional de los habitantes locales. Si es necesario, podría apelarse a agencias independientes y paneles asesores, especialmente en casos significativamente inciertos, donde hay diversidad de opiniones o si hay áreas sensibles donde son importantes las políticas confidenciales.
Ciencia cierta y Asesoría científica: Es necesario construir dentro del proceso de asesoría científica: calidad, confiabilidad y una mirada crítica. Los asesores científicos deberían contribuir con información científica verdadera y no alterada por otras consideraciones políticas.
Riesgos e incertidumbre: La política científica pública siempre contiene algunas incertidumbres y frecuentemente un alto grado de riesgos, los cuales deben ser evaluados, comunicados y controlados. Como tal, es importante adoptar una metodología del manejo de riesgos.
Transparencia: Se espera que los gobiernos democráticos adopten el proceso de toma de decisiones de manera transparente. Esto implica una clara articulación en la forma en que son tomadas las decisiones, cómo las políticas son presentadas en foros abiertos y cómo el público tiene acceso a los hallazgos y recomendaciones científicas de manera temprana.
Revisión: Esta debe incluir dos elementos a) revisiones secuenciales de decisiones científicamente fundamentadas, para determinar si los recientes avances en el conocimiento impactan la ciencia y los consejos científicos utilizados para informar la decisión, y b) evaluación del proceso de toma de decisiones.
Una vez que las decisiones han sido tomadas y adoptadas su adhesión y responsabilidad deberían ser monitoreadas así como también su efectividad.
La adopción de estos principios en el total de toma de decisiones en SPV puede significar un desafío en PVD, donde es común un proceso de toma de decisiones centrales y jerárquicas. No obstante, los veterinarios deberían asegurarse que sus consejos sean propuestos y escuchados.
9. La necesidad de una justificación económica atinada para programas de control y erradicación de enfermedades zoonóticas
Los programas de control de enfermedades del ganado en PVD y PT son frecuentemente establecidos basándose en su importancia económica. El resultado de un programa de control de una enfermedad zoonótica puede que no sea seriamente considerado, especialmente si ésta no representa aparentemente un impacto sobre la sanidad anima y la producción. Existe claramente la necesidad de definir mejor el impacto económico de las zoonosis y otros problemas en SPV.
El Dr. Sharma (contribución 24) aseveró que hay una verdadera necesidad por parte de los PVD de desarrollar justificaciones económicas para sus programas de control de zoonosis. Donde hay limitados recursos financieros, deberían utilizarse modelos informáticos flexibles para estimar las pérdidas económicas directas e indirectas, incluyendo también el efecto sobre las poblaciones animales y humanas. Estos modelos deberían estimar índices de "costo-beneficio" y "tasa interna de retorno". Los modelos deberían ser también lo suficientemente flexibles para incorporar variaciones en las prácticas de manejo animal y otros parámetros similares. Aquellos quienes toman las decisiones, los prestamistas, y la población en riesgo deben estar siempre informados de las pérdidas actuales causadas por enfermedades zoonóticas, especialmente si la cooperación se extiende a largo plazo.
El Dr. J. Zinsstag (contribución 28) afirmó que la producción de ganado es mucho más que un tema económico. El mismo requiere ser considerado más ampliamente dentro del plano ecológico, etológico, social y ético (Zinsstag, 2001). Si los veterinarios en SPV, están para evitar incidentes en un futuro como el de BSE, deberán jugar un rol significativo en la formulación de nuevos conceptos de producción ganadera.
10. Dado el rol integral que la participación comunitaria tiene en la determinación del éxito o el fracaso en las actividades de SPV, cómo pueden ser efectivos estos programas a nivel local?
El Dr. J Boomker (contribución 26) utilizó la cisticercosis humana (T. solium y T. saginata) para ejemplificar aquellas zoonosis en las cuales los problemas básicos son culturales más que cuestiones técnicas. Se citaron ejemplos de lugares donde a pesar de haber sido dadas demostraciones sobre la cocción de la carne y el uso de los primitivos baños, nada cambió seis meses después cuando se visitó nuevamente el lugar. También se describieron otros ejemplos de fracaso en la educación sanitaria. Obviamente estos fracasos indican que las metodologías de extensión necesitan ser reconsideradas. Las actitudes y prácticas intuitivas de cualquier comunidad con respecto a una determinada enfermedad zoonótica probablemente lleven al fracaso. La Acción Participativa en Investigación o técnicas similares descriptas anteriormente (pregunta 6) son necesarias para corregir estas deficiencias. A menos que las personas quieran cambiar e intenten que ello suceda, ninguna mejora ocurrirá.
Se han hecho varios intentos para proveer servicios de sanidad animal y humana simultáneamente a personas nómades, porque a menudo los servicios de sanidad animal, tales como campañas de vacunación, parecen tener una mejor cobertura. Al mismo tiempo pueden llevarse a cabo encuestas coordinadas acerca de infecciones zoonóticas en poblaciones aisladas (Zinsstag et al., 2000; Schelling et al., 2002).
Se recomendó la iniciación de proyectos piloto utilizando comunidades implicadas, así como también una cuidadosa revisión y evaluación de los mismos antes de su implementación a gran escala (Dr. D. Allard et al., contribución 38).
Varios participantes afirmaron que los niños y especialmente los jóvenes deben ser informados de las actividades de SPV y entrenados donde sea apropiada su participación. Los diferentes conocimientos en hombres y mujeres acerca de la producción ganadera y la manipulación de alimentos pueden incrementar la efectividad de los programas de SPV a nivel local. Este tema es discutido más detalladamente por el Dr. B. Miller en respuesta a la pregunta 18 (contribución 37).
Comentario del Moderador: las comunidades deben ser informadas regularmente acerca del progreso y los logros alcanzados por los programas de SPV utilizando los medios de comunicación locales. Si ellas están informadas, son parte de la acción y contribuyen a la misma. También aumenta la posibilidad de la existencia de controles. Mientras la participación de la comunidad es ampliamente promovida como un importante rasgo para contribuir en proyectos de PVD, el resultado no ha sido del todo exitoso. Los proyectos que alientan una participación interactiva y la inherente movilización de los recursos, seguramente serán sustentables (Catley y Leyland, 2001).
11. ¿Cómo pueden prestar un mejor servicio los centros de colaboración, corporaciones universitarias e institutos de investigación a las necesidades en SPV de los países en desarrollo?
El Dr. Joshi (contribución 2) recomendó que problemas específicos en SPV en PVD que requieren ser investigados, deben desarrollarse en universidades (tanto dentro del país como fuera de él) en conjunto con organismos no gubernamentales. Podría entonces apelarse a potenciales donadores para el financiamiento de proyectos. Una vez que el proyecto es financiado, la facultad y los estudiantes de la universidad pueden trabajar conjuntamente con los pobladores locales. Él citó el ejemplo de su propio país (Nepal) donde se llevaron a cabo proyectos que involucraron a las Universidades de Tufts, Washington State, Colorado State y Guelph de América del Norte.
El Dr. J. Zinsstag (contribución 28) sugirió que probablemente sea óptimo el desarrollo de estrechas sociedades de investigación Norte-Sur, donde los investigadores del Sur trabajan con grupos de investigación del Norte por cortos períodos sin desestabilizar los lazos sociales e institucionales en sus propios países. De este modo investigadores con menor infraestructura, podrían fomenta y mejorar el trabajo en su propio países.
El Dr. M. Kachani (contribución 41) identificó las siguientes áreas donde los centros de colaboración, corporaciones educativas e instituciones de investigación podrían ser más efectivas:
Conducción apropiada de la investigación aplicada para responder a cuestiones prácticas que sirvan a las necesidades de PVD.
Remisión de los proyectos en desarrollo propuestos sobre programas de control y erradicación a organizaciones internacionales y donatarios.
Provisión de expertos para resolver problemas técnicos de áreas particulares.
Organización de programas de extensión en conjunto con servicios de extensión local.
Entrenamiento de miembros locales de organizaciones no gubernamentales y de trabajadores de la salud pertenecientes a la comunidad en actividades relevantes y prácticas necesarias de acuerdo a los riesgos y necesidades de la población local.
Organización de conferencias y talleres para actualizar el conocimiento científico involucrado en los programas de SPV.