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5 Conclusiones


El Alimentaria objetivo último de la Cumbre Mundial sobre la Alimentación (CMA) y la Declaración de Roma sobre la Seguridad sigue siendo eliminar el hambre y la malnutrición. Todavía hay muchos obstáculos para lograr este ambicioso objetivo. También se está avanzando en la comprensión de cuestiones fundamentales de la seguridad alimentaria. En los dos últimos decenios, el adelanto tecnológico de las comunicaciones y la información y de la cooperación internacional y regional ha incrementado la capacidad de vigilar y reaccionar ante las crisis graves de alimentos. Imágenes angustiantes de las víctimas de las hambrunas pueden transmitirse velozmente a y desde cualquier rincón del mundo, y captar la atención pública, generar presión política para responder ya sea por motivos humanitarios o de seguridad. Uno de los resultados de esta mayor conciencia y experiencia directa de las consecuencias nutricionales de los desastres naturales y humanos, ha sido la composición de un cuerpo de información que ofrece una base práctica para ajustar con precisión la determinación y supervisión de los grupos vulnerables y malnutridos.

Queda claro que afrontar las causas de base de esas crisis requiere consenso sobre las soluciones políticas y sociales, que van más allá de lo que pueden ofrecer las intervenciones inmediatas o los programas de investigación. Además, entre las hambrunas periódicas, existen problemas persistentes de mala nutrición y hambre crónica, que no captan la misma atención ni estimulan el mismo nivel de presión pública que las grandes hambrunas. Los efectos de éstas pueden extenderse y ser más devastadores y difíciles de resolver porque sus causas pueden hundir sus raíces en desequilibrios y desigualdades históricos que estructuran las comunidades locales o las economías regionales.

Con todo, debido a su posición estratégica de enlace entre las situaciones locales, la política nacional y la cooperación internacional, así como por su larga experiencia en investigación desde la producción agrícola hasta la manipulación, elaboración, almacenamiento y entrega de los alimentos, los SNIA pueden desempeñar un papel decisivo en la promoción de un nuevo enfoque de la seguridad alimentaria que abarque intereses sociales, económicos y ambientales. Este planteamiento debería estar informado por el reconocimiento de que los esfuerzos por incrementar la producción y la disponibilidad de alimentos globales no se traducen automáticamente en beneficios para los productores con recursos limitados, los que cultivan en tierras frágiles o menos fértiles, los agricultores agobiados por una tenencia precaria de la tierra o los que carecen de tierras, ni los más vulnerables a la inseguridad alimentaria, como las mujeres y los niños del campo. Los SNIA necesitan concentrarse en la creación de tecnologías que atiendan directamente a estos productores de recursos limitados y grupos que padecen inseguridad alimentaria, a la vez que propician la protección y restablecimiento de los recursos naturales de los que dependen sus medios de subsistencia.

La aplicación de metodologías participativas y la participación directa de hombres y mujeres como productores y consumidores en la elaboración, la experimentación, la evaluación y adaptación de nuevas tecnologías contribuirá a asegurar que las soluciones propuestas sean más accesibles y pertinentes para sus medios donde los recursos son limitados. Es más, aunque las soluciones más completas a la pobreza y el hambre requieren un compromiso político que trasciende por completo la esfera de acción de los SNIA, un paradigma de investigación en colaboración que aproveche la participación de diversos interesados y grupos, que recurra a los sectores privado y público, así como a la población rural y a la urbana, tiene probabilidades de conseguir el apoyo político a un enfoque integrado de la seguridad alimentaria y crear la voluntad política para tratar las cuestiones que trascienden el programa clásico de investigación agronómica de los SNIA. Esperamos que las presentes directrices sirvan para facilitar la comprensión de los pasos en esa dirección y contribuyan a poner la ciencia y la tecnología al servicio directo del bienestar de las familias y la fuerza. de los países.


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