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Asociación en nuestros bosques: el planteamiento canadiense de la sostenibilidad

John W. Weaver 1


Resumen

En el último decenio la industria forestal del Canadá ha evolucionado dinámicamente, y ha dado particular importancia a las prácticas de gestión forestal que reconocen las íntimas relaciones del medio ambiente con la economía y la sociedad. Este nuevo modelo industrial descansa en los siguientes tres pilares: observancia de una explotación responsable de los recursos; fortalecimiento de la gestión (para competir), y asociación con la población y las comunidades. Este enfoque promueve una actitud de colaboración en las relaciones entre los interesados y un debate de base científica, para lograr que nuestros bosques se mantengan en buen estado a largo plazo.

El modelo canadiense se basa en avanzadas estrategias que reconocen las influencias mundiales y locales en la ordenación de los recursos, las necesidades de la comunidad y el comportamiento de los consumidores. La adopción voluntaria de este sistema por parte de los productores canadienses de productos forestales está mejorando la gestión del medio ambiente, fortaleciendo el compromiso de la industria con las necesidades sociales de las comunidades asociadas, y protegiendo la inversión económica, así como la rentabilidad futura.

En el vibrante enfoque canadiense repercuten a la vez factores mundiales y singulares del Canadá. La industria de productos forestales del Canadá, mediante la inversión voluntaria en investigación cooperativa y elaboración de políticas, promoción y adopción de normas y certificación internacionales, y adopción de un marco de ordenación forestal conjunta, está impulsando, junto con todos los interesados del sector forestal, la construcción de un futuro de sostenibilidad ambiental, social y económica.


Introducción

En el último decenio ha avanzando rápidamente la conciencia mundial del nexo entre un medio ambiente sostenible y salud forestal. En el Canadá, nuestra perspectiva de las relaciones entre las economías forestales, los ecosistemas forestales y los valores sociales más generales, ha hecho avanzar considerablemente las prácticas de gestión silvícola. Hoy en día los productores canadienses de productos forestales basan sus prácticas en una nueva perspectiva de nuestros bosques, construida sobre el conocimiento sólido de la relación que hay entre el medio ambiente, la economía y la sociedad.

La industria forestal del Canadá tiene claro que una gestión sostenible representa a la vez buenas prácticas y éxito comercial. Las empresas de productos forestales han comprendido que da mejores resultados asociarse que protestar, que para cortar un árbol hay que cultivar un árbol, y que la comunidad de consumidores es mundial, está informada y vigilante.

No cabe duda de que el sector forestal del Canadá está a la vanguardia. El presente documento trata diversos temas que está afrontando esta industria, con atención particular a tres sectores: observancia de la explotación responsable de los recursos, transmisión de mayor eficacia a la ordenación forestal (para competir) y asociación con la población y las comunidades. En los últimos diez años, los cambios fundamentales del conocimiento y las expectativas de los consumidores y los ciudadanos exigen un nuevo modelo industrial y tienen profundas consecuencias para las empresas del sector forestal, los gobiernos y otros interesados.

Explotación responsable de los recursos

La evolución del sector forestal del Canadá refleja cambios impulsados por factores mundiales, así como una dinámica exclusiva del país. Al pensar en el ámbito en que evoluciona el sector forestal del Canadá, conviene destacar algunas de sus características particulares:

Desde hace más de un siglo Canadá ha prosperado gracias a la contribución económica de sus bosques. Pero hoy la competencia exige que la industria trascienda las ventajas naturales que ofrece la rica base de recursos naturales del Canadá. En un país cuyos bosques son en gran parte propiedad pública y en un ambiente de escrutinio público cada vez más intenso, se impone un modelo industrial que resuelva con eficacia estos desafíos.

Menos del 4 por ciento de todos los bosques del Canadá se han convertido a la agricultura o a la urbanización6. El Canadá explota menos de una cuarta parte del 1 por ciento de sus bosques al año, y la industria canadiense lleva a cabo un dinámico programa de reforestación. El Canadá mantiene la superficie más grande de bosques protegidos del planeta, mayor que Suecia, Finlandia, el Reino Unido, Alemania y la Federación Rusa en conjunto. En efecto, los bosques protegidos del Canadá, reunidos, cubrirían por completo una superficie más vasta que cualquier país de la Europa occidental.

Los canadienses tienen razón de estar orgullosos de este récord, especialmente porque Canadá también es uno de los productores más grandes de productos forestales de gran calidad.

Esta dualidad de significativa conservación y alta producción no es casual. Un elemento decisivo que impulsa estos resultados es el complejo sistema legislativo y de políticas del Canadá, cuyas leyes de conservación forestal son de las más rigurosas y estrictas del mundo. Este sistema se propone armonizar la actividad económica relacionada con los bosques en el contexto de un recurso nacional de propiedad pública.

Por ejemplo, la ley federal del Canadá impone el pronto restablecimiento de las zonas explotadas. En consecuencia, se planta una media de 650 millones de árboles al año. Pero es importante reconocer que en Canadá, la ordenación forestal incumbe principalmente a la jurisdicción provincial. La legislación provincial se hace cargo de cuestiones claves, por ejemplo: una fuerte protección de las zonas ribereñas de separación, los hábitat silvestres sensibles a las especies, por ejemplo, nidos para rapaces y criaderos de garzas, y las disposiciones referentes a la tala anual permisible sostenible.

Además de cumplir con estas normas plurijurisdiccionales, las empresas forestales del Canadá someten sus planes de desarrollo forestal a examen público, y consultan con una gran variedad de interesados del sector forestal, como las poblaciones indígenas, los cazadores, los tramperos, los usuarios de esparcimiento y otras industrias.

Los gobiernos, los investigadores y la industria canadienses han colaborado entre sí y con el mundo en una serie de procesos y políticas novedosos para mejorar la gestión de los bosques y de la biodiversidad. Algunos ejemplos:

Las acciones de los gobiernos federales y provinciales del Canadá en pro de las prácticas forestales sostenibles reflejan una mayor exigencia de nuestros consumidores y nuestros ciudadanos. Los sistemas normativos y de políticas del Canadá repercuten en forma decisiva en el buen estado de nuestra industria y en su capacidad de llevar a cabo prácticas más sostenibles.

En el otoño de 2002, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) publicó un número de una serie de informes nacionales sobre los sistemas normativos y sus repercusiones en el crecimiento económico. La OCDE concluyó que el sistema normativo del Canadá es "uno de los más transparentes del mundo", y que las consultas públicas son decisivas para su buen desempeño. Otra importante característica del sistema canadiense, según el estudio de la OCDE, fue que es la vanguardia de los sistemas normativos7.

Este tipo de sistemas de políticas y normativos ha orientado a la industria canadiense a fin de mejorar sus prácticas de gestión sostenible de los bosques. Entre 1988 y 1998, los gastos de gestión forestal de la industria canadiense casi se triplicaron, y en los últimos 10 años, el gasto acumulado de gestión forestal ascendió a 24,3 millones de dólares EE UU.

Conforme un estudio estadístico del Canadá realizado en 1999, sobre la adopción tecnológica en la producción canadiense, el sector forestal es uno de los principales cinco sectores que incorporan equipo de alta tecnología en su ambiente de trabajo. Las compras de tecnología avanzada del sector superaron, en 1999, las de los sectores automotriz, aeroespacial, metalúrgico, de transportes y químico del país en conjunto8.

Si bien la industria de productos forestales canadiense toma en cuenta la importancia del marco normativo, y contribuye decisivamente a su evolución en curso, sigue trabajando con sus asociados del gobierno para perfeccionar el sistema. Los gobiernos federal y de las provincias tienen sectores de jurisdicción que se superponen, lo que a menudo produce demoras, incertidumbre y resultados involuntarios. La industria canadiense sigue impulsando una mayor claridad en la definición de las funciones federal y provincial, y la modernización de las actividades de contabilidad e información.

Fortalecimiento de la gestión (para competir)

Si bien los sistemas de políticas y normativo son factores importantes que estimulan la inversión industrial en prácticas de gestión sostenible, es importante señalar el compromiso sin precedentes de la industria con la sostenibilidad.

La industria canadiense invierte activamente tiempo y dinero en elaboración de políticas y en investigación:

La presentación de cuentas, la transparencia y la normalización son instrumentos esenciales del esfuerzo general de promoción del buen estado de nuestros bosques, la verificación independiente de la certificación de las normas reconocidas internacionalmente es uno de los mejores mecanismos para lograr buenos resultados.

La FPAC y sus afiliados de la industria están elevando voluntariamente los criterios de certificación. En 2002, la industria canadiense se comprometió con un audaz objetivo de sostenibilidad, los miembros de la FPAC se comprometieron a aceptar para fines de 20069 la realización de auditorías independientes a través de las normas de gestión forestal sostenible internacionalmente reconocidas. Cabe señalar que el Canadá es el único de los principales países forestales cuya asociación nacional haya establecido como condición para afiliarse la verificación independiente respecto a una norma específica forestal.

La experiencia indica que en Canadá la evolución de la reglamentación y las prácticas de ordenación sostenible de los bosques está impulsada por los valores comunes de la industria y el gobierno, y por sus relaciones con sus respectivos "mercados". Ambas partes necesitan sostener la estabilidad económica a largo plazo de los recursos forestales; y ambas aprecian el reconocimiento de los ciudadanos y los consumidores. En consecuencia, el gobierno y la industria han establecido una relación de gran colaboración, y la industria está a la vanguardia de la estrategia relacionada con las iniciativas de sostenibilidad.

La dinámica que ha impulsado la innovación y la inversión en prácticas de sostenibilidad también ha repercutido en las relaciones de la industria de productos forestales con el público en general. El nuevo concepto de comunidad de intereses entre el gobierno, la industria y la sociedad -formada por ciudadanos, consumidores y comunidades- está repercutiendo en los procesos de toma de decisiones en la ordenación forestal.

Los gobiernos toman las decisiones referentes a la asignación de recursos y la ordenación, teniendo presente que tienen que rendir cuentas a unos ciudadanos cada vez más informados. La industria se da cuenta de que esos mismos ciudadanos también son consumidores informados. La capacidad de los ciudadanos consumidores de influir en los resultados del mercado y la política destaca el nexo entre los intereses económicos y las ventajas de impartirle eficacia a la sostenibilidad.

Alianzas con la población y las comunidades

Los ciudadanos, los consumidores, la población indígena, la industria y los gobiernos tienen la necesidad común de administrar los recursos forestales, la economía y la comunidad en pro de la estabilidad a largo plazo. Los intereses comunes en la sostenibilidad pueden, por una parte, crear presiones e incrementar las disputas; pero el valor común de la sostenibilidad también brinda el plan de las soluciones duraderas.

Los productores canadienses de productos forestales están experimentando nuevos modelos de contabilidad y consulta pública. La industria ha rechazado los viejos modelos de enfrentamiento que condujeron a luchas históricas, como el conflicto de Clayoquot Sound en la Columbia Británica, a principios del decenio de 1990. Ahí, las empresas forestales, las comunidades, el gobierno, la población indígena, los grupos ambientalistas y los ciudadanos protagonizaron una disputa que se tradujo en la experiencia de desobediencia civil más grande de la historia del Canadá, con un total de 800 arrestos. Esa experiencia, entre otras, motivó a todos los interesados a buscar otros medios mejores de comunicación.

La reciente solución conjunta que lograron la industria, el gobierno, las ONG ambientalistas y las poblaciones autóctonas respecto a la ordenación y la conservación de la costa central de la Columbia Británica es un excelente ejemplo de un enfoque de colaboración. Prosigue el proceso de comunicación con esas comunidades y el descubrimiento de nuevos modelos para trabajar en común, que produce resultados positivos para todos los interesados en los bosques.

La práctica de apertura y participación respetuosa entre la industria, el gobierno, los pueblos indígenas, los ciudadanos, las comunidades y los grupos de interés es un desafío, pero está dando buenos resultados a todos los grupos. Los resultados positivos para la industria garantizan que es más que un asociado de buena fe en el ejercicio, sino también un promotor del cambio.

Conclusiones

Desde un punto de vista mundial, la experiencia canadiense brinda un caso de éxito en la adopción de nuevas normas de conducta para la industria, las ONG ambientalistas y los gobiernos. La lucha del sector forestal del Canadá por adaptarse a las transformaciones del mercado y a las expectativas del público sin duda no ha carecido de costos, iniciativas erradas y costosas disputas. Pero queda claro a través del último decenio que la industria canadiense ha realizado un gran cambio hacia la construcción de una base dinámica y estable para su futuro crecimiento. Canadá tiene la superficie más grande de bosques protegidos del mundo. Los modelos de colaboración, en los que participa una amplia gama de interesados en los bosques, se han convertido en un elemento importante de la gestión y la planificación forestal. Y la industria de productos forestales del Canadá está comprometida a incrementar su asociación con los usuarios de los bosques.

Hace 10 años los titulares referentes al sector forestal del Canadá casi invariablemente referían algún enfrentamiento por razones ambientales. Los titulares de hoy más probablemente presentan una imagen positiva del sector forestal del Canadá, por su innovación en la gestión ambiental o en las relaciones industriales.

El interés de la industria canadiense de productos forestales en asociarse con motivo de los bosques no es una mera reacción a los marcos normativos, sino que contiene un compromiso y un complejo punto de vista sobre los intereses mundiales, nacionales y locales que conectan las cuestiones económicas, ambientales y sociales.


1 Presidente de la Junta Directiva de la Asociación de Productos Forestales del Canadá, 410 - 99 Bank Street, Ottawa, Ontario, Canadá, K1P 6B9. [email protected]; sitio Web: www.fpac.ca

2 Servicio Forestal Canadiense, 2002. La biodiversidad forestal del Canadá: un decenio de progreso en ordenación sostenible.

3 PricewaterhouseCoopers, 2002. Estado de la industria.

4 PricewaterhouseCoopers, 2001. La industria forestal en el Canadá.

5 PricewaterhouseCoopers, 2002. Estudio mundial de la industrial forestal y del papel.

6 Recursos naturales del Canadá, Criterios e indicadores, informe de 2000.

7 Sue Holmes, Rex Deighton-Smith et al. Septiembre de 2002. Estudios de la OCDE sobre reformas normativas. Las reformas normativas en el Canadá.

8 Estadísticas del Canadá.

9 Boletín de Prensa de la FPAC , 28 de enero de 2002.

10 Servicio Forestal Canadiense, 2002. La biodiversidad forestal del Canadá: un decenio de progreso en ordenación sostenible.

11 Servicio Forestal Canadiense, 2000-2001. El estado de los bosques del Canadá: silvicultura sostenible: una realidad en el Canadá.