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Índice

I. INTRODUCCIÓN

II. PRINCIPALES RESULTADOS

III. RESÚMENES DE LOS PAÍSES

I. INTRODUCCIÓN

1. En el informe de la FAO, El Estado de la Inseguridad Alimentaria en el Mundo 1999 (SOFI 1999), se señalaban 13 países en desarrollo en los que la proporción de las personas hambrientas de sus poblaciones habían disminuido en más del uno por ciento al año durante el período comprendido entre 1979-81 y 1995-97. La lista de los trece países que más han conseguido reducir el hambre se mantiene inalterada en la última publicación, SOFI 2000. En esta breve nota se exponen, con unos pocos indicadores básicos, los notables resultados logrados en dichos países. Se adjunta también, para facilitar las referencias, un breve resumen de cada país¹.

II. PRINCIPALES RESULTADOS

2. Los trece países son Benin, Burkina Faso, Camboya, Chad, China, Gambia, Ghana, India, Indonesia, Malí, Mauritania, Nepal y Nigeria. De ellos ocho se hallan en el África Subsahariana y cinco en Asia. Tienen tamaños, condiciones agroclimáticas y sistemas económicos y políticos distintos. No obstante, sobre la base de su experiencia, aparecen varios factores comunes que han sido decisivos para reducir la inseguridad alimentaria. En términos generales, pueden determinarse cinco factores principales como la clave del éxito: paz y estabilidad social, sólido crecimiento económico, primacía del apoyo de política y la inversión en favor de la alimentación y la agricultura, redes de seguridad social para los pobres, y acceso a las importaciones de alimentos, incluida la ayuda alimentaria. La importancia de cada factor varía mucho en los distintos países dependiendo de las condiciones con que se enfrentan, pero estos factores actúan en la mayoría de los casos en combinación y frecuentemente se refuerzan entre sí.

3. Dada la complejidad de cada uno de los factores que contribuyen a reducir la inseguridad alimentaria, es difícil determinar una serie única de indicadores que explique adecuadamente tales factores. Los indicadores incluidos en el siguiente cuadro 1 se utilizan como representativos solamente a título de ejemplo. Cada país registró una reducción de la subnutrición del 17 por ciento o más durante los 17 años comprendidos entre 1980 y 1997, obteniéndose la mayor reducción, del 52 por ciento, en Ghana. El PIB real creció positivamente en los trece países, pero con notables variaciones que van del 2,6 al 10,0 por ciento al año. Con la excepción de Chad, Mauritania, Malí y Gambia, la producción alimentaria per cápita aumentó considerablemente. Todos los países experimentaron durante el período reducciones sustanciales, entre el 9 y el 27 por ciento, de las tasas de analfabetismo de adultos. Las importaciones de alimentos, incluida la ayuda alimentaria, desempeñaron una función decisiva en varios de ellos.

4. El restablecimiento de la paz y la estabilidad social parece ser la clave más decisiva del éxito. La experiencia de Camboya indica los elevados dividendos que puede aportar la paz. Una vez alcanzada esa situación, como es el caso de la mayoría de los demás países durante el período en examen, asumen importancia los demás factores.

5. Como demuestra el caso de China, las políticas orientadas al mercado y el crecimiento económico ofrecen a los agricultores fuertes incentivos para incrementar la producción alimentaria y contribuyen a elevar los ingresos rurales y reducir espectacularmente el hambre. También es evidente en Indonesia la importancia del elevado crecimiento económico y del aumento de la producción alimentaria.

6. Las experiencias de Benin, China, India e Indonesia demuestran cómo la inversión pública en tecnologías e infraestructura agrarias, apoyada por un crecimiento económico sostenido, puede elevar la producción agrícola y la productividad constantemente a lo largo de muchos años. La experiencia más reciente de Nigeria y Ghana con variedades mejoradas de yuca constituye una prueba más de los beneficios potenciales de la inversión en la investigación agraria.

7. Las importaciones pueden desempeñar una importante función para garantizar la seguridad alimentaria completando los suministros internos. En países como Gambia y Mauritania, las importaciones de alimentos contribuyen notablemente a la seguridad alimentaria, y esta contribución ha aumentado incluso en Gambia. El caso de Mauritania, donde el 70 por ciento de los suministros totales de cereales proceden de importaciones, demuestra la importancia de los ingresos obtenidos de las exportaciones para asegurar niveles suficientes de importación de alimentos.

8. Por último, la mejora del capital social y humano ofrece mejores redes de seguridad para la seguridad alimentaria de los más pobres y fortalece otros factores como la estabilidad social, el crecimiento económico y la producción alimentaria. Aunque la contribución de las redes de seguridad social al éxito logrado en los países es diferente y difícil de medir, se supone que un indicador común de los resultados es el de las tasas de alfabetización de adultos. En los trece países, el analfabetismo de adultos disminuyó notablemente durante el período, registrándose las mayores reducciones en Nigeria, Chad y Benin. Países como China e Indonesia, que experimentaron un descenso menor en porcentaje, tenían ya niveles relativamente mucho más bajos de alfabetismo al comienzo del período.

9. Las condiciones políticas y socioeconómicas iniciales con que se enfrentaron los países variaban considerablemente, lo mismo que son distintos los principales factores que han contribuido a la reducción del hambre. Pero las experiencias de estos países indican que, si se dan unas pocas condiciones fundamentales, se puede reducir sustancialmente el hambre en el mundo.

Cuadro 1: Cambios en los indicadores fundamentales en los 13 países que más han conseguido reducir el hambre (1980-97)

III. RESÚMENES DE LOS PAÍSES

Benin

10. La proporción de la población que padece subnutrición en Benin disminuyó 23 puntos porcentuales, del 37 por ciento en 1979-81 al 14 por ciento en 1996-98. El principal factor causante de esta mejora fue la expansión continua de la producción alimentaria, debida principalmente a la ampliación de la superficie cultivada, especialmente en el norte del país. Las raíces y tubérculos fueron los productos que más contribuyeron al aumento de la producción per cápita, que fue del 64 por ciento entre 1980 y 1997. La mayor utilización de tierras de arbustos-barbecho contribuyó a incrementar los rendimientos, los cuales, en lo que respecta a las raíces y tubérculos, aumentaron un 40 por ciento, mientras la superficie cosechada fue un 90 por ciento mayor.

Burkina Faso

11. En Burkina Faso, la proporción de personas subnutridas en la población total disminuyó del 64 al 32 por ciento entre 1980 y 1997. Esto se debió en gran medida al crecimiento constante de la producción alimentaria, en particular, la de maíz y mijo. La notable aceleración del crecimiento de la producción agrícola registrada desde mediados de los años 80 se debió sobre todo a las nuevas políticas de desarrollo que dieron prioridad absoluta al desarrollo agrícola y rural e hicieron que se centrara más la atención en la inversión en la agricultura. Este factor recibió apoyo del crecimiento real positivo del PIB del 3,3 por ciento por término medio al año durante el período 1980-97.

Camboya

12. En 1997, la parte de la población clasificada como subnutrida era el 33 por ciento, lo que representaba un descenso de 28 puntos porcentuales con respecto a 1980. El factor que principalmente contribuyó fue el restablecimiento de la paz y la estabilidad y el consiguiente crecimiento constante de la producción de alimentos, especialmente la de arroz. Decenios de guerras y conflictos civiles habían dejado en ruinas a fines de los años 70 el capital social y la infraestructura del país. Los sistemas de riego estaban en malas condiciones y muchos campos habían sido abandonados ante la existencia de minas terrestres. El establecimiento de la paz en 1979 abrió la puerta a la recuperación del crecimiento económico, especialmente de la producción agrícola. El programa de reforma económica introducido en 1992 permitió controlar la inflación. Los agricultores respondieron incrementando la superficie cultivada que casi llegó a duplicarse en el período comprendido entre 1980 y 1997.

Chad

13. La proporción de personas subnutridas en la población total de Chad ha disminuido del 69 por ciento a la cifra todavía alta del 38 por ciento entre 1980 y 1997. Se consiguieron las mejoras sobre todo en los años 90 en que el país comenzó una difícil transición a la reconciliación política, la paz y la estabilidad. Chad había experimentado anteriormente tres decenios de inestabilidad política y conflictos civiles. La producción alimentaria per cápita había fluctuado a causa de las continuas sequías, pero no se había conseguido un crecimiento general. Se necesitaron grandes cantidades de ayuda alimentaria e importaciones comerciales en la primera mitad de los años 80. La producción alimentaria se recuperó sensiblemente en los años 90 gracias a una serie de buenas campañas y a una relativa estabilidad política.

China

14. Se han registrado en China enormes transformaciones económicas durante los últimos 20 años. La reforma económica, la modernización y la apertura al mundo exterior han ido acompañadas de una boyante actividad económica. El PIB real ha crecido un 10 por ciento al año en el período 1980-1997 y el PIB per cápita aumentó de 307 dólares EE.UU. en 1980 a 730 dólares EE.UU. en 1997. El rápido crecimiento económico ha ido acompañado de mejoras importantes en los niveles de vida y en la seguridad alimentaria. El factor que principalmente ha contribuido a ello ha sido el cambio en el sector agrícola de una planificación centralizada a una orientación al mercado, que dio lugar a incrementos notables de la productividad, los ingresos rurales y la seguridad alimentaria. Las medidas de reforma aplicadas en 1978 dieron a los agricultores mejores incentivos de precios y se complementaron con una importante reestructuración del sector agrícola. Los mercados y el mecanismo de precios sustituyeron en gran medida a la función de la planificación estatal directa en la producción agrícola. El resultado de ello ha sido una reducción sensible, en 160 millones de personas, en la cifra de personas subnutridas entre 1980 y 1997. La producción alimentaria per cápita ha crecido el 110 por ciento durante el mismo período.

Gambia

15. A comienzos de los años 80 se registró un rápido incremento de las disponibilidades de alimentos debido a la recuperación de la producción y al aumento de las exportaciones. Después de 1984, la producción de cereales dejó de crecer, pero las importaciones siguieron aumentando constantemente, ya que el incremento total de las importaciones de cereales fue del 188 por ciento entre 1980 y 1997. De hecho, las importaciones de cereales han pasado a representar del 62 al 121 por ciento de la producción interna. Aunque la producción interna de cereales se ha reducido en términos per cápita, la producción de mijo por persona aumentó un 133 por ciento entre 1980 y 1997.

Ghana

16. Respondiendo a la agudización de la crisis económica, el Gobierno emprendió un programa de reforma económica en 1983. Beneficiándose del crecimiento económico y del sector agrícola, Ghana ha podido reducir la subnutrición más rápidamente que cualquier otro país del mundo en el período 1983-97. El sector agrícola se benefició de una serie de reformas de política y la producción de alimentos per cápita aumentó constantemente después de 1983. Uno de los factores que más han contribuido fue el incremento de la producción de raíces y tubérculos, especialmente de yuca. La utilización de variedades mejoradas de yuca comenzó a influir notablemente tras la aplicación de un programa gubernamental para fomentar las raíces y tubérculos a comienzos de los años 90. Los rendimientos de la producción de yuca aumentaron un 40 por ciento ascendiendo a 12 toneladas por hectárea y éste es ahora el producto básico agrícola más importante del país, que representó el 22 por ciento del PIB en 1998.

India

17. La proporción de la población que padece subnutrición disminuyó notablemente en la India, del 38 al 21 por ciento, entre 1980 y 1997. El factor que más directamente ha contribuido ha sido el aumento de la producción alimentaria per cápita del 27 por ciento entre 1980 y 1997. La producción per cápita de trigo y arroz, que son los principales alimentos básicos, creció respectivamente el 2 y 2,4 por ciento al año durante el período. El aumento de producción se debió especialmente a la obtención de mayores rendimientos, los cuales se incrementaron en un 87 por ciento en lo que respecta al trigo y en un 44 por ciento, al arroz, durante este período. Estos logros se debieron en gran medida al apoyo decidido prestado a la investigación y extensión, a la orientación de los programas hacia los pequeños agricultores y a las mejoras en la infraestructura rural, especialmente los sistemas de riego. El crecimiento acelerado de la producción alimentaria contribuyó a mejorar la seguridad alimentaria de una población en rápido crecimiento. Mejoró también el acceso de los sectores más pobres de la población a los alimentos, gracias al descenso real de los precios del trigo y el arroz.

Indonesia

18. Indonesia consiguió un notable crecimiento económico durante los tres decenios anteriores a 1997. El promedio del crecimiento real del PIB fue del 6,3 por ciento durante el período 1980-97, lo que se tradujo en una reducción sustancial de la pobreza. La incidencia de la subnutrición disminuyó del 26 al 6 por ciento de la población entre 1980 y 1997. Esto se debió al crecimiento de la producción alimentaria per cápita, que aumentó un 40 por ciento durante el período. Fue especialmente importante el rápido crecimiento de la producción de arroz, que es el cultivo de primera necesidad que por sí solo aporta un 50 por ciento aproximadamente del suministro de energía alimentaria. La producción arrocera aumentó un 3,7 por ciento al año, lo que equivale al 1,8 por ciento per cápita. El sólido apoyo gubernamental a los programas de intensificación de la producción arrocera permitió a los agricultores adoptar variedades mejoradas y utilizar fertilizantes con mejores sistemas de riego. Los rendimientos de los cereales aumentaron un 40 por ciento, mientras que la superficie cosechada se amplió un 24 por ciento entre 1980 y 1997.

Malí

19. La estabilidad sociopolítica, unida al crecimiento económico, provocó un descenso sustancial de la proporción de personas subnutridas en la población total, ya que disminuyó del 60 por ciento en 1980 a un 32 por ciento en 1997. Durante los años ochenta las importaciones comerciales y la ayuda alimentaria fomentaron el consumo de cereales per cápita, lo que explica el rápido aumento del suministro de energía alimentaria (SEA) registrado durante dicho período, a pesar de las condiciones climáticas adversas padecidas a comienzos de los años ochenta. Aunque las importaciones y la ayuda alimentaria disminuyeron notablemente en los años 90, el nivel del SEA se ha mantenido notablemente superior al de comienzos de los años ochenta. La gran ampliación de la superficie cultivable y de las tierras dedicadas a cultivos permanentes se debió principalmente a la expansión del cultivo del algodón, el aumento de cuyas exportaciones ha contribuido también a elevar los ingresos de los hogares en las zonas productoras.

Mauritania

20. Mauritania registró una notable reducción de la subnutrición, ya que en 1980 el 25 por ciento de la población estaba clasificada como subnutrida, mientras que en 1990 lo estaba el 15 por ciento y, en 1997, el 13 por ciento. Para estas mejoras ha sido decisivo el aumento de la producción de sorgo y arroz así como el crecimiento constante de las exportaciones, que ha permitido incrementar las importaciones de alimentos. Las reformas económicas que comenzaron a mediados de los años 80 han permitido alcanzar una estabilidad macroeconómica y un sólido crecimiento real del PIB. La producción alimentaria ha ido aumentando gracias a la expansión continua de la superficie cosechada y al incremento de los rendimientos de los cereales. El SEA por persona ha aumentado de 2 120 a 2 630 kcal por persona al día entre 1980-1997. Un importante factor que contribuyó a ello fue el volumen relativamente elevado de las importaciones de cereales. El total de las importaciones y la producción de cereales aumentó constantemente, de 132 kg en 1980 a 205 kg por persona al año en 1997.

Nepal

21. A pesar de haber tenido un nivel muy bajo y un crecimiento relativamente modesto del PIB per cápita, Nepal ha podido reducir del 47 al 28 por ciento la proporción de las personas desnutridas en la población total entre 1980 y 1997. El crecimiento económico y de la producción agrícola ha contribuido a mejorar los niveles de vida, aunque estos siguen siendo bajos. El crecimiento de la producción alimentaria fue superior al de la población en el período 1980-97, lo que se debió principalmente al incremento registrado durante los años 80. Las tendencias de la producción de cereales explican en gran medida la evolución de la producción alimentaria. La producción de arroz aumentó rápidamente entre 1986 y 1990, pasando de 2,4 a 3,5 millones de toneladas. El gran incremento de la producción arrocera durante este período se debió en parte a mayores rendimientos, pero sobre todo a la ampliación de la superficie cultivada, sobre todo en zonas de tierras bajas.

Nigeria

22. Nigeria ha conseguido reducir sustancialmente la subnutrición. El factor principal fue el sólido crecimiento de la producción de alimentos básicos, que fue superior al de la población. La producción per cápita de raíces y tubérculos aumentó un 19 por ciento en el período 1980-97. Contribuyó a fomentar este crecimiento la mayor utilización de variedades mejoradas de yuca de alto rendimiento cuya producción aumentó de 160 kg por persona al año en 1984 a más de 320 kg en 1992. El éxito de la yuca en Nigeria se debió a la aplicación decidida de medidas de política y a las inversiones gubernamentales en la distribución de material de plantación. Además de la mejora de los rendimientos de la yuca cabe señalar la gran ampliación de la superficie cultivada con raíces y tubérculos, que aumentó de 2,1 millones de ha en 1985 a 5,5 millones en 1997. La producción de cereales creció también de forma pronunciada, debido casi totalmente a la ampliación de la superficie cosechada, de 6,1 a 18,5 millones de ha en el período 1980-97.

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1 Se ofrecerá información más detallada sobre los países en una publicación aparte.