CL 123/20


Consejo

123º período de sesiones

Roma, 28 de octubre – 2 de noviembre de 2002

CONVOCACIÓN DE REUNIONES MUNDIALES Y REGIONALES DE LAS AUTORIDADES DE REGLAMENTACIÓN SOBRE INOCUIDAD DE LOS ALIMENTOS

Índice


A. RESULTADOS DEL FORO MUNDIAL

B. RESULTADOS DE LA CONFERENCIA PANEUROPEA

C. NUEVAS INICIATIVAS

D. FORTALECIMIENTO DE LAS ACTIVIDADES DE CREACIÓN DE CAPACIDAD

E. CUESTIONES QUE SE SOMETEN AL EXAMEN DEL CONSEJO EN SU 123º PERÍODO DE SESIONES


 

1. La Declaración de Roma sobre la Seguridad Alimentaria Mundial de 1966 se abre afirmando el derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos. Como derecho de todo ser humano, unos alimentos sanos y nutritivos, de calidad adecuada, que satisfagan las expectativas de los consumidores respecto a una vida sana y activa, deberían dejar de ser un lujo de los ricos.

2. En los últimos años, la sensibilización de la opinión pública acerca de las cuestiones relacionadas con la inocuidad de los alimentos ha aumentado espectacularmente, sobre todo en los países desarrollados. Los mercados nacionales e internacionales deben hacer frente a la creciente demanda de alimentos para satisfacer las expectativas de los consumidores en cuanto a inocuidad y beneficios nutricionales de los alimentos. Al aumentar el comercio alimentario y agrícola, los acuerdos establecidos en el marco de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para eliminar los obstáculos injustificados al comercio han impulsado los intentos de armonizar las normas alimentarias entre países. Esta situación en evolución plantea desafíos y brinda oportunidades al sector de la agricultura y la alimentación, incluida la pesca.

3. En su 120º período de sesiones (junio de 2001), el Consejo apoyó la iniciativa encabezada por la FAO de convocar, junto con la OMS, una Conferencia Paneuropea sobre Calidad e Inocuidad de los Alimentos, así como un Foro Mundial de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos. En enero de 2002, la FAO y la OMS, convocaron en Marrakech el primer Foro Mundial de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos. Asimismo, la FAO y la OMS convocaron una Conferencia Paneuropea sobre Calidad e Inocuidad de los Alimentos en Budapest, Hungría, en febrero de 2002. El Director General observó que podrían preverse iniciativas análogas para otras regiones con el fin de promover una acción mundial destinada a mejorar la calidad e inocuidad de los alimentos en todo el mundo.

4. Dichas conferencias ofrecieron a las autoridades de reglamentación sobre inocuidad de los alimentos de países desarrollados y en desarrollo la oportunidad de intercambiar información y experiencias sobre la gestión de riesgos en materia de inocuidad de los alimentos y de fomentar la colaboración entre países, con el fin de resolver los principales problemas relativos al comercio y la inocuidad de los alimentos. En el marco del seguimiento de las conferencias, se podrían convocar reuniones periódicas de las autoridades de reglamentación sobre inocuidad de los alimentos a nivel mundial y regional para responder a las necesidades específicas de los países, teniendo en cuenta el contexto regional e internacional. Asimismo, se recomendó reforzar las actividades destinadas a crear capacidad en el ámbito de la inocuidad de los alimentos mediante la adopción de un enfoque basado en la cadena alimentaria – del productor primario al consumidor.

A. RESULTADOS DEL FORO MUNDIAL

5. El Primer Foro Mundial FAO/OMS de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos, celebrado en Marrakech (Marruecos), en enero de 2002, ofreció a los países miembros la posibilidad de intercambiar información y experiencias sobre los asuntos relativos a la inocuidad de los alimentos en distintos entornos y circunstancias. El Foro examinó también cuestiones relativas a la gestión de las situaciones de emergencia relacionadas con la inocuidad de los alimentos, la gestión de los riesgos conocidos y emergentes, así como la manera de atender las necesidades de los países en desarrollo. Gran parte de los debates se centró en ejemplos prácticos, tales como la solución de la crisis de la dioxina y los esfuerzos emprendidos en varios países para reducir los riesgos microbiológicos. Los países pudieron aprender así que era posible utilizar reglamentos relativos a la inocuidad de los alimentos para reducir las enfermedades transmitidas por alimentos y mejorar la salud general de sus poblaciones. La aplicación de dichas medidas podría permitir también a los países aprovechar las oportunidades comerciales y aumentar la confianza de los consumidores en la inocuidad de los alimentos suministrados. Asimismo, en el Foro se mostraron ejemplos de cómo se estaban adaptando los sistemas de garantía de la inocuidad de los alimentos para asegurar una consulta y una participación más sostenibles de los consumidores y demás partes interesadas en el proceso regulador.

6. Se alcanzó un consenso sobre la necesidad de adoptar un enfoque basado en los riesgos al elaborar las políticas en materia de inocuidad de los alimentos. Se reconoció la necesidad de proseguir en foros competentes los debates en numerosos ámbitos para clarificar la aplicación del paradigma del análisis de riesgos en todas las situaciones. En particular, se subrayó la necesidad de un mayor diálogo e interacción entre los países para tratar las cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos en caso de incertidumbre o falta de acuerdo entre los científicos. Se reconoció que una mayor aplicación del enfoque basado en el análisis de riesgos en países en desarrollo requería reforzar la investigación y fomentar una mayor transferencia de conocimientos e información, así como un intercambio eficaz de datos entre los países. Asimismo, se reconoció la necesidad de potenciar más la participación de los consumidores y la comunicación respecto a numerosos sistemas nacionales de inocuidad de los alimentos. La mejora de los mecanismos de respuesta en caso de emergencia, en particular a nivel internacional, contribuiría a mejorar la comunicación y la comprensión de las situaciones de emergencia en el ámbito de la inocuidad de los alimentos, así como a mejorar la orientación y la eficacia de la respuesta a nivel nacional. Se subrayó la importancia fundamental del papel mediador de las organizaciones internacionales en este contexto.

7. En el Foro se sostuvo un intercambio constructivo de opiniones sobre las necesidades de asistencia de los países en desarrollo y sobre la forma de aumentar la eficacia de las actividades de creación de capacidad. Se reconoció que era preciso evaluar las necesidades y prioridades de países en desarrollo respecto de la asistencia técnica. Numerosos países informaron acerca de las actividades de creación de capacidad en curso y solicitaron mayor información, comunicación y consulta para incrementar la eficacia de dichas actividades. Dado que la inocuidad de los alimentos no debería considerarse ya como un lujo de los ricos, sino como un derecho de toda persona a tener acceso a alimentos sanos y nutritivos, deberían adoptarse medidas urgentemente para reforzar la capacidad, en particular en los países en desarrollo, de garantizar la inocuidad de los alimentos suministrados a sus poblaciones. El refuerzo de dichas capacidades generaría también capacidad exportadora, mejoraría la salud pública y reduciría la pobreza. Por otro lado, contribuiría a aumentar la confianza de todos los consumidores en los alimentos que compren en el mercado mundial. De dichos debates se desprendió el reconocimiento mundial de la necesidad de adoptar un enfoque integrado para las cuestiones relativas a la inocuidad de los alimentos y de adoptar medidas a lo largo de la cadena de producción, desde la explotación agrícola y el buque de pesca hasta el consumidor.

B. RESULTADOS DE LA CONFERENCIA PANEUROPEA

8. La Conferencia Paneuropea sobre Calidad e Inocuidad de los Alimentos fue organizada conjuntamente por la FAO y la OMS en Budapest, Hungría, en febrero de 2002. Sus objetivos fueron los siguientes: a) servir de plataforma a los países europeos para debatir los problemas de calidad e inocuidad de los alimentos de especial importancia para la región, y b) examinar los mecanismos para mejorar y armonizar la transparencia y fiabilidad de la cadena alimentaria en Europa con el fin de incrementar la confianza de los consumidores en los productos alimenticios. La Conferencia centró la atención, en particular, en las oportunidades de cooperación regional para la armonización de las políticas en materia de inocuidad de los alimentos, los avances científicos de importancia para mejorar la inocuidad y calidad de los alimentos, y el potenciamiento de los sistemas de comunicación e información para la inocuidad y calidad de los alimentos en la región.

9. Las principales conclusiones extraídas de la Conferencia fueron, entre otras, las siguientes: se manifestó grave preocupación por la situación insatisfactoria de la inocuidad y calidad de los alimentos en varios países de la región; se consideraron los riesgos para la inocuidad de determinados alimentos y el incremento de la incidencia de determinadas enfermedades transmitidas por los alimentos como una fuente de seria preocupación con efectos negativos sobre la confianza de los consumidores y la salud pública; la insuficiente transparencia de los actuales sistemas de control de los alimentos, las diferencias entre países respecto de las políticas, la legislación y las normas en materia de alimentos, así como el nivel insuficiente de intercambio de información y de colaboración entre países e instituciones se consideraron como impedimentos de primer orden. La solución de dichos problemas redundaría en beneficio de los consumidores de países europeos y facilitaría el comercio de alimentos tanto intraeuropeo como internacional.

10. Las recomendaciones de la Conferencia hicieron especial hincapié en los siguientes aspectos:

La Conferencia observó que ya existía un alto nivel de conocimientos y experiencia en materia de calidad e inocuidad de los alimentos en los países europeos y en las organizaciones internacionales y regionales. La cooperación entre países europeos en el ámbito de la investigación, el intercambio de información, y la coordinación en materia de alertas y respuestas podrían constituir mecanismos eficaces para mejorar las condiciones de la calidad e inocuidad de los alimentos en toda la región. Se consideró que la creación de capacidad era una prioridad elevada para los países con necesidades específicas.

11. Los resultados de la Conferencia Paneuropea se examinaron en una Mesa Redonda Ministerial celebrada durante la 23ª Conferencia Regional de la FAO para Europa (Nicosia, Chipre, mayo de 2002). La Conferencia Regional de la FAO para Europa apoyó las conclusiones de la Conferencia Paneuropea. Además, tomó nota de la importancia de la inocuidad de los alimentos en el proceso de ampliación de la Unión Europea y de la necesidad de que la OMS desempeñara un papel en la ayuda a los países que no participaran en el proceso de ampliación.

C. NUEVAS INICIATIVAS

12. El Primer Foro Mundial de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos celebrado en Marrakech convino unánimemente en la necesidad de celebrar otro Foro Mundial en 2004, en un país en desarrollo, y de convocar las posibles reuniones posteriores en años en los que no se reúna la Comisión del Codex Alimentarius. Los participantes propusieron que el principal tema del siguiente Foro fuera la “Establecimiento de sistemas eficaces de inocuidad de los alimentos” y acordaron que los debates deberían centrarse en un número reducido de determinadas cuestiones desde una perspectiva esencialmente práctica.

13. La 23ª Conferencia Regional de la FAO para Europa tomó nota de la propuesta de la delegación de Francia de incluir la calidad y la inocuidad de los alimentos como uno de los principales temas del programa de la 24ª Conferencia Regional de la FAO para Europa que había de celebrarse en 2004, y de emprender la preparación técnica de dicha cuestión en el marco de la 33ª reunión de la Comisión Europea de Agricultura (ECA) que había de celebrarse a principios de 2004.

14. A raíz de la Conferencia Paneuropea de Budapest, está aumentando el interés por las conferencias regionales sobre la inocuidad de los alimentos. La necesidad de dichas conferencias regionales se subrayó en el Foro Mundial de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos celebrado en Marrakech. La FAO está dispuesta a convocar conferencias regionales análogas sobre inocuidad de los alimentos para otras regiones del mundo teniendo en cuenta las lecciones extraídas, en particular del proceso de preparación del Foro Mundial y de la Conferencia Paneuropea, entre las cuales se incluyen las siguientes:

D. FORTALECIMIENTO DE LAS ACTIVIDADES DE CREACIÓN DE CAPACIDAD

15. Para garantizar alimentos sanos y nutritivos a los consumidores se requiere un compromiso a favor de la inocuidad de los alimentos en toda la cadena alimentaria. Los productores, fabricantes, manipuladores y comercializadores de alimentos pueden sacar partido de las inversiones y el desarrollo técnico en materia de inocuidad de los alimentos para satisfacer la demanda de los consumidores en este sector. Ello requiere programas de creación de capacidad y asistencia técnica que adopten un enfoque de gestión de sistemas de inocuidad de los alimentos que englobe todas las etapas desde la explotación agrícola (o el mar) hasta la mesa. Tanto en el Foro Mundial como en la Conferencia Paneuropea se subrayó ampliamente la necesidad de reforzar las capacidades sobre la base de este enfoque.

16. Desafortunadamente, en muchos países en desarrollo y en transición, los sistemas de inocuidad de los alimentos adolecen de una serie de deficiencias que limitan su capacidad para garantizar la protección de los consumidores y que les impiden beneficiarse plenamente del sistema mundial de comercio. Dichas deficiencias afectan a una serie de elementos de los sistemas nacionales de inocuidad de los alimentos: i) las leyes, normas y reglamentos alimentarios son a menudo anticuados o incompletos y requieren una actualización completa; ii) las diferentes administraciones encargadas del control de los alimentos tienen a menudo mandatos mal definidos que a veces se solapan, y no disponen del personal cualificado necesario para desempeñar sus funciones de inspección en materia alimentaria; iii) los laboratorios de control de alimentos carecen de las instalaciones, equipamiento, suministros y personal técnico adecuados; y, por último, iv) la industria alimentaria y demás agentes del sector alimentario requieren una reestructuración para ajustarse a las normas vigentes sobre garantía de la calidad e inocuidad de los alimentos, incluida la aplicación de buenas prácticas de higiene y fabricación y el sistema de análisis de peligros y de puntos críticos de control (HACCP). La falta de sistemas nacionales eficaces de inspección y certificación de las exportaciones obstaculiza considerablemente la capacidad de los países en desarrollo para aprovechar su potencial de exportación de productos agrícolas y alimenticios.

17. Para superar dichas insuficiencias, se debe desarrollar y aplicar un programa mundial de creación de capacidad que permita proporcionar el apoyo necesario para responder a las necesidades manifestadas por los países miembros en desarrollo. La cuestión de la inocuidad de los alimentos debe abordarse a lo largo de la cadena de suministro de insumos y de producción, elaboración, almacenamiento y distribución de alimentos, lo cual requiere la cooperación y participación activas de productores, comerciantes, la industria, los gobiernos y la comunidad científica. Para ello es necesario concebir estrategias nacionales adecuadas en materia de inocuidad de los alimentos y elaborarlas con el apoyo de todos los participantes en la cadena alimentaria. La estrategia define el papel de los organismos gubernamentales, la industria alimentaria y los consumidores, y establece mecanismos de cooperación entre las partes así como los medios para hacer frente a los desafíos ya existentes o incipientes en materia de calidad e inocuidad de los alimentos. Asimismo, la estrategia asegura una utilización coordinada de los recursos financieros y humanos disponibles para alcanzar resultados óptimos. Es necesario emprender una serie de actividades fundamentales, en particular, la actualización de leyes y reglamentos alimentarios, el fortalecimiento de los servicios de inspección de alimentos, la modernización de los laboratorios de control de alimentos, la aplicación de sistemas de garantía de la calidad e inocuidad en la producción de alimentos, la mejora de los conocimientos científicos y técnicos y el fomento de la participación nacional en los procesos de elaboración de normas internacionales. Dichas cuestiones deben tratarse de forma gradual sobre la base de una evaluación exhaustiva de la situación de cada país con el fin de determinar las necesidades exactas y las actividades que se requieren en materia de creación de capacidad.

18. La FAO y la OMS tratan las cuestiones de la inocuidad y la calidad de los alimentos desde sus respectivos puntos de vista en el seno del sistema de las Naciones Unidas. La naturaleza interdisciplinaria de la labor de la FAO, que abarca una amplia gama de políticas y de cuestiones técnicas relativas a la alimentación, la agricultura y la pesca, se ocupa de que la inocuidad de los alimentos se tenga en cuenta a lo largo de toda la cadena alimentaria, desde la producción hasta el consumo. La FAO dispone de los conocimientos y la capacidad, pero no necesariamente de los recursos financieros, para proporcionar asistencia técnica generalizada y completa a sus Miembros. En los últimos tres decenios, el programa de asistencia técnica de la FAO en el ámbito del control de la inocuidad de los alimentos y la protección de los consumidores ha englobado una amplia gama de actividades, desde el asesoramiento sobre cuestiones técnicas específicas hasta la ejecución de programas de campo completos que abarcan todos los elementos de un sistema de control de la inocuidad de los alimentos. Este programa de asistencia en curso debería ampliarse para atender las crecientes solicitudes de los Estados Miembros. Como se subraya en las recomendaciones de la Conferencia Paneuropea, debería mejorarse y reforzarse la cooperación en materia de creación de capacidad a nivel internacional y regional para aprovechar las experiencias adquiridas en el plano nacional y evitar toda duplicación de trabajos. A este respecto, y en consonancia con el Comunicado de la Reunión Ministerial de la OMC celebrada en Doha en 2001, la FAO, la OMS, la OIE, el Banco Mundial y la OMC acordaron adoptar una iniciativa de asociación para apoyar la creación de capacidad en el ámbito de la inocuidad de los alimentos en los países en desarrollo.

E. CUESTIONES QUE SE SOMETEN AL EXAMEN DEL CONSEJO EN SU 123º PERÍODO DE SESIONES

19. El Consejo podrá examinar tal vez la conveniencia de i) apoyar la recomendación del Primer Foro Mundial de Autoridades de Reglamentación sobre Inocuidad de los Alimentos para que la FAO, en estrecha asociación con la OMS, convoque un segundo Foro en 2004 sobre el tema “Establecimiento de sistemas eficaces de inocuidad de los alimentos”, y ii) proporcionar información y orientaciones sobre la forma de movilizar recursos financieros adicionales para la aplicación de dicha recomendación por parte de los organismos.

20. El Consejo podrá tal vez proporcionar directrices sobre la celebración de nuevas conferencias regionales sobre inocuidad de los alimentos. En particular, los Miembros del Consejo podrán confirmar quizás los requisitos necesarios para poder celebrar dichas conferencias regionales, y asesorar acerca de i) –la convocación de Conferencias Panregionales, conforme al modelo de la Conferencia Paneuropea. El presupuesto necesario ascendería a unos 560 000 dólares EE.UU. por conferencia. Habida cuenta del tiempo necesario para la preparación, no se podrá planificar más de una conferencia al año; y/o ii) –la inclusión del tema de la calidad e inocuidad de los alimentos en el programa de la próxima serie de Conferencias Regionales de la FAO que habrán de celebrarse en 2004 y de las mesas redondas ministeriales sobre inocuidad de los alimentos. Los costos serían inferiores a los de las conferencias panregionales. Dicha serie de reuniones se podría programar de modo que se abarquen todas las regiones antes del próximo Foro Mundial. El Consejo podrá asesorar tal vez a la FAO sobre los procedimientos adecuados para la preparación de dichas conferencias y/o reuniones, incluidas la colaboración con la OMS y los países de la región, así como la movilización de los recursos adicionales necesarios para su convocación.

21. El Consejo podrá subrayar tal vez la importancia de que la FAO amplíe sus actividades encaminadas a prestar asistencia a los países en desarrollo y países en transición para que refuercen sus capacidades en el ámbito de la inocuidad de los alimentos y en el marco de alianzas y asociaciones con la OMS, la OIE, el Banco Mundial y la OMC. En particular, el Consejo podrá asesorar quizás sobre la prestación de los recursos adicionales necesarios para que las dependencias técnicas de la FAO y sus estructuras descentralizadas puedan hacer frente a esta prioridad programática superior y a la carga de trabajo adicional que ello implicaría.